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Locura Insensata por KoichiBielefeld18

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Ignis se encontraba distraído mirando la fotografía que Gladio le había enviado, cuando abrió la puerta de su habitación. Al entrar, levanto la vista y se quedo petrificado en la entrada;

-lo-lo siento mucho. - exclamo al ver a Prompto semidesnudo en el centro de la habitación, -No sabia que te encontrabas en casa y menos aquí

-lo siento. - dijo Prompto tomando una camisa blanca de la cama, -Es que debía cambiarme porque mi uniforme estaba muy sucio y recordé que papá había traído ropa y la había dejado aquí-

- ¿Cómo entraste? - preguntó Ignis dubitativo

-el señor guarda me abrió, le dije que había dejado unas cosas y me reconoció de ayer… espero que no te moleste

-no hay problema… aunque… ¿viniste solo?

-nop. El soldado Ulric me trajo, solo que fue a hacer un encargo mientras que yo me cambiaba y me pidió que lo esperara aquí- y rio con nerviosismo mientras notaba como Ignis lo escudriñaba con mucho detenimiento. El castaño se acercó rápidamente y le puso una mano sobre el hombro desnudo, haciendo que el rubio se sonrojara hasta las orejas; - ¿Pa-Pasa algo?

-Prompto

- ¡¿sí?!

- ¿Qué te paso en el hombro? - pregunto Ignis con seriedad - ¿esta es la marca de un disparo? -. Prompto se relajo un poco y sonrió, cuando Ignis se puso frente a él,

-mmmm si, - y rio -me lo hice ahora en el entrenamiento

- ¿Cómo paso?

-pues hoy estaba entrenando con blancos en movimiento y me distraje un momento porque el soldado Ulric se rio muy fuerte y me resbale y el tiro reboto y me dio en el hombro. Gladio se enojo mucho y me envió a la enfermería por una poción, pero me quedo la marca. - el chico miro a Ignis, quien tenía una mirada de furia, -A que está muy cool ¿no? Tengo una marca de guerra

-tienes una marca de imprudencia. - dijo el de lentes con enojo disimulado -Eso pudo haber sido peor, al menos fue en el hombro y no en tu cabeza

-no soy tan tonto- exclamo el chico con un puchero y terminando de vestirse. Ignis le sonrió con cariño y le puso una mano en la mejilla,

-no es que seas tonto Prompto, es que ese tipo de accidentes por segundas personas son muy peligrosos… Gladio también me escuchara por esto.

Prompto miro a Ignis fijamente, aun manteniéndose sonrojado, cuando el timbre del apartamento del consejero sonó. Ignis noto que aun tenia la mano sobre la mejilla de Prompto y rápidamente se alejó y se acercó a la puerta;

-yo iré. Termina de alistarte- dijo al salir de la habitación

-s-si- dijo el otro aun sorprendido.

“Demonios, estuvo cerca” pensó Ignis mientras se acercaba a la puerta, cuando volvía a sonar el timbre

- ¡un momento! - dijo con fuerza cuando abrió la puerta y por ella se asomo Nyx con una sonrisa de medio lado

- ¡oh! Pero si es el joven Scientia… el que estaba muy ocupado para llevar al desertor y al príncipe, que dicha sea de paso es su responsabilidad, al centro- dijo con un tono burlista e irritado

-su nombre es Prompto, no desertor. - exclamo Ignis con enojo -Y te recuerdo, Ulric, que el trabajo de Gladiolus es proteger y cuidar de su Alteza, mientras que el mío es aconsejarlo y velar porque este bien y también te recuerdo, que, gracias a la orden del Marshall, USTED- enfatizo la palabra -es el encargado del joven Argentum

-no entiendo de que te quejas, si eres como su madre. - concluyo Ulric ante la mirada chispeante del otro - ¿ya está listo el niño?

-sí y también debo hablarle de eso. - Ignis se subió las gafas con dos de sus dedos y le dirigió una fuerte mirada al moreno, el cual se hizo un poco hacia atrás -Debo decirle que me parece muy molesto su imprudencia de esta tarde y por la cual Prompto salió herido

-si mal no recuerdo fue por su propia estupidez que salió herido

-no es lo que yo escuche

-pues seguramente oíste lo que querías oír… Scientia

-no lo creo… Ulric.

Ambos se dirigían miradas de odio, cuando Prompto llego corriendo con su mochila en la mano;

- ¡estoy listo! - grito al llegar frente a ambos hombres, mientras estos se separaban

-ya era hora desertor. - exclamo Ulric -Vámonos, que no quiero oír las quejas de Amicitia por llegar tarde

-nos vemos luego Ignis- dijo el rubio sonriéndole al otro

-hasta mañana Prompto- dijo de igual forma el de lentes sintiendo un leve rubor en sus mejillas.

Cuando la puerta se cerró, Ignis volvió a su habitación, busco los documentos por los que había llegado a su casa y se encamino de nuevo hacia palacio.

La tarde noche paso muy rápido.

Ignis se encontraba a media reunión, cuando sonó un fuerte pip, el cual hizo que el consejero se sobresaltara un poco, ante la mirada extrañada de Claurus, el padre de Gladio. El chico saco su celular y escondiéndolo detrás de unos documentos, se dispuso a leer;

 

Gladiolus (18:50): esto es un maldito desastre Iggy

 

Gladiolus (18:52): Ulric no deja de coquetear con cuanta chica se acerca… ¡es irritante!

 

Ignis (18:56): lo siento Gladio, pero en este momento no puedo atender tus quejas. Estoy en medio de una reunión y tu padre me observa

 

El chico volvió a guardar su teléfono con un suave movimiento y continúo poniendo atención, cuando algo que dijo el gran escudo del rey llamo su atención de inmediato;

-… eso es a lo que se refería el Marshall el día de ayer… - decía Claurus con voz fuerte -Llego una nueva carta. Si a ustedes no les interesa la seguridad de su Alteza el príncipe y del joven hijo del Marshal, no deberían estar en este Consejo

-eso no es lo que quise decir, señor Amicitia. - exclamo un hombre que estaba un poco cerca de Ignis -Lo que quise decir fue, que ¿porque debemos preocuparnos por proteger solamente a ese par de jóvenes y no por poner mas vigilancia en toda la Ciudadela?

-porque quienes se ven amenazados por eso son ellos dos

-de igual forma, es una amenaza hacia todos nosotros… ¡hacia toda Insomnia!

-disculpen… - interrumpió Ignis ante la mirada de los más viejos -podrían por favor decirme, ¿Qué dicen ambas cartas? Me temo que no he sido informado

-eso es información sumamente clasificada- dijo otro hombre que estaba sentado un poco más lejos

-creo que es justo que el joven Scientia sepa lo que dicen, ya que él seria uno de los mas afectados si algo llegara a ocurrir- dijo Claurus con severidad

-yo opino que no.- dijo otro hombre que estaba sentado frente a Ignis -Podría ir de inmediato y decirles a ambos jóvenes

-eso iría en contra de mi profesionalismo, señor Arlt. - contesto Ignis con elegancia -Pero como consejero del príncipe, creo que lo más prudente seria que al menos su escudo y yo, estemos informados, para así poder estar más alerta.

Los murmullos comenzaron a escucharse por toda la sala. Unos le daban la razón a Ignis mientras que otros se negaban a compartir la información, lo cual estaba comenzando a irritar al de gafas y no solo a él;

- ¡basta! - se escuchó decir a una voz que entraba a la sala. Todos voltearon a ver hacia donde había venido la voz y vieron que Cor y el rey Regis venían entrando.

Todos los presentes se inclinaron y esperaron a que el rey tomara su asiento y comenzara a hablar;

- ¿Por qué tanto alboroto? - dijo con calma

-su Majestad, - comenzó a decir Claurus -estamos debatiendo en si es el momento que el joven Scientia, consejero de su hijo, sepa o no lo que dicen ambas cartas enviadas al Marshal

-nos parece una falta de respeto decirle eso a un chico sin consentimiento del Marshal- dijo el primer hombre que había mantenido la discusión contra el escudo

-creo que eso es una decisión que debe ser tomada por el señor Leonis y no por ustedes. Además, - exclamó el rey y miro a algunos ancianos de su Consejo -estoy enterado de que no todos conocen lo que las dichosas cartas dicen, ¿o me equivoco?

-esta en lo cierto su Majestad. - dijo Cor y se acercó a Ignis -Vamos- le indico y ambos salieron por la puerta, dirigiéndose hacia el despacho del primero.

Cuando hubieron llegado, Cor le indico al castaño que se sentará y se acercó a su escritorio, Ignis obedeció y sin decir más, Cor le paso un sobre que el otro tomo con sumo cuidado;

-esa es la primera carta- dijo Cor. Ignis abrió el sobre y comenzó a leer:

 

Estimado señor Leonis:

 

Por medio de esta breve carta me gustaría recordarle que pronto llegara el día de mi venganza.

Le recuerdo que hace 20 años, usted me quito algo que me pertenece, algo que comenzó a criar como su hijo, pero que en lo mas profundo de su ser sabe que no es así y que es solo una herramienta que, sabiéndose usar, será el fin de su preciado Lucis.

También debería cuidar bien del joven príncipe. Una presa fácil de atrapar y de utilizar para mi propio fin…

Cuide de sus espaldas señor Marshall, que estamos bastante cerca de arrebatarle eso a lo que le tiene tanto cariño.

No puedo creer cuanto creció ese pequeño monstruo.

Sin más que decir

 

Su más preciado enemigo”

 

Ignis miro al hombre sentado frente a él, quien mantenía una mirada fría, pero con un dejo muy triste a la vez. El joven intento decir algo, pero las palabras no salían, ya que aun intentaba procesar lo que acaba de leer.

Cor no espero más y le paso una segunda carta que Ignis abrió y leyó;

 

“Estimado señor Leonis:

 

Nuevamente me dirijo hacia usted para expresarle mi molestia, al ver como le ha subido el nivel de vigilancia al joven príncipe y al desdichado muchacho.

Aunque me alegra ver que tomo mi amenaza enserio, eso me llena de felicidad.

Solo me gustaría decirle que debo retrasar un poco el rapto del pequeño rubiecillo, ya que tengo asuntos más importantes que atender al otro lado de Lucis, en la bella Tenebrae.

Nos veremos pronto… papá Cor.

Sin más que decir

 

Quien te alejara de tu mayor tesoro”

 

Ignis guardo la carta y le paso ambas a Cor, quien ahora veía hacia la ventaba;

- ¿ya comprendes el porqué de todo lo que ha pasado estos días? - comenzó a decir el hombre sin mirar al más joven - ¿Porque todos están en alerta? ¿Por qué estoy sobreprotegiendo a mi hijo?

-lo entiendo muy bien señor Leonis- comenzó a decir Ignis con un aura muy sombría

-te pido que no le menciones esto a nadie, ni siquiera a Gladio. Solo adviértelo

-será lo que usted ordene

-y más aún… que tú has leído las cartas originales

- ¿las originales? - pregunto Ignis y fue cuando Cor volteo a verlo

-si. - dijo cuando lo miro por fin -Al Consejo le hemos dado cartas señuelo. Estas solo las hemos leído Claurus, su Majestad, yo y ahora… tu

-agradezco la confianza

-lo hago porque sé que quieres mucho a mi hijo, eres un gran amigo Scientia

“tristemente solo un amigo” pensó para si el castaño. Cor se levantó en ese momento e Ignis hizo lo mismo

-ya es algo tarde. Disculpa que te atrasara tanto- dijo el hombre recogiendo unos papeles de una mesa cercana

-no hay problema Marshall, sabe que para lo que necesite, puede contar con mi disposición

-lo sé y te tomare la palabra. - Ignis lo miro con duda -También te traje aquí porque necesito pedirte algo Ignis… ¿crees que Prompto se pueda quedar contigo por un tiempo?

- ¿Qué? - dijo Ignis y lo miro estupefacto.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ignis se encontraba distraído mirando la fotografía que Gladio le había enviado, cuando abrió la puerta de su habitación. Al entrar, levanto la vista y se quedo petrificado en la entrada;

-lo-lo siento mucho. - exclamo al ver a Prompto semidesnudo en el centro de la habitación, -No sabia que te encontrabas en casa y menos aquí

-lo siento. - dijo Prompto tomando una camisa blanca de la cama, -Es que debía cambiarme porque mi uniforme estaba muy sucio y recordé que papá había traído ropa y la había dejado aquí-

- ¿Cómo entraste? - preguntó Ignis dubitativo

-el señor guarda me abrió, le dije que había dejado unas cosas y me reconoció de ayer... espero que no te moleste

-no hay problema... aunque... ¿viniste solo?

-nop. El soldado Ulric me trajo, solo que fue a hacer un encargo mientras que yo me cambiaba y me pidió que lo esperara aquí- y rio con nerviosismo mientras notaba como Ignis lo escudriñaba con mucho detenimiento. El castaño se acercó rápidamente y le puso una mano sobre el hombro desnudo, haciendo que el rubio se sonrojara hasta las orejas; - ¿Pa-Pasa algo?

-Prompto

- ¡¿sí?!

- ¿Qué te paso en el hombro? - pregunto Ignis con seriedad - ¿esta es la marca de un disparo? -. Prompto se relajo un poco y sonrió, cuando Ignis se puso frente a él,

-mmmm si, - y rio -me lo hice ahora en el entrenamiento

- ¿Cómo paso?

-pues hoy estaba entrenando con blancos en movimiento y me distraje un momento porque el soldado Ulric se rio muy fuerte y me resbale y el tiro reboto y me dio en el hombro. Gladio se enojo mucho y me envió a la enfermería por una poción, pero me quedo la marca. - el chico miro a Ignis, quien tenía una mirada de furia, -A que está muy cool ¿no? Tengo una marca de guerra

-tienes una marca de imprudencia. - dijo el de lentes con enojo disimulado -Eso pudo haber sido peor, al menos fue en el hombro y no en tu cabeza

-no soy tan tonto- exclamo el chico con un puchero y terminando de vestirse. Ignis le sonrió con cariño y le puso una mano en la mejilla,

-no es que seas tonto Prompto, es que ese tipo de accidentes por segundas personas son muy peligrosos... Gladio también me escuchara por esto.

Prompto miro a Ignis fijamente, aun manteniéndose sonrojado, cuando el timbre del apartamento del consejero sonó. Ignis noto que aun tenia la mano sobre la mejilla de Prompto y rápidamente se alejó y se acercó a la puerta;

-yo iré. Termina de alistarte- dijo al salir de la habitación

-s-si- dijo el otro aun sorprendido.

"Demonios, estuvo cerca" pensó Ignis mientras se acercaba a la puerta, cuando volvía a sonar el timbre

- ¡un momento! - dijo con fuerza cuando abrió la puerta y por ella se asomo Nyx con una sonrisa de medio lado

- ¡oh! Pero si es el joven Scientia... el que estaba muy ocupado para llevar al desertor y al príncipe, que dicha sea de paso es su responsabilidad, al centro- dijo con un tono burlista e irritado

-su nombre es Prompto, no desertor. - exclamo Ignis con enojo -Y te recuerdo, Ulric, que el trabajo de Gladiolus es proteger y cuidar de su Alteza, mientras que el mío es aconsejarlo y velar porque este bien y también te recuerdo, que, gracias a la orden del Marshall, USTED- enfatizo la palabra -es el encargado del joven Argentum

-no entiendo de que te quejas, si eres como su madre. - concluyo Ulric ante la mirada chispeante del otro - ¿ya está listo el niño?

-sí y también debo hablarle de eso. - Ignis se subió las gafas con dos de sus dedos y le dirigió una fuerte mirada al moreno, el cual se hizo un poco hacia atrás -Debo decirle que me parece muy molesto su imprudencia de esta tarde y por la cual Prompto salió herido

-si mal no recuerdo fue por su propia estupidez que salió herido

-no es lo que yo escuche

-pues seguramente oíste lo que querías oír... Scientia

-no lo creo... Ulric.

Ambos se dirigían miradas de odio, cuando Prompto llego corriendo con su mochila en la mano;

- ¡estoy listo! - grito al llegar frente a ambos hombres, mientras estos se separaban

-ya era hora desertor. - exclamo Ulric -Vámonos, que no quiero oír las quejas de Amicitia por llegar tarde

-nos vemos luego Ignis- dijo el rubio sonriéndole al otro

-hasta mañana Prompto- dijo de igual forma el de lentes sintiendo un leve rubor en sus mejillas.

Cuando la puerta se cerró, Ignis volvió a su habitación, busco los documentos por los que había llegado a su casa y se encamino de nuevo hacia palacio.

La tarde noche paso muy rápido.

Ignis se encontraba a media reunión, cuando sonó un fuerte pip, el cual hizo que el consejero se sobresaltara un poco, ante la mirada extrañada de Claurus, el padre de Gladio. El chico saco su celular y escondiéndolo detrás de unos documentos, se dispuso a leer;

Gladiolus (18:50): esto es un maldito desastre Iggy

Gladiolus (18:52): Ulric no deja de coquetear con cuanta chica se acerca... ¡es irritante!

Ignis (18:56): lo siento Gladio, pero en este momento no puedo atender tus quejas. Estoy en medio de una reunión y tu padre me observa

El chico volvió a guardar su teléfono con un suave movimiento y continúo poniendo atención, cuando algo que dijo el gran escudo del rey llamo su atención de inmediato;

-... eso es a lo que se refería el Marshall el día de ayer... - decía Claurus con voz fuerte -Llego una nueva carta. Si a ustedes no les interesa la seguridad de su Alteza el príncipe y del joven hijo del Marshal, no deberían estar en este Consejo

-eso no es lo que quise decir, señor Amicitia. - exclamo un hombre que estaba un poco cerca de Ignis -Lo que quise decir fue, que ¿porque debemos preocuparnos por proteger solamente a ese par de jóvenes y no por poner mas vigilancia en toda la Ciudadela?

-porque quienes se ven amenazados por eso son ellos dos

-de igual forma, es una amenaza hacia todos nosotros... ¡hacia toda Insomnia!

-disculpen... - interrumpió Ignis ante la mirada de los más viejos -podrían por favor decirme, ¿Qué dicen ambas cartas? Me temo que no he sido informado

-eso es información sumamente clasificada- dijo otro hombre que estaba sentado un poco más lejos

-creo que es justo que el joven Scientia sepa lo que dicen, ya que él seria uno de los mas afectados si algo llegara a ocurrir- dijo Claurus con severidad

-yo opino que no.- dijo otro hombre que estaba sentado frente a Ignis -Podría ir de inmediato y decirles a ambos jóvenes

-eso iría en contra de mi profesionalismo, señor Arlt. - contesto Ignis con elegancia -Pero como consejero del príncipe, creo que lo más prudente seria que al menos su escudo y yo, estemos informados, para así poder estar más alerta.

Los murmullos comenzaron a escucharse por toda la sala. Unos le daban la razón a Ignis mientras que otros se negaban a compartir la información, lo cual estaba comenzando a irritar al de gafas y no solo a él;

- ¡basta! - se escuchó decir a una voz que entraba a la sala. Todos voltearon a ver hacia donde había venido la voz y vieron que Cor y el rey Regis venían entrando.

Todos los presentes se inclinaron y esperaron a que el rey tomara su asiento y comenzara a hablar;

- ¿Por qué tanto alboroto? - dijo con calma

-su Majestad, - comenzó a decir Claurus -estamos debatiendo en si es el momento que el joven Scientia, consejero de su hijo, sepa o no lo que dicen ambas cartas enviadas al Marshal

-nos parece una falta de respeto decirle eso a un chico sin consentimiento del Marshal- dijo el primer hombre que había mantenido la discusión contra el escudo

-creo que eso es una decisión que debe ser tomada por el señor Leonis y no por ustedes. Además, - exclamó el rey y miro a algunos ancianos de su Consejo -estoy enterado de que no todos conocen lo que las dichosas cartas dicen, ¿o me equivoco?

-esta en lo cierto su Majestad. - dijo Cor y se acercó a Ignis -Vamos- le indico y ambos salieron por la puerta, dirigiéndose hacia el despacho del primero.

Cuando hubieron llegado, Cor le indico al castaño que se sentará y se acercó a su escritorio, Ignis obedeció y sin decir más, Cor le paso un sobre que el otro tomo con sumo cuidado;

-esa es la primera carta- dijo Cor. Ignis abrió el sobre y comenzó a leer:

"Estimado señor Leonis:

Por medio de esta breve carta me gustaría recordarle que pronto llegara el día de mi venganza.

Le recuerdo que hace 20 años, usted me quito algo que me pertenece, algo que comenzó a criar como su hijo, pero que en lo mas profundo de su ser sabe que no es así y que es solo una herramienta que, sabiéndose usar, será el fin de su preciado Lucis.

También debería cuidar bien del joven príncipe. Una presa fácil de atrapar y de utilizar para mi propio fin...

Cuide de sus espaldas señor Marshall, que estamos bastante cerca de arrebatarle eso a lo que le tiene tanto cariño.

No puedo creer cuanto creció ese pequeño monstruo.

Sin más que decir

Su más preciado enemigo"

Ignis miro al hombre sentado frente a él, quien mantenía una mirada fría, pero con un dejo muy triste a la vez. El joven intento decir algo, pero las palabras no salían, ya que aun intentaba procesar lo que acaba de leer.

Cor no espero mas y le paso una segunda carta que Ignis abrió y leyó;

"Estimado señor Leonis:

Nuevamente me dirijo hacia usted para expresarle mi molestia, al ver como le ha subido el nivel de vigilancia al joven príncipe y al desdichado muchacho.

Aunque me alegra ver que tomo mi amenaza enserio, eso me llena de felicidad.

Solo me gustaría decirle que debo retrasar un poco el rapto del pequeño rubiecillo, ya que tengo asuntos más importantes que atender al otro lado de Lucis, en la bella Tenebrae.

Nos veremos pronto... papá Cor.

Sin más que decir

Quien te alejara de tu mayor tesoro"

Ignis guardo la carta y le paso ambas a Cor, quien ahora veía hacia la ventaba;

- ¿ya comprendes el porqué de todo lo que ha pasado estos días? - comenzó a decir el hombre sin mirar al más joven - ¿Porque todos están en alerta? ¿Por qué estoy sobreprotegiendo a mi hijo?

-lo entiendo muy bien señor Leonis- comenzó a decir Ignis con un aura muy sombría

-te pido que no le menciones esto a nadie, ni siquiera a Gladio. Solo adviértelo

-será lo que usted ordene

-y más aún... que tú has leído las cartas originales

- ¿las originales? - pregunto Ignis y fue cuando Cor volteo a verlo

-si. - dijo cuando lo miro por fin -Al Consejo le hemos dado cartas señuelo. Estas solo las hemos leído Claurus, su Majestad, yo y ahora... tu

-agradezco la confianza

-lo hago porque sé que quieres mucho a mi hijo, eres un gran amigo Scientia

"tristemente solo un amigo" pensó para si el castaño. Cor se levantó en ese momento e Ignis hizo lo mismo

-ya es algo tarde. Disculpa que te atrasara tanto- dijo el hombre recogiendo unos papeles de una mesa cercana

-no hay problema Marshall, sabe que para lo que necesite, puede contar con mi disposición

-lo sé y te tomare la palabra. - Ignis lo miro con duda -También te traje aquí porque necesito pedirte algo Ignis... ¿crees que Prompto se pueda quedar contigo por un tiempo?

- ¿Qué? - dijo Ignis y lo miro estupefacto.

 

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