Sus entrañas se sentían duras e hinchadas, se toca de nuevo el vientre para hacer presión solo por manía, engordó mucho y lo atribuía a la dieta que le impuso la elfa pelirroja, no le molestaba pero aunque Karin era muy servicial y amable, con el pasar de los días la notaba más tensa que el dia anterior y desconocía el motivo de su preocupación. Hasta el día que un grupo de soldados elficos lo escoltaron al reino del sector sur.
Describirlo era complicado, la primera palabra que se le venía a la mente era celestial y después verde. El palacio recibía un gran resplandor gracias al sol, como si absorbiera todos los rayos que este emitiera para hacerlo brillar, dando un reflejo dorado. Lo demás era cubierto de bella naturaleza que hacia una perfecto equilibrio con las edificaciones del reino del viento.
_ No te preocupes, Naruto._ Le había dicho Karin en ese entonces, mientras apreciaba la ciudad._ Todo estará bien.
No creía que todo estuviera bien, no cuando el Rey Fuji le decía en la cara que le quitaría al hijo de Sasuke, aquel bebé que se resguardaba en su vientre. Sencillamente no lo podía creer.
Los elfos son una raza superior a muchas otras, como duendes, demonios, enanos, quedando al mismo nivel de poder que los humanos, por debajo estaban las amazonas y licántropos, pero en palabras de Fuji eran tan poco civilizados e intelectuales que manipularlos era muy sencillo, los humanos eran más listos pero muy viscerales, a diferencia de que los elfos eran más centrados, su enorme belleza y casi inmortalidad les hace portadores de una gran arrogancia que otras razas detestaban, Sasuke lo era pero muy poco. En cambio sus superiores se sentían como el ultimo pan de nata fresco en el mundo.
Karin le platicó de muchas costumbres, le enseñó hacer platillos típicos, la mayoría con muchas verduras. Le comenta de la pasión por la literatura, la filosofía, arte y matemáticas. El gran empeño que ponen en el entrenamiento físico para el manejo de armas ligeras. Todas esas virtudes las atribuía exclusivas de Sasuke y ahora descubre que no es el único perfecto en esas habilidades.
Fuji quería quedarse con su hijo para enseñarle todo lo que su fabulosa cultura y raza ofrecía. Él en cambio que conseguiría darle?, sabía leer muy poco gracias a Karin, pero fuera de eso no poseía un hogar propio donde resguardarlo, no tendría con que alimentarlo, a su lado, su niño no sería feliz, sufriría muchas miserias y tristezas, como él.
Lo mejor era que se quedara con la raza de Sasuke, su familia, para que lo criaran sin carencias como era debido.
_ “ familia”_ Pensó dentro de sus cabales, dándose cuenta de un detalle.
_ Entonces, ¿ que decid, Joven Naruto?_ Volvió a insistir en la respuesta del rubio, siempre con tono gentil, sin intención de presionarlo.
_ Quiero que mi bebé crezca con los elfos, con su gente._ Dijo tocando su barriga.
_ Eso es-
_ Con su familia._ Completa su frase y mira sin temor al Rey de los Elfos._ Quiero que este con la familia de Sasuke y nadie más._ Afirma con convicción. El pelinegro no respondió, estaba muy serio, sin poder creer que Naruto pediría algo así, dispuesto a responder una probable negativa que nunca llegó.
_ ¡Sasuke tiene un hermano!_ Se apresuró a comentar la pelirroja.
_ ¿Y donde esta?_ Pregunta el ojiazul.
_ En el sector Este. Tendriamos que viajar por varias semanas para llegar allá.
_ Y en su estado es muy arriesgado._ Interrumpe esta vez el Rey Fugi._ Lo mejor es que dé a luz aquí, mis subditas criaran muy bien su vástago.
_ No._ Niega con dureza._ Quiero ir al lugar donde está el hermano de Sasuke.
_ Probablemente no esté dispuesto._ Agrega con cizaña disimulada de voz tranquila.
_ Quiero que me lo diga él mismo, el viaje bien valdrá la pena._ Dice el rubito firme, a Fugi no le quedó más de otra que ceder.
…….
El viaje duró lo suficiente como para que su vientre se hinchará más con el pasar de los días, Naruto, luchaba internamente por no ver su estomago para no encariñarse con la criatura pero cuando menos lo esperaba se daba cuenta que acariciaba su barriguita con dulzura y tenía dolor de cabeza al pensar en qué nombre le pondría.
Karin notaba estas actitudes en él pero no decía nada, solo se dedicaba a cuidar de él con la mayor devoción y agradecimiento posible, mientras que Kakashi se aparecía de vez en cuando cerca del carruaje que los transportaba para ver como iba el doncelito preñado.
_ ¿ Estás seguro de esto, Naruto?_ Cuestiona el peligris montando a su vieja mulita.
_ Sí._ Exclama seguro pero sin verle a los ojos, como si estuviera distraído con otra cosa._ Es lo mejor para él, si se cría con el hermano de Sasuke, será un hombre maravilloso, conmigo no tiene mucho futuro._ El tono era despectivo pero al mago le causó dolor, Naruto amaba profundamente a su bebé aún sin conocerlo y está dispuesto a renunciar a su amor por él con tal de que éste crezca en un ambiente colmado de bendiciones.
_ Tal vez, cuando conozcas a tu cuñado cambies de opinión.
_ ¿Por qué lo dices? ¿Es malo?_ Pregunta con cierta preocupación.
_ No, todo lo contrario._ Le ve con sus ojitos felices y traviesos._ Te va a caer bien, a diferencia de Fuji, Itachi es muy benevolente. Yo cuide de él cuando niño igual que a Sasuke._ Que no fuera igual a Fuji lo calmaba pero le tenía un poquito tenso que se haya visto influenciado por Kakashi.
_ ¿De verdad?, ¿ cómo eran?_ Su curiosidad le gusta al peligris, le deja ver a un rubio relajado.
_ Itachi desde pequeño fue muy sensato, frío para tomar decisiones, cálido para amar. Sasuke en cambio siempre se comportaba como un berrinchudo, lloraba cuando no le salían bien las cosas, se exigía demasiado a sí mismo en cosas que todavía no eran para él.
_ Mmm, me hubiera gustado conocerlo de pequeño._ Se mima el vientre, imaginando que su hijito será igual como Sasuke a su edad.
Fueron bien recibidos en el reino donde vivía Itachi, el hermano del elfo de ojos negros, todo era tan similar y distinto a la vez, la hermosura, elegancia y frescor flotaba en cada rincón, pero el ambiente no estaba pesado, al contrario podía sentir la dulzura de sus habitantes, la paz y empatía.
Naruto pensaba que irían hasta una de las residencias de los elfos, su sorpresa se magnificó al ver que iban a palacio, en la zona más alta del reino, justo en una meseta, la sala patriarcal es amplia y abierta, dejando a la vista el hermoso pueblo lleno de abundante naturaleza.
Llegado el momento, el rubio de ojos azules no evita salir de su asombro al observar y comprender que el apuesto elfo de gran estatura, figura fornida, cabello largo y lacio y con unos hermosisismos ojos de color rubí portaba una bella corona en la cabeza; revelandole que se trataba del Rey del sector Este; Itachi, el elfo más bello de su generación, el de mayor sabiduría e inteligencia que se haya conocido en toda la historia elfica, tambien el más justo y noble de los monarcas actuales o anteriores, apodado como “El Rey de todos los elfos” y hermano mayor de Sasuke El principe de hielo.
_ Sean bienvenidos._ La luz del atardecer que se filtraba alumbraba al Rey, como si todos los rayos de sol fueran absorbidos solo por él, emitía una aura celestial imperdible a los ojos más ciegos._ Naruto, Aunque estoy en mi etapa de luto, Es un gusto conocerte._ Saluda cordial, con los ojos comprensivos que el ojiazul siempre necesitó en su vida, éste se pone un tanto nervioso y tímido, más aún cuando tal eminencia le toma la mano con mucha dulzura. _ Tranquilo… No te pasara nada._ Su voz barítono endulza los oídos de todos los presentes._ Fuiste el querido de mi hermano, así que tu eres la persona más cercana que entiende mi dolor de pérdida.
_ Yo… me siento tan indigno.
_ Nada de eso, eres una persona admirable, has logrado mucho en tan poco tiempo.
_ No entiendo el que._ El chico de mejillas marcadas enarca la ceja en confusión.
_ Sólo con tu noble corazón lograste averiguar el nombre del Principe Duende, una proeza imposible que solo fue realizada una vez hace 300 años por un ancestro mío, así como el perdón del sabio serpiente y la conquista y bendición del último Unicornio, tales hazañas las hiciste por tu cuenta._ Le explica benevolente._ Imagino que habrás hecho más acciones maravillosas de las que no soy consciente, pero las que he nombrado son las más populares y por las que te conocen.
_ Sí, bueno, no creí ser tan famoso, majestad.Responde con los ojos achicados.
_ Pero no es eso lo que te trae por aquí, cierto, ¿Naruto-kun?_ El nombrado se toca la barriguita inconscientemente como un reflejo de protección.
_ Lo lamento._ Se disculpa viendo al suelo y con lágrimas en los ojos. Tal respuesta cambia la actitud del Rey de gentil a molesto.
_ No hay de qué disculparse, ven conmigo._ Le invita a seguirlo, y por las previas órdenes que dio a sus guardias se retira del salón junto a Naruto solamente, sin la compañía de Karin o la intervención de Kakashi._ No sé que te hicieron creer o qué decisiones tomó mi querido Sasuke, pero tu no eres culpable de nada._ Deja que el ojiazul le coja del antebrazo mientras camina, haciendo el recorrido más ameno e íntimo._ Es bien sabido que los Elfos se caracterizan por ser… racistas, lo sabrás de primera mano por Sasuke, sin embargo, a diferencia de él, que en su medida se trataba de una inmadurez y arrogancia incluso entre su pueblo, lo cierto es que esa mala costumbre viene de generaciones atrás, muchos de los Elfos de mayor edad, entre ellos algunos monarcas, llevan tal práctica al extremo._ Itachi narra la situación de su nación con cierta decepción._ Yo trato de que muchas de esas creencias queden en el pasado, porque sinceramente no veo a otros como seres inferiores, Naruto._ Se detiene en su paseo para verlo atentamente._ Yo no te desprecio, te veo como otro ser vivo cualquiera, mi semejante, mi cuñado, la madre de mi sobrino, jamás te haría menos._ Le coge de los hombros para declararle frente a frente._ Es por eso que te doy a ti la opción de escoger que quieres hacer.
_ ¿Escoger?
_ Sí._ Su seriedad reluce de nuevo._ Muchos elfos, entre ellos otros monarcas, desean tu mal, no te dire el que porque no es importante, lo que si te digo, es que tienes mi absoluto apoyo y mi total protección, haremos lo que consideres mejor para mi sobrino y para ti.
_ ¿Y- y si me equivoco?_ Exclama asustado esta vez, preocupado por el futuro.
_ Jamás erraras, de eso estoy seguro, si lo que deseas es entregarme a tu hijo para criarlo como mio, entonces lo haré. Si quieres que nos casemos para ambos darle el amor de padres que merece lo haré. Lo que sea que tu quieras Naruto, Yo lo haré._ Sus ojos rojos, refulgentes de pasión le provocaron hervor en la sangre, podía confiar en él.
_Quiero hacerlo.
….
_ ¡Uhgg!
_ Tienes que pujar, Naruto._ Le decía Karin junto a una ninfa de nombre Hinata que a auxiliaba a la pelirroja para facilitarle su alumbramiento._ ¡Con más fuerza!
_ ¡Huuump!_ Pujaba con todas sus fuerzas, el dolor era insoportable, de momentos el sufrimiento lo aturdió tanto hasta hacerlo desmayar por instantes momentaneos , reaccionaba cuando aparece Sasuke en sus sueños, como si fuera su lecho de muerte._ “ Tengo que aguantar, al menos… mi hijo debe nacer” ¡AAAAHH!
_ Eso es… una vez más._ Pide la elfa de lentes, hace lo que le dice y siente un gran alivio en ese último pujido que da.
_ Ahh….
_ ….
_ ¿Karin?_ Pregunta con miedo, no escucha a su bebé llorar, lo que en su instinto como madre humana se altera.
_ Esta bien.
_¿Porque no llora?_ Se intenta levantar pero el cansancio es tal que lo hace caer en la cama de nuevo.
_ Naruto, te digo que esta bien._ Le entrega el bebé a la ninfa._ Los elfos recién nacidos no lloran cuando nacen.
_ ¿ Ah… no?_ Cuestiona no muy seguro.
_ No… Por eso estoy aquí._ Le dice gentil.
La puerta de la cabaña, vieja propiedad donde conoció a Sasuke y en la que Naruto había decidido dar a luz, se abrió de manera abrupta, de esta aparece un elfo semejante a Hinata, junto a otros elfos soldados que habían interrumpido en dicha circunstancia tan vulnerable.
_ ¿Dónde está?_ Ve a su alrededor encontrando a la ninfa en una esquina intentando esconder al infante._ ¡entregamelo!
_ ¡De ninguna manera!_ contraataca la pelirroja._ Estamos bajo resguardo del Rey Itachi, si intentan hacernos daño, sus soldados os atacaran.
_ ¿Soldados? ¿Te refieres a los patéticos guardias que estaban cuidando la puerta? Ya están muertos _ Las mujeres y Naruto se espantan ante tal afirmación._ No son rivales para el pelotón del Rey Fuji, estamos con la orden de tomar al vástago heredero del Reino de hielo, así que no se metan._ Se acerca a donde estaba Hinata hasta quedar enfrente de ella, asustandola con su altura.
_ Neji-nissan, por favor.
_ Tus suplicas de mujerzuela no servirán conmigo._ Le arrebata al bebé con un violento golpe y procede a retirarse.
_ ¡N-no se lo lleven!_ Exclama el rubio desde la cama, completamente débil. Karin en estado de furia toma el cuchillo con el que cortó el cordón umbilical y se lanza a Neji con la intención de matarlo pero otro de los soldados la bloquea y termina dejándola inconsciente en el piso de un solo golpe._ ¡Karin! ¡no hagan esto! ¡Es mio!
_ Un humano como tú jamás podría criar a un elfo como se debe, mucho menos a uno que se convertirá en príncipe._ Le dice de reojo, para salir de la cabaña sin más premura. Da varios pasos afuera hasta pasar del cobertizo, sus ojos atentos al bebé recién nacido, asegurándose de tenerlo bien cobijado para el viaje.
_ N-neji-sama._ Escucha la voz de uno de sus subordinados. El castaño está apunto de preguntar por la nodriza que trajeron consigo para el bebé, pero al momento de levantar la mirada ve que su pelotón está apilado enfrente suyo, todos están rodeados de unas criaturas peligrosas con la clara intención de asesinarlos.
El elfo de ojos perla ve sobre sus hombros para descubrir que también sobre el techo de la cabaña había más de esas bestias y que en especial estas, tenían toda su atención en él.
Neji solo puede fruncir el ceño y exclama en una sola palabra con el mismo mal humor.
_ Dragones...
Fin del Décimo noveno capítulo.