El azabache cerró la puerta tras de sí. Cerro con llave y la puso con cuidado en el pequeño mueble de siempre. Se fijo en que la llave de Naruto estaba puesta también, seguro había llegado unas horas antes. Miro el reloj del living que daba las 23:34 horas, estaba exhausto de tanto correr y caminar por llegar temprano de su misión. Pero seguramente lo había hecho en vano, …. De seguro Naruto estaría dormido.
Camino al sofá de la habitación y se sentó a meditar. Se sentía molesto consigo mismo. Le había prometido que no tardaría en volver de sus misiones a causa de que quería pasar más tiempo con Naruto antes de que fuese ascendido a Hokague de la aldea de la hoja. Luego de eso, seguramente no tendrían el tiempo suficiente como para compartir, o podrían pasar momentos incomodos por tratar de estar juntos. Cualquiera que fuera el caso, no podía permitirse ser una distracción de su esposo. Mucho menos obsesionarse con el tema e interrumpir sus labores como futuro Hokague de la Aldea.
-“No…jamás me lo perdonaría”- pensaba el azabache agarrándose los cabellos
No podía permitirse el lujo de lamentarse, ni de ser un estorbo en el sueño de su esposo. Después de todos esos años en que el juro llegar a ser Hokague algún día, de ser fuerte, de proteger a sus amigos y aldea. De…… que lo reconociera.
-“Snif…..agh”- se quejó en silencio limpiándose una lagrima que había caído por su mejilla derecha
Siempre había cumplido con sus promesas. De lo contrario, no quería permitirse el lujo de ser alguien que postulase para próximo Hokague. No si no era capaz de cumplir con su palabra de ninja… o de persona. Y eso es algo que siempre admiro y respeto.
Al contrario de Naruto, él siempre se esforzó por ser el mejor en todo lo que pudiese. Sobre todo, lo de los sentimientos. Que en el mundo ninja debían ser siempre suprimidos a causa de ser un buen shinobi, de ser un ejemplar real de lo que implica ser un ninja. Porque en el delgado hilo de la vida y la muerte, los sentimientos eran algo que podría ser el causante principal de muertes. Por ser inestables, confusos en su mayoría de veces……por ser una debilidad humana que nadie puede erradicar por más que lo intenten.
Apretó los dientes con fuerza… aun si lo sabía bien. Y trataba de declararse esa cruda y cruel realidad. No podía evitar sentirse molesto con ello. Al ser rivales, todo era más sencillo. Podía mostrar su fuerza y su buena calma. Pero al surgir los sentimientos con el pasar del tiempo. Toda esa calma de años y años de tranquilo y perfecto equilibrio emocional. Se rompieron en miles de pequeños fragmentos, … la idea de quedarse solo. De no poder estar con quien lo hacía feliz, de no poder demostrarle cuanto lo amaba por ser como era. De no poder ser… “libre”.
Porque así era como lo hacía sentir…… ”libre”.
Cuando estaba con Naruto, sentía que podía ser el mismo. Sin temor al que dirían los demás, de no preocuparse por el futuro o el hoy, de poder hacer o incluso decir todo lo que pensara o quisiera. Podía actuar como quisiera sin sentir la presión de ser un Uchiha, de tener que actuar como uno. Como le habían inculcado en su familia desde pequeño.
Tantas cosas que hacían que su mundo fuese siempre monótono, rutinario. Pero tranquilo al mismo tiempo.
Y gracias a Naruto… vio que estaba en un grave error. Su supuesto “mundo perfecto”, … no era más que un montón de reglas sin sentido que lo hacía comportarse como una simple máquina. No vivía como un shinobi solamente, vivía… “como le decían que tenía que vivir bajo su estatus”. Y al darse cuenta de esto, se sintió abatido y confundido. Lo que antes creía que era normal… se había convertido en absurdo y estúpido.
No gozaba en lo más mínimo de su rutina diaria después de eso. Se sentía enjaulado, con barrotes de acero.
Se preguntaba a menudo, ¿Su clan le había puesto los barrotes? O ¿Fue el quien se encerró?
… Pero gracias a su dobe… a Naruto. Todo su mundo se estremeció, se hizo más grande de lo que jamás podría haber imaginado, con cielos azules llenos de vida y energía. Le había devuelto lo que sentía que le habían quitado. Su libertad se volvió tangible nuevamente. Y al estar junto a él, … sentía que ni el cielo fuese el límite.
Sonrió con alegría por primera vez en mucho tiempo, se sentía tonto al pensar de esa manera. Aunque fuese cierto todo, se sentía como un completo tonto. Estaba orgulloso de su dobe, de que tan lejos había llegado por ser como era. Y de que pudiera compartir su vida con la suya.
No perdió un segundo más, … se apresuró a quitarse las lágrimas del rostro y se dispuso a darse una refrescante y merecida ducha. Si ambos habían llegado tan lejos en sus vidas, no iba a rendirse en un momento así. Encontrarían la forma de estar juntos en los momentos adecuados. Si podían hacerlo ahora que eran esposos, ¿Qué importaba que uno fuera Hokague ahora?
-……nada- se dijo por lo bajo mientras las refrescantes gotas de agua comenzaban a cubrir su cuerpo
Un rato después, el Uchiha salió del cuarto de baño con una toalla puesta en su cintura. Subió las escaleras y entro en su habitación. Al fijarse se sintió conmovido al ver a su rubio ojiazul tendido en la cama con la foto del equipo 7 al lado. Se veía tan apacible y relajado. (Incluso hasta tierno). Pero no podía evitar sentir un poco de culpa al preguntarse ¿Cuánto lo había esperado esta vez? ¿tres horas, … cinco horas?... ¿o acaso seis y media como la vez anterior?
A pesar de llegar siempre tarde, a su dobe no parecía importarle en lo más mínimo. Incluso si había descuidado que llegaría más tarde sin avisarle en ocasiones por estar centrado en las misiones especiales de alto rango…. Él siempre lo esperaba.
A veces se sentía demasiado afortunado de tenerlo de esposo. Y se preguntaba si podría soportar,…. Cuando los papeles se invirtiesen. Cuando Naruto fuera Hokague y terminara siendo el quien lo esperase casi toda la noche o la tarde.
Ni siquiera estaba seguro de si podría resistir la sola idea de pensarlo. Ahora sentía un nudo en la garganta de tanto pensar. Entonces sacudió su cabeza y se dispuso a olvidar esos agrios pensamientos. Ahora que estaría con su rubio no podía permitirse, ni verse ni pensar así. No ahora que podía reparar el daño. O al menos parte de el.
Entonces abrió la puerta del cuarto con suma cautela. Se aproximo al armario y se dispuso a sacar una muda de ropa para ponerse. Opto por una camisa negra con el símbolo Uchiha pegado en la espalda, unos pantalones negros de ceda, y la ropa normal que todo hombre debe llevar bajo está claro. Luego, se aproximó al baño junto al cuarto y cerró la puerta con cuidado.
Al salir se acercó con total delicadeza a la cama, quito la foto de esta y la puso en la pequeña mesa de noche. Luego arropo al rubio dormido y se le unió para poder descansar. Lo miro a detalle, …. Se veía tan tranquilo y feliz. No pudo evitar sonreír de ternura al poder ver a su dobe tan tranquilo. Pero casi se infarta al ver como este abrió los ojos y cambio su rostro a uno neutral. Estaba tan sorprendido que no sabía que hacer o decir. No lo culpaba de estar enojado, de que quisiera mandarlo a dormir en el sofá. Inclusive en el piso. Pero solo podía imaginarse un castigo tras otro al ver que no cambiaba su rostro en lo más mínimo. Solo lo veía fijamente, sin expresión o intensión alguna. Solo tenía esa expresión puesta en su rostro.
Estaba tan tenso que hasta había comenzado a sudar frio. Ya no aguantaba más los nervios…
-….Naruto…la-lamento haber…- dijo torpemente en un intento de disculpa
-…..¿haberme despertado?- finalizo sonriendo de oreja a oreja
El azabache estaba pasmado, no sabía si estaba jugando con él o si no estaba enojado con él. Lo miro sorprendido un rato sin saber que decir…
-….em, si- comenzó a decir nervioso -lo lamento, no quise despertarte- dijo apenado
-No te preocupes, no tenía tanto sueño que digamos- (al ver la cara contrariada del azabache tuvo que explicarse mejor) -Me refiero a que te oí entrar-
-¿Cuándo?- pregunto de inmediato
-Hace rato- respondió sonriendo zorrunamente, aunque con un aire inocente
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Naruto había oído la puerta de su cuarto abrirse, al entreabrir sus ojitos pudo divisar a su azabache favorito vestido únicamente con una toalla de baño y con todo su cuerpo mojado por gotas de agua caliente, con su cabello húmedo y goteando los restos de agua de una posible ducha relajante. Y un ligero, pero notable hilo de vapor saliendo de su cabellera negro azulada.
-………”ayy,…..de nuevo estoy soñando esto otra vez”- pensó apenado cubriendo su rostro con las sabanas de la cama
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-¿Dime, te fue bien en tu misión especial?- pregunto sonrojado el ojiazul
-Em, si, no fue…… tan difícil como espere- se corrigió preocupado del ojiazul
-Entiendo, ……..era secreta- dijo Naruto desviando la mirada triste
Sin embargo, todos los colores se le vinieron a la cara al ver como su azabache le tomaba de las mejillas y le daba un sorpresivo. Pero amoroso beso.
-No quiero verte deprimido Naruto- le volvió a besar -Sabes que no hay nada más importante para mí que tu ¿cierto? –
- ¡Sa- Sa-Sasuke!- tartamudeo completamente rojo de la vergüenza. –¡No hagas eso-ttebayo! - se quejó muerto de la vergüenza abrazando al azabache y ocultando su rostro del contrario
El moreno no sabía si reír o enternecerse de su rubio. A veces era tan tierno que podría abrazarlo para nunca más soltarlo. Entonces volvió a tomarlo de las mejillas, pero esta vez para darle un dulce beso en la frente.
-¡Sasuke!- grito apenado volviendo a ocultarse (ahora más rojo que un tomate maduro)
-jajaja…. Si quieres que no te bese, esta es una forma muy difícil de lograrlo- dijo enternecido por su rubio ojiazul
-Ugh… cállate- susurro ocultándose nuevamente en la seguridad de su ojinegro Uchiha
-jajaja- se rio sonrojado
Continuara XD….