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Crónicas de un nigromante por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

 

Hola

Les dejo un capítulo mas.

— No puedo creerlo… eres imposible, ¿quieres decir todo de una vez y no estar cambiando de opinión cada día?


— si sigues quejándote, voy a hacer que dejes de hablar con un maleficio—  no le prestó atención en realidad, yo no necesito advertir a nadie lo que hare. Razvan no me creyó  la primera vez que dije que quería vivir como humano. Fue hasta que le hice ordenar sus cosas de nuevo que puso una cara tonta, y me pregunto si hablaba en serio. Yo nunca bromeo.


— No te entiendo— cuando le miro, ya tiene las cosas que le faltaban ordenadas. Esta mañana cuando partimos de mi castillo, el único lugar disponible para nosotros era la vieja casa compartida de Razvan— ¿Qué tiene de malo este lugar?


— fingiré que no escuche eso. Este lugar es deplorable, pequeño y apenas se mantiene entero, además no hay sirvientes ni servicios…


— No sigas— me dice, acercándose rápido para quedar frente a mí. Odio tener que levantar la cabeza para poder hablar con los demás, en los últimos años ya no ha sido un problema porque no soy tan pequeño— escucha, Viktor, me pediste que te ayudara.   


— Lo hice.


— entonces… ¡Deja que me encargue de eso! no todo el mundo vive en un castillo o un palacio, y mucho menos tiene sirvientes. No en este siglo, no en este país.


— ¿y qué haces entonces?


— Trabajas— Razvan sonríe— así se gana la vida un humano promedio— Yo nunca he sido un humano promedio, ni siquiera cuando podía llamarme humano— ¿Qué pasa? ¿Dije algo raro?


— No tienes idea— Nunca he vivido en un lugar pequeño o sin lujos, no he conocido más que la vida cómoda que alguien de buena familia tiene. Y es por eso que no entiendo lo que me pide Hadrien, no entiendo lo que es ser una persona normal— pero podré hacer magia, no puedo vivir como un humano, nadie con magia lo hace.


— Lo pensare— no era una opción.


— tampoco quiero vivir en esta… casa. Hay lugares mejores aunque no tengan sirvientes  o no sean lujosos. Y no está a discusión.


— No tengo dinero para pagar algo más que esto— ¿todas las personas son tan cortas de mente? Por eso mi círculo de conocidos es realmente pequeño— le tengo cariño a este lugar.


— es tonto tener sentimientos por un lugar.  El dinero  no es problema, ahora, si hubieras sido más listo antes, podrías tener una fortuna, has vivido muchos años— él se ríe, y por fin toma las maletas. Estuvo buscando en cada rincón,  moviendo cada cosa mientras las guardaba pero no encontró el anillo que perdió.  Ahora no tiene mucho valor, ni siquiera sentimental para mí, pero perdió algo que no le pertenece y que no le preste.


— si tuviera dinero sería reconocido, y si fuera reconocido sería difícil volver a empezar cuando tuviera que irme. Tengo que mudarme cada cierto tiempo ¿lo recuerdas?— No, la verdad no lo recuerdo, pero lo entiendo porque yo lo he llegado a hacer también— ¿Y en donde nos deja esto? ¿Tienes en mente otro lugar?


— no,  yo no tengo más propiedades en esta ciudad, y con esta apariencia no puedo adquirir muchas cosas.


—  estupendo… ¿Cómo demonios le hacías para  tener cosas?


— uno de mis sirvientes. Le ordeno lo que quiero y él lo hace. Antes era peor, porque tenía una apariencia más joven— Ahora parezco un adolecente. Razvan no dice nada, le sigo hacia las escaleras más decadentes que he visto, y eso que he visto ruinas mucho más viejas.  Se despide de algunas personas que se cruzan con nosotros y luego salimos al exterior. Es un día cálido, y hay mucho movimiento en las calles. No me he quedado desactualizado en cuestiones generales, se cómo viajan ahora los humanos, se sobre sus nuevas tecnologías, aunque solo lo sé, he probado pocas cosas  porque no las necesito.  


— Supongo que querrás elegir tú mismo donde vivirás— le digo que si con la cabeza— podríamos ir a una oficina de inmuebles, pero eso podría tardar. Quizá su busco en los periódicos o en línea… ¿Dónde deje mi teléfono? Y ¿dices que tú vas a pagar?


— Sí— Razvan no se detiene. El cambio en su comportamiento es notorio, la ciudad es su fuerte, no me equivoque al pedirle esto a él. Ah, voy mejorando, reconocer que necesito ayuda, que me equivoque… es un gran paso. Le sigo mirando alrededor. No estoy acostumbrado a las ciudades grandes, normalmente vivo lejos, y visito ciudades pequeñas. Es muy ruidoso.


— oye, no te quedes atrás.


— es imposible— sería fácil usar magia y seguir mi camino, pero no me serviría si lo que quiero es reencontrarme con mi lado humano para que las personas ya no se alejen de mí, o al menos una persona— ¿no puedo usar al menos un poco de magia?


— No. camina— Razvan tiene el atrevimiento de tomarme del brazo y hacerme caminar tras él entre la multitud. Uso la magia para darle una descarga eléctrica y su mano me suelta de inmediato— esa actitud solo va a empeorar las cosas.


— que vaya a aprender sobre los humanos no quiere decir que quiero  que me trates como uno, mucho menos como un niño. No soy un niño.


— He pensado sobre eso— señala unas mesas en la calle frente a nosotros.  Cruzamos y él llega a sentarse— Tu apariencia no va a ayudarte mucho si quieres tener una vida más  o menos humana, no tienes ninguna identificación ni puedes conseguir una falsa, no engañaras a nadie, cuando mucho podrías decir que tienes  diecisiete… quizá con un poco de ingenio…


— No hay mucha diferencia entre diecisiete o dieciocho.


— Puede funcionar, sería más útil si cambiaras tu apariencia— Él no se ve precisamente adulto, ¿tiene es apariencia porque quiso o es cosa de los brazaletes?


Mientras habla un espíritu se acerca, y le permito hablar.


— Razvan…— le interrumpo— ¿estás seguro de que piensas en deshacerte de mí?— él mira detrás de mí, hacia el espíritu, y frunce el ceño— porque es una mala idea, una pésima idea. Estoy siendo amable, lo más que puedo sin que las cosas salgan mal, mucho más de lo que he sido en muchos años.


— no quiero deshacerme de ti, es imposible, y no soy un asesino. Yo pensaba…— su cara se pone un poco roja, y no me mira cuando habla— pensaba en conseguirte un trabajo o lo que quisieras, pero lejos de donde yo estuviera. Era solo en ese sentido.


— Oh ¿te molesta mi presencia?


— eres espeluznante. Tus ojos son extraños, y casi nunca pones expresiones o cambias de tonos de voz. La mayoría de los humanos lo hace ¿sabes? ¿Lo habías notado alguna vez?— Hace muchos años que nada en la vida me produce placer o miseria, no tenía nada por lo que sentir algo. No hasta que supe de Hadrien.  Cuando supe que estuvo buscando al nigromante más fuerte, creí que vendría a mí, y no lo hizo. Me enfurecí. Era la primera vez en siglos que sentía algo, y fue una furia increíble.  Me convencí de que solo había sido un error, y desde entonces estuve un poco pendiente de él,  solo preguntaba de vez en cuando a veces pasaban años sin que lo recordara.


— ya veo. No puedo hacer mucho con mi apariencia.


— ¿has intentado usar lentillas?


— ¿Qué?


—  o magia ¿puedes cambiar el color de tus ojos o el cabello con magia?


— imposible si es tu marca. Si tu cabello o tus ojos no están marcados, entonces puedes cambiarlo con magia ¿Qué son esas lentillas que dices?


— pues…  al inicio creo que fue una forma de no usar los anteojos, pero ahora los usan para tener otro color de ojos, pero no deja de ser falso… arg, ¿Por qué no lo sabes? Solo son lentillas de color. Te los pones y tienes otro color de ojos, hasta que te los quitas.


— oh… no sé si funcione.


— y quizá deberías pensar en ingresar a una escuela en lugar de conseguir un trabajo, no parece que sepas hacer… muchas cosas.


— no voy a rodearme de un puñado de niños para que alguien mediocre intente enseñarme cosas que ya se— Razvan suspira, pasándose las manos por el cabello. Decir que no sé hacer muchas cosas es exagerado. 


— Viktor, el problema es que no puedes hacer todo con magia cuando estas rodeado de personas.  Esto no va a funcionar ¿verdad?


— Podría preguntarle a los muertos, siempre dicen la verdad.


— no puedo hablar contigo aquí. Y  a este paso nos vamos a quedar a dormir en un hotel, no puedes elegir un lugar para vivir y mudarte el mismo día— Se complica mucho las cosas, estoy seguro de que no es tan difícil como él dice.  He llegado a dormir varias veces en hoteles, pero dudo que Razvan esté pensando en el mismo tipo de establecimiento.


— Solo busca un lugar donde vivir, y yo me encargo de lo demás— Razvan me deja solo mientras entra a la tienda. No ha pasado ni un día entero desde que decidí iniciar esto y no parece mejorar ¿Cómo pueden vivir sin magia los humanos? tener que hacer todo tan complicado es desconcertante después de tener todo a mis pies.  Casi todo… solo hay algo que no pude tener, y por eso estoy haciendo esto—  pedí algunas cosas, esperemos mientras reviso en línea que hay disponible.


— cuando dices “en línea” ¿te refieres a ese invento a nivel mundial que todos los humanos usan?


— ah… sí. Se supone que eres un humano del siglo veintiuno, no de siglo pasado.


— en realidad nací en el siglo catorce.  


— ¿catorce? ¿De verdad? Eso paso hace mucho tiempo… es casi la edad media. Y era sarcasmo, no hablaba en serio. ¿Por qué me pasa esto a mí?— Eso es muy dramático. Los magos que conozco no están tan relacionados con el mundo moderno y no les interesa mucho.


— déjame ver como lo haces— Razvan levanta una ceja mientras me mira, y luego niega con la cabeza.


— Tienes que dejar de dar órdenes— ¿me está negando algo? tan fácil que sería matarle, hacerle rogar por su vida…— Te molesta porque digo la verdad. Nadie se quedara contigo si solo le das órdenes.


—… ¿puedo ver como lo haces?


— mucho mejor— no se mueve, no parece que vaya a acercarse. Vamos, vamos,  esto es solo un experimento más. Me levanto y arrastro la silla para poder ver la pantalla del aparato en la  palma de la mano de Razvan.  Nunca había visto cómo funcionaba esta tecnología, y admito que es casi como magia. Razvan responde todas las preguntas que le hago sobre cómo funciona y que puedo hacer con una conexión a internet. Él solo sonrió antes de responderme con un “Todo”— ¿ninguno te gusta?


— no— Llevamos un rato viendo fotos de lugares en renta o venta y ninguno está dentro de lo que quiero— antes de que digas algo más, estoy siendo lo más objetivo posible al elegir.


— no vas a comprar otro castillo. Solo elige uno— Este humano es extraño. Normalmente nadie me habla de la manera en que lo hace, si estoy de buen humor solo aprenden que no deben hablarme así, pero con él… nunca había estado en una situación donde otra persona tuviera algún modo de controlarme, de no ser por esos brazaletes,  Razvan sería uno más de mis espíritus— has pensado algo desagradable sobre mi ¿verdad? Elige algo que tenga dos habitaciones y ya.


—…— Una mujer nos deja en la mesa una bandeja con algunas cosas. Razvan le agradece y toma una de las tazas que dejo la mujer.


— no vas a elegir nada ¿verdad? hagamos esto: quedémonos en mi viejo departamento, seguiré buscando y nos mudaremos cuando algo te guste.


— No me gusta la idea.


— no conseguiremos nada hoy, ir y venir de donde sea que este tu castillo no me gusta. O me dejas aquí o te quedas— Pero que atrevimiento.  Cierro los ojos. ¿Por qué estoy confiando en este humano?   Debería hacer las cosas de forma tradicional y matarle para quedarme con los brazaletes y seguir con mi plan— ¿Por qué estás tan empeñado en esto? ¿Te gusta tanto esa persona?


— ¿Gustarme?— no estoy seguro de que sea la palabra correcta.  Quiero que Hadrien este conmigo, eso es todo lo que sé.


— haces esto para cambiar, ¿no? y vaya que necesitas un cambio grande.


— quiero hacer esto, siempre he sido curioso, un investigador. Esto no es más que otro experimento que debo realizar. Hace mucho que he descuidado mi aprendizaje pensando que no tenía nada más que aprender, y allí estuvo mi error.   Y no cometo el mismo error dos veces, si es que cometo un error.


— que modesto. La verdad, vivir como humano no es tan difícil si dejas de ser tan delicado y comienzas a escucharme— le miro, tomando la taza del café que queda.


— Siempre tuve lujos… Sé que eres una persona que no piensa lo que dice, así que dime ¿crees que esto funcione?


— sí, lo creo.


— ah… entonces intentare hacerlo. No confió en nadie más que en mí, y algunas veces en Daimmen, confiare en ti para esto, espero que valores lo importante de lo que te digo— no me queda de otra más que seguir este intento de vida— No iré a una escuela, y aceptare quedarme en ese decadente lugar mientras encuentro algo mejor— Razvan sonríe, aliviado.


— Entonces cambiemos un poco tu apariencia…— me sigue sonriendo, y no entiendo de que está hablando.


 


Cuando Razvan dijo esas palabras por la tarde, no había esperado que estuviera hablando de forma literal. Sobre la mesa hay varios recortes de revistas, y Razvan sigue añadiendo más y más.


 — ¿y eso para qué es?


— cambio, tienes que parecer más una persona de la edad que aparentas. No vistes adecuadamente, y tampoco hablas como un joven.


—… ¿quieres que… luzca como esto?— murmuro, tomando un recorte.


— Eh… No como eso, definitivamente, pero si un poco menos… formal— Sí que sabe elegir sus palabras, lo he notado porque solo eso le ha mantenido con vida— Eso es porque mi trabajo es atender a clientes molestos— Sonríe. Oh, no note que hable en voz alta— tu pareces uno de los peores, no te ofendas.


— ¿Por qué tengo que cambiar mi forma de vestir y hablar? Estoy bien como soy ahora, no quiero cambiar.


— no te lo  pediría si no lo considerara necesario. No es común ver a alguien… tan joven vestido como adulto, siendo tan formal y eso. Creo que te acoplarías mejor a la época si vieras cómo se comportan los humanos ahora.    


— no me parece una mala idea. Además, he pensado en otras cosas para intentar quitar los brazaletes. No me he olvidado de eso— Razvan solo mueve la cabeza. 


Los humanos han cambiado mucho, me doy cuenta cuando observo los programas de la televisión. Tuve uno de los primeros aparatos que transmitían imágenes, pero no fue algo que me interesara mucho después de un tiempo. Razvan se ríe con programas de comedia que no me parecen graciosos, y todas las mañanas ve un noticiero. Acordamos que lo mejor sería observar primero antes de hacer algo más, sin duda él no quiere que le avergüence, me lo han dicho los espíritus, como si yo pudiera avergonzar a alguien, por favor.  Así que me he dedicado a caminar por las calles y lugares cercanos.  No puedo perderme por lo que no temo avanzar más cada vez.   


Me molesta estar perdiendo el tiempo aparentemente. Razvan no ha querido que experimentemos con sus brazaletes, regreso a  su antiguo trabajo y como me lo esperaba, pasa la mayor parte del tiempo fuera.  No es difícil saber dónde está su trabajo, después de casi dos semanas, me quedo esperando fuera del edificio. Pensé que sería igual de difícil pasar desapercibido, pero los humanos apenas me prestan atención. Razvan tenía razón con la ropa, detalles tan superficiales como esos les llaman la atención en lugar de mi color de ojos.


— ¿Qué estás haciendo aquí?


— esperándote ¿Qué más podría hacer?


— No puedes…


—Hey Razvan ¿no vienes?... ah ¿estás ocupado?— Una chica se acerca a nosotros, dejando a un grupo de personas que salieron junto con Razvan de un edificio.


— Un poco… él es Viktor, un primo lejano, le estoy mostrando la ciudad.


— ah… ¿y porque no viene con nosotros? no nos molestaría.


— Lo siento, pero Viktor aun es menor de edad, no le dejarían entrar, la próxima vez pongámonos de acuerdo— Dice antes de que yo pueda decir algo, se despide y me jala para irnos— ¿Y bien? ¿Qué es lo que quieres?


— los brazaletes, debemos comenzar a intentar quitarlos. Se me ha ocurrido algo para quitarlos. No uso muchos hechizos, deberías de saberlo, soy más del tipo que experimenta.


— Eso no me tranquiliza.


— ¿Cómo les explicas sobre los brazaletes a los demás?— Si ha tenido conocidos y amigos todos estos años, más de uno debió notar el detalle de que siempre los lleva puestos. Razvan alza las manos, mirado sus muñecas.


— Siempre respondo que son un recuerdo muy importante de alguien especial. No es una mentira del todo. ¿Qué se te ocurrió para quitarlos?


— alquimia, sus principios básicos se aplican para todo, a veces lo más simple es lo mejor— No hay en su casa un espacio cómodo para poder hacer experimentos, pero la zona del comedor funciona para poder hacer las mezclas.


— ¿Es seguro usar eso? No tiene buena reacción cuando lo mezclas con metales— Murmura Razvan, cuando ya casi termine. Le miro, un poco sorprendido de que sepa que es lo que estoy haciendo— No creíste que mi madre se había ido sin enseñarme nada. No aprendí magia, pero sé hacer algunos remedios… pociones. Aprendí muy bien sobre hierbas también ya te lo había dicho. 


— que sorpresa. Ahora, pon las manos ahí, cuando el metal se corroa podremos romperlo.


— creo que eso los arruinara.


— No si solo uso un poco, luego podré repararlo, cuando los tenga sin tus manos de por medio— Razvan se ríe. No estaba haciendo ninguna broma. Él pone las manos sobre la mesa libre. Solo un poco del líquido sobre el metal… solo un poco…


— No pasa nada ¿seguro de que lo hiciste bien?


— Nunca me…— Nunca me equivoco, eso iba a decir. Pero si me he equivocado mucho últimamente. Razvan se endereza, y sin querer, tira el resto del recipiente sobre la mesa, haciendo que la madera comience a humear y aparezca un gran agujero en donde se derramo el líquido.  


— Wow ¿Y si eso hubiera caído en mi mano?


—…


— Ah… en serio… bueno, podemos descartar ese método— Realmente pensé que iba a funcionar.


— Le preguntare a los espíritus, quizá sea más rápido— Si no lo hice antes fue porque quería aprender todo lo que pudiera antes de terminar con esto. Me siento en el sofá de la sala, y dejo que mi magia atraiga a los espíritus. Nunca había invocado espíritus en una ciudad, siempre elijo lugares donde sé que acudirán rápido.


— Nunca he hecho eso, ¿todos los nigromantes pueden hacerlo?


— Es la esencia de ser un nigromante, poder ver y hablar con los espíritus de los muertos. Si no lo haces entonces solo eres alguien que usa la magia con fines oscuros— le ignoro cuando las voces comienzan, y él también se queda callado, él también puede escucharlos. Las voces comienzan a ser una sola, murmurando cosas, respuestas a preguntas que no he hecho. Y el nombre de Hadrien que se repite una y otra vez.


— eh… ¿Qué tiene que ver ese tal Hadrien con todo esto? ¿Hiciste la pregunta correcta?— Con una mano hago que los espíritus desaparezcan. 


— claro que pregunte bien. No entiendo porque hablan sobre Hadrien, ahora estoy concentrado en otra cosa— Estoy confundido tanto porque Razvan también escuchara y por lo que  dijeron. Razvan se acuesta en el sofá más largo, sus pies quedan sobre las telas.


— Bueno… he querido preguntar esto desde que te conocí, pero siempre estabas molesto por algo, así que lo preguntare ahora ¿Qué tiene Hadrien de especial para ti?


— pues solo eso, es especial. Es diferente a cualquiera que conozco y conocí, siempre ha conseguido lo que quiere. Cuando descubrió que era un nigromante yo recibí la noticia de que alguien podría venir a buscarme.  Pero Hadrien no lo hizo. Su consulta a los muertos lo llevo a alguien más, me indigne que no me consideraran el nigromante más fuerte. Lo deje pasar, pero de vez en cuando preguntaba que había sido de él. Le vi crecer y hacerse más fuerte, me gusta su tenacidad. Hasta que me di cuenta de que echaría todo a perder por esa persona.


— ah, sí, Kiran no sé qué.


— él mismo.  Y eso mismo ha hecho. Hadrien ha dejado todo por estar con esa persona.


— No veo lo malo en eso— debe estar mal de la cabeza si no entiende. Hadrien es singular, todo en él le hace especial y sin embargo desperdiciara su talento— él es quien decide lo que quiere hacer con su vida, si se ha cansado de ser tan genial como dices… creo que tu solo estas  empeñado en tenerle porque no fue contigo hace muchos años.


— Me rechazo también varias veces en el transcurso de los años.


— nunca te dicen que no ¿eh? Ese es tu problema, no de Hadrien, pero como sea, no me entrometo más en eso, no me concierne. Solo quítame estas cosas y seré libre.


— lo hare.


— Deberías recordar que el que no puede dar nada, tampoco puede sentir nada, si no das nada por alguien nadie dará nada por estar contigo— Dice, sentándose y encendiendo la televisión. ¿Acaso importa el motivo por el que quiero estar con Hadrien? ¿Qué más da si es por capricho o porque siento algo más profundo? Es lo mismo, todo lleva a una sola cosa: Solo quiero que este conmigo, no importa nada más.

Notas finales:

 Nos leemos la proxima semana.


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