Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Pantera por Nicole Prince

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Capítulo 1


 


- Maldito Instituto…- Susurró Kagami, tras apagar el despertador.


 


Odiaba los lunes… Bueno, y los martes, miércoles, jueves… Odiaba las clases en general. Con un gran bostezo, reunió todas sus fuerzas para salir de la cama y dirigirse a la cocina en busca de algo para desayunar. Normalmente, incluso en invierno, dormía en bóxer y solo si hacía mucho frío se ponía un pantalón de chándal. De todas formas, vivía solo, a nadie le importaba si se paseaba en ropa interior por toda la casa; como si quería ir desnudo. Eso sí, lo primero que hacía nada más levantarse era coger su MP4 y encender la música. Esa mañana, la primera canción que sonó fue “Impossible” de James Arthur.


Le encantaba.


Podía parecer estúpido, pues es una canción que habla de engaño y desamor, pero a veces Kagami deseaba con todas sus fuerzas tener una historia parecida. No le importaba que acabase mal, estaría contento de al menos haber tenido una experiencia de amor tan fuerte y poderosa. Amar y ser correspondido, aunque fuese durante un pequeño periodo de tiempo, debía de ser magnífico. Inconscientemente sus pensamientos viajaron hasta cierto peli azul que lo volvía loco.


 


- “¿Quién demonios eres?”- Se preguntó mientras caminaba hacia la ducha.- “Quizá debería preguntar a Kuroko…”- Podía sonar estúpido. Bueno, era muy estúpido. Pero nunca le había hablado a Kuroko de aquel chico; y eso que era su mejor amigo. No sabía que podía pensar de él… Lo más estúpido es que sabía que Kuroko era gay, y que por lo tanto, jamás le diría nada.- Bakagami…- Susurró mientras se metía en la ducha.


 


Sí, decididamente debería de armarse de valor y preguntarle a Kuroko. Quizá incluso podría presentarlos… La perspectiva le ponía los pelos de punta… Tan ensimismado estaba en sus pensamientos que ni si quiera se dio cuenta cuando empezó a acariciarse el pecho, a rozarse los pezones, los abdominales… hasta que llegó a su dura erección. Masajeándola suavemente al principio, un poco más rápido luego, sin dejar de imaginarse ni un solo segundo a su moreno, sin dejar de pensar en cómo se movía al bailar, en cómo le había susurrado al oído, en lo bien que olía.


Ese día iba a llegar tarde a clase.


 


 


 


- “¡Maldita sea!”- Se auto-regañó Kagami. Efectivamente llegaba tarde al instituto. No es que fuese la primera vez que llegaba tarde a clase, y estaba seguro que no sería la última, pero odiaba cuando los profesores le daban la charla. Lo aborrecía y le daba mucha vergüenza.


 


Sin embargo, todo arrepentimiento se le fue de la cabeza cuando llegó al instituto y vio quien estaba en la puerta. De hecho, casi puso notar como su corazón se saltaba uno o dos latidos. SU moreno estaba ahí. La persona con la que estaba fantaseando esta mañana mientras se duchaba ahora estaba parada enfrente de la puerta de su instituto… abrazando a uno de sus mejores amigos. Oh. Dios. Mío. Mierda. Por un momento sintió tantos, tantos celos de Kuroko… Quién fuera él. Intentando ser lo más disimulado posible— algo difícil dado su tamaño—, se acercó poco a poco a las escaleras, intentando pasar cerca de ellos. Mientras pretendía pasar inadvertido por la pareja, fue andando lentamente hacia la puerta, con la vista fija en sus zapatos, queriendo también escuchar de qué hablaban.


 


- Kagami- kun, espérame. Yo también entro- Le dijo Kuroko con tranquilidad, como si siempre hubiese sabido que estaba ahí. Segundo susto del día, pensó él mientras alzaba la vista. Justo a tiempo para ver como el moreno le guiñaba el ojo y se despedía de Tetsuya revolviéndole el pelo.


 


Ambos chicos comenzaron a andar, despacio, casi olvidando que llegaban tarde a clase. El silencio era algo a lo que Kagami ya estaba acostumbrado, Kuroko no era alguien muy hablado de normal. Sin embargo, esta vez lo sentía diferente. El más bajito, dentro de su acostumbrada inexpresión, parecía realmente molesto.


 


- “¿Por qué?”- No podía evitar preguntarse Kagami- “¿Será por qué habrá descubierto mi interés por el otro chico? A lo mejor es su ex… O a lo mejor, su amante…”- Pensaba Taiga de manera errática. Toda esa situación le remordía la conciencia. Se sentía mal por no contárselo, se sentía mal por pensar así de su amigo.


 


El final del día llegó y Kagami fue incapaz de hablar con Kuroko. Se sentía pequeño, pequeñísimo. Él que siempre era tan lanzado, extrovertido, atrevido, para todas las cosas del mundo, cuando se trataba del otro chico, se sentía ínfimo, como si no valiese la pena.


 


- “Maldita sea…”- Pensaba el pelirrojo de vuelta a casa.- “Quizá mañana…”


- ¡¡¡Kagamicchiiiiiiiiii¡¡¡- Oyó que alguien gritaba a su espalda. Sin embargo, cuando fue a girarse curioso de ver quien lo llamaba, un cuerpo lo placó, prácticamente tirándolo al suelo.


- ¡Maldita sea, Kise! ¡¡¡Quita de encima!!!- Gritó, intentando deshacerse del estrecho abrazo.


- Kagamicchi~ ¡hola!- Como siempre, el rubio parecía ajeno a toda realidad, contentísimo de haberse encontrado al que consideraba uno de sus mejores amigos- ¿Qué tal?- Le preguntó con una gran sonrisa.


- Ah… Bien, como siempre. Volvía a casa… antes de que aterrizaras sobre mí.- Sinceramente, Kagami había intentado sonar un poco enfadado, pero era completamente inútil con el rubio.


- Oh ¿sí?- Efectivamente, Kise no notaba ninguna hostilidad hacia su persona- Ey ¿qué te parece ir a comer algo? Si no recuerdo el Maji Burguer estaba por aquí cerca…- Le ofreció, como si fuera una oferta de paz.


- Bueno… Vale “¿Cuáles son mis opciones de todas formas?”- Se preguntó mentalmente. Era o bien, negarse y tener que aguantar a Kise quejándose hasta que aceptara o aceptar desde un principio. No estaba de humor para discutir.


 


Comenzaron su camino en silencio, simplemente caminando uno al lado del otro. Kagami en su mundo, pensando en las clases, en el moreno que le había quitado el sueño y en Kuroko, su mejor amigo, del que había empezado a dudar. Y Kise, también en silencio— cosa rara si se puede añadir— observando a su amigo, con una mirada peculiar, como el de un cazador analizando a su presa.


 


- Ne, Kagamicchi ¿te ocurre algo?- Preguntó con un tono ligero, como quien habla del tiempo.


- ¿Eh? ¿A mí? N-no. No sé de qué hablas…- Le reprochó, con la cara tan roja como su pelo.


- Ya veo~ ¡Eeeeeentremos!-


- Ah, Kise, no armes escándalo, ya nos echaron una vez- Murmuró Kagami, mientras intentaba sujetar a su amigo.


- Pero esa vez fue culpa de Kurokocchi ¡¡¡Dejad de culparme por todo!!!-


 


Riéndose como no reía desde hacía días, ambos chicos entraron en el lugar. Como siempre, Kagami pidió su inusual montaña de hamburguesa y un refresco. En cambio, Kise se conformo con unas patatas y un batido; buscaron una mesa libre y se sentaron a disfrutar de su banquete. Poco después, mientras Kise le contaba animado sobre su último trabajo como modelo, Kagami sintió una vez más como su corazón daba un vuelco.


 


- “Demonios ¿qué está ocurriendo esta semana?”-


Y es que justo en ese momento, dos personas estaban entrando por la puerta del Maji Burguer. Nada más y nada menos que Haizaki Shougo, el novio de Kuroko y su moreno, del que aún no sabía ni el maldito nombre ¿es que todos lo conocían menos él?


 


- ¿Eh?- Ryouta se giró para ver qué era lo que tanto atraía la atención de su amigo- Oh, mira, es Haizakicchi ¡Hol…- Antes de que pudiese gritar, Kagami le tapó la boca.


- Shhhhhh, cállate Kise. No tengo ganas de hablar con él-


- ¿Eh? ¿Por qué?- Kise parecía muy confundido- Creía que os llevabais mejor ahora, Kagamicchi ¿has tenido algún problema con él? Ya sabes que si le cuentas a Kuroko él lo arreglará, wa- pshhhh… Era el sonido de un látigo.- Consideró apropiado añadir el rubio, al ver que el otro no le reía la gracia.


- ¿Eh?- Kagami ni siquiera había estado escuchando.- N-no Kise, no es eso. Mmmm, tú… tú ¿co-conoces al que está con él?- Preguntó, queriendo sonar casual, pero sin poder dejar de observar a aquella pareja.


- Hmmm, sí, más o menos.- Contestó Kise.- Sé que fue pareja de Kurokocchi, se querían mucho, muchíiiiiiiiiisimo… No te puedes ni imaginar cuanto~. Sí, mucho, mucho.- Concluyó Kise feliz.- Aunque no sé qué hará aquí con Haizakicchi. Oh ¡Kagamicchi! ¿Te imaginas que están hablando sobre nuestro Kurokocchi? Algo así como: “Él es mío”, no “El único que puedo tenerlo soy yo”- Canturreaba Kise, imitando lo que para él era un tono varonil.


 


Con cada palabra del rubio, Kagami sentía como su corazón se estremecía un poquito más; ni siquiera estaba prestando atención ya a los juegos del rubio. No entendía por qué se ponía así ¡no lo conocía! No había ni cruzado una maldita palabra con él ¿por qué sentía como si le estuvieran arrebatando algo? ¿Qué había de malo en él?


 


- Lo siento, Kise, tengo que irme.- Dijo de momento, mientras se levantaba.


- Claro, Kagamicchi, nos vemos pronto.-


 


Y sin decir ni una palabra más, Kagami se levantó y se marchó, lo más rápido que sus pies le permitían; estaba hecho un lio y necesitaba aire fresco. Sin embargo, si hubiese esperado unos segundos más o incluso, si solo hubiese mirado hacia atrás, hubiese podido ver la sonrisa juguetona que se dibujo en el rostro de Kise, quien había perdido todo aspecto infantil, o la mirada que le dirigió cierto peli azul.  


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).