Listo, había cumplido mis palabras.
Había despertado en la cama de Namjoon bajo sus sábanas.
Fui consciente de ello hasta que comencé a abrir mis ojos lentamente debido a las cosquillas que estaba sintiendo en mi rostro, en la zona de una de mis mejillas.
Eran los dedos de Namjoon.
—Lo siento, te desperté— Le escuché decir, e inmediatamente dejé de sentir sus dedos en mi rostro.
Mis ojos comenzaron a acostumbrarse ante el resplandor de una de las lámparas de noche que alumbraba débilmente la habitación, mientras Namjoon me miraba fijamente.
Comencé a removerme y estirarme en la cama tratando de despertarme por completo mientras iba recordando cada una de las cosas que Namjoon había hecho conmigo la noche anterior.
Me removí quedando boca arriba, mientras sentía a Namjoon observarme siempre en su misma posición, tumbado de lado frente a mí.
Y ahí me encontraba, comenzando a avergonzarme por caer en cuenta de que había dejado que sucediera de nuevo.
Habíamos sucumbido al placer sin necesidad de decir nada al respecto, solo habíamos actuado bajo la necesidad y el deseo que nuestros cuerpos habían sentido ante un momento de lujuria.
—¿D-Dormiste bien?— Preguntó, con un tono de voz que sentí también se escuchaba avergonzado.
Asentí como respuesta llevando mis manos a mi rostro para limpiar un poco mis ojos.
Pero ya no había marcha atrás. Y tampoco pensaba arrepentirme de absolutamente nada de lo que había pasado entre nosotros hasta ese momento, porque estaba consciente de que yo sí quise hacerlo, lo había deseado.
Sin embargo, esa vez era diferente, pues Namjoon estaba despierto y debido a que no sabía lo que él estaba pensando, yo no sabía qué decir.
Un silencio un tanto incómodo me hizo preguntar segundos después.
—¿Qué hora es?
Tras preguntarle le escuché suspirar, y luego, lo sentí removerse a mi lado hasta quedar boca arriba.
Después de revisar su celular que estaba en la mesita de noche que tenía a su lado para comprobarlo, respondió:
—No te preocupes, aún falta un poco para que suene la alarma.
Asentí nuevamente sin responder. Ni siquiera sabía qué responderle.
Luego de ese momento un silencio volvió a invadirnos, y después de haberlo pensarlo un poco decidí comenzar a preguntarle para deshacer el silencio:
—¿Entonces qué haces despiert…?
—Hyung yo...
Él también había hablado al mismo tiempo, y en seguida volteamos nuestros rostros para vernos.
—¿Decías?— Preguntó.
—Tú también ibas a decir algo— Dije en cambio.
Era tan extraño y no le encontraba sentido alguno, pero ahí estábamos los dos, mirándonos como dos extraños, tímidos por haber hablado al mismo tiempo, y no por estar conscientes de que habíamos entregado nuestros cuerpos al otro por segunda ocasión.
—Creo que puede esperar, ¿Qué ibas a decir tú?— Respondió él, sin despegar su vista de mis ojos.
En ese momento sentí que tampoco podía quitar mi vista de la suya, lograba transmitirme tranquilidad en ella, y por esa simple razón decidí olvidar mis miedos y hablarle con sinceridad a partir de ese momento.
Ya no iba a callarme nada. Suficiente tenía con todo lo que no nos habíamos dicho hasta ese momento.
—Dijiste que faltaba tiempo para que sonara la alarma, ¿Qué hacías despierto entonces?— Le pregunté, parpadeando un par de veces en medio de mis palabras.
Después de eso Namjoon optó por esbozar una sonrisa mientras se acomodaba de nuevo de lado frente a mí para responderme.
—Precisamente de eso iba a hablar yo— Comentó, acomodando un costado de su rostro sobre su mano apoyando la misma sobre su almohada.
Me quedé embobado mirándole, y en seguida le pregunté:
—¿Ah sí?
Esta vez fue su turno de asentir sin responderme, únicamente mirándome a los ojos sin ganas de dejar de hacerlo.
Mordió su labio inferior para segundos después decir:
—Hyung yo…— Comenzó a decir, pero se detuvo dudando en continuar.
Al final decidió arriesgarse, diciendo:
—Tuve un sueño…— Hizo una pausa. En ningún momento dejamos de mirarnos.
—En el sueño, miré… Todo lo que tú y yo hicimos anoche, y…— Mordió su labio inferior tras confesarlo, y luego continuó diciendo:
—Yo solo quería asegurarme de que siguieras aquí conmigo.
Demonios, pensé en ese momento. Y entonces, quien no pudo evitar morder su labio inferior en ese momento fui yo.
—¿E-En serio?— Pregunté titubeando.
No pude evitar estremecerme al recordar que el día anterior había escogido huir de su habitación antes de que él despertara después de haberme entregado a él por primera vez.
Asintió como respuesta, pero también se atrevió a decir:
—Tuve miedo de que al despertar no estuvieras junto a mí. Tuve miedo de volver a sentir lo que sentí ayer cuando desperté y no te encontré a mi lado, Hyung— Confesó.
Inmediatamente mi corazón se estremeció, en ese momento recordé su forma de actuar conmigo después de eso y las locuras que dijo sobre eso cuando le enfrenté en la cocina horas más tarde.
Aun así, me dio curiosidad por indagar sobre ello, por eso me atreví a preguntarle:
—¿Y qué fue lo que sentiste cuando no me viste a tu lado, Namjoon?
—¿No lo recuerdas, Hyung?— Preguntó, haciendo una pausa desviando sus ojos de los míos para no mirarme cuando agregó:
—Creí que me odiabas por haber abusado de ti.
Por supuesto, lo sabía, y también supe que debía aprovechar ese momento para dejarle en claro cuán equivocado estaba para creer esa locura.
Inmediatamente me volteé hacia él para quedar frente suyo y decidí encararle diciendo:
—Namjoon, no vuelvas a pensar en que eso es cierto, ¿Me escuchas?— Pregunté, por más que no quise mi voz sonó preocupada.
—¿Por qué Hyung? Es lógico que después de hacerte el amor, despertar y encontrar que te has marchado sin decir nada de mi habitación para encontrarte en la tuya limpiando tu cuerpo en tu cuarto de baño, pensara que solamente yo fui quien disfrutó del momento— Dijo, mirándome con remordimiento a los ojos.
Comencé a negar cuando finalizó de decirlo, y me acerqué un poco más a él para decirle:
—¿Acaso no recuerdas tú lo que te dije cuando nos escapamos de los chicos y nos venimos a tu habitación donde nos comimos nuestras bocas a besos?— Pregunté.
Namjoon quedó pensativo.
Había llegado el momento de explicarle lo que él no había comprendido de ese encuentro que tuvimos antes de la cena.
Namjoon hizo el amago de responder, pero no lo dejé, interrumpiéndole.
—Dije que estabas errado de las cosas que estabas diciéndome, ¿Recuerdas?— Volví a preguntar.
Realmente sin querer dejarle responder, decidí hablar de nuevo yo antes que él.
—Tú no abusaste de mí, porque no me forzaste a nada Namjoon…
Ancló sus ojos en los míos, y luego continué.
—No puedes llamarlo abuso cuando la otra persona también lo desea…, y además, yo también lo disfruté.
Abrió sus ojos sorprendido por mis palabras, y preguntó:
—¿E-En realidad lo deseaste?, ¿L-Lo disfrutaste?— Preguntó.
Pude notar una pizca de emoción en su tono.
Asentí, mordiéndome el labio inferior porque supe que a partir de ese momento no iba a poder haber marcha atrás con Namjoon.
—¿Acaso no viste como respondí a cada cosa que me hacías?— Pregunté, recordando la manera en la que le respondí cuando me hizo el amor por primera vez.
Llevó su mano libre a mi mejilla justo antes de responderme.
—Lo sé, y eso era lo único que me hacía dudar cuando creí que había abusado de ti— Me aseguró.
Sin más ganas de tenerle ahí sin probar sus labios decidí juntar mis labios a los suyos en busca de un beso que le confirmara la veracidad de mis palabras.
Y Namjoon correspondió mi beso de la misma forma.
Después de unos segundos se separó con dificultad de nuestro beso, y entonces comenzó a decir:
—Dios, Jin… No sabes lo bien que me sentí cuando te vi aquí dormido junto a mí. Realmente no quería que te fueras— Habló, y frotó su pulgar en mi mejilla.
—Te lo dije Namjoon, no pensaba hacerlo— Le conteste, y no sé por qué, pero mi tono sonó lastimero.
—Lo sé Hyung, pero algo dentro de mí me hizo despertarme solo para comprobar si seguías aquí junto a mí… No lo sé, fue algo extraño…— Comentó, pero luego agregó:
—Sabes, tenía miedo de despertar de nuevo y no encontrarte a mi lado, miedo de volver a sentir ese temor que sentí ayer cuando vi que no estabas en mi cama ni en toda la habitación…— Repitió. Suspiró al final de decirlo, pero luego dijo:
—…Pero tuve más miedo de que tú pensaras que lo que hicimos anoche fue porque te viste en la obligación de no detenerme cuando yo no pude contenerme a…, hacerte mío de nuevo— Confesó.
Supe que tenía que decirle algo al respecto.
—Namjoon, no sé porque piensas esas cosas, pero, ¡Debes saber que yo tampoco pude contenerme!, Ayer que me tendiste tu mano para venir a tu habitación, yo la tomé porque sentí que quería seguir besándote, sentí…, que quería entregarme a ti de nuevo. Tú no me has obligado a nada, jamás lo has hecho. Y si tuve o no una obligación eso solamente fue conmigo mismo, ya que sentí la obligación de permitirle a mi cuerpo terminar contigo lo que habíamos comenzado en la cocina.
Sus ojos se abrieron por las palabras que me escuchó decir.
—Seokjin eso…— Intentó decir, pero le corté, porque yo no podía quedarme más tiempo sin decirlo, y dije:
—Namjoon, yo tampoco he podido contenerme, pues… cuando comenzamos a besarnos, cuando comenzamos a tocarnos, siempre siento como si quisiera más de ello, y eso es lo que me hace no poder detener el momento, eso es lo que me hace no poder detenerme a mí mismo… Es extraño también para mí sabes— Hablé, totalmente sincero.
Y es que así era, era extraño para mí debido a que cada vez que él me tocaba yo siempre tenía una batalla conmigo mismo porque mi mente y mi cuerpo se separaban entre sí y eran las reacciones y los deseos de mi cuerpo los que me hacía actuar.
Iba a decirle también eso a Namjoon, ya no podía callarme más. Pero enseguida él habló, diciéndome:
—E-Es, es extraño para mí también, Jin. Y es bueno saber que tú también te sientes de la misma manera en que yo lo hago… Sin embargo, conmigo aún hay algo más…— Comentó.
Le miré un poco extrañado por sus palabras. Pero sabía que había llegado su momento de hablarme y decirme lo que él sentía. Y yo ansiaba también por saberlo.
—Cada vez que te beso, cada vez que te acaricio, Hyung, es como si eso que hago me hace querer obtener aun más de ti… Eso me lleva a no poder contenerme y a querer terminar haciéndote mío porque cuando lo hago he comprendido que estar en tu interior sobrepasa los límites de las sensaciones que mi cuerpo puede llegar a sentir. Y discúlpame por la descripción tan gráfica que usé, pero, esa es la verdad de cómo me siento— Finalizó.
La verdad era que sus palabras no me ofendieron, ni mucho menos me disgustaron. Fue tan hermoso escucharle hablar de ello tan cómodamente como si fuera cualquier tema de conversación entre los dos. Pero no lo era, pues a pesar de sentirse tan cómodo hablar con él de esa manera, era muy importante para mí porque significaba lo que él pensó durante las dos veces que me había hecho el amor hasta ese momento.
—Pero ahora…— Comenzó a decir de nuevo, y yo le miré ansioso por saber lo que diría.
—Para mí ahora… Tus besos… Tus caricias… Todo esto que hicimos... Son como si los necesitara…— Hizo una breve pausa, y suspiró haciendo que lo mirara aún más curioso por saber qué era lo siguiente que él iba a decir. Mi corazón sufrió una leve sacudida por sus palabras.
Mordió su labio inferior.
—A-Ahora… Yo solo sé que siento que no quiero que esto acabe Seokjin.
La sacudida de mi corazón en ese momento fue mucho más fuerte que la anterior. Y entonces yo también le imité mordiendo mi labio inferior al escucharle.
—…Yo, siento que necesito todo de ti, Seokjin…
Lo sabía, yo mismo pude sentirlo durante nuestra segunda vez.
—…E-Esa, esa es ahora mi realidad…
Y también era la mía, pero antes de poderle decir algo al respecto, Namjoon agregó:
—Y-Yo… Puedo sentirlo cada vez que te toco, cada vez que te acaricio, cada vez que te beso, c-cada vez que me muevo dentro de ti…— Titubeó ante eso último pensando si debía decirlo o no, pero diciéndolo después de todo. Al final volvió a morder sus labios mirando fijamente mis ojos.
—Te has convertido en una necesidad para mí Seokjin. Eres mi necesidad— Aseguró. E inmediatamente también agregó:
—Hasta hace poco pensé que solamente éramos amigos, Seokjin, pensé en aquellas palabras del señor Kang que dijo antes de salir del foro, y pensé que era solamente eso lo que estaba sucediendo entre nosotros, tener sexo "como la máxima muestra de nuestra amistad"— Citó al final, para luego agregar:
—Pero sabes, pensé en todo lo que yo sentí cuando te hice mío, y a pesar que eso no involucraba lo que tú sentiste al respecto, supe que no era simplemente sexo lo que yo había tenido contigo. Te entregué mi primera vez, tú también me entregaste la tuya, y jamás pensé que mi corazón fuera a sentirse de aquella manera por tan solo pensar que había hecho el amor contigo…, y ahora mismo mi corazón se siente de la misma manera con el simple hecho de que estés aquí junto a mí… Lo siento Jin, pero, creo que me he enamorado de ti…, No, ESTOY enamorado de ti Seokjin, y después de estarlo pensando desde ayer puedo comprender que he estado enamorado de ti desde hace mucho tiempo— Finalizó, y sentí que el corazón quería salirse de mi pecho de tan hermosa confesión que había tenido de su parte.
Sus ojos miraban atentamente los míos, registrando cada expresión que yo iba poniendo en mi rostro con sus palabras.
Pero, ¿Acaso se había disculpado antes de confesarse? Namjoon era tan hermoso, que sí, lo había hecho.
—N-No tienes que disculparte, sabes… H-He estado enamorado de ti desde hace mucho tiempo y…
Me interrumpió. En un beso que demostraba todo lo que estaba sintiendo en ese momento.
Sentí una de sus manos envolverme en un abrazo apegándome más a él, y una de las mías no pudo evitar dirigirse a su cabello para desordenarlo más de lo que ya estaba.
Lo peor del caso era que ambos permanecíamos desnudos besándonos apasionadamente.
Pero, aún peor que eso, fue más difícil el tener que separarnos al escuchar la alarma de su celular indicándonos que era hora de cumplir con un nuevo día de trabajo.
Nos fuimos separando poco a poco tras escuchar el sonido, y lo más rápido que pudo, Namjoon volteó a apagar la alarma en su celular.
Cuando regresó de nuevo a mí, se quedó a una distancia prudente mirando mis labios, la necesidad se reflejaba en su mirada.
Con un movimiento despacio fue acercándose hasta mí, solo para depositar un beso en la comisura de mis labios, luego se separó mirándome fijamente mientras esperaba que yo dijera algo.
—D-Debemos levantarnos— Ni siquiera se aún por qué lo dije.
—Lo sé— Respondió, en un tono que lo encontré lastimero.
Al parecer no quería levantarse de ahí, y deduje entonces que yo tampoco quería hacerlo.
—Entonces… ¿Hemos estado enamorados el uno del otro todo este tiempo?— Preguntó, una sonrisa de satisfacción asomaba en su rostro.
Le miré. Ambos queríamos continuar la conversación.
Sonreí levemente y de manera suave asentí bajo su atenta mirada.
—Así que Jungkook tenía razón— Dijo él, pero no logré entender su comentario, por el momento.
Pero, de pronto el recuerdo de los chicos pasó por mi cabeza, la escapada de la película, la huida con Namjoon hasta su habitación.
Nos habíamos escapado del mundo, de nuestras vidas como cantantes famosos, y encima Namjoon mencionaba al Maknae en ese momento y recordé que éste era el otro dueño de la habitación en la que estábamos.
—¡Namjoon, hemos dejado a Jungkook fuera de su habitación!— Exclamé, casi sintiéndome como un mal padre.
Namjoon esbozó una sonrisa cuando me miró reaccionar sorprendido.
—No te preocupes Hyung. Le he mandado un mensaje y le dije que durmiera en tu habitación anoche— Respondió.
Pero sus palabras me hicieron pensar que Jungkook sabía lo que habíamos hecho tras leer ese mensaje, por eso le pregunté:
—¿E-Entonces sabe lo de nosotros?
—Hyung, créeme, Jungkook lo sabe desde antes que nosotros mismos— Respondió, y abrí mis ojos como platos.
¿Acaso también sabía que…?
—No malpienses Hyung, me refiero a que él sabía que tú y yo estábamos enamorados el uno del otro desde antes que nosotros mismos. No creo que haya sospechado de lo que hicimos ayer en la noche…, ¿O tú crees que lo haya hecho?
Bufé avergonzado al escucharle preguntarme.
—Pero aun así no tienes de qué preocuparte Hyung, Jungkookie es bastante discreto.
Pero eso no me consolaba, mucho menos al saber que el susodicho tenía y sigue teniendo a Kim Taehyung y a Park Jimin de mejores amigos.
—Aun así, solamente le dije que te habías quedado dormido aquí y que sería mejor no molestarte en despertarte para llevarte a tu cama. Y él dijo que estaba bien, así que no creo que haya sospechado— Respondió.
Asentí ante sus palabras. Pero la verdad no dejaba de sentirme avergonzado.
Namjoon sonrió y comenzó a decir:
—Bien, iré a vestirme Hyung…— Se levantó de la cama y comenzó a buscar su ropa para agregar:
—…Además, te daré tiempo a que se te quite ese sonrojo en tus mejillas porque aun así resultas demasiada tentación para mí.
Al contrario de lo que pretendía, sus palabras no ayudaron a quitar el sonrojo en mis mejillas. Las sentía arder más como el infierno producto de lo que dijo, pero me encantaba.
Sin embargo, supe que también debía ir a vestirme, además, el desayuno no se iba a preparar solo, así que me bajé de la cama y me fui a seleccionar mi ropa del piso para luego vestirme.
—Por cierto…— Habló Namjoon de pronto mientras se vestía, dándome la espalda para darme mi propio espacio para vestirme.
—Ve pensando cómo le diremos a los chicos lo nuestro, Hyung… No quiero, ni pienso esperar demasiado para hacerlo. No te garantizo poder controlarme cuando me den ganas de besarte, aun cuando estemos frente a los demás— Aseguró.
—¿E-Estás hablando en serio?— Pregunté, casi por inercia.
Se puso frente a mí cuando ya ambos estuvimos completamente vestidos, y respondió:
—Estoy hablando muy en serio Kim Seokjin, conociendo bastante bien a los demás no permitiré que te hagan sentir mal cuando comiencen a atormentarte por averiguar qué es lo que hay entre nosotros, ¿Comprendes?— Y llevó su mano a mi mejilla para acariciarla.
Asentí tímidamente, y desvié mi mirada avergonzado por sus palabras, cosa que hizo a Namjoon volver su mano a su lugar.
Dado que pensé que ya no había más que hablar comencé a caminar hacia la puerta obligando a mis pies a hacerlo.
Sentí los pasos de Namjoon detrás de mí, y fue por eso que volteé hacia él al instante que llegué hasta la puerta.
—Te veré en el desayuno Hyung— Se despidió.
—Sí— Respondí tímidamente.
Nuestros ojos volvieron a encontrarse de nuevo y por inercia, mordí mi labio inferior al mirarle. Namjoon hizo lo mismo.
—¿P-Puedo besarte?
Asentí, y después, solo fui consciente de que sus manos rodearon mi cintura para apegar mi cuerpo al suyo y juntar sus labios a los míos al segundo siguiente.
Estábamos besándonos.
Nuestros labios bailaban nuevamente al compás de los contrarios, nuestras lenguas tampoco se quisieron quedar atrás.
Mis manos sostenían con fuerza sus mejillas y las suyas sostenían mi cintura con la misma intensidad.
Evidentemente, ninguno de los dos quería despedirse del otro en ese momento.
Sin embargo, dejamos de besarnos cuando el autocontrol se estaba yendo de nuestras manos.
—T-Tenemos que detenernos— Dije, al separarme del beso con mi respiración un poco acelerada.
Asintió, pero, antes de soltarme espetó:
—Para mí ahora eres mi amigo, mi novio, mi pareja, mi amante. Eres prácticamente mi todo, Seokjin… Ahora solo falta que tú aceptes ser todo eso para mí…, ¿Aceptas?