- ¿A dónde me llevas Sasuke?
- ¿No pediste ir con Karin?
- Si, pero has estado dando muchas vueltas y no hace mucho te has estacionado en una florería.
Un bonito ramo de flores para su chica ideal, es normal que le de ese tipo de cosas.
Aunque a mí hace tiempo que no me los da. Suele prepararme la comida, los gestos románticos y cariñosos de parte suya no tengo.
Al alejarnos mucho de la ciudad, donde comenzamos a ver más la naturaleza, vegetación de las praderas, árboles que ya estaban cambiando de color, por la primavera casi cerca.
¿Por qué Karin vive tan lejos de la ciudad?
Casi no hay ni casas por estos lares, es muy sólido ¿O me está engañando y me toma el pelo con lo de ir a verla?
No, no puede ser, compro un ramo de flores, así que debe ser por otro motivo que ella este lejos de Sasuke.
El engaño.
Entre más lejos este la persona que amas, en vez de la persona con la que en si debes estar, se te haría bien llevar buena vida con tu persona amada, lejos de la realidad.
El atardecer cada vez se hace hermoso y la luna a lo lejos contrasta el día y la noche casi juntas.
¿Estar tan nervioso es normal?
Quiero salir huyendo y enterrarme en el primer hueco que vea a mi vista.
Ya estás adulto Naruto contrólate, pero es que ir a ver al amante, pareja de tu prometido es cosa del otro mundo.
Hoy en día eso no se hace, a menos que quiera pegarle una acertada cachetada en su rostro por entrometerse en mi vida romántica con Sasuke.
A quien quiero engañar, si con Sasuke no ha pasado más nada que unos besos de cariño.
En la boca.
Cariño de amigos.
Ahora siento que yo soy el que me he metido en su relación.
Rayos.
- Naru ya llegamos.
Lo miré perplejo y fijé mi vista en una casa grande hermosa que se encontraba delante de nosotros.
- Eh si...
Trague saliva y salí del auto junto al mismo tiempo que Sasuke, él teniendo el ramo de flores en sus manos.
Una casa de dos pisos, muy hogareña por fuera, con hermosa decoración de plantas, árboles, flores, con una gama de colores pardos en sus paredes, teniendo ventanas de madera con vidrio polarizados de color negro.
Hubiera seguido viendo la casa, si es que a lo lejos no veía corriendo un emocionado niño de casi cuatro años hacia Sasuke a lo mucho.
Deje salir un gemido de sorpresa, viendo directamente a Sasuke y al niño.
Se parece mucho a Karin.
¿Sasuke tiene un hijo con ella?
Me metí al auto y respire, trate de respirar para que mis lágrimas no salieran por el entorno familiar que se había formado entre ellos dos.
Padre e hijo, abrazados como si no se hubieran visto por años.
¿Es mi culpa?
Yo soy el culpable que esa relación familiar este así por mí, por no dejar ir a Sasuke.
Deje salir lágrimas de mí, escuchando a lo lejos la voz del hombre que nunca podrá amarme, mi llanto cada vez se hacía más fuerte.
No quiero escucharle.
Quiero irme.
No quiero saber cómo él es feliz con Karin y su hijo.
- Naru que te pasa ¿Te lastimaste?
Negué lo que me decía.
- Ryu dile a Hanabi que llame al doctor y que prepare un te calmante. Ve rápido
- Sí.
Había dormido hasta el día siguiente después de haber llorado como la vez que se murió mi mascota de nombre Kurama, mi pequeño zorro que fue atropellado al salir a buscarme porque no me había visto por días en la casa y ahora porque que sé que Sasuke ya es padre.
Estaba en una habitación de la segunda planta, que tenía su propio baño, una cómoda y la cama junto a un aire acondicionado de colores quebrados.
Me levante, eran cuarto para las diez de la mañana. Me duche y baje, dirigiéndome a la que creí era la cocina.
El olor a comida guía a la persona hambrienta, en este caso es mi persona.
La decoración interior estaba hecha con un degrade de colores cálidos y uno que otros de contraste.
Había fotos de Karin con él bebe recién nacido, junto a Sasuke en el hospital encima de una pequeña mesa donde estaba instalado el teléfono inalámbrico.
- Joven Naruto.
- ¿Si?
¿Quién es ella? ¿Cocinera de la casa Uchiha?
No sé cómo llamarle.
- Soy Misaki joven Naruto y atiendo los deberes de la casa.
Oh entiendo.
- Un gusto.
- ¿Desea que le sirva su desayuno?
- Si, por favor.
- Entonces espérame en el comedor, que en unos minutos le llevo su desayuno, se encuentra a mano izquierda en la siguiente puerta.
Asentí dirigiéndome a donde me había indicado que fuera, espere al alrededor de unos seis minutos cuando vi de nuevo a la señora con mi desayuno.
- ¿Sabe dónde se encuentra Sasuke?
- Oh, el Joven Sasuke se encuentra jugando en el jardín con el pequeño Ryu.
Me hablaba mientras estaba que me servía la leche con café, mirándome de una forma que no entendía su significado.
Está jugando con su hijo he.
Terminé de comer y lleve los platos donde Misaki, me regaño por haberlo hecho ya que ese era su trabajo.
Pero en si no me sentía a gusto teniendo personal de limpieza, hace tiempo que prefería hacer las cosas por mí mismo.
Camine lento al hacia el jardín, quería y a la vez no quería enfrentar la realidad.
¿Debería irme esta vez a Alemania?
Pero esta vez desaparecer y ni que mis padres sepan donde haré mi nueva vida.
Terminar con todos esto y estudiar una carrera que me guste, ni eso he tenido tiempo para dedicarme.
Es difícil elegir la carrera con la que te sentirás a gusto y te dará de comer.
- ¿En dónde estoy?
La casa se encontraba muy alejada de mí en estos momentos, había caminado mucho sin darme cuenta.
Suspiro y dejó que mi cuerpo se tranquilice, estoy bien mal, para que no me esté dando cuenta de lo que estoy haciendo, estando despierto.
- Ese no es el ramo de flores que Sasuke compro ayer. ¿Qué hace ahí?
Cuando me iba a regresar a la casa, vi a lo lejos el ramo de flores que Sasuke había comprado, antes de venir para acá.
Me acerque al lugar donde se encontraban las flores para cogerlas y llevarlas de vuelta.
- No puede ser.
Sentí como mi cuerpo se comenzó a helar al ver la lápida que se encontraba enfrente de las flores.
Karin…
Decía en la lápida.
Karin estaba muerta ¿Porque? La misma Karin que conozco, la madre de Ryu y de la cual Sasuke ama.
- Naruto.
-Sasu-ke.
Continuara.