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Huellas||Sterek|| por Dark_Ness

[Reviews - 19]   LISTA DE CAPITULOS
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Notas del capitulo:

Hey hey hey, ¿aún hay alguien aquí con vida?

Es increíble lo poco consciente que estoy con el paso del tiempo. Recuerdo esos bellos días en donde culminé una historia de cincuenta capítulo en menos de tres meses; y wow, realmente me gustaría regresar a esos días pero con todo lo que sé actualmente.

Okok, eso es un poco ridículo. Peeeero, no me extiendo más. Aquí el nuevo capítulo ♥♥♥

 La salida triunfal de ambos idiotas de la clase de matemáticas fue una buena manera de comenzar la segunda jornada de la tarde. El examen que había comentado Stiles la noche anterior no era un invento, pero que, por los sucesos que estaban teniendo cabida en la nueva vida sobrenatural del chico, lo había olvidado casi completamente. Incluso Scott lo había olvidado.


— ¿Crees que tu padre se moleste si se entera de que hicimos trampa para pasar matemáticas? —Scott le preguntó a Stiles un rato después de haber salido de clases. Ambos estaban caminando hacia el comedor del instituto en busca del almuerzo.


—He hecho cosas peores por las cuales él realmente tendría que preocuparse, así que dudo que esta pequeñez le haga ruido —desestimó Stiles con su habitual tono de voz animado. Era un poco extraño la cohesión que había entre lo que decía y en como lo decía—. Y realmente... como sí, realmente... no es trampa. Ya sabes. Escuchar las respuestas de la boca del profesor mientras corrige los exámenes que habían entregado.


    El pequeño destello ámbar de los ojos de Stiles hicieron reír a Scott. A pesar de que eso no fue un movimiento muy prudente por parte del adolescente.


   Ambos chicos ordenaron en la cantina escolar el especial de la tarde, y tras obtener lo que querían, tomaron asiento en una de las mesas que estaba vacías afortunadamente. Desde donde estaban sentados podían observar y escuchar a todos los que comían y hablaban en el comedor; lo cual fue un movimiento inteligente para buscar candidatos.


    Scott fue el primero en fijarse en la mesa de los populares.


    Ahí era donde Allison se sentaba en la mayoría del tiempo, junto a Lydia, Jackson y el grupo de lamebotas que estuviera de turno. Pero ahora que ella ya no estaba, se le hacía doloroso mirar y escuchar lo que sea que estuviera en boca de aquellos idiotas. 


    Stiles le había sugerido reclutar a personas que no llamaran tanto la atención, de manera que pudieran llevar la transformación bajo perfil tal como ellos lo hacían —con sus ciertas excepciones, como por ejemplo sus acciones en el equipo de lacrosse—; así que, casi de manera inmediata el grupito estrella había quedado tachado de la lista. Hasta Lydia, que realmente podría ser de mucha ayuda en las investigaciones con ayuda de su gran inteligencia.


    Stiles suspiró un poco ante la pérdida de semejante candidato. Aún si en realidad nunca lo tuvo.


   Entonces Scott le sugirió buscar a personas que no tuvieran un historial de peleas y mala fama. Lo cual, si que era un poco difícil.


—Esto nos tomará mucho tiempo —resopló Scott cuando ya había terminado su comida. Esa tarde las hamburguesas habían sido las protagonistas de la jornada—. Hay cientos de personas en este lugar, sin contar que el pueblo es aún más grande y tiene a más personas capacitadas para ser de ayuda en... esto.


    Stiles asintió: —Sí, tienes razón. Pero recuerda lo que hablamos.


   Scott colocó los ojos en blanco.


—Ningún adulto puede meter sus narices en esto.


—Derek es un adulto, te recuerdo —Scott picó con una pequeña sonrisa socarrona a Stiles. El joven lobo no se inmutó con la burla de su amigo, o al menos no lo exteriorizó—. Aunque creo que no hace falta que te lo recuerde, ¿verdad?


    Esta vez fue el turno de colocar los ojos en blanco para Stiles.


   Estaba a punto de contraatacar el comentario tan infantil, cuando el sonido de su teléfono lo interrumpió.


  Era un mensaje.


    «¿Aún va lo de mañana? Estoy pensando en que película ir a ver; pero no sé que quieres ver tú.»


    Stiles hizo una mueca al no reconocer el número de teléfono de quien le escribía. 


    ¿Película? ¿Acaso Derek le había dicho algo sobre una película y él no lo recordaba?


    Pero no podría ser Derek, porque él tenía su número guardado, y en caso de cambiarlo Derek le diría.


— ¿Pasó algo malo? —preguntó Scott al ver la mueca confundida de Stiles al observar la pantalla del teléfono.


—Oh mierda... —tan sólo respondió Stiles cambiando su expresión totalmente a un abochornada.


    ¿Cómo pudo haberlo olvidado?


   Aunque realmente no era que no tenía una excusa, puesto que en los últimos tres días habían ocurrido cosas que acapararon totalmente la atención de Stiles. 


—Tengo una cita con Parrish. Y recién acabo de recordarlo —la expresión de Scott se transformó totalmente. ¿Una cita había escuchado?—. Comienzo a creer que nada puede salir peor que esto.


— ¡¿Con Parrish?! ¡¿En serio?! —Scott levantó la voz sin darse cuenta. Algunas personas que estaban en las mesas de alrededor se giraron a ver al loco que prácticamente había pegado un grito; incluyendo Lydia Martin, quien arrugó un poco el rostro al escuchar aquel nombre— Lo siento... pero ¿qué es lo que me estás diciendo?


—Eso... una cita... que al parecer es mañana. —Stiles tapó su rostro enrojecido con las manos. No podía creer lo que le estaba pasando.


— ¿Y realmente piensas ir? ¿solo? ¿Quieres que vaya contigo para amortiguar las cosas?


    Stiles negó.


—No quiero que seas la tercera rueda por obligación —respondió. Stiles estaba muy abochornado—. Tan solo será una cita de amigos... 


    Scott  no creía que esa cita fuera solamente en plan de amigos; pero claramente no quería añadirle más peso a la conciencia de Stiles, por lo que dejó el tema fluir en paz y continuó lo que hacía con Stiles antes de que el mensaje llegara.


←•→


    La jornada tenía que concluir obviamente en un entrenamiento de lacrosse. Al parecer la temporada de competencias deportivas se acercaba antes de que las vacaciones de invierno llegara, por lo que el entrenador Finstock estaba más intenso con ello de poner a sus atletas en adecuadas condiciones para las clasificatorias. En otro momento eso sería sumamente fácil para aquel par, incluso podría tomarse como un medio de distracción donde pudieran drenar el estrés acumulado; pero justo ahora eso presentaba un pequeño estorbo a la lista de preocupaciones que se hacía más y más larga en la manada Hale.


    Sin embargo, Stiles aún quería levantar la copa de la victoria con sus compañeros de equipo. Estaba más que seguro que la sonrisa que colocaría su padre valdría toda la pena del mundo.


—Sigo sin creer como es que aquellos estúpidos pudieron hacerse un lugar en el equipo —Stiles escuchó a Jackson quejarse con Danny, su mejor amigo que ya estaba un poco harto del tono petulante y envidioso que empleaba cada vez que se refería a Stiles y a Scott. Estaban cambiándose en los vestidores del estadio, por lo que no era difícil escucharlos aún sin necesidad de usar su sentido sobrenatural—. Ya no sólo tengo que soportarlos porque el idiota de McCall sale con Allison y Lydia es super amiga de ella, sino que ahora también tengo que cederle parte de mi puesto en el equipo... ya ni siquiera me extrañaría si alguien me dice que tengo que darle también mi auto y mi casa.


—Es solo un juego, Jackson —Danny trató de restarle importancia al cúmulo de sentimientos tóxicos atrapados dentro de su amigo. Mientras se colocaban el uniforme y las protecciones adecuadas, Stiles se percató de la densa nube de irritación que exhalaba; lo que realmente no era muy bueno. En cualquier momento podría explotar—. Y aunque no quieras aceptarlo, McCall se ganó su puesto con mucho esfuerzo. Finstock pudo simplemente quitarte del puesto pero no lo hizo. ¿Pensaste en eso?


    Tal vez esa no fue la respuesta más inteligente de Danny, porque el momento siguiente fue donde todo el equipo presenció la reacción del co capitán del equipo de lacrosse.


— ¡¿Y qué se supone que haga con eso?! ¡¿Tengo que darle las gracias por ser misericordioso?! ¡Que lo jodan, igual que a McCall y Stilinski! —el rostro de Jackson se coloreó de rojo ante la ira descargada y la falta de aire por los gritos. Scott, quien estaba sumergido en su casillero buscando la camisa del equipo y (para que negarlo) pensando en Allison por enésima vez en el día, salió de sus cavilaciones. Hasta Stiles se dignó en mirar a Jackson totalmente confundido.


—Creo que deberías calmarte un poco —sugirió Scott mientras se acercaba a donde estaba Jackson. El chico estaba inestable, y podía hacer una tontería. Stiles quiso mantenerse al margen, sin embargo se acercó junto a Scott—. Todos somos un equipo en el campo.


    Y era cierto.


    Scott entendía un poco a Jackson. Eso de que alguien llegara de la noche a la mañana a acabar con la calma que poco a poco consolidaste y que, sin ningún tipo de dificultad, saliera a llevarse lo que te pertenecía era algo con lo que dolorsamente se estaba familiarizando; pero aún así, Scott no iba por la vida gritándole a todos y pagando su frustración públicamente. 


—No nos llevamos bien —continuó Scott un poco tenso— pero no permitiré que eso arruine todo por lo que hemos estado trabajando.


    La voz de Scott era firme y Stiles pudo ver la determinación que estaba reuniendo. Tal vez este evento pudiera ayudar a aclarar su mente de todo el dolor que llevaba encima.


— ¿Acaso me estás amenazando McCall? —el tono frío de Jackson caló en la piel de Scott. Él no lo estaba amenazando como tal; tan sólo estaba dando un ultimatum de que no dejaría que la rivalidad que mantenían dañara el equipo— No creo que estén en posición de amenazarme.


—Y tú tampoco estás en posición de hacerlo conmigo.


    Entonces ambos líderes del equipo se acercaron peligrosamente. Jackson apretó el puño preparándose para golpear a Scott, y éste, estaba comenzando a tensarse. Stiles se percató rápidamente de que las garras de Scott estaban saliendo y sus ojos parecían brillar en tonos más claros. Fue ahí cuando supo que era momento de interferir.


— ¡Okay, ya es suficiente ustedes dos con sus derroches de testosterona! —Stiles se metió en medio de ambos chicos y los separó. Observó por encima del hombro de Jackson a Danny y con un solo gesto le pidió que agarrara a su amigo, mientras que también alternaba la mirada hacia el lado de Scott, pidiéndole directamente que bajara la guardia. Un chico un poco tímido y cabizbajo se acercó a Scott para echarlo hacia atrás, acudiendo al pedido de ayuda mudo de Stiles—. Somos un equipo escolar de lacrosse, no de boxeo. Y sí, no nos llevamos muy bien todos fuera de aquí; pero los vestuarios no forman parte de los escenarios donde podemos matarnos mutuamente. 


    Jackson soltó un bufido casi burlista por lo bajo al mismo tiempo que Danny apretaba su hombro para detenerlo. Scott asintió a las palabras de su amigo y retrocedió.


    Poco a poco se separaron hasta que el entrenador los llamó a todos a entrenar al campo.


    Stiles se quedó de último para constatar que tanto Jackson como Scott salieran. Y por muy extraño que pareciera, el chico que estaba detrás de Scott para agarrarlo también se había quedado.


—Bueno, estos idiotas van a terminar matándose pero espero que no con tanto público por delante —Stiles soltó a modo de chiste nervioso al no saber que decir con la mirada del chico clavada en él—... ¿nos vamos?


—No creo que Jackson logre mantener su puesto como líder una temporada más —comentó de la nada. Stiles ya había escuchado su voz antes, pero no recordaba de donde. Y por más triste que sonara, no se acordaba de él. Lo único que le salvo fue el apellido grabado en la parte trasera de su camisa el cual pudo ver cuando le dio la espalda—. Scott tiene más madera de líder. Pero es una lástima que tú no te hayas postulado para dirigir... serías un asombroso líder también.


— ¿Estás seguro que no sólo lo dices porque odias a Jackson? —preguntó un poco burlón. Ambos caminaron hacia la salida de los vestuarios en dirección a la cancha de entrenamiento. Todos estaban ya trotando alrededor del campo verde con los gritos de Finstock de fondo.


—Odio a cualquier imbécil que crea que tiene el poder de denigrar a los demás —respondió sin más. El tono despectivo que usó le dio un poco de curiosidad a Stiles—. Y por lo que pude ver, ustedes tienen más carisma en un solo dedo que él todo su cuerpo.


    Y sin palabras adicionales, el chico de apellido Lahey se fue trotando hacia el campo para dar sus vueltas de rutina.


    Stiles se quedó observándolo.


    Tal vez podría ser él uno de los candidatos.


←•→   


    Derek aún seguía negándose el tomar café. 


    Incluso ahora que ya estaba en los comienzos del invierno, sabía que una buena taza de café ayudaba a mantener el calor y a tener los sentidos despejados durante cierto tiempo. Aunque él con su nueva condición de alfa podía producir más calor corporal en cualquier momento que quisiera, y su atención no se veía tan desviada gracias a sus dotes sobrenaturales. Pero joder, aún con todo el bonus extra seguía extrañando una buena taza de café negro bien cargado que sólo su madre sabía hacer.


    Pero en ese momento, mientras estaba en la tienda de conveniencia de la gasolinera se lo pensó dos veces. 


    Esa bolsa de café que estaba en el estante detrás de la caja registradora tenía un olor cargado y divino, lo cual realmente le sorprendía. Sabía que sí Stiles preparaba ese café podría tomárselo sin problemas.


    ... 


    Derek se preguntó por qué había pensando en eso. Y sobretodo por qué sus mejillas se calentaron cuando imaginó una escena donde Stiles se sentaba a su lado a tomar café en un día lluvioso.


    «Jodido nombre» pensó con un poco de vergüenza. Tenía la leve impresión de que Stiles se había dado cuenta que estaba pensando en él por la descarga eléctrica leve y cálida que había sacudido su brazo.


—Son trece con cincuenta. —la cajera de turno sacó de sus ensoñaciones a Derek. Ella tenía un aspecto de estar aburrida, por lo que ni siquiera le dedicó una segunda mirada cuando le entregó la bolsa con sus pedidos y le recibió el pago.


    Derek salió entonces de la fila y caminó fuera de la tienda hacia su Camaro. Estaba en modo automático, guiándose por pura inercia, por lo que no fue sorpresa alguna chocar contra alguien en el algún momento.


—Disculpa. —murmuró sin ver. Realmente no estaba interesado en ver a quien había tropezado.


— ¿Derek? —sin embargo miró cuando fue llamado. El oficial Jordan Parrish al parecer estaba también de compras en ese momento. El tipo no tenía el uniforme en ese momento, significando que no estaba de guardia; y joder, Derek no podía negar que no se veía nada mal— Que sorpresa verte.


—Lo mismo digo —respondió sin saber realmente que decir. Parrish tampoco parecía saber que decir—... Supongo que nos veremos en otra ocasión.


    Derek cortó de una vez sin ánimos de alargar la conversación. 


—Vale...—respondió. Derek siguió con su camino, pero antes de entrar a su Camaro, el oficial Parrish le habló una vez más— ¡Cierto! Si vez hoy a Stiles, ¿podrías mencionarle lo de la cita de mañana? Le recordé hoy pero no me respondió; y según entendí del sheriff ustedes dos son buenos amigos, por lo que tienes más probabilidad de encontrártelo que yo.


    ¿Qué?


— ¿Cita? —preguntó Derek como si realmente no hubiera podido escuchar bien. Pero Parrish ya había entrado a la tienda y no había escuchado la pregunta de Derek— ¿Realmente dijo cita?


    Entonces Derek entró al auto por fin y se encaminó hacia el instituto. No tenía necesidad de hacerlo, pero por Dios, estaría mintiendo vilmente si negara el hecho de querer saber de qué jodidos estaba hablando Parrish.


←•→


— ¿No te pareció muy extraña la repentina explosión de Jackson en los vestuarios? —Stiles escuchó preguntar a Scott.


    El entrenamiento ya había terminado y ambos estaban agotados, aún si eran lobos y tenían todos esos bonus extra. Finstock había escuchado todo el relajo que tenían montado en los vestuarios, por lo que los colocó a hacer ejercicios extra de trabajo en equipo para unir lazos y poder exprimir el orgullo estúpido que cargaban los dos capitanes; y por si fuera poco, tener que soportar la absurda tensión que había en el aire junto a el esfuerzo constante de mantener a sus instintos lobunos al margen los habían dejado agotadísimos. Por lo que al final de la jornada, ambos estaban más que felices de retirarse al estacionamiento para irse en el Jeep de Stiles a casa a comer como bestias.


    Pero antes, los dos tomaron asiento en el suelo frente al Jeep para relajarse un poco.


—El tipo de por sí es raro... vale Scott, no me mires así; no es raro, pero si es un idiota. No me extraña que entre su curriculum estrella estén los problemas con la ira y los problemas parentales; y que como no puede pagarlos con las personas adecuadas, lo hace con nosotros —Scott no negó que algo así podría suceder, pero era casi muy cliché que algo así le estuviera sucediendo a Jackson. Él no podía ser tan profundo como un charco de agua—. Pero creo... que si es muy extraño que haya explotado tan repentinamente... creo que Lydia tiene algo que ver.


— ¿Pero ellos no están juntos todavía? —Scott preguntó.


—Sí... no... No sé. Es como que siguen juntos frente a todos los demás; pero no se siente como una unión real. Lo puedes palpar en el aire. Se ve que realmente se tienen cariño y eso pero ella no está cómoda estando con él de esa forma.


    Scott soltó un silbido estupefacto.


—Sabes mucho de eso —le comentó—. Casi podría decir que eres todo un experto.


    Stiles soltó una leve carcajada.


—Tal vez ya Lydia le terminó en definitiva y Jackson buscaba soltar su descontento de alguna forma —indagó Stiles—. O puede ser que todas las cosas se le juntaron y llegó a su tope.


—Eso lo pensé también... quién sabrá que es lo que realmente suceda en la vida de él.


    Stiles se encogió de hombros.


    No era insensible; pero la vida de Jackson no le interesaba en lo más mínimo.


— ¿Sabes? Si no fuera tan desgraciado como es, me lo pensaría para sugerirle a Derek que lo incluya a la manada —Scott soltó sin ningún remordimiento—. Pero sus problemas enredados en un nudo apretado junto a su explosión espontánea de ira puede causar muchos inconvenientes... y frente a la manada alfa nos veremos en aprietos si de repente se sale de control.


— ¡Oh! —exclamó Stiles atrayendo la atención total de Scott— Creo que encontré a un buen candidato...


    Y antes de decirle el nombre —apellido realmente— a Scott, el sonido de las llantas de un auto resonaron chillonamente contra el asfalto a las afueras del instituto. 


    Por segunda vez, Derek había ido a buscarlos.


←•→


—Mañana iremos todos con Deaton —habló Derek apenas entraron al auto. No tenía ni la menor idea de por qué había dicho ello, pero tampoco lo iba a explicar—. ¿Consiguieron candidatos?


—Primero que nada, buenas tardes. —respondió Stiles un poco ofendido.


    Derek gruñó a modo de contestación mientras arrancaba el auto a dirección del loft.


—Stiles me estaba contando de una persona antes de que hicieras tu entrada triunfal. —comentó un poco sarcástico. Era casi impresionante la cercanía que manejaban con su alfa, tratándose de aquella manera sin miedo a una reprendida pero sin necesidad de traspasar los límites.


— ¿De qué persona hablas? —Derek inconscientemente apretó el volante del Camaro. No quería que ese candidato fuera quien estaba pensando.


—Se llama Lahey... o ese es su apellido. Pero no recuerdo ningún Lahey en la clase; así que estaré vigilándolo más de cerca a ver si es un buen candidato —el alivio casi enfermizo que sintió Derek al saber que el indeseable número uno que tenía en mente no fue mencionado por Stiles fue casi inmediato. Stiles por otro lado estaba pensando en eso de vigilar a ese tipo. No quería seguir siendo más rarito de lo que usualmente era—. Por lo que noté es un chico que pasa desapercibido, así que puede servir.


    Scott analizó un poco la información.


— ¿Lahey dices? ¿Cómo Isaac Lahey? —preguntó. Stiles se encogió de hombros— Coincidimos un par de veces en algunas clases; el chico es callado de tal forma que olvidas que está en el aula, pero no está solo. Se la pasa con Erika Reyes, la chica que sufre de convulsiones.


—Vigilen a ese tal Lahey por la próxima semana —ordenó Derek al estacionarse frente al loft. No estaba del todo seguro por qué ordenaba acciones que sus betas iban a hacer de todos modos; pero tampoco sabía por qué había dicho lo de visitar a Deaton—.   ¿Tienen a alguien más en mente?


    Ambos negaron.


    Derek asintió un poco culpable al sentirse relajado con la idea de que esa persona no era candidato de ninguno de sus betas.


— ¿Por qué estamos en tu loft otra vez? —preguntó Scott extrañado— ¿y si mejor vamos a otro sitio?


— ¿Cómo cual? —Derek preguntó algo ofendido. No sabía por qué ahora no querían estar en su loft. Hasta Stiles también estaba pensando en ir a otro sitio.


—Cualquiera que no sea tu oscuro loft. Empiezo a tener un poco de claustrofobia al pensar en ese lugar.


    Y aunque la frase no estaba cargada con mala intención, fue un pequeño y doloroso golpe a los sentimientos del gran alfa Hale.


   Por lo que la manada terminó vagando por las calles de Beacon Hills mientras buscaban un sitio en donde pasar el rato.


———

Notas finales:

Estoy pensando realmente en seguir escribiendo más historias, pero no estoy segura de que la tristeza sea algo que todos quieran seguir leyendo por aquí xD


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