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Huellas||Sterek|| por Dark_Ness

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Notas del capitulo:

    No tengo mucho que decir. Sólo espero que les guste este capítulo tanto como me ha gustado a mi escribirlo...

 Una de las pocas cosas que había podido aprender de las sesiones privadas de Laura y Talia, era la defensa contra los alfas. Derek siempre estuvo entrenando con los vecinos de la manada; y no era por mero acuerdo armonioso que tuviera su mamá con los otros visitantes; sino más bien por un trato obligado.

    Había algo como una manada alfa que venía siempre a molestar a su mamá, tratando de reclutarla como trofeo a su harta colección de especímenes perfectos; y eran muy insistentes. Mensualmente se presentaban en el territorio Hale, comían en la misma mesa que la familia y exigían entrenar a los betas para probar cual era mejor; y entre negarse y provocar una absurda guerra, o aceptar con una sonrisa tensa... Talia prefirió mil veces ceder esa vez.

    Y lo mejor había sido, que entre tanto y tanto, comprendieron como era el sistema de pelea de uno de los guerreros más fuertes. Esa información sería valiosa al momento de desatar el verdadero encuentro. Pero vale que, llegó el incendio, los hermanos huyeron y el linaje Hale pasó a ser una leyenda entre los lobos; por lo que el conocimiento aprendido no fue de mucha utilidad a lo largo de los años —en parte porque Derek había sepultado esa información junto a muchas otras cosas.

    Hasta ahora.

    Porque Derek entendió como funcionaban los movimientos de la bestia; y se le hizo muy curioso.

    Tanto, que previno los ataques, los esquivó y rellenó el cuerpo de la bestia con balas de acónito. Y pronto, la batalla estuvo inclinada a los lobos; dejando inactiva al alfa que poco a poco comenzaba a marearse y a ceder.

    Entonces, un cazador estúpido le disparó una flecha a Derek en la pierna y lo derribó. 

— ¡Jodeeer! ¡¿Van malditamente en serio?! ¡Les estamos salvando el culo! —Stiles estaba sumamente alterado, lanzando gritos con esa voz gutural de lobo enojado.

— ¡Cuidado! 

    Era una pena total que el único que entendía la estrategia cayera en batalla tan repentinamente; y más cuando parecía que estaban ganándola. 

    Entonces Laura rugió, sacando sus garras y atacando directamente a la cosa que ya estaba tambaleándose como un ebrio afuera del bar. Le dio con suficiente fuerza como para derrumbarlo y cubrirse con su cuerpo de las balas que le lanzaban los cazadores; porque ellos no concebían que un par de lobos los estuvieran ayudando de gratis.

    Luego Peter, quien estaba ayudando a Scott y a Stiles a esquivar los ataques furtivos de ambos bandos, corrió a socorrer a su sobrino. El hombre no era de expresar abiertamente la preocupación a nadie, y tenía una relación tensa con Derek por motivos que no entendía abiertamente; pero verlo en el suelo derribado, desangrándose y gruñendo por el inminente dolor fue más que suficiente. 

    Ayudó al fin y al cabo a su sobrino para ponerse de pie. La punta de la flecha estaba encajada entre sus músculos, haciéndole difícil sacarla sin lastimar más al hombre, por lo que decidió dejarla de momento. Sin embargo; Derek-Salvaje-Hale arrancó el trozo de flecha sin importar el agonizante dolor y se lanzó a la batalla. Esquivar balas era más difícil que esquivar zarpazos, pero entendía que sus betas al fin habían sacado la cabeza del culo y dirigían sus ataques hacia la amenaza más próxima, lo que le dejó un margen elevado de ventaja que usaría para derrotar a la bestia.

    Peter lo acompañó y cubrió a Laura, enfrentando a los cazadores que se le habían acercado y planeaban apuñalarle por la espalda. El hombre estaba viejo pero seguía moviéndose como un guerrero impecable en el campo de batalla; por lo que sus ataques igualaron a los de los cazadores experimentados. Incluyendo al mismísimo Chris Argent, que se había paralizado brevemente al ver al hombre salvaje.

    Derek intuyó que Peter tenía un pasado con aquél hombre; pero no era momento de chismes. 

—Deberías retirarte con tu séquito de idiotas templarios —ofreció Peter mientras atrapaba en su mano la flecha que le lanzó uno de los cazadores. Chris era incapaz de dispararle al mayor de Hale— Tenemos nuestros propios asuntos; y por lo que puedo escuchar, ustedes tienen los suyos. 

    Esa referencia venía por los jadeos de Allison. La chica seguía herida en algún rincón alejado, y Scott trataba  de enfrentarse contra todos los cazadores posibles para llegar hasta su amada. El dolor de ella lo sentía él; y a estas alturas, la manada comenzaba a sospechar que el nombre se le había grabado a ese par sin que ellos se dieran cuenta.

—Las amenazas a nuestro pueblo son asunto nuestro —respondió un cazador con muy mala cara. Peter intuyó que era el mismo idiota que le había lanzado la flecha que el detuvo— Y ustedes son parte de ella.

—Es irónico —respondió— Porque yo pienso así de ustedes. Aunque seamos hombres razonables —Peter levantó las manos tratando de negociar. Tarea difícil— Estamos tratando el mismo asunto, lo que nos lleva a estar a la misma cara de la moneda. ¿En serio quieren atacar a sus aliados?

    Derek desvió su atención hacia su tío momentáneamente; Chris no era estúpido —o eso recordaba Derek— y sabía que una alianza con tus mayores enemigos era un plan que no tenía muchos beneficios la mayoría del tiempo; y aún así, no podía evitar el impulso de observar fijamente a Peter. El hombre bajó su arma poco a poco; y los demás cazadores, que estaban escandalizados, retrocedieron ante la retirada tácita de su líder.

—Ocúpense de Allison. Puedo oler perfectamente como la sangre se riega en el suelo; y tú como yo sabemos que no es una buena idea dejar desangrándose a uno de tus compañeros... en especial cuando hay una herida causada por un alfa —Peter sonrió aunque trató de evitarlo— Nosotros trataremos con este inconveniente.

    Los cazadores se retiraron extrañamente, dejando a los lobos luchar contra el envenenado alfa que lanzaba zarpazos y se retorcía en el suelo. Scott y Stiles dejaron de pelear contra los otros cazadores, pero aún así, no dejaron que el lobo se acercara a su novia. La señora rubia con cara de tener una psicosis en estado sumamente avanzado fue la que se llevó a  Allison. Ella olía a maldad, y Derek sabía muy bien quien era, que hizo y por que estaba tan ansiosa al dispararle a sus compañeros.

    Pero se retiraron.

—Bien, una amenaza menos —agregó Stiles— ¿Ahora como nos deshacemos de esa cosa? No me dejaron hacer la investigación completamente.

—Tú fuiste quien ofreció venir al bosque en primer lugar —gruñó Scott. El chico seguía enfadado por lo que le sucedió a su chica— Es tu culpa.

—Oh sí, lo olvidaba. Es mi culpa que tu novia sea una cazadora, que encima esté herida y que nos haya sorprendido el alfa.

    Era muy raro ver pelear a ese par. En especial cuando se la pasaban juntos hasta el nivel de darle incomodidad a Derek en silencio —porque el hombre sabía que habían cosas que simplemente no debía decir—; pero al ver como Scott lanzaba chispas por los ojos, Derek comprendió que su amor hacia la cazadora era verdadero.

—Sí, sí niños. Pueden pelearse cuando estemos en loft comiendo pizza —cortó Laura, quien durante todo el rato estaba concentrada en los efectos del acónito en el alfa. Ella necesitaba la ayuda de su manada para eliminar por completo al atacante; y el incordio entre sus dos más unidos miembros no le traería nada bueno— Pero mientras tanto, recuerden en donde estamos y que estamos haciendo.

    Esa era la orden que no aceptaba titubeos. Y pronto se encontraron frente al causante de las desgracias de la manada. Era curioso como un idiota gigante que infundía miedo en la población se encontraba tirado en el suelo; apenas y estaba consciente, pero poco a poco se podía ver como parte de su humanidad regresaba.

    El acónito hizo su efecto; y pronto tenían a un tipo grande , desnudo y tieso en el suelo. 

     A Derek se le hacía demasiado familiar. Era casi como observar uno de los libros en un idioma que no había hablado en mucho tiempo. Pero no podía identificarlo. Su recuerdo estaba borroso en su memoria.

— ¿Conocen a este tipo? —Stiles hizo los honores de preguntar lo que Derek tenía en mente. Le agradecía por ello— No se ve como alguien que frecuente Beacon Hills en sus mejores días.

—Sí. Es Ennis —respondió Laura. Sus ojos refugian en carmín; lo que Derek intuía como un mal augurio— Este era el tipo que peleaba contra Derek; él quería arrebatar a los miembros más jóvenes. Mamá peleó contra él en la última noche de reuniones con esa manada. Pensé que había muerto.

—A menos que sea Lázaro y haya resucitado, supongo que sobrevivió al ataque de mi hermanita —Peter observaba curioso al hombre en el suelo. Probablemente estaba desmayado y a punto de entrar en un cuadro severo de shock por envenenamiento sobrenatural; pero la manada se le quedó observando como si fuera alguna muestra extrañaba de laboratorio— ¿Ahora que hacemos con él?

—Podemos interrogarlo —propuso Scott, a lo que Derek no le parecía un mala idea— Necesitamos saber si trabaja por su cuenta o está aliado con alguien más.

—Probablemente morirá dentro de poco —respondió Stiles; se notaba el desdén en su voz cuando se refería a él. Y Derek podía intuir su enojo gracias a las palpitaciones que sentía en su nombre. Pero no entendía abiertamente el motivo— Huele a putrefacción, y hay sangre negra saliendo de los agujeros de bala. Si no lo interrogan en los próximos minutos, probablemente nos quedaremos con las ganas de saber más.

     Y parecía arte de magia cuando tras las palabras de Stiles, Ennis comenzó a reaccionar. Tosió su alma y tras cada movimiento brusco que hacía su cuerpo, escupía esa asquerosa sustancia negra por la boca. Poco a poco abrió los ojos. Lo primero que observó fue a Peter Hale.

—Estás vivo —murmuró con dificultad— Pensé que no ibas a levantarte de... esa maldita cama nunca...

     La tos le impedía hablar con fluidez. Derek no podía ser el único que observaba con ojos confundidos aquella escena. Ennis conocía a los Hale; prácticamente estuvo años tras de ellos para llevarse al alfa de la manada, pero aún así le era extraño aquella familiaridad con la que se dirigía a Peter.

—Ennis —habló Peter. Se veía incómodo— Tan inoportuno como siempre.

—Eso no lo dijiste aquella vez —Ennis se burló mientras otra ronda de tos lo atacó salvajemente— Veo que finalmente reuniste a la manada que querías...

     Entonces su vista se enfocó hacia los betas más jóvenes. Le sonrió a Scott y a Stiles; y se podía apreciar como la sangre negra le había salpicado los dientes. Un escalofríos le sacudió la columna a Scott mientras que la piel se le erizaba a Stiles. Era tan aterrador ese momento; casi parecía como si volvieran a aquel momento en donde los habían mordido.

— ¿De que está hablando, Peter? —Laura se mantuvo estoica mientras escuchaba la disparatada conversación. Todo le estaba causando una mala vibra; de esas que generalmente derivaban en caos y lágrimas.

— ¿Que acaso la pequeña Laura no lo sabe? —Ennis comenzó a reírse hasta que la tos le interrumpió. El olor a putrefacción se incrementaba cada vez más en el ambiente— Que mal tío eres, Peter. Aprovechándote de la ignorancia de tus sobrinos para encubrir tu crimen.

    Muy pocas veces podías ver a Peter Hale tenso y nervioso. El hombre era la vívida imagen de la ironía, tranquilidad y sarcasmo; por lo que Derek comenzaba a enfurecerse ante la falta de respuesta por parte de su tío.

—Veo que no dirás nada más —murmuró Ennis— Pero quiero que sepas que tu trato está completo si terminas el trabajo. Recuerda que aún existe la manada alfa; y ellos están más que felices con venir a Beacon Hills para hacerte pagar si no cumples con tu parte del acuerdo.

— ¡¿De qué jodidos está hablando este idiota, Peter?! —Laura le rugió a su tío, era más que evidente que la paciencia se le había agotado, como a todos.

     Peter no podía mirar a nadie más que a Ennis. Le faltaba poco para que muriera; y aún así no podía irse de ese asqueroso mundo sin hacer la vida miserable de los pocos integrantes de la manada Hale. Peter quería asesinarlo.

—Si yo muero, ellos vendrán por tí. Y no creo que sean igual de generosos que yo. Ahora decides que harás.

     Esa última advertencia les dejó la piel helada a todos.

     ¿Quienes iban a venir? ¿Eran acaso los miembros de la manada alfa que había mencionado?

—Lo siento —después de un gran rato en silencio, Peter habló. Observó a Laura con los ojos vidriosos y se podía percibir el dolor en su voz. ¿Por qué se estaba disculpando?— De verdad lo siento mucho.

     Derek observó en cámara lenta como Peter se abalanzó sobre Laura y le desgarró la garganta con sus garras. La sorpresa estaba vívida en sus ojos antes de que la luz abandonada su cuerpo; pronto la sangre comenzó a salir a borbotones de la piel desargarrada. Ennis dio su último aliento con una risa sin escrúpulos; y los tres betas de Laura atacaron a Peter entre gritos de dolor.

    Peter los había traicionado.

     Laura había muerto.

    El bosque volvía a ser el escenario de la tragedia. Y la noche se vistió con el manto del luto ante la perdida de otro miembro de la familia Hale.

←•→   

    Derek no podía entender muchas cosas.

    Comenzando por el hecho de cómo se había escapado Peter sin ningún problema. Parecía que todo estaba planeado a la perfección; y él solamente necesitaba la señal para poner en marcha las viles estrategias.

   Los tres chicos le dieron pelea al nuevo alfa de la manada; lo cual fue inservible porque terminaron en el suelo con el dolor de sus huesos destrozados junto al vacío de la traición. Peter tenía los ojos entendidos en carmín, con una mueca ausente de dolor mientras peleaba contra Derek; ni siquiera pudo mirarlo a ojos cuando le apuñaló un costado con sus garras.

     Las lágrimas se acumularon rápidamente en sus ojos cuando el golpe lo mandó al suelo y la vista perfecta del cuerpo sin vida de su hermana se apareció en su mirada. Ella estaba tendida como si no fuera nada, con la sangre escurriéndose de su cuello, su rostro aún tenía dibujado la sorpresa del ataque de Peter.

    Scott rugió como nunca antes lo había hecho. Sonaba desgarrado, y luchó como jamás lo habrían imaginado. Derek a duras penas escuchaba como los golpes de Scott arremetía contra el cuerpo de Peter; y sin embargo, fue igual de inútil cuando Peter le mordió un brazo y le arrancó aquel enorme pedazo de piel.

    Pronto quedó Stiles; y él ni siquiera pudo pelear con todas sus ganas. Los sollozos se escuchaban claramente en los oídos de Derek.

     La traición era una perra.

     Peter golpeó a Stiles en el centro del pecho, mandándolo a volar unos cuantos metros hasta estrellarse de lleno contra la corteza de un árbol. Stiles no tuvo fuerzas suficientes para hacerle frente al hombre que lo había enseñado a ser un beta antes de la llegada de Laura. Y sólo se quedó arrodillado en el suelo escupiendo sangre mientras las saladas lágrimas bajaban de sus ojos.

     Peter se marchó entonces. Los había dejado tirados como basura en el bosque. Él no miró ni una sola vez atrás.

    Entonces Derek se levantó a duras penas mientras presionaba su costado. La herida tardaba en curarse, recordándole molestamente la nueva habilidad de su tío. Cojeó hasta donde estaba el cuerpo sin vida de Ennis y lo observó.

— ¡Hijo de puta! ¡Nos traicionó! ¡Lo voy a matar! —Scott lanzaba maldiciones a diestra y siniestra mientras caminaba hasta donde estaba Stiles. Él ayudó a su hermano a levantarse y entre ambos caminaron hasta donde estaba Derek.

    Derek sentía el dolor desconsolado de Stiles en su cuerpo.

— ¿Qué vas a hacer, Derek? —Stiles levantó la mirada hacia su chico y observó cómo Derek se detenía a examinar el cuerpo sin vida de la antigua amenaza.

—Lo escucharon. Alguien más vendrá a Beacon Hills —la voz de Derek carecía de toda calidez y sentimiento— Tenemos que prepararnos si queremos proteger al pueblo.

— ¡¿Y Peter?! ¡¿Lo dejarás pasar?! —Scott estaba inconforme.

—A él lo dejaremos para el final.

    Su tono fue firme. Entonces, extrajo del cuerpo del muerto su poder como alfa y lo absorbió.

    Derek siempre había soñado con vivir en una manada cálida y llena de apoyo. Él nunca deseó ser un alfa; puesto que eso significaría que su madre y Laura tendrían que dejarlo para ello. Él se sentía feliz con la idea de estar siempre con su familia y tener una buena vida al lado de su alma predestinada. Pero la realidad siempre era más cruda.

     El poder arrollador que lo embargó no tenía palabras para ser descrito. Era como sentir miles de cosas peligrosas a la vez; como si te atravesara un rayo con la velocidad abrumadora de un tren y la fuerza de una estampida salvaje. Su cuerpo se movía más rápido con ayuda de la adrenalina; y las células se unían y se recuperaban de sus heridas con rapidez. Pronto todo se pintó en rojo; y ahí mismo lo supo.

    Ahora él era el alfa.

     Los chicos le observaron con un asombro silencioso. Pero estaban todos destruidos por dentro. Necesitaban un descanso de toda esa mierda.

—Tenemos que prepararnos para la guerra. —y con ello, caminó junto a sus dos betas hacia el loft con los ánimos por el suelo.

←•→

    Antes de irse; Derek recogió el cuerpo de su hermana. No le importó dejar en medio del bosque a Ennis ni toda la evidencia de la gran pelea que hubo, puesto que sabía que los cazadores volverían a ese sitio y tratarían de ocultar cualquiera tipo de información que pudiera delatar algún indicio de actividad sobrenatural.

     Derek con ayuda de Stiles y de Scott, limpiaron el cuerpo de Laura y la acomodaron para el entierro que le harían al siguiente día en los terrenos de la mansión Hale. Ella merecía estar con la familia.

     Dejaron su cuerpo reposando en el sitio que le servía de habitación para dormir.

    Y después, ayudó a curar a sus betas.

    Scott había perdido sangre considerablemente. Le vendó la herida después de que el chico tomara una ducha. No tardaría más de un día en curarse completamente. Scott le agradeció.

    Y Stiles, quien no tenía heridas abiertas, tomó una ducha sin pensarlo mucho. Cómo era de imaginar, sus ropas estaban rotas, por lo que Derek le prestó a ambos adolescentes algunas prendas para que se vistieran adecuadamente. Ellos se sentaron entonces en el suelo, uno al lado del otro y se dedicaron a mirar hacia la nada.

—Y pensar que esta mañana estaba feliz de contarle a Scott acerca de nuestro abrazo —Stiles trató de sonreír; pero ni eso podía hacer— Ahora eso parece un recuerdo lejano.

—Y pensar que el tema de Allison siendo cazadora me había dejado estupefacto —Scott se apoyó en la pared y cerró los ojos. Estaba tratando de asimilar todo lo que había ocurrido— Creo que tenemos mejores cosas en las que pensar.

    Entonces Stiles se apoyó en el cuerpo de Derek; lo abrazó descansando su cara en el hueco que había entre su cuello y el hombro para luego cerrar los ojos. Derek pasó un brazo por su cintura y lo apretó contra su costado (el cual los betas habían vendado con cuidado); era reconfortante la proximidad de Stiles junto a su calidez.

    Scott se apoyó también en Derek, sólo que él no lo abrazó tan íntimamente como lo había hecho Stiles. Descansó su cabeza en el hombro de Derek y permitió que su alfa pasará su brazo por sus hombros para abrazarlo fraternalmente.

    Ahora ellos tres estaban solos.

    Sólo se tenían a ellos mismos.

    Y ahora, envueltos en ese abrazo, los tres se durmieron sentados en el suelo mientras se recostaban a una pared del loft. La luna esa noche alumbró en su cuarto creciente, y el sonido de los árboles moviéndose les arrulló hasta que pudieron conciliar el sueño.

    Ahora más que nunca latían en calma aquellos corazón. Una calma resultante del dolor y la tragedia...

Fin de la primera parte.

Notas finales:

 

Planeaba dejar la historia hasta aquí. Para que ustedes se imaginaran su propio final. Pero hay mucho cabos sueltos y tengo tantas ganas de darle continuación a este proyecto, que prefiero dividirlos en partes ^^

Nos vemos en la segunda parte...


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