Prompto abrió los ojos de repente, se sentía cansado y adolorido.
El chico comenzó a revisar la habitación en la que se encontraba, hasta que vio una cabellera castaña junto a su brazo. El rubio se incorporó y fue cuando se encontró con un Ignis durmiente a su lado;
-Iggy- dijo en voz baja, intentando incorporarse, cuando el castaño comenzó a despertar
-Prompto, - exclamo mientras se frotaba los ojos y se ponía sus gafas - ¿Cómo te sientes?
-estoy bien Iggy- contesto el otro ya sentado y tomando la mano del de gafas
-debes descansar cariño
-lo sé, pero... - el chico no había terminado de hablar cuando gruesas lagrimas comenzaron a caer por sus ojos. Ignis se levantó y sentándose junto a él, lo tomo en brazos y lo sostuvo con un fuerte abrazo
-tranquilo Prompto, ya estas a salvo
-tenia... tenía mucho miedo... y yo... no quería lastimarlos... - Prompto se aferró fuertemente a la camisa de Ignis mientras lloraba con fuerza -Ustedes... ¡todos deberían odiarme! Les hice mucho daño... yo... ¡casi mato a mi mejor amigo!
-cariño, no fue tu culpa. Estabas bajo el efecto de una fuerte droga que te controlaba
-controlaba mi otro yo... el verdadero yo.
Al oírlo, Ignis se separó de él y le tomo el rostro con las manos;
-tú eres Prompto Argentum... el mejor amigo del príncipe de Lucis, un soldado Glaive que está empezando y supo cómo cumplir su deber, el hijo del Marshall del ejército de Lucis y principalmente... mi futuro esposo-. Ante las últimas palabras, Prompto lo miro fijamente sorprendido
- ¿Qué... que has dicho? – preguntó incrédulo y fue cuando el castaño se quitó uno de sus guantes y le mostro la sortija en su dedo
-estoy diciendo, que mi respuesta es sí, Prompto. Quiero casarme contigo
- ¿Qué?
- ¿me harás repetirlo cariño? – pregunto el castaño con cariño y tomándole el rostro, le dio un suave y corto beso, uno que apenas si rozo los labios del rubio pero que estaba cargado de amor.
Ignis se separó del chico en el momento justo en que se abría la puerta y por ella entrada, la chica que lo había ayudado en el campamento;
-disculpen- dijo la chica al entrar
- ¡Layla! – exclamo el rubio con una enorme sonrisa -Estas bien... me alegra mucho
-muchas gracias su Alteza- contesto la chica haciendo una reverencia
-llámame Prompto por favor
-mejor deberías decirle rubio- dijo una voz que iba entrando. Los tres voltearon a ver y fue cuando Aránea hizo acto de presencia dentro de la habitación
-Aránea
-señorita Highwind- exclamo Ignis con una sonrisa de medio lado
-tanto tiempo chico. - dijo la mujer de cabello plateado mirando a los otros -Rubio, te agradezco que hayas traído a mi amiga. Llevaba mucho sin saber de Layla
-ella me ayudó mucho en el campamento- contesto el rubio cuando la chica le alboroto le cabello con la mano
-espero que se recupere pronto... joven Prompto- dijo la chica de cabello rizado con una enorme sonrisa
-nos veremos más tarde rubio y tú también cuatro ojos
-hasta luego señoritas- termino Ignis cuando las dos mujeres salieron del lugar.
El silencio se hizo por un momento, hasta que el menor lo rompió;
-donde... ¿Dónde están los demás? – pregunto mientras se veía las manos impacientes
-en una reunión con el Rey en este momento. Vendrán más tarde cariño
-están... ¿están hablando de mí? ¿de lo que soy?
-están hablando de sucedido con el Canciller y con el general Tummelt
-me echaran de seguro de Lucis- Ignis lo abrazo de nuevo
-eso no pasara querido. El mismo rey Regis fue a salvarnos y él te trajo aquí
-pero... yo
-ya cállate y acostúmbrate a que no te iras de nuestro lado amigo- se escuchó decir la voz de Noctis mientras entraba y se acercaba a abrazar al otro -Me tenías muy preocupado
-me alegra que ya hayas despertado. Jure que Iggy se volvería loco- comento Gladio recibiendo una mirada de enojo del otro mientras que el príncipe le daba un leve golpe en el brazo al rubio -y también este pequeño monstruo- concluyo el escudo cuando el pequeño Chocobo del ojiazul entro corriendo a la habitación y salto a los brazos de su amo
- ¡Blizz!
-estaba harto de él
-no vuelvas a hacer algo tan imprudente como eso Prompto, yo también puedo defenderme solo- volvió a interrumpir el príncipe dejándole un nuevo golpe a su amigo
-mi deber era protegerte, o al menos eso dice el manual de los Glaives- exclamo el chico con una risita
-primero eres mi amigo antes que mi guerrero- y lo abrazo de nuevo. Gladio se acercó y jalo al peligris;
-vamos y dejemos que ambos descansen Noct- dijo abriendo la puerta
-nos vemos más tarde amigos- exclamo el príncipe saliendo del lugar y cerrando tras de sí.
Ambos chicos guardaron silencio mientras que Ignis se disponía a pelar y cortar unas manzanas.
El rubio lo miró por un momento y quitando la mirada bastante avergonzado, comenzó a hablar;
-mmmm... Ignis
-si cariño- contesto el de gafas aun cortando
- ¿recuerdas lo que me dijiste el día antes del baile?
- ¿mm?
-pues... - el chico comenzó a jugar con sus manos sin mirar al otro y a decir algo inaudible, atrayendo la atención del otro
-cariño no te escucho
-tu dijiste... que estaríamos juntos y no me dejarías dormir
-Prompto, ya estamos juntos-. El menor guardo silencio y lo miró por un momento, luego se escondió bajo las cobijas con rapidez - ¿Prompto? ¿está todo bien?
-si- se oía al otro por debajo de las mantas
- ¿Por qué te escondes entonces?
-porque... - el chico salió de su escondite y viéndose como un gran tomate pecoso solo grito - ¡quiero que lo hagamos hasta el amanecer Ignis! ¡quiero que tengamos sexo! – y se volvió a esconder ante la mirada del otro
- ¿Qué has dicho? – pregunto Ignis obligando a su novio a salir del escondite
-quiero... estar contigo Iggy. – respondió el chico y volvió a ocultarse dejando por fuera de las mantas solo su mechón -Cuando estaba secuestrado... Loqi quiso pasarse conmigo y me hizo recordar que tú y yo aun...
-espera. – lo detuvo el castaño con molestia -El general Tummelt hizo ¿Qué?
-él dijo que papá y tú se pondrían mal si él me follaba y yo le grite que no lo había hecho contigo y pues... se burló de mi
- ¡¿Es hombre hizo que?! – se oyó gritar en la entrada cuando el rubio salió de su escondite para ver la furia en el rostro del Marshall - ¡Iré ahora mismo a Nifelheim a matar a ese bastardo!
-señor Leonis cálmese- soltó Ignis levantándose y agarrando el brazo del hombre quien había invocado su katana
- ¡papá! ¡él no hizo nada! -exclamo Prompto acercándose también. Cor se volteo y respirando hondo abrazo a su hijo
-no me des esos sustos hijo
-lo siento
-los dejare solos, con permiso- dijo Ignis acercándose a la puerta, pero fue detenido por Prompto, quien se acercó y poniéndose de puntitas le dio un beso en la mejilla ante la mirada del Marshall
- ¿nos veremos más tarde?
-claro cariño- contesto el chico ya en la puerta cuando el Marshall le toco el hombro
-luego hablaremos Scientia
-claro que si Marshall. Disculpen- soltó el castaño y salió de inmediato cerrando la puerta tras de sí.
Ignis camino por unos pasillos hasta llegar a su oficina, cuando se topó de frente con Gladio;
- ¿Y? – pregunto el escudo dándole un golpecito en el hombro
-creo que toda ira bien, pero por ahora tengo bastante trabajo acumulado y también. – Ignis sonrió con malicia y miro a su amigo, quien dio un paso hacia atrás -Creo que hare una pequeña visita a Niflheim. El señor Tummelt sabrá que no debió ponerle un dedo encima a mi prometido
-Iggy... das miedo
-lo sé. Tu mejor que nadie sabe que no deberían hacerme enojar
"siento pena por ese pobre idiota" pensó para si Gladio mientras entraba a la oficina con su amigo "Aunque no se con quién le ira peor, si lo encuentra el Marshall o la furia de Iggy. Loqi, de verdad estas en problemas"