Después del primer incidente con la yukata, pasaron varios más, y casi siempre cuando mi amo quería colocarse una yukata pasaba algo que nos dejaba en una situación algo comprometida. Pero sin lugar a dudas lo disfrutaba, quedaba con el corazón y la respiración agitadas, pero disfrutaba cada rose con su piel; en este tiempo pude descubrir que no solo me atrae el amo, si no, que me estoy enamorando. Todavía no sé cómo eh llegado a esto, creo que tiene que ver que no me tratara mal, ni a mí, ni a mi familia.
-¡NARUTO¡-era Sakura ,entraba al despacho corriendo muy agitado casi derramando lágrimas.
-¿Que sucede?, ¿porque estas así?, ¿paso algo?-pregunte más confundido que antes, y entonces ella comenzó a derramar lágrimas.
-Mamá-esa simple palabra hizo que reaccionara y saliera casi corriendo en dirección al cuarto en donde se encontraba. Miles de ideas pasaron por mi cabeza, ideas que no eran muy alentadoras sabiendo la condición en la que estaba.
-Madre –entre sin previo aviso a la habitación, y me quede estático. Estaba más pálida que de costumbre, su respiración estaba agitada y tenía fiebre, había tenido una crisis.
Me acerque rápidamente a ella y tome protectoramente su mano.
-Na...Naruto-pronuncio mi nombre tan tenuemente, que por un momento llegue a pensar, que la luz que había en la habitación, que hasta el momento siempre había mantenido su hermosa decoración, muy tradicional y elegante, poco a poco se iba oscureciendo .
Me acerque y tome uno de sus mechones rojos y los retire de su frente que estaba perlada de sudor.
-Madre, ¿cómo te sientes?- al verla así pensé que se me quebraría la voz y que las lágrimas que no derrame con la muerte de mi padre, saldrían junto con las que eran para mi madre.
-Es. . toy…bien.. no…te… preocupes- me rompía verla así, casi sin voz y sin aire para hablar.
Le di un beso en si frente y Salí para que descansara, al atravesar la puerta se encontraba Sakura aun llorando, me acerque y la abrace para que se tranquilizara.
-¡Shhhh!, porque no me habías dicho que ya no tenía medicina-sin separase de mi pecho y tomando una bocanada de aire comenzó a hablar.
-Lo siento… mamá… y yo habíamos decidido… no decirte y conseguir yo la medicina, no queríamos que te preocuparas más- entendía su esfuerzo y me enternecía el que se preocuparan por mí, pero era el responsable de esta familia y mi deber era tenerlas lo mejor posible, aun si eso implica un sacrificio.
Pasaron unos minutos y Sakura ya más tranquila entro a ver a nuestra madre.
Aprovechando que el amo no se encontraba, Salí a conseguir la medicina a los consultorios de los alrededores; pasaron un par de horas y en ningún lugar me facilitaban el medicamento y no era porque no quisieran si no porque, el ejército tenía todo el medicamento y solo lo utilizaban para atender a los militares y por consiguiente no a los civiles. Regrese a casa y casi al instante en que había atravesado la puerta el amo llegaba, acomode mis ropas eh intente poner mi cara lo más normal posible.
-Bienvenido amo-dije al momento que entro por la puerta.
-Hola-me contesto y con una señal de su mano me indico que le siguiera y así lo hice. Llegamos al despacho y el tomo su lugar y yo me quede de pie.
-¿Qué es lo que sucede para que tengas esa cara?-me sorprendí por su pregunta, porque mi cara tenía la misma expresión de siempre.
-Por qué piensa que pasa algo?-pregunte, pues no me iba a quedar con la duda de saber cómo vía a través de mi mascara.
-Tu cara parece la misma de siempre, pero, tus ojos denotan tristeza, angustia, y algo de temor-sí que me sorprendió más su respuesta, y como no le podía seguir mintiendo decidí decirle la verdad.
-Mi madre tuvo una recaída y eh intentado conseguir el medicamento, pero todo lo tiene el ejército- cando termine de hablar mi mascara ya no existía y todo mi rostro demostraba tantas cosas a la vez. Alce la mirada ya que la había bajado en el transcurso de mis palabras, y el amo se detenía enfrente de mí, y seriamente me miraba.
-Yo te puedo conseguir el medicamento, a cambio de una cosa-sus palabras me daban un poco de esperanza, pero me preocupaba que me pediría.
-¿Qué es lo que pide a cambio?-tenía que escuchar su oferta aunque creo que sea cual sea la aceptare.
-Lo que pido es que tu hermana sea mi amante-eso sí que me dejo en shock, me estaba pidiendo que sacrificara a mi hermana. Me invadieron unas ganas de golpearle, pero si lo hacia lo más seguro es que eme metieran a la cárcel y bien me iba y dejaría desprotegida a mi familia.
-Lo siento, pero Sakura ya está comprometida- le mire a los ojos y en ellos creo que demostraba el odio que me provocaba la idea; en cambio el amo, no sabría que decir acerca de lo que estuviera pensando en el momento, tomo mi barbilla y con voz grabe me dijo.
-Entonces ¿tu tomarías su lugar en mi cama?-Se me helo la piel y sus palabras retumbaban en mi cabeza, no dije ni hice ningún movimiento o sonido, solo me quede ahí, hasta que sus palabras me sacaron de mi shock.
-Claro si quieres salvar a tu madre-estas palabras hicieron que en velocidad record mi cabeza tomara una decisión, todo fuera por ella.
-Está bien-intente bajar la mirada pero él me detuvo y cando mire su rostro tenía una pequeña sonrisa y segundos después unió sus labios con los míos, yo respondí ,pero me dolía el pecho, me sentía usado, hasta cierto punto comprado, pero lo dejaría pasar solo por ellas, mientras ellas estén bien no importa el sacrificio que tenga que hacer.
Continuara...