Como habían acordado, Ignis y Gladio llegaron al apartamento del primero.
Ambos entraron, se quitaron sus zapatos y sin más, se dispusieron a llegar hasta la sala del lugar.
Ignis camino hasta la cocina y se puso a hacer el café mientras que el otro se ponía cómodo en la sala;
- ¿y bien? – comenzó a decir mientras servía el café en dos tazas - ¿de qué quieres o de que te gustaría hablar?
-de todo un poco Iggy. - contesto el otro estirándose en el sillón en lo que Ignis se acercaba con las tazas de café a la sala -Ven aquí- exclamo el escudo cuando el consejero llego frente a él y le señalo sus rodillas. Ignis lo miro dubitativo y Gladio lo jalo del brazo y lo sentó sobre su regazo, mientras que el castaño intentaba no botar la tazas;
-Gladio, esto es peligroso- exclamo el castaño sorbiendo un poco de su café mientras que el otro le sonreía
-lo sé, pero vale la pena- respondió el otro tomando el rostro del castaño con sus manos y acercándolo hacia el suyo, comenzando así un suave y tierno beso.
Luego, sin más, le quitó la taza de café de las manos a Ignis y la dejo sobre la mesita frente a ellos mientras que este tomaba con sus manos el rostro de Gladio.
Ignis se separó un momento y respirando hondo, miró al escudo sin soltarle el rostro;
-esto no está bien Gladdy, solo nos lastimaremos- dijo con tristeza
-correré el riesgo, mi bello rey del café- fue la respuesta del otro, cuando lo recostó sobre el sillón y comenzó a besarlo de nuevo.
Los besos se intensificaron y las caricias no se hicieron esperar, hasta que Gladio abrió la camisa del consejero y comenzó a besar su pecho,
-Iggy, - dijo sin dejar de tocarlo -quiero hacerte mío en este momento, hagámoslo hasta el final- el consejero se paralizó ante estas palabras
-no es el momento ni el lugar Gladdy
-vamos a tu habitación- dijo el otro mordisqueándole el cuello
-no... No tengo nada listo- respondió el otro dejando salir un gemido
-yo tengo lo necesario- contestó Gladio dejando ver un par de condones que había sacado de su bolsillo trasero. Cuando Ignis se disponía a contestar, el timbre del apartamento sonó. Ambos se miraron un momento, hasta que Gladio metió su mano en el pantalón ya húmedo de otro,
-Gladio... Basta- dijo Ignis cuando el timbre volvió a sonar
-deja que suene, debe ser un vendedor
-no entran... Vendedores a Este... ¡Ah! Edificio- volvió a sonar el timbre, hasta que un suave crac se hizo escuchar, seguido de unos pasos. Ambos hombres se miraron de nuevo, hasta que una conocida voz se hizo escuchar;
- ¿Interrumpo algo? - pregunto Noctis dejándose recostar en el marco de la puerta de la sala. Ignis empujo al otro hacia un lado y se levantó con cuidado acomodándose su ropa;
-cuantas veces te he dicho que dejes de entrar a casas ajenas, ¿eh Noct? - dijo con enojo cuando el príncipe se puso rugido
-toqué el timbre y te llamé miles de veces, me preocupé mucho por ti Iggy- contestó el otro con burla en las últimas palabras
-de igual forma, ve en este momento a reparar el llavín de mi puerta
-Gladio ya oíste
-yo no moveré un dedo por ti princesita- contestó Gladio con enojo. El chico resopló y se fue hacia la puerta mientras que Gladio miro a Ignis, -Pensé que ya había perdido esa maña de meterse en los apartamentos de otros
- ¿tú lo sabías? - preguntó el otro asombrado
-claro que sí, lo descubrí un par de veces mientras se escondía de ti- Ignis lo miró con severidad y se marchó.
Después de un rato, los tres estaban sentados en la mesa del comedor con unos papeles frente a ellos;
- ¿Y esto qué es? - preguntó Gladio mirando los papeles que parecían tener fotos e información de personas
-personas desaparecidas, - contestó el príncipe -Dave me lo envió hoy. Nos piden ayuda para encontrarlos
-si la Liga Meldacio nos está pidiendo ayuda... No es buena señal
-y más aún... La peculiaridad que los une a todos es…
-que son omegas- termino Ignis mirando la última hoja y repasando de nuevo todo -Las personas desaparecidas van desde jóvenes adultos hasta niños... ¿Será tráfico de omegas?
- ¿tráfico de omegas? - pregunto Noctis acomodándose en su asiento. Ignis se subió las gafas con dos dedos y comenzó a hablar,
-hay organizaciones que se dedican a traficar y vender omegas, ya sea como esclavos, para venta de órganos o hasta placeres sexuales... Más cuando estos entran en celo. - Gladio y Noctis lo miraron preocupados -Envíale un mensaje a Dave, saldremos mañana a primera hora y trazaremos un plan en el camino. Informa de esto a Prompto
-de acuerdo- contestó el príncipe poniéndose en pie
-ahora vete- dijo Gladio guiándola hacia la puerta, seguido por el de gafas
-tú también- dijo Ignis al llegar hasta la puerta
-pero... Iggy- termino con berrinche
-debemos levantarnos al alba. Así que márchense a descansar los dos
-bien- dijeron ambos y comenzaron su descenso hasta el estacionamiento mientras que el otro planeaba lo que harían al día siguiente.