Los siguientes días fueron algo difíciles. Ardyn se encontraba del peor humor posible por un error que habían cometido unos soldados y eso ocasionaba que Ignis sufriera las consecuencias, a pesar de que casi no lo había visto.
Ignis no salía de su habitación, más que para ir a la de Ardyn debes en cuando, aunque solo pasaba con el hombre un par de horas mientras lo oía quejarse mientras que lo manoseaba.
El día que Aránea había indicado, Ignis se encontraba muy ansioso y paso parte de la mañana repasando el plan que la mujer le había dicho;
“tengo que estar en la puerta norte alrededor de las diez de la noche. Aránea dijo que Gladio me estaría esperando mientras ella distrae a los soldados de ese lado.” repaso el chico sintiéndose algo incomodo “Ardyn no estará en el edificio ya que tiene que ir a ver al Rey Iedolas, así que estaré tranquilo.”, de nuevo se sintió incomodo y se pasó una mano por el pecho “Astrales, que no venga mi celo por favor”.
El chico se levantó del escritorio en el que estaba y se dispuso a ver por la pequeña ventana mientras repasaba una y otra vez todo lo que debía hacer, hasta que sin más se recostó un rato sobre la cama y se quedó dormido.
Llegada la noche, Aránea entro en la celda y despertó al consejero de un tirón;
-es hora Ignis- soltó levantando al chico
-me quede dormido- dijo el joven sacando sus ropas de debajo de su cama
-muévete, el escudo estará afuera en unos minutos. Ya sabes que hacer. - Aránea se acercó a la puerta -Estaré interceptando y distrayendo a los soldados lo más que pueda mientras huyes por el camino que trace para ti. Ten cuidado y mucha suerte chico
-gracias por todo Aránea
-me lo agradecerás luego con una buena cena
-estaré más que complacido
-bien- soltó la peliblanca saliendo rápidamente por la puerta.
Ignis termino de vestirse con sus ropas y apena termino de colocar sus guantes, salió rápidamente por la puerta siguiendo el camino indicado.
El estratega comenzó a caminar y esconderse de vez en cuando, ya que había algunos soldados que por un escándalo que comenzó a oírse comenzaron a salir corriendo y pasaban cerca de él. El chico corrió un poco más, hasta que llego cerca del área indicada por la mujer;
"Aránea dijo que Gladio me esperaría en el patio del ala Norte." Pensó el chico cuando se ocultó tras una pared ya que venían un par de hombres caminando "Debo apresurarme... No me siento bien".
El chico comenzó a correr y cuando estaba llegando a una puerta, trastabillo y cayó hincado al suelo, "Maldición... Mi celo" se dijo el chico y se sostuvo el pecho con fuerza mientras sentía el sudor frio bajar por su cabeza y su respiración pesada.
A cómo pudo, se movió hacia la puerta, cuando vio la figura de Gladio salir corriendo hacia los portones. El chico se levantó de golpe y comenzó a correr cuando dos hombres salieron a su paso,
-así que el olor venía de ti- dijo uno lamiéndose los labios
- ¿este Omega no es la puta del canciller? - dijo el otro acercándose cuando se escuchó un fuerte golpe y ambos cayeron al suelo,
- ¡demonios Scientia! ¿Intentas atraer a todos los Alpha del lugar? - grito Ravus con enojo y le inyectó con rapidez un inhibidor en la pierna
-por favor...- pidió el estratega -déjame ir. Me están esperando… déjame huir de este infierno
-eres un idiota chico... Volvieron a dejarte
-eso no es cierto, acabo de ver a Gladio y…
- ¡huyeron sin ti! - grito el peli plata cuando dos soldados llegaron y agarraron al castaño
-no…
-lo siento- susurro Ravus, cuando los hombres comenzaron a jalar al chico hacia dentro mientras que este les oponía una gran resistencia
- ¡Gladio! - comenzó a gritar mientras era jalado hacia dentro - ¡Gladio!
- ¡supéralo por favor! ¡se fue! - grito Ravus propinándole un fuerte golpe en la mejilla - ¡decidido salvarse antes que a ti!
-no, no, no, no… él lo prometió
-cálmate chico, que de todas maneras esto se pondrá muy difícil- susurro de nuevo el mayor mientras se oían ruidos afuera.
Los cuatro hombres llegaron hasta la oficina del Canciller después de jalar al chico por varios pisos.
Los soldados tenían a Ignis en el suelo, cuando Ardyn por fin hizo su acto de aparición con cara de querer asesinar al primero que se le metiera,
-bien, quiero que me expliquen en este momento… ¡¿qué demonios fue lo que pasó?!- grito al entrar y fue cuando vio a los dos soldados sosteniendo al consejero en el suelo y a Ravus a un lado tapándose la nariz con una mano, - ¿qué es este alboroto que me saco de mis asuntos?
-tu maldita mascota intentó escapar de nuevo, - soltó Raves molesto -pero está vez su querida “pareja” causó un gran alboroto y más aún... el olor del chico... Estaba en celo
- ¿celo? Y como es… ¿que no me llega su olor? - pregunto Ardyn acercándose a los soldados
-use un supresor cuando los Alpha del edifico comenzaron a moverse
-entiendo. - el pelirosa se arrodilló junto al castaño y le levantó la cabeza tomándolo por el cabello -Intentando escapar ¿eh? Y con estás ropas que pedí tirarán... ¿Como las obtuviste querido? y ¿cómo saliste de tu habitación?
-las robe... Al igual que las llaves- respondió Ignis al sentir como el hombre le jalaba el cabello.
Ardyn se puso de pie de nuevo,
-llévalo a la sala de castigo, iré en un momento
-sí señor- dijeron los soldados y levantaron a Ignis para sacarlo del lugar.
Ambos arrastraron al consejero hasta más abajo de las celdas donde se encontraban los omegas y donde el pasaba la mayoría del tiempo.
Cuando pudo visualizar bien, ya que aún estaba sin sus gafas, vio que se acercaban a un lugar que estaba muy escondido y que se veía en decadencia, algo así como una mazmorra de tortura.
Al llegar, los soldados lo levantaron y lo ataron del techo con unos grilletes que se encontraban colgando;
-eres un tonto, omega- dijo uno de los soldados mientras lo amarraba a los grilletes
-con suerte serás solamente azotado- exclamó el otro
- ¿con suerte? - pregunto Ignis moviéndose incómodo por las ataduras
-si hay algo que el amo Ardyn odia, es a los omegas que se creen listos e intentan escapar- contestó el primero colocándose a un lado de la puerta
-al último lo mutilo y lo vendió por partes- dijo el segundo haciendo lo mismo. Ignis los miro con su rostro neutral
"A mí no me matará ni me mutilará... Me necesita." se dijo a si mismo dejando caer su cuerpo por el cansancio y el debilitamiento por la falta de comida y por los efectos del celo "A mí... A mí me hará algo peor que eso... Algo que ninguno de ellos soportaría... Posiblemente me drogue y me haga volverme loco de nuevo... y me viole hasta desgarrarme... Solo soy un pedazo de carne para él". Una lágrima se deslizó por la mejilla del estratega cuando la puerta se abrió de golpe y por ella entró Ardyn seguido por Ravus,
- ¿listo querido? - pregunto el pelirosa mostrando un largo fuete que tenía en sus manos -El no comer durante días ya no te parece tan buena idea ¿verdad?
-solo ten cuidado de no matarlo Izunia, no queremos a todo el Kingsglaive aquí
-jamás mataría a mi esposa, es solo que debo educarlo de nuevo. - contestó el hombre levantando la barbilla del castaño con el fuete. Ignis a como pudo le quitó la cara y fue cuando recibió el primer latigazo en el pecho, -Lección uno Ignis: mírame cuando te hablo. - exclamó Ardyn moviendo la cabeza del chico para que lo mirará, -Al escapar buscaste desafiarme cariño. Te perdone una vez, ¡No dos! - termino gritando y lanzó un segundo golpe. Ignis no se inmutó y se mantuvo tan firme como su cuerpo podía en ese momento, -Lección dos: no me desafíes.- otro golpe -Tres: obedece todas mis ordenes.- un golpe en la pierna -Cuatro: nunca más usarás pastillas ni supresores, si tú celo llega... te dejaras coger como la puta qué eres.- un golpe en el hombro, -Cinco: ya no más huelga de hambre.- otro en el costado, -Seis: dirás "si señor" cada vez que te hablo.- uno más en la espalda. Este hizo que el chico se doblegará y dejará caer todo su peso sobre sus rodillas -Siete: no volverás a ver a tus malditos amigos... Solo si te lo ganas. - otro en el costado, -Ocho: usarás las ropas de los esclavos omegas... Exactamente igual a ellos. - uno más en la espalda, -Nueve: estarás en confinamiento hasta mi nueva orden y solo YO tendré contacto contigo. - otro en el brazo, -Y diez... Seré tu único Alpha- y lanzó el último golpe a una de las mejillas del consejero, dejándole un hilo de sangre. Ignis siguió sin inmutarse, sin respirar, sin mirarlo.
Ardyn ardió en rabia cuando vio que el chico no reaccionó a un solo golpe y sin más, se acercó a él y lo soltó, haciendo que este cayera al suelo con estrépito;
- ¡desnúdate! - ordenó de inmediato y levantó a Ignis del cabello. El castaño se levantó sosteniéndose de la pared y comenzó a quitarse cuidadosamente su saco y a desabrocharse con manos cansadas su camisa. Ardyn se cansó de verlo y acercándose al chico, le desgarro la ropa empujándolo contra la pared, le abrió el pantalón de golpe y de un tirón lo bajo por sus piernas, dejándolo en ropa interior. Luego señaló a los soldados y estos se acercaron,
-desháganse de esas ropas y quémenlas... ¡Enseguida! - grito y lanzó un golpe al aire
-sí señor- dijeron ambos al unisonó y antes de irse, uno le quitó los guantes al castaño para luego marcharse.
Ardyn volvió a tomar las muñecas del más joven y volvió a atarlo,
- ¿seguirás desafiándome querido? O ¿ya te rindes? - pregunto pasando el fuete por el cuerpo desnudo del muchacho. Ignis levantó la mirada y se la dirigió a Ravus, quien se la mantuvo hasta que Ardyn mando un nuevo golpe al pecho del chico y lo saco de su ensimismamiento, -Ravus... Agua
-ahí tienes- soltó el peli plata patentado una cubeta hacia los pies del otro. Ardyn la tomo y se la lanzó a Ignis, mojándolo de arriba hacia abajo
-no puedo creer que no sientas nada... ¿Será cierto que eres solo un robot querido? - pregunto al lanzarle otro golpe. Luego perdió el sentido y comenzó a azotarlo mientras le hablaba -No quería llegar a esto ¿sabes? Pero no me das opción... ¡Maldición Ignis pide ayuda!... ¡Implora que me detenga como lo hiciste en aquella ocasión cuando te hacia mío!... ¡Quiero oírte gritar!!- soltó cuando golpeó con fuerza en la espalda mojada del consejero y por fin vio como Ignis se lanzó hacia delante y abrió la boca para gritar, pero no salía ningún sonido. Ardyn lanzó un nuevo golpe hacia la cara del chico, pero fue detenido por la mano de Ravus,
- ¡Izunia basta! No pierdas los estribos- exclamo con enojo cuando Ardyn comenzó a reírse y dejó caer el fuete
-tienes razón Ravus... Creo que intentaré otra cosa. Te pido que salgas
-solo... No lo mates Izunia
-ya dije que no lo haría
-bien. Te veré más tarde.
Ravus salió por la puerta y dejó a los otros dos solos. Ardyn comenzó a caminar en círculos alrededor del chico mientras que Ignis respiraba entrecortadamente,
- ¿porque mi pequeño pajarito?... ¿Porque debía ser de esta forma? De verdad que te he tratado bien y ¿así me pagas? ¿Escapando?
-yo... - comenzó a decir Ignis en voz muy baja -Solo... Solo quiero irme... Mis amigos... Mi tío... Quiero volver a Lucís- termino con lágrimas en los ojos mientras que Ardyn reía
-te dije que eres mío ahora y tu hogar ahora es Niflheim
- ¡¿por qué?!- grito por fin Ignis intentando ponerse de pie adecuadamente y tomar su elegancia - ¡¿Por qué yo?! ¡¿porque Ardyn?! ¡¿Qué quieres de mí?!- el pelirosa comenzó a reírse fuertemente y se acercó tomándole el rostro con fuerza, apretando sus mejillas
-porque te deseo Ignis Scientia. Desde que te conocí cuando apenas eras un niño. Desde que vi como mataban a tus padres en Tenebrae... Desde que te vi ascender a consejero del príncipe... - Ardyn soltó las manos del chico y este cayó al suelo de golpe -Cuando supe que eras un beta me molesté demasiado porque me iba a costar tenerte, pero fue cuando descubrí que podía hacerte un Omega y por fin atarte a mi lado
- ¿cómo sabe tanto de mí? - pregunto Ignis pegándose a la pared con la poca fuerza que tenía por la falta de comida
-porque te conozco desde hace mucho y me obsesione contigo querido. Ahora... Voy a hacerte mío para siempre.
Ardyn se acercó y tomando al chico por los hombros se acercó a su cuello dispuesto a morderlo, pero Ignis metió sus manos, haciendo que el hombre clavara sus dientes ahí. Ardyn río y se alejó un poco empezando a quitarse su capa,
- ¿así que es como quieres jugar? Te encanta que te tome a la fuerza verdad pajarito. - el hombre alzó a Ignis y lo coloco de frente contra una mesa que había a un lado. Con una mano aprisionó ambas manos del estratega y con la otra bajo los boxes de este hasta sus tobillos y le pegó un fuerte golpe en el trasero, dejándole una marca roja con la cual al verla sonrió con satisfacción, -Si no quieres que te lastime querido, abre tus piernas. - Ignis no obedeció, así que Ardyn optó por patear sus piernas hacia los lados, se alineó y sin preparación entro en Ignis, haciendo que este soltara un grito desgarrador que sonó por todo el pasillo. Cuando se controló de nuevo rechino los dientes y dejó soltar el llanto que se asomaba por su garganta al momento que sintió un líquido caliente caer por sus muslos,
-demonios...me has ensuciado con tu sangre. - exclamo Ardyn saliendo del chico y mirándose su miembro -Tantas veces y aun no te acostumbras a mí y te sigues lastimando por no obedecerme-. Luego sonrió y volvió a entrar en Ignis de golpe haciendo que este rechinara aún más sus dientes y comenzará a llorar, - ¿continuamos? - pregunto mientras embestía al chico con fuerza, haciendo que este se golpeara sus heridas abiertas contra la mesa. Cuando ya hubo llegado al clímax, Ardyn se vino dentro de Ignis y se acercó a su oído -No te dejare ir nunca- termino diciendo y fue cuando nuevamente un desgarrador grito de Ignis sonó por el lugar.