-¿Cómo te sientes, bebé?
-No quiero ir a la escuela, papi.
El menor aún temblaba y su pecho dolía, al igual que el resto de su cuerpo.
-No lo harás, tranquilo.
-Yurio, Seung vendrá para hablar contigo.
-¡No! ¡No quiero recordarlo!
Los ojos de Yuri se comenzaron a rizar y Vicktor tomó con sutileza su mano.
-Tienes que hablarlo con Seung. Él te va a ayudar con esto.
-No, no quiero. Él va a decírselo a Pichit y entonces todos lo van a-
-No dirá nada y aún si lo dijera, Pichit guardará el secreto. Hasta él sabe qué cosas no puede decir.
El pequeño rubio comenzó a llorar nuevamente y se aferró al peli-plata, tratando de calmarse. Estaba asustado, se sentía indefenso y asqueroso, pese a ya haber sido limpiado, pero eso no era más que el inicio de su tormento.
Transcurrió una hora y se escuchó que tocaron el timbre. Después de que Yuuri volviera de abrir la puerta, llegó con Seung y pidió a Vicktor que saliera de la habitación para que ellos dos pudieran hablar tranquilamente.
Pasó un buen rato hasta que Seung salió de la habitación del pequeño omega y por el semblante que tenía, Vicktor y Yuuri sabían que no eran buenas noticias las que iban a recibir.
-Les recomiendo que no lo hagan salir por un tiempo, sí no va acompañado de algún alfa a quien le tenga confianza, también puede ser con un beta u omega, pero tiene que tratar de convivir con alfas o después podría presentar comportamientos problemáticos.
-¿A qué te refieres con eso?
-Verás, Yuuri-kun... Yuri me dio permiso para decirles la mayor parte de las cosas que me dijo y por lo que hablé con él... Él ha desarrollado un impresionante temor por los alfas, ya que al parecer todos los que lo violaron lo eran. Él no querrá salir por un largo tiempo, pero sí lo dejamos que se quede en casa, con el tiempo va a ser más difícil hacer que salga.
-¿Y cómo sabremos con quienes sí se siente seguro?
-He hablado con él y accedió a que mañana traiga a todos los alfas que conoce. Obviamente no están al tanto de la violación de Yuri y para evitar que entre en una crisis nerviosa, los haremos que primero se acerquen a la puerta y sí Yuri presenta algún cambio en su comportamiento no les permitiré pasar, en cambio si logra tolerar que entren, los dejaré a solas por un rato.
-Seung, en verdad te lo agradezco.
-No te preocupes, Vicktor-kun. Es mi trabajo y él es su hijo, no podía dejarlos así.
Después de una corta charla, Yuuri subió a la habitación del menor, que ya se había quedado dormido. El corazón de pelinegro se estremeció al notar las marcas de llanto en el rostro de su pequeño. Habían pasado años desde la última vez que lo había visto en ese estado.
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~A la mañana siguiente~
-Seung, llegaste rápido.
-Sí, es que ya está todos. ¿Cómo está Yuri?
-Yuuri está hablando con él, aunque está tranquilo.
-Subiré con él, deja que pasen los demás.
-De acuerdo.
Vicktor abrió la puerta, mientras dejaba entrar a los pocos alfas que Yuri conocía, aunque eso no fuera de su agrado, ya que entre esos alfas estaba Otabek. Era obvio que estaban confundidos, pero nadie se atrevía a preguntar qué hacían ahí, pues Vicktor estaba evidentemente serio y eso era bastante inusual en él.
Yuuri bajó y saludó a todos, pidiendo que Pichit fuera el primero en subir.
-¿Puedo pasar, Seung?
-Claro, pasa.
Yuri se tensó cuando Pichit entró a la habitación, pero se calmó a los pocos segundos. Él sabía que Pichit no era ninguna amenaza y sabía que podía confiar en él.
Pasó un rato e hicieron que subieran en orden; siendo después Yakov, Lilia, Mari, Leo, Georgi, Emil, Mila, JJ, Chris y Otabek. Cuando terminaron, Seung pidió a Yuuri que subiera para poder hablar a solas.
-¿Qué ocurrió con Yurio?
-Pese al hecho de que subieron todos, no se sintió muy cómodo con todos. Y de hecho a algunos les dijo lo que le ocurrió.
-¿Entonces? ¿Qué dijeron? ¿A quiénes les dijo?
-Sólo les dijo a Yakov, Lilia, Mari, Pichit y JJ.
-¡¿A JJ?!
-... Cuando se quedó a solas con Yakov, Lilia, Mari y Pichit, se mantuvo tranquilo, pero cuando subieron Emil y Leo se mostró levemente incómodo y con Georgi también se mantuvo tranquilo, pero no le dijo sobre lo ocurrido.
-¿Qué hay del resto?
-A Chris, a Mila y a Otabek ni siquiera les dejó pasar, entró en una taque de pánico antes de que llegaran a media escalera. Y por extraño que suene, cuando subió JJ se mostró completamente relajado. Incluso cuando le contó su situación comenzó a llorar frente a él.
-Esto es algo...
-Es posible que pese a todo lo que dice de JJ, realmente lo quiere y le tiene confianza.
-¿Entonces qué deberíamos de hacer?
-Por ahora, traten de sacarlo a pasear un poco, pero que no vaya solo y que no sea en la noche. Y que vaya acompañado de Mari-chan, Yakov, Lilia, JJ o de algún beta u omega que le hable.
-De acuerdo...
-Yuuri-kun, no estés tan preocupado. Sí te muestras así ante Yuri, en definitiva harás que se sienta peor.
-Lo siento mucho, es sólo que me siento tan...
Yuuri comenzó a llorar en brazos de su amigo y cuando finalmente se calmó, bajó con los que aún estaban, antes de que se retiraran del lugar.
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-¿Qué pasa, Otabek?
-Mila, ¿has logrado contactar a Yura?
-No. Ya le llamé varias veces, pero no responde su celular, ¿por qué?
-Me tiene preocupado. Desde la vez que se fue sin decir nada ya ha pasado una semana y sólo una vez pude casi verlo, porque no me dejó entrar a su habitación.
-Eso es bastante inusual. Él odia faltar a la escuela y desde esa vez no ha venido, ¿acaso estará enfermo o algo parecido?
-No lo sé, sus padres no me dejan verlo y ayer que fui a su casa, él me gritó que no quería volver a verme, mientras me aventaba desde la venta los peluches y fotos que le regalé, de hecho son los que están allí.
-¿Será posible que se haya enterado de que mi primo es tu omega destinado?
-No creo y aún si fuera eso, sus padres no lo dejarían faltar por un berrinche.
-¿No ha salido de su casa?
-Sí ha salido. Yuuri-chan me lo dijo, pero sólo ha ido a visitar a sus abuelos o va a caminar un rato con Lilia y Yakov, para después volver a su casa.
-Eso suena demasiado sospechoso. ¿Crees que sí voy me abra?
-Hay una pequeña posibilidad.
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-Buenas tardes, Yuuri-kun. Soy Mila, una amiga de Yuri.
-Lo siento mucho, pero Yurio no quiere ver a nadie en estos momentos.
-Pero-
-¡Yuuri-kun!
Mila volteó rápidamente al escuchar esa desesperante voz, que ya todos sus conocidos de Yuri Nikiforov conocían a la perfección.
-Hola, JJ. Ha pasado un tiempo, ¿no crees?
-Así es, Mila. Por cierto, buenas tardes, Yuuri-kun.
-Hola, JJ. ¿Qué ocurre?
-Quisiera ver a Yuri, ¿puedo?
Antes de que Yuuri pudiera contestar, Mila lo interrumpió abruptamente.
-¡Yuri no quiere ver a nadie!
-¿Y cómo sabes eso?
-Yuuri-kun me lo acaba de decir.
-E-esto... Permítanme un momento, iré a ver a Yurio.
Yuuri fue a la habitación de su amado hijo y abrió con cuidado, para ver sí estaba despierto y así es, estaba abrazado a Potya y Makkachin estaba tumbado junto a sus pies.
-Cariño, Mila vino a visitarte.
-Di-dile que se vaya. No quiero ver a nadie.
-Pero también ha venido JJ a verte.
-... Déjalo que suba, pero haz que Mila se vaya, por favor. Realmente no quiero verla.
-¿Por qué no quieres verla?
-Sé que si la veo me sentiré incómodo y sé que sí ella sabe lo que me ocurrió, le dirá a Otabek.
Yuuri suspiró cansado y se retiró de la habitación, dirigiéndose a donde se encontraban los dos jóvenes, que aún discutían.
-¿Qué dijo, Yuri?
-Lo siento, Mila. Él dijo que en verdad no te quiere ver.
-¿Al menos puede venir Otabek para verlo?
-Tampoco quiere ver a Otabek, aunque no me ha dicho por qué. A decir verdad, no ha querido ver a nadie en esta semana.
-Ya veo, gracias y perdón por las molestias... Vayámonos, JJ.
Mila trató de jalar al joven que estaba a su lado, pero fue detenida por Yuuri, quien los separó.
-Lo lamento, Mila, pero Yurio quiere ver a JJ.
-¡¿Qué?!
-De hecho lo está esperando.
Mila resignada, se fue sin decir más y JJ entró directo a la habitación donde se encontraba Yuri.
-¿Otabek?
"-¿Qué pasa?"
-Quiero que vengas de inmediato a la casa de Yuri. Tampoco me dejó verlo.
"-Él no me quiere ver y sí no te quiso ver tampoco, es imposible que-"
-¡Que vengas pronto!
Antes de que Otabek pudiera hablar nuevamente, Mila cortó la llamada. Pasaron quince minutos y Otabek llegó a la casa de Yuri, donde Mila ya lo estaba esperando.
-¿Qué haces atrás de este árbol?
-Me estoy escondiendo, ¿no es obvio?
-¿Escondiendo de quién?
-Cuando vine a ver a Yuri llegó JJ y aunque él se negó a verme, dejó pasar a JJ. Esto no tiene sentido. Está actuando extraño.
Como si Mila hubiera apretado un interruptor, Otabek comenzó a soltar sus feromonas, demostrando que se sentía molesto. Mila al sentir el fuerte aroma, sólo se encogió de hombros, al sentirse levemente asustada, pues ella era una alfa de clase baja.
-¿Por qué lo dejó pasar?
-No lo sé, es lo que quiero averiguar. No sueltes tus feromonas o se darán cuanta de que estamos aquí.
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~En el cuarto de Yuri~
-¿Y bien? ¿Qué te parece la idea?
-Está bien, pero tienes que prometer que sólo iremos a comer, a ver los fuegos artificiales y regresamos a mi casa.
-¡Lo prometo! *Después de todo, Vicktor-kun me mataría sí no lo hago.*
Yuuri que estaba junto a ellos, sonrió al ver que su pequeño cachorro, finalmente accedía a salir con alguien que no fuera Mari, Lilia, Yakov, o ellos.
-Te ayudaré a cambiarte de ropas y después te vas, ¿de acuerdo, Yurio?
-Sí, gracias...
JJ salió de la habitación, para que Yuuri ayudara a Yuri a cambiarse de ropas. Cuando finalmente estuvo listo, JJ lo acomodó en su silla de ruedas y salió con el menor rumbo al parque, acompañados por Makkachin, que iba caminando al lado de ellos y Potya, que iba dentro de un bolso que traía JJ, para que no fuera a sentarse sobre las piernas de Yuri.
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-La puerta se está abriendo.
-Puedo sentir su aroma, pero también está el de-
Otabek sintió como la ira lo invadía al ver salir a su mejor amigo con JJ, ¿pero por qué estaba usando una silla de ruedas?
-¿Una silla de ruedas? ¿Se habrá lastimado?
-¿Qué demonios hace con JJ? ¿Acaso no había dicho que no lo soportaba?
Otabek casi sale de donde estaban escondidos, pero Mila logró detenerlo y hacerlo entrar en razón. No tenía ningún sentido que armara una escena en esos momentos.
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~2 semanas después del incidente~
-Bueno... Les voy a decir algo de lo que me enteré.
-¿Qué es, Chris?
-Mila, necesito que me ayudes a calmar a Otabek en caso de que quiera hacer una tontería.
-Sí, sólo di lo que ibas a decir.
-... Hoy en la mañana me enteré de que... Vicktor ha dado de baja a Yuri de la escuela.
-¡¿Qué dijiste?!
Otabek se exaltó ante lo que escuchó y trató de zafarse del agarre de Mila y Chris, ya que él estaba dispuesto a exigir una explicación por el director de la escuela.
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-¿O-Otabek-kun?
-Quiero ver a Yura, por favor.
-Lo siento, pero él ya se fue con su padre.
-¿Se fue? ¿A dónde?
-¿Eh? ¿No te lo dijo? Hace ya dos meses que teníamos planeado cambiarnos de casa y ahora que se ha dado la oportunidad...
-Él no me dijo nada de eso.
-Lamento que te enteraras de este modo.
-Disculpe, pero ¿por qué no puedo contactar a Yura? He intentado llamarle y no contesta.
-Cambió de número, pero no se lo dio a casi nadie. Su número sólo lo tiene nuestra familia, Yakov, Lilia, Georgi, Sara y JJ.
-¿JJ lo tiene?
-Sí, se han vuelto muy unidos desde hace un tiempo. *No puedo decirle, que se fue con él y con Vicktor, de por sí luce molesto.*
-¿Por qué se dio de baja de la escuela?
-... Él decidió cambiarse a un instituto para omegas que está por donde vamos a vivir.
-¿No hay modo de que yo pueda verlo?
-En verdad lo lamento, pero él dijo que no quería volver a verlos.
-¿Verlos? ¿A quiénes?
-A Chris, a Mila y a ti. De hecho me dejó una carta para ti. Bueno, será mejor que me vaya cuanto antes, mi esposo me espera. Nos vemos, Otabek.
Yuuri cerró la puerta de su casa y tomó un taxi a su nuevo hogar, dejando a un confuso Otabek con la carta de Yuri en las manos.