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SET ME FREE. [Kaisoo/Top!soo] por UnicornioMorado

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~7~

11

— ¡Soosie! — Baekhyun entra a la habitación dando saltitos y canturreando el apodo que se empeña en usar con su pequeño primito. Kyungsoo pone los ojos en blanco y se cubre la cabeza con una almohada. Quiere irse ya a su casa.

Sus padres se han ido de la ciudad por una semana para asistir a una convención de pastores, o algo así, y él tiene que estar en casa de la tía Minyeon soportando al incordio de su primo por lo que parece una eternidad, bien podrían cuidarlo las mamis de Nini pero no, él está atrapado ahí en la gigante casa de los tiíos. ¿Qué le ha hecho él a Diosito para merecer tal castigo?

El niño mayor se acerca hasta la cama girando en el piso como un trompo y Kyungsoo piensa que Baekhyun en serio no puede ser normal ni por equivocación. Baekhyun da una última voltereta y se lanza a la cama aterrizando sobre él, el niño le estruja las mejillas con sus dedos.

— Déjame en paz — le gruñe Kyunsoo, y Baekhyun no puede evitar reír porque su primito menor es de verdad una cosita que aunque va por la vida refunfuñando por todo, es extremadamente adorable.

— ¡Soy tu hyung, trátame bonito! — El niño mayor acaricia la mejilla de su primo mientras habla, Kyungsoo lo encuentra sumamente fastidioso. — No seas grosero, lindo Soosie, hyung vino a enseñarte algo pero si eres grosero no te mostraré nada.

La sonrisa pícara del mayor le grita "¡problemas!" a Kyungsoo pero aunque el pelinegro no lo quiera, siente curiosidad. Baekhyun lo nota.

— Soy grosero porque me molestas, déjame en paz de una vez.

Baekhyun pone los ojos en blanco y baja de la cama, corre hasta la esquina al lado de su armario y empieza a rebuscar en una de las canastas donde guarda sus juguetes, hace un reguero hasta que encuentra lo que busca. Da un pequeño saltito y corre a cerrar la puerta de la habitación, está emocionado.


Kyungsoo sigue todos sus movimientos con su mirada, está sentado en medio de la cama y no logra discernir qué es lo que sostiene su primo entre sus manos.

— Aquí — se acerca el pequeño revoltoso, susurrando y tendiendo una revista sobre el colchón en el espacio que queda entre ellos. Kyungsoo mira la cosa, ceñudo, en la portada hay una mujer en ropa interior y sus ojos se abren como platos al notarlo. Si, Baekhyun sabía que su primo no lo podría creer y tiene que aguantar la risa porque el menor casi ha puesto los ojos viscos como aquel día en que le enseñó ese vídeo — La tomé de la habitación de Baek, es una revista para chicos grandes.  Kyungsoo lo mira dudoso, sin saber cómo reaccionar aún.

— ¿Por qué la has tomado si se supone que es para chicos grandes? — Baekhyun lo mira serio antes de poner los ojos en blanco y hacer un gesto con la mano, este niño.

— Soosie, somos chicos grandes — Kyungsoo lo mira inseguro, porque es consciente de que no son chicos grandes, pero prefiere dejarlo vivir en su delirio y, guiado por la pequeña pizca de curiosidad que siente, estira su mano y abre la revista. Se sorprende mucho, no puede evitarlo.

— Esto es... wow — Baekhyun lo mira con una sonrisa extraña que hace que su pequeña nariz se arrugue mientras asiente. La revista está llena de fotos de personas desnudas, en algunas páginas hay mas de una persona, en posiciones que a Kyungsoo se le hacen bastante incómodas. — Mira, son dos mujeres, como las mamis de mi Nini.

Baekhyun arquea las cejas y estudia con detenimiento la imagen frente a él. ¿Las señoras Kim hacen ese tipo de cosas?

Incómodo.

— Mira el tamaño de sus pechos, es... creo que esto se siente, uh, extraño. — Si, Kyungsoo está de acuerdo, se siente incómodo al observar a la mujer de pechos grandes con las piernas abiertas, enseñando partes de su cuerpo que Kyungsoo nunca imaginó llegar a ver. No está seguro de si le gusta lo que ve o no. Baekhyun pasa varias paginas, buscando algo que le llame la atención y se detiene en una donde aparecen un hombre y una mujer. Ahoga un chillido. — ¡Santos cielos, Soo!, mira su...

— ¡Lo se!

— Algún día, yo seré así de grande, ¿no lo crees? — Baekhyun, exaltado, señala con su dedo a los genitales del hombre.

Kyungsoo mira a su primo, no estando seguro de qué responderle, así que sólo hace una mueca. ¿él crecerá así de... tanto?

Wow.

Pasa un par de hojas más, empezando a sentirse en verdad extraño por mirar tan fijamente las partes intimas de un hombre, porque siente que no es algo apropiado, y casi se cae de la cama al observar la nueva imagen que queda expuesta ante sus ojos.

— Son dos hombres — susurra Baekhyun. Una pequeña nota de fascinación se cuela en su voz, y Kyungsoo se pregunta por qué aquello deslumbraría tanto a su primo. Recuerda fugazmente aquel vídeo que el mismo Baekhyun le enseñó y, sin pretenderlo, empieza a jadear. 
Si dos mujeres pueden estar juntas, como las mamis de JongIn, entonces dos hombres también pueden hacerlo. ¿No?

— Como JongIn y como yo — Kyungsoo no se da cuenta de que lo que dice ha sonado raro hasta que se encuentra con la mirada confundida de Baekhyun. El niño le interroga con los ojos y, sin saber qué responder, Kyungsoo sólo se encoge de hombros y sigue hojeando la revista, siendo consciente de que sus mejillas están coloradas. Él tampoco entiende por qué ha dicho algo como eso.

— Tengo una idea — chilla Baekhyun de repente, casi dándole un susto de muerte a su primo. Kyungsoo lo juzga con la mirada, pero aun así no dice palabra alguna mientras lo observa caminar de un lado a otro hasta que encuentra su laptop del demonio que tiene la carcasa de un color verde eléctrico que es dañino a la vista. Oh no. — No te vayas a sorprender, ¿vale?, somos chicos grandes y los chicos grandes ven estas cosas en sus tiempos libres.

Kyungsoo está dispuesto a replicar y pedirle que lo deje en paz de una vez, que se vaya a otra parte con su revista llena de personas nada pudorosas, pero justo cuando va a abrir la boca un quejido proveniente del parlante del aparato electrónico lo detiene. Baekhyun gira la pantalla con orgullo y él no sabe cómo reaccionar porque, que Cristo lo sepa, aquello es muy incómodo. ¿Qué le sucede a esa pobre chica?

— ¿Qué le está haciendo? — pregunta con nerviosismo. Baekhyun deja escapar una risilla temblorosa que a Kyungsoo se le hace maliciosa — ¿la está lastimando?, ¿por qué la lastima?

— No la lastima, a ella le gusta, Soosie. Están haciendo el amor — Baekhyun acerca aún más el aparato, poniendo la pantalla por completo en su campo de visión — mira su rostro, lo disfruta. Están sintiendo placer.

Él se queda callado un instante, sólo observando lo que ocurre ahí sobre aquella estrecha cama desordenada del otro lado de la pantalla, los ojos de la mujer están desorbitados y la expresión facial del hombre... cielos...

Placer. 

—  ¿Po-podrías buscar algo más?

Ambos niños se miran a los ojos y, como extrañamente sucede, hay una chispa de entendimiento. Los dos piensan en lo mismo, lo saben.

Kyungsoo, muy a pesar de la pizca de reticencia en su ser, se sienta mejor en la cama, poniéndose cómodo en un lugar del colchón que le permita mirar a la pantalla sin obstruir el campo visual de su primo y por largos minutos observa en completo silencio cómo aquel par de chicos enreda sus extremidades entre sí, llenándose la piel de besos intensos, besos que él se imagina poniendo sobre la suave piel dorada de su Nini. Lo disfrutan, a ellos les gusta lo que están haciendo. Uno de ellos lleva una mano a los genitales del otro y Kyungsoo contiene la respiración al mismo tiempo que el chico deja escapar un quejido que suena bastante gracioso. Está duro ahí, justo como ocurre con sus partes íntimas desde hace un tiempo. 
¿En serio se siente así de bien?, ¿él podría hacer sentir a Nini así de bien?, un cosquilleo se expande gradualmente en su estómago, estremeciendo su pecho en cierto momento. 
¿Está bien que piense en JongIn de esa manera?, ¿está bien que esté observando lo que hacen ese par de sujetos?, se ven tan cercanos, tan íntimos. Kyungsoo de repente se siente un intruso, y quiere de verdad dejar de observar, pero justo en ese momento uno de ellos hace algo que le eriza la piel.

—  ¿Por qué pone sus dedos en su trasero? — quizás suena muy sorprendido, porque Baekhyun se ríe como si él acabase de preguntar lo obvio.

—  Porque se siente bien, supongo. —  el mayor pone un dedo en la pantalla, señalando al muchacho tendido sobre la cama con las piernas lo suficientemente abiertas para darle espacio al otro, que mueve su mano en algún lugar del cuerpo contrario que él no alcanza a ver —  mira como se mueve, ¿no puedes sentirlo, Soo?

El chico que está siendo tocado hace soniditos que le provocan escalofríos a Kyungsoo, de repente siente que su cuerpo se vuelve un poco loco, y no sabe qué hacer ante la graciosa sensación cosquilleante que crece en su estómago. El chico del vídeo se mueve de forma descontrolada, como si no pudiera contener las sensaciones que le provoca el toque de su compañero.

Si él se toca de esa manera... ¿sentiría lo mismo?

—  ¿Tú lo has hecho? —  se queda mirando a su primo, esperando una respuesta. El niño lo mira confundido.

—  ¿Qué cosa?

—  Tocarte, ¿tu te has... ?

Baekhyun abre la boca para responder después de mordisquear sus labios durante algunos segundos, pero justo cuando va a empezar a hablar la puerta de la habitación se abre. No produce sonido alguno, pero en el silencio que se había instalado en la estancia como resultado de lo que sucedía, la entrada de Baekbeom se siento como algo desmesuradamente estruendoso.

—  Nana Shin hizo galletas y trajo jugo de... —  el chico se queda callado de golpe. Observa al par de niños durante algunos segundos y corre hasta donde ellos se encuentran, toma a Baekhyun del brazo para interrumpir su huida y lo lanza sobre la cama. —  ¿Qué estás haciendo?

Kyungsoo se asusta por la forma en como su primo mayor hace la pregunta, Baekbeom nunca se molesta, pero en ese instante parece muy molesto. Quiere hacerse pequeñito y ahora si desea con todo su ser no estar en casa de los tíos.

— ¡Suéltame! —  Baekhyun patalea y grita como un desquiciado y aun así no logra librarse del agarre de su hermano mayor —  ¡Dejame ir!

— Estas loco, mocoso del demonio, ¿por qué en el mundo le enseñas esto precisamente a él? —  Baekbeom ha liberado a su hermano, quien corre hasta la puerta de la habitación, intentando huir, sin importarle en absoluto si abandona a Kyungsoo. El mayor toma la computadora y la cierra con un golpe seco, se ve tan molesto que Kyungsoo no sabe en serio qué hacer, no entiende qué esta ocurriendo.

— Cielos, Baek, no es un bebé. En cualquier momento tenía que suceder, todos a esta edad lo ven. ¡Tú lo hacías! —  Baekhyun le está gritando a su hermano desde su posición junto al marco de la puerta, con medio cuerpo fuera de la habitación.

—  Y qué suerte que su primo mayor se ha tomado el trabajo de inducirlo en el maravilloso mundo de la pornografía —  Baekhyun se cruza de brazos con la barbilla elevada, como quien no se arrepiente de sus actos porque considera que ha hecho lo correcto. — ¡Es Kyungsoo, por Dios!, ¿en qué rayos estabas pensando?

Baekhyun se va corriendo en ese momento, adivinando que si no huye en ese instante seguro se ganará más de un golpe. Kyungsoo, por otra parte, se encuentra de pie junto a una esquina de la cama, sin saber si debe huir también o si debe empezar a cavar un hoyo en el piso para desaparecer en él. Baekbeom está de pie en medio de la habitación, abrazando la laptop a su pecho y viéndose muy incómodo. Después del escándalo, aquel silencio es realmente ensordecedor.

— No se supone que deba ver ese... tipo de cosas, ¿cierto? — Kyungsoo se siente estúpido por dejarse llevar de su primo. Puede sentir cómo sus ojos pican, llenándose de lágrimas y se detesta en ese instante por ser un llorón. Su primo mayor lo mira con el ceño fruncido y la nariz arrugada, haciendo malabares en su mente para desenredar ese embrollo de forma exitosa.

— ¿Entiendes qué sucedía en ese vídeo?, ¿sabes qué hacían esas personas?

— Ba-Baekkie dice que hacían el amor... cuando dos personas se gustan, eso es lo que hacen... y-yo no... — Kyungsoo sabe que sus mejillas se ponen coloradas por la forma en como su rostro arde, qué vergonzoso. Decide quedarse en silencio porque en realidad no tiene idea de qué decir, Baekbeom por su parte frota su barbilla mientras asiente levemente en silencio.

— Si, eso. El amor. Soo, sólo personas adultas hacen lo que veías en ese video, ¿entiendes?

— ¿Por eso sólo los adultos pueden verlos? — Baekbeom asiente, mirando a todas partes menos a Kyungsoo, muy incómodo — Hyung, eran dos hombres... en el vídeo

Baekbeom se pone pálido y Kyungsoo por un momento piensa que su primo podería desmayarse. Puede escuchar al chico maldecir entre dientes a su hermano menor y se sorprende porque nunca imaginó que su primo haría algo así, su primo el perfecto.

— ¿Qué quieres saber exactamente, Soo?

— ¿Está eso bien? —  Kyungsoo mira dudoso a su primo mayor, quien toma una gran bocanada de aire y lo deja salir lentamente. El chico mide sus palabras en su cabeza mientras da dos pasos más cerca de la cama y se deja caer sobre el colchón con delicadeza, sin saber cómo hablarle del tema a un niño de once años como Kyungsoo.

— Soo, sabes que soy uno de los líderes del grupo de jóvenes de la Iglesia, ¿cierto? — el niño asiente, mirando extrañado al mayor porque, bueno, eso lo sabe todo el mundo —  bien, además de ser líder en una iglesia, yo también soy tu primo y a partir de éste instante te hablaré como tu primo. Ahora, en este momento, eres quizás bastante joven para entenderlo por completo pero los seres humanos estamos configurados naturalmente para amar. Podemos amar a nuestra familia o compañeros de clase y amigos, amamos a una mascota, a las plantas que crecen en nuestro jardín o los pastelitos que venden en la tienda de la señora Zhang. Así como amamos también estamos deseosos de recibir amor, y esté bien, porque el amor es la esencia de todo. Sin amor el ser humano no haría más que buscar su destrucción por causa de la infelicidad y desdicha que aquello le causaría. ¿Entiendes lo que quiero decir?

— Que... ¿debemos amar?

— Exacto, en algún momento llegará una persona a tu vida que se ganará todo el amor que posee tu corazón, querras hacerle felíz y protegerle, querrás que siempre se encuentre bien, no habrá nada más importante que su bienestar, y vas a querer que esa persona te ame de la misma forma y sucederá, o tal vez no, pero si sucede van a ser felices porque si hay amor, lo tienen todo. ¿Has visto lo felices que son mis padres cuando están juntos?

Sin entender por qué, el corazón de Kyungsoo se arrebata, latiendo de forma descontrolada.

— Ellos se aman — susurra el niño, una pequeña sonrisa tuerce sus labios.

— Si, se aman, y así como mamá, siendo una mujer, puede amar a papá, un hombre, también hay mujeres que aman a otras mujeres y hombres que aman a otros hombres, y son felices, ellos son felices.

El niño se mantiene callado durante un momento, se ha sentado sobre la cama y balancea los pies en el aire sin atreverse a mirar al mayor.

— Me lo dices como mi primo porque como lider sabes que no está bien, ¿verdad? — Baekbeom no se sorprende por la perspicacia de su primo porque el pequeño es bastante inteligente, lo que realmente le sorprende es que se deje arrastrar por las locuras de su hermano, ¡Cristo!

— Eres un chico inteligente, Soo. Pronto, cuando seas mayor, podrás desarrollar tus propios conceptos sobre todo lo que nos rodea en este mundo, sabrás qué está bien y qué no, independientemente de los pensamientos o ideas que otras personas quieran forzar en esta cabezota tuya.

— Uh, está bien. Gracias, supongo. — Baekbeom se pone sobre sus pies, estira su camiseta con una mano y con la otra acomoda la laptop contra su costado, como si quisiera esconderla debajo de sus costillas, le ofrece una cálida sonrisa a su pequeño primito sin saber si ha hecho lo correcto al decir todo aquello, sintiendo como su estómago se retuerce porque puede meterse en problemas con los padres del niño, y antes de empeorarlo decide que lo mejor es retirarse. Está poniendo un pie fuera de la habitación cuando escucha la voz de su primo — no le diré a papá.

El mayor se ríe sin saber por qué, y en su corazón desea que a pesar del entorno en el que está creciendo, Kyungsoo logre desarrollar una mentalidad sana y que, sobre todo, halle su felicidad sin que su condición como hijo de pastores sea impedimento. Puede adivinar las luchas futuras que le aguardan y sin querer pensar más de la cuenta, camina en dirección a la pequeña casa de madera en el jardín, allá donde se refugia su hermano menor cuando sabe que está en problemas. Ese pequeño demonio tendrá que escucharlo.

~�~

— ¿Ya nos vas a contar cómo ocurrió?

Kyungsoo pone los ojos en blanco. Está de pie cerca de su escritorio, cruzado de brazos, pensando en razones por las cuales no debe ahorcar a Baekhyun o lanzarlo por su balcón de una patada. Baekbeom está a unos metros, luchando con la cerradura dañada de su puerta para instalar una nueva.

Luego del día de mierda que tuvo y el despertar doloroso y delicioso en partes iguales, decidió hacer algo por su puerta, pero al intentarlo se dio cuenta de que el daño había sido un poco grande y toda la cosa estaba inservible. Pensándolo bien, el chico no entiende cómo carajos su padre no saco la puerta de sus goznes en medio de su locura, no sería la primera vez después de todo. Cuando se dio cuenta de que él no podría hacer mucho, llamó a su primo Baek-hago-todo-perfecto-beom y ahí están. Baekbeom siendo el hombre bendecido con un millar de talentos y Baekhyun siendo el maldito metomentodo de siempre.

—  Recuérdame por que razón es que estas aquí. —  Kyungsoo mira al chico de cabellos color rosa con ojos de asesino, y una vez más encuentra realmente frustrante que el imbécil no se sienta aludido como el resto de la humanidad. Baekhyun este tendido sobre su cama, hojeando uno de sus libros sobre música.

—  No seas cruel Soosie —  canturrea el menor de los Byun con una sonrisa que por momentos llega a ser fastidiosa — ¿Es que no puedo querer ver a mi adorado primito?

— No tenía nada más que hacer — interviene Baekbeom, sus palabras suenan extrañas porque está forcejeando con la puerta — su Channie le dejo plantado

—  ¡Oye, cuidado con lo que dices! —  Baekhyun le lanza un cojín a su hermano y se incorpora sobre el colchón, gritando — Si lo dices así la gente podría pensar cosas extrañas. — Baekbeom se gira en su lugar a mirar a su hermano con las cejas arqueadas y es la misma sonrisa que pone Baekhyun cuando descubre a Kyungsoo en alguna de sus mentiras.

— ¿Qué cosas extrañas podría la gente inferir de mis palabras?, ¿Acaso no es verdad que el larguirucho te dejo plantado?

— No me dejó plantado

— Canceló sus planes contigo por irse con alguien más.

Kyungsoo mira ceñudo las reacciones de Baekhyun ante las palabras de su hermano porque, joder, es extraño verlo actuar como un chiquillo enfurruñado porque su amor platónico no le voltea a mirar. Se le cruzan un par de pensamientos en la cabeza, pero mirando bien al chico lo reconsidera todo y descarta tales ideas. Su primo es heterosexual, ¿no?

— Tiene que estudiar, ¿bien?, es normal que no tenga tiempo para tontear con un simple amigo

— Casi puedo saborear el inconformismo en tu voz. Un simple amigo — el mayor imita las palabras de su hermano con un tono burlón

— Jodete, Baekbeom — el pelirosa se ha cruzado de brazos mientras mira al techo, su hermano mayor se gira y le lanza el empaque vacío de la nueva cerradura, dándole justo en el hombro derecho.

— Sigo siendo tu hyung, respetame, mocoso

— Si, bien, como digas, no me importa. Ahora lo único importante es el bienestar mental y emocional del lindo Soosie.

Si hay algo que Kyungsoo realmente odia de Baekhyun, es su capacidad para no darse por aludido e ignorar la mierda de los demas, maldita sea, hace quince segundos tenía los ojos aguados porque Baekbeom le recordó que lo dejaron plantado. 
Baekhyun le pellizca una mejilla y a él se le retuercen las entrañas con las ganas de cortarle las manos que le inundan en ese instante.

— Pues yo a él lo veo muy bien, el que en verdad me preocupa eres tú. No debí golpearte tan fuerte de bebé, lo siento.

Kyungsoo se queda en silencio, escuchando cómo la discusión infantil de los Byun se extiende un poco más y prediciendo el escape de Baekhyun tan pronto como se le acaban sus argumentos frente a su hermano. Entonces el silencio se asienta en la habitación y sólo es interrumpido por uno que otro bufido de Baekbeom, producto de su batalla con la cerradura.

La cuestión está solucionada con bastante rapidez y Kyungsoo se convence de que sí, su primo tiene experiencia lidiando con puertas, siendo Baekhyun siempre el revoltoso que los dejaba a todos encerrados después de trabar las cerraduras. Calcula que, por cada tres cerraduras en casa de los Byun, dos han tenido que ser cambiadas.

— ¿Piensas decirme qué ocurrió o sólo vamos a fingir que nunca estuve aque arreglando tu maldita puerta? — Kyungsoo entorna los ojos mientras observa como su primo desenrrolla las mangas de su camisa y la vuelve a acomodar, intentando alisar las pequeñas arrugas que se han formado en el tejido. — Lo estás pensando. — Concluye el mayor, con los ojos entrecerrados.

Baekbeom se sienta a su lado sobre el colchón, dejándose caer pesadamente y haciendolos rebotar a ambos por un par de segundos. El chico pasa una mano por su espalda, haciendo circulos, y Kyungsoo se siente tan pero tan cerca de reventar. Se obliga a no hacerlo, sin embargo. 
Confía en su primo, por supuesto que lo hace, pero esa estúpida barrera que le separa del mundo desde que tiene uso de razón no le deja explayarse, Kyungsoo no puede dejar fluir su ser y ser consciente de ello le hace sentir grandemente miserable.

— Un poco más de lo mismo, ya sabes.

Su voz es un susurro, evita mirar a Baekbeom a los ojos, sintiendo que ese intercambio de palabras no es correcto, que no debería suceder. 
Baekbeom es lo que su padre llamaría "un hombre de Cristo", es un chico sensato poseedor de una sapiencia inmesurable. Desde pequeño ha mostrado gran devoción a Dios, comprometido con los principios de la vida cristocentrica después de pasada la pubertad, Baekbeom es actualmente uno de los líderes en la congregación. Revelar a uno de los líderes toda su mierda se siente tan incorrecto cuando su propio padre es el pastor, siente que sus palabras podrían poner en entredicho la labor de su progenitor y el solo pensar en ello le produce escalofríos.

Baekbeom, sin embargo, siempre ha sabido escabullirse por debajo de su pellejo, descifrando con tan solo un par de palabras todo aquello que se esfuerza por ocultar.

Baekbeom lo sabe.

— Te golpeó

— No exactamente — Baekbeom lo mira con una ceja arqueada — bueno, sí. Puede que su biblia se encontrara con mi rostro, pero sabes que mi padre no es del tipo de, uh, maltrato físico.

El mayor asiente en silencio mientras juguetea con sus dedos y Kyungsoo agradece que no le esté sometiendo al escrutinio de su mirada.

— Sientes que lo merecias. ¿Por qué, Kyungsoo?

— Tu sabes por qué —  su voz es un susurro tan pequeño, que no logra convencerlo ni a él mismo, de repente tiene muchas ganas de llorar.

— No, no lo sé. No sé por qué mi primito insiste en declararse merecedor de todos los males del mundo y auto condenarse por algo que no debería causar tanta aflicción. Espero con ansias el día en que entiendas que eres libre de ser quien eres y amar a quien te salga del pito. Puedes llevarte a la cama a quien quieras, eso no definirá quién eres, tampoco va a quitar los dones y virtudes con los que Dios te ha dotado, no va a cambiar tu esencia. ¿Hasta cuándo tendré que repetirlo?

Kyungsoo lo piensa durante un instante, de verdad lo hace, se imagina viviendo con esa tranquilidad y libertad de la que su primo siempre le habla. Podría sólo ser quien es sin sentirse un delincuente con la necesidad de estar ocultándose del mundo. Entonces es consciente una vez más de su moral dividida, de cómo sus pensamientos no están alineados a la voluntad de Cristo, y de la mierda de hijo que es.

— ¿Estás acomodando la Biblia a tu gusto para que no me sienta tan mierda?

— Un poco, quizás, sí. — Baekbeom le regala una sonrisa después de atrapar una de sus manos con las suyas — El punto es, lindo Soosie, que sin importar todo lo que el tío te diga o las malas experiencias que te haga atravesar, lo importante siempre va a ser que tú puedas construirte una vida de la cual puedas sentirte orgulloso cuando seas mayor y hagas un recuento de tus vivencias. Nadie ha venido al mundo a sufrir, el último sacrificio fue Cristo, después de él, Dios nos ha dado la libertad de ser felices, podemos ser felices. Primera de Pedro, capítulo cuatro y versículo ocho.

Kyungsoo pone los ojos en blanco antes de recitar.

— Sobre todo, ámense losunos a los otros profundamente, porque el amor cubre multitud de pecados. —  el mayor lo destella con una de sus sonrisas.

—  Amor, Soo, al final eso es todo lo importa. Puedes amar, tu puedes amarlo a él

 

Notas finales:

Estoy de pelea con este fic, pero lo amo.

 


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