Ese día en la mañana, Nyx despertó de golpe al escuchar un fuerte ruido cerca de él.
El hombre rapado, salto del sillón y rodando por el piso invoco sus dagas cayendo elegantemente en la entrada de la cocina viendo a Ignis con su delantal puesto y levantando algo del piso;
-pido disculpas si lo desperté señor Ulric, solo se ha caído esto- dijo el de gafas recogiendo unos sartenes del suelo, mientras que el hombre se sentó en el piso y guardo sus armas
-pude haberte asesino Scientia, casi me matas del susto- exclamo Nyx levantándose
-lo siento, solo preparaba el desayuno
-iré a bañarme entonces para irnos al terminar
-entendido.
Los hombres terminaron de comer y de una salieron de inmediato a Palacio.
Al llegar, ambos se separaron. Nyx se despidió del consejero y se fue por el lado contrario, mientras que Ignis se encamino hacia su oficina como normalmente lo hacía.
Alrededor de medio día, el castaño se encontraba caminando por, los pasillos de Palacio con una pila de papeles, dirigiéndose hacia su despacho después de estar un par de horas en la Sala del Consejo;
“esos ancianos me van a volver loco.” pensó para si mientras que caminaba “Pero lo que aún me preocupa es el ardor que siento en mí brazo. Además de esa marca, es como si me hubieran inyectado algo, pero ¿Qué?… todo esto es muy sospechoso, pero no le daré mucha importancia. Al menos no por ahora”
El consejero continúo caminando tranquilamente por el pasillo hasta que comenzó a sentirse bastante extraño, su respiración comenzó a agitarse de manera acelerada y empezó a sudar;
- ¿Qué… que me está pasando? - se dijo en voz alta mientras comenzaba a caminar más rápido, al pasar el campo de entrenamiento, donde un grupo de jóvenes volvió la mirada hacia el cuándo lo miraron pasar, -Mi cuerpo… ah… ¿por qué me siento agitado?
-hola lindo omega- dijo un chico que se encontraba caminando detrás de Ignis, el cual tenía a dos más tras él
-despides un olor muy delicioso- dijo el otro que era más bajo
- ¿Qué hace un omega tan delicado y lindo como tú por medio de un pasillo cuando está iniciando su celo? - dijo el tercero adelantándose para mirar la cara de Ignis
-y solo- dijo el bajito
- ¿dis-disculpen? - pregunto Ignis mientras caminaba a paso más rápido, a pesar de que su cuerpo no se lo permitía del todo -No entiendo de que hablan
- ¿no lo sabes? pobrecito- dijo el primero de los tres, que era el más alto. Era un hombre moreno, de pelo negro como la noche, el cual llevaba rapado hacia los lados, muy similar a Gladio, y de contextura bastante gruesa
- ¿Por qué tanta prisa? - dijo el bajito, que igualmente era musculoso, pero tenía el pelo largo amarrado en una coleta
- ¿acaso no sabes que los omegas solo sirven para ser embarazados? Paseándose por ahí, desprendiendo feromonas y haciendo que los Alpha los violen. Sabes que solo están para ser violados ¿no? - pregunto el tercero, que, igual que los otros era musculoso, solo que era de cabello rubio y un poco más alto que el segundo
- ¿Qué… acaso no saben quién soy yo? - pregunto Ignis con irritación, intentando de alguna manera contener un gemido que se anunciaba por su garante
-claro que lo sabemos… señor omega- contesto el tercero que era el más bajo y tenía el pelo oscuro y bastante corto -Eres una lindura que está rogando porque alguien lo toque
- ¡están locos! - soltó Ignis con enojo e intento abrir la puerta de su despacho. El primero se acercó a él y le tomó el rostro con una mano
-eres tan lindo… porque no entramos a este lugar y nos divertimos un poco… ya estas soltando un delicioso olor aún mejor que el primero- exclamo con una sonrisa bastante amplia y con las pupilas dilatadas.
El consejero los miro asustado, pero sus piernas ya no le respondían tan fácilmente;
“los quiero dentro” escuchaba en su cabeza mientras intenta abrir la puerta con una mano, mientras que con la otra sostenía los papeles con fuerza
-nos seguirás ignorando ¿lindo omega? - dijo de nuevo el bajito, abrazándolo por detrás y rozando uno de los pezones del castaño, quien soltó un leve gemido al sentirlo
-mira eso Ren, ya está comenzado a sucumbir
-abre esa puerta rápido, para que nadie más se acerque- contesto el hombre de cabello rapado
-enseguida- contesto el rubio.
El hombre bajo abrió la puerta mientras los otros dos metían a Ignis dentro.
Al hacerlo, tiraron al consejero al suelo de golpe y se reunieron a su alrededor, mientras que el otro se arrastraba intentando alejarse, pero era inútil, ya su cuerpo no respondía;
-esto es todo un espectáculo- comento Ren mirando a los otros dos, - ¿no crees Joshua?
-ya no aguanto más Ren. - exclamo el rubio y se acercó a Ignis para abrirle la camisa de un tirón -Kai, ayúdame a sostenerlo
-si- dijo el bajito y tomando los brazos del castaño, le quito el saco y lo lanzo lejos
-no… no hagan esto… - decía Ignis casi susurrando, su cuerpo le estaba traicionando y a cada roce de esos hombres este reaccionaba con un gemido -no me toquen
-deberías guardar silencio, - comento Ren agachándose junto al otro y tomándole el rostro con las manos -tu cara lasciva dice que quieres que te toquen y que necesitas a un Alpha dentro de ti
“¿lo necesito?” pensó el chico escupiéndole la cara al pelinegro quien al instante le dio un golpe en la cara
-eres una hermosa perra que será violada en un instante
-yo… soy… ¡ah! Beta
- ¿beta? - soltó Joshua mientras los otros reían
-y lo dice con una cara de lujuria- se reía Kai
-mi nombre es… -comenzó a decir Ignis, pero no pudo terminar porque sostuvo un fuerte gemido que quería salir por su garganta cuando Kai le toco la entre pierna
-solo cállate y disfruta, lindo omega- concluyo Kai.
Por otra parte, los Chocobros ya habían llegado a Palacio y corrían a gran velocidad por los pasillos hacia el despacho de su amigo ya que en la mañana Crowe les había informado que él se encontraba ahí mientras que Dino hablaba con los soldados en un interrogatorio;
-debemos ir más rápido, - comentaba Noctis mientras corría rápidamente -tengo un mal presentimiento
-sigamos entonces- le dijo Prompto cuando Gladio se detuvo de repente - ¿qué te pasa grandulón?
-que es… ese dulce olor- dijo el escudo comenzando a correr de nuevo y alejándose de los otros
-huele a celo de omega, son feromonas
- ¿de donde viene? - pregunto Noctis
-parece que de… ¿la oficina de Iggy? - dijo el rubio cuando escucharon un ruido cerca.
Al estar más cerca de la oficina, escucharon a su amigo;
- ¿es Iggy? - pregunto Noctis sin entender lo que se oía
- ¡eso parece! - contesto Gladio acercándose a la puerta, ya que estaba más adelante. Cuando se disponía a tocar, escucho un fuerte golpe;
- ¡no me toquen! - escucho gritar a Ignis y al instante abrió la puerta de golpe, dejando salir un fuerte y dulce olor que hizo que se paralizara en la puerta y viera lo que había dentro de ella.