Crueldad.
En unas habitaciones mediante lujosas el jaguar junto a un león se quejaban por el intenso dolor que les provocaban sus cachorros al intentar salir y conocer el mundo exterior.
—Dejemos que Atsushi junto a Himuro-san cuiden de ellos mientras los demás aseguramos el territorio —el emperador esperaba que sus nietos nazcan sin peligro alguno.
—Mis queridos príncipes pueden acercarse a sus parejas, a falta de nido, su aroma y calor les ayudará durante el parto —Ayako la nueva líder de los leopardos, hablaba con tranquilidad al notar lo nerviosos que estaban los futuros padres.
—Se me olvidaba ese detalle, son padres primerizos, no saben nada sobre nidos y esas cosas —indicandoles con la mano que se acercasen, Reo les pidió su camisa además de transformarse en tigre y pantera para que mimen a sus parejas— me quedaré con ellos, los demás pueden ir a inspeccionar el área.
—Su majestad tiene razón, nosotros podemos defendernos, vayan en confianza.
Así como se fueron los alfas junto a la gran escolta, los doctores ingresaron a su respectiva habitación atendiendo cada uno a un principe. —Majestad, por el riesgo que su alteza Ryochin representa al ser un embarazo multiple, mi colega se encargará del principe Tetsuya, pido a Kagami y Aomine controlar sus feromonas, no somos una amenaza así que tranquilicense —ambos felinos estaban en alerta así que su aroma era amenazante.
Fuera de la casa Nijimura, Yozora charlaba con su hija Satsuki para saber porque está lejos de casa tan tarde cuando hay alerta. —Aunque seas madre no debes andar por la noche paseando.
—Mi pequeño se enfermo del estómago, la última vez que paso, le di una infusión de hierba que crece en los límites del territorio —mostrandole a su padre las flores— la hoja de estrella alivia los malestares estomacales, Riko me dijo que lo mezcle con salvia para que no fuese amargoso, de regreso escuché unas voces, decían que una vez entregado el paquete matarían a los mensajeros por orden de la reina.
—Asi que esa mujer no se da por vencida —visiblemente molesto dejo salir sus feromonas amenazantes— de ahora en adelante pídeme lo que necesites, no quiero que andes sola, entendiste.
—Y...Yo lo siento, no volverá a ocurrir —sintiendose abrumada, termino la charla con su padre regresando a su hogar.
Dentro de la casa, Ryota presento complicaciones a la hora del parto, Aomine al escuchar sus gritos enfureció y no le permitió al médico atender al jaguar.
—Kagami-san, necesito de su ayuda, Tetsuchin está bien, pero Ryochin no, debo abrir su vientre y sacar a los cachorros o todos morirán.
—Taiga ve, Daiki-san no dejará que el doctor operé a mi hermanito —entre rugidos se comunicaba con su prometido— si algo pasa Himuro-sensei irá por tí, lleva también a mamá.
Esparciendo su aroma por la habitación, Kagami dejo a su gatito al cuidado de su hermano. Con un potente rugido llamo la atención de la pantera —que te sucede, con esa actitud en vez ayudar, lo pones en peligro, deja que el médico haga su trabajo.
—Lo quieren abrir sin darle algo para el dolor, sentirá todo —estando encima del jaguar, Daiki lo mantenía protegido— no puedo dejar que sufra.
—Dejalo operar o no solo perderás a tus hijos también se irá él —mordiendole la cola trataba de alejarlo —Reo-sama estará presente, tu y yo esperemos afuera.
Con todo su pesar dejo que Murasakibara operé a su niño, del otro lado Tetsuya dió a luz a dos hermosos cachorros, un tigre rojizo y una bella leona, Tatsuya salió al pasillo para darle la noticia a los que esperaban.
—Felicidades Taiga, tienes dos hijos saludables, un niño y una niña, dentro de un mes sabremos si casta, sin embargo...
La mucama que lo asistía le gritó que fuese rápido ya que el león presentaba un sangrado inusual. Al atenderlo descubrieron que tenía un tercer embrión el cual no se desarrolló por completo —parece ser que su cuerpo se preparó para trillizos pero solo fueron dos ¡Vaya susto que nos dió! Le informaré que está fuera de peligro.
Fuera de las habitaciones —verdad que se siente horrible, sufre como yo lo estoy haciendo.
—No sufro, me preocupa, se que está en buenas manos, Tatsuya no permitirá que algo le pase —Kagami confiaba plenamente en su hermano mayor y sus capacidades médicas que posee —mira ya salió, espero buenas noticias.
—Todo está bien, su alteza se preparó para tener tres cachorros pero al final solo fueron dos, por ello tuvo ese sangrado, ahora está fuera de peligro —cambiandose de bata— iré a ver a mi colega, segun se, el príncipe Ryota tiene dificultades en su parto.
Dentro de ese cuarto, Atsushi junto a Reo, mantenían calmado al jaguar, entrando en silencio, Himuro se ubicó a un lado de la reina para ayudar —majestad, su hijo tuvo dos bebés saludables, está descansando.
—Escuchaste mi rayito de sol, ya eres tío, ahora te toca a ti —acariciando su cabeza con dulzura, Mibuchi lo mantenía ocupado.
Ambos doctores, se apresuraron en sacar a los retoños. Para sorpresa de todos, Ryota si tuvo tres cachorros, dos niños jaguares y una pantera.
—Aomine-san estará feliz, en lo que Atsushi cierra a su alteza yo iré a darle la noticia a ver si así deja de hacer hoyos en el suelo —Tatsuya, dejo la habitación dando el anuncio pertinente— todos están bien, sus altezas deben descansar por unos días, sus hijos son cachorros fuertes y sanos, así que ustedes deben ser padres responsables, cuidarán de ellos hasta que mejoren.
Ese momento de felicidad se vio opacado por la alerta general, los exiliados con ayuda interna ingresaron al territorio atacando a todos por igual.
—Lleven a los príncipes y sus cachorros a la habitación sin ventanas y con una sola puerta, majestad usted junto a mi esposa proteganlos desde adentro, pondré guardias afuera, el resto hay que ir a pelear.
Nijimura Shuuzo daba indicaciones, ya que los otros alfas estaban en pleno combate, la celebración sería en otro momento. Con la orden cumplida, Aomine junto a Kagami salieron a cortar cabezas motivados por la furia contenida desde hace varios días.
Por todos lados caían cuerpos de felinos, la sangre salpicaba la piedra caliza cubriendo de igual modo los verdes pastizales. En la mansión Nijimura, Ayako junto a Reo se vieron rodeados de enemigos, quienes debían cuidarles, comenzaron a atacar.
Con un gran esfuerzo, Tetsuya, escondió a los cachorros bajo el cuerpo de Ryota, colocándose frente a el para defenderlo de las garras de Maudora.
—Sin duda eres digno de la corona, acaba de tener crías y ya está en pie de lucha —admirando la fortaleza del león— su alteza, espero que presente un reto para alguien con mi experiencia.
La pelea dió inicio, aún con el cansancio y la debilidad muscular, el león logro someter a la leopardo dandole con su garra en el cuello, Ryota que comenzaba a despertar, sintió que algo lo jalaba, al abrir bien los ojos vio de quién se trataba, por puro instinto tiraba de zarpazos contra su enemigo.
Cuando Tetsuya empezó a cansarse, uso lo último de sus fuerzas en rugir pidiendo ayuda, la cual llegó solo para ver cómo Shougo se llevaba a su madre arrastrando.
Los guardias pidieron que sus majestades junto al médico llegarán rápido ya que los príncipes tenían graves heridas. El primero en ser revisado fue el jaguar debido a la sutura reventada, afortunadamente solo perdió un poco de sangre pero su vida no corría riesgo así que volvieron a cerrarlo dejándole reposar.
Todo lo contrario con el león, sus heridas fueron internas, por lo cual tuvo que ser intervenido, el daño fue extenso y se vieron obligados a retirar una parte importante para salvarlo.
—Akachin, Reochin, debo informar que ambos príncipes están con vida, sin embargo Tetsuchin presento una complicación, mi colega y yo tuvimos que tomar la decisión de retirar el útero para mantenerlo con nosotros.
—Eso significa que ... —entrando de imprevisto, Taiga escucho la última parte del reporte— Tatsuya tú.
—Lo siento hermano, de no haberlo hecho, hubiésemos perdido a su alteza —bajando la mirada, sintiendose un fracaso como doctor— en verdad lo lamento.
Si fuese posible el tigre tomo un color más rojizo que el que ya tenía, estaba agradecido con Himuro por salvar la vida de su Tetsu, pero molesto y con sed de sangre en contra de las personas que provocaron todo eso.
El emperador tuvo que calmar ambos felinos para permitirles ver a sus parejas. Días después del ataque fallido, los felinos recuperaban poco a poco su ritmo habitual, cuando Ryota despertó y tuvo fuerzas para levantarse, transformándose en humano, Daiki fue el encargado de decirle al jaguar el estado en qué se encontraba su hermanito.
—Entiende que no fue tu culpa, debes concentrarte en mejorar por completo para que veas a nuestros hijos.
—Daicchi, mi hermanito, mi lindo hermanito, ya no tendrá más bebés —llorando desesperado— si fuese más... más fuerte, el no se hubiese esforzado así.
Al escuchar esas palabras estando del otro lado de la puerta, Reo quiso entrar pero el también se sentía inútil, Seijiru al verlo tan decaído le llevo a su habitación donde charlaron largamente.
—Tetsu hizo todo eso pensando en su familia, es lo mismo que hubiésemos hecho nosotros, la verdadera pregunta aquí es ¿Que hará Taiga? Los tigres tienen familias grandes, hablé con Shinji y me dijo que no se metera en esa relación, respetará y apoyará la decisión que tome su hijo.
—Tu crees que lo deje abandonado, tal vez se busque otra pareja con la cual tener más hijos.
—Ninguna de las dos —mirando tiernamente a su amado— nuestro Tetsuya será quien aleje a Kagami y lo obligue a tomar otra esposa, si ese es el caso, nosotros debemos hacer lo mismo que Shinji y Rina, hay que darles su espacio.
En la habitación del principe león, Kagami se encontraba abrazándolo viendo a sus cachorros dormir. —Son tan tiernos cuando duermen, igual que su mami.
—Vuelve a decirme así y te arrancaré la cabeza —estando en su forma de león, trato de levantarse recibiendo una punzada en el vientre que le hizo recostarse otra vez— Kagami-kun haz pensado en...
Con un beso lo calló dejándole sin aire —es Taiga y ya lo pensé, cuando puedan caminar y trepar árboles perfectamente, entonces te encerrare en la habitación, solo podrás salir para ver qué ese par estén bien y a pedir algo de comer, el resto del tiempo serás para mí.
Estando bajo el cuerpo del tigre, podía escuchar su corazón latir acelerado, iba a contestarle pero se vio inmerso en caricias y lamidas que de ser humano estaría sonrojado.
—Taiga aaaah, todavía estoy mng, espera que agh.
—Es una probadita de lo que te espera, porque ni creas que te voy a dejar, con dos me basta, después de todo nacieron de aquí —pasando la lengua por el abdomen del león— te quiero conmigo, con o sin bebés, quiero que estés a mi lado —bajando lentamente, escuchando el suave ronroneó de su pareja.
—Nosotros pensando lo peor y ellos ni pierden el tiempo —fue el emperador quien abrió la puerta interrumpiendo el romance— hasta allá bajo huele a cedro y rosas, será mejor que se calmen o le digo a Reo que los bañe con la manguera.
Dejándoles solos, regreso a su recamara más tranquilo. —Asi que mi bebé está bien y Taiga cumple con su labor, falta que mi solecito no se deprima.
—Te digo que están bien, Aomine tiene a tu rayito de sol bajo la sábana, te toca a ti interrumpirlos.
—¡Seiji! Me dejaste lo más difícil —depositando un beso sobre sus labios, fue a la habitación de su retoño para asegurarse que este mejor— mi preciosa monedita de oro, como se siente mi bebé el día de hoy —sentandose en y orilla de la cama— tu hermano y tú son iguales, ni porque están operados pueden estar quietos, hasta mi cuarto llega el aroma de mandarina y sándalo —como no le respondieron se dió por escuchado— mañana temprano vendrán sus padres a ver a los bebés, así que procuren estar presentables.
Cuando escucharon la puerta cerrarse, retiraron la sábana que les cubría. —Mi mamicchi es cruel, mi pobre corazón se aceleró mucho.
—No importa, debo terminar lo que inicie —mas excitado que asustado, continúo con su labor devorando al pobre jaguar.
Fuera del límite, Shougo planeaba destruir a todos dentro del gran bosque junto a los pocos compañeros que le quedaban. —No te preocupes madre, yo vengare tu muerte y cumpliré el deseo que tenías reservado.
Los días de paz y tranquilidad estaban contados para cada miembro de la familia real al igual que sus aliados.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español