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Un juego difícil de ganar.......... El juego del Amor por Kyoko skipbeat

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Notas del capitulo:

En el capítulo anterior Hanamichi relata su historia con Rukawa en esta ocación Rukawa es el que habla sobre su relación con Hanamichi, qué es lo que piensa el pelinegro sobre aquel revoltoso y escandaloso pelirrojo?, lo descubrirán dentro de poco.

 

En la preparatoria Shohoku alguien empujaba a un joven pelinegro a un extraño lugar, cuando atravesó la puerta, esta lo cerró con llave y una sonrisa macabra se asomó en su rostro.

----- Pov Rukawa----

- Hola, soy Kaede Rukawa, tengo 16 años, juego Basquetbol y mi pasatiempo es dormir- dijo con desanimo mientras pasaba unas tarjetas que le habían entregado previamente- me encuentro en una habitación sentado enfrente de una cámara, según las tarjetas tengo que hablarles sobre porque bese a Sakuragi- decía mientras pasaba cada una de las tarjetas.

- Bueno si con esto me dejan ir, lo haré- aventó las tarjetas restándoles importancia.

- Desde que era un niño siempre me gustó el Basquetball y decidí que cuando creciera me convertiría en un jugador profesional, solo me enfocaba en mi entrenamiento y en ganar.

- Cuando entre a la preparatoria no dude en unirme al equipo, nada me importaba más que el Basquetball, hasta que un día me topé con un tipo de cabello rojo, que al saber cuál era mi nombre solo me observaba buscando no sé que cosa, una chica apareció y no sé que idioteces decía solo quería alejarme de ese lugar para buscar otro en el cual descansar ya que unos tipos me molestaron mientras tomaba mi siesta.

De repente ese tipo comenzó a golpearme era la primera vez que los golpes de alguien me hacían desequilibrar pero respondí a sus ataques hasta que alguien freno al idiota ese y me pude ir, termine yendo a la enfermería para curarme la herida, ese imbécil me había dejado mal.

Cuando salí de la enfermería escuche que un idiota pelirrojo había desafiado al capitán de Basquetball de la preparatoria, sentí curiosidad y fui a ver el enfrentamiento. Al llegar me topé con la noticia que el estúpido que había desafiado al capitán era el mismo que me tope en la azotea de la escuela.

Vi el enfrentamiento, la mayor parte era solo burla, no sabía ni las reglas básicas del Basquetball pero conforme avanzaba el enfrentamiento pude ver que tenía talento pero no desarrollado, con entrenamiento y practica podía pulir esas habilidades, tenía gran capacidad de salto, un cuerpo fornido me imagino que su condición era por las peleas, tenacidad, velocidad y me sorprendí cuando vi su bloqueo que parecía un muro, al igual que su capacidad de pensamiento  cuando busco la forma para anotar ese punto, tenía potencial pero para mí eso no tenía importancia

Cuando entre al equipo me di cuenta que él también se uniría, suspire con fastidio, era insoportable, se la pasaba peleando con todos, no quería hacer los ejercicios básicos, solo decía que era un genio y talentoso, gritaba todo el tiempo, así que decidí ignorarlo.

Cuando Mitsui ataco al equipo de Basquetball para causar problemas y suspendernos del torneo, fui golpeado tanto que termine desmayado en el piso por los ataques de un tipo, cuando me levante pude ver como ese idiota se enfrentaba a aquel tipo, recibió golpes directos y a pesar  de todo se levantó como si nada hubiera pasado, y comenzó a darle un golpe por cada ataque que hizo a sus compañeros, aunque el muy idiota solo le acaricio la mejilla cuando cobro lo mío, es un estúpido y fastidioso, pero logro derrotarlo, ahí me di cuenta de su sorprendente capacidad física dejándome un poco impactado.

Entre más lo veía, más me interesaba, todo el tiempo nos la pasábamos insultándonos y peleando, el comenzaba ha hacerme bromas, parecía como si intentara llamar mi atención y fastidiarme al mismo tiempo, aunque admito que no sé porque terminaba respondiendo a sus provocaciones.

Nadie me había llamado nunca la atención, aunque estaba siempre rodeado por chicas a mi solo me interesaba el basquetball pero ahora cada vez que pensaba en el, una cabellera pelirroja se asomaba en mis recuerdos, cada vez que me ausentaba dominaba una nueva técnica, como los tiros debajo de la canasta y el rebote que fueron sus primeras armas para enfrentar a los equipos más poderosos de las internacionales.

Jugamos contra Kainan y Ryonan, y aprendió a perfeccionar sus técnicas y dominar su nuevo tiro, aunque perdimos contra Kainan, solo sentía que era mi culpa y cuando lo vi llorar por eso, sentí una punzada en mi corazón, aunque muchas veces había llorado por cualquier tontería esta vez lloraba enserio, me sentí impotente y culpable quería seguir ganando y me prometí que jamás perdería un partido tan importante en el cual los dos nos esforzáramos al máximo.

Pasamos a las nacionales como el segundo lugar, el primer partido fue difícil y el segundo fue una batalla, el equipo de Sannoh  clasificado como tipo AA era difícil de vencer, mi energía estaba al límite pero estábamos a punto de ganar solo necesitábamos un empujón mas pero ese torpe se lastimo la espalda, su cara mostraba sufrimiento, en verdad sentía dolor- una punzada en su corazón se sintió.

Seguí jugando pero al ver su determinación, no tuve más dudas, le di una oportunidad para que entrara, la sed de victoria que teníamos ambos no podía saciarse, nos miramos y sabíamos lo que pensaba el otro, ambos éramos necesarios para ganar.

Los últimos minutos del partido y nuestra última oportunidad para ganar estaban en juego, el dolor que sentía se podía notar en su rostro pero su concentración y determinación era mayor, tenía que esforzarme más para ganar no permitiría que volviera a suceder lo mismo que con Kainan.

Corrimos tras el balón y él lo recupero, no tenía oportunidad para anotar, yo iba corriendo detrás de el y en un instante el balón llego a mis manos, con ese pase logre anotar dándonos la ventaja, era nuestra primera jugada juntos pero el rival no tardo en arrebatarnos esa ventaja.

Solo faltaban unos segundos antes que el partido terminara, la última jugada estaba en mis manos el balón me fue entregado pero las dos estrellas de Sannoh me estaban cubriendo, mis ojos notaron a alguien que se encontraba desmarcado en ese momento, era Sakuragi con un movimiento rápido le hice llegar el balón y dando un salto encesto la canasta que nos entregó el triunfo, ambos buscábamos la victoria y juntos la conseguimos.

La victoria era nuestra, el estadio exploto en gritos y aplausos, ambos nos miramos, sonreímos a la par y el comenzó a caminar hacia mí- lo veía con un poco de asombro- cuando se acercó estiramos nuestros brazos y chocamos nuestras palmas, después de un gran esfuerzo logramos ganar, con este partido me di cuenta que somos una pareja la cual fue enlazada por un juego pero que había sido decidida por el destino.

Nuestra victoria no duro mucho ya que en el siguiente partido perdimos pero seriamos recordados por derrotar al favorito para ganar, regresamos a la escuela y fui seleccionado para participar en la selección de Japón.

Un día cuando iba corriendo cerca de la playa vi una cabellera roja y en lo primero que pensé fue en él, cuando me acerque descubrí que en realidad era el, sabía que había ido a rehabilitación por comentarios del resto del equipo y después de unas semanas verlo enfrente de mi me relajo y me hizo sentir feliz, lo primero que hice fue molestarlo e hizo una rabieta como era su costumbre, ya las extrañaba- dijo mientras una pequeña sonrisa se alojaba en su rostro- después de molestarlo solo seguí corriendo pero a partir de ese día mis pensamientos se inundaron solo de él.

Tres días después sin saber como me encontraba en la entrada de aquel hospital estaba dispuesto a entrar pero algo lo hizo titubear, cuando iba a retirarme una enfermera menciono su nombre y él se paró le dieron unas indicaciones y se volvió a sentar, su rostro reflejaba frustración y tristeza- un dolor se sintió en el pecho del joven- sin saber como ya me encontraba dentro, continúe caminado hasta pararme enfrente de él, al levantar su rostro me miraba con asombro, luego se transformó en una sonrisa- su corazón comenzó a latir- y después de enojo, me empezó a gritar e insultar, diciendo que solo venia burlarme de el a lo cual yo también lo insulte y terminamos golpeándonos, las enfermeras se molestaron y nos regañaron, ambos nos miramos desafiantemente y yo solo me fui, cuando las puertas se cerraron voltee a verlo, sorprendiéndome por aquella expresión, su semblante era de tristeza, seguí con mi entrenamiento y el día termino, no dejaba de pensar en él, me fui a dormir.

Al día siguiente me desperté más temprano de lo habitual, no podía dormir, corrí por la playa y al llegar al hospital otra vez me detuve y entre, me acerque a la recepción y pregunte por aquel torpe, me señalaron su habitación y me encamine a ella, toque la puerta y él se asomó con la cabeza agachada (Sakuragi siempre miraba hacia abajo por que las enfermeras eran de estatura pequeña y eran las únicas que lo visitaban a esa hora de la mañana para darle su desayuno e indicaciones), vi como daba un pequeño salto y levanto la mirada, sus ojos se toparon con los míos y vi un ligero sonrojo en sus mejillas, tardo unos segundos y aparto su vista de mí y como era de costumbre comenzó a gritar, me burle de él y discutimos en la entrada y otra vez nos volvieron a regañar, no tarde mucho tiempo y me fui, cuando voltee a verlo con una mano se tapaba un poco la boca y con la otra se agarraba el estómago, él estaba riendo, me sentí tan bien que me fui corriendo y tenía tanta energía que mi rutina de ejercicios la extendí al doble, cuando llego la noche me fui a acostar, recordando aquella escena donde lo vi sonreír.

A partir de ese día lo fui a visitar diario, siempre terminábamos en las mismas circunstancias, peleando y gritando, las enfermeras nos veían y solo daban suspiros de desánimo, cuando se fastidiaron de nosotros nos obligaron a encerrarnos en su habitación para que no molestáramos a los demás pacientes, pero nada cambiaba igual nos peleábamos e insultábamos hasta que terminaba siendo corrido de la habitación por un pelirrojo enfurecido, a pesar de que siempre discutíamos, me sentía feliz de estar a su lado y ver su rostro iluminado y animado después de mis visitas.

Tiempo después me entere que yo era la única persona que lo había visitado y que lo único que recibía de vez en cuando eran cartas de sus amigos y de una chica que se llamaba Haruko Akagi me imagine que era la hermana del capitán aunque no recuerdo su nombre, también me entere que ellos no lo visitaban debido a que se encontraba lejos pero que en vacaciones lo vendían a visitar, se me hizo extraña esa situación así que le pregunte a la enfermera que si sus padres no venían a verlo ella bajo la cabeza y rostro mostraba tristeza contestando que  no tenía padres, y también me confeso que ellos habían muerto un par de años antes, así que él se encontraba solo, me agradeció por visitarlo todo los días-  ya no la escuchaba, estaba impactado por lo que había descubierto, no sabía que aquel arrogante y alegre joven  tenía un pasado tan caótico- le agradecí por la información y me fui, ahora sentía un nudo en la garganta y solo podía pensar que yo debía estar siempre a su lado.

Ya habían pasado varios meses, cuando regresamos quedamos en el mismo salón y por si fuera el destino él se sentaba detrás de mi.

En la entrada a pesar de que llegáramos tarde o temprano siempre nos topábamos, sus ojos eran desafiantes y me incitaba a poner la misma expresión, entrabamos por puertas diferentes y en clases nos dormíamos, aunque los maestros siempre se enojaban con nosotros al final terminábamos peleando, pero nunca quisimos cambiar de asiento, ambos nos negábamos, hasta que los maestros se hartaron mandándonos a dirección pero nada paso solo nos dijeron que no rompiéramos nada.

Ryota era el nuevo capitán, los entrenamientos eran intensos por eso conforme pasaba el tiempo los nuevos integrantes iban desertando, nosotros buscábamos ir a las nacionales de nuevo, aunque había alguien que también estaba dispuesto a dar su mayor esfuerzo por cumplir ese sueño y ese era un pelirrojo alborotador que todo el tiempo se la pasa gritando porque ya no quería hacer los ejercicios básicos pero al final los terminaba haciendo, le decía que era un torpe no podía dejar de molestarlo.

Un día después de la práctica tuve que regresar al salón del club porque había olvidado algo y justo cuando pasaba por el gimnasio escuche unos ruidos y me asome ha ver, lo que encontré fue a Sakuragi practicando sus ejercicios básicos, me quede afuera esperando a ver a que hora salía pero cuando pensé que había terminado para salir se puso a practicar sus tiros, en verdad se estaba esforzando para recuperar el tiempo perdido, los días pasaron y siempre se quedaba, desde cuando lo hacía no lo sabía.

Ya habían pasado un par de semanas desde que se empezó a quedar después de las practicas, me fui a cambiar también tenía ánimos de practicar un poco más, espere un rato afuera a que terminara sus ejercicios básicos, sabía que si entraba el saldría corriendo por la vergüenza de que lo haya descubierto haciéndolos. Cuando termino y vi que iba a practicar sus tiros entre, al principio sorprendió, luego se tensó, y al final su rostro mostraba un ligero rubor que lo hacía ver de cierta manera tierno, discutimos y lo ignore yo también quería practicar, escuchaba sus murmullos de como me maldecía sacándome una sonrisa por su actitud.

Yo seguía practicando ignorando lo que él hacia pero cuando escuche un tsk me detuve para ver que le pasaba, lo observe detenidamente, la posición de sus manos, como colocaba el balón, su salto, la silueta de su cuerpo al saltar, su short que se elevaba cuando saltaba y como se limpiaba con su camisa el sudor, no podía quitar mi vista de él, hasta que al brincar vi como un escalofrió recorría su cuerpo, se giró a verme y su rostro estaba rojo, me grito pero tartamudeo, quería reír por su expresión solo me voltee y seguí con mi práctica.

Cuando escuche sus tiros, me detuve y lo observe, esta vez no podía apartar la vista de trasero estaba tan bien formado que me daban ganas de tocarlo y cuando levanto su camisa pude ver su abdomen bien formado, no podía entender que era lo que me pasaba yo lo deseaba, de repente fallo el tiro y me volteo a ver, comenzó a gritarme y le dije torpe, para distraer mi mente le explique qué era lo que estaba haciendo mal y le arroje el balón, solo se giró y encesto.

Su expresión mostro asombro, luego se puso feliz comenzando a brincar, me volteo a ver y me sonrió, cuando lo hizo destellos de luz salían de su espalda y me congele por un segundo, una calidez recorrió mi cuerpo.

Vi como Iba a decir algo pero se cayó, apretó los labios mientras un tono rojizo lo cubría por completo y ya no pude controlarme más, camine hacia él y lo toque fue solo un roce pero se  sentía suave, nos miramos y el parecía atónito, sostuve su mentón y me fui acercando, sentía su respiración, esos labios serian míos pero el muy torpe me aparto y empezó a discutir de nuevo, lo insulte dos veces para provocarlo y que olvidara lo que había pasado segundos antes, si no lo hacía jamás me dejaría acercarme, como lo conozco sabía que iba a querer enfrentarme todo estaba calculado y lo demás ya lo saben así que ME VOY- se levantó de su lugar dirigiéndose  a la puerta y al intentarla abrir estaba cerrada y detrás de la puerta una voz se escuchaba.

- No puedes irte falta lo más interesante- se encontraba parada detrás de la puerta.

- No me interesa - dijo con un tono de indiferencia, se retiró de la puerta dándole una patada, y alguien salió volando hasta estrellarse con un árbol.

- MMMM- dijo mientras se asomaba por la puerta.

- Esperaaaa, no te vayas queremos saber más- dijo mientras se intentaba levantar

- Voy a terminar con lo inicie – y se fue

- OK- se desmayó.

---- Fin Pov Rukawa------

Al día siguiente enfrente de la escuela se encontraba un chico pelirrojo con unas enormes ojeras  en sus ojos.

- No quiero entrar- lloraba a mares pero le había prometido a Haruko que no faltaría a la escuela, así que se encamino a su salón, se encontraba distraído pensando en todo lo que había pasado el día anterior y en como debía reaccionar, cuando iba caminando choco con sus amigos que estaban reunidos en el pasillo.

- Hanamichi cómo estás?- decía Takemiya mientras comía unas papas.

- Eh? Bien- dijo sin ganas.

- Hanamichi pareces mapache te quedaste toda la noche jugando videojuegos de nuevo- volvió a preguntar su amigo.

- No- no se mostraba expresión en sus ojos

- Mmmm a mí me parece que otra vez fuiste rechazado por una chica verdad?, por eso no pudiste dormir- todos se sorprendieron por el comentario.

- OOOOOh genial podemos continuar con el record de rechazos de Hanamichi, esperemos que pueda superarlo- No hubo respuesta por parte del pelirrojo y todos se sorprendieron porque esperaban a que fueran atacados.

- Hanamichi dime que es lo que pasa- habló Yohei tomándolo del brazo ese comportamiento era muy raro en su amigo.

- No pasa nada, nos vemos- hizo un ademan con su mano para despedirse y cuando iba a abrir la puerta de su salón alguien le dio un ligero empujón, colocando su mano sobre la suya para abrir la puerta, por el desconcierto levanto su mirada y al ver a la persona que estaba a su lado solo se alejo tapándose con su brazo en forma de defensa y poniéndose rojo como un tomate.

- Ru … Rukawa q… qué haces aquí?- pregunto por la sorpresa.

- Estas en la entrada y voy a pasar- le dijo restándole importancia a la expresión del pelirrojo.

Sakuragi sostuvo su pecho para calmar su corazón mientras respiraba profundo para acelerar el proceso, cuando finalmente se calmó camino hasta entrar al salón.

Esa escena quedo gravada en la mente de alguien que los observaba desde lejos, alguien que lo conocía a la perfección y sabía que algo le estaba pasando al pelirrojo.

Durante las clases todo parecía normal pero en esta ocasión cuando estaban a punto de iniciar una pelea el pelirrojo volteo su rostro con sonrojo y se alejó del pelinegro, para todos era extraño no lo podían entender pero ninguno veía su sonrojo.

El día termino y la práctica inicio, los amigos de Sakuragi fueron a verlo entrenar como era su costumbre, pero algo extraño le pasaba al pelirrojo, sin renegar acepto hacer los ejercicios básicos, cuando estaban dando las instrucciones el solo asentía, cuando le toco como compañero de practica Rukawa este solo desviaba la mira  y trataba de no tocarlo, todos estaban preocupados era la primera vez que lo veían así.

- Que le estará pasando a Sakuragi?- pregunto preocupada haruko por el comportamiento de su amigo.

- No lo sé ha estado así de extraño todo el día- respondió Noma.

- Si ni siquiera nos golpeó esta mañana cuando le hicimos una broma.

- Yohei tu sabes que le pasa?- pregunto Haruko volteando a verlo pero este no respondió solo observaba con una expresión fría y algo molesta.

Tomaron un descanso, Sakuragi se fue a sentar recargándose en la pared todos lo fueron a ver para ver si les decía algo, Yohei solo se quedó en la puerta, y Rukawa salió por la otra puerta al lavabo para refrescarse, estaba mojando su cabeza cuando alguien se acercó por atrás.

- Qué fue lo que le hiciste?- pregunto serio

- De qué hablas?- contesto con indiferencia

- Estoy hablando de Hanamichi, tú le hiciste algo por eso esta así- su enfado crecía mas y mas

- no se de que estás hablando- se disponía a irse cuando el otro lo tomo del brazo.

- Si le haces daño te enfrentaras a mí- una aura asesina salía de su interior mientras lo fulminaba con su mirada

- No sé qué piensas que le puedo hacer, pero no tengo intenciones de dañarlo- dijo con tranquilidad, siguió caminando dejando a Yohei algo confundido

- Sera que estos dos- su rostro cambio a uno de asombro- tienen algo más que una rivalidad?- aunque la idea de una relación amorosa había pasado por su cabeza era imposible para el creerlo pero el sonrojo de su amigo, su tartamudeo, su comportamiento  y su mirada que no dejaba de ver al pelinegro, no le dejaba más dudas Hanamichi estaba enamorado.

Yohei estaba preocupado pero Rukawa no parecía tener malas intenciones aunque parecía que el era indiferente respecto a ese tema y que no sentía lo mismo que su amigo, observo como entró al gimnasio y decidió regresar a ver la situación.

Cuando regreso todos estaban reunidos en el centro y Rukawa estaba al lado del pelirrojo.

- Torpe- lo insulto pero el otro solo apretó los labios y se volteo

- Tarado no sabes jugar- el joven se detuvo, se tensó al escuchar esas palabras y comenzó a gritar.

- Zorro apestoso que dijiste?- grito eufórico-

- No sabes jugar- contesto restándolo importancia al enfado del pelirrojo

- MALDITOOOOOOO- agarro la canasta de balones aventando uno a uno a  su compañero pero este solo los esquivaba, de repente atrapo uno y lo regreso dándole en la cara, el balón cayo lentamente dejando un silencio sepulcral.

-  AAAAAAAAAAAH- grito Hanamichi levantando la cesta de las canastas y arrojándola, como no le dio volvió a tomar los balones para lanzarlos y este comenzó a esquivarlos, todos suspiraron tanto de alivio como de cansancio, estaban preocupados por él y desviaron su mirada viéndose unos a otros, solo Yohei era el único que no quitaba la vista de un pelinegro, que cuando se percató que sus compañeros no lo veían sujeto otro balón, dándole una gran sonrisa al otro joven que se detuvo , este se sonrojo  y que volvió a seguir aventando balones pero esta vez era por vergüenza.

- “Creo que no tengo que preocuparme”- pensaba Yohei mientras se giraba a ver el cielo.

La práctica termino y todos se retiraron pero un joven se quedo a practicar como los últimos días, termino sus ejercicios básicos y comenzó a practicar sus tiros pero por mas que hacia ninguno entraba, trataba de tranquilizarse pero el lugar no se lo permitia ya que las escenas del día anterior aparecían en su mente.

Hizo una ronda de canastas pero no encesto ninguna.

- Creo que por hoy lo dejare- suspiro con cansancio recogiendo el balón y jalando la cesta para guardarla en su lugar, un escalofrió recorrió su cuerpo por primera vez sentía miedo, su instinto le indicaba que debía protegerse, se giró rápidamente con cara de entre asustado y sorprendido.

- Ru…Rukawa- tartamudeo al ver a la persona que estaba detrás de él.

Rukawa se encontraba en la entrada del armario con los brazos cruzados viendo con detenimiento a aquel joven pelirrojo, su expresión era sería y pronuncio solo unas palabras que comprobaban los temores de Hanamichi.

- Hoy no vas escapar- dijo mientras comenzaba ha caminar para acercarse al otro.

Notas finales:

Holaaaaaaa

Poco a poco las cosas entre los dos se van desarrollando y la verdad se me acelera el corazón por pensar en el lemon para estos dos, gracias por leerlo y espero que les haya gustado.

Sayonaraaaaaaaa


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