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El regalo de Loki por rurouni-kaze

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Lo primero que Loki sintió al despertar, fue una luz intensa que dañaba sus ojos y la sensación de extremo cansancio que hizo sentir su carne insoportablemente pesada. 

 

¿Dónde estoy?

 

El mundo todavía se sentía confuso, como si lo estuviera viendo todo tras una ventana empañada y no podía quitarse de encima la sensación de estar olvidando algo muy importante. 

 

Trató de incorporase pero su cuerpo no le respondió. ¿Por qué no podía mover sus extremidades? ¿quizás estaba herido?

 

Trató de alcanzar su magia y así evaluar el estado de su cuerpo, pero ésta no vino a su encuentro ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué no podía acceder a su Seidr? ¿Qué significaba este vacío que parecía venir de su interior? Se sentía como si de repente, le hubieran arrancado algo importante, algo que conformaba parte de su identidad, una pedazo de su mismo ser.  

 

El pánico se esparció por su mente como si fuera una ponzoñosa plaga. Su corazón martilleó contra su pecho y movió su cabeza de un lado a otro, jadeando por aire.

 

Estás teniendo un ataque de pánico– Susurró un pensamiento en el fondo de su mente.

 

Pero entonces, una mano gentil se presionó contra su mejilla y su agitación se calmó de forma inmediata. Él se acercó a ese toque, sintiendo aquella sensación familiar, aferrándose a ella, como si su vida dependiera de ello. ¿Quién era esta persona? ¿Dónde había sentido esto antes? 

 

–Loki, se acabó. Estás a salvo– Escuchó al hombre decir. 

 

Confusión nubló su mente, pero aquel hombre estaba allí, sosteniéndolo.

 

Se hundió más profundamente en la inconsciencia después de eso, y cuando despertó a continuación, el mundo se había aclarado un poco más.

 

Abrió los ojos con casi doloroso esfuerzo. 

 

Un cuarto. Ahora todos los recuerdos volvían a él. Estaba en su casa, en la aldea. 

 

Y ahí, Tony estaba sentado junto a su cama, sosteniendo su mano. Y a pesar de no poder sentir su toque, pudo sentir su calor y aquella sensación reconfortante que se irradió directamente hasta su pecho.

 

Sus ojos se movieron hacia él. Su corazón latía acelerado.

 

Aquellos ojos oscuros lo miraron con profundo afecto y algo de preocupación velada.

 

Loki trató de hablar pero un ataque de tos detuvo sus palabras. Sentía su garganta seca como si fuera un desierto.

 

Tony le trajo un vaso con agua y le dio de beber.

 

–¿Estás bien?– Dijo él, despacio.

 

–Un poco cansado, pero me encuentro… bien– Respondió Loki.

 

Tony suspiró y Loki pudo ver el profundo alivio que en ese momento cruzó por sus facciones.

 

–No sabes cuanto me alegra que estés despierto– Dijo él sonriendo por primera vez desde que Loki abrió sus ojos.

 

–Me alegra verte también, y en una sola pieza, debo añadir–

 

Tony no dijo nada más, sólo se acercó. Adelantó su mano para rodearle el cuello y acercar su mejilla a la de él, estrechándolo en un firme abrazo. Sus dedos se curvaron en la parte posterior de su camisa, apretando con fuerza, casi con desesperación. Era como si pensara, que si no lo sostenía lo suficientemente cerca, él podría desaparecer en cualquier momento.

 

–Me alegra que los dos estemos vivos– Dijo, casi en un susurro. 

 

Loki cerró los ojos, sintiendo su piel y la calidez de su cuerpo. Al apenas hacer contacto, una sensación eléctrica se movió a través de sus huesos, como una colisión frontal con una tormenta. Y de repente, toda niebla en su mente se disipó.

 

El toque de su cuerpo, se sentía tranquilizadoramente vivo. Su ancla con la realidad. El vínculo entre el sueño y el siguiente.

 

Sus músculos se relajaron y él sólo se entregó a aquella sensación de profunda felicidad que lo embargó. Hundiéndose en aquel feroz agarre.

 

Ninguno se movió. Solo se quedaron en silencio, sintiendo el sonido de su respiración y el movimiento de sus pechos. 

 

–¿Los demás…? ¿Peter? ¿Pepper?–  Preguntó Loki, después de lo que pareció un largo tiempo.

 

–Ambos bien– Dijo Tony aflojando su agarre, pero manteniendo su mano apoyada en el cuello de Loki. Su toque, reconfortante, protector –Peter tuvo algunas heridas pero eran menores, en unos días ya estaba bien de nuevo y Pepper… Bueno, ella es dura como un roble, nada parece detenerla. Está bien también–

 

–Unos días...– El estómago de Loki se sacudió –¿Cuánto tiempo ha pasado?–

 

–¿Desde la batalla? Cuatro días– Dijo él, simplemente. 

 

Cuatro días…– Pensó Loki, aturdido. Había estado inconsciente durante cuatro largos días. Parecía como si todo hubiera acontecido tan solo la mañana anterior.

 

Su expresión cambió un poco, y de repente Tony se vio vulnerable. Temeroso.

 

–Por un momento… temí que no fueras a despertar,– dijo él –Los curanderos decían que no podían encontrar nada malo en ti, pero yo sabía que algo no andaba bien, posiblemente con tu magia, por lo que hiciste en la batalla. Es solo en las últimas veinticuatro horas que empezaste a moverte, a dar señales de vida. Me tenías preocupado. ¡Dios! Todos en aldea estábamos preocupados–

 

A la mención de su magia, la agitación que había sentido antes de despertar, comenzó a regresar. Ese vacío que había tratado de ignorar, se hizo más prominente y al mirar a Tony, su mente comenzó a considerar cómo podría formular aquella frase que habían comenzado a arder en su garganta.

 

Loki respiró suavemente y después de un momento, dijo –He perdido mi magia–

 

Algo triste pasó detrás de los ojos de Tony, pero desapareció en un instante.

 

–¿Estás bien?– Dijo sonando preocupado.

 

–Estoy bien, es solo que pensé… la verdad, no se lo que pensé– Loki dijo en voz baja. 

 

Se quedó callado un momento recolectando sus pensamientos, y luego añadió.

 

–Cuando perdí mi magia por primera vez, creí que ella había desaparecido para siempre, que estaba irremediablemente perdida. Pero aparentemente, ese no fue el caso.

 

Ni si siquiera yo entiendo completamente cómo la recuperé, pero mi teoría es que durante todo este tiempo, estuvo reabasteciéndose, haciéndose más fuerte.

 

En la batalla, lo que más deseaba, era poder tener algo con lo que pelear, defenderme, y luego, mi Seidr estaba ahí nuevamente, prestándome su poder. 

 

Utilicé lo que quedaba de mi magia para poder aislar el poder del cubo, pero al hacerlo, agoté todas mis reservas. Mi Seidr está ahora fuera de mi alcance, perdido nuevamente.

 

Sin tener acceso a mi poder, me temo que el cubo es inalcanzable. Está irremediablemente extraviado dentro de una de mis dimensiones temporales. Acceder al él es imposible, incluso para mí–

 

–Creo que es lo mejor. Vi lo que el cubo era capaz de hacer y no lamento que esté perdido. Es una fuerza peligrosa, una que en malas manos, podría llegar a ser terrible. Si renunciar un poder como ese, es lo que la humanidad necesita par alcanzar la paz, que así sea–

 

 –En efecto– Dijo Loki con una voz inexpresiva.

 

–¿Loki?–

 

–¿Hm?–

 

–Lamento que hayas perdido tu magia. Se que debe haber sido duro para ti haberla recuperado, solo perderla nuevamente. Tus reservas de magia estaban casi agotadas y aún así, escogiste utilizar lo que te quedaba para ayudarnos.  Yo quería agradecerte. Si no hubiera sido por ti, ninguno de nosotros estaría hoy aquí. Tú nos salvaste a todos–

 

¿Salvarlos a todos?– Pensó Loki, mientras sentía un nudo formarse en su garganta.

 

Aquellas palabras de agradecimiento, deberían de haberse sentido reconfortantes, un dulce bálsamo para su ego. Pero simplemente no lo hicieron. En su lugar, Loki solo sintió una fuerte punzada en su pecho. Una, que se dio cuenta, había llevado enterrada desde hace mucho tiempo, incluso antes del inicio de toda esta guerra.

 

Era cierto que con su magia había contribuido a vencer a Cráneo Rojo pero… ¿Acaso no había sido por su culpa que todo este conflicto había comenzado en primer lugar? La razón principal de la guerra, era apoderarse del “Dios Loki”. Su presencia, era la principal razón por la que Cráneo Rojo se había interesado en la aldea.

 

Nunca había sido su intención el causar mal a la gente que le había ofrecido tal amabilidad y hospitalidad, y sin embargo, el daño estaba hecho. Vidas habían sido perdidas. Personas que habían confiado en él, aquellos que se habían transformado en sus amigos… ya no estaban más.

 

No iba a ensuciar su memoria inventando excusas. Ni a los muertos ni a sus familias les importaban los pretextos. Ningún arrepentimiento de su parte los iba a traer de vuelta.

 

Todos los problemas habían comenzado desde el momento en que él llego a la aldea. Quizás, Loki nunca debió de haber buscado refugio entre estos humanos. Si no hubiera sido tan ingenuo como para haberse pensado digno de su amabilidad y aceptación, quizás nada de esto habría ocurrido.

 

En Asgard, le habían llamado el Dios del caos y de la mala suerte, y al parecer, el tiempo había terminado dándoles la razón.

 

–¿Qué sucede?–Le pregunto Tony, notando su rostro consternado.

 

Loki casi se estremeció. Sabía que debía decir algo, pero no podía obligarse a mover la boca. –No me agradezcas. Es mi culpa– Dijo finalmente. Su lengua se sentía gruesa y pesada. –Yo no pude...– Se cortó. –Tantas vidas perdidas. Donde quiera que vaya, no hay nada más que caos y muerte. Es parte de quien soy, mi naturaleza– Tomó aire y finalmente dijo, –Lo... lo siento–

 

–¿Estás loco? No tienes nada que disculparte. Nada de lo que pasó fue tu culpa. 

 

Te conozco Loki, no eres caos ni mucho menos muerte. No nos has mostrado nada más que generosidad desde el momento que llegaste a la aldea. Compartiste tus conocimiento con nosotros y nos has regalado mucho más de lo que podíamos haber pensado posible cuando éramos apenas una pequeña tribu que luchaba por su vida. Si no fuera por ti, hace tiempo que habríamos perecido. Hubiéramos muerto, incluso, antes de que la guerra hubiera comenzado–

 

Tony desvió su mirada.

 

–De hecho… si hay alguien que debe disculparse, soy yo, por haber sido tan tonto como para haber sido engañado por Cráneo Rojo. Caí en su juego y me alejé de la aldea. Fue mi culpa que ustedes se quedaran sin defensas para cuando los enemigos llegaron. Fui un imbécil y los puse a todos en peligro–Dijo Tony con una expresión dura.

 

–Eso no es cierto. No tenías los medios para saber lo que pretendía Cráneo Rojo. Tú comandaste nuestras tropas como un verdadero líder.

 

No solo eso, sino que mataste a Cráneo Rojo, salvaste mi vida… 

 

Fue gracias a ti y al resto de los aldeanos que ganamos esta guerra. Tú llegaste para salvarnos cuando todo estaba perdido y los demás aldeanos lucharon como… como los más grandes guerreros que nunca he visto. Tú y ellos, fueron los que hicieron posible esta victoria–

 

Tony dio un largo suspiro y cerró sus ojos. Pasó un momento antes de que volviera a hablar.

 

–Creo que… ambos somos un par de cabezas duras. No creo que debamos culparnos por las cosas que podrían haber sido, sino alegrarnos por todo aquello que logramos salvar.

 

Todos nos hemos ganamos esta victoria. Nosotros como aldea vencimos a Cráneo Rojo y a los invasores. 

 

Loki, ganamos. Se acabó, por fin se acabó–

 

La expresión de Tony era una mezcla de felicidad, alivio, logro y también cariño… inmenso cariño. Emociones puras, fuertes, que se reflejaron en sus brillantes ojos cafés. 

 

Loki lo miró de vuelta, fijándose en la intensidad de aquella mirada. La sinceridad expresada en cada una de aquellas palabras, se sintió como un golpe directo a su corazón.

 

Ver aquellos ojos, hizo mucho más fácil reconocer aquella verdad que Tony luchó por transmitirle, sin el caleidoscopio de emociones que cubrían su mente de pensamientos sombríos. 

 

Y Loki, se encontró a si mismo perdiéndose en aquellas profundidades marrones, hundiéndose en aquella mirada que parecía querer hurgar dentro de su mismo ser.

 

–Si… es verdad. Realmente se acabó– Dijo Loki.

 

Aquella verdad flotó en el aire, empapándolos de una tranquilidad que hace mucho no sentían. 

 

Desde aquí, solo podían caminar hacia adelante. Un nuevo comienzo los esperaba. Una oportunidad para construir un futuro mejor, esforzarse por crear un nuevo mundo de paz.   

 

El rostro de Loki se suavizó.

 

–Así que… ¿qué crees que deberíamos hacer ahora que no debemos pelear por nuestras vidas ni preocuparnos de enfrentar a más enemigos?–

 

Tony se detuvo a considerar esto por un momento y luego sonrió ligeramente –Creo que el desayuno parece ser el siguiente paso lógico–

 

_____________________________________________ 

 

 Loki estaba mirando por la ventana cuando Tony regresó. Su expresión relajada, serena.

 

Tony llevaba entre sus manos, un plato con rebanadas de pan y unos potes pequeños de mantequilla metidos bajo el brazo.

 

Puso todo en una mesita al lado de la cama, y luego se dispuso a calentar el agua y tostar el pan sobre el fuego de la chimenea. Pronto, la habitación estuvo inundada de la sensación cálida de las brasas y aquel agradable olor matutino de desayuno.

 

Comieron juntos sentados en la cama, masticando pacíficamente en silencio.

 

Tony estaba a punto de preguntarle a Loki si quería otra rebanada de pan cuando escuchó la voz del hombre interrumpiendo el silencio.

 

–¿Sabes? Hay muchas cosas que no se de la batalla, especialmente de tu tiempo fuera de la aldea. ¿Te importaría contarme acerca de todo lo que me perdí?–

 

–¡Pero por supuesto! Esto es genial. ¡Es tiempo de historias! Nada mejor que una buen relato después de una buena comida ¿Dónde debería empezar?–

 

Así que Tony le contó acerca de las múltiples batallas que habían tenido con las tribus vecinas, de todos sus esfuerzos para evitar la avanzada de los enemigos y acerca de cómo se había enterado del plan de Cráneo Rojo. 

 

Tony estaba terminado el relato de cuando él y Clint se subieron a los caballos para ir hacia la aldea cuando, para su sorpresa, Loki comenzó a reírse por lo bajo.

 

–¡Oye! ¿Se puede sabe qué es tan gracioso?–

 

–Oh nada, es sólo que… estaba pensando en el momento en que tú y tu tropa llegaron a la aldea, y no pude evitar pensar en que tienes un gran sentido del tiempo. Primero, aquel arquero con flecha tan certera y luego tú que apareciste el momento justo para matar a Cráneo Rojo. No puede haber sido sólo una coincidencia. Admítelo, planeaste todo para llegar en el momento preciso, tal como lo hacen los grandes héroes.  

 

Eres toda una diva ¿lo sabías? Se que tienes una preferencia por lo dramático pero ¿no podrías haber escogido otro momento? Por si no te diste cuenta, todos nosotros estábamos luchando por nuestras vidas ahí– Dijo Loki, con una sonrisa maliciosa.

 

–¡Eso no es cierto! Y además, ¿tú me hablas de ser diva?– Dijo Tony con un bufido indignado –¡Mira quién habla! Tú eres quién una vez hizo esperar a Peter y May con la cena servida durante una hora, solo porque su cabello no estaba arreglado a su gusto–

 

–Eso es total y completamente falso… sabes que mi cabello siempre luce bien–

 

Tony  lo miró con el rostro en blanco por un segundo antes de estallar en una gran carcajada.

 

Loki también rio. Ambos rieron. Con fuerza. Como si hubieran contado la broma más divertida que jamás hubieran escuchado.

 

El destino era incierto pero, si todavía podían reírse así, hablar así, entonces no había nada que temer. Las circunstancias habían cambiado, pero ellos no. Cualquier cosa que les deparara el futuro, la enfrentarían juntos.

 

Cuando Loki por fin pudo sacudirse los últimos vestigios de risa, dijo. 

 

–A propósito de aquel arquero que mencionaste. Clint ¿no es verdad?. Su flecha fue la que le salvó la vida de Peter. Me gustaría agradecerle–

 

–Me temo que no podrás hablar con él, se ha marchado–

 

–¿Oh? ¿Y dónde está ahora?–

 

–Volvió con su familia–

 

–Verás, Cráneo Rojo había tomado como rehén a los integrantes de su tribu. Niños tomados como prisioneros y varias familias forzadas a tomar caminos separados.

 

Pero cuando Cráneo Rojo fue derrotado, Clint se aproximó a los invasores y demandó la liberación de su gente. 

 

Los soldados, parecieron no escucharlo al principio. Estaban en estado de shock. Balbuceaban y hablaban acerca del poder del gran Dios Loki.

 

Fue entonces, cuando Clint les dijo, que ahora su tribu contaba con tu bendición y que si ellos no hacían lo que Clint decía, se deberían atener a las consecuencias de tu terrible ira.

 

Con la promesa de indulgencia a cambio de su cooperación, al final, accedieron a las demandas de Clint. 

 

Acompañado de algunos de nuestros soldados para que lo asistieran en el camino, Clint tomó custodia de los invasores y fue a salvar a su gente.

 

Justo el día de ayer, volvió el grupo de soldados que le acompañaba. Dijeron que todo había marchado bien, que la liberación de rehenes había sido todo un éxito. 

 

Después de eso, a los enemigos se les permitió volver a sus hogares. Pero Clint no los dejó ir sin antes recodarles todo lo que el Dios Loki podría hacerles si es que traicionaban su confianza. 

 

Personalmente, no creo que intenten nada más. Hubieras visto sus caras, había real temor ahí. Estaban horrorizados cuando te vieron ocupar tu magia–

 

Loki se quedó sin habla ¿la ira del Dios Loki? Y luego se echó a reír. 

 

–Ya era hora que ese sobrenombre sirviera para algo–

 

 –Y tú que tenías la esperanza de que al pasar el tiempo, la gente lo olvidaría. Ahora no ha hecho más que divulgarse, incluso hasta otras tribus– Dijo Tony.

 

Loki tenía ahora, una sonrisa cariñosa y divertida pegada firmemente a su cara.

 

La luz de la mañana brotó lentamente de la ventana, iluminando su expresión sombría y pacífica, haciendo que su cabello azabache brillara en un suave tono dorado. El aire se llenó de una soñolienta quietud y Loki sintió sus párpados un poco más pesados.

 

Se quedaron así, en un cómodo silencio, sintiendo la presencia del otro, llenándose de aquella sensación profunda de paz que les proporcionó su mutua compañía.

 

–¿Loki?– Dijo Tony despacio. 

 

–¿Si?–

 

–Se que probablemente no te sientes cómodo hablando de tu magia pero… he estado pensando–

 

Esperó a que Loki se desperezara antes de continuar.

 

–Tú recuperaste tu Seidr en la batalla ¿no es verdad? Y me dijiste que crees que fue porque durante todo este tiempo estuvo reabasteciéndose.

 

Sabes… Eso me hace pensar que quizás tu magia no está completamente perdida–

 

–¿Qué quieres decir?– Dijo Loki sorprendido.

 

–Tu magia, ha demostrado ser una fuerza un tanto inestable, no puedo pronosticar cómo va a reaccionar en un futuro, pero… ¿qué pasa si esto es igual a cuando la perdiste por primera vez? Puede que tu Seidr todavía esté dentro de ti, restaurando su poder, recuperándose de forma silenciosa.

 

Lo que quiero decir es que; si tu magia logró reabastecerse una vez ¿Qué nos hace pensar que eso no pueda pasar de nuevo?

 

Ahora no puedes acceder a tu Seidr, pero quizás lo único lo que debemos hacer es esperar a que recupere. Confiar en que volverá a aparecer cuando esté lo suficientemente fuerte–

 

Los ojos de Loki se ensancharon de la impresión. Había estado tan envuelto en su propio pesimismo que ni siquiera había considerado aquella posibilidad.

 

Tony tenía razón, ¡todavía había esperanza! Solo tenía que esperar y ser paciente, tener fe en que el tiempo curaría todo daño en su cuerpo.

 

Tony creía posible la recuperación de su Seidr y él lo iba a creer también. –Algún día su magia volvería– Y en su mente, aquello sonó como una promesa.

 

–Tienes razón. Gracias. Y no me refiero sólo al comentario de mi magia. En realidad, quiero agradecerte por muchas cosas, por… –Loki sintió de repente, un revoloteo nervioso en su estómago pero al alzar la vista y ver los ojos tranquilizadores de Tony, las palabras parecieron simplemente brotar de su boca.

 

–Quería decirte que… tú eres importante para mí. Tu presencia, tu compañía, Todo lo que haces y has hecho es enormemente apreciado. No soy el mismo que era antes y creo que tú eres una parte fundamental de lo que me he convertido. Yo… Lo que realmente quiero decir es, gracias por todo–

 

Tony entonces, se acercó. Acostándose a su lado, deslizó su brazo alrededor de Loki, y lo atrajo, hasta que él pudo sentir el soplo de su aliento a través de su camisa, y percibir cada latido de su corazón. Su mano era cálida cuando alzó su rostro y sus labios se sintieron extremadamente suaves cuando se inclinó y depositó un lento y solemne beso en su frente.

 

–Te amo Loki– Dijo Tony en un susurro.  

 

Inclinándose hacia Tony, Loki se quedó allí, maravillado ante el calor del hombre contra él.

 

Todo era nuevo para él, esta intimidad, estos sentimientos, y sin embargo, parecía como si por primera vez en su vida, todo pareciera estar exactamente en su lugar. Como si este fuera el estado natural de las cosas. 

 

Loki miró al hombre a su lado, con serenidad, con una sensación de satisfacción en sus huesos. Una que Loki bebió con avidez. Se sentía como si tuviera el mundo entero entre sus manos.

 

Tony extendió su mano y estrechó la cara de Loki, apartando su cabello hacia atrás.

 

–Ahora…– murmuró –Solo debes descansar y recuperar tus fuerzas–

 

Loki notó la intensidad en su mirada y sintió como la sangre calentaba su rostro. Vio a Tony inclinarse y darle un lento beso en sus labios. Y, sin pensarlo, él le devolvió el beso. Sus ojos se habían cerrado antes de que lo supiera, y estiró el cuello para obtener un mejor ángulo. La respiración tembló en su pecho, y un suspiro lo atravesó. 

 

Un sonido, que hizo prender con fuego el corazón de Tony.

 

–La batalla ha terminado. Y una vez que estés en pie, tendremos una celebración tal,  que nadie va a dormir durante una semana–

 

Loki le sonrió y maldita sea si no era una de las cosas más hermosas que Tony había visto nunca.

 

Después de múltiples celebraciones, los aldeanos se dieron a la tarea de reconstruir el daño que la guerra había ocasionado. Las pérdidas no eran pocas, pero trabajando unidos, en poco tiempo, reconstruyeron la aldea a lo que había sido su antigua gloria.

 

Aprovechando el ímpetu de construcción, se dispusieron también, a levantar nuevas edificaciones. La aldea, ahora contaba con una taberna, una empalizada de protección y un gran mercado en donde la gente comenzó a practicar con entusiasmo el concepto de comercio.

 

Los aldeanos caídos fueron sepultados todos juntos en la ladera de la colina, donde más tarde levantarían una gran lápida con sus nombres gravados. Aquellos nombres, serían aprendidos de memoria por los eruditos de la aldea y serían material de inspiración para numerosas canciones que relatarían sus historias de entereza y valentía. 

 

Las otras tribus no volvieron a molestar el territorio del pueblo. Habían adquirido un nuevo respeto por su gente y temían las represalias del poderoso Dios Loki.

 

El enfrentamiento, sería conocido como “La Gran Batalla” y fue registrado en la ahora creciente biblioteca que fue inaugurada. 

 

Notas finales:

¡Hola a todos¡ Un nuevo capítulo. ¡Espero que te haya gustado!

 

Quizás este capítulo está un poco más cursi de lo que pretendía pero después de ver Endgame, la verdad ¡lo necesitaba! (¡no spoilers! Solo diré eso. Si alguien siente la necesidad como yo, de hablar de Endgame (o de cualquier cosa en realidad) siéntanse libres de encontrarme en Tumblr como https://rurouni-kaze.tumblr.com) Además, supongo que nuestro protagonistas merecían tener su momento y poder expresar sus sentimientos después de haber estado separados.

 

En relación al próximo capítulo, la verdad, no se cuanto me demore en postearlo porque no tengo nada escrito XD, pero daré lo mejor para postearlo lo más pronto posible. ;)

 

Mientras tanto, ¡nos estamos acercando al clímax de esta historia! El capítulo 11 es más que nada un capítulo puente y de ahí en adelante, los capítulos que vienen, darán forma a lo que vendrá  siendo ¡el final de este fic! :O manténganse en sintonía.

 

No olviden dejar comentarios si es que piensan que este fic lo merece ¡muchas gracias!


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