Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

BBC. Él, ella y yo {Johnlock} por amourtenttia

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Capítulo 7.

Jim Moriarty era un hombre peligroso. No existía duda alguna de ello. El genio detrás del imperio criminal más grande en el mundo, capaz de orquestar un sinfín de actos todos únicamente para sus sádicos propósitos. Holmes podría dedicar una buena parte de su tiempo encontrando maneras excelentes de describir a aquel ser, pero definitivamente habría usado nunca palabras como "padre amoroso" o "incurable dueño de un hogar". Sherlock nunca admitiría que fue sorprendido por ello.


Cuando Rosamund se peleó con otra cría del instituto, el detective supo desde el primer momento que no era resultado de un evento aislado. Algo se venía cociendo en el ambiente escolar de su pequeña, y él había sido demasiado ciego al no notarlo.

Jamie E. Moriarty es una niña superdotada. Al menos esa es la conclusión a la que el detective llega luego de conocerle, tras apenas segundos. Sus dotes naturales superan con creces los de su pequeña, pero no por ello ha demostrado ser mejor. Sherlock piensa seriamente que ese es el origen de la disputa.

Rosie ha sido entrenada en ello desde temprana edad —pese a las instrucciones firmes de Watson de mantenerla al margen de los casos—, Sherlock ha puesto empeño sobrehumano en exteriorizar sus técnicas y, aunque la rubia continúa en primera base, sus habilidades son excepcionales.

Elise —su segundo nombre, y por el cual a menudo es llamada, según ha escuchado por Rosamund— tiene la capacidad de volverse todavía más peligrosa que sus padres. John no deja de repetirle a Sherlock que no puede —ni deberían, en realidad— ponerse a averiguar de dónde ha salido la niña, dado que, en todos esos años, ni una sola pista de su existencia salió a colación. Ni las investigaciones de Watson, ni en aquellos años donde Sherlock fingió su muerte.

La conclusión de ambos es la misma; Moran fue el guardián de la chica. No había otra opción razonable.

Tras verlas convivir por primera vez, Watson se da cuenta de que los comentarios de su ahora esposo no pueden ser más atinados. Rosamund no ha dudado en corregir a la otra al menor error —una equivocación es inaceptable, diría su esposo—, y Elise no ha dudado en demostrar que no solamente puede aprender rápido, sino que puede ser mucho mejor. Por supuesto, Rosie no quiere quedarse atrás luego de esto.

La hipótesis de su director es correcta. Peligrosa, pero acertada. Juntas se empujan a mejorar a cada paso, y aquello que les tomaría más tiempo de forma individual puede ser mejorado en la mitad de tiempo.

John termina su taza de café mientras las mira trabajar en la sala del departamento. Escucha lo que parece el comienzo de una nueva disputa y, por increíble que sonase, deja que lo que tenga que pasar pase. Se ha cansado de ser ignorado —luego de unas horas en las mismas, cualquiera lo habría hecho—. Los ánimos se calman y vuelven a su proyecto.


Casi puede escuchar a Sherlock decirle que debió hacerle caso desde el principio. "Es como verme desde fuera, hace mucho tiempo... Si Moriarty se hubiese aparecido ante de mi desde el primer momento, claro está"

"Idiota" es lo único que puede pensar Watson en ese momento, y escucha el sonido de su teléfono. Frunce el ceño mientras deja la taza de lado. ¿En qué momento su vida se había vuelto esto? Un mensaje del mismísimo padre de la chica estaba ahora en su pantalla. Vale, sabía ya que ese loco podía comunicarse con ellos de cualquier manera —realmente, cualquiera que se le ocurriera—, ¿debería agradecer que utilizara métodos aceptables?


Pasaré por ella en 5.
SM.


Se hunde en su asiento, relee el mensaje y observa a las niñas frente a él. No, no agradecerá ese tipo de cosas. Su vida ha sido extraña desde que llegó allí, y ya debería de haberse acostumbrado a ese tipo de cuestiones. Niega imperceptible antes de ponerse de pie. Deja el móvil de lado. Elise le observa como si supiera que ese texto es de su padre.

—No debe tardar demasiado, ¿no es así? —dice, con una sonrisa que le recuerda indudablemente al pelirrojo.

Encontrar las similitudes entre ella y ambos le provoca dolores de cabeza. Es como una mezcla perfecta de sus actitudes, de sus modos. Incluso su aspecto, de alguna manera...

Casi aterrador. Malditamente aterrador.

—Cinco minutos. Eso dijo—responde, sereno.

Sherlock está trabajando en un caso, y él tiene que estar de niñera. Nada fuera de lo ordinario, desde que las niñas empezaran a trabajar juntas. Oh, y el lugar, sencillo, escogido especialmente por todos en común acuerdo. Ni Moran daría su ubicación, ni ellos enviarían sola a Rosie a esa dirección.

"—Nunca raptarías a una niña, Holmes... Especialmente a nuestra niña. La última que persona que lo hizo no vivió para contarlo—"fueron las únicas palabras que dijo Sebastian al respecto, el día en que la llevó por primera vez.

De eso había pasado un mes exacto.

Cuando fue la hora de irse, Elise ya tenía sus cosas dentro de una mochila de marca—John secretamente pensaba que era una niña demasiado mimada, pero con el inusual porte que tenía no la veía usando otro tipo de cosas—, bajó las escaleras acompañado del doctor y este casi tiene un infarto al encontrarse a Jim Moriarty ahí parado, junto con Sebastian Moran.

—¡Papi! —escuchó cantar a la menor.

Estaba demasiado sorprendido de encontrarse ahí al culpable de los peores años de su vida como para sorprenderse más de la amorosa manera en que el hombre abrazó a la rubia de cabellos cenizos.

—Acompaña a tu padre, cariño... Necesito consultar unas cosas con el doctor—pidió Jim con un tono completamente extraño

John mantuvo la calma tanto como le fue posible. De acuerdo, quizá todavía hubiera cosas que podían sorprenderle, después de todo. Miró como la chica de 13 años asentía antes de irse de la mano de Moran, que le dedicó una mirada divertida antes de salir junto a ella.

Volvió su mirada al consultor, este le observaba con sorna.

—¿Me extrañaste? —musitó, burlón.

Sintió unas ganas tremendas de romperle la nariz del mismo modo que lo hizo con Sherlock, hace ya varios años atrás.

—¿Qué demonios haces tú aquí? —escupió, irritado, y miró sin poder evitarlo por las escaleras.

No necesitaba que su pequeña viera a aquel hombre en su vida, nunca.

Soportaba la presencia de Sebastian, la cual resultaba necesaria de alguna manera, pero de ello a dejar convivir a Rosie con Moriarty cerca...

—Arreglo algunos cabos sueltos, ¿está Sherlock en casa? Oh, torpe de mí... Claro que no está aquí... De otro modo, no estaría yo aquí... No te preocupes, mi querido Watson, no es necesario... —dice, arrastrando las palabras al notar como el médico ha deslizado su mano hasta su bolsillo, no carga el teléfono encima, no puede contactarlo— Para cuando Sherly regrese ya estaré a varios metros... No te preocupes, no busco ninguna guerra innecesaria. Hemos crecido ahora, ¿cierto? Cada quien con sus responsabilidades...
John contiene el aliento cuando el otro se acerca demasiado. Jim se aleja con una sonrisa en el rostro, que pronto forma una línea en sus labios. La seriedad crea un ambiente tenso.

—Necesito un favor suyo, a decir verdad... Me cortaría las manos antes de suplicarles por algo, pero de esto depende la seguridad de mi familia... Y créeme cuando te digo que nada, ni nadie, alcanza a mi familia si puedo evitarlo...

Jim camina alrededor de Watson, mientras este reconstruye lo dicho.

—¿Eres una especie de ama de casa ahora? —gruñe

—Soy padre, Watson... Tal como tú... Harías lo necesario por proteger a tus crías, no dudes ni un segundo que yo no haría lo mismo por las mías.

—Discúlpame por dudarlo, pero eres un hombre con antecedentes... —replica, molesto, pero antes de que pueda agregar nada tiene de nuevo al otro frente.

Ha sido un movimiento tan rápido que le ha asustado, si tuviera que sincerarse. Jim está frente a él, su mano a centímetros de su cuello y una mirada que inyecta pavor.

—Ni una palabra más, doctor... Te lo advierto... Mis hijos no deben saberlo. Eso es lo que quiero.

Watson boquea cual pez fuera del agua, sacándole una sonrisa al otro.

—Oh, ¿creíste que solo hablaba por mi adorada Jamie, la niña de mis ojos...? No, doctor... Las casualidades no existen... El universo raramente es tan perezoso... Tengo un hijo... Un hijo increíblemente bueno. Y ni él ni Jamie pueden enterarse nunca de las cosas que he hecho... Sherlock y tú la tienen fácil... Ser parte de los buenos... ¿Dejarán alguna vez de ser tan asquerosos? Hablo en serio, habilidades como las suyas me vendrían bien... ¿Demasiado pronto para pedirte unirte a mi bando? Me tomó años animarme...

—Incluso si lo que dices es cierto—le corta John, incrédulo, pero visiblemente irritado— ¿Por qué deberíamos ayudarte? No mereces ayuda de nadie, ciertamente no nuestra ayuda... O mí ayuda. ¡¿Tienes idea de la mierda que provocaste en mi vida?!

Los ojos del otro brillan.

—Soy plenamente consciente de ello—oculta una sonrisa— Moran no la tuvo fácil tampoco, si te da algo de consuelo... ¿Cuánto tiempo fue que estuve muerto? —murmura, fingiendo demencia, y luego mira al doctor— Quizá deberían salir alguna vez, quejarse de lo mal que la pasaron cuando fingimos morir...

—No has respondido la otra pregunta. ¿Por qué nosotros? El mundo entero sabe ya quién eres...

—No deberías subestimarme tanto, Watson... Hice creerles a todos que yo fui la víctima, y puedo borrar eso mismo si así lo deseo... En lo que a mi familia respecta, no soy más que un simple profesor de la universidad, preferiría que se mantenga así.

—¿Profesor? ¿Así debería llamarte ahora? —se mofa John, cruzándose de brazos

—Profesor Moriarty, me gustaría más...—responde Jim, sereno.

John rueda los ojos.

—No estoy pidiéndote esto por mí, si es lo que quieres creer. Lo hago por ellos. Te lo he dicho ya... Haría lo que sea por ellos.

Watson frunce el ceño, pero parece mucho más accesible a la idea. Intuye seriamente que va a arrepentirse de ello, pero finalmente suelta un suspiro. Jim parece satisfecho con ello, pues la sonrisa en sus ojos al oírle no tiene precio.

—De acuerdo... Elise no lo escuchará de nosotros.

Para la sorpresa absoluta de John, cuando Sherlock regresa esa noche, y tras hablar con él el tema tratado con Moriarty, se muestra en acuerdo inmediato.

—Maldita sea, pagaría lo que fuera por haber visto eso... —dice casi al instante.

John mira con extrema curiosidad a su esposo.

—No fue tan impresionante...

—No lo entiendes, ¿verdad? Oh, cariño... Siempre ves, pero no observas.

El médico frunce el ceño, pero no responde. Le da lugar para explicarse.

—Vino arrastrándose hasta aquí para garantizar la seguridad de sus hijos... Se humilló yendo hasta ti... Convencerme a mí sería sencillo. Nos da ventaja, John. ¿No puedes verlo? Convencerte a ti, por otro lado... Incluso si yo hubiese estado bien con ello, tú eras el verdadero inconveniente.

—¿Quieres decir que fui su archienemigo número uno al menos un instante?

—Un archienemigo de por lo menos tres años, en realidad. Ese es el tiempo que le tomó presentarse frente a ti, no debió ser fácil para él hacerlo... ¡Debimos poner cámaras en la planta baja!

John contiene una risotada ante la inconformidad del otro y pronto le besa para calmarle, aunque sea un poco. Quizá ese tipo de sorpresas no eran tan malas, después de todo.

Nunca se imaginó que sería él quien podría decir que obligó a James Moriarty a humillarse pidiendo su ayuda.
.

.

.

 

Notas finales:

EDITADO EL 01/12/2018

Siendo que esta historia (en mi opinión) funciona también como una serie de one-shots estoy colocándola hoy como "Terminada". En realidad quiero poner unos cuantos capítulos más para meter a la familia completa, en su dinámica junto con situaciones diversas, pero eso será para otra ocasión~ Espero disfrutaran leyendo hasta donde tengo ahora.

Gracias por leer~

.

.

.

¡Visita mi blog para encontrar más historias!

https://fanfickeramourtenttia.blogspot.com/

Más de este fandom:

https://fanfickeramourtenttia.blogspot.com/p/categoria-sherlock-bbc.html

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).