Habían pasado un par de días desde su llegada a Niflheim.
Ignis se encontraba a oscuras en su habitación mirando hacia el techo como era su costumbre, no había salido de ahí desde que Ardyn lo había llevado a conocer un poco y tampoco había visto al hombre desde ese día.
El consejero estaba intentando recordar una de las tantas canciones de Prompto para distraerse cuando su puerta se abrió y alguien encendió la luz;
-Ignis, disculpa que te tuviera tan abandonado estos días cariño, tuve mucho trabajo- exclamó Ardyn al entrar y ver al otro con su mejor cara de aburrido
-no se preocupe- fue lo que contesto mientras se sentaba en el filo de la cama
-Me han dicho que no has comido mucho, ¿es porque me has extrañado? - pregunto al acercarse lo suficiente como para tomar el mentón del otro, pero lo que obtuvo fue un manotazo por parte del castaño
-no he tenido hambre y menos encerrado aquí
-sí, siento eso. Pero, hoy vamos a salir un poco. Te llevare a la biblioteca ¿te gustaría eso? - Ignis lo miro dudoso, pero asintió
-eso me gustaría. Quisiera conocer un poco más de este sitio
-entonces vamos querido.
El pelirosa extendió su mano e Ignis la tomó dudoso. Al hacerlo, el hombre lo jalo y le dejó un suave beso en la mejilla haciendo que el chico lo empujara;
-no te he visto en dos días ¿y me rechazas? Eso es grosero
-le pido que no me toque por favor-. Al oírlo, el canciller rio y comenzó a caminar hacia los infinitos pasillos que Ignis ya conocía.
Luego de caminar un rato, salieron de nuevo al jardín y caminaron un poco hasta llegar a un edificio de color verde oscuro. Ardyn abrió sus puertas y le indicio al otro que entrara.
Al hacerlo, Ignis se asombró de lo grande que era, pero pensó que la biblioteca de Crown City era, por mucho, más grande;
-adelante Ignis, toma cuantos libros quieras. Este es tu premio por portarte tan bien estos días. - soltó Ardyn y se acercó a la puerta -Vendré por ti para almorzar. No salgas de aquí sino quieres sufrir un castigo ¿entiendes?
-entendido- soltó el castaño metiéndose entre los estantes para revisar que había ahí.
La mañana pasaba lentamente e Ignis la aprovechaba al máximo, sentado en una esquina del lugar con varios libros que fueron de su agrado;
"La historia de aquí es bastante interesante" pensaba mientras pasaba varios libros y revisaba cada uno de ellos "Al menos esto me mantiene tranquilo"
El chico continúo sumido en sus pensamientos, hasta que una mujer de cara arrogante se acercó hacia él con enfado;
- ¡¿Qué demonios está haciendo un asqueroso Omega en mi biblioteca?!- grito con enojo cuando el de gafas levanto la mirada - ¿Cómo entraste?
-buenos días. - saludo Ignis con educación -El señor Izunia me trajo aquí esta mañana y me dijo que esperara por él y que podía tomar cuantos libros quisiera. No tiene por qué ser tan grosera
- ¿El señor canciller? ¡Mientes!
-no lo hago señora y le pido que no grité, estamos en una biblioteca- la mujer lo miro con ojos cargados de fuego y tomándolo del cabello lo tiró al suelo
- ¿Cómo te atreves a siquiera hablarme de esa manera tan arrogante? - chillo tomándolo de la camisa y jalándolo, cuando Ignis se soltó de ella y se puso de pie con elegancia - ¡Guardias! - grito cerca de la puerta cuando dos soldados aparecieron, por un lado - ¡Saquen a este bastardo de aquí!
-le dije que el señor Izunia me pidió que esperara aquí- soltó Ignis con enojo cuando uno de los soldados lo jalo del brazo hacia afuera
-está prohibido que los omegas estén por este lado y te irá peor por mentir- dijo el soldado jalándolo
- ¡No miento!
- ¡Largo! - soltó la mujer empujándolo con fuerza haciendo que este se golpeara contra la puerta y se le hiciera un corte en su mejilla.
Los soldados sacaron a Ignis de ahí y luego de caminar un poco, lo tiraron cerca del jardín donde había otros omegas hablando entre ellos.
El chico se levantó y se sacudió el polvo cuando la misma chica que le había llevado su uniforme la primera vez se acercó corriendo hacia él;
- ¿Estas bien? - pregunto con preocupación limpiando la sangre que salía de la mejilla del hombre
-sí, - dijo el chico algo aturdido -gracias. ¿Podrías guiarme hasta mi habitación? Ar... El señor Izunia me pidió que lo esperara en la biblioteca, pero fui echado
-mejor te llevaré a su oficina, porque si no el castigo será severo- dijo la chica comenzando a caminar, pero fue detenida por el hombre de cabello corto
- ¿podría primero darme un recorrido? Aún tengo tiempo
-claro- sonrió la chica y se lo llevó de la mano por el lugar.
Por otro lado, los tres Chocobros junto a Cor estaban de camino hacia donde se suponía Ardyn tenía preso a Ignis.
Habían salido de madrugada, por lo que los más pequeños iban completamente dormidos mientras que los mayores iban hablando;
-llegaremos por la tarde- anuncio Cor mientras que Gladio veía su teléfono - ¿Saben bien que hacer?
-si. - contesto el escudo repasando mentalmente el plan -Solo entraremos como si fuera una visita normal y le pediremos a Iggy que busque los planos, los trace para nosotros y cuando tengamos un plan nos devolveremos por él posiblemente en una semana ¿No?
-exacto
-no será difícil- contesto Noctis incorporándose
-pase lo que pase tu eres quien debe estar más tranquilo chico grande- interrumpió Prompto bastante tranquilo mientras se volvía a acurrucar en las piernas del peligris.
Alrededor del mediodía, Ignis se encontraba junto a la chica de cabello largo en el comedor de los omegas almorzando y hablando tranquilamente mientras eran observados por otros omegas que estaban ahí;
-por cierto, Mi nombre es Ariadne- exclamó la chica de pronto
-Ignis Scientia- contesto el castaño extendiéndole una sonrisa
-lo sé, vienes de Lucis ¿no?
-de Insomnia, específicamente.
-pero miren quien se revuelve con los plebeyos, la zorra del canciller- comentó un chico un poco más joven que Ignis mientras se acercaba a la mesa junto a cuatro tipos más, un poco más grandes que él y una chica
-bienvenido al comedor omega, señor especial- dijo la chica con una sonrisa burlona haciendo una reverencia mientras los otros reían
-Sarah, Neithan basta- comenzó Ariadne cuando los otros la miraron
- ¿Ahora tú te crees especial por andar con alguien como él? No te burles de nosotros.
-no me siento especial, él es una buena persona
-solo se cree especial por andar de perrita con el señor Izunia y de estar levantándole su trasero- soltó otro de los chicos mientras miraba al castaño quien los estaba ignorando
-es como su príncipe... Un completo idiota- soltó al que reconoció como Neithan
-mi príncipe no es un idiota y por su acento, también es su príncipe- exclamó por fin Ignis volteando a verlo
-lo era, - bufo el joven -si nos hubiera salvado
-estábamos investigando junto a la Liga Meldacio, pronto serán liberados
- ¿y crees que me importa? - el chico tomo a Ignis del cuello de su camisa y lo levanto un poco -Yo solo quería que él señor canciller se fijará en mí y estuve a punto ¡hasta que apareciste!
-Insomnia nos dio la espalda a todos y Niflheim nos acogió- soltó otro de los chicos
-serán vendidos como esclavos, lo saben ¿no? - volvió a hablar Ignis
- ¿y qué? Al menos no estaremos bajo las faldas de un príncipe mediocre y de un anciano rey que posiblemente ya esté senil- soltó otro hombre y comenzó a reír junto a los demás, cosa que Ignis no soporto y se lanzó contra él, lanzándole un fuerte golpe a la cara que lo derribo al instante.
La chica salto sobre él, pero Ignis la esquivo en el instante en que el segundo chico que hablo le lanzó un golpe. Ignis lo esquivo también y le golpeó las costillas haciendo que se doblegará ante él. El tercer chico se lanzó también siendo golpeado por el castaño.
Al caer su amigo, Neithan se arrojó contra el consejero y derribándolo, lo sostuvo en el suelo;
- ¡maldito! ¿Primero me quitas al señor Izunia y luego crees que puedes golpear a los otros por decir la verdad?
-si es a Ardyn lo que desea, quédeselo por favor
- ¿cómo te atreves a llamarlo por su nombre?
-ese hombre me provoco bastante daño y a ustedes también- exclamó el consejero y le lanzó un golpe a la cara haciendo que el otro cayera hacia atrás sosteniéndose la quijada.
Cuando Ignis se iba a lanzar de nuevo contra él, Ariadne lo tomo del brazo y lo jalo fuera;
-Vámonos antes de que vengan los soldados- dijo y comenzó a correr topándose de frente con tres soldados Magitek y Ravus, quien lo veía con enojo
-lo que me faltaba, tenías que ser tú el alborotador. - dijo Ravus indicando a los soldados que apresaran a Ignis mientras la chica los veía -Llévenlo a la oficina de Izunia en este momento y tú
-ella no tuvo nada que ver, solo la saqué para que no la lastimaran- soltó Ignis dejándose apresar por los soldados
-bien. Iré a ver el control de daños. ¡Váyanse! - termino ordenando cuando entro al comedor de los omegas mientras los soldados se llevaban a Ignis.