Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

I Care About You (NamJin) (BTS - Yaoi) por ArShaBeuKPopLover

[Reviews - 27]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Namjoon terminó de decirlo y supe que tenía razón.

No había nada obsceno, nada vulgar, ni mucho menos nada ofensivo en lo que estábamos haciendo.

A pesar de eso mi corazón seguía latiendo fuertemente, debido a lo que acababa de hacer. Y en ese momento, ya estaba ahí frente a Namjoon, completamente desnudo ante sus ojos cerrados, y tratando de olvidar que la cámara al centro de la habitación ya estaba grabando nuestro momento.

—¿Seokjin?— Llamó Namjoon aún con sus ojos cerrados, seguramente preguntándose por qué yo no había contestado su respuesta. Pero, sin dejar pasar más el tiempo, y sabiendo que tenía que recurrir a Namjoon para olvidarme del video y poder calmar mis nervios, hablé:

—Extiende una de tus manos, Namjoon.

Namjoon mordió su labio inferior y entonces suave y lentamente extendió su mano derecha ante mí, esperando a que yo la tomara.

Ya no había marcha atrás, sin embargo, teniendo a Namjoon frente a mí, ya nada podía importarme más que él.

Di un paso adelante para estar más cerca de Namjoon. En seguida tomé su mano extendiendo la mía, y di otro paso más.

Al acercarme por segunda vez a él, desplacé mi mano que tomaba a la suya hacia su muñeca. De manera que lo siguiente que hice, fue depositar su mano abierta sobre el lugar donde se ubicaba mi corazón.

Namjoon se estremeció ante ese contacto, pero no dejó pasar más tiempo para decirme:

—P-Puedo sentir tu corazón…, C-Creo que está bombeando tan fuerte como el mío lo hace en este momento— Dijo, e inmediatamente noté que su respiración se estaba descontrolando cada vez más.

—A-Así es Namjoon…, Ahora, siénteme…, Siente con tus manos lo que estás provocando en mí.

Mi mano seguía en su muñeca, así que, aproveché su ubicación para que se encargara de guiar a la mano de Namjoon en su camino.

Con mi mano subí la de Namjoon lentamente hasta mi cuello, sin despegar su mano de mi piel.

En seguida, siempre lento, la llevé hasta mis labios…, Y en cuanto tuve sus dedos tocando mi boca, los besé.

Namjoon atrapó nuevamente su labio inferior al sentir mi acción, y entonces, pude escuchar su respiración en medio del silencio de toda la habitación junto al latir de nuestros corazones.

Sabía que lo único en lo que Namjoon estaba pensando era en mí, y en cada cosa que estaba haciendo con él.

Cuando terminé de besar sus dedos, subí un poco mi cabeza e hice bajar su mano por la piel de mi garganta.

Bajé aún más hasta pasar de nuevo por mi pecho, donde mi corazón no disminuía su ritmo.

Bajé todavía más pasando su mano por mi abdomen…, Mis latidos iban acelerando más y más mientras mi cuerpo entero se estremecía ante su tacto.

Continué guiando a la mano de Namjoon con la mía…, Me detuve hasta llegar a mi vientre, donde en el cual, pude notar a Namjoon estremecerse al saber perfectamente la localidad en la cual yo había detenido su mano.

Entonces había decidido soltar la mano de Namjoon, y dejar por fin que hiciera lo que él quisiera.

—Abre los ojos Namjoon…, Ábrelos despacio.

Y así lo hizo.

Lentamente comencé a notar cómo abría sus ojos, y mirándole fijamente mientras los abría, aprecié sus ojos nuevamente buscando a los míos desde que los iba abriendo.

Tenía clavada su mirada en la mía, así como también su mano permanecía en el lugar en el que la mía le había dejado.

Podíamos notar nuestras respiraciones aceleradas, más aún por la situación en la que ambos estábamos… Namjoon sentado en la cama frente a mí, yo ahí de pie frente a él entre sus piernas. Ambos mirándonos fijamente a los ojos, mientras su mano permanecía sobre mi vientre. Con la única diferencia de que, él estaba completamente vestido frente a mí, y yo, completamente desnudo ante él.

Sin quitar su vista de mis ojos, Namjoon finalmente habló.

—E-Eres…— Namjoon tragó con dificultad —Eres lo más bello que me ha dado la vida, Kim Seokjin.

Mordí mi labio inferior ante sus palabras, pero supe que tenía que responderle en ese instante.

—Y-Yo digo exactamente lo mismo de ti, Kim Namjoon.

No podíamos más.

En el instante en el que yo terminé de hablar, la pasión se apoderó de los dos.

Inmediatamente, y lo más rápido que pudo, Namjoon llevó la mano que él tenía en mi vientre hasta detrás de una de mis piernas y en seguida, colocando su otra mano en la parte de atrás de la otra, me hizo subirme sobre sus piernas, hasta que tuvo mis labios pegados a los suyos en un apasionado beso.

Yo tampoco podía más en ese momento.

Me estaba entregando a él en ese beso, y mucho más cuando Namjoon envolvió mi cintura con sus brazos, mientras bajaba sus labios en un camino de besos hasta mi cuello, y mis manos se aferraron a sus hombros.

Ambos comenzábamos a jadear por la desesperación del momento.

Estábamos tan desesperados, tan ansiosos, tan enamorados, que Namjoon despegó sus labios de mi cuello sin despegar mi cuerpo del suyo, solamente para acercar su rostro al mío y decirme:

—Me encantas Seokjin…, Estoy tan enamorado de ti…, Y te deseo tanto, que creo que voy a enloquecer si no te hago mío en este momento— Separó un poco más su rostro del mío para mirarme a los ojos mientras me preguntaba —¿Qué dices mi amor?, ¿Me permites hacerte el amor?

Ni siquiera tenía razón para pensar en ese momento, simplemente, abrí mis labios para decirle:

—¿Y todavía lo preguntas mi amor? ¿No ves cómo estoy? Estoy sentado sobre tus piernas…, Completamente desnudo…, Entregándome a ti…, Mi cuerpo está totalmente desesperado porque me hagas tuyo.

Namjoon sonrió ante mis palabras, y estrechándome un poco más en el abrazo, agregó:

—¿Y tu corazón? ¿Qué es lo que dice tu corazón? ¿Qué es lo que quiere?

Mordí mi labio inferior, porque, ante su pregunta supe que finalmente había llegado el momento de confesarle lo que había callado por tanto tiempo.

—M-Mi corazón…, Me está pidiendo a gritos que te diga que quiere que me hagas el amor…, Porque contigo, siente que finalmente ha encontrado a su otra mitad…, Ahorita mismo, mi corazón quiere demostrarte lo mucho que te ama…, Y quiere hacerlo mientras me entrego a ti, Namjoon.

Los ojos de Namjoon brillaban a causa de mis palabras. Estaba sorprendido por escuchar mi confesión. Sin embargo, la sonrisa que dibujó en sus labios al instante me pudo demostrar lo feliz que estaba de finalmente escucharlo.

—Te amo Kim Seokjin…, No sabes lo feliz que me haces al escucharte decir eso.

Namjoon estaba emocionado, pude notarlo en su tono al hablar. Yo también lo estaba, por eso, tuve que agregar:

—Yo también te amo Kim Namjoon… Y es por eso que no quiero esperar más para demostrarte ahora lo mucho que te amo, mi amor…, Vamos, hazme tuyo Namjoon…, Hazme el amor…, No me hagas esperar más.

Y exactamente en ese preciso momento, nuestros labios volvieron a encontrarse con los del otro, comenzando el beso que nos haría no querer separarnos jamás.

Finalmente, había llegado la hora de demostrarle a Namjoon todo lo que significaba para mí, entregándome a él por completo, con mi cuerpo y con mi alma.

Nuestros labios no disminuían la pasión, la multiplicaban con creces.

Ya ni se diga de mis manos ayudándole a Namjoon a deshacerse de su camisa. Eran la viva desesperación.

Namjoon quedó sin camisa rápidamente, y así de rápido a como estábamos, también me tomó de las piernas de nuevo para levantarme consigo y después de voltearse, depositarme en la cama en el lugar donde él había estado sentado.

Seguíamos besándonos durante y después de eso. Y también, seguíamos besándonos cuando se levantó de la cama, dejándome sentado mientras él se apresuraba a quitarse el resto de ropa que tenía puesta.

No sé cómo lo logró, pero aún con mis labios comiendo de los suyos, Namjoon logró quedar completamente desnudo ante mí.

Era oficial, la desesperación no iba a dejarnos hasta que ambos hubiésemos obtenido todo lo que queríamos. Y notablemente, todo lo que ambos queríamos era entregarnos al otro, como la máxima muestra y entrega de nuestro amor.

Namjoon volvió a colocarse encima mío, entre mis piernas. Jamás dejó de degustar mis labios.

No sabía siquiera cómo estábamos sobreviviendo a ese momento. Lo único que sí sabía era que no nos importaba absolutamente nada más que dedicarnos por completo al otro en ese preciso instante.

Nuestras caricias lo demostraban. No había nada más que nosotros mismos en nuestras mentes. Podía sentirlo. Incluso cuando en medio de jadeos que indicaban nuestros estados, Namjoon detuvo sus besos, para levantarse un momento de mí, solamente para ir a buscar algo al pantalón que se había quitado hacía unos momentos.

No le perdí de vista, y mucho menos le quité mi vista de los ojos cuando supe lo que había sacado de una de las bolsas de su pantalón, y que entonces tomó consigo en la mano…

Era la caja que yo había ido a traer a su habitación antes de dirigirme al hotel en el que estábamos.

Cuando nuevamente Namjoon se acercó a mí, le miraba interrogante, sin saber cuál era el contenido de la caja. Y Namjoon apenas lo comprendió, pues solo para asegurarse, después de colocarse de rodillas entre mis piernas, me preguntó:

—No viste antes lo que era, ¿Cierto, mi amor?— Sonrió luego de preguntarlo, y se inclinó para depositarme un beso en los labios.

—Evidentemente que no, mi amor— Respondí, depositando esa vez yo un beso en sus labios, antes de que él volviera a apoyarse en sus rodillas.

—Bueno, ahora mismo sabrás qué es, mi amor— Agregó él, y me depositó otro beso para luego de volver a sus rodillas, comenzar a abrir la caja sin despegar sus ojos de los míos.

Miraba atentamente mi reacción. Yo no quería quitar mi vista de la suya, pero la curiosidad sí que me ganó cuando sacó algo de la caja.

Mi vista viajó hasta sus manos y él expuso ante mis ojos lo que me había mandado a traer.

Era un bote de lubricante, el mismo que había usado las dos veces anteriores que habíamos hecho el amor.

Mis ojos se abrieron de la sorpresa, y más que por la sorpresa, fue por la vergüenza que me daba el darme cuenta de que Namjoon me había hecho llevar conmigo al hotel algo que él iba a ocupar conmigo al momento de nuestra entrega.

Namjoon rió ante mi reacción.

—Eres un lindo Seokjin, no pudiste dar una mejor reacción que esa— Y se inclinó rápidamente para darme un beso en la mejilla. Luego volvió a arrodillarse.

Sin embargo, inmediatamente después de eso me senté frente a él para darle una suave palmada en el brazo, para luego reclamarle:

—Por Dios Namjoon, cómo pudiste mandarme a traer algo que usarás en mí, literalmente. ¿No se supone que debías traerlo tú?

Por supuesto, era obvio que no estaba enojado. Lo había dicho sin pensar, esa era la verdad, y al terminar de decirlo pude darme cuenta que quizá antes no hubiese podido hablar así libremente sobre el tema; me hubiese muerto de la vergüenza primero.

Algo había cambiado entre Namjoon y yo para que yo me atreviera a decírselo.

La única explicación que se me ocurrió en ese momento fue simplemente que lo dije porque sabía que ya existía más confianza con Namjoon respecto a la intimidad.

Namjoon se había sorprendido ante mis palabras, sin embargo, a los segundos después me sonrió, y llevando una de sus manos a mi rostro, dijo:

—No me digas que te apenas por haber traído algo que usaré en ti— Repitió con una sonrisa. Supe por su tono, que también se había dado cuenta de la confianza que ya había entre nosotros en la intimidad.

Sinceramente, descubrirlo me alegraba bastante porque sabía que la relación que Namjoon y yo estábamos llevando iba desarrollándose y expandiéndose cada vez más.

Tratando de esconder una sonrisa por mi reciente descubrimiento, me dije que tenía que responderle, sin embargo, simplemente solté:

—P-Pues sí.

No sabía qué más decirle, porque ya no había razón para avergonzarme con Namjoon sobre ello.

No pudimos evitarlo, nos pusimos a reír por el momento, pero Namjoon en seguida unió sus labios a los míos, para comenzar un nuevo beso en medio de nuestras sonrisas.

El beso estaba logrando reavivar la pasión, tanto, que Namjoon fue acostándonos con él encima mío mientras nos besábamos para volver a dedicarnos únicamente a nuestro momento. No obstante, cuando creí que estábamos a punto de alcanzar la pasión por completo, Namjoon detuvo nuestro beso para agregar:

—Lo hice, porque tú también eres parte de este momento, mi amor…, Y creí que era conveniente hacerte partícipe con ir a traerlo porque a pesar de que yo lo usaré en ti, seremos tú y yo quienes lo disfrutaremos, juntos.

No hizo falta que dijera nada más. Sus palabras fueron perfectas para que ese poco de pasión que nos hacía falta alcanzar, la encontráramos de golpe.

Los besos continuaron, las caricias continuaron, nuestras respiraciones agitadas continuaron, y nuestros jadeos por el éxtasis del momento no solo continuaron, hasta se fueron multiplicando.

No había nada más que eso en toda la habitación, así como no había nada más que eso en nuestros pensamientos, podía sentirlo con cada beso, con cada poro de mi piel que Namjoon rozaba con sus caricias, con cada jadeo que a ambos se nos escapaban de nuestros labios. Y estábamos disfrutando de todo eso como nunca antes lo habíamos hecho.

No sé cuánto tiempo más pasamos así, besándonos, tocándonos, sintiéndonos, amándonos, pero sentía que iba a enloquecer si Namjoon no se apresuraba en hacerme suyo en ese mismo momento.

—H-Hazme el amor, Namjoon…— Jadeé entre besos —H-Hazme el amor ya…, A-Antes de que pueda enloquecer— Agregué con dificultad sintiendo cómo ambos estábamos tan prendidos y excitados por lo que estábamos haciendo.

—L-Lo haré mi amor…— Respondió en medio de un beso, pero luego se separó para mirarme a los ojos y agregar —S-Simplemente estaba esperando que me lo volvieras a pedir.

La desesperación volvía a notarse en sus palabras.

Y así, en medio de esa mirada de deseo, de pasión, de amor, y de desesperación, Namjoon finalmente se dispuso a abrir el bote de lubricante que había dejado a un lado sobre la cama.

Vertió un poco del contenido en su mano para luego untarlo por toda su hombría, totalmente despierta ante mí.

Mordí mi labio inferior cuando lo vi tomar nuevamente más contenido del lubricante ahora en sus dedos y en seguida acercó su rostro al mío, para esconder de mis ojos lo que sus dedos iban a hacerme.

Con sus labios a centímetros de los míos, Namjoon espetó:

—E-Estará un poco frío, pero creo que eso lo sabes muy bien— Namjoon acercó sus dedos a mi entrada y me cuerpo entero se estremeció.

Aun así, quería responderle.

—S-Sí— Aseguré, sintiendo sus dedos untar el líquido en mí, mientras nos mirábamos a los ojos —Y todo gracias a ti, Namj…

No pude terminar de decir su nombre, Namjoon había insertado uno de sus dígitos en mí sorpresivamente, haciendo que mis ojos se cerraran de golpe, y que mi boca se abriera como si fuese a gritar por el susto, pero me contuve.

Me estremecía por completo ante él por lo que estaba haciéndome, pero tuve la necesidad de decirle, aún con los ojos cerrados:

—A-Al menos…, A-Avísame..., L-La próxima vez— Hablé con dificultad, entre jadeos que muy pronto iban a convertirse en gemidos.

—No lo haré..., Sé que confías en mí, y estás dispuesto a dejarte a hacer todo lo que yo quiera, porque sabes que yo jamás te haré daño, mi amor.

Sí. Namjoon me conocía tanto como lo mucho que él estaba disfrutando tenerme en ese estado en ese momento.

Pero yo no podía evitarlo. El placer iba invadiendo mi cuerpo cada vez más, y lo único que pensaba era en tener a Namjoon dentro de mí. Yo también podía sentirme desesperado.

—M-Me conoces…, T-Tan bien…— Volví a decir con dificultad.

—Lo sé mi amor…,—Namjoon hizo una pausa, sentía a sus ojos admirar cada una de mis reacciones mientras yo me revolvía contra su mano —Y también sé que ya estás listo para mí.

Inmediatamente después de decirlo Namjoon sacó su dedo de mi interior, cosa que hizo que abriera mis ojos totalmente perdido por la sensación de querer llegar al clímax sin lograrlo.

Mi respiración estaba más que agitada, y en la cara de Namjoon el deseo por mí era lo único que yo lograba notar.

Namjoon rápidamente se acomodó entre mis piernas y alineó su hombría en mi entrada. Se quedó ahí mientras volvía a acercar su rostro al mío.

Nos mirábamos fijamente a los ojos, y sentí casi el pasar de una eternidad, hasta que Namjoon habló.

—Te amo, Seokjin.

El mundo no existía para mí después de escuchar esas palabras.

—Te amo, Namjoon.

Acto seguido Namjoon entró en mí, y estampó sus labios a los míos tragándose el gemido que me había provocado.

Y ahí estábamos nuevamente, besándonos, mientras hacíamos el amor.

Namjoon se movía en mi interior sacándonos a ambos gemidos que acallábamos en la boca del otro...

Gimiendo nuestros nombres entre cada movimiento, una y otra vez.

Y sí que tenía razón, no había nada obsceno, ni nada vulgar con lo que estábamos haciendo.

No había absolutamente nada mal con lo que ambos hacíamos, porque lo único que Namjoon y yo estábamos realizando, era una muestra y entrega de nuestro amor.

Namjoon y yo estábamos amándonos, y nada ni nadie podía hacer nada para impedirlo en ese mismo momento.

No había nada más hermoso que sentir que yo le pertenecía a Namjoon y que él me pertenecía a mí en ese preciso instante.

Podía sentirlo. Él y yo estábamos unidos. Éramos una misma carne, y podía sentir a nuestras almas fusionarse hasta sentir que eran una sola.

Amar…

Finalmente había encontrado el significado a esa palabra.

No podía describirlo, pero, sí que podía sentirlo.

Amarnos, era lo que Namjoon y yo estábamos haciendo en ese mismo momento.

Y si alguien me pregunta cómo me sentía en ese momento, yo solamente puedo responder que me sentía... Vivo…, Amado…, Deseado…, Necesitado…, Pero, sobre todo…, Mucho más Enamorado de Namjoon con cada segundo que pasaba.

Así pasó el tiempo, con Namjoon y yo entregándonos el uno al otro, entre besos, embestidas, gemidos, y cada sentimiento que compartíamos durante cada cosa que estábamos haciendo.

Y no hubo cosa más bella que el momento en que Namjoon y yo alcanzamos nuestro clímax, él primero y yo después, exclamándonos entre gemidos lo mucho que ambos nos amábamos.

Habíamos quedado agotados. Ya se lo imaginan.

Sin embargo, eso no impidió que Namjoon me tomara entre sus brazos y nos llevara a ambos sobre las almohadas para poder descansar.

Namjoon tomó las sábanas y nos cubrió a ambos con ellas. Luego de eso se acostó a mi lado y en seguida me hizo colocar mi cabeza sobre su hombro, recibiéndome entre sus brazos.

—Esto ha sido maravilloso, mi amor... ¿Ya te he dicho que jamás podré cansarme de esto contigo?— Preguntó él. Y recordando que sí lo había hecho, respondí:

—Sí, mi amor…, Ya me lo has dicho…, Pero no me importa volverlo a escuchar— Aseguré, subiendo mi vista para poder mirarle a los ojos.

—Pues me alegra escuchar eso mi amor, porque voy a decírtelo cada vez que hagamos el amor a partir de ahora— Aseguró él, y se inclinó un poco hasta depositar un beso en mis labios.

Yo solamente sonreí después de eso, deseando que ese momento con Namjoon no terminara jamás, deseando poder quedarme así con él para siempre.

En mi mente, no había otra cosa más que él en ese momento, recordando cada cosa que habíamo hecho.

Sonreí cuando recordé lo que hice para hacer que Namjoon se olvidara de todo… Pero, de pronto…, Dejé de sonreír cuando recordé la causa por la que lo había hecho…

El video.

—Oye, amor..., ¿Esos han sido nuestros primeros "Te amo"?— Preguntó.

Luego de maldecirme mentalmente por haber olvidado todo yo también, tuve que decirle:

—S-Sí, mi amor…, Y han quedado todos nuestros "Te amo", g-grabados en el video.

Notas finales:

Adelanto Cap 39...

Lo único que quería era dejarle su espacio a Namjoon para que procesara lo que acababa de suceder.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).