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Huellas||Sterek|| por Dark_Ness

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Notas del capitulo:

Tengo el extraño presentimiento de que me tomará años para terminar esta historia xD

 El olor de los integrantes en la casa Argent le puso los vellos de punta a Derek.


    Una de las cosas que podía recordar inconscientemente era la terrible sensación de culpa y dolor que le acompañaba desde adolescente cada vez que se encontraba con el olor de Kate. Ella apareció repentinamente en su vida, como si fuera un molesto anuncio publicitario del cual no se pudo deshacer y que, dicho sea de paso, terminó por destruir todo lo que se encontró a su paso.


    Esos días fueron muy obscuros y silenciosos para él. La muerte de Paige fue un enorme detonante para el mutismo y el aislamiento del joven Derek; por lo que muy pocas personas fueron capaces de llegar a hablar con él sin que éste le espantara con su hostilidad. Tan sólo Talía tenía el poder de hablar con Derek; y luego, como ave de mal agüero, llegó la rubia explosiva. Ese fue el momento en donde la chispa se fue preparando para encender la peor de las desgracias.


— ¿Derek? —Stiles apareció detrás de Derek cuando su puño comenzaba a perder color. El alfa espabiló sus pensamientos retrospectivos y enfocó su vista. Estaba entrando en el comedor de la casa, el cual estaba limpiamente prolijo y acomodado, salido de una revista—... Vale, ya regresaste.


    El hombre asintió. No tenía ni la menor idea de cual habría sido el momento exacto donde se había perdido e sus pensamientos; pero con la situación que tenía entre sus manos, sabía que no podía darse el lujo de refugiarse en sus cavilaciones. Por otro lado, Chris Argent seguía manteniendo su postura de hombre tenso y alerta; dejando entrever sin ningún tipo de pudor que no aceptaba a la manada Hale ni por un segundo dentro de sus aposentos.


   Incluso en el comedor, el cual estaba en el centro de la gran casa, el olor de calma y sociedad unificada se estaba deshaciendo poco a poco. La esencia sobrenatural de Allison comenzaba a hacerse espacio entre la cantidad equitativa de olores humanos; lo que dejaba un enorme margen de incertidumbre en la familia, porque entendían que ya su hija, la heredera del imperio Argent, no era humana.


—Allison en estos momentos no está... muy dispuesta a las visitas  —comentó el patriarca Argent cuando todos tomaron asiento en la mesa. Como siempre, Chris en la cabecera, demostrando su autoridad sobre los demás; mientras que los lobos se sentaron a su alrededor a regañadientes, con Derek a la izquierda de Chris, Scott a su derecha, y Stiles a la izquierda de Derek—. Así que, lo que sea que tengan que decirle, háganlo aquí. Ella podrá escucharlos.


    El dolor con el cual había pronunciado la última oración no pasó desapercibido por nadie. Sin embargo, Scott cerró sus manos en puños, totalmente enojado por la nueva sorpresa que le había dado su querido suegro.


— ¿Allison no bajará? —preguntó con un hilo de voz. Estaba haciendo todo lo posible para controlar su furia. Derek lo miró fijamente con el ceño fruncido, alertándolo. Scott no debía ponerse ridículo en estos momentos— Usted dijo...


—Dije que tenían su minuto de atención —Chris recalcó—. Mas no dije que ella participaría en la conversación.


    "Él tiene un punto a su favor" pensó Stiles, no sin cierto atisbo de resentimiento.


    Era cierto, pues, Chris nunca había dicho en ningún momento que Allison iba a bajar a unirse a la conversación; pero era más que obvio el hecho de que ella debía  estar presente en la conversación. Primeramente porque era un miembro de la manada —o por lo menos eso es lo que Scott y los demás pensaban—, y también porque era de mucha importancia que la mayor cantidad de cazadores estuviera presente para la conversación que iban a tener.


    Allison valía por dos en ese entonces.


—Estamos preocupado por ella —argumentó Derek antes de que Scott comenzara a decir disparates—. La batalla que hubo en el bosque dejó varios heridos —comentó con dificultad—, y sabemos que Allison salió afectada... más que un deber de manada, es una preocupación genuina por una amiga... o compañera. —Derek hizo un auge en lo último con la intención pura de referirse a la relación de Scott y Allison de manera formal. Aunque, por los rostros ruborizados de sus betas, supo que esa elección de palabras tal vez fue muy íntima.


     Sin embargo, Chris no quedó convencido.


—Nosotros somos más que capaces de cuidar a un miembro de nuestra sociedad —cortó totalmente tajante—. Más cuando es mi hija de quien hablamos; así que no necesitamos la lástima de seres tan asquerosos como ustedes, que en un principio fueron los causantes de su desgracia.


    Eso fue un golpe sumamente duro directo al estómago de los tres lobos. Más para Scott, quien estaba altamente preocupado por su novia.


—Si eso es todo lo que tienen que decirme, entonces pueden irse...


—Habrán más ataques —interrumpió Stiles antes de que Chris siguiera su discurso de odio entre especies—. El alfa que vino no es el único involucrado en esto... y estoy seguro de que usted lo sabe. 


—Cuando vengan los asesinaré, al igual que ustedes si siguen aquí en los próximos cinco segundos —la mirada venenosa de Chris causó un indudable escalofríos en cada uno de los lobos—. Largo.


— ¿Incluso a Peter? —preguntó como último recurso Derek, tratando de buscar algo sin saber si realmente podría encontrarlo.


    Pero, sorpresivamente, si pudo encontrarlo.


   La expresión de Chris se trastocó por unos valiosos segundos que Derek usó a su favor. 


   Él casi no lo recordaba —aunque siendo sinceros, pocas cosas eran las que Derek podría recordar en esos momentos—, pero sabía que el tema del alma gemela de Peter fue un tema que en su infancia tomó mucho revuelo por haber sido un tema casi tabú. Derek asumió en ese entonces que todo eso se debía a que Peter se había enamorado de una criatura de otra especie, como un coyote o algo parecido, y que por ser ellos uno de los miembros rivales por excelencia de los lobos, Talía le había convencido de llevar esa relación con calma. Pero actualmente, comprendió que nunca había dicho quien era su alma gemela. 


   Entonces, como si su mente quisiera ser útil en ese momento, evocó el recuerdo fugaz de la marca desdibujada que Peter tenía en su cuello, justo donde la vena yugular pasaba. 


   Derek observó disimuladamente el cuello de Chris en el mismo sitio.


   Ahí estaba también una mancha ilegible. Una que, por si fuera poco, tenía la misma forma y contextura que la que tenía Peter en su cuello aquella vez que lo fue a buscar al aeropuerto a él y a Laura.


—Peter fue quien trajo a Ennis a Beacon Hills —Derek siguió relatando, esta vez con más confianza en sus palabras. El cambio que ocurrió en Chris Argent era notable. Scott y Stiles también lo apreciaron, pero estaban un poco confundidos al no pode entender que era lo que estaba pasando—. Él fue quien asesinó a Laura para arrebatarle el poder alfa. Peter es el culpable de todo. ¿Vas a permitirle que siga haciendo daño a las personas que más amas; aún si eso lo incluye a él?


   Scott y Stiles entendieron inmediatamente lo que estaba insinuando Derek al escuchar la última oración. Y por Dios, sus expresiones merecían una buena foto.


— ¿Eso es cierto, papá? —de repente, la voz temblorosa de Allison se escuchó en la habitación. Scott fue el primero en voltear hacia donde estaba ella— Papá, dime que eso que dice Derek no es cierto.


   La chica caminó hacia el comedor sin ningún tipo de impedimento. Scott mentiría si dijera que no esperaba ver a su chica pálida y con un enorme dolor en sus ojos; por lo que, encontrarla totalmente sana, repuesta y hasta furiosa fue una total sorpresa para él. Aún así, se veía tan hermosa, que Scott enrojeció inmediatamente al verla.


   Chris se sentía altamente acorralado por todos. En especial por el imbécil de Derek Hale al haber descubierto ese secreto tortuoso que con tanto esmero que había dedicado a guardar.


—No deberías estar aquí —regañó Chris a su hija con una notable irritación en su tono. Allison, sin embargo, no se doblegó ante su tono. La furia en sus ojos era indudablemente lobuna—. ¡Te dije que no bajaras a menos sea importante!


— ¡Responde! —el rugido sobrenatural de Allison dejó atónito a todos en la sala. Sus hermosos ojos castaños cambiaron bajo el tono amarillento que caracterizaba a los beta, dejando ver claramente que sí era esa gran criatura que todos temían que fuera. Todos se levantaron automáticamente de sus sillas, y Scott saltó a agarrar a Allison antes de que se le lanzara encima a su papá.


    Chris Argent estaba sudando gracias a los nervios, pero un cazador seguía siendo un cazador a pesar de todo. 


    Sacó de su bolsillo trasero el arma que siempre cargaba encima para defensa personal y apuntó con ella a su hija. Y al resto de la habitación.


   Eso puso en guardia a Derek. Su lado alfa, ese que estaba tratando de controlar desde el inicio de la desastrosa reunión, salió a flote para proteger a sus betas; por lo que, con las garras extendidas y sus ojos relampagueando en un fuerte tono bermellón, se colocó frente a sus betas rápidamente en busca de protegerlos.


— ¡Retrocedan! —exigió muy molesto Chris mientras quitaba el seguro del arma. Stiles quería con tan ahínco que todos recordaran que antes de ser lobos y cazadores, eran personas racionales; pero hasta él, que era fan de las batallas pacíficas, se puso alerta y extendió sus garras en pro de defensa propia— ¡No lo repetiré dos veces! ¡Retrocedan o les disparo en medio de las cejas!


    Allison comenzó a gruñir totalmente descontrolada. 


    Era como Scott al inicio de todo.


    Un lobo inestable.


— ¡¿Eres capaz de matar a tu propia hija también?! —preguntó entre gruñidos. La presión que Scott ejercía en ella parecía ser la necesaria para que Allison no se echara encima del cuello de su papá.


— ¡Haré lo que tenga que hacer! —se escudó— ¡Aún si eso significa sacrificarte por tu propio bien!


    Esa fue la señal que necesitaba Allison para ejercer más fuerza que el abrazo de Scott para liberarse. Pasando incluso por encima de Derek, la loba feroz se echó encima de Chris en pro de atacarlo. Sin embargo, el disparo que se escapó fue suficiente para detenerla.


    Todos quedaron congelados automáticamente.


    Allison se derrumbó en el suelo con dolor sordo subiendo por su cuerpo desde su estómago.


    No era una bala con acónito capaz de matarla; pero aún así dolía como el infierno. Scott fue rápidamente a sostener a su novia que había tocado el suelo con su cuerpo que poco a poco se desangraba. La preocupación que lo recorría bajó los humos de la histeria que el ambiente le había contagiado.


    Derek estaba atónito ante lo que había visto. Nunca esperó realmente que Chris tuviera la sangre tan fría como para dispararle a su propia hija, aún si lo había hecho accidentalmente o en defensa personal. Stiles por el contrario, actuó rápidamente hacia la chica para evitar que la herida siguiera abierta. 


 — ¡¿Pero que hiciste?! —preguntó un Derek totalmente escandalizado observando como sus betas atendían a la chica que rugía y lloraba en el suelo.


—Lo... necesario. —susurró Chris sin poder darse crédito a todo lo que estaba pasando.


    Lo que en un principio había sido una forma de crear consciencia en uno de los líderes del clan de los cazadores, se había convertido en una pesadilla que demostraba de lo que era capaz de hacer una persona con fuertes raíces ortodoxas.


←•→


   Derek no podía creer lo que había sucedido.


   De pasar a una charla incómoda y forzosa con el líder de los cazadores, a terminar en la cocina atendiendo la herida de Allison era tal vez una de las experiencias más bizarras por las que había pasado; y eso era mucho decir con la lista de experiencias que tenía Derek en su espalda.


    Sus betas auxiliaron a la perfección a la chica. Stiles logró extraer la bala de su estómago, lo que dejó que la herida pudiera sanar por si sola. La sangre que había quedado en el suelo y en las manos pronto fue limpiada, haciendo de cuentas que nada sucedió; y Allison, un poco más estable tras el disparo —lo cual era irónico— logró redirigir su frustración a otro lugar.


—Mira Chris —Stiles logró hablar después de un rato. Ni siquiera todo el agua (o café) podría haberlo calmado—; vinimos realmente a ver a Allison, para asegurarnos de que no la habías matado y... joder... ya vimos que sucedió. Por lo que nos queda muy en claro que Allison ya no es bienvenida en esta casa y que con cualquier mínima excusa vas a terminar matándola. Pero por otro lado, sabemos que la situación con los seres sobrenaturales está muy sensible. Queríamos mencionar una posible alianza temporal para hacer un frente común a la manada alfa que está por venir a masacrarnos a todos.


—Pero ya nos dejaste tu postura muy en claro —completó Derek, quien observaba a Allison y a Scott hablar en privado al otro lado de la sala—. Aunque no te guste, tu hija ahora es uno de los nuestros; y sólo nosotros sabemos como lidiar con un lobo convertido. Así que, aún si no quieres que pisemos tu territorio, tendremos la desgracia de vernos sí o sí.


—No podría establecer una tregua con ninguno de ustedes ni aunque quisiera —Chris observó también a su hija que estaba hablando entre murmullos con el indeseable de McCall. Estaban muy juntos; tanto, que las manos de Chris temblaban por separarlo—. No sé si lo que me están diciendo sobre los nuevo alfa sea cierto; y tampoco quiero que vuelvan a mencionar el nombre de Peter Hale en esta casa... o que siquiera se acerquen a esta casa. Si lo que se avecina es una guerra, entonces los cazadores estaremos de nuestro lado; y si hay que asesinar a todos los lobos para que puedan dejar al pueblo en paz, no duden de que lo haré.


    La mirada final que les dio Peter a Derek y a Stiles les hizo comprender que todo había sido en vano.


—No quiero que se vuelvan a acercar a Allison. Ni a ninguno de nosotros. Ahora, váyanse antes de que la próxima bala aterrice en la sien de cada uno de ustedes.


    Por el gesto de dolor perpetuo que había hecho la pareja al otro lado de la sala, Derek y Stiles supieron que habían escuchado el ultimátum. Así que, con mucho desconsuelo, se dieron un último beso y se separaron.


    Entonces Scott, Stiles y Derek salieron de la mansión Argent totalmente desmoralizados.


←•→


    Esa misma tarde, los tres se volvían a encontrar en el loft. El más destrozado por la reunión era —obviamente— Scott, quien no paraba de suspirar y dejar a su paso una larga estela de dolor y tristeza.


   Stiles no tenía ni la menor idea de que podía hacer para que su hermano del alma pudiera recomponerse, pero con todo el tiempo que había compartido con él, sabía que era mucho mejor dejarlo pasar su dolor antes de hacerlo reprimir la emoción.


—Así que —Stiles haló después de un rato—... ¿Peter y Chris? Wow...  yo ni siquiera puedo decir que no me esperaba eso ni en un millón de años.


   Derek levantó la vista de la ventana y observó a su alma predestinada.


    Se sentía raro pensar en eso. Pero más raro era sentirse feliz con la calidez en su estómago cuando pensaba en ello.


—No puedo confirmar nada al cien por cien —respondió Derek tras una breve reflexión—. No recuerdo mucho de ese caso... pero sí sé que Peter tenía una mancha desdibujada en el cuello, en la misma parte donde Chris la tiene. 


— ¿Desdibujada? —preguntó Scott. Su voz sonaba un poco rota, pero a pesar de todo, no había llorado— ¿A qué te refieres con desdibujada?


   Derek pensó un poco la respuesta.


—Según tengo entendido, cuando rechazas a tu otra mitad —Derek enrojeció al hablar de ese tema. Se sentía muy estúpido—... definitivamente... el nombre en tu piel comienza a borrarse.


   A pesar de ser una explicación burda y sin detalles, Derek no evitó repensar en todos los conceptos que Talía le dijo a lo largo del tiempo; en busca de algo que ella le haya dicho que pudiera servir para ese momento.


—Es algo parecido a lo que pasa cuando tu otra mitad muere —comentó. Derek recordó la marca de Laura en su tobillo y como poco a poco comenzó a borrarse con los años—. Sólo que, en vez de borrarse uniformemente, se vuelve borrosa hasta que deja de estar. El proceso toma años.


   Scott pareció procesar el concepto.


—Pero ese no es el asunto —intervino Stiles, tratando de encaminar la conversación a otro punto. Derek lo agradeció—. ¿Por qué sacaste eso a colación cuando hablabas con Chris?


— ¿No es obvio? —preguntó sarcásticamente Derek. Stiles lo miró con mala cara— Tenía que buscar una alternativa para manipularlo. Chris es una persona muy rígida. Con el no funcionan los tratos convencionales, y... créeme que yo tampoco quiero una alianza con ningún Argent —Derek miró a Scott tratando de transmitirle que no quería ofender—; pero supongo que ni el hecho de tener que detener a su antigua alma gemela es suficiente como para que...


—Pueda cambiar.


  Derek asintió mientras miraba a Stiles.


— ¿Y entonces que nos queda ahora?


—Reclutar lobos. Y entrenar hasta que podamos hacerle frente a las amenazas que vendrán.


    Los chicos asintieron ante las palabras del alfa.


   Aunque los sucesos estaban muy recientes, no podían olvidarse de que en la vida real, el tiempo no se congelaba.


←•→


    Al momento de regresar a sus respectivos hogares, Scott y Stiles se despidieron. Dejaron la idea de que al día siguiente iban a explorar un poco el instituto en busca de personas que pudieran ser candidatos a la recluta de la manada; lo cual, bien sabía, no sería una labor fácil y ni mucho menos deseada. Menos por Scott que estaba teniendo una leve crisis moral sobre meter a la fuerza a inocentes para luchar en contra de lo desconocido. Pero sabía que una guerra no distinguía entre culpables e inocentes.


    Por otro lado, Derek siguió a Stiles a la casa Stilinski. Aún seguían con la idea de compartir la casa. Y Derek estaba más que agradecido.


   Aunque el recuerdo vívido de la noche anterior seguía plasmado en su memoria, y su cuerpo casi picaba por las ganas de volver a recrear aquello. Lo que le dejaba algo avergonzado.


— ¿Cómo tienen que ser las personas que necesitamos en la manada?  —preguntó Stiles después de un rato de silencio. Estaban yendo hacia la casa en el jeep de Stiles, por lo que el chico estaba concentrado conduciendo; y era un poco extraño, porque no mantenía sus ideas desordenadas y activas en voz alta— Le estoy dando vueltas al tema del reclutamiento; y por más que trato de armar una lista de posibles personas, no consigo dar con ninguna. Creo que es porque realmente no tenemos un punto de partida, y no sabemos quien puede calificar para entrar...


—No puede ser cualquiera —murmuró Derek, algo más que obvio—. Después del episodio reciente, no necesitamos a otro traidor entre nosotros... 


—Concuerdo.


—...


    La cosa era que Derek realmente no había pensado en ello. Sabía que era de vital importancia conseguir gente con la mayor rapidez posible, pero el detalle era el tipo de persona se le había escapado por completo.


—Supongo que tendremos que hacer una lluvia de ideas para esto —comentó Stiles. Derek asintió. Ya se estaban acercando a la casa Stilinski—. Y así también aprovecho para que me ayudes con algebra lineal, mañana tendré un examen y estoy a dos segundos de estrellarme contra el primer árbol que vea para no tener que presentar.


    Derek colocó los ojos en blanco.


—Y otra cosa... tenemos que hacer algo con el tema de Allison —Stiles suspiró muy cansado—. El disparo de hoy pudo ser "inofensivo", pero nada nos asegura que Chris no usará acónito para mantenerla controlada. Y Scott seguramente terminará matándolo y causando una guerrilla entre la guerra que ya estamos a punto de liberar...


     Después de esas palabras, Stiles estacionó en la acerca frente a su casa. Ya era de noche, quizás las siete, por lo que su padre probablemente ya había llegado. Ambos chicos bajaron del auto sin muchas ganas de seguir discutiendo el tema —aún si realmente tenían que hacerlo—, por lo que como un consentimiento mutuo, no hablaron en voz alta del tema cuando pasaron a la casa.


    Efectivamente; el sheriff Stilinski estaba ya dentro de su hogar comiendo lo que parecía ser una grasosa pizza no vegetariana. Su sonrisa se borró al verse descubierto por su hijo en la pequeña fechoría.


—Papá... —habló en tono ofendido. Ni siquiera saludó— ¿Es en serio? ¿Pizza? Ayer comimos una... ¡Y muy grande! 


    Derek estaba algo confundido. No tenía toda la experiencia del mundo en lo que respectaba a comportamiento familiar, pero sí entendía que en vistas generales el padre era quien le reclamaba a su hijo por el exceso de comida chatarra. Aunque tampoco le sorprendía la dinámica familiar que se llevaban, o por lo menos no después de los primeros días de interacción que tuvo con Stiles al llegar a Beacon Hills.


    Noah estaba un poco hastiado de los reclamos de su único descendiente, aún si realmente sabía que él tenía toda la razón. Por lo que se encogió de brazos y le cedió los pedazos que quedaban en la caja a la pareja.


— ¡Ya sabes lo que dijeron en el médico, papá! —Stiles comió un trozo de pizza muy ofendido. La salsa de tomate se deslizaba por la comisura de sus labios y Derek no podía obviar el hecho de que eso le añadía un poco de hilaridad al asunto— No podemos seguir este comportamiento nocivo para tu salud y lo sabes... no tengo ni la menor idea de que es lo que vas a hacer cuando yo no esté aquí para cuidarte.


—Por amor a Dios, Stiles —interrumpió Noah con una expresión dolida—; ¿cuando piensas callarte?


   Derek disimuló muy bien la risa tras una tos ante el sonido humillado y ofendido que hizo Stiles.


—Como sea, hijo. Está bien que me cuides y todo, pero ya detente un poco —Noah miró a Derek y lo saludó con un asentimiento de cabeza—; no puedo tomar un buen café en lo que va de día y tampoco puedo comerme un trozo de pizza. ¿Qué es esto, el ejército?


    Y con aquella pregunta en el aire, el sheriff se retiró hacia el primer piso.


—Un día de estos va a terminar matándome de un aneurisma —murmuró Stiles con pesar—. ¡¿Y de que te ríes, Derek?! 


—De nada —respondió con una pequeña sonrisa en su boca—. Lo juro.


—Eres un idiota. —y con un ceño fruncido, Stiles procedió a servir otro plato con pizza para su querido invitado. 


←•→


    Ya cuando todos estaban durmiendo en sus respectivas habitaciones; Derek se detuvo a pensar en algo.


    «¿En dónde estaban los demás cazadores del clan Argent cuando fuimos a hacer la visita?»


   Esa fue, por lejos, una pregunta sombría que le arruinó un poco el resto de la noche.


———


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