Durante el trayecto hacia los estudios de grabación podía sentir la incomodidad del ambiente.
Mánager Hyung iba de copiloto en la Van, Namjoon optó por sentarse detrás del asiento del conductor, mientras que Yoongi se sentó detrás de él junto a la ventana y yo decidí sentarme en el asiento de la ventana contraria a la de Yoongi.
Nadie hablaba nada, solo el sonido de la radio siendo cambiada por nuestro Mánager -sin muchas ganas realmente de querer escucharla- era lo que menguaba el silencio.
Había sido un idiota total por actuar sin pensar. Lo peor de todo era que seguramente Namjoon se había molestado conmigo por haberlo besado de tal manera, y estaba seguro que pediría explicaciones del por qué lo había hecho.
¿Qué le voy a decir?, Pensé.
Era la vigésima vez que lo pensaba desde que nos habíamos montado a la Van, y en ninguna de esas veces había encontrado una buena respuesta más que lo que realmente había sido, un impulso. Pero no estaba seguro cómo se tomaría Namjoon esa respuesta.
Si le decía a Namjoon que lo había besado por impulso, talvez pensaría que podría hacerlo con cualquiera, pero eso yo jamás lo haría. Lo más probable es que se molestaría conmigo y me dijera unas cuantas verdades, pero, si eso sucedía entonces yo también tenía derecho a molestarme por el beso que él me había dado la tarde anterior al salir del foro número seis, sin contar el beso que él me dio la noche anterior y que había pensado que había sido simplemente un sueño.
La verdad es que ambos teníamos serias explicaciones que darnos; yo por haberlo besado de esa manera y salir huyendo después, y él, por haberme besado ya dos veces.
Solo me quedaba rogar al cielo por poder controlar mis sentimientos al tener que hablar con Namjoon.
Cuando llegamos a nuestro destino fuimos en busca del resto de los chicos. Les encontramos en la misma sala donde habíamos estado el día anterior cuando ellos estaban esperando que yo terminara de grabar.
Antes de que nuestro Mánager se fuera a seguir haciendo su trabajo con respecto a nuestras agendas, nos dio las indicaciones del día.
Para entonces debíamos dividirnos en dos grupos: la Rap Line debía ir al estudio de Yoongi a trabajar en algunas composiciones, mientras que los vocalistas iríamos al estudio donde estuve el día anterior para seguir trabajando en las grabaciones.
Fue un alivio para mí saber que Namjoon y yo estaríamos separados por un tiempo. No creía poder concentrarme en mi trabajo si le tenía cerca.
La mañana de trabajo comenzó transcurriendo con normalidad.
Los chicos comenzaron a realizar las grabaciones de las nuevas canciones, por lo que, como yo ya lo hacía después, simplemente me tocaba sentarme en el sofá detrás del productor mirando y escuchando a los demás.
No lo niego, de repente había momentos en que los miraba haciendo su trabajo y el recuerdo de todo lo que ellos no sabían, invadía mi mente haciéndome suspirar deseando que nada de lo que estábamos haciendo en ese momento terminara.
Me sentía extremadamente mal tras recordar que Namjoon junto a mí, éramos los únicos que podíamos hacer que todo continuara como lo hacíamos hasta entonces.
No quería dejar de vivir así, no quería dejar de cantar, dejar de bailar, dejar de trabajar para intentar ser cada vez mejor en lo que hago, dejar de estar con los chicos, y mucho menos, no deseaba jamás dejar de verlos sonreír cada día sin importarles lo agotador que había sido el anterior porque a pesar de ello, sabían que de esa manera lograrían cumplir cada uno de sus sueños.
Me dolía, por supuesto que sí, pero había tomado una decisión, y era que no iba a permitir que nada de eso terminara ni para los chicos, ni para las personas que trabajaban con nosotros en la empresa.
Así es, había tomado la decisión de sacrificar mi amistad con Namjoon principalmente para lograr que nada de lo que estaba pasando acabara con nuestros sueños, a pesar de todo lo que traería como consecuencia. De la misma manera, sentía que también lo hacía debido a que tampoco quería que la situación acabase con el sustento de las familias de las personas que laboran para el buen funcionamiento de la compañía.
Horas más tarde había llegado la hora del almuerzo.
Los chicos y yo nos fuimos desde la sala de grabación hasta la sala de reuniones que se ocupaba más para nosotros mismos que para reuniones de la misma empresa. Era costumbre de nosotros ir a almorzar y descansar ahí.
No obstante, cuando llegamos a la sala nos dimos cuenta que los del otro grupo habían preferido comer en el estudio de Yoongi, pues solamente estaban los platos que nos tocaba comer a nosotros cuatro, y también, según el asistente que nos llevó la comida, los otros habían tomado esa decisión para no perder tanto tiempo ya que querían avanzar con su trabajo mientras comían.
A pesar de haberme mentalizado desde antes para ver a Namjoon durante el almuerzo, sabía que había sido mucho mejor no tener que hacerlo. Todavía no me sentía seguro de mirar a Namjoon y poder ignorar la manera en la que lo besé sintiendo las emociones que despertaban en mí por ese recuerdo.
Había logrado estabilizar mis pensamientos al no tener que verle, no quería arruinarlo tras mirarle de nuevo y recordar todo lo que entonces nos involucraba a ambos.
Los minutos pasaron entre nuestra comida y conversaciones de los chicos en las que de vez en cuando participaba, pero claro, no con el mismo entusiasmo que ellos; aunque me recordaba constantemente que debía lucir como si todo estaba bien.
Cuando terminamos nuestro almuerzo, los chicos comenzaron a comentar lo que harían cuando acabaran de grabar.
Después de escuchar que Jungkook quería ir a algún parque para dibujar, dejé de prestarle atención a lo que decían ya que capté el sonido y la vibración de un mensaje en mi celular.
Sin nada en qué sospechar, busqué mi celular en mi bolsillo del pantalón, y lo saqué para disponerme a leer el mensaje.
Desbloquee la pantalla, e inmediatamente mi corazón se aceleró al leer el nombre del remitente:
Kim Namjoon, resplandecía en negritas.
"Hyung, creo que es hora de que hablemos."
Después de leerlo tragué con dificultad por lo que ese mensaje significaba para mí… Seguramente Namjoon quería hablar conmigo para pedirme explicaciones.
Miré a los chicos alrededor de la mesa, ellos estaban ajenos a lo que me sucedía.
No sabía qué contestarle a Namjoon. Comenzaba a atemorizarme.
Sin embargo, un nuevo mensaje entró a mi celular mientras trataba de pensar.
"Iré al apartamento… Estaré en mi habitación esperando por ti." Decía el mensaje.
Mis manos comenzaron a sudar por lo nervioso que me encontraba.
Si Namjoon no estaba planeando asustarme con esos mensajes, entonces no lo logró.
De repente, un nuevo mensaje había llegado al celular:
"No salgas sin antes haber terminado de grabar. Puedo esperar lo que sea necesario."
Al terminar de leer su nuevo mensaje mis nervios se acrecentaron. Estaba seguro que de esa sí no me iba a salvar.
Miré de nuevo a los chicos, y aún sin ellos prestarme atención, esperé un par de segundos con la intriga de si Namjoon mandaría otro mensaje o no. Pero no sucedió, así que creí que sería mejor responderle.
"Está bien."
Fue lo único que mis dedos pudieron teclear casi temblando.
Guardé mi celular y tomé agua de una botella que tenía cerca en la mesa, necesitaba calmar mis nervios. Los chicos no lo habían notado, pues inmediatamente me informaron que ya debíamos ir a lavar nuestros dientes, y como comúnmente lo hacíamos, fuimos todos juntos hacia el baño de la sala de juntas para ahorrar un poco el tiempo.
Luego, todos nos dispusimos a regresar al estudio de grabación.
Los de la Maknae line iban totalmente desesperados por acabar sus grabaciones, pues escuché que Taehyung recibió un mensaje de Hoseok dónde le informaba que él y Yoongi estarían en el estudio de este último esperándolos puesto que ya habían finalizado su agenda.
Llegamos al estudio y el productor ya estaba esperándonos.
Lo más rápido que pudieron, los tres chicos que estaban conmigo se las arreglaron para convencer al productor de dejarnos salir lo más pronto posible.
Saliéndose con la suya, los chicos festejaron tras el productor haberles dicho que solo revisarían lo que habían grabado hasta el momento y que al día siguiente modificarían los cambios y continuarían con las demás grabaciones.
Me había sentado nuevamente en el sofá tras el productor, pues lo que él había dicho a los chicos para mí significaba que seguiría sin hacer nada, y probablemente el día siguiente también.
Pero, para mi sorpresa, antes de comenzar con los chicos, el productor se volteó hacia mí para decirme.
—Seokjin… El Mánager me llamó preguntando si ya habías terminado tu agenda. Yo le dije que sí ya que ayer tú acabaste tus líneas anteriores. Entonces me dijo que te dijera que estará una Van esperándote abajo para llevarte a casa… Si quieres ya puedes irte— Habló, sorprendiéndome al instante.
Mánager Hyung quería asegurarse que fuera camino al apartamento para hablar con Namjoon, e inmediatamente recordé los mensajes de Namjoon. Éste estaría en su habitación esperándome.
Los nervios comenzaron a invadirme completamente.
Estuve a punto de responderle que preferiría esperar a los chicos y salir todos juntos, pero Jungkook habló primero.
—¿No dijo nada de nosotros?— Preguntó el menor de todos.
El productor le respondió:
—Solo dijo que les dijera que, si querían una Van para ir a donde fuera que vayan, lo llamaran y le informaran, ya que las dos Van llevarían primero a los dos que tienen que pasar la tarde en el apartamento— Explicó.
Tras decirlo, no pude dejar de pensar que probablemente Namjoon ya fuera camino al apartamento en una de las Van.
Ante las palabras del productor, todos voltearon a mirarme, sabían que yo era el único que sabía sobre ello.
—¿Tú no saldrás Hyung?— Preguntó al instante Jimin mirándome con una expresión de preocupación.
Le miré dudando qué responderle. Pero, le tuve que decir.
—No Jimin-ah… A como dijo Hyung, tengo que quedarme en el apartamento— Afirmé, sonriéndole un poco al final para no preocuparle más de lo que Jimin ya había comenzado a preocuparse.
Sin darle tiempo a Jimin para responder, Taehyung preguntó:
—¿Quién es el otro que se tiene que quedar, Hyung?— Sabía que ya estaban preocupados, pero no quería arruinarles su tarde por estar pensado en mí.
—Es Namjoon, TaeTae… No te preocupes, solo tenemos que ir a hablar sobre una asignación que nos han hecho a los dos— Respondí, intentando no sonar tan sospechoso. Esperaba que no le dieran importancia, por eso traté de verme lo más tranquilo posible mientras les respondí.
—Ohh, ¿Es algo así como una colaboración, Hyung?— Cuestionó Taehyung, en un tono que pude sentir que le emocionaba lo que preguntaba.
Sonreí ante su pregunta, después de todo había logrado eliminar la preocupación del más curioso de todos, y eso para mí era algo bueno.
—Sí, Taehyung, algo así como una colaboración— Afirmé, sonriéndole como si no pasaba nada.
Desvié mi vista de los ojos de Taehyung hacia mis manos. Después de todo, al analizar mis palabras, me di cuenta que eso era lo que Namjoon y yo haríamos… Una colaboración donde entregaríamos nuestros cuerpos al otro frente al lente de una cámara.
No obstante, Jungkook, quien jamás dejaba algo pasar por alto, intervino.
—¿Es por eso que Mánager Hyung accedió a dejarnos salir hoy, Hyung?
Subí mis ojos hasta los suyos. Pude comprender que Jungkook no estaba satisfecho con mis respuestas. Sabía que el Maknae no había ignorado el hecho de que cuando preguntó a Mánager Hyung, éste le respondió que sí podrían salir del apartamento.
A pesar de ello, no debía mentirle, pues presentía que ese niño podría hacer de todo hasta descubrir lo que quisiera.
—Tienes razón Jungkookie… Mánager Hyung quería asegurarse de que ustedes no estuvieran en el apartamento mientras Namjoon y yo hablamos sobre nuestra colaboración…— Jungkook asintió serio cuando lo dije.
Después, agregué:
—Se suponía que ustedes no debían saberlo aún. Se les dirá todo con detalles en su debido momento… Cuando les expliquemos, comprenderán por qué decidimos esperar para decirles… Ni siquiera me he puesto de acuerdo con Namjoon sobre lo que haremos, así que, solo les pido que no se precipiten en saberlo y les aseguro que Namjoon y yo hablaremos con ustedes lo más pronto posible— Aseguré.
Esperaba poder hacerles comprender. No quería que los chicos se vieran involucrados en nada de eso hasta estar seguros que la empresa no caería en la quiebra.
Aunque no lo quisiera sabía que era necesario salir de ahí para evitar que los chicos siguieran interrogándome. Así que, me puse de pie para decirles:
—Entonces… Les dejo chicos, ahora ya saben que tengo que irme, así que… Nos vemos en la cena… No regresen tan tarde y por favor, pórtense con formalidad— Al finalizar de decirlo comencé a caminar hacia la puerta, con la esperanza de que los chicos no sospecharan de mí.
Cuando puse mi mano sobre la manecilla de la puerta, la voz de Jimin me detuvo.
—Espera, Hyung… Solo una pregunta más…– Dijo, haciéndome girar para atenderle.
—¿Es algo por lo que debamos preocuparnos?— En sus ojos pude notar que a pesar de su pregunta, se preocuparía de todas formas.
Sin embargo, yo le respondí:
—No, Jiminie… Y…, les pido que no se preocupen por ello.
Finalmente les dediqué una mirada a cada uno, y luego, hice una reverencia hacia el productor quien solamente se mantuvo mirando y escuchando con atención la conversación que los demás tuvimos.
Abrí la puerta y salí a través de ella, cerrando cuando finalmente estuve del otro lado.
Listo, había lidiado con ellos, aunque no estaba seguro si habían quedado satisfechos con todo lo que les dije.
Ahora solo me quedaba ir al apartamento y lidiar con lo que había temido en todo ese tiempo… Enfrentarme a Namjoon y decirle todo lo que Mánager Hyung me había dicho, sumado a las explicaciones que ambos teníamos que darnos.
Con los nervios de punta recorrí el camino desde la sala de grabación hasta el estacionamiento.
Me era imposible no pensar en cómo comenzaría la conversación que tendría con Namjoon.
¿Comenzaré explicándole el porqué de mi beso, o mejor lo hago con todo lo que nuestro Mánager me confesó la noche anterior?, Me pregunté.
¿Qué diferencia habría en comenzar con una cosa o con la otra? De todas maneras, si íbamos a conversar, quería decir que debía decirle absolutamente todo. Además, se supone que por eso debíamos aprovechar que estaríamos completamente solos en el apartamento, para poder estar tranquilos diciéndonos todo lo que teníamos que decirnos.
Pero, ¿Qué pasaba entonces si Namjoon seguía enojado conmigo y lo primero que hacía era reclamarme por el beso que le di? Sin dudarlo lo primero que haría sería disculparme con él y explicarle lo que pensé al hacerlo.
Sin embargo… Eso significaba que tendría que confesar mis sentimientos por él al decirle que lo había besado porque no había encontrado palabras para describir lo que sentía en ese momento. Pero, no me sentía seguro de poder hacerlo aún.
Finalmente concluí que, si Namjoon todavía estaba enojado conmigo, entonces lo mejor sería comenzar a hablar yo diciéndole lo de Mánager Hyung, y después buscaría qué decirle cuando me tocara hablar del beso que le di.
Al llegar al estacionamiento divisé la Van y en ella el chofer estaba esperando por mí.
Con ganas de no hacerlo me acerqué hasta el vehículo y le notifiqué mi llegada al chofer. En seguida éste me abrió y me dispuse a entrar, sentándome en el mismo asiento donde había estado en el viaje de venida.
El chofer puso el vehículo en marcha, y en lo que menos me lo esperé, ya había comenzado el viaje hacia el apartamento.
Recosté mi cabeza a la cabecera del asiento, suspiré con pesadez al pensar que habría sido mejor esperar un poco más antes de emprender nuestro camino.
Me resigné al darme cuenta que la Van ya había entrado a la carretera.
Entre calle y calle apoyé mi cabeza en la ventana, mirando sin mucha atención lo que pasaba en el exterior.
Aun no podía creer que muy pronto enfrentaría a Namjoon teniendo que reprimir mis sentimientos. Suspiraba cada cierto tiempo para poder tranquilizarme. Sabía que necesitaba estar tranquilo para poder hablarle.
No tenía que seguirme atormentado por la situación, pero, era prácticamente algo imposible de lograr.
Después de varios minutos y luego de tantos suspiros más, decidí quitar mi cabeza de la ventana, la posición ya me resultaba incómoda y sentía un ataque de nervios a punto de comenzar.
Miraba por la ventana y en un par de calles recorridas más, volvió a mi mente el beso que Namjoon no correspondió.
Por todos los cielos… Tenía que dejar de pensar en eso.
Entonces, decidí comenzar a prestarle atención a mis manos, masajeaba la palma de una y luego la palma de la otra tratando de quitar las partículas de sudor que comenzaba a emanar de ellas.
Por más que quisiera no lograba tranquilizarme por más de un minuto.
El trayecto continuó, y en un par de minutos más noté que estábamos cada vez más cerca del edificio donde residíamos.
No quería mirar las calles y edificios que ya conocía de memoria por estar cerca de nuestra residencia. Mirarlos me hacían pensar nuevamente en lo que estaba a punto de hacer por órdenes del Mánager.
Debido a eso, decidí distraerme sacando mi celular del bolsillo.
El reloj de la pantalla de mi celular marcaba las 13:36.
Deslicé la pantalla y lo primero que se me ocurrió fue revisar mi galería.
Mala idea.
Muy pero muy mala idea.
La última foto que estaba guardada en la carpeta llamada cámara, era una que, por el filtro, podía deducir que Taehyung la había tomado, y por el vestuario sabía que había sido un par de días atrás.
En la imagen, Namjoon y yo salíamos acostados en el sofá de la sala, el brazo de Namjoon rodeando mi cintura donde su mano descansaba en mi abdomen, estaba detrás mío, ambos permanecíamos unidos en una perfecta pose de cuchara. Estábamos profundamente dormidos.
Esa noche jamás la podré olvidar. Nos habíamos quedado según nosotros esperando a Taehyung y a Hoseok que habían ido a la última tanda del cine a ver una película que recién se estrenaba, pero, debido a que era viernes por la noche y al día siguiente no tendríamos agenda que cumplir, Yoongi había comprado unas cuantas cervezas y nos había convencido a Namjoon y a mí de tomar un poco con él mientras mirábamos la televisión por cable en la sala que Jimin y Jungkook se encargaban de controlar.
Después de todo, al día siguiente había despertado en mi cama y aunque no recordaba nada debido a la resaca, decidí creer que había llegado ahí por mi propia cuenta.
Mi corazón se estremeció al ver la imagen. Tenía demasiadas ganas de llorar.
Y no, no era por lo que veía, era porque ese día aun éramos ajenos de lo que pasaba con nuestra agencia, y todavía no había nada que nos involucraba a ambos.
Sentí lástima de mí mismo.
Ya nada sería como antes.
Mis pensamientos se vieron interrumpidos por la voz del chofer buscando mi atención.
—Joven Jin… Joven Jin…— Llamó desde su asiento.
Lo más rápido que pude levanté mi vista del celular para mirarle justamente al momento de bloquear mi celular.
—¿S-Sí?— Respondí titubeando.
—Hemos llegado— Indicó.
Inmediatamente miré por la ventana, y pude confirmar por mis propios ojos lo que él afirmaba.
—E-Esta bien, gracias— Agradecí, simplemente por haberme avisado.
Rápidamente abrí la puerta de la Van y aferrando una mano a mi celular, me dispuse a salir del vehículo, cerrando la puerta y caminando después hacia la entrada del edificio.
Tratando de no pensar en nada, llegué hasta el elevador, y cuando abrió sus puertas para mí, entré en él para poder llegar a nuestro piso.
Segundos más tarde la cabina metálica abrió sus puertas esta vez para dejarme salir.
Caminé por el pasillo, y cuando menos lo esperé, había llegado a la puerta de mi hogar.