Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Dark Flowers por LadyDeltaPhantomhive

[Reviews - 18]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: Lamento la tardanza, en serio :'v
Sé que dije que el fic en sí ya está terminado y no mentía, lo está. Y quiero decir algo por aquí antes de dejar que lean el capítulo 17.

¿Alguno sabe que tengo wattpad? Bajo el mismo nombre de usuario. Y si no pues eso, tengo. Ahí publiqué este fic en Septiembre del 2017. Ya no usaba esta plataforma así que decidí en ese entonces no publicarlo aquí, he estado usando esa app desde entonces. Recordé que tenía cuenta en AY y me dije: ¿Por qué no?

Pero aquí es donde entran ustedes. ¿Quieren que lo siga publicando aquí? ?“ ¿Prefieren y si les hace más cómodo leer el fic, ya terminado, en wattpad? Lleva el mismo nombre "Dark Flowers" y yo también "LadyDeltaPhantomhive"

Diganmelo en los comentarios por favor. Así, dejaría de publicarlo aquí y ustedes podran leerlo totalmente terminado en Wattpad sin esperarme por aquí. Y si hay algunos que no tienen cuenta ahí y/o prefieren seguirlo aquí en AY también haganmelo saber. Se los agradecería mucho :)

Por último, he decidido quitar los símbolos del texto en vista de que no se han visto afectados los anteriores capitulos. Ahora sí, los dejo con el cap, disfrútenlo. ^u^

Erik pasó casi toda la noche con ayuda del alcohol. Pero cuando empezó a volverse de día, Erik se encogió, haciendo muecas a causa de las voces y sensaciones que brotaban a través del enlace. Tuvo que sujetarse la cabeza entre las manos y no pudo beber una gota más.


La telepatía de Charles se había hecho fuerte y Erik sentía que podía hacerlo subir por las paredes en cualquier momento.


El alcohol parecía ir desapareciendo de su sistema y, cuando la luz del sol comenzó a inundar la habitación, Erik se sintió sobrio. Cansado e irritado, pero sobrio. Sentía un dolor lacerante de cabeza y tuvo que cerrar las cortinas porque sus ojos parecían estar hipersensibles a la luz.


Erik no podía sentirse cómodo en ningún lugar. Quería arrancarse el cerebro. El dolor no era ni la mitad de lo que había sido en la cabaña, pero aún así era difícil incluso pensar correctamente.


Erik estaba cambiando de posición en el lugar que ocupaba en la gran sala de estar, no podía permanecer parado por mucho tiempo. Experimentar la telepatía era como tener una sala llena de gente ruidosa dentro de su cabeza todo el tiempo.


Pero después de un rato, las voces comenzaron a perder milagrosamente su nitidez. Erik estaba demasiado aliviado para creer que fuera verdad, sin embargo, poco a poco, las voces se volvían cada vez más soportables y las sensaciones, vagas. No había duda de ello.


Y, como una respuesta a la pregunta no formulada, una voz llegó a través del enlace.


¿Erik?


Erik instintivamente miró hacia el segundo piso. Sintió un tirón suave en su enlace.


¿Estás despierto?


Erik asintió con la cabeza, entonces recordó que Charles no podía verlo. Con esfuerzo, le envió una respuesta mediante su conexión: Sí.


Hubo un corto silencio.


Después: ¿Puedes venir aquí?


Erik se levantó y brevemente se preguntó cuán desgastado se veía, y decidió que no importaba.


Claro.


Gracias, fue la respuesta silenciosa de Charles.


Erik rodó los ojos -Charles, siempre tan educado. Así, caminó hasta las escaleras. Podría estar sobrio, pero a su cabeza no le gustó el movimiento repentino. Erik suspiró e intentó ignorarlo.


Subió las escaleras y caminó hacia la habitación donde había dejado a Charles. Golpeó la puerta antes de abrirla.


Encontró a Charles sentado en la cama, se veía un poco cansado, pero estaba totalmente alerta. Su extraño comportamiento distante de la noche pasada había desaparecido. En vez de eso, era como si estuviera concentrado en algo.


Charles sólo hizo un gesto para que él se acercara, y Erik caminó hacia la cama. Entonces, Charles parpadeó distraídamente hacia Erik.


Siéntate.


Fue una petición, no una orden. Sin embargo, Erik vaciló por un momento, hasta que se sentó frente a Charles. Pasó un tiempo acomodándose encima de las mantas. Era extraño estar cerca de Charles después de lo de anoche, cuando le había dado un tremendo susto. Pero, sobre todo, porque parecía ser como era antes. Erik esperó en silencio a que Charles le prestara la debida atención.


Los segundos pasaron.


Finalmente, Charles respiró profundamente.


Erik inclinó la cabeza.


- ¿Qué estás...


Estoy construyendo escudos. Lo he hecho todo el día.Blindaje y bloqueo.


- ¿Oh? -dijo Erik, levantando una ceja. Su propia voz sonaba muy fuerte en la pequeña habitación, ya que sólo Charles hablaba telepáticamente. Erik se sorprendió con su distracción.


- ¿Qué significa eso?


Que estoy protegiendo mi propia mente del mundo exterior, y dejando los pensamientos de las personas fuera. Es difícil, pero una vez que los coloque en su lugar, será más fácil mantenerlos allí.


Tenía sentido -bloquear las fugas telepáticas. Erik entendió que esa debe haber sido la razón por la cual las voces en su lado del enlace se habían quedado silenciosas momentos atrás. Claramente, Charles estaba haciendo algún tipo de progreso.


- Es bueno escuchar eso.


Sí. Quimera destruyó todos mis escudos y barreras mentales, porque así ellos podrían reorganizar mi sentido del tiempo y del espacio, y obligarme a hacer cosas que nunca habría hecho de otra manera. La pérdida de mis escudos fue la razón por la que mi telepatía casi nos mató cuando regresó la primera vez - volvió rápidamente, y no hubo nada que la bloqueara o guiara dentro de mi cabeza.


Erik podía recordar muy bien el momento horrible en que Charles había dejado de respirar y él mismo se había reducido a una maraña de gritos y sangre en la cabaña. De cómo se sentía hervir dentro de su propia piel. Como sus oídos y nariz sangraron. Toda la pesadilla con detalles terribles. El recuerdo todavía le causaba escalofríos. Fue una tortura.


Erik tocó una punta de la manta.


- ¿Entonces ya puedes...puedes controlarla mejor, es eso? ¿No te causará tanto dolor como antes? -preguntó.


Charles se encogió de hombros. Creo que podría decir que sí. Construir los escudos básicos como los que hago ahora es un poco rápido. Fortalecerlos y profundizarlos llevará semanas o incluso meses. Veras, Erik, los que tenía antes habían estado allí durante años. Quimera los derrumbó todos.


Erik sintió un destello de rabia. Destruir los escudos de un telépata sonaba como el equivalente a desmembrar a alguien vivo. No era una buena idea. Y Quimera tenía a otro telépata que le hizo eso a Charles, y sabía lo que estaba haciendo. Esos hijos de puta, Erik no podía hacer nada excepto murmurar dentro de su cabeza. Entonces, inspiró tratando de calmarse y dejar de pensar en ello por el momento. Los engranajes giraban dentro de su mente.


- Entonces, ¿esa es también la razón por la que no has podido controlar tus poderes antes? -Erik preguntó con cautela.- ¿Por qué tus escudos eran débiles? Quiero decir, ¿todo ese súbito poder mental y...el paralizar accidentalmente a las personas?


El rostro de Charles se oscureció por un momento. Probablemente, sí. Todavía tengo problemas con eso.Pero quizá no tan severos como antes.


Erik asintió.


- Entiendo. Porque necesitas de un gran esfuerzo para quedarte fuera de la mente de las personas y no controlarlas, no al contrario. -murmuró.


Charles parpadeó, sorprendido. De repente, perdió la mirada concentrada y estudió a Erik cuidadosamente, como si sólo ahora realmente lo viera por primera vez. Sí, dijo con sorpresa. Exactamente.


Hubo un silencio súbito y Erik percibió que tenía toda la atención de Charles ahora. Charles lo miró, muy cuidadosamente, y Erik sintió satisfacción de ser observado. Lo encaró y entonces dijo:


- Lo vi, sabes. Una vez que tuve la oportunidad de entender mejor tus poderes.


Charles todavía parecía confundido y...casi impresionado.


Erik bufó.


- Desgraciadamente, nunca intentaste explicarme eso. Te habría escuchado.


Charles inclinó la cabeza lentamente. Erik sintió una débil calidez desde el otro extremo del enlace, aunque su rostro estaba ilegible. Entonces, finalmente, Charles dijo con calma:


Me alegra saberlo.


Erik mostró una sonrisa pequeña en respuesta y asintió. De pronto sintiéndose un poco extraño por la intimidad repentina, movió las manos y carraspeó la garganta.


- Entonces, uh... -dijo.- ¿Hay una razón en especial para que me hayas llamado aquí?


Charles respiró profundamente y se puso más serio también.


Sí. Te prometí romper el enlace.


Erik odiaba admitir que sintió un poco de decepción en algún lugar en su interior. Pero era ridículo, entonces lo ignoró y apenas asintió con la cabeza.


- Bien, sí.


Charles lo observó por un tiempo. Erik dudó entre qué decir o hacer. Abrió la boca, luego la cerró de nuevo. Charles se sentó recto.


La cuestión es, que he intentado romper el enlace. Ahora que mis poderes están casi totalmente funcionales.Pero no lo conseguí. Cada vez que lo intento, el enlace me rechaza.


Erik lo miró, intrigado.


- ¿Cómo que no puedes romperlo? No es como si no fueras lo suficientemente poderoso.


Charles suspiró.


Ese es el problema. No sé por qué.


Erik esperó que continuara, pero Charles no lo hizo. En vez de eso, pareció repentinamente confundido y extrañado, como si no supiera cómo expresarse.


Y es por eso que te llamé aquí, Erik. Necesito preguntarte algo.


Erik se sintió un poco alerta.


- ¿Y eso qué es?


Charles parecía molesto.


Necesito llegar al otro extremo del enlace. Yo...tendría que entrar en tu mente.


Erik se tensó instintivamente, y pudo detectar un destello de dolor venir de la otra punta del enlace, por su desconfianza en Charles. Pero, entonces, Erik recordó que se lo había propuesto la noche anterior y se sintió un hipócrita. Y no era como si no hubieran estado conectados desde hace meses. Era pretencioso por parte suya sentirse incómodo.


- Está bien. ¿Cómo vas a hacer eso?


El rostro de Charles era ilegible.


Bueno, necesitaría contacto físico, porque lo hace mucho más fácil.


Erik sintió una punzada de nerviosismo y algo que era casi parecido a la ansiedad cuando se levantó un poco y se acercó a Charles. De repente, había poco espacio entre ellos, y se sintió extrañamente consciente de sí mismo.


Charles asintió con la cabeza. De acuerdo, así está bien.¿Aún estás seguro?


Erik sólo asintió con firmeza.


Charles levantó las manos lentamente en el aire. Erik las miró y Charles buscó sus ojos, como pidiendo permiso por última vez. Erik nuevamente asintió con la cabeza, y Charles puso las manos a ambos lados de la cara de Erik. Su piel pareció calentarse bajo el toque -las manos de Charles eran suaves y estaban un poco frías, Erik podía sentir algo parecido a un hormigueo electrizante en donde sus pieles entraron en contacto. El toque de Charles era gentil, pensó, muy gentil -Erik no había sido tocado tan gentil y cuidadosamente desde hace mucho tiempo. Era como si Charles estuviese siendo extremadamente cuidadoso, aún habiendo recibido la autorización para tocarlo. Erik luchó contra el impulso de cerrar los ojos por la intimidad repentina.


Durante muchos años, su cuerpo solo conoció la violencia y la negligencia. Las manos que lo habían tocado solo dejaban golpes, con el objetivo de matar o herir.


Pero Erik intentó concentrarse. Curiosamente, no tenía miedo de Charles. Estaba preocupado, sí, pero estaba seguro de que Charles no le haría daño.


Bien. Voy a entrar a tu mente ahora, Erik,dijo y pudo oír su voz perturbadoramente clara y brillante dentro de su cabeza, potenciada por el contacto físico. Al final, Erik no tuvo tiempo para prepararse cuando Charles entró en su mente. Jadeó con la nueva y súbita presencia en ella -era como una lluvia caliente acariciando su conciencia. Lo más curioso era que Erik reconocía a Charles -su mente era como un faro en la cabeza de Erik- y él ya estaba acostumbrado al débil sentir de estar conectado a Charles durante todos esos meses que estuvieron juntos. No podía explicarlo, o que realmente importara, pero Erik simplemente reconocía a Charles. Su presencia no era como la de un extraño invadiendo una propiedad, que Erik sabía, en algún lugar en lo profundo de sí, no podría ser algo bueno. Usó el casco por tantos años para mantener a todos fuera de su cabeza, y allí estaba él, sentado en una cama, confiándole a Charles su vida y sanidad.


Erik creyó mejor reservarse eso.


Podía sentir a Charles sumergiéndose, con recelo, más profundamente en su cabeza, y Erik tuvo que cerrar los ojos ante la sensación vertiginosa. Aun así, podría decir que Charles estaba siendo meticuloso e intentaba no tocar nada que no debía -podía sentirlo bloquear pensamientos y memorias que no le pertenecían, que no debía ver o explorar.


Los segundos pasaban.


Era tranquilo. Calmado...pacífico.


Erik se dio cuenta de que no estaba perturbado con nada de eso, no realmente. Ya estaba tan acostumbrado al vínculo que ese pensamiento no le molestaba. No había nada extraño en la pequeña corriente de emociones compartidas y en los pensamientos vagos que fluían a través de su conexión mutua. Era como tener un sexto sentido del otro. Ahora, cuando Erik se imaginaba sin el enlace, sentía una fuerte punzada de soledad. Estuvo tan solitario. Durante muchos años. Solo, siempre manteniendo una buena distancia de todos. Estaba solo, pero nunca lo admitió a nadie. Erik, entonces, entendió que estar conectado a Charles se volvió algo tan normal que romper el vínculo sería como perder un miembro del cuerpo.


De repente, sintió un destello de arrepentimiento. Tal vez...tal vez no quería que la conexión se rompiera. Ni en un millón de años hubiera creído estar pensando eso, pero...se sintió extrañamente protector con su enlace. Éste lo hizo sentirse menos solo. Rápidamente intentó calmar sus pensamientos, no quería que Charles los viera o los escuchara.


Fue cuando, entonces, sintió un tirón en las regiones más profundas de su mente, y eso captó toda la atención de Erik. El tirón parecía doler de alguna manera, como si algo lo picara. Erik se estremeció cuando sintió que se repetía. Sabía que Charles estaba haciendo algo, pero claramente no estaba haciéndolo bien. Erik captó una ola de confusión.


¿Erik?, Charles llamó, lo que era innecesario, ya que lo escuchaba mejor que nunca.


¿Sí?, Erik respondió mentalmente.


Ahora entiendo. No puedo romper el enlace.


¿Qué? Erik preguntó con asombro. Estaba genuinamente sorprendido, aunque la sorpresa vino sugestivamente mezclada con el placer prohibido del alivio.


No puedo romper el vínculo, porque no se trata de mí. estás sujetando de él, Erik, no yo.


Pero...No sé cómo lo estoy haciendo, Erik respondió.


No puedo explicarlo, pero los lazos que tiene son más fuertes de lo que deberían aun cuando fuiste capaz de hacerlos desprovisto de cualquier formación telepática. Son...impresionantes. Son complejos y densos. Ellos...parecen de acero.


Erik no pudo evitar sonreír.


Charles dio una bufido mental.


Estoy hablando en serio, Erik. Creo que tú estás sosteniendo el enlace con tu poder. Y mientras estés haciendo eso, no puedo desatar el lazo y romper el enlace.


Erik pensó al respecto por un tiempo. Pero justamente cuando estaba a punto de responder, se distrajo con una sensación extraña -un extraño sonido de percusión. Pum, pum, pum, seguía llegando. Paró todo pensamiento lógico anterior para aguzar su audición. Después de un momento, de repente, entendió que era el latido del corazón de Charles. Era extremadamente extraño oírlo a través de su conexión. Pero ahora que Erik estaba concentrado en el sonido, también podía captar otras sensaciones de Charles. Pequeños pedazos de lo que Charles estaba sintiendo -la suavidad de la almohada detrás de él...como no podía realmente sentir sus piernas...la sensación de su propia piel bajo el tacto de los dedos de Charles...el ritmo de su respiración.


Erik observó toda esa nueva información que estaba recibiendo; era como si hubieran apartado una cortina.


Erik, Charles le llamó la atención. Erik podía sentir su respiración de forma nerviosa, como el aire fluía en los pulmones de Charles. Se perdió en la extraña y nueva forma de sentir a Charles -olvidó sus pensamientos del enlace y, en su lugar, sintió el cuerpo de Charles inclinado hacia adelante -todos los músculos tensos por el esfuerzo.


Erik sabía que probablemente no debería estar haciendo eso, pero no sentía ganas de detenerse. No sabía exactamente lo que era, pero se perdió en la exploración.


Erik podía sentir la rigidez en el codo recientemente curado de Charles. La sensación de cuando parpadeaba.


Erik, Charles dijo, ahora más exigente.


Pero Erik estaba muy encantado y continuó. Era como si pudiera encontrar su camino fácilmente hacia la mente de Charles, como si hubiera un imán tirándolo hasta allí. Parecía algo natural, fácil, como usar sus poderes. El magnetismo, después de todo, siempre fue el núcleo de su mutación, pero en toda su vida Erik sólo había sido capaz de controlar el metal. Por supuesto que sabía que cada objeto en la Tierra tenía un pequeño campo magnético que atraía otros objetos más cercanos -es un hecho científico-, pero Erik nunca había pensado que podría encontrar otra cosa que respondiera a sus ordenes más allá del metal. Incluso la idea de tener a objetos no metálicos, especialmente personas, respondiendo a su magnetismo era tan surrealista que Erik no podía creer que sus instintos pudieran estar seguros. ¿No era posible aplicar el magnetismo entre dos individuos? Los humanos siempre hablaban sobre la química entre las personas, pero Erik había descartado esa tontería tan romántica usada en libros y películas. Charles no estaba hecho de metal. Era de piel, huesos, calor y vida, entonces ¿por qué Erik podía alcanzarlo así? ¿Como si fuera un imán que pudiera usar?


Erik escuchó cómo el corazón de Charles aumentó el ritmo, podía oírlo claramente a través de su conexión. Erik sentía agudamente como Charles tenía ligeros escalofríos, como su respiración se aceleraba y sus párpados parpadeaban con más frecuencia. Era como si Erik se fusionara con Charles, y era intoxicante. Nunca había experimentado nada parecido, con nada ni nadie. Incluso tener sexo no era tan intenso como esto. Es como estar dentro de otra persona y ser tú mismo al mismo tiempo, absorbiendo todas las pequeñas sensaciones físicas y eliminando las barreras entre ellos.


Erik, Charles repitió, y ahora algo de su nerviosismo y precaución se desbordó por completo.


Erik era demasiado terco para escucharlo. En vez de eso, levantó las manos y sostuvo las muñecas de Charles. Esto hizo que chispas volaran dentro de su cerebro -también sintió el tacto de sus dedos a través de la piel delicada de las muñecas de Charles. Era como tener una doble visión, como sucedió en el hospital: viendo a través de dos pares de ojos, pero de un modo mucho más nítido y más placentero ahora. Erik sintió todo vagamente -el calor, las texturas, su toque, el aire en sus pulmones. Ambos corazones bombeando.


Era como ver una pintura. Con peso, movimientos, pulsaciones, una pintura viva. Erik ya no estaba seguro de dónde terminaba él y dónde empezaba Charles.


Cuanto más Erik sentía, más hambriento quedaba. Quería ir más profundo, para sentir más. Se sentía tan poderoso, recibiendo tanto de Charles, viendo y sintiendo. Estando tan entrelazado con alguien, de forma tan profunda. Erik conoció a muchas personas en su vida que había dejado atrás, usado, odiado, disfrutado, unido, conversado, matado o abandonado. Nunca se había realmente preocupado por cualquiera de ellas, no de verdad, ni había encontrado nada sólido con ellas. Era como si toda la vida de Erik fuera turbia y sin brillo, y las únicas cosas que había sentido real e intensamente eran su dolor y rabia, lo que lo llevó a alimentarlas. Siempre había rechazado otros tipos de emociones, porque el dolor había sido lo único que lo hacía sentir vivo.


Ahora, sin embargo, apenas podía respirar, porque habían tantas cosas y Charles estaba por todas partes y Erik estaba perdido, pero no se sentía como tal.


Erik se sumergió aún más en esa sensación.


¡Erik! Charles ahora gritó a través de su enlace, con una severa advertencia en su voz.


Él, sin embargo, forzó su camino hacia adelante y chocó con la confusión de Charles y otra corriente de emociones fuertes, y las devoró, las admiró y las observó como a objetos preciosos.


Entonces Erik sintió un repentino y fuerte empujón a través de su enlace, fue forzado a alejarse, empujado de vuelta a su propia mente. Charles alejó las manos de la cara de Erik y la conexión se cerró casi completamente. Fue como una puerta cerrándose en su cara después de ser echado al aire frío del exterior, y el cambio fue tan brusco que Erik perdió el equilibrio, cayendo hacia adelante debido a la falta repentina del apoyo de las manos de Charles.


Golpeó su frente en el hombro de Charles antes de que pudiera reincorporarse y parpadeó, su visión fue regresando. Erik percibió que estaba temblando e intentó apoyar un brazo en la cama para recuperar algo de equilibrio. Su piel parecía estar en llamas. Alzó la cabeza y casi la golpeó con la mejilla de Charles; sus rostros estaban muy cerca el uno del otro. Erik sintió la respiración de Charles en su frente y casi el toque de su rostro con el suyo. Podía distinguir todos los tonos de azul en los ojos de Charles, divisar cada una de sus pestañas, captar cada milímetro de su piel. Por un momento, Erik se quedó allí, mirando, respirando, explorando la cercanía. Algo vibró dentro de él por estar tan cerca físicamente, y apresuradamente se alejó para reanudar su posición anterior, de repente entendiendo lo que había sucedido. Parpadeó, sus ojos se abrieron un poco, tratando de poner una apariencia neutra en su cara. Charles estaba tratando de recuperar el aliento también, mirándolo de nuevo con una expresión confusa.


- Yo estoy...Yo...No debí... -Erik tartamudeó.


Deslizaste tu conciencia a través de nuestro enlace, Charles susurró, con asombro y horror mezclados en su voz telepática. Nuestra conexión no debería ser tan fuerte. Y tú...tú no debiste ser capaz de hacer eso.


Erik abrió la boca, luego la cerró de nuevo. Ya echaba en falta el calor y la sensación de esa conexión, pero ahora que se había ido, fue capaz de sentir vergüenza también. Sintió una súbita ola de vergüenza.


No era así. No lo estaba necesitando o se había vuelto dependiente.


Algunos segundos pasaron en un pesado silencio.


Charles desvió la mirada. El mundo entero parecía monótono y gris a ojos de Erik ahora que experimentó el sabor de una verdadera conexión. Ansiaba otro momento de intimidad como el anterior -era como una droga de la que puedes volverte adicto. Erik se sintió tan diferente de lo que era, que no quiso nada más que recuperar el sentido común, pero no lo logró. Sentía como si necesitara darse un golpe para volver en sí, se sentía casi somnoliento. Aún podía sentir el eco de Charles dentro de su propia cabeza, en su propio cuerpo.


Debería haber cortado nuestro vínculo antes, Charles finalmente. Lo siento, dejé que te deslizaras a mi extremo del enlace. Parecía nervioso; continuó tamborileando los dedos sobre la manta.


Erik no podía encontrar nada que decir.


No puedo explicar cómo lograste hacer eso, Charles murmuró.


Erik no confiaba en su voz, por lo que respondió a través de su enlace, creo que he utilizado mis poderes.


Los ojos de Charles voltearon hacia él. Pero no hay metal. Los lazos que has construido no están hechos de acero real, Erik.


Erik se sintió incómodo al darse cuenta de que podría haberlo adivinado antes. Mis poderes no se tratan sólo de controlar el metal, Charles. No me subestimes.


Se sentía increíblemente nervioso por conducir a Charles a la conclusión, pero al mismo tiempo quería ver su reacción. Las cejas de Charles se arquearon. No te subestimo. Pero, ¿qué estás diciendo, Erik? ¿Qué tú...tú podrías, de alguna manera, usar los lazos que parecen de acero como un imán y moverlos? Pero eso no explica cómo conseguiste empujarte a través del enlace, pasando por esos lazos, hacia mi mente.


Ahora era el turno de Erik para encararlo.


A veces, odiaba estar en lo correcto. Pero rápidamente escondió la confusión interna y puso una expresión controlada en su cara. Deseaba cambiar de tema lo antes posible.


Simplemente no lo entiendo, dijo Charles.


Tal vez tu telepatía forma una especie de estática,Erik dijo rápidamente. Puedo manejar eso, tú lo sabes.


Charles parecía estar poco convencido, mientras Erik deseaba que pudiera creer en sus palabras. Su argumento parecía medio decente. Pero una pequeña voz molesta dentro de él le dijo que era y siempre sería el magnetismo lo que había usado. ¿Qué podría decirle a Charles? ¿Qué estaba realmente pensando en algo mucho más profundo? ¿Cómo podía poner algo así en palabras? ¿Debía felicitar a Charles por ser un tipo de imán?


No.


Erik decidió no reflexionar sobre eso, porque abría demasiadas líneas de pensamiento que no quería explorar.


Decidió seguir con la explicación de la estática.


El polvo bailaba en el aire entre ellos, pintado por la luz de la mañana de la ventana.


Charles finalmente se volvió y levantó las manos otra vez. Está bien. Voy a alcanzar el enlace ahora y todo lo que necesitas hacer es esperar. No te metas dentro de mi mente de nuevo. Y cuando llegue el momento, puedes quitar el poder que ejerces sobre él.Entonces podre romperlo.


Entonces, Charles empezó a aproximar sus manos a Erik una vez más, pero tomó sus muñecas a mitad del camino y las agarró firmemente.


- ¡No! -exclamó.


Al instante, Erik se sintió ridículo, por lo que intentó parecer sereno y se enderezó un poco. Carraspeó.


- Quiero decir... -dijo más lento y tranquilo- ...realmente no sé cómo hacerlo -mintió rápidamente. Bueno, no era una total mentira -Erik no sabía cómo hacerlo, pero no era como si no pudiera hacerse una buena idea. Retirar su poder de los lazos mentales no debería ser muy difícil.


Charles lo miró, levantando una ceja. Puedo ayudarte.Puedo guiar tus poderes.


Erik se mordió el lado interno de la mejilla. Vaciló. Entonces algo en el rostro de Charles cambió. Era como si una epifanía lo iluminara lentamente y, de repente, Charles pareció más dulce. Miró a Erik con ojos gentiles. Erik...¿Quieres dejar el enlace como está?


- No -Erik soltó instantáneamente, como un reflejo apresurado- Yo sólo...Sólo creo que...puede quedarse. Por ahora. Hasta que...hasta que estés mejor.


Charles lo estudió en silencio, como tratando de encontrarle sentido al humor y los pensamientos de Erik, sin tener que leer su mente. Sus ojos azules eran intensos y Erik sentía como si pudieran quemarle la piel a través del aire.


Erik ...Yo sólo...Quiero estar seguro. ¿Hablas en serio?


Erik bufó.


- Siempre soy serio -dijo, bruscamente.


Pero ¿realmente entiendes lo que significa tener un enlace como este? No va a romperse hasta que uno de nosotros muera. Por el momento, serás capaz de escuchar algunos de mis pensamientos, emociones y sensaciones. Y mi telepatía. La distancia la hará débil pero, aún así, aún serás capaz de sentir mi presencia en el fondo de tu mente. Y viceversa. El contacto físico sería casi como fundir nuestras mentes en una.


Erik sintió leves escalofríos en sus brazos. Apenas asintió con la cabeza.


- Yo lidiaré con eso -Erik dijo secamente.


Los ojos de Charles se desviaron, como si estuviera pensando en ello.


Bueno...si estás seguro de eso, el enlace puede quedarse allí por un tiempo más.


Erik asintió con la cabeza y percibió sorprendido una ola de alivio en su interior.


- Sí...Vamos a hacerlo -murmuró, distraído por su propio comportamiento extraño.


Charles miró hacia arriba y, por un momento, los ojos de ambos se conectaron.


Erik sintió, de repente, como si no hubiera aire ni suficiente espacio en la habitación, como si no pudiera respirar correctamente, aunque no había nada malo con sus pulmones, inspirando y expirando. No podía explicar lo que era, fue como tener una repetición de su conexión anterior.


De repente, los labios de Charles esbozaron una débil sonrisa. Erik casi había olvidado como se veía Charles cuando estaba sonriendo, y grabó en su memoria esa visión. Aunque la sonrisa fuese vaga, aún así era genuina y parecía iluminar la habitación. Los ojos de Charles se suavizaron y miró a Erik de una forma tan distinta de la que normalmente hacía, que sintió que olvidaba todas sus luchas y apenas le regresó de vuelta la mirada, paralizado. El momento parecía mágico -la danza del polvo en círculos lentos en el aire, la tibia luz de la mañana enmarcando el cabello de Charles, su vínculo zumbando bajito entre los dos.


Erik se olvidó del mundo por un corto minuto. Por un momento, no hubo rabia u odio, o amargura. Sólo ellos dos en la enorme mansión, pero ahora sólo existía esa diminuta habitación, con el poco espacio entre ambos, sus respiraciones mezclándose, sintiendo la cama suave y ridículamente grande bajo ellos.


Erik no se había sentido tan vivo desde hace mucho tiempo, y nunca se sintió tan diferente. Era como si estuviera envuelto en un estado confuso donde ni siquiera podía recordar todas las razones por las que había sentido rabia.


La habitación parecía muy pequeña y muy grande al mismo tiempo, y Erik se perdió en lo que estaba haciendo.


Las sábanas eran muy suaves, los ojos de Charles eran muy azules, y Erik quería, al mismo tiempo, salir corriendo de la habitación y nunca más salir de allí para enfrentar el mundo real nuevamente.


Era una sensación de lo más peculiar.


Erik casi esperaba el momento en que todo se derrumbara. Pero, para su sorpresa, Charles de repente rio bajo, la diversión ahora irradia a través de su enlace.


Erik, Charles dijo en voz muy baja a través del enlace, como si no quisiera perturbar su frágil paz.


Erik sólo lo miró de vuelta, encantado con la forma en que su nombre sonó a través del enlace.


La sonrisa de Charles se amplió aún más, y levantó una ceja de forma casi lúdica.


Erik, puedes soltarme cuando quieras.


Fue sólo entonces que Erik recordó que todavía estaba sosteniendo las muñecas de Charles en sus manos, y rompió el encanto cuando miró hacia abajo. Las soltó inmediatamente, aturdido por perder el sentido del tacto y la noción del espacio tan fácilmente -eso, normalmente, nunca le sucedía. Erik sintió su cara arder. Apenas se reconocía a sí mismo. No debería actuar así, debería ser inflexible, determinado y tranquilo. Era Magneto, después de todo. Cientos de enemigos se encogían sólo con oír su nombre. Y ahora mírenlo.


Charles era la única persona en el mundo entero que podía inmiscuirse en la piel de Erik así, y traer a la superficie todas esas otras partes de sí que ni siquiera sabía que existían.


Eso lo aterrorizaba y fascinaba.


Sin embargo, Charles rio una vez más, y Erik olvidó irritarse consigo mismo. No fue realmente una risa, pero aún así sonó como música a sus oídos. De pronto llegó a considerar recuperar el agarre en las muñecas sólo para hacer que Charles riera otra vez. Todavía recordaba muy bien cómo se vio Charles en el borde del techo la noche anterior, y nunca más deseaba presenciar algo así. La idea de perderlo lo enfermaba.


Aun así, Erik abandonó la idea y alejó las manos. Se preguntó si Charles lo sentía así de bien o si escuchaba sus pensamientos y emociones. Esto hizo que su cara se ruborizara más y lo hizo sentirse aún más ridículo. Realmente esperaba que Charles no hubiera captado su momento de desorientación. Pero Erik estaba seguro de que él trató de permanecer fuera de su mente tanto como pudo.


Sin embargo, Erik se aclaró la garganta y se enderezó. Charles aún parecía divertido, y su leve sonrisa se veía casi presumida a ojos de Erik.


Tienes un horrible olor, Charles dijo de pronto, y tomó por sorpresa a Erik que se limitó a mirarlo con el ceño fruncido.


- ¿Qué?


Charles se humedeció los labios y con su vaga sonrisa comentó. ¿Jack Daniels o algunos de sus amigos te hicieron compañía?


Erik estuvo sorprendido por un momento antes de fruncir el ceño.


- Muy gracioso -murmuró, preguntándose si realmente tenía olor a whisky o sólo era que Charles captó rastros o recuerdos de ello en su memoria. Erik levantó las manos.


- Recuerda que no pude beber durante diez años -dijo en un tono ligero, pero sólo entonces se dio cuenta de que podría haber terminado con el humor.


Erik odió ver la sonrisa de Charles desvanecerse, y se dio una patada mental. Lo último que quería era otra pelea. Erik añadió apresuradamente:


- Creo que Jack Daniels sería muy barato para ti. Las cosas que tienes deben haberte costado más que la Vía Láctea.


No era bueno para esto, pero pareció funcionar. La sombra se alejó un poco de la cara de Charles. Casi, me temo, bromeó de vuelta un poco con torpeza, pero eso a Erik no le importaba.


- Creo que serás capaz de manejarlo -Erik dijo con seriedad exagerada.- Siempre que lo desees, puedes vender algunos de tus aviones o vehículos privados, en ese caso -dijo, aunque por un momento estuvo preocupado de haber ido demasiado lejos.


Charles no se ofendió, afortunadamente. Trágico, de hecho, dijo. Esa conversación ligera tenía un toque de desesperación, como si quisieran fingir que todo había mejorado cuando, en realidad, no era así. Pero Erik estaba haciendo todo lo posible, incluso si las bromas eran malas.


Se quedaron en silencio por un largo tiempo. Erik sentía que debía sacar el tema sobre el incidente del techo, sin embargo no quería arruinar el ambiente tranquilo. Pero sabía que ambos necesitaban hablar de ello.


- Charles... -comenzó a ponerse serio.- ¿Cómo...cómo estás? -preguntó en voz alta, aunque con esfuerzo.


La sonrisa de Charles se desvaneció y apartó la mirada.


Erik se mordió el labio.


- Ayer fue...


Erik, Charles interrumpió. Por favor. Si quieres ayudar...dame tiempo. Eso es todo lo que pido. Pero prefiero no hablar de ello....de nada de eso.


Erik asintió y estaba casi aliviado de poder evitar cualquier conversación seria, porque era muy malo en ellas. Y lo comprendió. Él tampoco quería hablar de sus propios pensamientos y problemas internos. Eligió sus siguientes palabras con cuidado.


- Está bien. Pero...tienes que darme tu palabra de que nunca, jamás harás algo así de nuevo.


Charles volvió a mirarlo con tanta rapidez que casi le dio miedo. Pareció sorprendido de encontrar tanta pasión en la voz de Erik. Recorrió cada pulgada de su rostro.


- Prométemelo -Erik suspiro entre dientes. Porque incluso si no podía sanar la tristeza de Charles, al menos podría asegurarse de que nunca tenga que pensar en hacer algo por sí mismo.


Hubo una pausa.


Erik se volvió más exigente.


- Charles...


- Lo prometo -Charles dijo en voz alta, y escucharlo no hablar telepáticamente hizo que Erik se desconcertara por un momento. Pero también quedó convencido de que Charles lo dijo en serio. Pareció un poco reticente, pero  fue solemne.


- Bien -murmuró Erik- Eso está bien -dijo. Miró hacia abajo y no sabía muy bien qué hacer con las manos. Los recuerdos de los acontecimientos en el techo lo perseguirían durante mucho tiempo.- Me diste un maldito susto.


Lo sé. Siento mucho eso.


Erik quería olvidarse de ello lo más rápido posible. Parecía que este era el final de la discusión, y no sabía qué venía después. Afortunadamente, Charles interrumpió sus pensamientos.


De hecho, si realmente quieres ayudar, Erik, ¿podrías traerme mi silla? Me gustaría moverme.


Erik se levantó de la cama, casi con entusiasmo de salir de la habitación.


- ¿Dónde está?


Tengo varias. Pero la más cercana está en el tercer cuarto a la izquierda, explicó Charles. Aquí, dijo, y envió a Erik una imagen mental de la puerta. Éste asintió y se volvió hacia la puerta.


- Voy por ella -dijo.


Luego desapareció por el pasillo. El aire parecía, de alguna manera, mucho más fresco que en la pequeña habitación; aunque sabía que en realidad no lo era.


Después de un momento andando, los pasos de Erik disminuyeron hasta que se detuvo. Sólo tuvo que parar por un momento y volver a mirar a la habitación donde estaba Charles.


Allí, en la calmante luz de la mansión, en la intimidad del momento, Erik se permitió respirar, dentro y fuera.


Dentro y fuera.


El aire fluyó fácilmente.


Esta vez sólo era para él, y finalmente tuvo tiempo para pensar. Aunque sólo sea por un momento.


Erik se dio cuenta de muchas cosas durante los momentos en los que se alojaron ahí. Cosas tales como no tener ni idea de qué hacer con la vida de Charles peligrando en el borde del techo, anoche. Si realmente lo hubiera perdido para siempre...Erik no podía concebir un mundo sin Charles. Lo veía como una realidad alternativa surrealista que no quería conocer.


El segundo pensamiento al respecto era que, Erik ni siquiera podía recordar la forma en que 'trabajaba' antes de rescatar a Charles de los laboratorios. Era ridículo. Y sorprendente. Charles se convirtió en su prioridad, en el centro de su vida. Y, alarmantemente, Erik no podía nombrar todas las cosas que haría por el bienestar de Charles. Podía asesinar, manipular y atacar si es necesario. No tenía ningún sentido, ya que todavía tenían muchas cuestiones pendientes entre ellos. Sin embargo, Erik se sintió violentamente protector con Charles. Quimera no podía tenerlo.


Era casi posesivo el cómo Erik reaccionaba con la idea de alguien intentando hacerle daño a Charles.


¿Cómo pudo haber llegado a estar tan unido a una persona? Si alguien, alguna vez, pidiera afecto o atención de Erik, no lo tendría. Pero ese era el problema. Charles no pidió nada de él. Nunca lo hizo.


Pero aún así atraía a Erik, una y otra vez.


Ni siquiera podía entender por qué.


Pero mientras más permanecía al lado de Charles, menos ira sentía.


Y cuanto más tiempo pasa con Charles, menos sentía la falta de Magneto.


Francamente, Erik no estaba tan seguro de que todavía era Magneto.


Magneto se formó de la culpa, la ira y el dolor. Y Charles era como un antídoto para cada una de ellas. Era como si el corazón y la mente de Erik hubieran estado fríos, desiertos, sin vida durante mucho tiempo, y ahora, después de todos estos años, habían flores que de repente florecían oscuras a su alrededor. Cuando Erik ya había estado seguro de que nada podía florecer allí -se habían esparcido lentamente, de modo negligente y frío como el metal podría duplicarse.


Ahora estaba empezando a darse cuenta de que no era el caso.


El sol proyectaba su luz en los pilares y en el suelo de madera y Erik se quedó en silencio, viendo danzar las partículas de polvo en el aire.


Cuando finalmente volvió a seguir su camino, sus pasos eran más ligeros como no los había sentido en años.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).