Japón
Una semana después
Residencia Kuran
Kaname se encontraba observando desde su balcón hacia el inmenso jardín donde se encontraba su doncel amado que estaba sentado y no dejaba de observar como Yuuki y su amiga no paraban de pelear.
Esas dos parece que no podrán llevarse bien – se escucho la voz de Takuma quien ingresaba cansado de ver como esas dos mujeres locas porque así las clasifico el rubio, no paraban con sus absurdas diferencias – debe ser muy estresante para Zero – comento con resignación el rubio al ver como esas dos seguían con la discusión que ya llevaba como dos horas.
Nada se puede hacer, Yuuki me suplico para quedarse con su hermano una temporada y Ruka se niega apartarse de Zero – explico con serenidad el castaño sin apartar sus ojos de su bello esposo.
Esas dos se mataran si siguen bajo el mismo techo – hablo resignado el rubio al ver como ahora esas dos mujeres se sujetaban de los pelos dispuestas a dejarse calvas – ja ja ja parece que ninguna de las dos quiere ceder… será mejor ir con ellas – hablo más para sí mismo Takuma al ver como esas dos no escuchaban al doncel quien parecía estar preocupado.
Zero necesita tranquilidad, en su estado no debe estresarse – comento Kaname dándose la vuelta para ir rumbo donde esas dos mujeres que últimamente estaban insoportables, Takuma solo decidió seguir a su amigo para separar a esas dos locas.
Francia – Paris
En un departamento lujoso se podía ver a Rido sentado en su sala mientras bebía una copa de vino tinto – maldito Kaname, me las pagaras muy caro al igual tu mi amado Zero – murmuraba con rencor el varón sin dejar de tomar.
El Kuran estaba muy molesto, había logrado escapar de la vigilancia rusa y volver a su antiguo hogar donde nuevamente los recuerdos lo envolvieron en la oscuridad, todo esos días se lo paso bebiendo para así tratar de borrar esos recuerdos que no podía olvidar y más al saber que su amado se llevo a su hija así quitándole la posibilidad de verla nacer.
Eres un completo idiota sobrino mío… pero esta vez sabrás quien soy y nunca más volverán a vernos – aseguro el mayor hablando sobre llevarse muy lejos a Zero y a su hija sin saber que la hija que él creía suya en realidad era de Kaname.
Shizuka – murmuro el nombre de la mujer que tanto amaba, al cerrar sus ojos los recuerdos nuevamente volvieron a su mente ocasionando más dolor en el alma de Rido, quien se puso de pie y sin medir su fuerza arrojo el vaso estrellándolo a la pared causando que los cristales rotos se esparcieran por todos lados.
Hio… Zero… maldición – soltó con dolor al no poder tener a la persona que tanto amaba en esos momentos tan cruciales para él, aun recordaba la noticia trágica donde se entero de la muerte de su amada donde murió en vida pero al volver a verla o mejor dicho volver a verlo su vida volvió pero se oscureció al verlo con su estúpido y malnacido sobrino.
Cayo de rodillas al piso alfombrado y se sujeto la cabeza con fuerza al tener un fuerte dolor que lo obligo a derramar lagrimas – nunca dejare que seas feliz con Zero, antes muerto que verlo junto a ti Kaname – hablo de una forma macabra al volver a ponerse de pie y sujetar otro vaso donde lo lleno de vino y lo bebió de golpe todo.
Rido ya no estaba en sus cabales, la última gota que derramo el vaso de sus límites de facultad mental fue perder a Zero y ahora su obsesión había llegado al límite, solo se dejo llevar por su subconsciente quien le indicaba que Zero era Hio y lo amaba, en su mente comenzó a crear falsas vivencias donde Zero correspondía a su amor, recordó como hacían el amor según Rido y su futuro donde le mostraba una vida feliz con su doncel e hija, como una familia feliz.
Japón
Residencia Kuran
Kaname se encontraba observando a su esposo desde una silla, veía como Zero caminaba de un lado a otro mientras preparaba la cena, por fin estaban a solas ya que Takuma como buen amigo se llevo a las dos mujeres que tanto ruidos hacían.
Kuran se puso de pie y en silencio camino hacia el doncel quien parecía estar metido en su mundo y sus pensamientos que no se dio cuenta que Kaname avanzaba hasta quedar cerca de Zero, el castaño sin poder aguantar más sujeto con delicadeza la cintura de su doncel pero nunca espero oír esas palabras y más su reacción.
¡POR FAVOR NO RIDOOOOO! – el grito y salto que dio Zero dejo sorprendido a Kaname que soltó rápido al doncel sin mencionar palabra alguna, el peli plateado se dio la vuelta rápido para encarar a su verdugo pero sus ojos amatistas se humedecieron al ver que se había confundido, cayó en su error pero aun era difícil de creer que estaba con su amado nuevamente, después de haber pasado ese momento tan horrible para el doncel – yo… Kana… – pero Zero ya no pudo hablar al ser abrazado con fuerza por su marido.
Tranquilo mi vida – hablo con una voz aterciopelada el varón mientras repartía carias en el pelo plateado de su esposo – es mi culpa por asustarte de esa forma, lo siento mucho – se disculpo con tristeza, no quería asustar a su doncel, sabia el trauma psicológico que debió pasar pero creyó por un momento que se estaba recuperando pero al ver su reacción sabía que Zero necesitaba de ayuda psicológica “eres un completo malnacido Rido” protesto internamente el castaño al haber que su doncel necesitaba ayuda urgente.
Zero se sujeto con fuerza a su marido buscando esa protección que sentía en sus brazos tan cálidos, sus ojos comenzaron a derramar lagrimas al saber que por un momento había confundido a Kaname con Rido, lloro todo lo que en todo ese tiempo que paso con Rido no pudo llorar, se sentía muy indefenso e inseguro, nunca busco apoyo en nadie pero ahora necesitaba los brazos de Kaname, se sentía como una mariposa sin alas.
El varón no sabía qué hacer o que decir, ver como su esposo, su amado Zero lloraba tan amargamente y más al verlo tan vulnerable, no podía creer que su Zero seguro, fuerte y orgulloso se viera de esa forma, le dolía tanto verlo de esa forma que deseaba volver el tiempo y matar si era posible a Rido para que no hubiera dañado de esa forma tan letal a su doncel, su luz y su fuente de vida “debo ser fuerte para ayudarte cariño, una vez tú fuiste mi apoyo ahora yo seré el tuyo” pensó el castaño con dolor, deposito un beso en la cabellera del menor para así demostrarle que no estaba solo, que tenía su apoyo y amor.
No supo cuanto tiempo paso hasta que salió de sus pensamientos al sentir el peso de su esposo, descendió su mirada y vio que Zero se había quedado dormido, lo cargo y lo llevo a su recamara para que descansaran, ya era noche y era mejor dormir para buscar una solución rápida y ayudar a su amado Zero, no le gustaba ver de esa forma, Zero siempre fue dependiente, nada de estar buscando apoyo pero ahora era todo lo contrario, era como una frágil mariposa.
Kaname debía ser muy fuerte para aguantar el dolor de Zero que aun estaba por llegar, debía actuar rápido en contra de Rido si no quería que este se adelantara y dañara a sus dos amores, Rido debía aprender a que en la vida no todo podes tener, que una obsesión no te lleva a nada bueno.
Continuara………………………………………….…..