Apenas escucho la puerta cerrarse mi fuerza se acaba y mis rodillas colapsan. Termino cayendo al suelo derrotado, tengo ganas de llorar -Ya no puedo seguir así, debo terminar esto, ¡Tengo que seducir a Akihiko-san!
Dejo el libro, me pongo mis zapatos y empiezo a correr, necesito ayuda y se dónde conseguirla.
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Ya estoy aquí, frente al departamento de mi profesor, toco la puerta y observo como un sorprendido Miyagi-sensei me recibe.
-Hiroki-kun, ¿Qué haces aquí?
-Necesito de su ayuda sensei, ¿puedo pasar?
-Por supuesto pequeño
Se que está preocupado por mí, debo ser un desastre ahora mismo, estoy lleno de adrenalina, sudado, con los ojos dilatados, agitado y no me abotone por completo la camisa. Nos sentamos en el sofá y me pregunta en que me puede ayudar. Mi ansiedad me juega una mala pasada y me abalanzo sobre él, tirándolo sobre el sofá.
-Sensei por favor, ¡enseñeme a hacer el amor!
-AH?!
***********POV Miyagi******************************
Así que aquí estoy, un hombre de 35 años con mi estudiante adolescente encima de mi pidiéndome que le enseñe a hacer el amor… es como un sueño.
Antes que nada, deseo aclarar, ¡NO SOY UN PERVERTIDO!, conozco a la familia Kamijou desde hace 5 años, y a pesar de que podría sonar sucio, me he ido enamorando del mas pequeño de los Kamijou desde que él tenía 3 años.
Conocí a la familia gracias a una cena de agradecimiento que me organizaron los Kamijou después de que su hijo Harujiko ganó un reconocimiento por un ensayo que escribió, y al ser yo su maestro de literatura en ese entonces sus padres supusieron que mis lecciones tuvieron algo que ver. Así conocí a Noriko-san, una gran dama, a Shiba-san, el que es ahora mi mejor amigo y a sus 3 hijos: Haruhiko, Hiroki y Shinobu, que en ese entonces tenían 17, 8 y 3 años respectivamente.
Haruhiko es un buen muchacho, es tranquilo, reservado y responsable. Hiroki y yo hicimos conexión casi de inmediato, el tamaño de su amor por la literatura a su edad me sorprende, el es como el hijo que nunca tuve. Pero con Shinobu es otra historia.
A pesar de ser tan pequeño es un maleducado, petulante, altanero e irrespetuoso…pero me he enamorado de él. Se cree un adulto y se siente tan macho, que no se da cuenta de lo violable que se ve cuando se sonroja. Porque si, no solo siento amor hacia él, si no también lujuria. Pero no quiero hacerle nada que pudiera dañarlo.
Regresando a Hiroki, en los últimos meses me he dado cuenta de algo que estoy seguro muchos han notado, excepto el mismo Hiroki: Lo sensual que él se ha vuelto. Se que no es consciente del tremendo deseo que causa en los hombres que lo rodean, incluyéndome. Si, amo a Shinobu y lo deseo, pero también sé que tengo una tremenda calentura por Hiroki. De solo pensar en su esbelto cuerpo, su cabello sedoso a la vista, ese rostro inocente y decidido al que solo solo deseo desfigurar en facciones obscenas comienzo a perder la compostura, pero no puedo hacerlo, debo ser el adulto.
Carraspeo la garganta, me lo quite de encima, lo siento en el sofá con cuidado y le pido que me explique mejor.
-Sensei, hay un chico que de verdad me atrae, es enserio atractivo y no puedo quitármelo de la cabeza, cada vez que lo veo siento que un calor domina mi cuerpo. Me gusta mucho y sé que él lo sabe, por eso me tortura y se burla de mí. Necesito acabar con esta situación, necesito seducirlo para así recobrar mi cordura y no sé cómo hacerlo…Así que por eso, sensei, hágame el amor, quiero aprender, seré un buen estudiante.
Esto último lo dijo con una mirada suplicante, pero al mismo tiempo seria. Este niño no está jugando.
¿Debería ceder? Si me pongo a pensarlo, Hiroki está entrando a la adolescencia, empezara con encuentros sexuales desde ahora, yo tuve mi primera vez a su edad y se lo complicado que resulta todo si ambas partes son igual de inexpertas. Si no es conmigo lo hará con alguien más. Creo que sería mejor que su primera vez sea con alguien que lo quiere mucho y se preocupa por él. Además, su petición y la manera tan decidida en que me lo pidió me recuerdan a Shinobu. Todas las fantasías que he tenido con Hiroki (que son muchas) y con Shinobu (que son todavía más) se mezclan en mi cabeza, nublándola por completo.
A la mierda ser el adulto.
Tomo a Hiroki por la barbilla obligándolo a verme a los ojos- ¿Estás seguro de lo que me estas pidiendo?
-Si, lo estoy
-Perfecto- afirmo con voz ronca por el deseo mientras acerco su boca a la mía – porque ya no habrá vuelta atrás – le advierto contra sus labios antes de darle uno de los que serán muchos besos apasionados durante esta larga tarde.