El amanecer estaba llegando, e Ignis no había podido pegar el ojo en toda la noche meditando todo lo que había pasado, lo que se habló, lo que pasaría a partir de ahora y aún más, que su celo se acercaba.
El chico estaba sobre la cama recostado de medio lado y cobijado con su saco, cuando la pequeña puerta se abrió. Ignis fingió dormir, pensando que era Ardyn, hasta que escuchó una voz femenina;
-despierta bello durmiente, aquí tienes tu desayuno- exclamo una mujer de largo cabello café, que lo llevaba recogido en una trenza. Ignis se incorporó y la miró con una bella sonrisa,
-muchas gracias- dijo cuando la chica dejo la bandeja sobre el escritorio
-el señor canciller me pidió que te preparará algo especial y también me dio esto. - y la mujer colocó sobre la silla del escritorio unas ropas, -Es como nuestro uniforme, dijo que te cambiarás y que vendrá por ti después del desayuno
-gracias- contestó de nuevo Ignis cuando la chica salió por la puerta, aun manteniendo su sonrisa.
El consejero se acercó a la comida y la olfateo por encima;
"Debería comer un poco." Pensó, luego tomo la ropa y la miro con desagrado "No usaré eso"
Ignis se sentó en el escritorio y comió un poco de pan y huevos revueltos que había en la bandeja, bebió un poco del horrible café que le habían llevado y dejó el resto ahí.
Pasaron las horas y Ardyn no había aparecido por él, por lo cual decidido recostarse otra vez e intentar descansar.
Ignis se encontraba dormido, cuando sintió una mano que acariciaba su mejilla el castaño abrió los ojos y visualizo al hombre sentado a su lado, quien le dirigía una enorme sonrisa,
-Gladio... - dijo en un ronroneo y comenzó a buscar sus gafas. El otro le detuvo la mano y comenzó a acariciarle la cabeza -Tuve un horrible sueño
- ¿qué soñaste Iggy? - pregunto el otro depositándole un beso en la mejilla y continuando con lo que estaba haciendo antes
-soñé que Ardyn los había lastimado y debí irme con él... él solo quiere mi cuerpo o al menos eso me dijo… me transformo en omega por diversión y para…
- ¿tú crees? A lo mejor también te quiere por lo que eres
-no... -. El estratega volvió a recostarse, aun sintiendo las tibias manos del otro -Me alegro tanto que estés aquí... Mi celo se acerca y te necesito conmigo
- ¿a mí?
-sabes que si Gladio-. Este se agachó hasta quedar junto al oído del otro y le depósito un beso en el cuello, el cual hizo estremecer al castaño
-engañándome incluso en sueños... - susurró ante la confusión del otro -y peor aún, con ese gigante bueno para nada... Deberé castigarte... Mi lindo pajarito.
Al oírlo, Ignis empujó al otro con fuerza y se impulsó hacia la pared, tomando sus lentes en el proceso.
El joven se los coloco y vio la horrible sonrisa de Ardyn,
-eres todo un promiscuo... No sabía que tenías esos gustos... Así que tu pareja es el escudo de tu príncipe... Tu compañero... que adorable
-Ardyn- exclamó Ignis en voz baja, cuando el hombre se puso de pie y se acercó al escritorio,
-veo que casi no tocaste tu desayuno y el almuerzo ni siquiera lo has vuelto a ver... ¿Dormías en vez de esperarme?
-me quedé dormido y... No he tenido hambre
-y ¿que paso con esto? - y señaló las ropas que aún estaban dobladas sobre la silla -Especifique que cuando viniera por ti debías estar vestido con esto y no con esos harapos- y señaló al castaño. Ignis se arremango las mangas de su camisa y se sentó con su siempre notable elegancia en el borde de la cama,
-no pretendo usar esas prendas, señor Izunia. - comenzó a decir y cruzó una pierna -Solo proporcióneme lo que le he pedido y arreglaré yo mismo mis ropas frente a usted
-llevaras esto quieras o no... Hasta que seas educado correctamente por mí, serás cm cualquier esclavo Omega de este lugar
-me niego-. Ignis se cruzó de brazos y de nuevo le lanzó una mirada desafiante al otro, el cual rio
- ¿te atreves a desafiarme querido? - pregunto, acercándose al menor y agachándose hasta quedar a su altura -Porque si es así... Deberé enseñarte una lección de inmediato.
Ardyn se lanzó sobre Ignis y con una mano apretó su cuello y con la otra le jaloneo la camisa, haciendo que todos los botones salieran volando por la habitación. Ardyn lo soltó y el otro se incorporó mientras tocia;
-ahora ya no sirve... Tendrás que cambiarte como todos los demás-. El estratega se puso de pie con dificultad y se acercó al escritorio, -Vamos.... Cámbiate
-le pido... Señor canciller, -dijo con dificultad -que salga para poder cambiarme
- ¿por qué? ¿Ya te he visto desnudo no?
-contra mi voluntad... Y ya que vine por mi propia voluntad, le pido me cumpla esa petición y me permita quedarme mi saco y guantes, las noches aquí son algo frías
-eres tan elocuente. - soltó el otro con gracia, se puso de pie y se acercó a la puerta -Bien, bien... Solo porque me lo pediste mi bello pajarito. Vendré en un rato para tomar el té y llevarte a dar un paseo por las instalaciones-. Ignis asintió con la cabeza y cuando Ardyn salió por la puerta, comenzó a desnudarse, quedando solamente en su bóxer.
El chico tomo la horrible ropa que le habían dejado, la cual consistía en un pantalón negro hecho de una tela muy delgada, que se amarraba con un cordón y una camisa de la misma tela, la cual le quedaba algo grande, así como el pantalón. Ignis doblo su ropa y dejándola en la silla, comenzó a vestirse.
Al cabo de unos minutos, Ardyn volvió y cuando entro en el lugar, vio que Ignis ya estaba cambiado y sentado en la orilla de la cama,
- ¿nos vamos? - pregunto y abrió la puerta para que el de gafas saliera. -Eso te queda bien por el momento- comentó Ardyn poniendo una mano sobre el trasero del otro haciendo que este se alejara
-le pido por favor que no haga eso- dijo Ignis dando un paso hacia atrás
-ya pediste bastantes favores por hoy, así que ese no lo cumpliré. Aunque por ahora me abstendré. Ya habrá tiempo más tarde.
Ambos comenzaron a salir de la parte donde estaba los calabozos.
Cuando llegaron al pasillo principal, Ardyn tomo hacia la izquierda y lo condujo hasta un salón enorme el cual tenía una enorme cocina y unas cuántas mesas,
-por aquí es la cafetería del lugar. Cuando quieras y si te portas bien, puedo traerte a que la utilices
-gracias- contestó el otro sin poner mucha atención.
Continuaron caminando, hasta que llegaron a un tipo de salón un poco oscuro, con dos puertas a los lados y varias sillas,
-supongo que aquí vienen a ver a los omegas y los betas que subastas ¿no?
-eres bastante inteligente querido. Este es el salón de subastas... Mañana puedo traerte a ver alguna
-no gracias
-buu que aburrido- dijo al abrir la puerta de nuevo.
Al final, el hombre guío a Ignis hasta unos jardines, donde vio a varios hombres y mujeres con ropas similares a las suyas;
- ¿omegas? - pregunto cuando todos hicieron una reverencia al ver a Ardyn. Todos bajaron la cabeza con temor y otros le dirigían miradas de furia a Ignis,
-te tienen envidia. De todas maneras, nunca tendrán contacto contigo, ya que no saldrás de ahí sin mi permiso. Aunque puede que te deje comer en su comedor una que otra vez para que al menos no te vuelvas loco e interactúes con otros
-supongo
"Quizá me vuelva loco antes." pensó para si Ignis "Amigos... Gladio... Vengan por mi deprisa".
Por otro lado, Noctis y Gladio no habían comentado aún lo del secuestro con Prompto, ya que, dado su carácter, se volvería lo poco.
Después de que Ardyn se fue llevándose con él a Ignis y ellos terminaron inconscientes, fueron encontrados por Libertus y dos soldados más, los cuales les trataron las heridas y fueron a informar al rey sobre lo ocurrido.
Ambos llegaron hasta la habitación del príncipe y cuando entraron, vieron la maraña rubia que estaba mezclada con las cobijas y las cosas de su nido. Al oírlos, Prompto se puso en pie y se acercó corriendo,
- ¿dónde está Iggy? Dijo que vendría a leerme hoy- pregunto con curiosidad viendo cómo los otros dos se compartían miradas - ¿paso algo?
-no, es solo... - comenzó Noctis
-I-Iggy no podrá venir hoy, Prompto- contestó Gladio evadiendo la mirada del peligris
- ¿está ocupado?
-algo así
- ¡tenemos una ubicación! - entro gritando un joven soldado de infantería ante la mirada furiosa de Noctis y las miradas de Gladio y Prompto
- ¿qué está pasando? - soltó Prompto cuando Gladio le cerró la puerta en la cara al soldado. Noctis se sentó en la cama y le indico que se sentará, el rubio lo hizo y el otro comenzó a hablar,
-ayer por la tarde, durante mis clases... Ardyn apareció
- ¡¿que?!- grito angustiado y Noctis tomo sus manos
-él nos dio una paliza y se llevó a Ignis con él... Para...
-quiere quedarse con él y hacerlo su pareja- dijo Gladio cerrando los puños con fuerza.
Los tres guardaron silencio, hasta que Noctis lo miro,
-es obvio que no nos quedaremos con los brazos cruzados. Debemos ir por él
-pero debemos ser más listos que él. - comenzó a decir Cor, quien entraba por la puerta -Hasta donde tengo entendido, Izunia les dijo que podían visitarlo. Vayan y véanlo, pídanle que les busque un mapa, creen una estrategia y sáquenlo lo antes posible
-para eso debemos ir un par de veces- exclamó Prompto mirando al adulto
-puedes lo harán, pero deben comportarse y no crear sospechas
-iremos al terminar esta semana. - declaró Noctis y se puso de pie -Gladio, tu más que nadie debe estar en calma
-Lo sé- termino este y se dio media vuelta cuando fue abrazado por el rubio
-Lo traeremos sano y salvó- dijo con una sonrisa
-me preocupa como está en este momento
-esperemos que bien. - dijo Noctis saliendo por la puerta -Ardyn no lo matará, no quiere hacerlo.