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SERENDIPITY por evolet kun

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Notas del capitulo:

Sin nada que decir, por el momento>:/

Capítulo 5

Las frutillas y las espinas

 

_ Hay que descansar, mañana partiremos temprano, así que,Shika ven._ El venado albino entró por la pequeña puerta con algo de dificultad pero finalmente dentro de la residencia se acercó a los dos muchachos que yacían en una esquina cerca de una ventana, se acostó detrás de sus espaldas para servir de almohada._ Recárgate, Shika te dará calor suficiente para dormir, no es una cama, pero es cómodo._  El doncel realizó el consejo que le dijeron y se recargo de lado, para ver al elfo de frente, dedicándole una mirada de dulzura que hacía brillar sus ojitos azules acompañada de una sonrisa de labios cerrados.

El elfo lo miro por unos pocos segundos sin llegar ha ser un minuto hasta ver como los parpados tersos del rubio se cerraban completamente y éste se acurrucaba con el ciervo para reconfortarse de calor y suavidad en el fino y suave pelaje del animal.

Tomó las velas apagando una de un soplido y la otra usándola como guía para salir de la librería. Inmediatamente el ciervo se tensó y busco liberarse para ir con su amo._ Quédate ahí, vas a despertarlo._ Susurró muy bajo haciendo sonar su voz muy cómica pero el animalillo no quería hacer caso._ No me hagas repetirlo, si se despierta me harás enojar y no te daré tus sabrosas peras que tanto te gustan, ¿oíste?_ dijo y el venado resignado se quedó quietecito en su lugar viendo como sale el moreno por la puerta.

Al azabache se le hacía muy extraño la soledad del pueblo, ahora que está parado en medio de la calle se le hacía muy curioso, como un pueblo fantasma, había luz de luna menguante pero una nube se posó en todo el lugar, como una enorme cobija tapando el pueblo completo, la lumbre de su vela era la única que iluminaba, ya no existía luna. Unas sombras blancas se pasearon a su alrededor, inspeccionándolo y luego se fueron hasta llegar a donde dormía un rubiales de lo más cómodo, el venado percibió la luz que entró sin vacilación y también dio vueltas a su alrededor revisándolos, luego se fue por donde vino y la oscuridad que se hizo presente se levantó de nuevo en una nube negra que avanzó con gran velocidad en dirección al sur.

_ Ahora entiendo, aquí Vivian pecadores sin salvación y creyeron que huyendo se salvarían de su destino._ Se dirigió de nuevo a la librería para también descansar._ Lástima que los ángeles de Dios sepan reconocer a los condenados, ahora irán por ellos a donde quiera que se encuentren.

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El día era sencillamente hermoso, con un cielo azul despejado daban ganas de sonreír sin vacilación, los ojos llenos de vida de Naruto veían todo a lo ancho y a lo lejos la naturaleza verde y jugosa que se apreciaba, iban por el borde de una montaña, un viejo camino que usaban los forasteros y desde la altura se apreciaba el hermoso paisaje tan perfecto.

_ ¡Es bellísimo!._ Exclamó con regocijo el doncel joven, extendió los brazos como si tratara de recibir un abrazo de esa belleza de ecosistema y lo golpeo un refrescante viento que le alboroto todos los cabellos y le provoco una risa.

_ No te quedes atrás, sigue avanzando._ Refutó el Elfo varón desde adelante.

Era comprensible que el joven rubio estuviera tan emocionado, después de todo, era su primera vez explorando el mundo, debía justificar su alegría pero tenía una misión muy importante que cumplir.

Pasaron por un puente de madera que lucía estable y el doncel rubio tan feliz estaba que luego se dio cuenta que el azabache ya había recorrido un gran tramo hasta pisar tierra firme, feliz, corrió alegremente hasta darle alcance a su elfo amigo, quedando muy cerca, viendo su espalda con cierta adoración, se permitió juzgar la apariencia del apuesto varón; su cabello negro tenía un particular y sofisticado peinado que envidió con sana admiración, su ropa era tan bonita y vaporosa que no dejaba a la vista su cuerpo fibroso, tenía un pantalón gris a la medida, una camisa  azul larga y ancha, su cinturón de cuero donde portaba sus armas con muñequeras y un chaleco de plata y su arco entrecruzado al cuerpo, con la parte de madera en su espalda al igual que su carcaj donde guardaba sus flechas.

Cada vez que lo veía, aunque fuera sólo de espaldas sufría de arrobo por el Elfo, y ese sentimiento crecía en medio de su pecho, e iba creciendo más y más sin darse cuenta.

Algo singular que el hermoso doncel había notado era el particular silencio que siempre los acompañaba a todas partes, es decir, el pelinegro no hacía ninguna clase de plática, era muy serio, callado. Y Naruto deseaba su atención.

_ Me gusta tu ropa._ Aceleró unos cuantos pasos más para quedar lado a lado y entablar una conversación.

_ Pues gracias, tienes buen gusto.

_ ¿Crees que yo pueda usar ropa como la tuya algún día?

_ De ninguna manera, esto es ropaje de los elfos no puedes utilizarlo porque eres humano._ Contestó sin tono especifico.

_ ¿por qué siempre haces lo mismo?_ Debatió el doncelito con un puchero.

_ ¿de qué hablas?_ Lo miró de reojo y con una ceja arqueada.

_ De eso, de ser un elfo o humano, me ofende que me trates tan despectivo como si fuera un pecado o si fuéramos demasiado diferentes.

_ Lo somos.

_ La única diferencia que yo veo son tus orejas, “que me gustan mucho”._ Pensó en voz alta.

_ ¿Qué?

_ ¡Nada!

_ Hmp

_ No deberías ser tan ah? Tan mmm._ buscaba la palabra adecuada y pensaba.

_ Misántropo?_ Completó el de ojos negros y bonitos.

_ ¡sí! ¡Misántropo! No deberías ser tan racista.

_ Oye, lo lamento  sí?_ sus disculpas no eran sinceras ni con arrepentimiento eran más por obligación y educación._ No es que pueda evitarlo, así son las cosas, hay claras singularidades entre nosotros y no hablo sólo de lo físico, también costumbres y conocimientos, no es que no los respete._ Alegó.

_ A no? _ preguntó inocente.

_ Bueno, en realidad no los respeto pero no soy  nada más así con los humanos, también con las otras razas, mis acatamientos no son para cualquiera sólo para los que se lo ganen. Incluso mi actitud es seca con los míos, en menos medida claro está._ Al doncel rubio le recordó una cosa en particular y decidió preguntar.

_  Sasuke, recuerdas el libro que te mostré? El que tenía el hombrecillo que confundí contigo.

_ Sí, fue una ofensa grande._ Respondió sin girar a verlo o interesado en seguir con la plática.

_ Lo lamento, me confundí, es que son parecidos, usan ropa igual de extraña y sus orejas son picudas._ Al ojinegro le dio un tic en la ceja por intentar controlarse.

_ Ya te dije que es un duende, además, los elfos nos somos los únicos con pabellones apicales, también otras especies como los duendes que mencionaste, algunas hadas, troll y…

_ Apicales?

_ Significa punta, por eso el termino de orejas en punta.

_ Oh, bueno, cuéntame de los duendes.

_ Bien, que puedo decir de esos engendros, son de baja estatura no tanto como los enanos pero a comparación de un elfo si lo son, son de las pocas criaturas encantadas del bosque que nacen con poderes mágicos. Y usan sus habilidades para hacer travesuras en vez de ayudar,  las ocasiones en que acuden a el socorro es por alguien desdichado y perezoso que no quiere hacer una tarea fácil, lamentablemente para ti, los humanos son los que caen en sus trampas._ Vio al doncelito que gesticulaba un puchero con ojos zorrunos._ Luego te piden algo a cambio que por lo general no puedes pagar, algo difícil.

_ Son tan complicados? No hay forma de engañarlos?

_  Pues, les gustan mucho los acertijos, si eres listo puedes retarlos con eso, pero déjame decirte que no se andan con contemplaciones, desde que inicia el juego te dicen los acertijos más complicados que puedas comprender, sólo los genios pueden darles batalla, en el último de los casos, cuando se ven acorralados sueltan su haz bajo la manga.

_ ¿y tú sabes cuál es?

_ Por supuesto que lo sé_ Pausa dramática._  te preguntan su nombre._ Dijo

_  Eso sería exagerado.

_ Exacto, por eso lo cuestionan, porque saben que desconoces su identidad y son tan astutos que omiten las presentaciones cordiales para evitar decirlo._ Naruto estaba cada vez más sorprendido de la sabiduría del azabache, era más que increíble._ Pero hay una forma de saberlo.

_ ¿¡Cual es!? ¿¡Cual es, dattebayo!?_ estaba tan emocionado y curioso que no podía quedarse con la duda.

_ Es fácil, el nombre de los duendes se relaciona con la cualidad más vistosa que tienen._ Se detuvo cerca de la rama de un árbol que tenía bayas pequeñas y rojitas.

_ ¿Cómo está eso?._ Debatió confundido, viendo como el ojinegro arrancaba las frutillas de una en una.

_ Los duendes son muy entusiastas y sus apellidos no tienen gran ciencia o dificultad, normalmente se relaciona con su cualidad, si observas que uno engulle bayas a cada momento deduces que su nombre tiene que ver con la fruta que come._ El rubiales no le quitaba la mirada de encima._ Es por esa razón, que desde el primer momento que tienes contacto con uno de ellos debes ser muy observador, además de saber responder a sus acertijos, sería difícil si no te concentras._ Se acercó al doncelito y le dio todas las bayitas que había recolectado._ Ahora hay que continuar._ El rubito empezó a degustar las frutillas que amablemente le ofreció el pelinegro y prosiguieron con su camino.

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_ ¡Mira,Sasuke, un río!_ Señalo con su dedito muy emocionado para seguidamente correr al sitio antes mencionado.

A continuación, los tres se acercaron al agua para refrescarse. El venado bebía agua con ayuda de su lengua, el varón llenaba su cantimplora de bambú y el doncel usaba ambas manos para saciar su sed.

_ ¡quiero darme un chapuzón!_ Exclamó el rubio de ojos azules.

_ No es mala idea._ Completó el otro mientras secaba el sudor de su frente con el antebrazo, luego cuando abrió los ojos su cara se llenó de sorpresa y sus ojos estaban redondos como platos._ ¡Naruto, usuratonkashi! ¿¡Qué crees que haces!?

Un rubiales comenzaba a desamarrar la correa de su chaleco de cuero con una sensualidad inocente que no sedujo a Sasuke pero que si lo avergonzó en supremasia, los humanos eran unos alborotadores de hormonas sexuales.

_ Quiero meterme al agua._ Defendió el de ojos zafiro.

_ Hazlo mientras no este mirando!

_ Nadie te esta obligando a mirar._ Eso era cierto, vencido el elfo respondió.

_ De acuerdo, puedes asearte mientras espero, pero no tardes demasiado._ Se alejó tapándose un lado de la cara para no mirarlo hasta desaparecer de su vista.

Naruto ahora estaba completamente desnudo cumpliendo su capricho de remojarse en el agua cristalina, se sumergía y salía con gran fuerza y jugetonería para salpicar mas agua.

_ ¡Sasuke! Es  muy divertido, ¿ no quieres venir?._ Ofreció muy animado pues deseaba incrementar su diversión. El teme esperaba sentado detrás de un árbol para resguardar la privacidad del insolente rubito atrevido, mientras anotaba en unas hojas datos con gran ímpetu.

_ Estoy bien así, continua tu._ Respondió algo distraído.

_ Como quieras_ se dejo flotar sobre el agua para ver el cielo sin nubes, continuó flotando en lo que el agua lo guiaba hasta el otro extremo del rio, cerró los ojos por un momento, disfrutando de la paz y tranquilidad. Sasuke le agradaba demasiado era tan genial, no quería alejarse de su lado. Era el amigo que tanta falta le hizo de niño.

Abrió de nuevo los ojos y un animal lo observaba curioso._ ¡Ahh!._Exclamó. Se levantó de inmediato quedando de pie y entrecruzo los brazos para cubrir su pecho desnudo admirando a la criatura que le veía.

Era un hermoso caballo blanco, con una cabellera larga y sedosa que asemejaba a la plata más limpia en forma de hilos, sus pezuñas eran doradas como las monedas de oro, sus ojos parecían hermosas lunas arcoíris con una increíble profundidad que no lo dejaban de ver con atento, tenía un curioso y largo cuerno torcido en la cabeza de un color dorado como las pezuñas sólo que más brillante porque enamoraba como si tuviera incrustado diamantes tan pequeños con el tamaño de las hormigas.

Agitaba su cola lentamente dejando ver un pelaje igual de bello, acaso era un ¿unicornio?. El cuadrúpedo al igual que ellos fue en búsqueda de agua para hidratarse, hallando un hermoso doncel desnudo de piel acaramelada con unas partes sonrosadas como los cachetes, hombros, rodillas y su zona intima que parecía un capullo de flor, dejando en evidencia la sensualidad virgen del muchacho.

Naruto estaba estático en su lugar sin saber que hacer, el animal lo observó por un par de minutos más, se inclinó para beber un poco de agua y cuando se sintió saciado de ver en pelotas al doncel se dio la vuelta y desapareció.

El muchachito se hallaba aun parado en su mismo lugar, luego escuchó como  Sasuke le gritaba el que se apurara porque debían seguir con su viaje, Naruto, salió y cambió con rapidez y se fue corriendo con el elfo sin mencionarle nada de lo ocurrido al pensar que fue parte de su imaginación.

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_ Oye, Sasuke, ¿Puedo saber a donde vamos?_ Luego de un largo camino de tres horas acompañado de un tedioso silencio, típico del Elfo, el Doncel se atrevió a preguntar.

_Estamos en medio de una investigación, chico impertinente_ Respondió escueto.

_ ¿Y de que trata tu investigación?_

_ No tiene nada que ver contigo, Naruto, tu sólo…_ De repente el ciervo que los llevaba en su lomo se altero. Relinchando y levantándose en dos patas, tirando a los jóvenes con un golpe seco y ocasionando un dolor en la rabadilla para después salir galopando en desesperación, perdiéndose entre la maleza._ ¿Y ahora a este animal que le pasa? _Alegó enojado, levantándose de inmediato para ir tras su animal, dejando presuroso al rubio chaval que todavía no se levantaba.

_ ¡Espérame, Sasuke, ttebayo!. _ Gritó para que el otro pudiera oírlo, pero así como el animal se fue sin rastro también el Elfo._ ¡rayos!_ Exclamó algo irritado y frustrado, comenzó a caminar despacio mientras se sacudía las posaderas, lamentablemente no encontró pista de su querido Elfo y dentro de su pecho se formaba poco a poco miedo e incertidumbre por la posible pérdida a la cual se enfrentaba en ese momento._ ¡Sasuke!_ Gritó_ ¡No me dejes aquí!_ Volvió a decir, esta vez en reproche. Se escuchó un crujido entre las hierbas._  ¿Sasuke?_Cuestionó esta vez con cierto temor._ Mejor me voy de aquí._ Y se hecho a correr como sus pies de cervatillo le permitieron, al ser un joven ligero podía correr con mucha rapidez, no por nada logró huir de un gigante seboso._ ¡Sea lo que seas, déjame en paz! ¡Yo no te he hecho nada!._ Corría con los ojos cerrados ya que se había golpeado con unas cuentas ramas._ ¡Kya,dattebayo!_ Era tanto su miedo, que sin fijarse, fue a parar a un hoyo, cayó sobre sus palmas y rodillas en un sitio que no era tierra, era un rosal con demasiadas espinas ,estas se clavaron hondo en su piel suave como crema de nata y sangraron, no demasiado, el dolor era angustiante igual que el de su corazoncito.

_Naruto, baka, espera ahí, no te muevas._ Escuchó que le dijeron, alzó la cabeza, justo enfrente, fuera del hoyo estaba Sasuke intentando solucionar el problema, parecía un poco intranquilo, no sabía el porqué, quizás por su venado recién escapado, pero sin duda a Naruto se le alegró el corazón al verlo, demasiado diría._ Deja de moverte, te lastimaras más, ya de por si._ Alegó el azabache al ver que el rubiales se movía de a poco para intentar salir por su cuenta sin ser consciente que se encajaba más las espinas en sus manitas y rodillas._ Te sacare, no te preocupes._ dijo con su tono de voz habitual; insondable y evocador, ¡cómo poder resistirse!. El rubito hizo caso al escucharlo ya cerciorado de que el Elfo estaba a su lado y concluyendo el desastre al salir del hoyo gracias al de atrayentes orejas puntiagudas.

Salió debido a que el azabache lo aló de las muñecas_ Mira, si te lastimaste_ Mencionó al ver sus manos aun sin soltarlo._ no es tan grave pero mejor curamos las heridas._ Algunas espinas se habían quedado en la pielecita, pero el Elfo con todo el cuidado del mundo se las sacó de a poco y una en una, después enjuago sus manos con el agua de su cantimplora de caña, luego hizo lo mismo con sus rodillas, el doncel humano tuvo que sentarse en plena tierra para que Sasuke continuara, realizó la misma acción quitó las espinas con primor, tan concentrado estaba que no pudo notar la blandura con la que era apreciado por el niño humano y de marquitas. Naruto era testigo de cómo el hermoso Elfo vendó con delicadeza y ternura sus zonas lastimadas Y Naruto no evitó sentirse la persona más especial del mundo por su trato tan dulce.

_ Ahora estarás mejor, pero debemos buscar algo para esas heridas._ Se levantó del suelo y sacudió su rodilla izquierda que era la que había usado de apoyo en la tierra._ Debemos continuar a pie y buscar un refugio._ El chaval rubial se levantó y lo siguió sin decir nada, ni siquiera ofreció las gracias, estaba un poco seducido por el comportamiento del pelinegro, no quería decir nada, bueno, si lo deseaba con todo el alma pero la fogosidad de la parte central de su pecho advertía al pensamiento que podía hacer una cosa estúpida, así que no dijo nada, pero cada vez que volteaba a ver al hombre joven enfrente suyo la fogosidad aumentaba, así que dejaba que el moreno avanzara un paso más para no tenerlo tan cerca pero luego él daba dos para tenerlo a su lado y ver su perfecto perfil. Miró las vendas de sus manos y siguieron su camino.

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_ haz estado muy callado desde hace rato, me gusta el silencio pero horas atrás intentabas por todos los medios el hacerme platica y ahora no dices ni “Ako”._ Mencionó luego de rato, mirando de lado al precioso jovencito a su lado, que aunque desnutrido era vivas y bello. Sin embargo, su acompañante estaba distraído observando sus vendajes con cierto sentimiento reprimido, un sentimiento con el cual estaba luchando con creces, que no quería dejar salir a flote pero que sus ojos se querían rendir y expresarlo con delicia._ ¿Estas así por tu caída de hace rato?_ Preguntó con cierto timbre de preocupación. Sólo entonces el doncel le prestó atención y correspondió a su mirada, eso ojos frescos y alicientes le dieron un golpe brusco a su pecho y le retiró la mirada al no aguantarlo.

_ No es nada… yo… nada más._ Se quedó callado al no saber como continuar. El pelinegro lo notó y lo dejo así luego prestó su atención al camino encontrando una cueva curiosa.

_Podemos refugiarnos en ese lugar, ya es de tarde, hay que descansar, recogemos algunas ramas para hacer fuego en la noche._ El azabache reviso por fuera la gruta para comprobar que nadie la ocupara, al ver que estaba vacía y aceptable prosiguió._ bueno, debemos buscar madera.

Luego de rato, cuando ya todo estaba oscuro, se apreciaba desde afuera del refugio una luz llameante que proporcionaba calor a sus habitantes.

_ Dime una cosa, Sasuke, ¿Por qué tu venado blanco se fue de repente?, parecía ansioso._ Naruto recargaba su espalda en la pared, tenía los pies recogidos y abrazaba sus rodillas mientras el de orejitas puntiagudas movía con un palo delgado los trozos de madera para impedir que el fuego se extinguiera.

_ Shika es un ciervo adulto, alguna hembra de su especie debió entrar en celo y se fue en su búsqueda._ Respondió simple._ Si tiene suerte podrá aparearse sin problema a menos que lleguen más machos al mismo punto de reunión, entonces tendrá que luchar para ganarse ese derecho._ El estómago de uno de ellos gruñó._ Tardará en volver, nosotros debemos seguir.

_ Pero… ¿Qué pasara cuando no te encuentre?

_ Sabrá como volver a mí, no te preocupes._ Esculco entre sus bolsillos sacando más frutillas rojas y dándoselas al doncel de panza gruñona, había recogido algunas cuando quiso alcanzar a su ciervo, como consecuencia el muchacho de pelitos rubios se lastimo, tenía la particularidad de meterse en problemas de lo poco que llevaban de conocerse. _ Cómelas y luego duerme, nos levantaremos temprano, ahora sin shika tardaremos más._ El doncel se acercó a gatas y recibió la comida, sus manos se rozaron y fue lo más bonito que pudo sentir, después comió las frutillas sin rechistar aunque quería darle al Elfo, éste las rechazó sabiendo del particular apetito que acompañaba al Humano, luego de cenar regresó a su anterior sitio y se recostó de lado con los pies recogidos, una posición muy acostumbrada.

El Elfo lo vio acurrucarse._ Nunca antes había estado tan cerca del fuego._ Dijo el doncel con voz susurrante demostrando que se empezaba a quedar dormidito de a poco.

_¿No?

_No, lo más cercano que eh estado fue en una ocasión ya hace muchos años, era un crio…

Recuerdo que era de noche y las nubes se empezaron a caer dejando la tierra cubierta de blanco, fue la primera vez que paso en mi pueblo pero no volvió a ocurrir, no había mucha gente fuera y si había estaban cubiertos con muchas pieles de borrego, al parecer no resistían tanto el frio como yo que no poseía lana sobre mi espalda, después me acerque a una ventana y me asome, era una familia cerca de su chimenea; tres personas, una madre de pechos bonitos que cobijaba a dos niños con una enorme manta de color rojo, los tres juntos arrimados en la chimenea cerquita del fuego.

Cuando los vi así entonces me dio más frio y ya no sentía mis dedos, estaba parado de puntillas para alcanzar a verlos sólo entonces imagine que estaba adentro con ellos, yo en medio, sobre el regazo de ella, la abrazaba y me recargaba sobre su busto para llenarme de calor._ Una sonrisa infantil y tierna se formó._ Entonces deje de tener frio…zzz.

_El elfo, no dijo nada en lo absoluto incluso después de que su compañero humano terminó de narrar, sin expresar su sentir se levantó, se quitó la capa y con ella cubrió al doncel que ahora reposaba dormido en el suelo.

Fin del 5to capítulo

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

hay que salvar el semestre!!!


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