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Dark Flowers por LadyDeltaPhantomhive

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Notas del capitulo: Créanme, olvidé que no lo había publicado xD Según yo sí lo había hecho e.e...lo siento!!
Aquí tienen el siguiente :D

En cierto punto, Erik se había dormido.


No estaba acostumbrado a hacerlo con tanta confianza. Normalmente, Erik no podría conciliar el sueño si supiera que habían otras personas junto a él, pero ahora sentía que podía dormir durante varias horas. Abrió los ojos que estaban turbios y se levantó. Se dio cuenta de que había despertado por algunos ruidos extraños. Entrecerró los ojos confundido cuando vio a Charles abriendo cajones y armarios en la cocina. Sus movimientos eran casi frenéticos.


- ¿Qué estás haciendo? -Erik preguntó, cansado.


Charles apenas le dio una mirada antes de proseguir. Erik se levantó e, inmediatamente, sintió que algo en la atmósfera había cambiado.


Charles continuaba buscando algo alrededor, no demostrando gentileza alguna con cualquiera de los muebles. Erik levantó una ceja.


- ¿Hay algo en particular que estés buscando?


Charles se volvió tan rápido que asustó a Erik. Le lanzó una mirada tan aguda e irritada que lo tomó desprevenido. Los ojos de Charles estaban rojos y su rostro tenía restos de lágrimas, pero, por otro lado, toda su tristeza y vulnerabilidad anteriores habían desaparecido. El cambio fue tan repentino que el rostro de Charles casi parecía una máscara. Alguien que no lo conociera podría haberse equivocado al pensar que Charles estaba tranquilo. Pero Erik percibió que había algo maníaco en esa aparente calma. Además, podía sentir a Charles irradiando un fuerte dolor a través de su enlace.


<¿Cómo llegamos aquí?> Charles preguntó, sin quitar sus ojos de Erik.


Erik parpadeó.


- Nosotros...fuimos teletransportados.


Charles le miró como tratando de recordar. Echó una mirada a la cabaña a su alrededor. <¿Qué es éste lugar?>


Incluso el tono de su voz telepática, sonó entrecortado y rabioso. Erik se quedó perplejo con ese súbito cambio -ayer Charles estaba apático y distante, después se derrumbó completamente cuando supo del destino de Hank y...ahora esto. ¿Irritación mal controlada? ¿Cólera? Erik estaba confundido.


Charles casi parecía lanzarle puñales con la mirada a través del espacio entre ellos, y Erik sintió su propio carácter emerger.


- Esta es una cabaña que Emma Frost arregló para nosotros. Completamente segura y oculta de nuestros enemigos. -Erik bufó, y no pudo evitar añadir:- De nada.


Charles alzó una ceja y sus labios se fruncieron. <Llama al teletransportador aquí.>


La barbilla de Erik cayó.


- ¿Por qué?


Charles tragó en seco, como si tratara de no estallar. <Porque, Erik, quiero salir de aquí.>


Eso golpeó un lugar en el pecho de Erik y sintió ambas, rabia e incertidumbre, inundarlo al mismo tiempo. No pudo evitar su tono estrangulado.


- ¿Y a dónde, exactamente, estás planeando ir? -preguntó, cruzando los brazos.


Charles respiró profundamente, pero no respondió.


Erik bufó en incredulidad.


- Primero, no creo que estés en condiciones de ir a ninguna parte ahora -hace apenas dos días, casi moriste en esa cama. Y sólo un poco antes de eso, estuviste en el hospital. En segundo lugar, Quimera todavía nos está buscando. Y tercero, quedamos con Leap en que él no vendría aquí por algún tiempo, no hasta que Frost quiera venir.


Charles no parecía impresionado. <Erik, sé que sabes cómo llamarlo aquí. Hazlo.>


Erik inclinó la cabeza.


- ¿O qué? ¿Vas a correr al bosque? -preguntó, con burla en su voz. Sólo entonces percibió lo que había dicho y recordó la condición de las piernas de Charles, y el ver la mirada herida en sus ojos hizo que Erik deseara patearse.


Suspiró.


- Mira, Charles...tú...es un maldito milagro que estés vivo ahora. Todavía te estás recuperando y recobraste tu memoria como tus poderes en muy corto tiempo...


<Ahórratelo Erik,> dijo Charles. <Puedes parar con el teatro.>


Esto tomó a Erik desprevenido, miró hacia arriba, sorprendido con la repentina hostilidad. Erik nunca admitiría el dolor que sintió en su pecho, aunque así haya sido. Se mordió el labio. No tenía idea de cómo la atmósfera en la cabaña se había transformado tan rápidamente.


- ¿De qué estás hablando, Charles? -preguntó Erik, tratando de contener su irritación.


Charles levantó una ceja, parecía burlarse. <Puedes dejar de hacerte el tonto. quieres salir de aquí tanto como yo. Quedaste atrapado conmigo todo este tiempo, apuesto a que estás ansioso por reanudar tus propios planes y unirte a la Hermandad -para alguna matanza, probablemente.>


Erik sólo podía verlo con incredulidad. Tuvo que parpadear varias veces antes de que pudiera responder.


- Charles, eso es... -empezó, pero estaba muy sorprendido para encontrar una buena respuesta. Charles lo interrumpió.


<Oh, por favor, Erik. Hay sólo dos jeringas del suero y, después de eso, no hay nada que pueda bloquear mi telepatía. No puedo romper el vínculo que hay entre nuestras mentes, por alguna razón desconocida, pero una cosa es cierta: si no hacemos nada al respecto, entonces podemos quedarnos aquí por semanas, esperando para irnos. Y tú, Erik, pronto compartirás mi telepatía en tu mente -después de dos días cuando el suero se termine- y algo me dice que no estás emocionado por eso.>


Tomó un momento para que Erik pudiera procesarlo todo. Lentamente entendió que Charles tenía razón, sin embargo Erik no había tenido tiempo para pensar en esos detalles.


Charles lo miró por un tiempo y luego soltó un suspiro cansado. Se frotó las sienes distraídamente. <En cualquier caso, quieres separarte de mí lo más rápidamente posible, así que podemos hacerlo antes de que mis poderes regresen.>


Erik lo miró, incrédulo, y sintió otro pinchazo de dolor en su pecho. Charles parecía automáticamente pensar lo peor de él, y Erik sintió a la vieja amargura invadir su corazón.


- Estoy conmovido de tu preocupación por la Hermandad, Charles, pero no tengo la intención de reunirlos por un tiempo. De hecho, no tenía planes para ellos. Estaba muy ocupado manteniéndote vivo -dijo.


Charles lo miró sombrío. <Bien, gracias, Erik. Estoy vivo, al parecer. Pero Hank no. Incluidos cientos de otros mutantes.>


Erik dejó escapar un suspiro de exasperación.


- ¿Realmente estás haciendo esto? ¿Me culparás por lo que pasó?


Charles se quedó quieto, su apretón en el borde del mostrador se intensificó.


Unos pesados ​​segundos pasaron.


Erik negó con la cabeza, la rabia comenzando a despertar.


- Bueno, eso es realmente impresionante, incluso viniendo de ti, Charles. ¿En serio? ¿Es mi culpa que hayas sido capturado? ¡Tal vez si tú no te hubieras inyectado el suero o emborrachado con whisky hasta el olvido, podrías haber visto lo que les pasaría a ti y a Hank, en primer lugar!


El aire pareció llenarse de electricidad asombrosamente rápido después de eso. Erik sintió su propia respiración volverse irregular, y sabía que era totalmente una mala idea hacer esto ahora, pero no podía evitar que la rabia se apoderara de él.


Los ojos de Charles se estrecharon. Erik sintió ira y pena irradiando a través de su enlace, pero ahora eran mutuos. <Tuviste tiempo de llegar allí, Erik. Estuve encerrado allí durante meses.>


Erik no pudo evitar soltar una amarga carcajada sin alegría.


- ¿Meses? ¿Estás jugando conmigo? Yo he estado en una cárcel por DIEZ AÑOS, esperando a que vinieras por mí, Charles. Fui culpado por un crimen que no cometí, privado de cualquier contacto humano e incluso de la maldita luz del sol. ¿Realmente tienes el coraje de culparme por no haberte salvado antes? ¡No podría haber ido de todos modos!


Los ojos de Charles brillaron peligrosamente. <Oh, pero no habría sido conveniente para ti, ¿no? Era un peligro en las manos de esa organización, porque podía matar mutantes sin parpadear. No lo habrías hecho de otro modo, así como no podías permitir que Raven matara a Trask. Dime, Erik, ¿qué fue lo que te hizo sacarme de allí con vida? ¿Qué te impidió simplemente poner una bala en mi cabeza como habías planeado hacer con Raven? Tengo curiosidad. Apuesto a que hubieras fanfarroneado de haber tenido piedad por mí en los próximos años, sintiéndote justificado por tener que matarme. Habrías transformado mi asesinato en una de tus tragedias personales y encontrado una excusa para matar a más seres humanos a causa de eso. Pero, quizás, soy demasiado valioso como para perderme, ahora que ya has visto el verdadero alcance de mi poder.>


Erik sólo podía mirarlo con la boca abierta, sorprendido. La cerró, luego la abrió de nuevo, buscando las palabras, pero estaba muy enojado por lo que había dicho Charles -por lo que se atrevía siquiera a sugerir. Erik se sentía tremendamente insultado por el hecho de que Charles fuera capaz de verlo como alguien tan frío, tan cruel, tan...monstruoso.


Erik pudo sentir sus manos empezar a temblar de rabia.


- ¿Cómo puedes...cómo puedes pensar así? -gruñó con los dientes cerrados.- ¿Qué yo...qué yo, qué? ¿Qué te veo como un arma? ¿Algo útil? ¿Qué me da lo mismo si vives o mueres?


Algo incierto y triste se instaló en el rostro de Charles. <Eso fue lo que le sucedió a Raven, no importaba cuánto tiempo la conocías.>


Erik sintió un pinchazo de remordimiento, que fue fácilmente superado por su rabia. Negó con la cabeza, aún completamente sorprendido que ya estuvieran envueltos en eso...Toda esa pena, culpa y tensión. Erik odiaba eso. Esperaba algo diferente, después de todo lo que había...Después de tantas pruebas de que Erik había cambiado. Después de haber protegido tanto a Charles.


Erik tuvo que darle la espalda, respirando con dificultad, tratando de reunir su autocontrol. No podía ver a Charles ahora. Odió el hecho de que su voz temblaba cuando volvió a hablar:


- Salve tu vida, Charles. Lo que sucedió con Raven no tiene nada que ver con esto. Si realmente crees que simplemente te dispararía en la sede de Quimera, entonces...no sé qué decir.


Charles se quedó quieto.


Erik detestaba como su garganta se apretaba. Miró fijamente a la pared opuesta, a la nada. Estaba completamente aliviado con el hecho de que Charles no pudiera leer su mente -lo muy pequeño, sucio y herido que se sentía. Insultado. Erik nunca se había mostrado cálido y vulnerable a nadie más, y sentía como si Charles se hubiese divertido jugando con eso en su cara, hora tras hora.


Pasaron largos segundos.


Su vínculo era invadido por el dolor y el sufrimiento de ambos.


Erik no podía soportar el silencio sofocante, y su rabia se estaba transformando en fuego rojo y caliente. Intentó calmarse, pero las palabras de Charles habían sido como gasolina transformando todas las inseguridades de Erik en llamas. Necesitaba salir. Erik estaba a punto de moverse cuando sintió el débil tirón de miedo en Charles.


- <Erik> -Charles de repente llamó a través de su enlace, con voz temblorosa.


Cuando Erik se volvió, con el rostro contorsionado de la rabia, y gruñó "¿Qué?", ​su ira cayó al suelo cuando vio que la cocina, de repente, se transformó en una peligrosa selva de metal, cada elemento metálico de los cajones -cuchillos, cucharas, cacerolas, etc- se alzaban en el aire y flotaban alrededor de Charles, impidiéndole moverse, las puntas y bordes afilados estaban peligrosamente cerca de su piel.


Erik miró la imagen ante él, asustado con sus propios poderes descontrolados a causa de las fuertes emociones, y sintiendo una punzada de miedo.


Por un momento, Erik contuvo la respiración y el metal vibró en respuesta a su cólera, listo para cortar, rasgar y despedazar, casi en pánico, Erik detuvo su poder. Y en ese mismo instante, cada objeto se alejó de Charles y cayeron al suelo, en un sonido estridente.


Charles miró al lugar donde habían caído, pálido.


A pesar de su rabia, Erik dio un paso atrás e instantáneamente se olvidó de todo lo demás por un momento. Miró a Charles, examinándolo.


- ¿Estás bien? -susurró, con un ligero nudo en el estómago.


Charles se quedó mirando a los cuchillos, congelado.


El corazón de Erik saltó debido al silencio y dio un paso adelante, tratando de encontrar cualquier vestigio de heridas.


- Charles, responde. ¿Estás herido?


Lentamente, Charles se volvió a mirar a Erik, y sus ojos brillaban por las lágrimas no derramadas. Agarró su mano izquierda, y Erik vio algo rojo en la palma de la misma. Erik maldijo en alemán.


- «Verdammt.» Yo...lo siento. -murmuró, y dio un paso adelante, golpeando con el pie algunas cucharas.


Charles negó con la cabeza, aturdido, casi balanceándose. <Está bien.>


Erik se mordió el labio.


- No, no lo está. No está bien -dijo, y de alguna manera supo que no estaba realmente hablando sobre el metal.


Erik suspiró e intentó apartar el resto de sus inquietos pensamientos.


- Déjame al menos echar un vistazo. -le dijo.


Charles levantó la mano obedientemente, y Erik la agarró entre las suyas y observó la herida. Sólo era un rasguño de alguno de los cuchillos u otro objeto puntiagudo, pero estaba sangrando un poco.


- Afortunadamente tenemos tantas vendas aquí que podemos empezar a venderlas -dijo Erik algo torpe, tratando de aliviar la tensión.


Pero de alguna manera, Charles estaba irradiando más tristeza, y el contacto físico entre ellos sólo hacía que Erik la sintiera más fuerte.


Ahora que Erik estaba tan cerca, se dio cuenta de que Charles apenas se estaba conteniendo. Su mandíbula estaba tensa, como si estuviera aguantando las lágrimas. Erik se sintió aún peor.


- Vamos, hay que limpiarte esto. -dijo tranquilamente.


<No es nada.>


Erik suspiró.


- "No es nada". La última cosa que queremos es que tengas una infección o algo así -Erik argumentó, incluso siendo la herida sólo un rasguño, no sintió entusiasmo en sus palabras.


La atmósfera se volvió más y más densa, y el silencio pareció más pesado.


Charles tragó en seco, aún mirando obstinadamente a lo lejos, como si no pudiera encontrar los ojos de Erik. <Lo siento mucho. No debería haberte culpado de lo que pasó, Erik. Yo soy el único culpable.>


Erik se apoyó en el otro pie.


- Charles...


<No, tienes razón. Debería haberlo visto, antes de que ellos nos atraparan a Hank a mí. Si tan sólo...>


- Detente. -Erik gruñó. Inmediatamente se maldijo por decirle algo tan duro a Charles, él todavía estaba superando la muerte de Hank y todo lo que había sucedido. Era inútil especular lo que podría o debería haber ocurrido. No iba a cambiar nada.


Charles suspiró, casi sonó como un gemido lastimero. Una ola de tristeza proveniente del extremo opuesto del enlace llegó a Erik. <Debiste haberme dejado allí, Erik.>


Erik intensificó su apretón en la muñeca de Charles, con rabia.


- Cállate. No te obligué a sobrevivir para que pudieras vivir en la autocompasión. No quiero oír otra palabra sobre eso, Charles. Estás vivo y eso es lo que importa -murmuró.


- <No lo entiendes> -Charles dijo, y de pronto irradiaba una soledad tan profunda que Erik la habría sentido sin el contacto de sus manos. Además, captó, a través de su enlace, la imagen que Charles imaginaba, de una mansión mortalmente silenciosa y vacía.


Erik finalmente entendió lo que la pérdida de Hank significaba para Charles. Un completo aislamiento. Sin compañía. Soledad. Todo eso, mientras vivía en una culpa terrible junto a la agonía en esa enorme mansión vacía.


Erik acarició la muñeca de Charles levemente.


- Vamos. Esto hay que limpiarlo.


Y lentamente, Charles se dejó hacer de Erik. En cuanto se alejaron lo suficiente, Erik arregló sobre la mesa los objetos que salieron flotando, no pudo devolverlos a sus respectivos lugares.


Hizo que Charles se sentara en el sofá y entró en la otra habitación para tomar el botiquín. Erik se sentía mucho más cómodo al tener algo que hacer -eso lo hacía sentirse realmente útil. Nunca había apreciado el quedarse quieto, sin hacer nada.


Charles se quedó en el sofá, pero Erik lo sentía como si estuviera a millas de distancia. Parecía tan cansado, pero ese cansancio no era sólo físico. Era como si Charles fuera años más viejo y a Erik no le gustaba verlo así. Después de las sonrisas gentiles y cálidas que Charles le había mostrado durante el tiempo en que estuvo amnésico, todo ahora parecía sombrío o forzado.


Erik hizo su trabajo en silencio, limpiando el pequeño corte con antiséptico.


- ¿Cómo te estás sintiendo? -preguntó finalmente, tranquilo. Las cosas no dichas pesaban en el aire. Quimera. Hank. Todo lo demás.


Charles suspiró y se hundió más en el sofá. Pero no respondió. Erik decidió intentar de otro modo.


- ¿Hay una razón específica por la que no estés hablando en voz alta? -preguntó Erik, mirándolo.


Charles levantó una ceja. Erik bufó.


- Por si no lo has notado, no has dicho nada en voz alta. Has hablado todo el tiempo directamente a mi mente.


<¿Te molesta?>


Los labios de Erik se fruncieron.


- No es eso lo que quise decir.


<Entonces, no te molesta.>


Erik rodó los ojos.


- Estás evitando mi pregunta, Charles. Así que, una vez más: ¿hay una razón específica por la que estés hablando conmigo telepáticamente?


Charles consiguió darle la más débil de las sonrisas. <¿Eso, en particular, te molesta?>


Erik se congeló por un momento, mirando a Charles. Había casi algo parecido a la diversión en su rostro. Erik no pudo hacer nada más que mostrar una sonrisa irónica.


- No. Yo estoy...ya estoy acostumbrado a eso.


Charles inclinó la cabeza, con una pregunta no formulada reflejada en su cara.


- Solías hablar así conmigo todo el tiempo en el hospital -Erik explicó.- Por eso no me molesta, ya no más. Solo no tomes el control de mis brazos al azar, y estaremos bien.


Los ojos de Charles se abrieron ligeramente. <¿Yo hice eso?>


Erik sonrió un poco.


- Sí. Varias veces. -dijo levemente y continuó su trabajo, hasta que sintió un poco de vergüenza en el enlace de parte de Charles. Levantó la mirada. Charles se veía un poco escandalizado.


Erik frunció el ceño.


- No lo dije como si fuera algo malo. Quiero decir, no que eso sea bueno también, pero... -se dio cuenta de que estaba divagando.


Charles miró hacia abajo. <Lo siento mucho. No lo hago desde hace años. Es muy invasivo.>


Erik casi se rió en voz alta. Charles estaba tomándolo ridículamente en serio. Siempre tan educado. Siempre teniendo cuidado de no manipular a nadie.


- Está bien. Si no me haces correr una maratón durante la noche o me haces pensar que soy una ardilla voladora, todo estará bien. Yo sé que no lo haces a propósito.


Charles aún parecía sentirse culpable.


Erik no quería nada más que aliviar la atmósfera.


- Vamos, lo de la ardilla fue casi divertido, no que yo quisiera que tengas esas ideas.


Los ojos de Charles parpadearon hacia Erik, fijos en su rostro, con la curiosidad dibujada en su cara. Era como si no recordara ese otro lado de Erik, como si toda la rabia y la amargura lo hubieran apagado los años en que estuvieron separados. Y siendo honesto consigo mismo, Erik también acabó olvidando esa parte de sí. Casi había olvidado que tenía sentido del humor, tan increíble como suena. Y el hecho de que lo estaba usando para alegrar a Charles un poco era...incitador.


Erik casi se sintió nervioso bajo la mirada de Charles, entonces volvió a mirar hacia abajo. Su trabajo estaba casi listo -puede haber sido una reacción casi exagerada el cuidar de un pequeño corte tan atentamente, pero al menos Erik tenía algo que hacer. Y se sentía mal por el ataque- podría haber estado enojado, pero eso no significaba que tuviera la intención de lastimar a Charles.


El silencio volvió, pero esta vez no fue nada incómodo.


Después de que Erik terminara, arregló todas las cosas de la cocina ordenadamente en sus respectivas cajas.


Después de limpiar la mesa. Erik vaciló en si volver o quedarse donde estaba. Al final, sólo regresó y se sentó al lado de Charles, éste ni siquiera prestó atención a su vacilación. Parecía mirar a la nada, y Erik podía sentirlo caer en la melancolía nuevamente.


Quería decir algo, cualquier cosa para mantener a Charles hablando, pero habían tantas cosas que no podían hablarse sin que eso los llevara a tener otra pelea.


- Y...tu tesis. Te vi escribirla en tus recuerdos. ¿De qué era? -preguntó Erik en tono de conversación.


La pregunta vino tan de repente que Charles se volvió para mirarlo, confuso. <¿Qué?>


- Tu tesis, de la universidad. Era algo sobre las mutaciones, ¿verdad? ¿Conseguiste terminarla?


Charles sólo lo veía como si le hubieran salido dos cabezas más. Erik suspiró.


- Solo...estoy interesado. Sobre lo que descubriste. ¿Qué tipo de comentarios tuvo?


Él sabía que estaba sonando un poco desesperado y que su intento era, en el mejor de los casos, torpe.


Charles se le quedó mirando. Entonces, algo parecido a una triste sonrisa cruzó sus facciones. <Gracias, Erik, pero...no tienes que hacerlo.>


Erik estuvo a punto de discutir, pero entendió que no podía convencer a Charles de que, de repente, estaba interesado de verdad por su tesis. Así que sólo suspiró.


- Te habría escuchado. -dijo, levantando las manos en el aire, a la defensiva.


Charles lo miró casi con cariño, antes de que esa pequeña sonrisa se desvaneciera de su rostro y sus ojos se volvieran sombríos. Bajó la mirada.


Erik sintió una irritante impotencia. Era más fácil gritar y pelearse, que esto. Erik no quería otra pelea, aunque no tuviera nada más que decir. Charles estaba proyectando dolor de nuevo, tan fuerte que atravesó el enlace.


- Voy a hacer algo de comer -Erik finalmente dijo y se levantó.


Si Erik tenía algo que hacer, todo sería más soportable.


Preparó la comida y colocó un plato delante de Charles. Casi tuvo que amenazarlo con usar sus poderes y alimentarlo con la cuchara si no lo hacía él solo, sólo así Charles comió algo.


Erik se ocupó de la limpieza, haciendo un pequeño descanso para ambos, regresando después para preparar el café.


Cuando finalmente regresó con dos tazas humeantes, encontró a Charles dormido en el sofá. Erik se detuvo donde estaba y silenciosamente dio media vuelta.


El otro vaso y su contenido se enfrió pronto, pero Erik no se inmutó. Bebió el suyo en silencio.


Los enfermeros vinieron de nuevo, pero Erik los dispensó. También se atrevió a salir por un tiempo y estirar las piernas, apreciando el aire fresco.


Erik no era de los que realmente disfrutaban del sonido de los pájaros o de ver el cielo y los árboles, pero pasar tantos años en esa excesivamente iluminada prisión del pentágono, lo habían hecho percatarse mucho más de esas cosas pequeñas.


Cuando Erik estuvo de vuelta. Charles aún estaba durmiendo en el sofá, hundido entre los cojines.


Erik tuvo tiempo de limpiar todos los trastes de metal restantes en la cocina, incómodo por la forma en que sus poderes aún podían salirse de control cuando estaba emocionalmente comprometido.


La noche se acercaba, pero Erik no quería despertar a Charles antes de tiempo. Claramente no había dormido mucho la noche pasada, o de lo contrario ya estaría despierto.


Las horas pasaban, y Erik comenzó a recibir proyecciones de Charles. Imágenes y flashes de los laboratorios de Quimera. Y otros de Hank, llenos de ternura y de pesar.


En breve, los susurros comenzaron a surgir también. Erik se sintió ansioso, como si insectos se arrastraran por debajo de su piel; y una vez más, se odió por temerle a la telepatía. Pero, a pesar de la discusión que ambos tuvieron, Charles tenía razón -Erik realmente no pensó mucho en el futuro. Después de hoy, sólo tendrían una jeringa y, luego, nada. La telepatía de Charles volvería con toda su fuerza, y Erik temía acabar volviéndose loco tirado en el suelo de la cabaña, porque, mientras Charles lograba lidiar con eso, Erik ciertamente no podría, y ningún bloqueo o blindaje que Charles fuera capaz de hacer impediría que llegara completamente a Erik.


A Erik le irritaba odiar el poder de Charles, pero no podía evitarlo.


Pero también sabía que lo que decidieran hacer, muy probablemente desencadenaría en otra pelea. Sin mencionar todas las demás cosas no resueltas que aún pesaban entre ellos.


Erik estaba cansado de pelear, realmente lo estaba. Charles podía hacerle perder la cabeza tan fácilmente, y era irritante lo complicado que las emociones y las sensaciones de Erik podían estar relacionadas con él.


Los susurros se volvieron más altos. Y más se iban sumando.


Los sueños de Charles también comenzaron a cambiar, sin embargo, él aún no despertaba. En su lugar, sus proyecciones se hicieron más claras y Erik vio destellos de sí mismo desde el punto de vista de Charles. Erik vio su sonrisa irónica a los ojos de Charles y fue confuso presenciarlo.


Pero, de repente, Charles soñaba otra vez con Hank e incluso con Raven.


Erik no quería abrir esa lata de gusanos por el momento, entonces hizo todo lo posible para intentar ignorarlo.


A medida que el tiempo pasaba, el alcance telepático de Charles se expandía y los susurros comenzaron a, lentamente, transformarse en voces y sensaciones. Erik calculó que lo más probable era que esas personas estuvieran en la ciudad más cercana -la cual estaba lejos, como Leap dijo en su momento, Erik se preguntó cuán grande sería el alcance telepático de Charles, si llegase al límite. Mucho más grande que cualquier otro, al menos.


Pero Erik comenzó a sentirse nervioso y agitado, y las voces lo llevaban a querer constantemente sacarse el cerebro. Como Charles había dicho, el progreso de la telepatía era mucho más lento y neutro que el repentino cambio que ocurrió antes, pero todavía estaba lejos de ser agradable. Era como desmoronarse debido a un fuerte resfriado.


Por fin, Erik caminó hasta el sofá y apretó el hombro de Charles.


- Charles. Despierta -llamó.


Nada.


- Charles.


Más imágenes de Hank. Erik también podía sentir el cansancio que provenía de Charles a través de su enlace -aún se cansaba fácilmente, incluso después de todo ese tiempo, sin importar cuánto durmiera.


- Charles, vamos, arriba. -dijo Erik, un poco más alto. Entonces, Charles frunció el ceño, medio dormido.


- <Detente> -murmuró, en sueños, en la mente de Erik; y, para el horror de Erik, todo su cuerpo se congeló, simplemente se detuvo, así como Charles lo había ordenado.


Erik no podía moverse ni una pulgada siquiera. Estaba parado como una estatua, sólo siendo capaz de inspirar y expirar.


Erik se sintió infinitamente agradecido por su conexión ahora, y se rehusó a enfadarse aún cuando su instinto natural lo incitase a hacerlo.


- ¡Charles, despierta!


<No>, fue la respuesta.


En otro momento, Erik podría haber encontrado divertido el hecho de que Charles actuara como un niño de cinco años, pero ahora estaba empezando a ponerse más y más ansioso.


<¡Charles! ¡Despierta ahora!> Erik envió mentalmente, tan firme y alto como podía.


<¡Dije que te DETENGAS!>, Charles respondió con irritación. Erik sintió un fuerte zumbido pasar por su enlace, por la telepatía de Charles, fue como una explosión de energía, pero Erik le dio poca importancia a eso.


<Ya me detuviste. Ahora, despierta.>


Erik miró a Charles, el cuerpo le estaba empezando a doler a causa de la inmovilidad.


<¡Charles Xavier, despierta ahora!> Erik rugió a través de su enlace.


Cosa que finalmente despertó a Charles, parpadeó, cansado. Le llevó un momento despejarse, entonces Charles miró hacia arriba, hacia Erik. Alzó una ceja, confundido al ver el rostro inmóvil de Erik.


<¿Erik?>


<Buen día, Charles. ¿Puedes, por favor, devolverme mis movimientos?>, dijo Erik tan impasible como le fue posible.


Charles necesitó un momento para entender. Entonces jadeó. <Oh no, lo hice de nuevo, ¿no?>


Erik sintió ganas de rodar los ojos, pero, naturalmente, no podía. <Obviamente. Ahora, ¿mis movimientos, por favor?>


<De acuerdo,> dijo Charles, y trató de encontrar una orden clara. Examinó a Erik y luego trató: <¿Muévete?>


Pero la orden salió más como una pregunta, y no cambió nada. Erik estaba realmente enojado. <No funciona>, dijo como si no fuera obvio. <¿Tal vez si tratas realmente esta vez?> preguntó seco.


Charles le dio una mirada antes de concentrarse. Extendió la mano para tomar la muñeca de Erik. <Muévete>, dijo.


Erik casi cayó hacia adelante cuando obtuvo el control de su cuerpo. Osciló en su lugar antes de recuperar el equilibrio.


- Gracias -Erik dijo, el sarcasmo fluía en su voz.


Pero al ver a Charles afligido hizo que la rabia de Erik se desvaneciera. <Lo siento>, dijo Charles.


Erik suspiró. <Lo sé.>


Charles tragó en seco y frunció las cejas, por un momento parecía que estaba escuchando algo. <¿Puedes oírlos también?> ,finalmente preguntó.


Erik asintió tristemente. Era difícil no hacerlo -se hacían cada vez más fuertes. Charles dejó su cabeza recostada sobre el sofá nuevamente. <He estado durmiendo mucho tiempo. ¿Por qué no me despertaste más temprano?>


- Tal vez, porque me gusta jugar a la muñeca de tela. -Erik murmuró, pero eso no mejoró la atmósfera. El sonido de las voces era fuerte, y eso hacía difícil concentrarse. Erik tenía ganas de arrastrarse a algún lugar profundo en la tierra, para no tener que oír, pero intentó ignorar ese deseo.


Charles cerró los ojos por un momento. Vaciló. <Creo que he perdido el movimiento de mis piernas>, le dijo a Erik en un susurro, inseguro.


Erik se obligó a actuar normalmente.


- Está bien. Quieres...¿quieres quedarte aquí o me vas a dejar llevarte a la cama?


Charles, probablemente, preferiría decir que no quería ser cargado, pero Erik sabía que ese estrecho sofá no sería tan cómodo después de un tiempo.


La mandíbula de Charles se tensó y abrió de nuevo los ojos. <Yo prefiero la cama.>


Erik sólo asintió con la cabeza. Charles se incorporó para sentarse, estremeciéndose por su hombro entumecido. Erik se negó a dejar que la culpa invadiera su mente, porque sabía que la telepatía de Charles se estaba haciendo más fuerte y que sus pensamientos ya no eran tan privados. Ahora no era momento de pensar en Cuba.


Erik sólo se agachó y levantó a Charles. No era tan pesado. Pero algo de la propia inseguridad de Charles alcanzó a Erik -por ser tratado así.


<Podías haberme dado una silla>, Charles dijo a regañadientes.


<Tenía la intención, pero fui interrumpido>, dijo Erik.


Charles no respondió.


Erik lo colocó en la cama con cuidado, pero no tardó allí un segundo más de lo necesario. Intentó ser casual, queriendo evitar cualquier viejo remordimiento u odio entre ellos. Luego, tomó una jeringa. Erik volvió a la cama y, por un instante, buscó el rostro de Charles. Éste sólo asintió con la cabeza, entonces Erik empujó el líquido, aún impresionado de que ese día llegara, cuando estaría dispuesto a bloquear los poderes de alguien. Pero las voces fueron disminuyendo hasta convertirse en susurros, y Erik se sintió horrible por alegrarse.


El silencio era, de nuevo, como un regalo.


Aunque también guardaba tantas cosas que no habían sido dichas.


Erik no estaba bajo el efecto de ninguna ilusión -no habría otra pelea. La que tuvieron por la mañana fue sólo una leve irritación en comparación con las emociones reprimidas que se han ido acumulando durante los años. Ellos terminarían detonándolas en un momento u otro, era inevitable.


Pero ahora el silencio entre ellos era casi cómodo otra vez, y Erik absorbió ese sentimiento.


Cuando Charles cayó dormido de nuevo, Erik pasó un poco de tiempo observándolo. Era extraño que ellos fueran como el fuego y la pólvora -juntos eran neutrales y naturales cuando estaban en paz, pero destructivos cuando colisionaban.


Pero, de algún modo, Erik tenía la sensación de que tal vez, sólo quizás, a Charles aún le importaba lo suficiente como para pelear con él. Para tratar de resolver las cosas. Para...tal vez, obtener algún tipo de tregua.


Estrictamente, Erik encontró una serie de cosas burbujeando bajo su piel, listas para liberar su cólera y todo lo que no se había dicho, pero de alguna manera su rabia se había vuelto un poco débil. Erik no podía realmente identificar el momento en que había sucedido, pero...al ver los recuerdos de Charles...ser testigo de sus poderes...Pasar tiempo con él, sin ningún tipo de crisis entre ellos...


«Parece ser verdad lo que dicen,» Erik pensó para sí mismo. «Es difícil odiar a alguien completamente cuando empiezas a entenderlo.»


Mucho tiempo después de que Charles cayera dormido, Erik permaneció despierto en medio de la cómoda oscuridad, pensando. Escuchando a Charles respirar. Velándolo.


Era extraño pero, por primera vez en su vida, Erik no se sintió fuera de lugar.


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