Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Love Hurts por MissWriterZK

[Reviews - 18]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Otro capítulo. Estoy inspirada, no se acostumbren. No suelo ser tan prolífica jajaja. Espero que lo disfruten, aquí hay salseo del bueno, tal y como les gusta. No duden en decir qué les pareció. Va dedicado a mi querida amiga Señora de Hiddleston y a Zel. Siempre es un placer recibir comentarios.

Esa era una pregunta bastante buena, ni yo sabía la respuesta con certeza. Había sido un cúmulo de factores que estalló y me llevó a irme. Me sentía tan estúpida, tan idiota, tan fracasada… había perdido toda mi familia e incluso ahora, no podía disfrutar de mi persona especial.

—No lo sé, Kim. Te juro que no hay una noche en la que no recuerde ese momento y me pregunte por qué. —confesaba con una voz temblorosa, mezcla de ira y tristeza.

Ella no decía nada, solo me imploraba continuar con su mirada atenta y profunda.

—Creo que mis lágrimas difuminaron mis recuerdos. Solo sé que llevaba un tiempo viendo como cada vez estabas más presionada, incómoda y estresada. Y que en la noche en la que me fui y no regresé, una yo con más de dos litros de alcohol en el cuerpo, te vio bailando muy pegada a una chica despampanante y vi como le sonreías, esa sonrisa era la misma que tú me dedicabas.

FLASHBACK

Ahí estábamos nosotras en uno de los pubs más conocidos de Nueva York, yo disfrutaba de otra cerveza mientras bailaba mezclada con la gente y disfrutaba de las mezclas del DJ. A la distancia podía ver con claridad a mi sexy novia, parecía estar entretenida conversando con otra chica muy guapa. No tardaron mucho en animarse al ritmo de la música, bailar pegadas, demasiado pegadas, sus narices se estaban rozando y las manos de aquella extraña estaban recorriendo territorios exclusivos.

«Quizá se ha cansado de mí. Lleva unos días un tanto distante. Si ella es feliz así, sacrificaré mi vida para que ella siga igual que ahora.» pensé sentándome en el taburete de la barra para observarlas a una menor distancia.

La gota que sin duda colmó mi vaso, no fue otra que ver a esa rubia aproximarse a sus labios con decisión y pasión. Cerré mis ojos instintivamente, como si estuviera viendo algo que no debía. Me levanté, cogí mi bolso y salí con las lágrimas estropeando mi maquillaje y nublando mi mirada.

Escuché como me llamaba detrás de mí, pero continué avanzando. Ella había tomado su decisión, no había nada que pudiera hacer para evitarlo. Siempre supe que era demasiado buena, sexy y perfecta para mí.

—¡Kate, espera! ¡Por favor! ¡No nos hemos besado!

—¡¿Y qué?!

—Creía que era una broma, que no era en serio.

—Kim, nunca tienes ojos para ver más allá de lo que tú crees. ¡Mírate al espejo! ¡Eres un ángel encerrado en un cuerpo mortal!

—¡Deja de caminar!

—He tomado una decisión. ¡Me voy!

—¿Por qué me estás abandonando?

—No te merezco y tampoco quiero ser una carga en tu negocio. —eso fue lo último que dije antes de correr hasta quedarme sin respiración. Ella no me siguió y, probablemente me hubiera contestado con algo por lo que mataría por escuchar.

FIN FLASHBACK

—¿Por qué, Kate? Dímelo. ¿Por qué no escuchaste lo que tenía que decir? ¿Por qué no puedo olvidarte, aunque me hayas destrozado? ¿Por qué sigo amándote y estando molesta? ¿Por qué no puedo escribir un nuevo capítulo en mi vida? ¿Por qué? —gritaba a voz media al borde de las lágrimas. Su compostura habitual se había perdido y era imposible de encontrar en esa Kim sentimental y rota emocionalmente.

—Porque no te merezco. —contesté con un hilo de voz y cabizbaja, recibiendo una bofetada furiosa como respuesta.

—¡Tú no tienes el derecho de juzgarte como te plazca!

—¡Era una carga para tu negocio!

—¡¿Quieres escuchar lo que te grité a pleno pulmón cuando comenzaste a correr?! Abre bien los oídos y grábalo para no olvidarlo, porque yo no pienso hacerlo: «Cariño, tú eres mucho más importante que esas estúpidas drogas de diseño. Tú, tú eres mi todo, mi motivo para seguir adelante, mi sol en la lluvia y mi guía en la oscuridad. Te amo y me niego a continuar sin ti. No importa donde vayas, el destino nos volverá a unir y cuando eso ocurra, no pienso dejarte ir.»

—¿Por qué no me seguiste?

—¡Porque tenía miedo de que te fueras igualmente!

—Con un te amo hubiera permanecido a tu lado por siempre…

—No te haces una idea de lo rápida que eres. Ya me es difícil alcanzarte plana, imagina con tacones… —se excusaba arrepentida.

—¡Tonterías! —grité antes de abalanzarme contra ella.

La golpeé y la besé con fuerza, desconocía porque la había besado, pero no era un beso tierno o sentimental. Era un beso desesperado y voraz, ella me correspondió con más intensidad aún, tirando de mi cabello y mi cuello, profundizando el beso. Me empujó sin control y me estampó contra uno de los bancos de madera.

Después de habernos empujado, golpeado, zarandeado y besado, volvimos a nuestra paz interior y nos contemplamos como si nada de eso hubiera pasado.

—Eso no significa que te haya perdonado… —dije lamiendo mis labios inconscientemente.

—Cree lo que quieras. Haré lo que sea para volver a gustarte. Aunque debo decir que los besos por odio son algo excitante, sobre todo para ti, mi masoquista preferida. —se despidió con una sonrisa triunfal, entrando de nuevo al edificio, dispuesta a ir a impartir sus clases de Química.

Mi primera clase llegó y con ella, los nervios primerizos, intenté disimularlos, concienciándome de que nada malo iba a pasar. Ya había dado clases con anterioridad, no había por qué tener miedo.

Entré con decisión y me presenté con seguridad y una sonrisa cálida. Todos me miraron hipnotizados, cosa que amplió aún más mi sonrisa. Resultó que ese curso también era mi tutoría y tenían una fama compleja, me recordaban a mi antigua fama y juventud.

Me ofrecí voluntaria a impartir en la ESO, pues sabía cuanto odiaban esos cursos tanto Scarlett como Jane y yo me especializaba en Historia Antigua y Contemporánea, una mezcla un tanto extraña, tal y como yo.

Después de haber intentado aprender los nombres de mis alumnos, haber contado mi vida de forma muy superficial y bastante maquillada, comencé a escribir en la pizarra un breve esquema sobre la Prehistoria, diferencias entre fases y edades históricas y la evolución del hombre, acompañados de mini dibujos para amenizar algo tan pesado como eso.

El resultado fue todo un éxito, los alumnos reían, participaban y bromeaban conmigo. Pero eso no evitaba que yo fuera la presencia dominante, tenía que imponer mi hegemonía desde el primer día si no quería que esos pequeños revoltosos me devoraran. Mandé tareas, más bien un pequeño trabajo de investigación sobre el Paleolítico. Quería que tuvieran una idea más o menos general antes de comenzar a tratarlo con mayor profundidad.

El recreo llegó y yo fui directa a la sala de profesores, mis antiguas profesoras me habían dicho que había algo preparado para las recién llegadas ahí. Entré y vi a todo el personal reunido en torno al enorme conjunto de mesas y riendo con las ocurrencias de mi ex. Nunca perdía su carisma ni su habilidad para la comedia.

Sus miradas se centraron en mí y comenzaron con una ronda de preguntas sobre nosotras dos bastante intensa.

—¿Es cierto que os conocéis de antes?

—Sí, nos conocimos durante la universidad. —contesté con educación.

—¿Cómo fue vuestro encuentro?

—Kim, te toca.

—Fue en uno de los conciertos que organizaba su grupo de rock. Lo recuerdo como un momento mágico, mis ojos se sintieron pegados a su vocalista y guitarrista desde que la vi poner un pie en el escenario. Además, ese traje era bastante provocativo.

—Tú tenías un aura enigmática e hipnótica. Estabas rodeada de amigos que reían, bebían y disfrutaban con nuestra música.

—¿Cómo avanzó la situación?

—La invité a unas copas y estuvimos conversando durante toda la noche. —narraba perdiéndome en mis recuerdos.

—Y también…

Intercepté esa información posando mi rodilla flexionada a unos milímetros de su intimidad, aprovechando mi posición, para susurrarle al oído.

—Será mejor que no digas nada más. Acabamos de llegar…

—¿Sabes que me pones a cien?

—Es bueno que ambas sigamos teniendo esa influencia en la otra. Creía que era la única.

—Míralas, Scarlett. Hemos visto el lote que se han dado en pleno patio y ahora eso…

—Debemos reclutarlas…

—Sin duda alguna.

—¿Qué tan lejos ha llegado vuestra relación? —ahora era Jane quien preguntaba y yo la fulminé con la mirada.

El primer recuerdo que llegó a mi mente fue una ducha candente en la que nuestros cuerpos desnudos estaban en contacto, perdidos uno en el otro, incapaz de distinguir donde acababa uno y comenzaba el otro. Nuestros besos apasionados, las caricias mágicas y la inolvidable sensación del orgasmo bajo la corriente del agua tibia.

—Es una pregunta personal. Lamento no poder satisfacer vuestra curiosidad. —acababa de salvarme la vida y ya estaba pensando en qué precio tendría que pagar por ello, cuando sentí como sus manos recorrían mi espalda y mis glúteos, haciéndome estremecer.

Notas finales:

Me encantan estos finales que lo dejan todo en el aire, a la imaginación del lector y a su deleite XD.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).