-Bueno… -dijo Blaise exhalando un suspiro- en este punto comprendo lo difícil de la situación, ese Weasley es como un grano con pus.
-¿Desagradable y asqueroso?
-Exacto.
-Pero me dijo algo antes de irse.
-Qué cosa.
-Me libero de ese compromiso.
-¿Así como así?
-No… me dijo que no volviera a dirigirle la palabra nunca más.
-Oh…
Fue en ese momento que Draco comenzó a asimilar lo que había sentido en la torre de astronomía cuando escuchó esas palabras y un nudo en su garganta comenzó a formarse.
-¿Draco?
Pero Draco no respondió, solo apago su lámpara y se acostó dejando todo a oscuras; fue hasta un buen rato después en que su vista se acostumbro a la penumbra que Blaise insistió.
-Draco…
-¿Qué quieres?
-¿Estás bien?
-Sí.
-Pues yo creo que no.
-¿Entonces porqué preguntas?
Blaise se levanto de cama y se sentó en la de Draco, quien al sentir a su amigo ahí se giró para mirarlo.
-No quiero aceptarlo pero… me dolió mucho eso.
-¿El que no volvieras a hablarle?
-Sí.
Blaise se quedó callado un momento para entonces preguntar:
-¿Qué piensas hacer?
-No sé.
-¿Vas a darte por vencido después de todo lo que has hecho?
-Pero la cague con Potter Blaise… de nuevo.
-Yo creo que es momento de decidirte Draco.
-¿A qué?
-A que harás, solo tienes dos opciones, una es que lo resuelvas por tu lado o que tu padre se entere, porque si esto es una poción de sangre el profesor Snape ya lo dijo muy claro, no habrá poder humano que las haga desaparecer.
-¿Pero y entonces qué hago?... Potter no quiere nada conmigo, yo pensé que los gays solo veían nalgas y corrían a follarlas sin importar qué -Blaise solo rodó los ojos mientras negaba con la cabeza- digo, todos los homosexuales son promiscuos ¿no?
-¿En serio sigues pensando eso?
-Eso es lo que dice mi padre.
-Bueno, pues parece que tu padre se equivoca.
-Sí, eso parece.
-Pues piensa que harás Draco, el tiempo corre –concluyó Blaise yéndose a su cama.
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Al día siguiente, mientras los demás se adelantaban y Draco para variar secaba su cola apresurado…
-Apúrate hombre, ya es súper tarde.
-Lo siento Blaise pero aun tengo la cola mojada, si la llevo así mi ropa se humedecerá, pero adelántate si quieres.
-De acuerdo.
Cuando Draco miró a Harry en el desayuno, su estomago dio un vuelco viendo que el otro ni siquiera se tomaba la molestia de mirarlo y cuando lo llegó a hacer más que nada por insistencia de Draco, giró el rostro sin más ni más.
-¿Ni siquiera molestia le causo?-pensó dolido al ver que Harry había sido completamente indiferente.
Sin más remedio continuó su día.
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Cuando Harry se dirigía a su casa por un libro olvidado, fue interceptado por Cédric.
-Oye Harry, me dejaste plantado anoche.
Harry miró a su alrededor y vio a unos cuantos alumnos caminando por el pasillo, algo lejos de ellos y muy metidos en sus asuntos.
-Sí, lo siento.
-¿Solo eso? –Pregunto Cédric caminando a su lado- te espere casi una hora.
-Perdón, debí avisarte.
Cédric lo miro dándose cuenta de que Harry no iba a darle ninguna explicación, de hecho notó cierta frialdad en él que lo hizo mirarlo con más atención.
-¿Pasa algo?
-No nada, es solo que tuve unos problemas con Ron y eso me ha estado molestando.
-Oh vaya, que mal.
-Pero estoy bien.
-¿Seguro, hay algo en lo que yo pueda ayudarte?
-No, pero no te preocupes.
-De acuerdo, si necesitas algo, solo avísame.
-Gracias.
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-Draco, ya paso un mes desde la última vez que hablaste con Potter ¿ya no vas a hacer nada? –dijo Blaise mientras caminaban por Hogsmeade con un vaso desechable de chocolate en la mano.
Draco se acomodó la enorme capucha de su abrigo antes de responder con un resoplido.
-Te estás haciendo tonto tu solo –continuo al ver a su amigo quedarse callado- aunque ultimadamente a mí que me importa ¿verdad? El del problema eres tú, no yo.
-Es que me odia Blaise.
-¿De verdad crees que te odia?
-Sí.
-Pues no sé, tanto así como odiar… tal vez le caes súper mal por estúpido y boca floja pero nada más.
-¿Se supone que estas levantándome el ánimo?
-Algo así.
-¡Es que no se qué hacer!... Potter me odia –concluyó con voz dramática.
-Bueno ¿y te afecta mucho eso?... es decir, solo necesitas que te coja y ya ¿no?
-En definitiva, si estoy a punto de suicidarme tú me darías el último empujón.
-Es que tu solo te haces un embrollo Draco, ya hace tiempo que aceptaste que Potter te gusta ¿pero que tanto?
Draco solo suspiro y luego le dio un sorbo a su pajilla saboreando el sabor dulce de su chocolate.
-No sé… -dijo finalmente- solo sé que cada que lo veo siento la cara caliente y me siento un torpe.
-Pues torpe eres.
-¡Oye!
-Es que estas dejando todo a último momento ¿Qué tal si hoy mismo recibes carta de tu padre de que mañana pasa por ti? -Draco volvió a suspirar por enésima vez sabiendo que Blaise tenía toda la razón- hace tiempo te dije que te decidieras porque solo tenías dos opciones.
-Sí, lo sé.
-Pues piénsalo porque se te acaba el tiempo.
-Blaise…
-¿Sí?
-¿No te molesta que me guste Potter?
-No, porque no es como que vas a casarte con él.
Esa respuesta solo sirvió para deprimir mas a Draco y Blaise lo notó.
-Oye… ya te lo había dicho, cada quien le da las nalgas a quien quiere y si un hombre quiere dárselas a otro hombre, muy cosa suya, al menos eso es lo que dice mi madre y yo estoy de acuerdo.
-Ah…
-Pero el que tú quieras dárselas a Potter no te hace menos amigo mío… más tonto sí, pero menos amigo no.
Draco sonrió cansinamente mientras seguía su camino en silencio.
-Pero si quieres que Potter cambie su opinión de ti ¿Por qué no comienzas disculpándote con Granger y el tonto de Weasley?
-No creas que no lo he pensado, es solo que cada vez que los veo se me hace un nudo en la panza al pensar en disculparme con esos.
-Bueno, piensas que te estás disculpando con un piojo.
-Mmm… sí, eso puede ayudar.
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Esa noche, después de cenar, Harry y sus amigos iban de regreso a su sala común para jugar un partido de ajedrez mágico con Ron aprovechando que el día siguiente era domingo; iban solo los tres en el pasillo ya que por ser un día de descanso muchos se quedaban platicando en el comedor.
-Pues yo digo que deberían aprovechar en darle una leída al capítulo que nos dejo el profesor Snape en lugar de jugar ajedrez mágico.
-Solo será un ratito Hermione, no seas aguafiestas –respondio Ron.
Los tres amigos se detuvieron en seco cuando Draco Malfoy les salió al paso.
-¿Y ahora que quieres hurón? –pregunto Ron en guardia.
“Qué te mueras en este instante, proletario”
-Yo… -dijo Draco carraspeando y mirando a Hermione principalmente sabiendo que ella no lo insultaría como Ron- he estado pensando mucho en ustedes dos y me he dado cuenta de que he sido muy injusto, por eso les ofrezco mis más sinceras disculpas por como los he tratado… a ti Granger por llamarte “Sangre sucia” y a ti Weasley por decirte “comadreja” “proletario” “tercermundista” “muerto de hambre”…
-Creo que ya entendió el punto –dijo Harry deteniendo la lista de apelativos de Draco.
-No, no he entendido ni jota –exclamó Ron sin terminar de salir de su estupor- ¿Ahora cual es el truco Malfoy? ¿Qué mierdas estas tramando?
-¿Yo? Nada, ya dije lo que pensaba.
-No, tu nunca ni aunque te estuvieras muriendo nos pedirías disculpas a Hermione ni a mí, así que o estas planeando alguna estúpida broma de mierda o no eres Malfoy.
-No hay ninguna estúpida broma de por medio y soy yo, así que sin más nada que decir me retiro.
-¡Ah no, tú no te vas así como así!
-¡Ron basta! –Intervino Hermione tomándolo de un hombro- Malfoy se ha disculpado con nosotros y me parece un gran gesto de su parte… tampoco estoy diciendo que me la trago, pero reconocer su error es un gran gesto, así que acepto tus disculpas Malfoy.
-Gracias Granger, ahora me voy –dijo Draco dándose la vuelta dejando a aquel trío sumidos aun en el estupor.
-Pues no me la creo –concluyó Ron cruzado de brazos en cuanto Draco desapareció por un pasillo- algo se trae ese hurón entre manos.
-¿Quién sabe? Tal vez de verdad está arrepentido –respondió Harry sonriendo comenzando a caminar.
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Al día siguiente Harry y el equipo de Quidditch practicaron toda la mañana dándose cuenta el moreno que Draco lo miraba desde una grada; sin embargo continuo su rutina normalmente incluso cuando Ron se tuvo que adelantar para rogarle a Hermione que le ayudara con la lectura de la tarea que el profesor Snape les había dejado; él en tanto terminó de bañarse y vestirse con toda calma y salir de los vestidores platicando con algunos de sus compañeros que no tardaron en agarrar cada quien su rumbo.
-Potter… -saludó Draco saliendo de quien sabe donde en cuanto estuvo solo.
-Malfoy –respondio a modo de saludo y sin estar sorprendido en lo absoluto de verlo.
-¿Cómo has estado?
-Bien.
-Ya veo.
Harry siguió caminando con Draco a su lado cuidándose de no ser visto.
-Potter, por favor ¿me das unos minutos?
Harry se detuvo mientras Draco lo jalaba del brazo a un jardín que estaba junto a un invernadero en donde la profesora Sprout solía dar su clase.
-Aquí nadie nos verá.
Por toda respuesta Harry solo se cruzó de brazos.
-Listo, lo hice.
-¿Y? –Exclamó Harry- era tu deber ¿no?
-Vamos Potter, no te portes así, va en contra de tus principios Griffindorescos.
-¿Ponerme cómo? No somos amigos como para que te de un abrazo cada que me hables.
-Ya lo sé –respondio haciendo una mueca- pero me gustaría que pudiéramos hablar sin que parezca que estás hablando con un mojón de excremento.
-Es que por lo general eso pareces Malfoy.
-De acuerdo, de acuerdo, pero esta vez hice lo correcto ¿no?
Harry hizo una mueca como no queriendo de que Draco esta vez tenía razón.
-De acuerdo ¿y?
-Que con esto me gustaría que reconsideraras el ayudarme de nuevo con mi problema.
-Ya… -dijo asintiendo con la cabeza- mi respuesta es no.
-¿Qué?
-Lo siento Malfoy, no es desquite ni nada pero esta vez debo decir que no.
Draco aun tenia la boca abierta por aquella respuesta pero al cabo de un segundo se espabiló.
-¡¿Pero por qué no?! ¡Ya me disculpe con tus amigos!
-Lo sé, pero si haces memoria eso ya me lo debías, yo no te debo nada.
-Yo… lo sé, lo sé… pero… ¿Por qué no? –exclamó sin saber que decir.
Harry se tomó unos segundos para ordenar las palabras que quería decir.
-Estoy pasando por una etapa de mi vida en donde debo tomar mejores decisiones y no hacer todo a lo tonto… después me arrepiento y ya no sé qué hacer, así que decidí que mejor me abstengo de tomar decisiones equivocadas.
-Pero… ¡Potter yo necesito que me ayudes! –exclamó a punto del colapso.
-Escucha Malfoy, hablando de eso si te soy sincero no fue muy agradable.
-¿Qué? –exclamó como tonto sintiendo que con eso le daban el tiro de gracia.
-Sí, es decir… tú así… tan sufrido, prácticamente me sentí un violador.
-Pero tu no me violaste Potter, yo te lo pedí ¿recuerdas?
-Sí, lo sé, pero la verdad es que ni siquiera te conozco y contrario a lo que tú piensas no ando buscando cualquier hoyo para meter el pito y he descubierto que cuando se tiene sexo, hacerlo con alguien en quien confías es mucho mejor aunque no haya amor de por medio.
-¿Qué? –exclamó por enésima vez sintiendo que Potter solo decía tonterías y mas tonterías sin sentido.
-Ya lo dije Malfoy, así soy yo –declaro Harry metiendo sus manos en sus bolsillos y alzándose de hombros- me voy, pasa un buen día.
-¡No, espera! –Exclamó deteniéndolo por un hombro- ¡no puedes irte así!
-Pues lo siento Malfoy, además ya está cerca la última prueba y no quiero distracciones.
-¿¡Pero cuales distracciones si solo te tardarías… que, cinco minutos?!
Harry solo sonrió y se dio de nuevo la vuelta.
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-Estoy frito Blaise, estoy frito ¡me dijo que no! –exclamó dando vueltas en su habitación- y por las razones más absurdas… como si a mí me importaran sus crisis existenciales.
-Tal vez si no te hubieras tardado mucho en pedirles disculpas a esos dos, él no hubiera reflexionado en todas esas tonterías.
-Gracias por tu ayuda ¿eh? Me reconfortas mucho –dijo deteniéndose un momento para mirarlo y luego seguir su nervioso andar- ¿y ahora qué hago?... he descubierto que si Potter dice un cosa, la cumple.
-Sí dice que no se acostara con quien no conoce ¿Por qué simplemente no haces que te conozca?
-¿Qué? –Pregunto sin detenerse- no entiendo.
-Sí Draco y aplástate ya que me pones de nervios.
-Uy que genio… -mascullo yéndose a sentar a su cama mientras tomaba un cepillo de su buró y comenzaba a cepillar su cola para quitar el exceso de pelo.
-Bueno ¿pues porqué no haces que te conozca?... es decir, invítalo a una cita.
-¿Una cita, estás loco? Ya parece que me va a decir que sí.
-Bueno, bueno, no a una cita propiamente o al menos que él no sepa que es una cita.
-Mmm… ¿algo así como invitarlo a charlar sin pretender convencerlo de que me haga el favor?
-Exacto.
-¿Pero de que hablaríamos?
-¿Y yo que sé? No querrás que yo también te diga eso ¿no?
-Una cita… -repitió pensativo dándose cuenta de que realmente no sonaba tan descabellado- si, podría arreglar eso, pero espero que me tome en serio porque el muy tarado ni se inmutó cuando descubrió que alguien había tomado algo de él para el hechizo.
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Pero contrario a cualquier cosa, Harry sí que había tomado muy en cuenta lo sucedido en “Las tres escobas” y realmente se había preocupado y también había quedado muy impactado, lo malo del asunto era que no podía comentar eso con sus dos amigos pues ya podía escuchar el golpe de sus mandíbulas al chocar en el suelo al contarles que el rumor era más que cierto y que incluso ya se había jodido a Malfoy no una, sino dos veces, insistirían que fuese con Dumbledore para contarle que había estado en peligro y ellos ni en cuenta y primero muerto a contar lo que había estado haciendo en la torre de astronomía; y con Cédric el asunto ya era otro… había algo que había cambiado, de hecho ya no le contaba sus cosas como solía hacerlo, así que el tema Malfoy se lo había guardado para sí.
-Debo estar muy atento –pensó mientras intentaba concentrarse en una jugada de ajedrez con Ron- Voldemort podría haberme secuestrado y nadie se hubiese dado cuenta.
-Harry atento, es la tercera vez consecutiva que te gano –dijo Ron destrozando su reina- ya sé que soy bueno pero últimamente te he notado algo extraño.
-¿Extraño, cómo?
-Pues no sé, algo callado ¿pasa algo?
-No, nada, estoy bien.
-¿Seguro amigo?
-Claro, solo problemas típicos de nosotros, unos adolescentes calenturientos –exclamó con la intención de hacer reír a Ron y quitarle hierro al asunto, cosa que logró desviando así la atención- pero según Hermione esto es normal, así que tu tranquilo, todo está bien.
Y eso último realmente lo había dicho muy decidido a superar esa etapa nostálgica que ya tenía desde hacía varias semanas.
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