Han pasado varias semanas, casi se cumple un mes desde la primera vez que el amo a pedido que este de una forma un poco más &intima& con él. Si lo analizo un poco, pareciera que toda esta situación evoluciona por etapas, primero y lo que dio inicio a todo fue el trato para poder tener la medicina de mi madre, lo que contrajo la etapa de los &besos& de los cuales me comencé a hacer un poco adicto; después surgió la fase de las caricias que no es más y podría jurarlo que la satisfacción de mis bajos instintos que no había podido sacar a la luz y saciar por las diferentes circunstancias que me han seguido.
Pero al ser etapas estas no se pudieron combinar y la etapa de los besos quedo en el olvido, ya que es rara la vez en la que llega a rozar sus labios con los míos.
Aun me cuesta trabajo entender como logre asimilar la situación de una forma rápida, y como he logrado quitar esa vergüenza al momento de cumplir con sus órdenes, y más aún me sorprende el hecho que no me resiste ni un instante a sus caricias.
Tengo miedo, si yo todo un &noble& japonés al cual le educaron de una forma rígida para enfrentar los peores castigos que pudiera traer la guerra, tiene miedo de lo que estoy comenzando a sentir, tengo miedo a enamorarme y salir lastimado, pero sobre todo tengo miedo de separarme de él a sabiendas que todo esto no es más que solo un juego, un pasatiempo del que tarde o temprano él dejara porque simplemente se aburrió.
Pero lo que me trastorna mas haber descubierto que si pudiera regresar el tiempo hasta el momento en donde me ofrecía el trato, aceptaría sin dudar, y no solo por salvar a mi madre si no porque yo lo deseara.
Salgo de la habitación en donde me encontraba que era la de Uchiha-sama, pues unos días después de nuestro primer encuentro, el amo dispuso que solo yo podía entrar en su habitación y por consiguiente solo yo podía arreglarla. Aun con mis dudas y cuestionamientos internos, tenía que seguir con mis labores y disponer de todo lo necesario para que cuando llegara el amo pudiera revisar los gastos del mes en la casa.
Pasó alrededor de unas 3 horas en las cuales me encerré en el despacho para poder hacer las cuentas de todos los gastos que se produjeron en la casa y por fin logre terminar la enorme suma y el enlistado de todo lo que se había comprado. Me levante de la silla y Salí de la habitación para dirigirme a la cocina.
- Naruto se nos acabó la leña, podrías ir cortar más- al entrar a la cocina me encuentro con el pedido de mi hermana y del cual no me podía negar ya que era yo el encargado de esa tarea así que sin más que obedecer aun cuando la espalda me esté matando por tanto tiempo de estar sentado.
Al llegar a la parte trasera de la casa en donde se encuentra la enorme pila de troncos sin cortar, me retiro las prendas que cubren mi pecho y comienzo mi trabajo. Después de terminar con la pesada tarea y después de terminar de lo más sudado posible, entre sin colocarme prenda encima y me dirigí a la cocina.
-Ya están lista la leña, me voy a dar un baño rápido antes de que llegue el amo- sin más me dirijo al baño para empleados que se encontraba en la parte trasera de la casa, por suerte todavía el agua se encontraba algo caliente y retirándome todas las prendas faltantes me metí en el agua y cerré mis ojos para relajarme un poco, no paso mucho tiempo que había estado en el agua cuando escuche el ruido de la puerta al abrirse, inmediatamente abrí mis ojos para ver quien entraba sin tocar, pero no espere que fuera el amo el que había entrado, y mi única reacción fue levantarme.
-Que hermosa vista me encontré-su voz penetro mis oídos y me di cuenta de mi pequeño desliz así que lo único que se me ocurrió hacer fue meterme de nuevo en el agua para tapar mi desnudes.
-¿Uchiha-sama que hace en el baño de los empleados? Y no pensé que llegaría tan pronto- no sé cómo mi voz había salido segura, pues en mi interior los nervios me invadieron y lo que me inquietaba mas es que comenzaba a avanzar hacia mí y no despegaba su mirada de mi cuerpo, y ahora que lo noto su mirada había cambiado un poco, ya no se mostraba tan fría como cuando lo conocí, pero no era momento para pensar en eso y en nada porque él había metido su mano al agua y comenzaba a acariciar mis piernas de una forma nueva, pues si era cierto que por lo menos algunas veces por semana me tocaba masturbarme y que él en ocasiones &ayudara&, pero esto era diferente ya que nunca me había visto totalmente desnudo y nunca me había acariciado como lo está haciendo ahora.
-Pues contestando a tu pregunta, pregunte por ti y me dijeron que estabas aquí, así que decidí darte una pequeña visita y regrese para comer más temprano ya que se me han presentado demasiados problemas en la embajada y lo más seguro es que llegare antes de la cena- casi no preste atención a sus palabras porque mi mente estaba más concentrada en sentir la caricias que ahora ya no eran solo en mis piernas si no que se extendieron hasta mi pecho.
-Pero creo que podre jugar un rato contigo antes de la comida-al decirme esto último su mano se posó en mi miembro lo que logro sacar un sonoro gemido tanto de la impresión como de la sensación tan placentera que comenzaba a sentir.
-Uchiha-sa…sama, no es… el lugar-la poca cordura que me quedaba, y que me decía que podía llegar alguien y verlos, se pedio cuando el movimiento de su mano aumento de velocidad y mi miembro despertó por completo, implorando por más.
-No te preocupes, les dije que te vendría a avisar que ya había llegado y no creo que se tomen la molestia de venir, con mi repentina llegada están tan apurados por terminar la comida que eres lo último por lo cual se puedan preocupar- ya no me importo nada y con su pequeña explicación disipo toda idea de detenerle y solo me concentre a sentir.
-Por...favor, mas ra…pido- mi visión se comenzaba a nublar y ya no me importaba nada estaba a punto de llegar a mi final, y mi amo había excedido a aumentar la velocidad de su mano, así que no faltaba mucho para que llegara pero no lo logre porque de un momento a otro se alejó de mi dejándome un gran problemita.
-Que…sucede uchiha-sa…- mis palabras se detuvieron de golpe al saber porque se había detenido. Estaba de pie y me miraba de una forma diferente, me miraba con deseo, mis ganas de terminar se fueron y el nerviosismo regreso.
-Bien Naruto, creo que es momento de consumar el trato, tu hermana me acaba de decir que está a punto de terminarse la medicina de tu madre y yo tengo más- al termino de sus palabras iba a oponerme pero mi cuerpo no se movía, pues en frente mío el comenzaba a desnudarse y yo no pude despegar la vista de su perfecto cuerpo.
Continuara...