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El regalo de Loki por rurouni-kaze

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Las tropa de Tony se había apostado en un sector estratégico cercano a la aldea y desde entonces habían peleado sin descanso protegiendo las fronteras de su hogar.

 

Varios días habían pasado del conflicto y Tony podía ver ya los resultados y el desgaste que habían generado las escaramuzas de sus enemigos.

 

Así que esto es la Guerra Pensó en un suspiro angustioso, recorriendo las tiendas que mantenían a los heridos y sintiendo el cansancio y tensión que parecía haberse acumulado en sus articulaciones.

 

Su cuerpo parecía retener todavía el eco de las batallas. Como si la impresión de aquel momento siguiera resonando en su interior. Macabro y agudo, aferrándose como dos firmes garras a su conciencia.

 

Ayudando a los curanderos, se afanó en asistir en cualquier tarea en la que pudiera ser útil. Quería hacer algo, cualquier cosa que lo sacara de lúgubres meditaciones. 

 

Sin embargo, mirando aquellos cuerpos tendidos, Tony no pudo evitar repasar en su mente, los eventos de los últimos días.

 

La contienda no había sido fácil. Varias vidas se habían perdido bajo la brutalidad del combate.

 

El enemigo era uno feroz. Puede que no tuvieran la misma tecnología en armamento que la aldea, pero cualquier deficiencia, la suplían con su amplio número de soldados y una tenacidad de lucha que le hacía preguntarse ¿de dónde venía tanto odio y rencor?  

 

Tony, había procurado hacer su mejor esfuerzo para ayudar a planificar los ataques y organizar las tácticas de combate. Su estrategia era simple: Tratar de terminar la contienda lo más pronto posible y con la menor cantidad de bajas, en ambos lados del conflicto.

 

–Vamos a ganar con estrategia y no con fuerza bruta–  Él le había dicho a los soldados  –Si tienen que matar para defenderse, háganlo, pero si pueden evitar la muerte innecesaria de alguno de sus enemigos, perdónenle la vida. Recuerden que en una guerra siempre hay dos lados de la historia, no hay buenos ni malos, sólo gente tratando de defender sus ideales–

 

La lucha, había dejado muchas perdidas, sin embargo, los esfuerzos de la aldea no habían sido en vano. El resultado de las últimas batallas, les habían dado una pista clara de quién tenía la ventaja; el enemigo por fin estaba retrocediendo.

 

Por primera vez después de mucho tiempo, Tony sintió la esperanza crepitar en su pecho. Si todo salía bien, la guerra terminaría pronto y ellos obtendrían la victoria. 

 

Si la suerte estaba de su lado, podría regresar a su hogar y volver a ver al hombre que no había abandonado sus pensamientos ni por un solo segundo durante todo este altercado. Aquel, cuyo recuerdo, era suficiente para producirle un dulce sentimiento de felicidad y consuelo, cada vez que su alma se encontraba perdida divagando por caminos turbulentos.  

 

Loki… ponto nos volveremos a ver, de eso estoy seguro. Y cuando lo hagamos, cuando esta batalla termine, espero que este mundo sea un lugar diferente. Junto a ti, haremos de nuestro hogar un lugar en donde podamos vivir en paz

 

Sus meditaciones, fueron interrumpidas de repente, por la presencia de uno de los soldados entrando de forma intempestiva en la tienda.

 

–Señor, encontramos a un grupo de arqueros tratando de infiltrarse en el campamento–

 

–¿Arqueros?–  Dijo sorprendido.

 

–Si, estaban escondidos entre las montañas, pero conseguimos capturarlos. Lograron hacer algunos daños a la base y hay algunos heridos, pero afortunadamente no hay mayores pérdidas–

 

–Me alegro–  Dijo aliviado.

 

Reflexionando acerca de lo sucedido, Tony tuvo una súbita idea.

 

–¿Serías tan amable de traer al líder del grupo? Me gustaría tener unas palabras con él–

 

Asistiendo, después de un momento, el soldado escoltó al prisionero al interior del recinto.

 

Al verlo entrar, Tony, no pudo evitar tomar nota de su apariencia. El hombre, era un individuo de mediana edad, con cabello castaño claro y cuerpo tonificado.

 

En ese momento, sus ojos azules, mostraban una mirada aguda y fiera. Una con tal intensidad, que a Tony le pareció como si estuviera observando los insondables ojos de algo salvaje, un animal indomable. 

 

Extrañamente, la imagen de un halcón se cruzó por un instante en su mente.

 

–¡Hola! ¿cómo estas? Mi nombre es Tony Stark–  Dijo alegre, extendiendo su mano.

 

El hombre, permaneció en silencio, sin hacer ningún intento de responder el gesto. 

 

–¿Sabes? Cuando alguien se presenta, es cordial saludar y decir tu nombre–

 

Si era posible, el arquero, lo fulminó con una mirada aún más letal. 

 

–¡Guau!– Dijo Tony, levantando las manos en un gesto pacifista –Entiendo que no quieras hablar, en tu situación yo haría lo mismo. Pero créeme cuando te digo que no quiero hacerte daño, solo quiero conversar contigo–

 

El hombre dejó escapar un bufido irónico.

 

–¿Sólo conversar? Sé como funciona esto, Stark. Dirás cualquier cosa para sacarme información, pero luego, cuando tengas lo que quieras, me eliminaras a mí y a toda mi tropa. 

 

No hay nada que puedas decir o hacer que sea nuevo para mí. Créeme, Schmidt ya lo ha intentado todo–

 

–¿Schmidt?–

 

–¿No lo sabes? Se hace llamar a sí mismo Cráneo Rojo. Él es el hombre que comenzó esta guerra–

 

–¿A qué te refieres?– Dijo Tony, sintiendo un escalosfrio gélido subiendo por la parte posterior de su nuca.

 

El arquero dudó por un momento, pero luego, un suspiro resignado se hizo camino por su garganta –Bueno… ya no tiene caso ocultarlo. Si de algo estoy seguro, es que todo esto acabará pronto– Había algo extraño en su voz, Tony estaba seguro. Quizás era ¿pesar? ¿remordimiento? 

 

–Schmidt es un hombre ambicioso– Relató el arquero –Hace algún tiempo, se dio a la tarea de convocar y convencer a cada una de las tribus para unirse y pelear en esta guerra. Quería contar con el mayor poder bélico y reunir tantos aliados como pudiera. Su fin, era derrotar a tu aldea y así, apoderarse de tu tecnología y de tu Dios.

 

Naturalmente, algunas tribus, se adhirieron a su causa, con promesas de poder y riqueza, pero otras… Él necesitó ser más persuasivo...–

 

La voz del hombre, era inexpresiva, sin embargo, cuando volvió a hablar, sus ojos habían adquirido un extraño brillo. Al mirarlo, Tony no pudo decidir si era un halo de tristeza, angustia o simplemente algo que se asemejaba a bastante a la locura.

 

–Él saqueó sus casas, se apoderó de sus bienes y quemó sus plantaciones; y sin sentirse satisfecho con nada de esto, él tomó a cada uno de los niños de la tribu como rehenes. Niños indefensos arrancados de los brazos de sus madres, el perfecto chantaje para crear esbirros ejemplares. Nuevos soldados que obedecerían cualquier orden sin oposición alguna.

 

Puedes imaginar que después de eso, no hubo ninguna tribu que se negó a sus demandas–

 

–Yo… lo lamento. Si hubiera algo, cualquier cosa, que pudiera hacer para ayudar…–

 

El arquero, observó a Tony con una expresión Indescifrable. 

 

–¿Ayudarnos? ¿Y cómo harías eso? Incluso si fueras tan honesto como clamas ser, tú y tu aldea han demostrado que no les importa nada más que sí mismos. Ustedes podrían habernos ayudado, pero en cambio, nos negaron el acceso a su tecnología y armamento. Quizás con su apoyo, podríamos haber vencido a Cráneo Rojo, pero se ocultaron en su pequeña aldea como si el resto del mundo no existiera–

 

–¡Hey! ¿Y cómo se supone que íbamos a saber acerca de Schmidt? ¿O que necesitaban ayuda? Nosotros vivíamos nuestra vida de forma tranquila y de repente, lo siguiente que supimos, es que estábamos en guerra. Fuimos atacados, ¿qué esperabas que hiciéramos sino defendernos? Incluso, al comienzo de todo esto, tratamos de negociar con ustedes, llegar a un acuerdo, pero no hubo ninguna respuesta de su parte–

 

–¡Claro que no hubo respuesta!– Dijo el hombre –¿Acaso esperabas que Cráneo Rojo nos hubiera permitido negociar? Esta guerra era exactamente lo que él quería ¿crees que él hubiera dejado impune tal desafío a su autoridad?–

 

Ambos se miraron con ojos penetrantes; y su respiración agitada, producto de sus mutuos exabruptos, se expulsó en coléricas bocanadas.

 

Por un momento, pareció que ninguno cedería ante aquel bizarro concurso de miradas, pero luego, sintiéndose más calmado, Tony dejó escapar su aliento en un largo suspiro.

 

–Bueno… en algo tienes razón– Dijo él, después de un momento –Nosotros podríamos haber compartido nuestro conocimientos con ustedes, pero no lo hicimos.

 

Si hubiera sido así, quizás todo habría sido diferente…. Ustedes podrían haber tenido los medios para defenderse e incluso, es posible que hubieramos podido evitar el inicio de esta guerra–

 

El arquero lo miró desconcertado, totalmente sorprendido por sus palabras.

 

–Pero… todavía no es tarde–Continuó Tony, con renovada convicción– Aún podemos hacer algo. Con tu ayuda, terminaremos con este conflicto. Tengo toda seguridad que juntos, conseguiremos derrocar a Schmidt–

 

El rostro del arquero se iluminó de repente, pero sólo fue una expresión fugaz. En un parpadeo, su semblante cambió a uno de resignación y pesar.

 

–Ya es demasiado tarde. No tiene caso… Cráneo Rojo ya ganó–

 

–¿Por qué dices eso?– Dijo Tony, con un intenso presentimiento que subió por su columna vertebral como si fueran cien hormigas.

 

El hombre, solo se mantuvo en silencio.

 

–¡Vamos! ¡Por favor! No le debes nada a Schmidt. Por lo que me dices, a él no le importa nada más que causar daño y sufrimiento. Es un autentico tirano que no se detendrá hasta destruir todo a su paso, sólo para lograr sus metas–

 

Cuando vio que el arquero permanecía todavía en silencio, súbitamente, Tony sintió el entendimiento abriéndose paso por su mente.

 

–¿Él tiene a tu familia no es verdad?– Dijo, con un intenso pesar que atravesó su pecho –No quieres hablar porque tienes miedo de ponerlos en peligro…–

 

–Te prometo que si me ayudas, haré todo lo posible para que Cráneo Rojo y sus aliados sean derrotados. Tu familia no tendrá que preocuparse más de sus amenazas. Schmidt va a perder, lo juro por mi aldea y por todas las vidas que han de salvarse cuando eso suceda, tienes mi palabra–

 

Tony vio un desfile de emociones cruzar el rostro de su interlocutor. Él percibió que en ese momento, una gran lucha se estaba desarrollando en su interior.

 

–Está bien… Te diré lo que necesitas saber– El hombre apretó su mandíbula y su expresión sólo se volvió más decidida.

 

–Escucha, Cráneo Rojo los ha engañado. Esta pelea, todas estas batallas, son solo una distracción. Él, con un grupo selecto de sus mejores soldados, tratarán de infiltrarse en tu aldea. Ingresarán por el lado sur, por uno de los accesos más desprotegidos. No les será difícil hacerlo, debido a que cuentan con una gran ventaja; un arma muy poderosa que podrá acabar con tus mejores soldados en tan solo segundos.

 

Si me preguntas acerca de esta arma, no podría decirte. Cualquiera que la haya visto no sobrevivió para contar la historia. Pero puedo asegurarte que es muy letal, tanto que parece fuera de este mundo.

 

Mientras estamos hablando, Schmidt ya debe estar en movimiento. En este momento, debería estar arribando a tu aldea. Si vas a hacer algo Stark, te aconsejo que lo hagas ahora. Puede que si esperas, ya sea demasiado tarde– 

 

Los ojos de Tony se ensancharon con espanto, pero no dejó que sus sentimientos lo dominaran. En un instante, estaba de pie, lanzando órdenes a diestra y siniestra, preparando el armamento y organizando la partida.

 

Sin embargo, antes de irse, el arquero lo detuvo.

 

–Stark, voy contigo. No puedo quedarme sin hacer nada, no mientras exista alguna posibilidad de liberar a mi familia. Soy un buen luchador y puedo asegurarte que no descansaré hasta que este conflicto llegue a su fin y se haga justicia para toda la gente inocente que sufrió y pereció bajo la opresión de Cráneo Rojo–

 

–Por supuesto, tu ayuda será más que bienvenida–Dijo de manera afable –Tú y tu gente ya no son mis prisioneros. Daré la orden inmediata del cese de los ataques. De ahora en adelante, somos aliados–

 

El arquero le dedicó un breve asentimiento y su rostro se suavizó.

 

–Démonos prisa, no hay tiempo que perder– Dijo Tony, y acto seguido, ambos corrieron a econtrarse con el resto de los soldados.

 

–Hey, Stark– Dijo el arquero, mientras trotaba a su lado –Es Barton–

 

–¿Qué?– Dijo Tony, confundido.

 

–Mi nombre, es Clint Barton– Le dijo, con una pequeña sonrisa.

 

–Un gusto Clint– Dijo Tony, también sonriendo.

 

El viento soplaba con fuerza, y a lo lejos, podía vislumbrarse el primer albor rosáceo de la mañana, tras una brillante franja de nubes.

 

El camino, les pareció interminable, pero cuando finalmente llegaron al punto de encuentro, sin perder más tiempo, subieron a los caballos y partieron rumbo a la aldea.

 

Mientras Tony galopaba, la adrenalina hizo su cuerpo temblar y su mente agitada, pasó de un pensamiento a otro a una velocidad vertiginosa.

 

¿Qué pasa si Schmidt gana? ¿Qué sucede si algo le sucede a Loki? ¿Qué ocurre si no logro llegar a tiempo…?

 

Su corazón latió con fuerza y la ansiedad de antes, se transformó ahora en puro nerviosismo.

 

Solo aguanta un poco más Loki, espérame, ya voy…

 

 

 

Notas finales:

Si! Estoy viva! Jaja Este capítulo tomó un poco más de lo que esperaba. 

 

Al principio, había planeado escribir la guerra en un sólo capítulo pero a veces, lo que uno escribe toma vida propia y bueno... ahora tengo dos capítulos más de lo esperado.

 

De todas maneras, ya tengo los dos siguientes capítulos avanzados, así que no deberían tomar tanto tiempo en postear como este. 

 

Espero que les haya gustado el capítulo! y lamento haberlos dejado en suspenso. Esta bien, no lo lamento realmente, pero en el próximo capítulo veremos cómo Loki y la aldea, enfrentan esta nueva amenaza.

 

Logrará Loki enfrentarse a los invasores?
Podrá Tony llegar a tiempo?
Podrá la autora postear en un horario regular?

 

Véan esto y mucho más, en el próximo capítulo.


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