Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

I Care About You (NamJin) (BTS - Yaoi) por ArShaBeuKPopLover

[Reviews - 27]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Consejo de la autora:

Asegúrense de leer este (y el próximo) capítulo cuando crean que no tendrán interrupciones, para que puedan tener la mayor concentración posible al leerlo y disfrutar su contenido ;)

Además, recuerden que lo mejor de este momento son los sentimientos, así que, espero haber tenido éxito en transmitir este hecho tras haber escrito este (y el próximo) capítulo :)

¡¡Disfruten su lectura!!

Trataba de comprender por todos los medios la situación en la que me encontraba. Por más que pensaba, no había una explicación para lo que estaba viviendo.


Quería creer que me encontraba en un sueño, pero, simplemente no podía.


No podía porque los labios de Namjoon permanecían moviéndose desesperadamente sobre mi clavícula.


Mis ojos abiertos en demasía buscaban algo que me dijera que la situación era producto de mi imaginación, pero los besos que él depositaba sobre mi piel no hacían nada más que me diera cuenta cuán real era lo que él estaba haciendo conmigo.


Traté de reaccionar, sabía que eso no debía estar pasando, hacía unos segundos Namjoon y yo solo estábamos conversando, y luego, él estaba besando mi clavícula como si en ello se le fuera la vida.


Mi raciocinio me decía que debía detenerlo, pero, con lo que Namjoon estaba haciendo de esa manera, mi cuerpo deseaba todo lo contrario.


Mis manos se levantaron tratando de obedecer a mi razonamiento, pero, inmediatamente se detuvieron, pues sentía que tomaron la decisión de no hacerlo porque los besos de Namjoon estaban haciéndome sentir más que bien.


Mi mente y mi cuerpo se iban separando de a poco, uno trataba de hacerme reaccionar, mientras el otro me decía que no tenía por qué hacerlo.


Mi cuerpo estaba deseando que Namjoon continuara.


Aunque mi mente se mantuviera pidiéndome a gritos que lo detuviera, poco a poco comencé a sentir a mi cuerpo debilitarse, justo al momento en que Namjoon había comenzado a subir sus labios hasta mi cuello en un perfecto camino de besos.


Sentí mis pensamientos abandonar mi mente mientras comencé a sentir mi cuerpo más frágil que nunca. Estaba cediendo ante el momento, no haría nada para detenerlo al menos que Namjoon lo hiciera.


Cediendo ante los deseos de mi cuerpo, mis ojos se cerraron lentamente ante los movimientos que Namjoon hacía con sus labios, gruesos, pero exquisitamente esponjosos se movían una y otra vez contra mi piel.


Todas mis preocupaciones cedieron ante el suspiro que Namjoon me hizo emitir cuando sus labios se empeñaron en devorar la zona de mi cuello.


Sentí las manos de Namjoon deslizarse desde mis manos hasta mis brazos, no sentí cuándo se posaron sobre mí.


Más que con su mano sobre mi mejilla como las veces anteriores, su tacto ardía sobre mi piel.


Mi cuerpo sabía que estaba jugando con fuego, pero esa vez sentí que estaba dispuesto a hacerse cenizas.


No había nada que pudiera hacerme detenerlo. Mucho menos cuando sus carnosos labios se trasladaron desde mi cuello hasta llegar al lóbulo de mi oreja.


—Ahh— Suspiré.


Más que un suspiro fue un jadeo el que logró salir de mis labios entreabiertos.


Definitivamente mi mente ya no tenía el control de mi cuerpo.


Sentía a mis labios un poco ofendidos por sentirse secos al no tener entonces la atención de los labios de Namjoon.


Mis manos bajaron hacia la cama de golpe mientras mis ojos permanecían cerrados con fuerza tratando de soportar la situación.


Me sentía inmóvil, me sentía inútil. Namjoon estaba logrando hacer de mí lo que él quería. Y si en ese momento él quería satisfacer una curiosidad al hacer todo eso, entonces mi cuerpo se sentía dispuesto a permitirlo, ¿Quién era yo para detenerlo?


Aunque no tuviera ni idea de lo que traería como consecuencia después, sabía que mi piel se estaba permitiendo disfrutar de lo que Namjoon hacía en ella.


Mi mente finalmente cedió y seguidamente ni siquiera pensaba en algo más que los labios y las manos de Namjoon carbonizando mi piel a su antojo. Después de todo Namjoon estaba logrando hacerme sentir bien. Demasiado bien para lo que alguna vez en mi vida imaginé experimentar.


Las manos de Namjoon se desplazaron desde mis brazos hasta mis hombros, mientras con sus dientes mordía suavemente el lóbulo de mi oreja haciéndome sentir una extraña corriente recorrer todo mi cuerpo.


—Ahh— Jadeé como respuesta de nuevo.


A Namjoon pareció gustarle, pues inmediatamente volvió a morder el lóbulo de mi oreja sin lastimarme, haciendo que un nuevo sonido saliera de mi garganta.


—Mghhh— Solté repentinamente.


Más que un jadeo esta vez había sonado como un quejido de placer.


Sentí un poco de vergüenza ante ello, así que, rápidamente mordí mi labio inferior para tratar de detener cualquier sonido parecido que intentara salir por mis labios nuevamente.


Sin embargo, Namjoon notó la diferencia entre el nuevo sonido y los anteriores, pues llevando sus manos a mi cuello detuvo su atención sobre el lóbulo de mi oreja y lentamente fue separando su rostro del mío.


Mis ojos se abrieron ante su pausa. Mis labios se abrieron lo justo para intentar controlar mi respiración. No supe en qué momento había comenzado a respirar con aceleración. Mis manos apretaban en puño las sábanas de su cama.


Le miré a los ojos, estaba desesperado, buscaba comprender por qué razón se había detenido, pero él parecía no tener la más mínima intención de querer responder mi mirada.


Desde que se separó de mí, sus ojos buscaron con anhelo su nuevo objetivo.


Y entonces Namjoon miraba mis labios con una expresión que no pude descifrar de manera inmediata.


No obstante, lo supe segundos después cuando Namjoon, sin más ganas de quedarse estático, decidió estampar su boca contra la mía en busca de un fogoso beso.


Sus labios iniciaron moviéndose ansiosos sobre los míos, mientras yo trataba de asimilar lo que estaba ocurriendo en ese mismo momento.


Namjoon había juntado sus labios a los míos de una manera desesperada, casi más desesperada que la manera en que yo lo había hecho por la mañana.


No sabía qué pensar de todo eso. Todo estaba pasando rápidamente. Sin embargo, mi cuerpo no quería que yo me quedara atrás.


Lo más rápido que pudieron, mis labios comenzaron a corresponder sus besos, esa vez sentí una emoción consumirme por dentro al saber que al fin Namjoon me estaba besando como alguna vez yo lo había deseado.


Finalmente, ambos nos estábamos besando como debía ser. Después de que él me haya besado dos veces sorpresivamente y yo haya hecho lo mismo una vez con él, ahora podía decir que, ¡LOS DOS NOS ESTÁBAMOS BESANDO!, Era un beso que tanto él como yo estábamos correspondiendo.


Namjoon sabía que yo no me esperaba que eso estuviera pasando, no cuando se supone que los dos habíamos quedado para conversar sobre todas esas cosas en la que nos involucramos sin querer para buscar la forma de afrontarlas, y, al final, de una forma u otra habíamos llegado hasta eso.


Por eso y más yo no pensaba arruinar el momento así por así.


Algo en mi interior me decía que tenía que aprovecharlo.


Quizás esta sea la única manera de poder obtener esto de Namjoon sin pensar que tenemos que hacerlo por obligación, escuché decir en mi mente.


Entonces decidí juntarme más hacia él acercando nuestros cuerpos lo más que pude por la posición en la que ambos estábamos: sentados uno al lado del otro devorando nuestros labios como dos hambrientos enamorados.


Comencé a suspirar en medio de nuestro beso. Namjoon comenzó a hacerlo solo segundos después.


Sentí una de sus manos bajar desde mi cuello hasta mi cintura, su otra mano en cambio subió hasta mi mejilla para lograr de esa manera profundizar nuestro beso.


Ninguno de los dos tenía la intención de detenerse, mucho menos cuando una de mis manos se posó directamente sobre una de sus piernas, en busca de obtener un poco más de tacto con él.


A Namjoon no le disgustó, o al menos eso sentí cuando detuvo nuestro beso solo para guiar sus ojos a su pierna donde mi mano se apoyaba y continuar el beso con un poco más de intensidad al segundo después.


De sus labios, los suspiros y jadeos provocados por las sensaciones que sentíamos al besarnos, no paraban de salir, al igual que lo hacían los míos de mis labios.


Nuestros labios moviéndose al compás de los labios del otro no impedían el paso de los sonidos que salían por nuestras gargantas, al contrario, eran cómplices de ellos cuando lograban acallarlos en la boca del otro.


Por muy placentero que fuera el momento, la posición en la que estábamos nos resultaba un poco incómoda, se notaba por los movimientos que hacíamos constantemente con nuestros cuerpos para acercarnos más al otro mientras nos besábamos.


No obstante, eso solo duró unos segundos más, pues Namjoon tomando el control del momento, comenzó a levantarse de su lugar sin quitar sus labios de los míos, hasta lograr colocarse a horcajadas sobre mí cuando pudo pegar mi espalda sobre la cama.


Las piernas de Namjoon estaban a cada lado de mi cuerpo sobre mi abdomen. Se sostenía a cada lado de mi cabeza con sus antebrazos.


Sabía que el beso que estábamos dándonos estaba induciéndonos a hacer algo más que besarnos, pero, a ninguno de los dos parecía importarle nada de eso en ese mismo momento.


Unos segundos después, Namjoon volvió a detener sus labios sobre los míos, para separar un poco su rostro del mío y buscar mis ojos con necesidad.


No supe qué expresión habré tenido en mi rostro, pero, inmediatamente supe que mi expresión había hecho a Namjoon estrellar de nuevo sus labios contra los míos para después, producto de la fuerza que tuvo al hacerlo, lograr meter su lengua en mi boca en busca de saborear mis labios y mi lengua en su máxima muestra de desesperación.


Estábamos comiéndonos la boca, literalmente. No había nada ni nadie en este mundo que pudiera arruinar nuestro momento, y ambos lo sabíamos.


Cada segundo que pasaba la situación iba aumentando su intensidad, pero, ninguno de los dos parecía querer detenerla.


Me permití disfrutar al máximo todas las emociones que recorrían mi cuerpo al tener a Namjoon sobre mí comiéndome con ansias los labios.


Seguramente él estaba igual que yo, lo pude sentir cuando una de sus manos había comenzado a acariciarme el costado y se desplazaba hacia abajo para finalmente posarse sobre mi pierna detrás de la suya.


Namjoon logró erizarme la piel, la fina tela del pantalón que yo usaba no ayudaba a detener el ardor que su tacto emitía sobre mi piel.


Su lengua y sus labios se empeñaban en devorar mi boca, mientras los míos apenas podían seguirles el ritmo como la vil víctima que eran de ellos.


Sabía que la situación probablemente estaba tomando otro rumbo, pero, no podía ni quería detenerme. Deseaba con toda mi alma no dejar de sentir nada de lo que Namjoon estaba provocando en mí a causa de lo que él me estaba haciendo.


Sólo él era el único con quien deseaba hacer eso, y en ese preciso momento ya estaba ocurriendo. ¿Qué perdía con disfrutarlo?


La mano de Namjoon subió desde mi pierna hasta mi cintura mientras con el antebrazo de su otra mano se apoyaba a la altura de mi rostro para poder besarme.


Jadeos y quejidos de placer no dejaban de salir de mi garganta, siendo acallados por la boca de Namjoon que permanecía devorando a la mía.


Su lengua comenzó a jugar con la mía haciéndome sentir un mar de sensaciones por todo mi cuerpo. Sentía totalmente su sabor, confieso que sabía delicioso.


De repente, su mano sobre mi cintura se posó sobre la cama y de esa manera Namjoon se apoyó para lograr posicionar una de sus piernas entre las mías.


Por la nueva pose que había adoptado, su mano pudo adentrarse en mi camisa acariciando mi piel, desde mi cintura hasta la piel de mis costillas.


Me estremecí bajo su cuerpo ante su tacto. Esa sensación era demasiado fuerte para mí para poder soportarlo sin quemarme.


La fricción de su mano contra mi piel me estaba haciendo temblar del placer por sentir la pasión, el deseo con que Namjoon me tocaba.


Mi camisa se fue levantando por la trayectoria de su mano, comenzaba a sentirme expuesto ante él, aunque no era ni la octava parte de mi cuerpo lo que estaba descubierto.


Cuando Namjoon se dedicó a meter su mano bajo mi espalda a la altura de mi costado, y con su mano en ella levantaba mi cuerpo pegándome más a él, yo no pude evitar quejarme de placer en sus labios y apretar fuertemente mis puños en la sábana debajo mío producto de su acción.


Al notar mis sonidos por reaccionar de esa manera, Namjoon separó su boca de la mía buscando sus ojos con los míos para mirar mi expresión.


Le miré de vuelta y para entonces pude notar que su expresión era de deseo total. Podía sentir en su mirada cuánto Namjoon me deseaba en ese mismo instante.


No pude deducir la mirada que yo tenía ante su rostro deseoso de mi cuerpo, pero, supe que mi expresión fue la causante de que Namjoon hiciera su siguiente movimiento.


Sin dejar de mirarme a los ojos, con su antebrazo Namjoon se impulsó para levantarse hasta quedar sentado a horcajadas sobre mí.


Luego de eso sin despegar su vista de la mía, llevó sus manos hasta el borde de mi camisa y todavía sin dejar de mirarme, comenzó a levantarla lo más lento que pudo.


Sentía la piel de mi estómago ir siendo descubierta lentamente. En sus ojos pude comprender que Namjoon quería deshacerse de mi camisa, me estaba pidiendo permiso al hacerlo lo más lento que podía.


Ya no sabía qué rumbo estaba tomando la situación; o talvez sí sabía, pero me daba miedo aceptarlo.


Podía escuchar los latidos de mi corazón acelerándose más y más. Estaba seguro que Namjoon también podía escucharlos.


Sus ojos puestos en los míos comprendían que yo estaba sintiéndome nervioso. Sin embargo, él jamás detuvo su movimiento al ir subiendo mi camisa lentamente.


Necesitaba hacer algo, y hacer algo inmediatamente. Pero mi mente y mi cuerpo eran dos seres independientes desde hacía un tiempo, y por ello mi cuerpo tomó su decisión.


Mis manos soltaron la sábana a la cual se habían aferrado todo ese tiempo, e inmediatamente después, mis brazos comenzaron a levantarse lentamente, indicándole a Namjoon que hiciera lo que él quisiera. Le estaban concediendo su petición.


Nuestros ojos sin despegar la vista de los otros, y lentamente Namjoon pasaba mi camisa por mi cuerpo para quitarla.


Segundos más tarde Namjoon había logrado deshacerse de mi camisa en un movimiento ágil, levantando un poco mi cuerpo para poder quitar mi prenda y cuando lo consiguió, lanzarla a cualquier parte de la habitación donde no nos estorbara.


Cuando ya no hubo prenda que cubriera mi torso, Namjoon se dio el lujo de observarme. Comenzaba a sentirme intimidado bajo su vista, pero Namjoon no mostraba indicios de parar, sobre todo cuando llevó sus manos a mi abdomen para comenzar a moldearlo lentamente.


Ante su acción, las manos de Namjoon pasaban como fierro ardiendo quemando cada centímetro de mi piel. Debido a eso, cerré mis ojos fuertemente estremeciéndome bajo su tacto por la trayectoria que Namjoon había comenzado desde mi abdomen hasta mi pecho.


Después de eso, todavía con mis ojos cerrados, mis manos nuevamente se aferraron a las sábanas de su cama cuando su órgano gustativo se adhirió nuevamente sobre la piel de mi clavícula.


Abrí mis ojos y levanté mi rostro hasta lograr apreciar a Namjoon besando la piel que había devorado antes y mirarle sostener su cuerpo con ambas manos sobre mi abdomen para no aplastarme.


Dejé caer de lleno mi cabeza hacia atrás cuando Namjoon, al contrario de antes, decidió bajar en un camino de besos hasta mi pecho, para tomar uno de mis pezones y lamerlo delicadamente.


Un quejido de placer indudablemente salió de mis labios al sentirle realizar tal acción.


Por supuesto que Namjoon lo notó, lo supe cuando se desvió hacia mi otro pezón y repitió la acción logrando estremecerme y sacarme un nuevo quejido de mi garganta.


Al segundo siguiente Namjoon volvió sus labios hasta los míos y comenzó a devorarlos con pasión.


Sus manos seguían sobre mi abdomen acariciando directamente mi piel solo con su tacto sobre mí.


La intensidad de sus besos incrementó cuando sin más ganas de quedarse quietas, mis manos tomaron la decisión de aferrarse a los bordes de la camisa de Namjoon a cada lado de su cintura.


No supe por qué mis manos se atrevieron a hacerlo, sin embargo, parecían tener vida propia al aferrarse a su camisa del mismo modo que lo hacían con la sábana sobre la cama de Namjoon.


A Namjoon no le disgustó. Pude comprenderlo debido a que éste, en un camino de caricias subió sus manos a mis hombros instándole a mis manos a quitarle su camisa.


Era oficial, no sabía a lo que me estaba metiendo, pero sabía que mi cuerpo era el único culpable de ello, y mi raciocinio ni siquiera podía contra él.


Mis sentimientos estaban logrando influir en mi cuerpo para decidir sobre él, aunque mi mente pensaba que eso no era lo correcto. Sin embargo, a esas alturas ya no importaba nada. Necesitaba que eso continuara.


Como si mis manos lo hubieran estado deseando, decidieron comenzar a subir la camisa de Namjoon para tratar de quitársela.


Separamos nuestros labios lo menos posible cuando mis manos llevaron la camisa de Namjoon hacia su cabeza para sacarla por completo.


Una vez fuera, Namjoon tomó con una de sus manos la camisa que colgaba de una de las mías apoyada sobre su hombro, para lanzarla lejos de nosotros hacia cualquier lado de la habitación.


Nuestros labios seguían devorándose fervientemente cuando una de sus manos se posó sobre mi mejilla para guiar el beso que él se empeñaba a darme, mientras la otra volvió hacia mi cintura esta vez desnuda para dignarse a acariciarla como él quería.


Por el contrario, mis manos comenzaron a moverse a lo largo de su espalda ya desnuda para poder acariciarla.


Ante mi acción Namjoon también comenzó a quejarse producto de las caricias que yo emitía sobre su piel.


Esa vez estábamos sincronizando los sonidos que salían de nuestras gargantas sin más ganas de querer quedarse callados en la boca del otro.


La situación estaba saliéndose de nuestras manos, lo noté cuando tanto mis manos como una de las suyas se deslizaron sobre nuestra piel hasta llegar al borde de nuestros pantalones.


Si eso continuaba seguramente yo lo iba a lamentar, pero mi cuerpo seguía sin entender mis pensamientos y actuaba únicamente por los actos que él deseaba realizar.


Descaradamente sentí mis manos entrar bajo la tela del pantalón de Namjoon a cada lado de su cadera.


Debía detenerme, pero, lastimosamente no podía, ya era demasiado tarde.


Para entonces yo mismo era quien estaba metiendo las manos al fuego, sin embargo, ahora sentía la necesidad de yo mismo quemarme la piel.


Namjoon tampoco se quedaba atrás. Aferrado a la piel de mi cintura Namjoon llevó la mano que tenía sobre mi mejilla hasta una de mis manos sobre su cadera bajo la tela de su pantalón y su ropa interior, quitando el soporte que tenía para no caerme encima, había quedado únicamente sosteniéndose con sus piernas a cada lado de mí.


Sin embargo, guiando con su mano a la mía sobre su piel, sentí la trayectoria que éste estaba marcando.


Inmediatamente me paralicé cuando sentí a Namjoon desvergonzadamente guiar a mi mano con la suya hasta cubrir con ella su entrepierna.


Abrí mis ojos en su totalidad y dejé de besarle a causa de la sorpresa de cuando sentí mi mano envolver el miembro de Namjoon gracias al recorrido que su mano me había hecho realizar.


Para ese entonces Namjoon se dispuso a alejar su rostro del mío para mirar mis ojos que sabía estaban totalmente sorprendidos mientras mi mano permanecía inmóvil alrededor de su miembro.


Al ver mi sorpresa Namjoon decidió juntar su cadera con la mía, logrando de esa manera que su pene envuelto con mi mano se rozara contra el mío por sobre la tela de nuestros pantalones, logrando un nuevo sonido salir de mi garganta.


—Ahhhg— Esa vez había gemido de placer mientras mis ojos se cerraron producto de su acción.


Namjoon también lo supo, por eso, después habló:


—Tócame, Seokjin… Tócame— Dijo, en un tono necesitado.


Mis ojos se abrieron buscando comprender las palabras de Namjoon, pero, su mirada suplicante sobre la mía trasmitía el poder que mi cuerpo necesitaba obedecer.


¿Qué importaba si hacia lo que él me pedía?

Notas finales:

Adelanto Capítulo 15...

No estábamos siendo conscientes de nada en ese momento, pero, ¿Qué importaba entonces, si ambos estábamos disfrutando de lo que se suponía debíamos hacer por obligación?

 

 

 

 


Nota de la autora:

¡Doble actualización! :D


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).