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Errores del Pasado por Yushurija

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Eileen era una bella mujer, con los ojos y cabello negro, característica de la Familia Prince. Sus labios carnosos y rosas, la hacían aún más linda. A sus cortos dieciséis años ya tenía a varios pretendientes  que le mandaban cartas de amor y envían flores o chocolates. Sin embargo, su corazón aún no era llenado por alguien que ella amara y había tenido que rechazar a varios chicos, tanto hijos de muggles como mestizos y sangres puras. Abraxas Malfoy, Orión Black y Flemont Potter no habían sido la excepción, pero, sin embargo, los otros dos aún enamorados de ella, decidieron abandonar la idea de hechizar su amor y se comprometieron con distintas mujeres. Flemont era el único que no iba a rendirse tan fácilmente y es que aún seguía enviándole mensajes apasionados y cariñosos, flores frescas y brillantes, así como costosos y deliciosos chocolates. Eileen aceptaba todo con amabilidad pero seguía rechazando al Potter que se hallaba casi al borde de desesperación.

Todos trataban de persuadir a Eileen que se casara con el joven Potter, pero ella rechazaba. Incluso sus padres ayudaban a Flemont resaltando lo mucho que la beneficiaría, pues Potter no solo era guapo sino además millonario y sangre pura. Pero Eileen siguió ignorando las ventajas, pues ella quería casarse con alguien a quien amara, y ante su negativa, los padres de ella decidieron hacer lo que hacen las grandes familias: Comprometerla en contra de su voluntad. Así fue como Flemont había obtenido lo que tanto quería y había luchado, pues era amado por sus futuros suegros y felicitado por sus amigos. Cuando fue a ver a su amada, quien estaba en el árbol frente a Lago Negro, pudo escucharla llorar y siendo consolada por sus amigas, Walburga y Elizabeth.

-No me quiero casar con él- decía Eileen derramando lágrimas.

-Eileen, lo siento mucho pero podrás tener una vida acomodada a su lado- decía Elizabeth.

-No pasarás penas y tus hijos serán respetados- siguió Walburga.

-Pero yo no lo amo- seguía Eileen- ¿Qué caso tiene estar con alguien que no amaré?- se lamentaba. Flemont, en lugar de compadecerse de la pobre Eileen y romper el compromiso, lo adelantó. Así, en vez de casarse cuando ambos se graduaran, cumplirían su matrimonio cuando estuvieran en séptimo grado, así aseguraría tener a Eileen antes de que ella cometiera una tontería. Por lo  que la boda se programó para seis meses.

 

Con el paso de los días, Eileen empezaba a perder peso y el brillo de sus ojos se había esfumado. Las ojeras empezaron aparecer en su blanco rostro, el rosado de sus mejillas y labios desaparecieron. Dejó de arreglarse y la luz que siempre la rodeaba fue sustituida por brumas. Quienes más se había preocupado por ella fueron sus amigas, Abraxas y Orión. Los dos últimos fueron con el león que estaba rodeado de sus amigos, Septimus Weasley y Gideon Prewett.

-¿Qué quieren, serpientes?- preguntó con molestia Flemont.

-Queremos que disuelvas tu matrimonio con Eileen- dijo Abraxas.

-¿Por qué haría eso?- respondió Flemont- ¿Celosos de que haya logrado lo que ustedes no?

-¡No es eso!- siguió Orión- ¡Eileen se está muriendo y a ti poco te importa!

-Ya se recuperará. Cuando nos casemos no tendrá tiempo de pensar en eso, estará ocupada cuidando de nuestros hijos- respondió el león.

-¡Maldito! ¡No puedes obligar a alguien a que te ame!- explotó Abraxas.

-Ya lo hice, Eileen tiene dos opciones, casarse conmigo y ser feliz o pasar desgracias durante nuestro matrimonio.

-¡Entonces no la amas realmente! ¡Solo es un capricho!- siguió Orión.

-¡Cállense!- dijo molesto Femont y con un hechizo los aventó lejos de él. Se fue totalmente molesto seguido de sus amigos. A pesar de que ambos sabían que su amigo estaba equivocado, no dijeron nada, pues lo apreciaban mucho como para romper su amistad.

Orión y Abraxas se recuperaron poco a poco del hechizo y cuando estaban de pie, fueron corriendo con el Director. Cuando llegaron, Albus les invitó dulces de limón, los cuales, al ser de origen muggle, fueron rechazados.

-Díganme, mis muchachos ¿Algo que pueda hacer por ustedes?- dijo el Anciano Director.

-Necesitamos que haga algo para disolver el matrimonio de Eileen y Flemont. Habló Orión.

-¿Ah, sí? ¿Por qué?

-Flemont está totalmente feliz, sin embargo, Eileen está muriendo poco a poco- dijo Abraxas.

-Ya veo- Albus se quedó pensando unos momentos- No puedo hacer nada, chicos, lo siento. 

-¡¿Por qué?!- dijeron al unísono.

-Son tratos entre familias, no es nada ilegal lo que están haciendo.

-¡La están obligando a casarse!- gritó Abraxas,

-Sí, pero quienes firmaron fueron sus padres, tutores legales- respondió. Abraxas y Orión se quedaron estáticos, estaban condenados a ver al amor de su vida descomponiéndose poco a poco. Una noche, Elizabeth y Walburga fueron citadas por sus comprometidos a la Torre de Astronomía, ambas llegaron y ahí estaban Orión y Abraxas, las parejas se abrazaron y se sentaron en círculo.

-¿Qué pasó?- preguntó Walburga, viendo a ambos hombres.

-Los cuatro sabemos por lo que están pasando Eileen- empezó Abraxas- debemos impedir que se case con Potter.

-¿Cómo haríamos eso?- dijo curiosa Elizabeth- su boda será en tres meses.

-Suficiente tiempo para ayudarla a escapar- siguió Orión.

-¿Cómo?- Walburga parecía impresionada.

-Orión y yo hemos estado ideando un plan para ayudar a Eileen a escapar de su desdichado futuro, pero necesitamos de los conocimientos de ambas en pociones- siguió Abraxas. Walburga y Elizabeth se voltearon a ver, con sus ojos se transmitieron un mensaje: Es nuestro deber. Azules y grises voltearon a ver a sus futuros esposos. Y Asintieron.

Eileen era su amiga, la amaban tanto que, a pesar de las ideologías de sus familias, la ayudarían a escapar de aquel destino que le esperaba. Sin embargo, no sabían que la quitaban de una fosa para aventarla a la boca del lobo, pues la desgracia ya estaba grabada en el futuro de Eileen desde el momento en que había llegado al mundo. Su pecado: nacer. Los cuatro cargarían con una pena mucho más grande en sus corazones, un error que los perseguiría hasta la tumba. Pero, eran solo jóvenes que deseaban ayudar a su más querida amiga ¿Qué podían hacer? ¿Cómo borrar lo que ya estaba escrito desde hacía muchos años atrás? No, no era su culpa, aunque así lo sintieran, después de todo, cualquiera haría hasta lo imposible por salvar a la persona que quieres ¿No? ¿No era así?

Eileen era una bella mujer, con los ojos y cabello negro, característica de la Familia Prince. Sus labios carnosos y rosas, la hacían aún más linda. A sus cortos dieciséis años ya tenía a varios pretendientes  que le mandaban cartas de amor y envían flores o chocolates. Sin embargo, su corazón aún no era llenado por alguien que ella amara y había tenido que rechazar a varios chicos, tanto hijos de muggles como mestizos y sangres puras. Abraxas Malfoy, Orión Black y Flemont Potter no habían sido la excepción, pero, sin embargo, los otros dos aún enamorados de ella, decidieron abandonar la idea de hechizar su amor y se comprometieron con distintas mujeres. Flemont era el único que no iba a rendirse tan fácilmente y es que aún seguía enviándole mensajes apasionados y cariñosos, flores frescas y brillantes, así como costosos y deliciosos chocolates. Eileen aceptaba todo con amabilidad pero seguía rechazando al Potter que se hallaba casi al borde de desesperación.

Todos trataban de persuadir a Eileen que se casara con el joven Potter, pero ella rechazaba. Incluso sus padres ayudaban a Flemont resaltando lo mucho que la beneficiaría, pues Potter no solo era guapo sino además millonario y sangre pura. Pero Eileen siguió ignorando las ventajas, pues ella quería casarse con alguien a quien amara, y ante su negativa, los padres de ella decidieron hacer lo que hacen las grandes familias: Comprometerla en contra de su voluntad. Así fue como Flemont había obtenido lo que tanto quería y había luchado, pues era amado por sus futuros suegros y felicitado por sus amigos. Cuando fue a ver a su amada, quien estaba en el árbol frente a Lago Negro, pudo escucharla llorar y siendo consolada por sus amigas, Walburga y Elizabeth.

-No me quiero casar con él- decía Eileen derramando lágrimas.

-Eileen, lo siento mucho pero podrás tener una vida acomodada a su lado- decía Elizabeth.

-No pasarás penas y tus hijos serán respetados- siguió Walburga.

-Pero yo no lo amo- seguía Eileen- ¿Qué caso tiene estar con alguien que no amaré?- se lamentaba. Flemont, en lugar de compadecerse de la pobre Eileen y romper el compromiso, lo adelantó. Así, en vez de casarse cuando ambos se graduaran, cumplirían su matrimonio cuando estuvieran en séptimo grado, así aseguraría tener a Eileen antes de que ella cometiera una tontería. Por lo  que la boda se programó para seis meses.

 

Con el paso de los días, Eileen empezaba a perder peso y el brillo de sus ojos se había esfumado. Las ojeras empezaron aparecer en su blanco rostro, el rosado de sus mejillas y labios desaparecieron. Dejó de arreglarse y la luz que siempre la rodeaba fue sustituida por brumas. Quienes más se había preocupado por ella fueron sus amigas, Abraxas y Orión. Los dos últimos fueron con el león que estaba rodeado de sus amigos, Septimus Weasley y Gideon Prewett.

-¿Qué quieren, serpientes?- preguntó con molestia Flemont.

-Queremos que disuelvas tu matrimonio con Eileen- dijo Abraxas.

-¿Por qué haría eso?- respondió Flemont- ¿Celosos de que haya logrado lo que ustedes no?

-¡No es eso!- siguió Orión- ¡Eileen se está muriendo y a ti poco te importa!

-Ya se recuperará. Cuando nos casemos no tendrá tiempo de pensar en eso, estará ocupada cuidando de nuestros hijos- respondió el león.

-¡Maldito! ¡No puedes obligar a alguien a que te ame!- explotó Abraxas.

-Ya lo hice, Eileen tiene dos opciones, casarse conmigo y ser feliz o pasar desgracias durante nuestro matrimonio.

-¡Entonces no la amas realmente! ¡Solo es un capricho!- siguió Orión.

-¡Cállense!- dijo molesto Femont y con un hechizo los aventó lejos de él. Se fue totalmente molesto seguido de sus amigos. A pesar de que ambos sabían que su amigo estaba equivocado, no dijeron nada, pues lo apreciaban mucho como para romper su amistad.

Orión y Abraxas se recuperaron poco a poco del hechizo y cuando estaban de pie, fueron corriendo con el Director. Cuando llegaron, Albus les invitó dulces de limón, los cuales, al ser de origen muggle, fueron rechazados.

-Díganme, mis muchachos ¿Algo que pueda hacer por ustedes?- dijo el Anciano Director.

-Necesitamos que haga algo para disolver el matrimonio de Eileen y Flemont. Habló Orión.

-¿Ah, sí? ¿Por qué?

-Flemont está totalmente feliz, sin embargo, Eileen está muriendo poco a poco- dijo Abraxas.

-Ya veo- Albus se quedó pensando unos momentos- No puedo hacer nada, chicos, lo siento. 

-¡¿Por qué?!- dijeron al unísono.

-Son tratos entre familias, no es nada ilegal lo que están haciendo.

-¡La están obligando a casarse!- gritó Abraxas,

-Sí, pero quienes firmaron fueron sus padres, tutores legales- respondió. Abraxas y Orión se quedaron estáticos, estaban condenados a ver al amor de su vida descomponiéndose poco a poco. Una noche, Elizabeth y Walburga fueron citadas por sus comprometidos a la Torre de Astronomía, ambas llegaron y ahí estaban Orión y Abraxas, las parejas se abrazaron y se sentaron en círculo.

-¿Qué pasó?- preguntó Walburga, viendo a ambos hombres.

-Los cuatro sabemos por lo que están pasando Eileen- empezó Abraxas- debemos impedir que se case con Potter.

-¿Cómo haríamos eso?- dijo curiosa Elizabeth- su boda será en tres meses.

-Suficiente tiempo para ayudarla a escapar- siguió Orión.

-¿Cómo?- Walburga parecía impresionada.

-Orión y yo hemos estado ideando un plan para ayudar a Eileen a escapar de su desdichado futuro, pero necesitamos de los conocimientos de ambas en pociones- siguió Abraxas. Walburga y Elizabeth se voltearon a ver, con sus ojos se transmitieron un mensaje: Es nuestro deber. Azules y grises voltearon a ver a sus futuros esposos. Y Asintieron.

Eileen era su amiga, la amaban tanto que, a pesar de las ideologías de sus familias, la ayudarían a escapar de aquel destino que le esperaba. Sin embargo, no sabían que la quitaban de una fosa para aventarla a la boca del lobo, pues la desgracia ya estaba grabada en el futuro de Eileen desde el momento en que había llegado al mundo. Su pecado: nacer. Los cuatro cargarían con una pena mucho más grande en sus corazones, un error que los perseguiría hasta la tumba. Pero, eran solo jóvenes que deseaban ayudar a su más querida amiga ¿Qué podían hacer? ¿Cómo borrar lo que ya estaba escrito desde hacía muchos años atrás? No, no era su culpa, aunque así lo sintieran, después de todo, cualquiera haría hasta lo imposible por salvar a la persona que quieres ¿No? ¿No era así?

Notas finales:

¡El sexto capítulo! ¡Al fin!

Me quiero disculpar por la tardanza y en esta ocasión no hay justificación, solo para que sepan, por mucho que tarde en actualizar no pienso abandonar las historias que haga porque cuando las abandono definitivamente las borro para que ustedes no sigan esperando por una actualización que no llegará.    Ahora, quisiera preguntarles sobre una historia que me ha estado tentando a escribir, es un fanfic de El Rey León teniendo como protagonista a Scar/Taka como padre soltero en un mundo al borde del colapso (Tipo la película "Los Croods").  Ya medirán ustedes que opinan y si desean que la escriba ;)  

Una cosa más, en uno de los comentarios me aprecío que no habían entendido el capítulo anterior, como escritora es mi obligación explicarles cuando no entienden: Bien, respecto a que pareciera ser otra historia, sí lo es, pero es una historia (como la de este capítulo) donde se explicará la manldición que cargan los Prince y los Potter, entonces puedo decir que con los hermanos Potter y Narciso se empieza todo y es lo que Harry (años después) va a descubrir.

Espero les haya gustado el capítulo n.n ¡Hasta la próxima! <3

 


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