Todavía seguía preguntándome cómo había terminado en esa situación, estaba en un autobús rumbo directo a un viaje de estudios, era el infierno de los profesores, bueno, más bien las profesoras. Cuatro profesoras destinadas a ser las guardianas de un ejército de adolescentes hormonados y no cualquiera, no éramos nada más ni nada menos que Scarlett, Jane, Kim y yo.
¿Por qué tantas historiadoras? Muy sencillo, un viaje cultural, mucho arte e historia. Y traíamos a Kim para darle algo de ciencia al viaje. Eso de tener tantas historiadoras suponía que no necesitáramos ningún guía turístico.
—Espero que no hagan mucho ruido, no he podido dormir nada esta noche. —le dije a Jane.
—Te comprendo, yo tampoco pude pegar ojo. —me contestó en un susurro.
—Seguro que tampoco fue tan malo. —hablaron Kim y Scarlett en un susurro travieso.
FLASHBACK KARLY/KIMKAT/KATHERLY/KIMBERIN (KIMBERLY + KATHERIN ELIJAN NOMBRE O PLANTEEN EL SUYO)
En plena noche de pasión en la que el cuerpo de Kim se encargaba de calentarme y sus caricias me llevaban a tocar el cielo con la punta de mis dedos, no nos acordamos de que tendríamos que madrugar, prolongando nuestro «juego» mucho más, de una forma más intensa.
¿Cómo había terminado de nuevo perdida en su tela de sensualidad? Recordaba decir que tenía frío y ella contestó que se encargaría de calentarme. Qué inocente de mí al creer que me abrazaría y nos taparía con una manta; aunque había que decir que tampoco me molestaba volver a sentirme satisfecha.
También influía todo lo que habíamos vivido por la mañana en el instituto, ese beso mágico y tan deseado fue el detonante de la situación actual.
—¿Me amas? —decía en un susurro erótico al mismo tiempo que estimulaba todo mi cuerpo en la típica situación de sadomasoquismo.
—Demasiado como para expresarlo con palabras. —confesé gimiendo y buscando sus labios para besarla y sentirme totalmente complacida.
—¿Sabes cuánto me has excitado en ese combate de artes marciales? No sabía que habías llevado tu kimono para la ocasión.
—Lo malo es que se me olvidó una camiseta interior.
—No fue tan malo, me estuviste recreando durante todo el combate. ¿Sabes lo excitante que es ver a tu amada sudorosa y fiera dándose golpes con otro bombón? ¡Pagaría por volver a ver algo así!
—Salí victoriosa, eso fue lo mejor.
—Oh, cariño, ¿acaso creías que alguien que no había experimentado un combate en la vida real podría contigo? Eres la matona de Nueva York.
—Ya no estamos en América, aquí todo es diferente.
—Podríamos ir a hacerle una visita a tu hermano, ¿no crees?
—¿Te he dicho que se van a casar?
—Oportunidad de oro y ahora, cierra esa boquita y déjate llevar por el placer prohibido. —me dijo besándome para aumentar el ritmo de su toque y llevarme a un intenso y deseado orgasmo en el que volví a gritar su nombre como en antaño.
—Has mejorado bastante en todo este tiempo…
—Que no haya podido superarte no significa que no haya tenido ligues de una noche, aunque algunos no llegaban ni a la noche. Nadie se podrá comparar contigo.
—Sigo siendo la diosa de la perversión y el sexo.
—Y mi roquera favorita… ¡Maldición! ¿Has visto la hora?
—¡Joder, Kim! ¿Cómo hemos podido estar haciéndolo hasta las dos de la mañana? ¡Tenemos que levantarnos en tres horas!
FIN FLASHBACK
FLASHBACK JALETT (JANE + SCARLETT. ORIGINAL, ¿EH? XD)
Se suponía que era el turno de Scarlett de hacer la cena, solo que Jane tenía otro tipo de hambre voraz que la llevó a apagar los fogones y llevar a su mujer contra la encimera para comenzar a besarla.
—¿No decías que tenías hambre?
—Tengo mucha hambre, pero de ti. —dijo besando su cuello y succionando la piel de esa zona tan sensible, provocando que ella curvara su espalda.
Esas palabras fueron suficientes para encender la llama del amor y la pasión, ninguna rompió el beso, solo se dedicaron a explorar sus pieles por dentro y fuera de la ropa, calentando la atmósfera y el ambiente. Teniendo una desembocadura digna de vídeo porno. Jane tomó a Scarlett por la cintura, la elevó y la sentó en la encimera, al mismo tiempo que comenzaba a estimular su clítoris por dentro de los pantalones; mientras, la mayor la despojaba de sus ropas y comenzaba con sus arañazos que la llevarían a perder el control.
De la cocina pasaron a la ducha, de la ducha al dormitorio… ¿Quién pensaría que una pareja desde hace tanto tiempo siguiera siendo tan activa? ¿La magia se pierde? Ellas no le dan tiempo ni a desnortarse, pues ya están encontrándola cuando menos lo esperan. No importa el momento, la situación, ni la hora. En esos momentos solo sabían una cosa, querían pecar junto a su amada y darse placer mutuamente. ¡Qué bonito y apasionado es el amor! Excepto si te pilla en plena jornada laboral, entonces tenemos un problema.
FIN FLASHBACK.
—¿Estuvieron corrigiendo nuestros exámenes? —preguntó un alumno con inocencia.
—Sí, estuvimos corrigiendo hasta altas horas de la madrugada, así que dejadnos dormir. Si no lo hacéis, un punto menos en el examen. —dijo Scarlett sacándonos de un apuro.
La verdad es que estaba muy claro lo que habíamos hecho, sobre todo si te acercabas a nosotras y veías las marcas que resplandecían con intensidad a pesar del maquillaje. Scarlett y yo lo teníamos más fácil, siempre llevábamos pañuelos en el cuello, por lo que disimularlo era sencillo y discreto.
—Están de un gran humor para haber estado corrigiendo, ¿seguro que no estuvieron haciendo otras cosas? —preguntó una alumna con cierta picardía, volviendo a ponernos en un aprieto.
En esos momentos, las excusas contra la realidad de las mentes eran algo diversas:
Mente de Kim
«No, no estuve corrigiendo exámenes, más bien estuve corrigiendo la actitud de una roquera difícil de dominar en cualquier sentido que no sea S&M»
Una imagen de ella azotando y mordiendo a una Kate esposada a la cama y vendada fue lo único que apareció en su mente al referirse a los sucesos de la noche anterior. Una roquera cubierta en sudor, un sudor que hacía que sus alas resplandecieran a la luz de la chimenea y pareciera un ángel caído a sus pies. Una mujer que expresaba todo en el silencio con una simple mirada cargada de deseo, excitación, lujuria y amor.
Mente de Kate
«Ni se me pasó por la cabeza corregir después de aquella insinuación. Kim necesitaba atención y yo se la di.»
La escena de su mente era Kim creando cientos de obras de arte a sus ojos al contornearse al mismo tiempo que ella se encargaba de dedicarle ciertas atenciones a su punto más sensible, empleando la lengua y sus manos. Una mujer que derrochaba sensualidad viéndose temblar y gemir, expectante a la oleada de placer que estaba por alcanzarla.
Mente de Scarlett
«¿Corregir? ¿Yo? Para eso tengo a Jane.»
A su mente llegó el momento en el que estaba siendo tumbada sobre la encimera al mismo tiempo que su mujer revolvía todos sus adentros con una maestría inimaginable y ella, ella solo podía temblar y gemir su nombre, rogando más y confesándole su amor.
Mente de Jane
«¡¿Quién va a corregir exámenes teniendo a una mujer sexy cocinando para ti con solo un delantal y unos leggins?! Porque yo, no.»
Sin duda alguna, lo que apareció en su mente no fue otra cosa más que su momento favorito de la noche, el mismo momento en el que ella estaba presionada contra los azulejos de la ducha y siendo excitada con la corriente intensa y continua del agua, junto con los dedos expertos de Scarlett que exploraban su intimidad y los que presionaban sus senos sin demasiada delicadeza, tal y como a ella le gustaba.
Y bueno, el resultado de todo eso fue un silencio colectivo unido a un sonrojo aún mayor que llegó hasta sus oídos.
—Seguro que se estuvieron dando «amor del bueno» hasta las tantas. ¿No veis lo relajadas y felices que se ven? Además, no son pocas las marcas que tienen…
—¡Nuestra vida privada no es de vuestra incumbencia! ¡Por algo es privada! Y si los señores se callan, podré dormir. Os advierto de que como no nos dejéis dormir, vosotros tampoco lo haréis en todo el viaje. —dije mirando a mis compañeras.
—¿Y qué pretendes hacer? —me desafió con una voz insoportable.
—Voy a consultarlo con las compañeras.
—Mira dónde nos has metido, ¿por qué eres tan bocazas? —me dijo Kim.
—¿Alguna sugerencia? —pregunté con ojos de cachorro y una voz de niña buena.
—¿Poner música a volumen muy alto?
—¿Estar llamando a las puertas a cada hora?
—¿Un cuarteto? —preguntó Jane por si acaso colaba.
Todas la miramos con una mirada gélida, para después reflexionar, quizá sí que tuviera razón. Esos muchachos iban a saber la intensidad de nuestro amor y pasión todas las noches sin descanso.
—Será una sorpresa, no tiene sentido si os la digo ahora. Algunos la amarán y disfrutarán, otros la odiarán, pero todos la experimentarán.
El trayecto de más de cinco horas de autobús se resumió en los alumnos cantando a grito limpio y nosotras intentando dormir. Qué ingenuos, acababan de despertar a una bestia extraña, peligrosa e imposible de controlar.
Durante ese viaje de estudios no solo aprenderían cultura, arte, historia, deportes de riesgo o los mejores bares de cada ciudad que visitáramos, sino que también entenderían que no tienen que desafiar a sus profesoras, y menos a nosotras, unas mujeres jóvenes, guapas, sexys y de ideas un tanto radicales de difícil aceptación.