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SERENDIPITY por evolet kun

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Se le baja la cordura y la necesidad de comerselo otra vez le retuerce las entrañas de a poquitos, ahora sabe y entiende mejor las palabras malditas dichas por la criatura de pies invertidos, el odio ponzoñoso era justificado, incluso él como Elfo lo comprendía, nunca se había rendido ante los deseos mundanos, una necesidad que los propios de su raza superaron por el poco beneficio que brinda a la vida diaria, al final del día te dabas cuenta que era un valioso tiempo perdido para su larga longevidad , a diferencia de los humanos que solo podían gozar de un amor apasionado y entregado una sola vez por su vida tan insignificante. 

Naruto se veía bellísimo, su piel resplandecía de forma cremosa, las mejillas brillaban como la cáscara de granada, los labios eran más jugosos por el líquido de la fruta o por sus besos robados, no estaba seguro. Él doncel le seguía a la par por el amplio camino de tierra empedrada que daba a un pueblo escondido entre las montañas, conocido como el lugar como sombras, el rubio pensaba que Sakura y Kakashi estaban en ese pueblo esperando a por ellos luego del atraso por su intoxicación mortal. Ahora no aguantaba las ansias por contarle a Sakura lo que hizo con el elfo de orejas puntiagudas, del cual, había entendido por fin porque no le permitía tocarle, y era debido a que Sasuke era muy sensible en sus encantadoras orejas, en una ocasión, cuando estaba enterrado en su dulce centro empujando suavemente, le chupó y mordió una de las orejas activando en el joven azabache un placer y locura descontrolable que se sentía deliciosamente reflejada en su carne.

Estaba seguro que si le contaba un poco a Sakura ella dejaría de una vez por todas, la guerra silenciosa que le reclamó en una ocasión por el amor al elfo, era evidente que Sasuke le había elegido y si la amazona lo sabía sería mejor para ella.

Pero contrario a lo que imaginó, el mago y la pelirrosada no estaban en el pueblo alegre, festejando al parecer la fundación de su comunidad con una fiesta donde los puestos de comida típica estaban en su apogeo, para el jovenzuelo de ojos azules era como estar en el cielo. Además, las personas eran sumamente generosas y gentiles. Sasuke le compraba todo lo que le pedía, desde tres tazones de caliente mazamorra hasta dos órdenes de piernas de pavo rostizado. Lo mejor fue cuando la gente de la comunidad lo invitó a un aquelarre, aunque el azabache solo se quedó postrado en una esquina mirando el entretenido baile, cada vez que Naruto podía mirarle, notaba en Sasuke una media sonrisa discreta, orgulloso de notarle contento con el festejo. Nunca había convivido con tantas personas, que le tocaran con tal confianza y sin desazón, quería vivir ahí para siempre, con Sasuke.

-Ven conmigo._ Le pidió este con voz tranquila y gruesa. Ofreciendo su mano enguantada como muestra de fe y para Naruto significaba cariño.

_Sí._ El elfo era conocedor de ese pueblo desde hace mucho, lo había visitado en varias ocasiones durante bastantes lustros. Había tenido un conocido humano en ese pueblo desde que era joven,  el niño le habló con tal confianza y madurez que Sasuke no dudo en darle sus atenciones, con el tiempo, el niño creció, se volvió hombre, le presentó a su mujer e hijo, posteriormente al nieto, luego su conocido murió, pero el hijo y el nieto se habían hecho conocidos suyos también, de igual manera los vio madurar y tener sus estirpe, a la que, por alguna razón, se les enseñó la tradición de recibir al Elfo de cabello negro como un santo, pues no todos tenían el privilegio de tener a un ser místico como eterno amigo en sus vidas luego de tantas generaciones,  aunque Sasuke más que considerarlos amigos los sentía como una especie de vecinos con los que solo tenia trato cordial. A los cuales les iba a pedir un favor enorme.

Luego de caminar por varias callejuelas, dieron con una casa pequeña pero bonita, hecha de adobe y con tejado de tronco, adornada con una enredadera, la única con dicha particularidad en toda la calle y quizá en todo el pueblo. Naruto miro a  Sasuke tocar la puerta, que a continuación fue abierta por un hombre joven, alto, fornido y de cabello pelinaranjo, que, al ver a al Elfo gesticuló ojos brillantes de alegría y admiración, los invitó a pasar con mucha educación y tratando a Sasuke como si fuera alguna clase de Rey.

_ ¿Les ofrezco algo de beber o comer?

_ Así estamos bien, hemos comido algo de la feria.

_ Que bueno Sasuke-sama.

_ Me sorprende que no esté en la celebración de tu pueblo.

_ Me ha tocado cuidar al abuelo, será el próximo año._ Sonrió despreocupado.

_ Esta dispuesto a una platica?

_ Para usted siempre, deje que le despierte. _ El muchacho se retiró hacia un cuarto y se le alcanzó a escuchar cómo le hablaba al aparente anciano con una gran amabilidad y dulzura para no alterarlo por la siesta interrumpida, después de unos minutos salió y les hizo una seña con la mano de que pasaran a la alcoba. Cuando entraron el rubio vio a un señor muy decrépito semi sentado en la cama, con las cobijas cubriéndose las piernas del frío, tenía las cuencas  tan hundidas que hacían sombra y no se le veían los ojos. 

_  Hola Ebizo._ Saludó Sasuke con cordialidad y hasta con tono familiar.

_ Sasuke-sempai, mi buen amigo._ Le extendió la arrugada mano a un pelinegro que se había acercado hasta su lado para saludarlo con un apretón de manos como los viejos conocidos que eran, bueno, el más viejo sería Sasuke pero se le notaba más al señor calvo._ Me da gusto verte. Haz cambiado mucho desde la última vez que te vi.

_ Y tu no haz cambiado casi nada._ El señor se rió con regocijo.

_ Que bueno que vinieras, más aún en estas fechas tan festivas para el pueblo, me temo que ya no me queda mucho tiempo de vida, estoy en mis últimos suspiros, ya temía dejar este mundo sin despedirme de ti.

_ ¿Pero qué dices? si eres mucho más joven que Yo, aun te quedan muchos años por delante, eres solo un jovencito._ El anciano volvió a reír con ganas, o lo que los pocos sorbos de vida le permitían, hasta ese momento Naruto se percato de la verdadera edad del pelinegro de orejas puntiagudas, al menos un aproximado por la apariencia del viejo alegre.

_" Sasuke es una reliquia''._ Piensa  con burla. 

_ Ebizo, te cumpliré la petición que desees por tu próxima ascendencia, pero tengo un favor que pedirte.

_ Lo que quieras._ El chico de ojos azules no pudo verlo porque Sasuke estaba de espaldas, pero aparentemente éste le hizo un gesto al viejito debido a que su expresión de cansancio y felicidad cambio por una seria._ Hijo, podrían darnos un momento a solas._ La orden no fue solo para el nieto sino también para él, con tal de complacerlo salió de la habitación junto al otro que muy educadamente le ofreció té, pasteles pequeños y unas cuantas prendas artesanales como obsequio. Ser acompañante del pelinegro tenía sus beneficios. 

_ ¿ Y usted que es de Sasuke-sama?_ Le cuestiona el pelinaranjo con amabilidad. Pero Naruto de igual manera no supo responder, primeramente porque no estaba acostumbrado a que otras personas le trataran con tanto respeto, siendo que en su pueblo de origen eran unos bárbaros, y segundo porque tampoco  sabía lo que él significaba para Sasuke. Tanto se ensimisma en sus pensamientos que no fue consciente de la noción del tiempo, para cuando reaccionó, Sasuke salió de la habitación del anciano, el abuelo solicitó la presencia del nieto y se encerró con él un par de minutos más, el elfo permaneció en silencio, mordiéndose los labios disimuladamente, sin embargo, Naruto ya le conocía todos los gestos y mañas, no por nada lo amaba, de todos modos no predijo lo que pasaba por la mente del joven de orejas puntiagudas,  que aunque se trataba de un misterio el rubio descubrió que el tema le atormentaba.

_ ¿ De qué hablaron tú y el viejo?_ Cuestiona para que le dijera lo que le preocupaba y así poder consolarlo como se debía.

_ Dentro de poco lo sabrás._ Fue lo único que le proporcionó como información, no comprendía por qué tenía que esperar si se lo podía comentar en ese momento. Antes de soltar otra frase el muchacho salió del cuarto del abuelo, al que ya no vio y por tanto ya no logró despedirse de él. A continuación, salieron de la casita y caminaron por las calles rústicas bellas por un leve tiempo, hasta que divisaron otra casa igual de bonita que la anterior, pero un poco más grande, al entrar descubrió que todo estaba perfectamente abandonado y  limpio, como si nadie viviera ahí pero  si fuera visitada para asearla a menudo. el cuarto de entrada era grande y lleno de muebles de madera cubiertos por carpetitas que le daban toque hogareño,  la cocina daba a una ventana a la calle donde se alcanza apreciar el centro del pueblito alegre aun en la celebración, había un par de habitaciones más atrás para que el ruido no fuera problema durante el sueño y un encantador baño con tina de piedra  con bastantes plantas alrededor.

_ Ven, le mostraré._ Le dijo el pelinaranja de ojos afables. refiriéndose exclusivamente a él, pasando del elfo. Le llevó hasta el fondo de la casa, al abrir una puerta le enseñó un invernadero hermoso lleno de flores preciosas y multicolores.

_ ¡Pero que lugar tan bello!_ Naruto se paseó entre la enorme cantidad de plantas, acariciándolas con las yemas de los dedos mientras admiraba el techo transparente cubierto por una enredadera.

_ ¿Le gusta?

_ Claro, me encanta._ Respondió absorto en las estrellas que se alcanzaban a notar por el vidrio del techo. El elfo de cabello negro y el joven humano salieron del invernadero para hablar con un poco más de intimidad, convencidos de que el doncel se distrairía con las flores.

_ ¿Lo ve? él sera muy feliz aquí, Sasuke-sama._ Le susurró por lo bajo para que no le escuchara.

_ Cuidenlo mucho por favor.

_ ¡Por supuesto! nosotros nos haremos cargo de él, no se preocupe.

_ Se los agradezco._  Sasuke se dirigía a la entrada principal para irse, dejando a Naruto, para siempre.

_ ¡Sasuke! ¿A dónde vas?_ El pelinegro se lamentó de no ser tan rápido, y que le atraparan en un acto tan comprometedor. El pobre nieto ni supo dónde meterse de pena al presenciar la escena tan tensa que se llevaría a cabo. _ ¿ Te ibas a ir? ¿ sin mi?_ No respondió, tuvo el descaro de darle una mirada de soslayo, respondiendo a su duda de la manera más ruin. Esperaba que el doncel hiciera una rabieta, pero en vez de eso, Naruto emitió un sollozo lastimero y regresó al invernadero. Pudo haber aprovechado ese momento para dejarle, era lo mejor, que hiciera una buena vida en ese pueblito, en algún momento se fijaria en alguien más, una persona adecuada para él, como el nieto de Ebizu por ejemplo, sin lugar a dudas terminarían juntos  ya que por las circunstancias era lo más probable. 

Pero... no lograba concebir una vida sin él, tenía que explicarle primero porque lo estaba dejando.

......

_ ¿Y bien?_ Habló con tono indulgente fingido que aparentaba amabilidad y piedad. De nuevo agarró a la amazona del flequillo para levantarle la cabeza con brusquedad, mirando su cara lastimada, un ojo morado e hinchado, la nariz sangrando, los labios rotos, la mirada perdida._ Eres muy dura, cualquier hombre se hubiera "rajado" pero tu tienes buen aguante, sin duda debes estar muy enamorada._ La soltó de la misma manera en como la agarro, Shinno era un hombre paciente pero muy canalla._ Traigan al médico, hay que cerciorarse que sea virgen, si lo es la usaremos de nueva carnada para los unicornios, sino violenla todo lo que quieran.

_ Sí señor._ Obedeció el lacayo. Desató a la pelirrosa de un poste de madera en la que la tenían sujeta, le rompieron ambos brazos y piernas, era una mujer linda pero sumamente peligrosa, ella sola se había cargado a varios hombres de Shinno, no por nada la raza Amazona era conocida como las mejores guerreras.

_ ¿Ya le sacaron información al mago?

_ Byakuren e Ishidate se están haciendo cargo señor.

_ Ya veo.

Tal vez Kakashi era quien peor lo pasaba, colgado de los pies, con un clavo que perforaba sus talones , las manos sujetas a la espalda con parra virgen untado en vinagre y laurel para que no usara la poca magia que le quedaba, la sangre a la cabeza era un viejo truco que utilizaban los magos en la antigüedad para ver los recuerdos de la víctima con mayor facilidad, sin resistencia, sin trucos que otro mago pudiera usar como recuerdos falsos, Kakashi tenía conocimiento de ello y aun así se empecinaba a mostrar algo valioso que diera pista del paradero de Sasuke.

_ No tiene idea de los unicornios en sobre aviso, seguramente fue ingenio del Elfo, probablemente lo hizo a espaldas de Kakashi y la amazona._ Exclamó el viejo bizco, sacudiendose las manos con las que torturaba al mago gandul.

_¿Seguro que no es otro de tus engaños?_ Pregunta intimidante el de pelucón anaranjado

_ Que se me pudra la lengua, sino.

_ Entonces averigua dónde está el Elfo._ Menciona sin quitarle la mirada de encima, viendo como el viejo cogía un cuchillo y un tazón viejo para embarcarse al peligris amarrado.

_ " Perdoname, Sasuke"

 

......

_ ¡Naruto!_ Exclamó preocupado, entrando al invernadero, encontrándose con el rubio de ojos azules dándole la espalda, abrazándose a si mismo._ Escúchame , no te dejo por las horribles razones que crees.

_ ¿¡ Entonces por qué?!_ volteó con furia, reclamando._  ¿ Acaso? Soy como Sakura.

_ Claro que no, solo te quiero a salvo, eso es todo.

_ Snif... pero.

_ Casi mueres, por poco y..._ Estaría bien ser sincero?, abrir su corazón aunque sea un poco. No era algo que acostumbraban los elfos._ Estuve a punto de perderte._ Confesó por fin, con voz suave._ Si te llevo conmigo, llegaremos a un punto donde tendré que elegir.

_ ¿Que cosa?_ Pregunta con lagrimones en los ojos y las mejillas rojas de coraje._ ¿Qué tendrías que elegir?

_ Entre salvar al mundo o salvarte a ti._ Su confesión le asombró de sobre manera, desde que se conocieron, la razón de existir de Sasuke eran los cuadrúpedos con cuerno en la frente. _ En que si para proteger a los unicornios debo perderte, entonces... prefiero sacrificarlos antes que a tí, y  su extinción no es una situación que podamos prescindir, por eso necesito que te quedes aquí, a salvo._ no se permitió tocarlo para consolarle ni un poco o así mismo, que buena falta le hacía, porque de otro modo no lograrían dar marcha atrás a sus sentimientos._ Espero que puedas perdonarme._ No le abrazó, no cogió sus manos, no lo acarició, solamente recargo su frente contra la de Naruto mientras le decía esas palabras._ Desconozco como terminara todo esto, pero aunque sea un Elfo sé que puedo morir, lo hago porque es mi deber y ya he vivido suficiente, quiero que tengas una vida plena sin preocupaciones más que no saber que vas hacer de comer para ti y tus hijos de toda las viandas que te traiga tu esposo.

_¿Y si no tengo que darles de comer?

_ Tendrás, tienes un enorme invernadero, podrás vender flores, es un buen negocio, puedes preguntarle a Ebizo._ Dijo risueño por la ingenuidad del rubio de ojos azules.

_ ¿Cómo sabes que tendré hijos?

_ Por que un joven de alma noble se ha fijado en tí sin que te dieras cuenta._ Hablaba del nieto de Ebizo a quien recordaba con el nombre de Juugo._ Y él te hará muy feliz.

_ Sasuke, por favor, tienes que prometer que vivirás, al menos hasta que me veas morir  como un anciano, como lo haces con Ebizo._ Ese era el mejor escenario para el pelinegro, sobrevivir, ver envejecer a su amado, tomar su mano hasta que bostezara su último aliento de vida, pero para que ello se cumpliera tenía que salvar a los unicornios primero, si estos desaparecen no habría futuro para Naruto ni para nadie.

_ Si, lo haré.

_ ¿Lo prometes?

_ Lo prometo por tus ojos azules.

......

Naruto entendía la posición de Sasuke, él no le causaba más que problemas, lo hacía desde siempre, que ya no fuera con  él a su viaje para salvar la raza sagrada era un enorme peso que le quitaba de los hombros, después de todo, el ojinegro se tomó la molestia de conseguirle un bello lugar para hospedarse, algo de que vivir, a diferencia de sus padres adoptivos que lo dejaron varado en un pueblo cualquiera sin nada en qué caerse muerto.

Sasuke iba a volver, se lo prometió y además, está segurísimo que el elfo también lo quiere, no se lo dijo cuando reconocieron sus cuerpos desnudos, o antes de irse de la casita con la enredadera, pero se lo demostró con acciones; le hizo el amor, a él, un humano,representante de la raza que menos toleraba, no le odiaba por haber devorado carne de unicornio, le dijo que lo quería a salvo y que lo elegiría por encima de los cuadrúpedos míticos, ¿ que más pruebas requería de su amor?

.......

Sasuke salía del pueblo a varias millas, volteó una última vez para apreciar las luces resplandecientes que iluminaban a la comunidad, en una de esas tantas viviendas se encontraba el doncel de cabello rubio, tal pensamiento le llenó de esperanza.

Chifló con dos dedos en los labios para llamar a Shika su ciervo, esperó unos minutos y este no apareció, ni una sola vez, tuvo que llamar al animal albino más de una vez para que acudiera, siempre fue obediente e inteligente, lo que significaba una sola cosa.

_ ¡No puede ser!_ Regresó rápidamente sobre sus pasos y enseguida lo emboscaron varios hombres con espadas y mazos, el elfo pudo defenderse de varios de ellos pero eran mayoría, lo sometieron con cuerdas como a un animal salvaje, Sasuke no dejaba de ver el pueblo brillante, preocupado por Naruto, pues ahora, este estaba vulnerable.

_ ¡Protegedlo!_ Fue lo último que alcanzó a ordenar antes de recibir un duro golpe que lo dejara inconsciente.

......

El doncel rubio sintió una punzada en el pecho que lo obligó a erguirse enseguida de la cama, se tocó el viejo chaleco para sentir sus propios latidos, tenía una corazonada. Miro a través de la ventana, viendo al hermoso ciervo blanco de Sasuke, esto era mala señal, Shika nunca se adentraba a los pueblos y menos se acercaba tanto                                                                                                                                                                                                                 a los humanos, además debía ya ir con su dueño y no estar ahí con él. El animal emprendió el galope por sí solo, escapando entre las calles de personas que intentaron atraparlo.

El joven nieto de Ebizo entró a la habitación con una bandeja que contenía un tazón de mazamorra y una taza de leche caliente.

_ ¿¡HAY!?_ El chico salió disparado del cuarto, casi tirándole encima la comida al muchacho que no esperaba dicho ataque._ ¿¡qué sucede Naruto-san!? ¡¡¿A dónde va?!!

_ ¡A Salvar a Sasuke!

....

_ Así que tu eres El Elfo que enviaron las razas superiores._ Lo tenían de rodillas, sujeto entre dos hombres robustos para que no se le ocurriera hacer algo, era bien sabido que los Elfos se caracterizan más por agilidad y velocidad que fuerza, pero estos humanos, su líder sobre todo, no eran del todo estúpidos, ni siquiera un poco, se habían ocultado bien, Ebizo fingía ser un sacerdote nómada que iba con una caravana de gitanos creyentes, era difícil desconfiar de él cuando iba haciendo buenas acciones a donde quiera que iba._ Ya me han platicado de tí, apodado como el Príncipe de hielo, sirviente del Rey Elfo del reino del viento y caballero honorario del Rey Elfo del reino del Fuego; cuya belleza e inteligencia supera a sus demás sectores y reyes, también llamado como el Dios piadoso._ Se acercó prudentemente._ Tener a uno de sus lacayos favoritos es un honor, ¿ me pregunto si llegaré a conocerlo en persona?.

_Dudo que te reciba con los brazos abiertos._ Le miró sarcástico. _ No eres precisamente deleitante para la pupila._ Recibió un golpe en la mandíbula que le partió el labio y le dejó el mentón marcado con un moretón.

_ Tú tampoco lo serás cuando acabe contigo._ Comenzó a caminar, sus lacayos le siguieron sin soltar al ojinegro, arrastrándolo por el suelo._ Te haremos lo mismo que a tu compañero, el mago, no fue tan sencillo sacarle información pero al final valió la pena. _ Con fanfarronería y para demostrarle su punto, sacó de su manga el huevo ornamental que su compañero hechicero robó al basilisco._ Siento pena por ti, tanto trabajo que hiciste para que valiera nada, si el Rey del sector Este estuviera lo suficiente de interesado por sus caballos con cuerno hubiera enviado a más grupos de rescate, ¿pero solo uno? ¡que mediocre!, y encima tan mixto.

A diferencia de mi, Yo poseo grupos de cazadores por toda esta tierra, hasta rozar con el país del Trueno, no puedo decir que tan grande es mi empresa, porque hasta Yo desconozco su alcance.

_ No entiendo por que lo haceis. Que motivo tan egoísta teneis para extinguir a un animal inocente. _ Se detuvo en su andar, le miró directo a los ojos, su mirada desorbitada y de locura contrasta con la dulzura y lastimada faz del Elfo piadoso.

_ No hacen falta motivos, ¿porque tendría que detenerme? entre menos unicornios existen más valiosa es su mercancía.

_ Solo provocaras un gran desequilibrio a la naturaleza y a ti mismo, no se puede vivir sin una de las bestias míticas, El ave fénix mantiene el contexto de la vida y la muerte al revivir de sus propias cenizas, sin él, el ángel de la muerte no obedecerá la imposición del Fénix, los unicornios son el sostén de la naturaleza en esta tierra para mantenerla fertil.

_ No me importan tus palabrerias, solo sermones de una raza que no acepta la grandeza de otras especies.

Llegaron hasta el único cuarto con techo, de este colgaba Kakashi, perforado de los pies, de cabeza, con un saco sangriento cubriendo la misma, aunque Sasuke no pudo ver su rostro supo que se trataba de él.

El grupo de Ebizo se encontraba en unas viejas ruinas en medio del bosque, zona ausente de cualquier otra raza u animal que no fueran ardillas, polillas o ciervos. Nadie escucharía sus reclamos o acudiría en su ayuda.

.....

Naruto caminaba desorientado por entre los árboles, intentando seguir un instinto del que carecía, Sabía que algo malo sucedió pero no estaba seguro de él que.

_ ¡Shika! ¡Shika!, ¿¡Estás ahí!?_ Se rasgó con una rama cerca del ojo, era muy de madrugada, apenas y comenzaba a amanecer, durmió un par de horas dentro de un tronco porque no lograba ver nada entre la oscuridad._ ¡Shika!¡Tengo hambre!._ Momentos después apareció el venado con un par de raíces comestibles y unas ramas de moras azules en el hocico. Ese truco ya le había funcionado a Sasuke un par de veces y al parecer, funcionó con su persona de igual manera._ Aquí estás, ya te extrañaba._ Le acarició el suave pelaje._ ¿No te hicieron daño?_ Shika bufó en negación._ Llevame a donde esta._ Pidió amablemente mientras se montaba con suavidad sobre el lomo blanquecino, el animalillo se dejó mansamente, una situación apremiante pues Shika no dejaba que nadie más lo montara a no ser Sasuke o que él mismo le ordenara dejarse por algún otro. _  Hay que darnos prisa.

.....

_¿Todavía no?, Byakuren.

_ No, esperad un poco más._ El mago vagabundo movía la sangre en el tazón con el cuchillo que había usado para cortarle la sien al elfo de ojos negros._ Veo unos ojos.

_ ¿Ojos?_ Preguntó Shinno. Ishidate, uno de sus fieles subordinados exclamó.

_ El abuelo ya debe estar delirando.

_Azules, son unos hermosos ojos azules, y también un par de ojos parecidos a la luna arco iris. Creo que son los ojos de un Unicornio. Además de una rama de heliotropo.

_ Por supuesto, esas bestias tienen ojos semejantes a las joyas, pero ¿qué hay de los ojos azules?

_ Deben pertenecer al Doncel que lo acompañaba._ Explica el bizco sin dejar de ver la taza.

_¿Doncel? ¿Había un doncel con el elfo?._ Miro silenciosamente enojado al de la peluca anaranjada._ ¿y porque no está aquí con él?_ Ishidate comenzaba a ponerse tenso.

_ Porque ya está muerto, Shinno-sama, lo envenenamos con pezuña de unicornio. No creo que sobreviviera. Byakuren lo había transformado en ave, seguramente murió antes de volver a la normalidad._ Narró tranquilo y serio pero con una enorme gota de sudor resbalando por su frente.

_ Sí ese Doncel era el único que podía atraer a los Unicornios, estamos perdidos._ Le miró furioso, con los ojos saltones y con el cabello encrespado.

_ Está vivo._ Afirmó el mago vagabundo. Prosiguiendo con su tarea._ Deje un antídoto para la transformación además Ishidate se encargó de dejarle carne para contrarrestar el veneno.

_ ¿Y dónde está?_ Cuestiona ansioso.

_ No puedo verlo._ Mintió._ Pero no hace falta, podemos atraerlo gracias al Elfo, me di cuenta que esta enamorado de él, los donceles virgenes no pueden resistirse a los Elfos, son lo más parecidos a los  príncipes de los cuentos. 

_ De acuerdo, probaremos en la siguiente sección del bosque.

Con el olfato de Shika logró localizar con el paradero del Elfo, y muy probablemente con el de sus otros dos compañeros, el mago y la amazona, o al menos eso creía, pues a mitad del camino se atravesó una lechuza de gran tamaño que terminó por transformarse en el mago del ojo chueco.

_ ¡Que haces aquí!_ Le preguntó este con voz alterada._ No deberías estar en este lugar, es peligroso para ti._ Naruto no olvidaba como el viejo mago le permitió ver parte de su futuro y segura muerte, además de su ayuda para ir a por Sasuke convertido en ave.

_ Viejo, lamento no haberte rescatado a tiempo._ Se disculpa con sinceridad, conmoviendo hasta las entrañas al vejete.

_ No tendrías porqué confiar en mí, no soy bueno.

_ No me importa tu moral, de todos modos te falle, y sé que es mucho pedir, pero ¿podrías decirme donde se encuentra Sasuke y los demás?_ Byakuren no estaba seguro de decirle las condiciones en las que se encontraban sus compañeros, Kakashi tenía un estado deplorable, sin poder moverse o aplicar algo de magia, Sakura y Sasuke tenían los cuerpos lastimados sumado a que los tenían amordazados

_ ¿Qué vas a hacer, rescatarlos?

_ ¿Y qué otra cosa iba hacer aquí?

_ ¿Tienes plan o aliados?

_ No._ El señor se exaspera.

_ ¡Aguarda! ¡Si tengo aliados! ¡Tú estás entre ellos!

_ No soy tu aliado, soy tu enemigo._ Le corrige._ Será mejor que te vayas de aquí.

_ Solo te pido un favor, es pequeño, y ni siquiera sé si va a funcionar, entonces no tienes que preocuparte por traicionar a tus aliados malnacidos._ Su determinación le asombro, a pesar de lucir como un doncel aldeano cabeza hueca como cualquier otro tenía un brillo en la sangre que lo hacía diferente a los demás.

_ ¿Qué necesitas?

_ Lo primero y más importante, un método de mensaje rápido para localizar a un  amigo y segundo, llevarme a donde mis compañeros.

....

_ Por esta zona debe estar bien._ Hablo Shinno condescendiente._ Amaru, vete preparando.

_ Sí, Shinno-sama. 

_ Y ustedes tres, escuchen bien, el cómo matamos a sus bestias preciosas ante su presencia._ El falso sacerdote había ordenado construir postes sobre la tierra para lapidarlos llegado el momento.

Los tres se hallaban en una situación complicada, sus cuerpos malheridos, sus pensamientos inundados de sentimientos de impotencia y resignación a la muerte. Naruto por otra parte los veía escondido entre los frondosos arbustos, a una distancia prudente,  ahora apreciaba los consejos de Sasuke y las enseñanzas de supervivencia de Sakura.

El Elfo estaba en el poste más cercano a él, a la Amazona la localizaron en medio y a Kakashi del otro extremo. Un nudo en su garganta se formo al ver al peligris con su túnica desgarrada, los pantalones negros y una camisa oscura era lo único que lo cubría, lo que le preocupo fue la gran cantidad de sangre que tenía esparcida por el cabello como si se hubiera hecho una herida en la cabeza que podría ser mortal.  Sakura lucía inconsciente pero su condición era mala también, semejante a la de Sasuke, que igual que sus compañeros capturados, lo habían apartado de sus herramientas.

Pero toda esa preocupación desapareció cuando vio a una chica de cabello naranjo. 

_ ¿Está cerca?

_ Si mi Señor, a pocas leguas al sur oeste la hierba es más verde y fresca, no debes estar muy lejos._ Dijo un lacayo de reconocimiento entrenado. Naruto volvió a tener ese mal presentimiento en el centro del pecho. ¿Habían logrado encontrar otro método para continuar cazando a los unicornios? 

_ Snif... Está aquí, mi señor._ Susurró otro con excitación.

_ ¡Traiganlo!_ Sin que se diera cuenta, una soga paso por su cuello, para ahorcarlo sin remordimiento, lo único que intentó hacer fue tomar la cuerda para que no siguiera apretando._ Tu eres el Doncel que adiestró a los Unicornios._ Le saludó como si lo halagara por tal proeza, no le respondió porque estaba más ocupado por respirar.

_ ¡Dejalo!_ Exclamó Sasuke cansado pero furioso, con su último aliento intenta liberarse de las cuerdas que le sujetaban con fuerza._ ¡él no tiene nada que ver!

_ Como si fuéramos a creer en las palabras de un Elfo, tu camina._ Empujaron al rubio sin delicadeza y sin aflojar un ápice su amarre._ Si no quieres que tus compañeros mueran, tendrás que cooperar.

Ambos se miraron con profundidad, como los amantes que eran comprenden los sentimientos del otro sin necesidad de palabras, Naruto, el aldeano huérfano sabía de la importancia de los unicornios, no entendía para el que, pero con que uno de esos animalitos fuera su amigo era más que suficiente para querer luchar por él y mantenerlo a salvo hasta morir, su desobediencia colocó al pelinegro en la encrucijada que deseaba evitar, elegir entre él o los unicornios, ellos; Kakashi, Sakura y Sasuke estaban perdidos, solo él tenía las posibilidades de vivir si cooperaba con esos cabrones, después de todo, solo su persona con un ramo de heliotropos podría atraer a los unicornios y era un secreto que el azabache se llevaría a su lápida y él también. 

Y Sasuke al leer sus pensamientos suicidas no pudo más que desesperarse más todavía.

_ L-lo si-siento Sasuke._ Alcanzó a decir con la voz ahogada, mirando al pelinegro, este, en vez de lanzarle una mirada asesina de decepción, gesticulo mucho desasosiego a la vez que se movía una y otra vez con gran ira para liberarse.

_ ¡Naruto! _ Contempló con terrorífico pasmo como el rubio se dejaba caer con fuerza al suelo en un intento de romperse el cuello.

Fin del decimosexto capítulo.

 

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