A partir de ese primer beso todo cambio, hasta el momento no ha exigido más que besos, lo que me deja más tranquilo. Pero sus miradas son más penetrantes que antes lo que provoca que me ponga más nervioso y que incluso, llegue a tener movimientos torpes, ocasionando un sinfín de accidentes. Los más extraño es que, al amo de lugar de molestarle, le da gracia, lo que me deja más nervioso y apenado y un poco enojado por el simple hecho de que se dé cuenta que es por el que estoy actuando así.
Por el momento mi madre está estable, uno de los mejores médicos de la zona llego a revisarla y por el momento le receto otro medicamento de respaldo pero que solo le servirá por un tiempo corto, en lo que se consigue le medicina.
Mientras estaba caminando por uno de los pasillos de la casa que conectaban con una de las salidas, me encontré con Sakura. La encontré muy decaída, tenía la mirada hacia abajo y no se le notaba ningún ánimo, por su vestimenta me di cuenta que llegaba de la calle, así que me acerque y con un abrazo fraternal le hable.
-¿Qué sucede?, ¿Por qué tan decaída?-ella solo correspondió al abrazo y con una enorme pesadez me comenzó a contar.
-Salí y fui a preguntar si tenían algún dato o si ya había regresado, pero no me pudieron decir nada de él, ya es mucho tiempo y no tengo noticias-me entristeció el ver a mi hermana así, pero por el momento no podía hacer nada aunque quisiera. Solo espero que él esté bien, sino Sakura si se dejaría vencer.
No paso mucho para que ella se calmara y regresara a sus labores.
Sin ningún otro contratiempo llegue a la salida y me encontré que el amo llegaba antes de lo esperado, me detuve para saludarle formalmente, y el como todas las veces me saludaba de igual manera.
Le comunique que tendría que salir para hablar con alguno de los proveedores que abastecían la bodega de alimentos, ya que no nos había llegado todavía lo requerido a esa semana.
Sin problema alguno, Salí de la casa y llegue al lugar; tras platicar con el proveedor un buen rato y aclarándome él porque del retraso, pude llegar a un acuerdo y así regresar de nuevo a la casa.
Al llegar todo se encontraba tranquilo, pase a ver a mi madre que en esos momentos descasaba tranquilamente, y a un lado de su cama se encontraba un retrato de la que alguna vez había sido mi familia, con mi padre aún con vida y feliz al igual que mi madre y hermana, pero tenía que ver el lado optimista y aceptar lo sucedido y que como lo quisiera ver habíamos corrido con suerte, ya que no estábamos en la calle, sin un techo o alimento, y sobre todo teníamos la esperanza de que tarde o temprano podrían salir adelante.
Salí sin hacer ruido, y continúe con la labores del día; ingrese a la cocina para encontrarme que la comida ya casi estaba lista y que solo faltaba colocar la mesa.
Ya que chiyo-obasan me dijo que estaba todo listo, fui a ver al amo, toque y con su voz tan seria y misteriosa me dio paso.
-La comida ya está servida, ¿gusta comer? O ¿prefiere esperar?- se levantó de su lugar sin decir nada hasta el momento, y camino a la puerta.
-Comamos de una vez- así salimos, yo de tras de él, en pocos minutos llegamos al comedor, en donde tomo su lugar y Sakura procedía a servirle la comida, y yo, solo permanecí de pie por si, necesitaba algo.
Pero su mirada llamo mi atención, ya que estaba posada firmemente sobre mí, con un poco de duda, porque no sabía si se le ofrecía algo, llame su atención.
-¿Se le ofrece algo más?-estaba a poca distancia de él y este no había despegado su vista de mí.
- ! SAKURA ¡-llamo a mi hermana que no tardo nada en estar en su presencia.
-Pon otro plato-esta orden nos desconcertó a Sakura y a mí, ya que no sabíamos que abría visita o algo así, pero sin chistar ella obedeció colocando lo pedido.
-¿Tenemos vista uchiha –sama?-pregunte, y él, con una sonrisa algo prepotente, típicas de su carácter contesto.
-No exactamente, más bien, un invitado a la mesa-sin duda eso me sorprendió más y Sakura que todavía estaba en la habitación, tenía cara confundida, como yo la tenía en esos momentos.
-Sakura sirve por favor , que la persona que me acompañara a comer será tu hermano, así que terminando de servir te puedes retirar-si nuestras caras eran de duda ahora habían pasado a una de sorpresa, ella sirvió y se marchó, pero yo seguía de pie son saber qué hacer.
-Qué esperas, siéntate que se enfriara- el muy cómodamente comenzó a comer y yo con muchas dudas y algo de temor me senté y también deguste de la comida.
Por alguna razón, sentía que esto no solo se iba a quedar así, y no solo iba a comer. Después de una comida inundada de un silencio sepulcral, del cual, la comida en cierto punto me dejo de saber; él fue el que rompió el silencio.
-Y dime, ¿cómo está tu mamá?-la pregunta no me la espere, pero, me alegraba un poco el que mostrara interés por mi familia.
-Se encuentra estable, pero, necesita el medicamento- el recordar que todavía no se podía conseguir el medicamento me preocupaba, pero estaba a la espera de que él lo lograra conseguir, por algo era el &trato&.
-Bien, pues necesito hablar contigo, así que vamos al despacho-se levantó y enseguida yo fui tras él, entramos al despacho de nuevo y él lo cerró con seguro algo raro. Se acercó a su escritorio y de ahí saco lo que tanto buscaba, la medicina de mi madre, me acerque para tomarla pero el rápidamente la alejo de mi alcance.
-Como ves, yo eh cumplido con lo acordado así que espero tú parte-nunca me lo espere así de golpe, sabía que tenía que pasar, pero no estaba lo suficientemente preparado para esto. Baje la mirada y con un hilo de voz, por los nervios, miedo y tantas cosas que me bloqueaban en ese momento.
-¿Qué desea que haga?-pregunte, sentía que mis piernas flaqueaban, él se acercó y mi mente, me gritaba, aléjate, pero mi cuerpo no se movía, se acercó a mi oído y con una voz tan sensual, tan sugestiva, pero fría, me pidió algo que no pensé que me pediría.
-Quiero que te masturbes ante mis ojos, quiero escuchar como gimes y te estremeces-no sabía qué hacer, quería salir corriendo, pero era un acuerdo y necesitaba esa medicina, así que sin más comencé a desabrocharme y quitarme el chaleco y la camisa, no me los retire, pero dejaba a la vista todo mi torso, su mirada me cohibía, de por si no estaba acostumbrado en darme autosatisfacción y ahora menos con la mirada negra, que no perdía detalle a mis movimientos, Baje mis manos por mis costados sintiendo mi entumecido cuerpo temblar ligeramente ante el tacto, las puntas de mis dedos rozaron mi pantalón y con sumo cuidado se acercaron a cierre y botón, ahí se quedaron tiesos he inmóviles
-¿A qué esperas?- susurro con voz lujuriosa
Durante unos segundos me quede ahí como idiota, sin saber cómo mover mis dedos, hasta que sentí sus manos cerrar se sobre las mías, con tal acto, comencé a desabotonarme el pantalón dejando a la vista mi ropa interior, tenía miedo, no quería seguir, pero, al levantar mi mirada, vi como la suya exigía que continuara.
Tome lugar en una pequeña silla y ahí con toda la vergüenza del mundo, baje mi ropa interior, y comencé a acariciar mi miembro, que poco a poco comenzaba a &cobrar vida,& mi respiración, comenzaba a alterarse y mi cuerpo comenzaba a transpirar pequeñas gotitas de sudor. No me a atrevía a mirar su rostro, y mi intención era el de no verle, pero su mano alzo mi mirada y ahí me quede prendado de su mirada lujuriosa, Comencé a mover más rápido mi mano, y mi miembro ya derramaba un poquito de líquido, pero después de unos momentos no solo fue no mano, si no, también la mano del amo, no resistí y me corrí, manchando un poco de mi ropa y claro está que su mano también resultó afectada.
El tomo el medicamento y me lo dio, yo aun con la respiración afectada me acomode lo mejor que pude la ropa y me dirigí a la salida, pero su voz aun con ese tono lujurioso me lo impidió.
-Recuerda que esto solo fue el comienzo, la siguiente ves no será solo ver o que te autosatisfagas-no volteé y solo asentí y Salí casi corriendo, tenía que calmarme y darle su medicina a mi madre.
Continuara...