Cervatillo se encuentra solo en la enorme habitación señorial que Fuji le proporcionó desde su llegada hace unos cuatro años, para entonces dominaba la lengua élfica y el latín a la perfección, su pasatiempo preferido es leer toda clase de libros, para su confort los demás elfos son respetuosos y gentiles con él, le llaman príncipe y nunca, sobretodo Fuji, le agobian con el concepto de tener que socializar con otros niños elfos, su padre humano, jamás lo regañó por el rechazo que siente a otros de orejas redondas sin embargo siempre trató de quitarle lo cohibido, no lo logró y Cervatillo no creía que fuera tímido, él mismo se identificaba como un héroe solitario, así como lo era su difunto padre elfo.
_ Debes descansar un poco tu vista, Principe, para cuando cumplas la mayoría de edad tendrás vista corta._ El rey Fuji interrumpe su lectura, para el monarca, Cervatillo es como su segundo hijo, pues el primero al que considera como tal es a Sasuke.
_ Fuji-sama._ El chico se dirige con extremo respeto y educación al hombre, se lo debía, después de todo, le recibió con los brazos abiertos luego de que su papi humano lo abandonara.
_ Vamos._ Ambos caminan por la abadía, ven a un grupo de músicos tocando los instrumentos de manera celestial._ Si te interesa aprender a tocar música puedes hacerlo sin problema, a cualquier elfo que elijas, será un excelente profesor._ Un doncel elfo enfoca sus ojos en el principito sin dejar de tocar el arpa, su mirar es dulcemente gentil.
_ No estoy interesado._ Reniega educado pero con porte serio. Fuji en cierto modo se lamentaba que el elfito fuera perdiendo sensibilidad a la cultura, lo recuerda la primera vez que arribó en el reino, montado en el indomable y testarudo ciervo blanco que solo Sasuke conquistó, con una faz rota por el sufrimiento de perder a su mami humano.
Sin dudarlo y por un supuesto bien mayor , el Rey elfo Fuji engañó al muchacho, haciéndole creer que el rubio lo abandonó sin remordimiento porque ya no quería hacerse cargo de él, que en realidad fue obligado a cuidarlo hasta que Sasuke pequeño tuviera la comprensión suficiente para entender lo que es ser un mestizo.
Como niño inocente que fue criado con mucho amor, lo creyó todo, Fuji provocó que de a poco el niño se amargara y tampoco confiara en los humanos o en ciertos placeres que los relacionan con ellos.
No obstante, Cervatillo cada cierto tiempo tenía sueños con sus papás, a Naruto mirándole con ojos azules de infinita paciencia y sonrisa de amor, junto a su padre elfo, al que se le hacía difícil imaginar por más que todos le dijeran que él nació siendo su vivo retrato de niño, en ocasiones no podía ver su cara en el sueño, apareciendo como una enorme sombra que le cubría la mitad del cuerpo, antes de ver a otros elfos lo imaginaba como un hombre bonachón de espesa barba con mirar afable. Ahora es un ser casi similar a Fuji.
¿Fuji es su nuevo padre ahora?
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Sobrevolando el campo de batalla, permanece de pie encima de una de sus poderosas bestias, su desafortunado pasado era compensado por el clima soleado y los pastizales verdes que cubrían a su viejo pueblo, a comparación de ahora, que el terrible humo de las explosiones y el fuego ocultaban el sol y mantenían ennegrecido el cielo, sin embargo, la desfortuna de la pérdida, la soledad y el dolor son los mismos a cuando era joven, el niño desnutrido que no conocía el amor fiel hasta que tuvo a su bebé de orejas puntiagudas.
Siente el ardor en el torso, aterriza en el suelo inerte de vida, rodeado de otros soldados aliados. Uno de sus dragones de menor tamaño se quejaba de una herida de arpón que había recibido y ya no tenía fuerza para volar o luchar.
_ Llevalo a un lugar donde ambos estén a salvo._ Le ordena al dragón más maduro, este obedece con un bufido de afirmación.
_ ¡Oye!_ Le gritó un soldado molesto._ ¡En vez de que saques a esa cosa deberías ordenar a tus mascotas que saquen a nuestros heridos, de todos modos el dragón lastimado se morirá!_ Los dragones echan el despegue y se alejan, el soldado chasquea la lengua.
_ Tus heridos tienen menos oportunidad de salvarse que mis dragones, si le preguntamos a cualquier general te dirá que es primordial salvar a un dragón porque ofrece más poder destructivo.
_ ¡¿Qué dices!?_ Le jala de la ropa._ ¡Actúas como si valieran más tus moustrosidades!
_ Lo valen._ Le ve con el mismo desafío._ Hazte cargo de los tuyos como tu mismo dijiste y Yo lo haré de los míos, no te quieras dar crédito por algo que no es tuyo._ A sabiendas de que si Naruto le hacía caso en su sugerencia el que terminaría como héroe sería el mismo ingrato soldado.
_ ¡Ahí vienen!_ Ambos voltean al sonido del exclamo, una multitud de guerreros de su bando corrían de vuelta dejando a los hombres lastimados a su suerte. Al mirar al cielo una enorme cantidad de flechas se dirigían a su posición en picada.
_ ¡Mierda!_ El retador suelta de la ropa al joven rubio para ponerse a salvo. Naruto en cambio se queda postrado en la misma posición, mirando las flechas dirigiéndose hacia donde estaba él. Tal acontecimiento no le asusta, al contrario, le llega un sentimiento de melancolía como si ya lo hubiera visto una vez de más chaval aunque no está seguro como o donde.
Aceptando la muerte digna, extiende los brazos y arquea la cabeza para recibir el ataque de flechas.
Sin embargo, para su decepción, no sale herido y lo que es peor, no muere. Lo que descubre diferente es la marca de sangre en su pecho, poco después de que se detuviera el ataque se abre la camisa y ve que el tatuaje de Mui se desvanece de a poco, como si el dibujo perdiera tonalidad.
_ No puede ser…
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Naruto se adentra entre los pasillos del castillo a paso firme y presuroso, de una de las habitaciones salen algunos escuderos con paños sucios en sangre y dentro del cuarto había curanderos tratando de detener el mal que el general Mui poseía. El pelicastaño reposaba sobre su cama, en un estado demacrado más que de costumbre, los días postumos a su luto, Mui enfermó y se debilitó, y a pesar de dicha desventaja iba a combatir sin ningún problema para liderar a su escuadrón, lamentablemente la enfermedad que ocultó por esos cuatro años cobró no solo parte del territorio, sino la muerte de varios soldados valiosos y casi su propia vida al recibir un corte que le reventó una vena importante.
_ ¡Mui!_ El rubio se arrodilla a su lado y sin importarle las represalias o lo que es peor; que confirmaran su amorio, aunque no fuera verdad, le toma de la mano blanquecina, le veía preocupado, Mui le miró de vuelta, intentando por primera vez sonreír.
_ ¿Muku?
_ No… Soy Naruto._ Le responde de vuelta. Al hombre de ojos azules le dolía que su compañero sufriera tanto por la pérdida de su amado primogénito que incluso estaba delirando con él con tal de volverlo a ver. Era como si luego de la muerte de ambos hijos fuera Naruto el que llevará la carga sobre sus hombros, guardando el dolor, siendo fuerte por los dos, mientras Mui es el que presentaba los síntomas de depresión y rendición _¿ Te vas a morir?_ Asintió despacito y cerrando los ojos por la debilidad._ No lo voy a permitir.
_ Ya no tiene salvación._ Dijo uno de los curanderos que deseaba preparar de antemano los artefactos de cuerpo presente.
_ Necesito que salgan._ Los mencionados no emitieron sonido pues se quedan momentáneamente confundidos, al ver el retraso de estos en irse el rubiales explota y grita con voz desgarrada._ ¡FUERA!._ Solo al recibir la ira del doncel hacen caso para retirarse hasta cerrar la puerta. Para cuando se sienten solos Naruto deja salir de su boca un dragón en extremo pequeño que dormía debajo de su lengua. Su color es rosáceo, no tiene cuernos pero sí cuatro pares de alas y dos cabezas. Mui lo ve con claridad aun con su extremo cansancio sin saber qué es lo que exactamente el ojiazul planea hacer. El dragón se oculta de nuevo para dejar al chico hablar._ No te asustes, es para que te cures, planeaba usarlo en una emergencia, cuando los otros generales tomaran la decisión de matarme._ Se inclina hasta él, quedando cara a cara._ No dolerá lo prometo, piensa en tu difunta esposa, ella era hermosa por lo que me contó Muku.
_ Sí… lo era._ sin oponer resistencia, rendido ante la vida permite que Naruto lo toque por vez primera, con sus manos coloradas toma su cabeza y mejillas pálidas con delicadeza, sin emitir otra palabra pero con extrema quietud le toca la boca con los labios, No se sentía como un beso, sin embargo lo era. La bestía de color rosa se adentra a su lengua, luego a su garganta hasta que deja de sentirla. Naruto se separa por fin, recostando a Mui sobre la almohada, tras unos minutos la herida deja de sangrar y el dragón sale de entre su piel sin dañarla, como una sombra espiritual, exceptuando que ahora ya no tenía la cabeza extra ni las alas, pasaría tiempo antes de que le volvieran a crecer y Naruto pudiera utilizar su habilidad de nuevo. Un proceso que tomaría aproximadamente 15 años._ Siento… que recupero… las fuerzas.
_ Ahora estarás bien, solo descansa y sobra decirlo pero no se lo digas a nadie._ La visión sin sensibilidad recobra cierto tonalidad de colores vivos, el rubio cabello de Naruto lucía más brillante y sus ojos azules resplandecían de un color en extremo intenso, volviendolos el objeto más precioso de esa habitación._ Te veré después._ Aun en su somnolencia alcanza a sentir que no quiere que se aleje.
_ Espera._ Dice con su mismo rectus imperturbable de siempre, el solicitado gira levemente para esperar a saber lo que diría._ Gracias. _ Muy internamente deseaba morir como su otro colega por la muerte de su vástago, pero no podía darse tal lujo, mucho menos abandonar a Naruto que también padecía lo mismo y que para él, seguramente el sufrimiento es peor, ya que, amó y nutrió a su hijo desde su vientre, torturó a su propio cuerpo para darlo a luz y fue arrancado de su brazos a la fuerza para mantenerlo a salvo, dando por terminado todos sus sacrificios en vano.
_ No hay de que._ Se retira de la alcoba, dejando a Mui pensativo y con un nuevo latido en la sangre que alimentaba su corazón.
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Por alguna razón cervatillo se siente conmocionado y no logra conciliar el sueño, agitado se revuelve sobre toda la cama, hasta que se conforma con ver a través del gran ventanal que se encuentra a su derecha, la enorme luna llena le ve burlón por su insomnio, no obstante, una luz más bella y resplandeciente que el propio astro le aturde, curioso se levanta del lecho para abrir el ventanal y asomarse, a quien ve es al hermoso y peludo ciervo blanco emitiendo dicha luz celestial. Le mira retador, esperando que lo siga como sus anteriores dueños, con la incertidumbre Cervatillo opta por seguirlo, pero para no poner en sobreaviso a su congéneres baja por la gran enredadera que bajaba por la ventana, mientras lo hace con cuidado comienza a pensar el porqué, tenía entendido que Fuji, su padre adoptivo recibiría a elfos de la realeza en su país, para hablar sobre la nueva situación que estaba en guerra por lo que entendía, y Fuji por alguna razón no quería que conociera a los otros monarcas, motivo por el cual no podía arriesgarse a verse descubierto saliendo de su alcoba,pero eso ya no importaba en este momento, pues el enorme venado blanco, a quien se supone debía recurrir cuando se encontrara en problemas, le guiaba por un camino boscoso que no conocía, se detienen en un riachuelo pequeño con un hombre sentado en una roca cerca del agua, lo vio solo de perfil, asi que pudo reconocer sus orejas elficas, era increiblemente hermoso y varonil, con el cabello negro, la expresión sería, la gran impolutidad que demostraba, sus ropas más preciosas que las de cualquier elfo, le recordaban a las tunicas vaporosas que suele utilizar Fuji, lo sabe de inmediato, se trata del Rey de todos los elfos.
Recuerda la advertencia y ni así se resiste a hablarle, observa como el ciervo blanco se postra sobre sus patas a un lado del elfo adulto.
_ ¿Eres un Rey?_ El otro ya sabía de su presencia, giró levemente la cara para mirarlo y corresponder la plática.
_ ¿Crees que lo soy?
_ Sí, eres tal y como te describen, Rey Itachi.
_ Itachi… No importa como me llames.
_ ¿Y por qué lloras?_ Desde el primer momento en que lo vio, lágrimas caen de sus ojos y estas no se detienen.
_ Por un pecado que cometí; lastime a mi persona más querida, luego le deje sola por muchos años pues recuperar mi memoría me tomó bastante tiempo, Como castigo debo derramar la misma cantidad de lágrimas y tristeza que sintió mi amor cuando nació, el mismo dolor cuando le decepcione, sufrir el duelo cuando me perdió, cuando dio a luz y se vio separado de nuestro hijo, y las lágrimas que derramó en el futuro.
_ Parece una penitencia bastante justa._ Rasca la tierra con la punta del zapato al conocer su historia o parte de ella.
_ Justa y extrañamente bella.
_ ¿Y ya te perdonó?
_ No lo sé, aún tengo cosas que cumplir, asuntos que arreglar, personas que ayudar, dime tú… me perdonarías.
_ No tengo porque perdonar a un extraño. Pero… me siento en la obligación de ayudarte.
_ Puedes hacerlo, perdona a tu ser amado._ Tal afirmación desorientó a cervatillo, intenta mantener la calma pero su voz se vuelve resentida.
_ No amo a nadie.
_ Lo haces.
_ No es así._ Se retira para dejar atrás al extraño Rey.
_ ¿Qué hay de tu madre?._ Se detiene abruptamente.
_ No tengo._ dice con timbre profundo, aprieta los puños a sus costados.
_ Naciste de su vientre, te amamantó con su leche, te enseñó lo que es el amor y lo más importante, te ama tanto que se sacrificó para tenerte a salvo.
_ ¡Eso no es cierto! ¡No hables de él! Ni siquiera le conoces..._ como era de esperarse en un niño, Cervatillo rompe a llorar de rabia y sufrimiento, mira de nuevo al otro elfo, reclamando con sus ojos el que se tomara tantas libertades para hablar así de su propio corazón.
_ Le conozco y a Fuji también, es por eso que cuando lo supe vine aquí para rescatarte._ Habla en timbre más solemne. confunde al niño mestizo.
_ sniff… ¿ A que te refieres?_ El elfo de sangre azul ya no responde, simplemente se levanta de la roca, acaricia una asta del venado que se había postrado a un lado suyo.
_ Yo solía venir a este lugar para estar solo, sobre todo cuando no quería recibir sermones de Fuji._ El chiquillo lo ve atento y con la nariz roja por haber llorado, espera a que continúe con su relato._ Cervatillo… No, quiero decir, Sasuke, debes saberlo, Fuji te ha ocultado la verdad sobre Naruto.
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El rubio se retuerce en su propia cama, Mui estaba sobre él, intentando hacerlo suyo, su propia resistencia no era por sentir rechazo hacia el hombre de cabello largo y lacio, sino por la frustración que le colmaba al no ser tomando de una vez por todas en plenitud como dictaba la dulce unión, prontamente abre los ojos de sopetón y al levantar la sábana descubre a un dragón afrodisiaco que daba vueltas en la cama como cerdo en lodazal lo que conlleva a desprender su aroma armonioso y dulce, causa de sus sueños eróticos.
_ ¿Otra vez tu?_ Le mueve con el dedo para despertar a la criatura también, la cual termina por agarrar conciencia de la realidad, el entrenado animalito se da cuenta de su travesura y casi de inmediato hace desaparecer su fragancia del ambiente. _ Vamos a dormir de vuelta._ El dragoncito emite un gruñido como diciendo si, junto a otros tres dragones que había en la alcoba, dos a los pies de la cama y otro en la alfombra un poco más grande. coge la cobija y se tapa dramáticamente con ella como si hiciera mucho frío. Tras dicha acción de cubrirse, tocan a la puerta de su habitación. Se queja con un murmullo frustrado a sabiendas de que ya no podría retomar el sueño, pues muy seguramente la visita se debe a un asunto de interés militar. Luego de tomarse unos minutos para despabilarse al borde de la cama, tallandose los ojos, recurre a abrir la puerta. Su sensación de desnudez es inmediata ya que la persona enfrente suyo es nada menos que Mui, el hombre con el que hace tan solo unos minutos tenía un casi encuentro sexual en sus sueños.
_ M-mui_ Disimuladamente se tapa el pecho con su bata de dormir para sentirse protegido. No obstante, el pelicastaño se lo descubre de vuelta, el rubio hace un sonidito de sorpresa, más luego de que Mui le ponga toda la mano sobre el centro del pecho._ Al menos dime algo bonito._ El otro le ignora pensando que se trata de una típica frase bromista del muchacho, se concentra todo lo que le permite su nula recuperación y hace desaparecer su marca para siempre._ ¿Eh? ¿Qué paso?
_ Te anule el contrato conmigo, ya eres libre._ El riesgo que Mui toma es muy grande, Naruto con el enorme poder destructivo de sus dragones puede controlar no solo el país vecino sino todo el mundo si así lo prefiere, era necesario que estuviera bajo un control que anulara su poder, como su marca de sangre o el bienestar de su hijo. Pero ninguna de esas dos cosas estaban ya. El rubio podría hacer lo que quisiera, destruir el continente o conquistarlo como lo hizo con él._ Puedes irte cuando gustes._ Gira sobre sus talones para retirarse a paso firme y elegante pero otra cosa lo detiene.
_ Me quedare aquí.
_…_ Mui lo ve asombrado por su aseveración._ ¿Por qué?
_ Porque tu estas aqui.
_ Yo…_ Vulnerable ante su confesión el pelicastaño duda._ No soy nadie importante en tu vida. Solo fuí tu carcelero por estos años.
_ Si eres importante para mí y si es cierto que no nos llevamos bien al inicio, lo cierto es que formamos una gran conexión, desconozco de qué pero lo siento._ Se acerca al otro con paso calmado._ Mui, tú puedes entenderme mejor que nadie, hemos perdido a las personas que más amamos en la vida, primero nuestros amores pasionales y después nuestros hijos._ Suavemente coloca una mano sobre uno de sus brazos._ Si me voy ya no sabré nada de tí, ¿cómo saber si falleciste en combate?, si te pierdo a ti también…_ Se recarga gentilmente en el pecho de Mui sin soltarle._ No me quedará nadie.
_Tienes a tus dragones._ Intenta justificar.
_ Si no te vuelvo a ver moriré de tristeza y con ello también mis pobrecitos dragones._ Sin resistirse más complace a sus impulsos y abraza a Naruto con firmeza.
_ No quiero que te quedes aquí._ Confiesa su temor con voz sensible._ Que estes a salvo y feliz es suficiente para mi.
_ Entonces ven conmigo.
_ No podría.
_ ¿Por qué no?
_ Me necesitan aquí.
_ Solo te utilizan, como a mi._ Eso es ya sabido pero ¿qué más podía hacer?, Naruto piensa que su resistencia se debe a que no tienen a donde ir y entonces recuerda._ Mui, tengo que ir a un lugar antes de comenzar de nuevo y necesito de tí.
_ ¿ De que se trata?
_ Quiero saber, como capturaron a mi hijo, si lo arrancaron de sus raices o si fue entregado por los que se dijeron ser su gente._ Frunce el ceño y con severidad agrega lo siguiente:_ Voy a ir a la nación de los elfos.
……
_ No os digo mentiras._ Se defiende Fuji con enojo disimulado._ La madre de Sasuke lo abandonó en el bosque, llegó aquí por su cuenta.
_ Naruto no lo dejaría sin más, ama profundamente a su hijo, algo tuvo que pasar para que desapareciera, si tuviste algo que ver tienes la oportunidad de confesar.
_ Rey Itachi, no pensé que usted fuera tan injusto , incriminando a los suyos de crímenes que no cometieron.
_ Fuji tenemos que ser sinceros, desde que perdimos al príncipe de las tierras heladas, mi hermano menor, tu cambiaste para mal, deseabas arrancar a mi sobrino de las entrañas de su madre cuando recién nació, enviaste a tus soldados de mayor confianza para hacerlo, Naruto me prometió ante la favorita de Sasuke; Karin, que cuando él falleciera de vejez o de una enfermedad humana mi sobrino vendría a mi con la ayuda del ciervo blanco. Pero fue a dar contigo ¡que sospechoso!
_ Sé que tu quieres convivir con los humanos, pero no debéis confiar en ellos, ¡mira lo que te hicieron! , robaron la pureza de tu príncipe, te dieron un pariente mestizo y además te mintieron con entregarlo, solo fueron patrañas, ¡y tu las creiste! aun siendo Rey de cuatro países, aun con tu sabiduría de años, dejaste que te engañaran.
_ Confíe en él no por ser humano, sino por su buen corazón, aun con todo lo que ha sufrido, su alma sigue pura, ¿porque desconfiar de alguien así?, además, si lo que queréis son pruebas para admitir tus pecados te las mostraré, que aunque no me dejes hablar con mi pariente de sangre el ya sabe lo que has hecho, como le haz mentido y como haz envenenado su corazón para tenerlo como tuyo. él nos dirá toda la verdad._ Fuji se conmocionó por lo mencionado, Itachi no estaría diciendo la verdad, tenía bajo resguardo al menor, era imposible. Sin embargo supo que ya estaba vencido cuando las enormes puertas de su sala de reuniones se abren y por ella aparece el muchacho por el que tanto luchaban los dos reyes, éste con los ojos encolerizados se enfrenta a Fuji sin hacer caso al otro monarca.
_ Me trajiste aquí con engaños; rebelaste la identidad y el don de mi madre para que lo apartaran de mi y luego me hiciste odiarlo.
_ No ha sido así, mira dejame explicarte.
_ ¡El soldado me lo confesó todo! aquel que mandaste por mi un día después de que mi papi desapareciera, me trajo ante tí, su conciencia está limpia ahora, ¡pero tu! ¿puedes admitir el daño que me haz hecho?, dices amarme como un hijo pero me hieres con cada palabra que sale de tu boca.
_ Recuerda que el amor es un sentimiento de tu lado humano.
_ Y haz intentado arrancarlo de mi corazón como si fuera mala hierba, pero solo me envenenas de odio, ¿qué es mejor? Un elfo mestizo que ame o una posible amenaza para su propia gente por el desprecio que lo devora.
Fuji no respondió, mira atento e imperturbable al niño que deseaba como hijo, como su heredero, sustituto del anterior Sasuke que perdió hace años por la caza de unicornios. Se plantea si es válido arriesgar tanto para perder a otro hijo nuevamente. Este Sasuke poseía algo que el anterior no, sangre humana para darle el valor de elegir su destino y expresar su desprecio abiertamente.
Quiza Sasuke lo despreciaba muy en el fondo de su ser pero su ascendencia élfica nunca le permitieron expresarlo.
_ Respondeme.
_ Yo… te diré que fue lo que pasó con Naruto.
………
………
Sin Naruto y Mui, gran poder militar se perdió, aunque ambos lados del tablero ya estaban igualados en fuerza, lo cierto es que la conquista de territorios por parte del domador de dragones ayudó a tener la ventaja sobre las tierras del trueno. Al rubio no le importaban los verdaderos motivos de la guerra, para él cualquier bando era malo independientemente de quién ganará, Al final Naruto y su nuevo querido serían considerados traidores y no interesaba quien, siempre irían tras ellos dos, al ser, por sus lazos de sangre maldita, algunos de los principales protagonistas de la guerra. Jamás podrían limpiar sus nombres, pero si tratarían de vivir tranquilos lo que su humanidad les permitiera.
Tras descubrir que el reino de quien fuera tío sanguíneo de su retoño se hallaba en buenas circunstancias, su sensatez y buen corazón lo hicieron plantearse la razón de Itachi para entregar a su hijo, pues conoce sus deseos de paz y convivencia con otras razas. Envía a un Dragón pequeño con una carta en el hocico para que haga entrega al Rey de todos los elfos, así como para pedirle su entrada a su reino.
Si Itachi tenía una pena o arrepentimiento que ocultar no le dejaría ingresar con ningún dragón, sin embargo, para su confusión no le impusó ninguna condición.
Mui y Naruto entraron en extraño silencio pues el castillo se encontraba solo, su dragón fue el guía de a donde debían ir, no vieron a ningún otro elfo, lo que acrecentó la desconfianza de Mui, tenía su técnica de sangre preparada en caso de verse obligados a pelear, una probabilidad muy grande pues si sus nombres se volvieron famosos por sus crímenes de guerra, difícilmente serían tratados con paz.
El fin estaba cerca, ambos, con el dragón revoloteando por la cúpula del castillo, Naruto se cuestiona la ausencia del propio Itachi en su trono.
En otra parte,a través de un espejo, Itachi, Fuji y Sasuke el niño mestizo observan en silencio al rubio acompañado de otro humano, los dos aparentaban confusión pero sobre todo calma, para gran pesar de Fuji.
El niño ve a su padre humano con mucho anhelo, la tristeza de sus ojos es palpable, provocando que los sentimientos de verdadero amor que cervatillo intentaba matar explotaran como el aliento de fuego de un dragón. Sus ojos se humedecen y pronto resbala por toda su cara el agua salada, se muerde la boca pero los quejidos salen de a poquito, no puede soportarlo más, quiere a su mamá.
_ Papi…_ susurra con la intención de verse fuerte ante los reyes pero no lo consigue, no le importa perder su título nobiliario, su derecho al trono como príncipe elfo de la corona no es suficiente para reemplazar a su papito, que importaba cuando éste muriese de vejez, que él se quedase solo porque había aceptado sus sentimientos humanos y fuera expulsado de la familia élfica, que los humanos le temiesen, nada de eso importaba ahora, tendría muchos años para averiguarlo, solo quería recuperar a Naruto de vuelta._ ¡Papi! ¡Papi lindo! ¡Aquí estoy! ¡Mírame!
_ Sasuke, debes ser fuerte._ Intenta envenenar una última vez Fuji para no perderlo pero cervatillo no hizo caso, ni siquiera consideró sus palabras un poco, dejando en evidencia a quien prefería hasta con los ojos cerrados. Cervatillo se metió en el espejo que lo llevaría a Naruto y corrió hasta él.
_ Ya ha tomado su decisión, ha elegido con que raza quiere vivir._ Le restriega Itachi al otro sin una pizca de tacto, para sí mismo sonríe. Ve con satisfacción al amado de Sasuke su hermano, abrazar con gran saciedad y cariño al hijo mitad elfo que dio a luz por el amor a Sasuke, su nueva pareja sentimental le acaricia la espalda con confort, alegre de que al menos uno de los dos recuperó a su hijo.
Naruto lo abraza también, dichoso de compartir su felicidad, ahora, los tres serían una familia.
fin del Vigésimo segundo capítulo