Con pasos temblorosos decidí dar los primeros pasos con claras intenciones de salir por el mismo camino donde Namjoon había salido.
Durante toda la conversación que habíamos tenido Namjoon y yo por mensajes, no había habido ninguna mirada entre él y yo. No sabía por qué Namjoon estaba actuando de esa manera.
Me lastimaba, claro que sí, su indiferencia ante mí y su manera de alejarme de él me dolían, claro está, pero, sentía que mi cuerpo no iba a poder resistir mucho tiempo de esa manera, no cuando sabía lo que Namjoon significaba para mí, sumado a todo lo que él me hacía sentir con solo su presencia después de haberme involucrado físicamente con él.
Logré salir de la cocina sin que ninguno de los chicos notara mi intención de ir tras Namjoon, o al menos no se veía como si les importara lo que yo trataba de hacer.
Caminé despacio hacia el pasillo de las habitaciones, en un abrir y cerrar de ojos había llegado hasta la puerta de la habitación de Namjoon.
Levanté mi mano en un puño para tratar de tocar la puerta, no obstante, justo antes de hacerlo la puerta se abrió mostrándome a Namjoon con claras intenciones de salir de su habitación, abriendo sus ojos asustado por verme ahí.
—H-Hyung— Pronunció al mirarme.
Tenía que tranquilizarme. Sabía que no debía decaer antes sus ojos.
—Ya estoy aquí Namjoon… ¿Para qué me querías?— Dije.
Namjoon relajó su expresión mientras soltó un suspiro para él mismo.
Entrecerré mis ojos, no tenía idea de lo que pasaba por la mente de Namjoon para hacerlo actuar así conmigo, pero, ya estaba colmándome la paciencia.
—Namjoon…— Intenté decir, pero…
—Shh…— Me interrumpió, llevando uno de sus dedos a sus labios para indicarme que hiciera silencio.
Me quedé sorprendido, ¿Qué diablos le pasa? Pensé.
En seguida Namjoon se asomó hacia el pasillo en dirección hacia la sala, parecía estar asegurándose que nadie más estaba ahí mirándonos.
—¿Qué pasa?— Pregunté, al verle mirar hacia el pasillo como si estuviera esperando que alguien se asomara, cosa que no sucedió, pero, Namjoon no respondió a mi pregunta.
No respondió porque en cambio a eso decidió tomarme de los brazos para adentrarme junto con él dentro de su habitación, cerrando su puerta después de hacerlo, y estampándome contra ella para al segundo siguiente desafiarme con su mirada mientras me sostenía fuertemente de los brazos.
Ante su acción me quedé totalmente atónito, pero más sorprendido me quedé al escucharle preguntar:
—¿Qué querías decirme antes?
Me sentí confuso, el semblante serio que tenía en su rostro hacía contraste con el tono de desesperación que usó para preguntarlo.
—Te he preguntado que qué querías…
—Lo escuché— Le interrumpí. Estaba cansándome de su actitud.
—Entonces por qué no me respondes— Inquirió él, casi en tono molesto.
Suspiré después de escucharle, pero no pensaba decirle absolutamente nada si seguía tratándome a su gusto y antojo como a un completo idiota.
—¡Dime!— Exclamó él, apretando el agarre que tenía en mis brazos, desesperado por escucharme hablar.
Pero mi paciencia estaba a punto de agotarse.
—Basta Namjoon… Basta— Le pedí, quitando sus manos de mis brazos, estaba lastimándome, no por la fuerza con la que lo hacía, sino porque ni siquiera sabía por qué se estaba empeñando en hacerme sentir mal.
Ante mi modo de zafarme de su agarre, Namjoon abrió sus ojos en demasía, y en seguida comenzó a respirar con dificultad, se notaba en su pecho el esfuerzo que hacía por mantener la calma ante su sorpresa.
—¿Por qué estás portándote así Namjoon?, ¿Qué está pasándote?— Pregunté, pero esa vez con mi tono quería transmitirle que estaba sumamente preocupado por él. Pero, Namjoon no respondió, por eso, decidí agregar:
—No puedo hablar contigo si estás portándote de esta manera.
El rostro de Namjoon había cambiado considerablemente con mis palabras.
Sus ojos se tornaron acuosos y en seguida amenazaban con derramar lágrimas, sin embargo, se notaba que Namjoon estaba tratando todo lo que podía de contenerse por no llorar.
Desviando su mirada de la mía y con su voz rota pudo contestar:
—E-Está bien, seguramente ahora me odias más que antes.
Esa fue la gota que derramó el vaso, Namjoon había logrado acabar con mi paciencia.
—¿¡Por qué piensas que te odio!?— Le pregunté, con la esperanza de que al fin pudiera decirme por qué demonios pensaba cosas que no eran para nada ciertas.
Sus ojos se cerraron con fuerza antes de decir:
—He abusado de ti, es lógico que después de eso no quieras ni dirigirme la palabra.
Y seguía diciendo que había abusado de mí, sin embargo, en todo ese tiempo me había estado sintiendo miserable porque él era quien parecía no querer hablarme, por eso repliqué:
—¿Dirigirte la palabra?… ¡Por Dios Namjoon!… ¡Si hay alguien que no quiere dirigirle la palabra a alguien aquí, ese solamente eres tú a mí, todo este tiempo me has estado evitando!— Me quejé, sus ojos subieron expectantes ante los míos cuando me escuchó decir eso último.
—S-Solamente he estado tratando de ahorrarte el trabajo Hyung— Dijo, en tono lastimero.
—¿Trabajo?… ¿Qué trabajo Namjoon?… ¿Por qué te mantienes hablando de estas cosas que no tienen ningún sentido para mí?— Cuestioné, con la esperanza de hacerle hablar, sin embargo, replicó:
—¿Para ti?… Pues para mí sí lo tienen— Habló, con un tono de voz que me hacía pensar que se sentía ofendido.
—¿Y qué es lo que te hace pensar que eso que me dices sí tiene sentido para ti?— Inquirí, necesitaba saber qué pensaba para creer todo eso.
Bufó al escucharme preguntarlo, y luego dijo:
—¿Qué me hace pensarlo?… ¡Te busqué por todas partes y no estabas Hyung!— Reprochó, pero, no logré entender sus palabras, por lo que me vi en la obligación de preguntarle:
—No entiendo Namjoon, ¿De qué diablos hablas?
Sus ojos buscaron incrédulos a los míos.
—¿De qué diablos?… ¿¡De qué diablos, Hyung!?…— Preguntó, parecía que mis preguntas le hacían sentir ofendido. Hizo una pausa y luego espetó:
—¡Te hice el amor Seokjin, me dormí junto a ti, y después cuando desperté ni siquiera estabas en mi cama!… ¡Comencé a buscarte por toda la habitación, pero te encargaste muy bien de no dejar ni un rastro tuyo, y me dejaste ahí completamente sólo después de tener nuestra primera vez que, se suponía debía ser especial para ti, debía ser especial para ambos!… ¡Fue totalmente especial para mí Seokjin, por supuesto que lo fue, pero al parecer tanto asco te hice sentir a ti que cuando fui a buscarte hasta tu habitación ya estabas duchándote, seguramente luchando con todas tus fuerzas por borrar cada marca que yo traté de impregnarte en la piel!
Sus palabras me habían dejado atónito. Todo lo que me había dicho significaba entonces que él disfrutó hacerlo conmigo, tanto como yo había disfrutado hacerlo con él.
Sus palabras me cayeron por sorpresa, solo un par de segundos más tarde y sus palabras siguientes a su explicación me hicieron enterarme que mis ojos habían comenzado a lagrimear.
—Lo ves Seokjin, tus lágrimas te delatan... No eres capaz de responderme ahora…— Lágrimas tras lágrimas lograban escapar de su rostro, luego, con su voz hecha pedazos agregó:
—S-Solo… Solo dime que me odias… Dime que me odias por haber abusado de ti y yo me encargaré de sacarte de este lío en el que te metí sin querer… No tienes que hacer ese video junto a mí si no quieres, después de todo yo soy el único que estaba involucrado en esto Seokjin.
¿Q-Qué?, Me pregunté en mi mente.
Mi corazón bombeaba mucho más rápido en mi pecho, la razón de ello era por lo que él me había dicho de todo lo que él pensaba de la situación, y después, estaba ahí, pidiéndome que le dijera eso solo para convencerme de que no hiciera ese video con él.
No, por supuesto que no iba a hacerlo. Tampoco iba a ser capaz de decir algo que no quería, porque eso de que él había abusado de mí era totalmente falso.
—Está bien, tampoco hables si no quieres… Hablaré con Mánager Hyung para decirle que haré el video como originalmente se…
—No Namjoon, no lo hagas— Le interrumpí, después de todo escucharle que estaba resignándose a hacer el video como originalmente se haría, me hacía doler el pecho solo de pensarlo.
Sus ojos buscaron los míos con desesperación al escucharme no estar de acuerdo con él.
—Pero Jin, tú…— Trató de decir, sin embargo, le interrumpí diciendo:
—Namjoon… Estás malinterpretando todo.
—No Seokjin, estoy seguro que…— Trató de hablar, sin embargo, mi voz habló de nuevo interrumpiéndole:
—Estás errado, en muchas de las cosas que me dijiste.
Mi boca parecía no querer detenerse.
—¿Errado?… ¿Por qué Seokjin?— Inquirió ante mi insistencia mientras sus ojos se posaron fijamente sobre los míos tratando de comprenderme.
—Porque yo...— Callé, porque no tenía palabras cómo decirle lo que estaba sintiendo en ese preciso momento y que no había dejado de sentir desde el momento en que él me había hecho el amor, como él mismo había dicho.
Después de todo ambos pensamos que habíamos hecho el amor, me dije mentalmente, por lo que, mi siguiente movimiento fue alentado por la alegría que me provocaba comprender muy bien sus palabras.
—Y-Yo…— Intenté decir, sin embargo, mis impulsos nuevamente derrotaron a mi cuerpo.
En solo cuestión de segundos mis brazos se enrollaron en el cuello de Namjoon y en el segundo siguiente mis labios se estamparon contra los suyos en busca de un beso que le hiciera sentir a Namjoon que todo lo que yo sentía por él era lo contrario a lo que estaba pensando.
El odio, el rencor, el asco, y todo lo demás que él pensaba que yo sentía por él era lo que quería borrar de su memoria con el beso que me estaba empeñando en darle.
Ante su sorpresa, Namjoon no estaba correspondiendo mi beso como yo me lo esperaba, pero, esa vez no iba a darme por vencido, y tampoco iba a salir huyendo como antes lo había hecho.
Sin embargo, grande fue mi sorpresa cuando, al contrario de la primera vez que lo besé de esa manera, Namjoon decidió corresponderme a los segundos después de haber iniciado el beso.
Sentí sus manos rodear mi cintura apegándome más a él mientras se dispuso a devorarme los labios de la misma manera en la que yo lo estaba haciendo.
Una corriente logró desplazarse por todo mi cuerpo cuando su lengua comenzó a adentrarse en mis labios en busca de un necesitado beso.
Claramente, los dos estábamos deseándonos.
La respuesta de nuestros cuerpos ante la pasión de nuestros besos estaba haciéndonos delirar, o al menos eso sentía yo mientras Namjoon se dedicaba a estrecharme entre sus brazos mientras me comía la boca con los más deliciosos besos que alguna vez pude saborear.
Comenzaba a pensar que no había nada más bello que ese momento en el que ambos actuábamos por placer sin la cordura de nuestros pensamientos.
Simplemente estábamos dejándonos llevar, nuestros cuerpos lo sabían, ni siquiera había necesidad de hablar, eran nuestros besos los únicos que necesitábamos para comunicarnos.
No obstante, nuestro mágico y hermoso momento se vio estropeado cuando unos golpes en la puerta detrás de mí nos hicieron sobresaltar deteniendo nuestros besos completamente asustados como si fuéramos dos delincuentes a punto de ser capturados.
A causa de nuestro sobresalto, nuestros labios y nuestros cuerpos se separaron lo suficiente para poder permitirnos a ambos mirarnos a los ojos sin realmente saber qué era lo que nos estaba pasando, a pesar de ello, mis manos se quedaron en los hombros de Namjoon, y las suyas se quedaron en mi cintura, ninguno de los dos parecía querer separarse del otro.
Varios golpes en la puerta se escucharon nuevamente, parecían estar pidiendo permiso para entrar.
—Namjoon Hyung… ¿Estás ahí?— La voz de Jimin fue lo que se escuchó después de varios golpes más.
Los ojos de Namjoon se abrieron totalmente asustados junto a los míos, estábamos muy nerviosos, no sabíamos qué hacer.
—¿Seokjin Hyung está contigo?…— Esa fue la voz de Taehyung la que preguntó.
Al escuchar mi nombre ser pronunciado, abrí mis ojos todavía más mirando a Namjoon, los chicos parecían estar buscándome.
Por supuesto que me buscaban, se supone que yo estaba supervisando su momento de cocinado y en el menor descuido me les escapé de la cocina para ir tras Namjoon, y ellos no lo habían notado.
Me sentía totalmente culpable, tenía que disculparme con los chicos pues, seguramente me estuvieron buscando por todo el apartamento, y yo, estuve todo ese tiempo ahí detrás de esa puerta enredando mi lengua entre los labios de Namjoon.
Tenía intenciones de contestarle a los que estaban del otro lado de la puerta, sabía que tenía que hacerlo; sin embargo, cuando decidí abrir mi boca para responderles, Namjoon cayó mis palabras posando uno de sus dedos sobre mis labios, indicándome que no dijera nada.
—¿Chicos?— Preguntó. Me imagino que quería asegurarse de que los otros seguían ahí.
—Namjoon Hyung, ¿Está Jin Hyung contigo?— Fue la respuesta que tuvo de Jimin.
Antes de responderle, Namjoon quitó su dedo de mis labios y lo llevó hasta los suyos para repetir el gesto de quedarme callado, por lo que, yo simplemente asentí ante su petición.
—Sí Jiminie, pero, ahorita está en el baño, ¿Querías decirle algo?— Respondió Namjoon, volviendo a posar su mano sobre mi cintura.
—Ohh, ¿Él está bien?— Preguntó inmediatamente Taehyung preocupado por mí.
Ante su pregunta hice un puchero por el revuelco que dio mi corazón al escucharle estar preocupado, comenzaba a sentirme mal por estarle mintiendo.
Namjoon comprendió mi expresión, por lo que, solamente trató de ocultar una sonrisa para decirle:
—Sí TaeTae no te preocupes, él está bien, solo quiso ir al baño y ya.
La mirada acusadora que le lancé a Namjoon por estar mintiéndoles a los niños, solamente hizo que él escondiera sus labios detrás de sus dientes tratando de ocultar su sonrisa.
—Ah bueno, entonces solo dile que queremos que venga a la cocina, es que, el tiempo de reposo de la masa acabó hace mucho tiempo y Jungkook ya está decorando las pizzas con el pepperoni, y como ya estamos por meter la primera al horno queremos que esté presente para que se asegure de que pondremos el horno en la temperatura correcta— Habló el mayor de la Maknae line, haciéndome sorprender al recordar que si yo no estaba presente en ese momento probablemente acabarían incinerando todo el edificio.
Namjoon volvió a ocultar una sonrisa, y después de hacerlo le dijo:
—Está bien Jiminie, yo le digo— Hizo una pausa y luego agregó:
—Llegamos en cuanto Hyung salga, ¿Está bien?
—Sí Hyung… ¡No tarden!— Respondió Jimin alzando la voz debido a que ya se alejaban de la habitación.
Esperamos unos segundos después de las palabras de Jimin para poder hablarnos. Nuestros ojos miraban atentos a los ojos del otro sabiendo que nuevamente habíamos quedado solos en su habitación.
—¿Y bien?— Preguntó él. Su agarre se afirmó con sus manos a cada lado de mi cintura.
—Tengo que ir, no vaya a ser y acaben quemando el apartamento— Dije, pensando que me estaba preguntando sobre la conversación que tuvo con los dos menores.
—Lo sé, pero...— Hizo una pausa y agregó:
—Me refiero a lo que hicimos, Seokjin…— Al decirlo, se detuvo para morder su labio inferior y después continuó diciendo:
—Nosotros…— Fue acercando su rostro al mío, con sus ojos fijamente en mis labios y sus brazos volviendo a enredarse tras mi espalda.
—Acabamos de besarnos hace unos minutos.
Cuando acabó de decirlo, cerró sus ojos y sus labios cortaron la distancia con los míos, regalándome un beso en el que logró acariciar mis labios con los suyos, envolviéndolos protectoramente y haciéndome sentir algo especial dentro de mí cuando lo hizo.
Se separó inmediatamente de mis labios, al parecer solo quería sentir de nuevo el sabor que sus besos habían dejado en mis labios y estoy seguro que en ese momento aún lo tenían.
Abrió sus ojos al irse separando, de la misma manera que yo lo había hecho.
—¿Qué es lo que significa esto que siento al besarte, Seokjin?… Tú haces que…— Hizo una pausa, buscó con su mirada mis labios y agregó:
—Haces que pierda la razón cada vez que te beso, Seokjin.
Sus palabras estaban erizando mi piel. Con todo lo que me decía únicamente pensaba en las palabras de Yoongi: "Estoy seguro que Namjoon te corresponde".
Mordí mi labio inferior, estaba sintiendo lo que Yoongi me había dicho con palabras. Cada gesto, cada toque que Namjoon daba en mi piel, me estaban haciendo sentir que él realmente me correspondía, y que, al parecer, Namjoon no estaba consciente de eso, solo lo sentía y ya. Pero, estaba ahí diciéndolo casi sin darse cuenta, y yo, comprendía perfectamente cada una de sus palabras.
—¿Qué es lo que este beso significa para ti, Seokjin?— Preguntó, esa vez mirándome a los ojos.
Tragué con dificultad mientras le miraba a los ojos. Yo sabía muy bien lo que significaban sus besos para mí, yo amaba a Namjoon, más que a mi vida, y en cada beso que le daba depositaba un pedacito de mi corazón en él.
Quería decirle todo lo que sentía por él. Ansiaba tanto hacerlo y así hacerle entender cuánto le amaba desde el día en que lo conocí. Pero, si lo hacía no tendría el tiempo suficiente. Los otros chicos me estaban esperando, sabía que les había prometido supervisarles y estaba ahí muriéndome de amor entre los brazos de Namjoon.
—Namjoon…— Le dije, y una de mis manos subió hasta su mejilla.
Le miré morderse el labio inferior, y luego, al subir mi mirada a sus ojos, le dije:
—Estos besos para mí son solo una muestra de lo que quiero que sepas.
Había tomado el valor para decirlo. Después, agregué:
—Hay muchas otras cosas que quiero decirte, pero, ahora no tenemos el tiempo para conversar— Hablé, refiriéndome a que tenía que ir con los demás.
—Lo sé— Respondió él, y bajó su rostro en una clara muestra de lástima por ello.
—Pero…— Dije, levantando su rostro ahora con mis dos manos sobre su mejilla, indicándole que me mirara a los ojos.
Al verlo mirarme, agregué:
—Por favor, prométeme que no intentarás sacar conclusiones por tu propia cuenta— Entrecerró sus ojos al escucharme decirlo, no estaba comprendiendo mis palabras.
—¿Qué quieres decir?— Preguntó extrañado.
Tenía que decirle algo, no podía permitir que siguiera creyendo cosas que no eran ciertas.
—Hay muchas cosas que me has dicho que no son ciertas, y yo...— Hice una pausa para seleccionar bien mis palabras, y agregué:
—No puedo permitir que sigas creyéndolas— Espeté.
—¿A qué te refieres, Seokjin?— Miraba la necesidad en sus ojos que tenía por saberlo, pero, estaba haciendo esperar más a los chicos, no tenía tiempo suficiente para explicarle.
Entonces le dije:
—Hablaremos de eso luego, ¿Sí?…
—Seokjin, pero…— Intentó reprochar, sin embargo, le interrumpí diciendo:
—Namjoon… Hablaremos después cuando tengamos más tiempo porque sé que con solo un par de palabras no podrás comprenderme…— Hice una pausa y agregué:
—Sé que quieres que te lo explique ahora, pero, necesito decirte todo lo que pienso de esto y por qué lo hago, y créeme, me llevará mucho tiempo al hacerlo— Dije.
Su expresión se relajó al escuchar mis palabras. Estaba prometiéndole a Namjoon tener una explicación completa de todo lo que pensaba de la situación, pero no en ese momento.
Realmente quería hacerlo, ya no soportaba estar callando todo lo que había guardado por tanto tiempo.
—Está bien, hablaremos después entonces— Aceptó él.
La expresión en su rostro me hacía pensar que estaba un poco dolido por no obtener la explicación que él quería en ese momento. Sin embargo, debíamos esperar, debíamos encontrar el momento adecuado para hacerlo.
En seguida ambos nos separamos, un poco culpables por lo que habíamos hecho, no obstante, al vernos con expresiones tristes en nuestros rostros, nuestras miradas se conectaron, y en seguida, mis dientes estaban mordiendo mi labio inferior por el recuerdo de los besos que compartimos.
Como si estuviéramos conectados, nuestros rostros nuevamente se unieron para permitirle a nuestros labios compartir un nuevo beso donde simplemente acariciamos nuestros labios.
Nos separamos, y después de una última mirada, salimos uno después del otro, conmigo primero, para dirigirnos hacia la cocina.