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Sin miedo a quererte. por Girlyfairly

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Near subió sus pequeños pies a la butaca encogiéndose lo mejor posible antes de cubrirse con la cobija que había tomado de la habitación de Elle, cuando éste los obligó a él y Mello a seguirlo para evitar algún escándalo en su recámara, el pelinegro se dirigió con sus amigos a la habitación que estaba al final del pasillo de la segunda planta, encerrándose los tres en la biblioteca de su abuelo donde cada tarde el veterano pasa sus horas con una taza de té y alguna lectura pendiente. Quizá el patio trasero hubiese sido un lugar más fresco para hablar cómodamente, pero esa habitación era insonora, lo que resultaba conveniente debido a la hora, así al menos se evitaba que los reclamos que le esperaban despertasen a los demás que seguían durmiendo.

—¿¡Cómo vienes a decirme que te pusiste de novio con esa tal Misa!?

Espetó Mello tan pronto vio a Elle acomodarse en una de las butacas frente a la ventana, traía ese nudo de impotencia atorado en la garganta desde que dejaron la habitación de su amigo. Simplemente no pudo tomar asiento como los otros dos, en cambio caminaba de un lado a otro, nervioso y exasperado.

—Misa me gusta, ¿de acuerdo?— Se retiró con cierto fastidio los mechones que le caían en la frente antes de recargar la espalda contra el respaldar. —Es lo que haces cuando una chica te gusta, pedirle que sea tu novia.

—¡Si, pero no justo después de... —Los inquietos movimientos de Mello se detuvieron abruptamente, ganándose la mirada curiosa de los otros dos presentes.

—¿Después de qué?— Inquirió Elle poniéndose de pie, acercándose curioso y amenazante a su amigo, quien como acto reflejo retrocedió hasta que sus pantorrillas chocaron contra la butaca, cayendo sentado al lado de Near.

—Después de que Light te hubiese dejado saber lo que siente en un carta —. Contestó Near encogiéndose de hombros luego de ponerse en pie, situándose frente a Elle para que éste no se acercara más a Mello.

—¿La carta...?— Titubeó con sus ojos abiertos de par en par.

—Sí, tú dijiste que Misa no la había escrito —. Continuó Near con seriedad, no importándole las señas que el rubio le hacía pidiéndole guardar silencio—. Y si la carta mencionaba algo del baile pero no fue Misa quien lo escribió, ¿quién más fue contigo? Anda Elle, es más fácil que sumar dos más dos —. Finalizó antes de poner los ojos en blanco y cruzarse de brazos, dejando a un Elle mas confundido que antes.

—Esperen, esperen... ¿¡Light escribió la carta!? — Se llevó una mano a la cabeza, jalándose el cabello involuntariamente al intentar comprender y recordar las palabras escritas en dicho papel que aún guardaba —¿¡Y por qué mierda le agregó pimienta!? ¡Casi me mata!

—¡Pues yo que sé! ¡Se cayó chiquito o la mamá no le dio de amamantar los primeros seis meses de vida! — Farfulló Mello poniéndose de pie abruptamente, regresando a su asiento al instante siguiente cuando la mirada de Elle quedó prendida de la suya.

—¿Tú lo sabías? — Susurró con cierto reproche en su voz, haciendo que el rubio se encogiese en el sofá.

—Bueno si pero...

—¿Y qué más sabías? — Fue tajante, sacando un leve respingo al muchacho, quien apartó la mirada—. Light-kun cree que somos novios... ¿Tú lo sabías, Mello?

—¡Pues sí! — Contestó desesperado, sabiendo que no podía ocultarlo más—. Él me dijo que ustedes eran novios hace unos días.

—¿¡Y por qué no me lo dijiste!? — Reclamó moviendo exageradamente los brazos.

—¡Porque era un secreto! — Refunfuñó. 

Se suponía que nadie debía decir nada, y eso incluía a Near, pero no podía reclamarle a Near, jamás se atrevería, en cambio si podía culpar a Elle, de todas formas todo era su culpa, ¿verdad?

—Si acaso era verdad, se me hacía muy extraño que tú no nos hubieses dicho nada—. Lo acusó, fingiendo una mueca resentida ante el mayor de los tres —. Por eso le dije que esperase a que tú lo hicieras oficial... pero claro, un poco de alcohol y todo se va a la mierda—. Rodó los ojos, dejando de lado su incómodo semblante y retomando su aire hostil.

—Somos amigos desde hace mucho, ¿¡y no pudiste decirme algo como eso!? — Poco le faltó para lanzarse contra el rubio, pero se contuvo.

—Hey, no le hables así a Mello—. Reprendió Near apuntando al mayor con su dedo índice —. No es culpa de él que tú no notes los ojos de pasiva que pone Light cada que le hablas—. Se subió a la butaca para ser más alto que el rubio, a quien de manera protectora le rodeó la cabeza con los brazos.

—Además Light también es mi amigo, no solo tú—. Se excusó Mello, rodeando mimado la cintura del muchacho.

—¡Argh!, ¡como sea!, ¿pero de dónde saca Light que somos novios?

—¿Cómo que de dónde? — Dijo Mello, separándose un poco de la delgada cintura de un despeinado y aun levemente alcoholizado Near —Ayer te lo dijo, lo besaste y tocaste en tu cama, ¿no? Al menos él si me lo contó, en cambio tú jamás me dijiste nada —. Reclamó de forma ofendida.

Las mejillas de Elle no pudieron tornarse más rojas al recordar esa noche, sabía que la excusa del dolor de estómago solo era para sentirse menos mal consigo mismo, intentar olvidar que su mano había recorrido de manera nada amistosa la parte trasera de Light mientras aprovechando la cercanía le depositaba cortos besos sobre los labios.

—¿¡Podrían entender lo chocante que es para mí tener que admitir... eso!?— Mascullo apartando la mirada, y es que peor que haber sido un abusivo era recordar como su mano sintió la humedad hacerse más abundante en el perineo del menor, seguido de espasmos y jadeos ahogados. ¿Cómo su heterosexualidad podía aceptar que su amigo había tenido un orgasmo en su mano?

—Ah, entiendo —. Interrumpió Near mientras se enrollaba un mechón de cabello en el dedo—. Entonces para defender tu hombría te pusiste de novio con una mujer.

—¡Sí! Digo, ¡no! Misa de verdad me gusta—. Se sentó en la butaca nuevamente mientras se daba un leve masaje en el puente de la nariz, sintiéndose sobrecargado con lo que ocurría, porque aunque no quería admitirlo, sabía que el sorpresivo noviazgo con Misa había sido un mero impulso guiado por la confusión.

—Pues tendrás que explicárselo a Light—. Espetó Mello antes de tomar la mano de Near y dirigirse con él hacía la puerta.

—Quizá el cambio de horario lo volvió idiota—. Masculló el menor, aferrándose al brazo del rubio mientras aún sujetaba la cobija y la llevaba consigo.

Elle simplemente se quedo en su asiento, resoplando y rascándose la cabeza con rabia, queriendo detener el tiempo para no tener que llegar al momento en el que tuviese los ojos de Light  fijos en él mientras le hacía entender que todo había sido un error.

__

—Definitivamente yo quiero llevarme esos a Inglaterra—. Anunció Matt pegando su rostro y manos al escaparate, sin perder de vista los bonitos goggles que prometían alumbrar en la oscuridad.

—¿Y con qué piensas pagarlo, idiota? — Cuestionó con sorna Mello antes de acercarse al pelirrojo mientras los otros curioseaban los demás artículos que vendía la pequeña tienda dentro del aeropuerto.

—Pues con mi tarjeta, idiota—. Rodó los ojos antes de llevar su mano al bolsillo y extraer su tarjeta de crédito, paseándola de forma burlesca frente a los azules y abiertos ojos de un anonadado Mello.

—¿Tu papá te deja tener tu propia tarjeta...? —Masculló para sí mismo— ¡Matt!, ¿me prestas dinero? — Sonrió ilusionado.

—¿Y tú para que quieres dinero? — Sonrió de lado, divertido de como las pupilas del rubio se movían siguiendo el objeto.

—¡Para comprar aquel robot! — Señaló la figura que estaba hasta arriba de una de las vitrinas, un bonito robot de quince centímetros de un color blanco y azul metalizado.

—A ti ni siquiera te gustan los juguetes—. Resopló antes de cruzarse de brazos.

—Pero a mí sí —. Interrumpió Near apareciendo de repente desde atrás, enroscando sus brazos alrededor del rubio, quien se sonrojó al sentir la cabeza del menor apoyándose sobre su hombro—¿Me vas a comprar el robot, Mello-chan?— De forma más aniñada pronunció el nombre del más alto, usando el sufijo que Light le había enseñado y eso fue suficiente para que el muchacho balbuceara.

—¡Sí, por supuesto! — Logró articular, haciendo que el pelirrojo soltase una risa socarrona al ver al más bajo despegarse de Mello y correr emocionado hacía la mujer del escaparate donde se exhibía el dichoso robot.

—¿No te da miedo cuando Nate sonríe? — Inquirió Matt mientras abanicaba una mano frente al rubio para intentar captar la atención de éste

—Se ve taaan lindo—. Soltó un largo suspiro, fue la única respuesta que dio mientras juntaba ambas manos y apoyaba su quijada en ellas.

—¿Lindo? Parece como si se estuviese preparando para violarte—. Formó una mueca de asco cuando sintió escalofríos.

—Pues yo no tendría problema con eso—. Agachó la mirada para intentar cubrir su sonrojo, ocasionando que el pelirrojo resoplase sonoramente.

—Eres tan puta—. Masculló lo suficientemente audible para que el rubio levantara la cabeza y frunciera el entrecejo.

—¡Oye!

—Como sea... — Interrumpió Matt y le extendió su tarjeta al rubio, apartándola antes de que el muchacho la tomara— Peeero no creas que te saldrá gratis, a las fotografías con maquillaje podríamos agregarle unas en bikini, con un poco de foto montaje podríamos ocultar tu entrepierna—. Llevó su pulgar a la quijada de forma pensativa, regocijándose internamente de ver el rostro de su amigo tornarse de todos colores.

—¡Pero eso no era parte del trato! — Farfulló apretando los puños.

Matt no tuvo reparos al burlarse de Mello al verlo refunfuñar, quien en su impotencia decidió alejarse, no sin antes lanzarle un certero golpe al centro del estómago al otro, quien quedó doblado en busca de aire. Elle fue testigo de la pequeña riña entre sus amigos, sin embargo no tuvo interés por intervenir, en cambio continuó caminando casualmente por los pasillos del pequeño local, pero sin apartar la mirada de uno de los productos que se encontraba hasta la parte superior de uno de los estantes: una bonita oso de peluche con una cinta rosa que formaba un moño alrededor de su cuello, perfecta para ser la señora Fluffy o lo que fuese que a Light se le ocurriese. Una parte de él se negaba a acercarse porque sabía que de hacerlo lo terminaría comprando, y a toda costa quería evitar la incómoda pregunta por parte de la vendedora "¿es para su novia?, ¿quiere que lo envuelva para regalo?" Lo sabía porque es lo mismo que le había pasado la vez que compró al señor Fluffy; aun así no se atrevía a alejarse mucho de la vitrina que guardaba a la bonita osita, porque la otra parte de él sabía que un regalo como ese fascinaría a Light, ese mismo muchacho que durante todo el día le había dejado saber que estaba molesto con él cruzándose de brazos y formando un mohín con los labios, pareciendo más el berrinche de un niño en lugar del de un adolescente, aunque los actos infantiles eran lo de menos, éstos al menos habían logrado su efecto, no hubo momento del día en el que Elle no se sintiera mal y desesperado por buscar una solución.

Desde antes de la llegada de los ingleses, Lawliet ya había planeado salir con ellos el último día antes de llevarlos al aeropuerto. Al final había sido una buena idea, pese a la resaca la habían pasado bastante bien en la pista de patinaje, en donde como la vez anterior quiso ayudar a Light, pero éste prefirió andar por las orillas o colgarse de Mello antes de aceptar la ayuda de Elle, esa fue la primera señal que la tensión entre ellos no mermaría. Cada que Elle lo abrazó como mera manía suya, Light se quedaba inerte sin corresponder para luego retirarse y seguir con su plática o camino; pero si el pelinegro tenía la esperanza de estar exagerando y que nada pasaba, no hubo más dudas cuando Light no quiso compartirle de su batido luego del cine como siempre lo hacían, ni siquiera se lo había negado, más bien lo había ignorado sin ningún disimulo mientras continuaba relatando a los demás sobre la vez que se le quedó atorada la mano en el lavabo.

—Elle...— Llamó Near colocándose al lado del mayor, quien dio un respingo al haber sido tomado por sorpresa, no se había percatado en qué momento había detenido su andar para quedar frente a aquella vitrina que lo incitaba a acercarse—. Ya casi es hora de que vayamos a la zona de abordaje, ¿no crees?

El muchacho nada más asintió pidiéndole al menor que buscara a los demás, no tenían prisa ya que la tienda estaba dentro del aeropuerto con la idea de que los turistas pudiesen distraerse un poco mientras esperaban su vuelo y a la vez comprar algún que otro souvenir, pero aún así le pareció que lo mejor sería regresar.

Ya habían pasado por el engorroso proceso del chequeo de equipaje, ahora solo caminaban por el amplio sitio llevando consigo las maletas de mano, y uno de ellos abrazando un bonito robot de quince centímetros.

—Light, ¿me acompañas al baño? — Mello colocó su bolso sobre las sillas en la zona de espera antes de girarse hacia el castaño.

—Pero yo no tengo ganas de ...

—¡Que me acompañes! — Espetó antes de tomar la mano del menor, quien confundido se dejó jalar.

—¿No crees que deberías ir con ellos? — Sugirió Matt mientras sacaba del bolsillo trasero su celular para distraerse con el juego que recién había instalado.

—Sí, no creo que sea buena idea que dejes a esos dos solos—. Secundo Near, sonriendo luego de haber presionado un botón que hizo brillar los ojos de su robot.

—No, está bien... — Murmuró el pelinegro no muy convencido y con la vista fija en la dirección que habían tomando aquellos dos antes de mezclarse con la gente—.Olvidé algo en la tienda, vuelvo pronto.

Tanto Near como Matt alzaron sus rostros, extrañados ante la prisa del mayor, quién sin esperar respuesta giró sobre sus talones para regresar corriendo al lugar.

Mello no dijo ninguna otra palabra durante el camino, tan solo empujó la puerta de los sanitarios bruscamente, sonsacando un respingo a los hombres dentro de él, quienes solo vieron con reproche al adolescente mal encarado que se adueñó de una parte de los lavamanos al sentarse sobre el mueble de mármol que lo rodeaba.

—Pensé que querías ir al... — A Light no se le permitió terminar, el delgado dedo índice del otro presionó sus labios.

—Olvida eso, en pocos minutos sale mi vuelo... — Comenzó, abrió un poco las piernas para que el castaño quedase en medio de ellas, importándole poco los murmullos por parte de los demás presentes—. Quiero saber cómo te sientes — esas palabras fueron suficientes para que Light inclinase la cabeza, sintiendo el nudo formarse en su garganta de nuevo.

—Tus consejos no funcionaron, Mello—. Masculló llevando su antebrazo al rostro y limpiando sus ojos con su manga—. Yo no le gusto a Elle.

¿Qué decir? Mello se quedó callado, no podía mentirle y convencerlo de que solo debía esforzarse más, sabía que eso no funcionaría.

—Pero si Elle ni siquiera es tan guapo—. Contestó luego de unos segundos, la jovialidad en su voz era con el fin de animar al otro—. En cambio tú tienes bonitos ojos, cabello suave, cálida sonrisa, nariz perfecta y además es divertido pasar tiempo contigo, que se joda Elle, tú podrías conseguirte un novio mucho mejor en cuestión de segundos—. Chasqueó los dedos y sonrió antes de continuar—. Es más, yo podría ser el primero en tu lista de pretendientes.

—Pero a ti te gusta Near.

—Si, tienes razón. Y le soy fiel hasta con la mirada — contestó alzando su dedo índice—. Pero a lo que iba es que Elle no es el único chico raro en este mundo, hay otros tipos mucho más raros.

—Pero yo no quiero otro, a mi me gusta Elle — sus ojos se volvieron aguanosos al instante—. Pero a él le gusta Misa... por eso son novios.

Fue apenas un susurro, las palabras salieron con dificultad antes de volver a agachar la cabeza, quedándose los dos en silencio. Mello no supo cómo reaccionar inmediatamente, de hecho esperaba que Light no recordase nada o al menos que ciertos fragmentos de la noche anterior fueran olvidados debido al alcohol.

—¿Novios...? — Murmuró haciéndose el desentendido.

—Misa me lo dijo hace unos días, pero al principio no le creí—. Continuó cabizbajo, moqueando más que antes. Quizá algunos sucesos de la noche previa eran confusos y borrosos, pero Elle gritándole que no eran más que amigos  no podría olvidarlo ni con la peor borrachera—. Ella me dijo que Shuunsuke le llegó con el chisme de que Elle y yo nos gustábamos, me pidió que me alejara de Elle porque ellos ahora eran pareja, ¡pero eso era imposible porque él era mi novio, no de ella!

—Ayy ¿Y de dónde sacaste que ustedes dos eran novios? — Suspiró antes de rodear el cuello del otro con sus brazos, acercándolo a su pecho.

—¡Porque él me besó! Y... me tocó — Masculló sonrojado, hundiendo más el rostro.

—Sí, pero te dije que te esperaras a que él lo hiciera oficial—. Su voz fue suave, intentando que el reproche no sonase muy severo.

—¡Pero solo los novios se besan! El día de la fiesta me dijiste que no lo tomara en serio porque estaba ebrio, ¡pero esta vez no había tomado nada! — Se excusó, estaba exaltado pero su voz sonaba quebrantada, por ello los largos dedos de Mello se enredaban entre sus castaños mechones intentando calmarlo—. Él dice que me quiere, me abraza pero luego dice que solo somos amigos, pero a los amigos no se les besa en la boca...

—Ya lo sé... — Contestó sin saber qué más decir, tan solo le tomó el rostro con ambas manos para poder quedar ambos frente a frente—. No dejes que esto te afecte, Elle es mi amigo pero la verdad que es un dickhead, esto no afectará en nuestra amistad, seguiremos chateando y cuando tengas vacaciones eres bienvenido de ir a Inglaterra, ¿entendido? — Light asintió emocionado con una sonrisa enorme aunque aún se le veía el deje de tristeza en la mirada—. Pero debes seguir practicando tu inglés.

—Yes, of course—. Sonrió mientras mostraba el pulgar porque todos los días practicaba cada tarde, aunque a Mello le quedaba claro que la pronunciación de Light era graciosa, pero no por ello menos adorable—. Dick means "profundo", right?

—No, deep means "profundo", dick means penis—. De acuerdo, aparte de la pronunciación se debía trabajar en el vocabulario, no era la primera vez que Light confundía los significados.

—Oh... — Sus mejillas se tornaron rojas pero de pronto su entrecejo se frunció, confundido — ¿cabeza de eso es un insulto en inglés?

—Significa idiota, aunque quién quisiera tener su cabeza en forma de pito, ¿verdad? — Light solamente asintió y luego rodeó con sus brazos la cintura de Mello.

—De verdad me vas a hacer falta.

Mello sintió una dramática lágrima colgar del rabillo de uno de sus ojos, pero la contuvo, tan solo devolvió el abrazo por unos minutos, ambos en silencio hasta que fue momento de volver.

__

El regreso había sido incómodo, Elle había tamborileado los dedos sobre el volante al ritmo de la música, cambiando de emisora cada dos minutos creyendo que podría encontrar alguna de esas canciones pop que tanto le gustan a Light, ni siquiera poner Pumped Up Kicks a todo volumen funcionó, usualmente era la canción que a diario el castaño tarareaba o cantaba, mal pronunciado pero en estos momentos hubiese soportado lo que fuese por escucharlo hablar, sin embargo éste se mantuvo en silencio, tan solo con su vista fija en la ventana mientras Elle continuaba conduciendo.

—¡Light-kun! — Llamó alarmando cuando, luego de aparcar frente a la casa Yagami, el castaño salió del auto sin voltear —¿Podemos hablar? — Igual de rápido Elle había abierto la puerta del piloto para ir tras él, se le acercó despacio por detrás cuando éste se detuvo.

—Yo no quiero hablar contigo—. Volteó y se cruzó de brazos frente a su amigo, quien no pudo evitar parpadear sorprendido.

—Light-kun...

—Light, solo Light — interrumpió —tú ni siquiera eres japonés.

Elle mentiría si dijese que dicha hostilidad no lograba calarle, jamás había visto al menor tan molesto y decidido, le quedaba claro que las veces anteriores que lo había visto rabiar hasta le parecía adorable, pero en esta ocasión no podía evitar sentir miedo y desesperación.

—Light... — Comenzó, omitiendo el sufijo solo para no ser interrumpido de nuevo—. Yo no tenía idea de... lo que sentías por mí — masculló avergonzado —, pero sabes que eres mi mejor amigo, no quisiera perder la amistad que tenemos...

—¿Me dices que yo no te gusto? — La pregunta fue retórica, y aunque no lo hubiese sido Elle no creía tener el valor de contestar, no al ver los ojos de Light aguanosos de nuevo —¿Entonces por qué me hiciste creer lo contrario?

—¡Todo fue una confusión! — Podría haber inventado algo mejor, pero sabía que no tenía excusa, recordaba el reproche de la noche anterior, no podía darle a su amigo ninguna razón válida que explicase el porqué lo había besado.

Fuck you... — Murmuró, provocando que los ojos del mayor se abriesen de par en par.

—¿Qué....?

—¡Lo que escuchaste!, fuck you! Fuck you! Fuck you! — Farfulló cerca del rostro del otro, quien estaba sorprendido por escuchar dichas palabras saliendo de la boca del muchacho más dulce que había conocido.

—Light, entiendo que estés molesto, pero de verdad me importas... — Aprovechando la cercanía lo tomó del rostro con ambas manos, sonriendo ladino cuando el castaño no lo rechazó al instante—. Te compré algo en el aeropuerto para demostrarte mi arrepentimiento, ¿no quisieras ir por un helado? Ahí puedo darte mi regalo y lo hablamos con calma.

—O puedes ir a casa de tu novia y entregárselo a ella, de seguro le gustará—. Retrocedió con brusquedad, alejándose de las manos del pelinegro, quien por un momento se quedó inerte, ¿Mello le había dicho a Light lo de Misa?

—¿Cómo lo sabías...? — Susurró sorprendido, no percibiendo la decepción en la mirada del otro, quien todo el día había mantenido una leve esperanza de que el noviazgo de esos dos fuese una broma.

—Eso no importa... la verdad hacen bonita pareja, los dos tan egoístas... — Sonrió ladino antes de llevarse las manos a sus bolsillos y retroceder.

—Light, sabes que yo no soy así... — Estaba abatido, aún así estiró un brazo intentando tomar el hombro del castaño, sin embargo éste se alejó—. Por favor, Light ¿podemos ir a hablar a alguna parte?

—No... — Masculló antes de morderse el labio inferior, creyendo que en cualquier momento la actuación de "rudo" se caería por los suelos y dejaría a la vista el temblor de su cuerpo que intentaba retener además del nudo grueso en su garganta que cada vez le era más difícil contener, por lo que armándose de valor se atrevió a continuar—. No quiero ir a comer un tonto helado y hablar contigo, no quiero que arreglemos las cosas, no quiero que seamos más amigos. 

Elle ni siquiera tuvo tiempo para reaccionar, Light simplemente giró sin dudarlo, dejándolo ahí, con el corazón palpitando angustiosamente.

 


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