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Sin miedo a quererte. por Girlyfairly

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A veces Misa creía que la vida era un asco; los chicos 2D jamás serían reales, My chemical romance seguía sin reunirse y, lo peor de todo, Light había vuelto a la escuela. La tan sola presencia del castaño había puesto tensa la relación con su novio, la cual ni siquiera iba tan bien. Misa estaba segura que a lo mejor Elle no se daba cuenta, pero era imposible no notar que la mirada del pelinegro se mantuvo fija en Light durante casi todas las clases, provocando que la más linda animadora del colegio Daikoku comenzase a desesperarse. Es decir, ella no era de rogarle a los muchachos, los chicos debían seguirla a ella, y había tenido admiradores mucho más galantes que Elle, pero ella estaba encaprichada con el inglés, ¿por qué? Simple, ella no deseaba ser señalada como "la dejada", y si a los 17 años que tu novio te corte no es lo suficientemente trágico, que te deje por alguien de su mismo sexo debía ser el fin del mundo de cualquier adolescente, al menos de una adolescente como Misa.


—Hoy tendré práctica con las animadoras, ¿vendrás a verme? — Rompió el silencio de pronto, sonriendo de una forma tan dulce que ni ella sabía como no le clavaba el tenedor que tenía en la mano al ojeroso de su novio ahí mismo.


—Si, claro —. Respondió como acto reflejo, sin mostrar mucho interés, logrando que la chica se alejase levemente de él.


Misa volvió su vista al plato frente a ella, la hora del almuerzo jamás antes había sido tan incómoda, ninguno había tocado su plato de comida, mientras ella estaba a punto de echar espuma por la boca, Elle parecía estar en otro mundo.


—Oye, amor... — Intentó de nuevo, pasando un brazo por sobre los hombros del muchacho, casi colgándose de él —Mis padres no están en casa, podríamos ir tú y yo luego de mis prácticas y pasar un rato juntos.


Con sutileza pero determinación tomó la quijada de su novio, obligándole a ladear el rostro, uniendo sus labios al segundo siguiente. Elle apenas correspondía, Misa estaba tentada de morderle la lengua y patearle las bolas en ese momento, porque semejante rechazo era simplemente indignante, pero se contuvo, puso más esmero sabiendo que eran observados por cierto castaño de ojos miel, quien sentado casi al principio de la cafetería, se quedó helado al ver la escena.


Misa casi sonrió sobre los labios del chico cuando sintió como su beso era correspondido, pero el gusto le duró muy pocos segundos, cuando Elle al fin comenzaba a ceder se separó de forma repentina, con los ojos abiertos de par en par y una expresión asustada, como si lo que acaban de hacer era el contacto más impuro que existía. Aún alterado paseó su mirada por toda la cafetería, encontrándose con algunos ojos curiosos pero ni rastros de quien realmente le importaba.


—¿Dónde está Light? — Pensó en voz alta, lo suficiente audible para que la chica a su lado pusiera los ojos en blanco.


—¿Realmente importa? — Espetó mientras se cruzaba de brazos. La promesa que Elle le había hecho sobre poner empeño en su relación y no mencionar a Light se había ido por el caño tan pronto el susodicho cruzó el portón de la escuela esa mañana.


—Necesito hablar con él...


—¿Te gusta?


A esta altura quizá no le sorprendería que Elle fuese gay, total, no sería el primero ni el último, además ese excesivo interés no podía tener una explicación heterosexual; aunque eso no quitaba el hecho de que sería un golpe duro para su corazón, y otro directo a su dignidad. ¿¡Por qué tenía que ser justamente Light!? ¡Del muchacho de quien todos se burlaron en la fiesta de la navidad pasada cuando en el juego de la botella el castaño confesó haber creído en Santa Claus hasta los catorce años!


—Es mi amigo y...


—No es lo que pregunté—. Interrumpió al instante, más seria que antes.


—Misa, no es el momento para hablar de ello. Necesito encontrarlo para arreglar las cosas—. Ni siquiera esperó la aprobación por parte de la chica, tan solo le dio un escueto beso en la mejilla y le prometió que volvería pronto antes de ponerse en pie.


Sabía que con su respuesta y acciones dejaba a sus espaldas un problema igual o más grande que Rusia, sin embargo afirmar que sentía por Light algo más que amistad no era fácil, sobre todo porque tampoco estaba del todo seguro, pero tampoco tuvo el valor de pronunciar un rotundo no, menos cuando el día entero se la había pasado al pendiente del castaño.


oOo


—¡Tonta Misa! — Bufó antes de patear la valla metálica que rodeaba la azotea .


Pensó que ver a esos dos no le afectaría tanto, sin embargo presenciar los cariñitos que ella le hacía en el cabello a Elle durante clases había sido difícil de soportar, ¡pero la gota que había rebalsado el vaso era ver a la... muchacha esa besar al que casi iba a ser su novio! "Tonta, tonta, tonta", farfulló una vez más mientras aferraba los dedos al vallado, pataleando y apretando la mandíbula, reteniendo las palabras malsonantes que desde pequeño sabía que no era correcto decirlas, pero que tan bien se apegaban a Misa en estos momentos.


—Ella ni siquiera es tan bonita... — Susurró con apenas un hilo de voz. Así de fácil como la furia e impotencia se habían hecho presentes, así habían desaparecido, dando paso al amargo pesar de ver a la persona que te gusta junto a alguien más.


No importaba si el cabello rubio de Misa no era natural, si sus ojos azules eran falsos o si su falda era mucho más corta que lo reglamentado, al final era ella de quien Elle estaba enamorado y eso dolía tanto que fue imposible que las lágrimas no se agolparan tras sus párpados.


—¿Light? — Con mucha rapidez y nada disimulado el aludido se limpió las mejillas con la manga de su saco al escuchar a alguien detrás de él —¿Podemos hablar? — Shuunsuke se situó frente al castaño y lo tomó de ambos brazos cuando éste giró bruscamente con intenciones de pasarle de largo.


—Estoy ocupado —. Murmuró mientras apartaba la mirada. Shuunsuke lo tomó de la barbilla, obligándolo a verlo a los ojos.


—¿Acaso no te lo advertí? — Light frunció levemente el entrecejo al escucharlo, recordando el estúpido mensaje que había recibido unas noches atrás, donde el capitán juraba estar arrepentido y quererlo de vuelta al mismo tiempo que le hablaba mal de Elle—. No deberías llorar por ese imbécil cuando te he contado lo que Misa me ha dicho, le propuso ir de viaje junto a su familia tan pronto las clases acaben. Tú y yo también podríamos pasarla...


—¡No estoy llorando por él! — Farfulló antes de empezar a revolverse con intención de alejarse —¡Tampoco me importa si ambos quieren irse lejos! — De forma brusca lo empujó con ambas manos por el pecho, y aunque Shuunsuke podía ser o lucir más fuerte, el ajetreo previo le hizo aflojar su agarre, aprovechando Light para escabullirse.


Sin perder tiempo se dirigió a la puerta de la azotea y comenzó a bajar las angostas escaleras que conducían al patio trasero. Por supuesto que mentía al decir que no le importaba, de hecho ahora que sabía que no vería a Elle en todas las vacaciones y que, peor aún, estaría con Misa todo el tiempo lo hacía sentir mucho más triste; sin embargo no tenía tiempo para acurrucarse en el suelo y depositar todas sus esperanzas en los "me quiere, no me quiere" de los pétalos de una flor, no cuando escuchaba los pasos apresurados de Shuunsuke detrás de él, quien hacía lo posible por alcanzarlo antes de que el castaño saliese de las escalinatas.


—¿Light?


Light pegó un pequeño respingo al quedar frente a Elle tan pronto cruzó la puerta, quien había debido dar un paso hacia atrás para evitar que la misma le golpease el rostro por la brusquedad con la que el castaño la empujó. Conociéndolo como lo conocía, Elle sabía perfectamente dónde ir si quería encontrar a Light, aun así lo había tomado por sorpresa verlo tan de repente, un asombro que cambió a preocupación cuando vio lo agitado que el castaño se encontraba y lo triste que brillaban sus ojos.


—¿Estás llorando?


—¡Elle, vámonos! — Por un momento el pelinegro había olvidado que su novia venía siguiéndolo de cerca, pero aún así no se dejó llevar por ella cuando ésta lo tomó del brazo y lo jalo hacia sí.


Light apartó la mirada, en parte agradecía que la rubia hubiese aparecido, así él no debía dar explicaciones, pero también su aparición había logrado que sus ánimos fuesen de mal en peor, no era así como esperaba pasar su día al volver a clases luego de su gripe inventada. Y peor aún, todavía le faltaban un par de horas más en las que tenía que soportar verlos tomados de la mano y esas cosas cursis que estarían bien solo si fuesen con él.


—Con permiso... — Masculló cabizbajo, retomando su camino.


Elle tuvo intenciones de sujetar al castaño para detenerlo, pero sus planes cambiaron al ver a Shuunsuke cruzar la puerta unos segundos después de que Light lo había hecho, haciendo que todo cobrase sentido para el inglés.


—¿¡Qué le hiciste a Light!? — Dejando la preocupación de lado, se abalanzó contra el rubio muchacho, impulsado por la ira lo sujetó por las solapas del saco, sin importarle la clara ventaja que el fornido capitán tenía sobre su flacucho cuerpo.


—¡Elle, suéltalo! — Chilló Misa, roja por la vergüenza. Aún si el patio trasero no era muy visitado por los estudiantes, tampoco era del todo solitario, por lo que aunque la audiencia no fuese enorme, los pocos presentes ya comenzaban a verlos de reojo.


La misma razón que impulsaba a Misa por detenerlos, era la misma razón que obligaba a Shuunsuke a no responder de forma violenta. No tenía intención de verse envuelto en una pelea, aun si deshacerle el rostro al búho ése era una propuesta muy tentadora. Sin embargo al capitán no le convenía que los rumores comenzasen a esparcirse entre los pocos espectadores, pero cualquier intención de mantener la calma se fue a la mierda cuando Elle se atrevió a lanzar el primer golpe, justo al mentón del más alto.


—¡¡Elle, es verdad que él no me hizo nada!! — Alarmado por el sorpresivo golpe, Light regresó sus pasos y sujetó a Elle por detrás intentando separarlo.


A este punto Misa ya se había hecho a un lado, más que nada porque de forma "inconsciente" Light la había empujado al acercarse para sujetar a Elle. Sin embargo prefirió no jalar del cabello al castaño, ya suficiente era la vergüenza como para armar ella otro drama.


—¡Ya escuchaste! ¡Yo no he hecho nada cara de búho! — Masculló lo más bajo que pudo con el fin de solo ser escuchado por Elle, a quien empujó unos segundos después.


Quizá Shuunsuke no había empleado ni la mitad de su fuerza porque Elle seguía adherido a él como garrapata. El problema del capitán era su conflicto interno, Elle estaba agotándole la paciencia, pero otra parte de él aún se negaba a reaccionar, sobre todo al notar que el pequeño círculo formado cerca de ellos ya comenzaba a murmurar. Probablemente todos, o al menos la mayoría de los presentes, creerían que se trataba de una riña entre dos chicos por el amor de Misa, algo que no sorprendería a nadie pues ya había ocurrido en ocasiones anteriores, por lo que a Shuunsuke no le molestaría si todos creían que la pelea era por la linda animadora. Sin embargo sabía que de esparcirse el rumor, llegaría a oídos del equipo de fútbol, quienes sin problemas atarían cabos al recordar el incidente en la fiesta de bienvenida, honestamente no le convenía.


—¡Elle Lawliet, ya suéltalo! — Farfulló Light muy cerca del oído del pelinegro, un poco cansado y con la frente perlada en sudor por el esfuerzo que ponía en intentar separarlo.


No obstante Elle no parecía o no quería escuchar. Una parte de él sabía que Light no podía mentirle al decir que Shuunsuke no le había hecho nada, aunque la otra parte de él lo convencía que debía tratarse de una excusa por parte del menor para calmarlo, cualquiera que fuese la verdad, a Elle no le importaba. Ni siquiera sabía a qué se debía su repentina furia, solo sabía que no soportaba que siempre anduviera merodeando alrededor de Light.


La mayor parte de su enojo quizá se debía a que inconscientemente había actuado igual o peor que el tipo a quien juraba odiar. Aunque con una gran diferencia, a Elle sí le importaba Light, y estaba dispuesto a defenderlo.


"Probablemente una pelea podría dejarlo fuera del equipo de fútbol" dijo una chica al muchacho que tenía al lado. "Yo más bien creo que tiene miedo" respondió otro. "Pobre Misa, mira su carita..."


Los murmullos iban quedando atrás y los alumnos no temían en dejar escuchar su opinión, desde teorías del porqué se había iniciado todo hasta apuestas de cuantos minutos podría Elle durar de pie, es lo que se comenzaba a escuchar.


—¡Te juro que te vas a arrepentir de haberle hecho daño! — Espetó Elle de forma más clara, y es que aunque antes se había mantenido diciendo palabras entre bufidos, nada coherente había salido de sus labios hasta ahora.


Todos los presentes se quedaron en silencio cuando el inglés se atrevió a lanzar un segundo puñetazo, solamente que esta vez, al estar Shuunsuke más atento, pudo sujetarle la muñeca sin ningún problema. Y aunque su ataque fallido lo pusiera de peor humor, Elle no se detuvo, probó suerte con su otro puño pero obtuvo el mismo resultado, entonces optó por usar sus pies, lanzando patadas que de forma tonta el capitán intentaba esquivar mientras se rehusaba a soltarle las muñecas, razón por la cual fue imposible que más de un golpe no fuese recibido por sus pantorrillas, y al dolor podíamos agregarle que su pantalón café claro ahora estaba hecho un desastre por la suciedad en los zapatos de Elle.


Una excusa es lo que a Shuunsuke le hacía falta, por tonta que fuese, su paciencia no daba para más, por lo que de forma ágil y sin que Elle lo pudiera prever, alzó su puño y lo dejó caer sobre la mejilla izquierda del pelinegro, quien debido al impacto retrocedió algunos pasos al mismo tiempo que su visión se nubló por pocos segundos, la única razón por la que no cayó al suelo fue porque Light lo sujetó al estar aún detrás de él.


—¡Oye! — Espetó Light al instante, acercándose a Shuunsuke para poder reclamarle de frente —¿¡Por qué lo golpeaste!?


—Hazte a un lado —. Fue la única respuesta por parte del rubio, aunque Light ya le debía algunas, pensaba cobrárselas de manera diferente y en un lugar más privado. Además era con Elle el problema en este momento.


—¡No!, ¡no voy a permitir que te acerques a mi amigo! — Con el entrecejo completamente fruncido y extendiendo los brazos hacia los lados, se quedó quieto frente al capitán.


Elle se sobó la mejilla con una mano mientras con la otra se sujetaba la cabeza para recuperarse del leve mareo, pero dejando sus dolencias de lado caminó de nuevo hasta el castaño, sobre todo al ver la forma ruda en la que Shuunsuke colocó una mano sobre el hombro de Light para apartarlo del camino.


Sin embargo Elle detuvo su andar y todos a su alrededor soltaron un suspiro de asombro. Quizá Shuunsuke cometió el error de no haber considerado a Light una amenaza, de hecho nadie esperó que en el mismo momento en que el capitán intentó empujarlo, el castaño le apartase la mano de forma tosca con un brazo para luego lanzarle un puñetazo directo a la nariz, y por más increíble que pareciera para el resto, el golpe de Light pareció ser más certero que el de Elle, pues fue imposible que Shuunsuke no se llevase ambas manos a su nariz mientras retrocedía dos pasos aturdido.


—¡Elle, le di! — Sonriendo ampliamente y con las manos aún hechas puño a la altura de su pecho, Light giró emocionado, quedando frente a su amigo.


—¡Mierda, Light, hazte a un lado!


Como acto reflejo sujetó el brazo del menor para apartarlo con rapidez al notar que a Shuunsuke no le había sido tan difícil recuperarse, quien sin dudarlo tomó el hombro del castaño dispuesto a girarlo y devolverle el golpe, el cual claramente Light hubiese recibido sino hubiese sido por la intervención de Elle, quien no contó con la misma suerte, y es que al quedar él en el camino del capitán, fue imposible no recibir el golpe por parte de éste, un golpe tan fuerte a la altura de la sien que lo mandó directo al suelo, donde quedó tendido e inconsciente.


oOo


Abrir los ojos y encontrarte en tu habitación sin recordar cómo llegaste a ella debe ser muy confuso para cualquiera, pero solo bastaron unos segundos para que el dolor se apoderara de casi toda la parte izquierda de su rostro, recordándole lo sucedido.


—Yo que tú no trataría de moverme tanto.


Elle dio un leve respingo, ni siquiera se había percatado de la presencia de Misa, y esto que la chica se encontraba sentada en la orilla de la cama al lado de él.


—¿Qué pasó? — Preguntó con dificultad mientras llevaba una mano a su mejilla, sintiéndola completamente inflamada.


—Pues que Shuunsuke te pegó tan fuerte que te desmayaste—. Tomó una de las manos de Elle y le ayudó a sentarse despacio, aun cuando todavía se encontraba molesta con él.


Al pelinegro le habían bastado unos segundos para entender que su aturdimiento debía ser a causa de un desmayo, por lo que no se refería a ello con su pregunta, más bien su preocupación era por saber cómo y dónde estaba Light. Sin embargo antes de poder formular una nueva pregunta, alguien llamó a la puerta antes de abrirla, sonriendo Elle ampliamente al ver al castaño parado debajo de ella, sujetando una pequeña hielera azul con ambas manos frente a su cuerpo.


—Perdón, no quería interrumpir —. Susurró apenado, aunque la presencia de Misa no era extraña al tratarse de su novia, realmente no esperaba o no quería verla ahí —Creo que mejor me voy...


—¡Sí!


—¡No!


Contestaron apresuradamente Misa y Elle al unísono, la respuesta negativa por parte del pelinegro provocó que los furiosos ojos de Misa se posaran en él.


—¿A qué te refieres conque no? — Susurró molesta luego de haberse puesto en pie, pero encorvadose hacia adelante para poder tener el rostro de Elle a escasos centímetros y que de esa forma sólo él la escuchase.


—Lo que escuchaste, no quiero que Light se vaya—. Contestó sin intimidarse, sosteniéndole la mirada, provocando que la chica emitiese un pequeño grito ahogado.


—¡Pues yo no quiero que él esté aquí! ¡Se supone que yo soy tu novia! — Farfullo cruzándose de brazos, haciendo un pequeño mohín con los labios —¡Tú eliges, Elle Lawliet, o se va él o me voy yo!


—Creo que realmente lo mejor será que me vaya —. Susurró nuevamente, rojo de mejillas mientras apretaba las manos en las agarraderas de la hielera.


—No, Light, quédate—. Elle dio leves palmadas en el colchón a su lado, invitando al castaño a tomar asiento—. Conoces la salida, ¿Verdad? — Dirigió su mirada a Misa, quien sintiendo su rostro arder por el coraje le soltó una cachetada, sonsacándole un leve aullido de dolor a Elle y un suspiro de asombro a Light, quien casi corrió hasta su amigo para asegurarse de que estuviese bien.


—¡Como sea! — Vociferó antes de girar de forma violenta —¡Ni siquiera eres tan guapo! ¡Tampoco besas tan bien! — Espetó una vez más antes de llegar hasta la puerta, la cual cerró ruidosamente.


—¿Estás bien? — Preguntó Light preocupado tan pronto quedaron solos, se sentó a su lado y sosteniéndole la barbilla ladeó levemente el rostro del pelinegro, viendo que ahora su otra mejilla estaba roja con los dedos de Misa marcados en ella.


—No es nada —. Se encogió de hombros intentando restarle importancia, aunque la verdad es que ya de por sí el dolor a causa de los golpes de Shuunsuke era bastante malo como para ahora agregarle el escozor de la cachetada.


—Tú abuelo me dio hielo—. Estiró su brazo y tomó la hielera que unos segundos atrás había dejado en el suelo, la colocó sobre sus piernas y sacó de ella las compresas frías que Watari había preparado, colocando una de ellas con sumo cuidado sobre la mejilla más lastimada—. Mi mami también me dio un medicamento por si la hinchazón era grave—, continuó mientras sacaba y mostraba un pequeño bote que había guardado en su bolsillo— una vez me caí de la bicicleta, me golpee tan fuerte que mi rostro parecía una uva morada gigante, y el doctor me dio medicina, la cual sabía horrible pero también me regaló muchas paletitas, además a mi papá le dieron vacaciones en el trabajo para que me cuidara, y todas las tardes jugaba conmigo, aunque yo siempre perdía, como una vez que jugamos a "el que hable pierde" pero es que había algo muy gracioso que quería contarle y no me podía esperar, entonces...


—¿Light? — Interrumpió Elle con voz suave y una sonrisa en los labios, logrando captar la atención del castaño, quien aún sostenía la compresa sobre la mejilla del pelinegro —Te extrañé —. Susurró, provocando que las mejillas del muchacho se tornaran rojas.


—Creo que Misa iba muy molesta—. Murmuró intentando desviar el tema.


—Ya sé—. Suspiró —Pero con ese golpe podríamos decir que estamos a mano, ¿no? Es decir, aparte que terminó conmigo casi me dejó viendo los colores diferente con semejante cachetada.


—¿En serio? — Preguntó con suma inocencia pero gran preocupación mientras con mucho cuidado le enmarcaba el rostro con ambas manos —Dime de qué color ves mis ojos.


—Ummm es difícil decir— lo meditó un poco y entrecerró los ojos como si realmente fuese complicado—. Acércate más para poder ver mejor.


Light hizo como se le fue dicho, acomodándose en el colchón se acercó hasta que su nariz casi rozaba la del otro.


—¿Y ahora?


Elle se vio tentado a besarlo debido a la cercanía, sin embargo se limitó a rodearlo con ambos brazos y jalarlo hacía sí, no importándole el dolor que podía provocarse debido al brusco movimiento.


—De verdad te extrañé—. Susurró de nuevo mientras aún abrazándolo lo jalaba consigo hacía la cama, situándose ágilmente encima de Light en pocos segundos.


—¿Qué ha-ces? — Colocó ambas manos sobre el pecho del mayor, intentado así mantener aunque fuese una pequeña distancia entre ambos.


—Nada, solo quiero que me veas de cerca—. Sonrió de lado al notar el leve sonrojo en las mejillas del otro. Ahora se daba cuenta que ese momento lo había anhelado más de lo que se atrevía a admitir—. Misa dijo que no soy tan guapo, ¿tú qué dices?


—Pues... — Apartó la mirada nervioso—. Es que ahorita no lo eres tanto, tienes una mejilla más hinchada que la otra y se te está poniendo bastante morada—. El pelinegro soltó una suave risa ante la sinceridad del otro.


—También dijo que no beso tan bien—. Intentó de nuevo al tenerlo inmóvil bajo su cuerpo, pero al Light prever las acciones de Elle, cubrió sus labios con ambas manos, besando el pelinegro tan sólo el dorso de las manos del castaño.


—Perdón por encontrarlos en una situación tan comprometedora... de nuevo —. Interrumpió Watari luego de aclararse la garganta. Elle ni siquiera se inmutó, ya estaba acostumbrado a que su abuelo no llamase a la puerta antes de entrar, en cambio Light si intentó removerse mientras tenía el rostro completamente rojo—. Pero tengo a la señora Yagami en el teléfono y quiere saber si Light dormirá aquí.


—¡Sí!


—¡No! — Contestó Light al instante, contradiciendo al pelinegro —¡Lo siento mucho, señor Watari! ¡Ahorita bajo para hablar con ella!


—¡Oh, no te preocupes, muchacho! — Hizo un ademán con ambas manos con el fin de calmar al castaño, sobre todo al ver la forma tosca en la que el adolescente apartó a su nieto al sentarse apresurado—. Yo le digo que llegaras más tarde. Ah, y Elle... — Habló una vez más sin soltar la perilla de la puerta —Recuerda lo que hablamos acerca de la seguridad.


El pelinegro asintió antes de apartar la mirada, sabiendo que su abuelo se refería al acto que incluía a Light y él desnudos en una cama, una situación a la cual no había pensado llegar por el momento, pero tan solo la imagen que se formó en su cabeza le hizo sentir las mejillas arder.


—Será mejor que me vaya —. Interrumpió tan pronto la puerta se cerró, poniéndose en pie mientras acomodaba su ropa—. Yo solo quería estar seguro de que estabas bien.


—Disculpa por lo de hace un momento—. Repitiendo las acciones del castaño se quedó de pie detrás de él, sin atreverse a acercarse por completo—. Creo que el imbécil de tu ex novio me golpeó tan fuerte que me dañó más el cerebro—. Elle sonrió aliviado al escuchar la suave risa que escapó de los labios del castaño.


Estaba tan feliz de verlo que realmente deseaba pedirle que se quedara más tiempo, pero también debía admitir que su forma previa de actuar no había sido para nada apropiada, reconocía que últimamente tomaba las peores decisiones y en ocasiones resultaban ser egoístas. No podía esperar a que Light correspondiese su beso y se lanzase a sus brazos solo porque ahora a él se le había dado la gana admitir que el interés hacia el castaño iba más allá de la amistad. Por ello prefirió no insistir, porque la euforia por tenerlo cerca luego de tantos días podría hacerle decir cosas apresuradas o seguir actuando de manera inapropiada, y lo que menos quería era que Light siguiese pensando que tan solo era un mentiroso más.


—No vuelvas a meterte con Shuunsuke—. Continuó Light unos segundos después, girando sobre sus talones para quedar frente a frente con Elle, quien confundido frunció levemente el entrecejo.


—Pero no lo defiendas que me duele—. Refunfuñó haciendo un mohín con los labios, luciendo tan infantil que fue imposible que Light no sonriera de nuevo.


—No lo defiendo, es solo que no quiero que estés en otra pelea... De verdad me preocupaste—. Susurró lo último con un semblante más serio.


—Lamento haberte preocupado—. Sonrió mientras daba dos pasos al frente, quedando más cerca y sintiéndose tentado de abrazarlo de nuevo, pero se contuvo — ¿Comemos juntos mañana a la hora del almuerzo?


La tan sola pregunta del pelinegro provocó que la sonrisa desapareciese del rostro de Light y que Elle entrecerrase los ojos confundido.


—Ah sí, ya recuerdo, también venía a decirte que nos suspendieron a los tres por dos días, y que mi padre dice que te odia por ser la causa de mi primera suspensión—. Contestó rápidamente mientras se rascaba la mejilla con el dedo índice de forma nerviosa—. Si revisas tu mochila encontrarás una nota de parte del director, dijo que tu abuelo debía firmarla.


Elle no esperaba menos, sabía que estar envuelto en alguna pelea tenía sus consecuencias, entre ellas ganarse más el odio del señor Yagami.


—Bueno, supongo que tendré que decirle a mi abuelo más tarde —. Soltó un suspiro y se encogió de hombros resignado —¿Al menos podrías desbloquearme de tus contactos para hablar más noche?


—No creo que sea conveniente...— Masculló cabizbajo luego de meditarlo unos segundos.


Negarse había sido demasiado difícil, sobre todo cuando lo que más quería era recibir una llamada o un mensaje por parte de él antes de dormir. No estaba seguro si lo que había presenciado había sido una ruptura amorosa entre esos dos, pero no quería comenzar a hacerse ideas que no eran, ni comenzar a volar alto de nuevo, en cambio intentaría entender que Elle sería su amigo y nada más, porque al final de cuentas terminar una amistad con alguien solo porque no le gustas a esa persona no era excusa suficiente, pero no creía estar listo para aceptar dicha idea tan repentinamente, más cuando Elle había intentado besarlo de nuevo unos minutos atrás.


—Entiendo... — Contestó después de un tiempo, sintiéndose levemente decepcionado por no haber recibido la respuesta esperada —¿Al menos puedo volver a llamarte Light-kun aunque no sea japonés?


—Ummm esta bien, pero solo porque me gusta como suena —. Sonrió entrecerrando los ojos —Nos vemos en dos días —. Se despidió agitando los dedos antes de caminar hacia la puerta, Elle tan solo le devolvió el ademán con la mano, regresando a la cama tan pronto Light salió de la habitación.


Tomó una nueva compresa y la acomodó sobre su mejilla mientras repasaba lo que había sucedido durante el día: una pelea, una ruptura y un reencuentro. Si el día le había resultado largo, ahora esperar dos más sería una tortura. Serían los dos días más largos de toda su jodida vida.


 


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