Verano de 20XX en alguna parte
-Minho vayamos algún día a la playa
-quieres ir?
-si no lo conozco sabes, seria lindo ir, que tal si vamos en verano, en mi cumpleaños, y me cantas esa linda canción que me compusiste, no sería lindo?
-mientras estés tú, todo es lindo
Despertó recargado contra el vidrio de la puerta, de nuevo esos sueños últimamente más recurrentes y nítidos, llevaba sus audífonos puestos y con su playlist a todo volumen, el camino fue largo y cansado, pero eran las vacaciones familiares.
Por tres semanas él y sus padres pasarían en un hotel en la playa un tiempo familiar.
Su padre le arrastro aun ante su negativa.
Podía ver el gran océano y el sol brillado en lo alto, así como los turistas, los puestecitos y la avenida principal repleta de hoteles lujosos, porque su papa Baekhyun no se quedaría en un hotel de cuatro estrellas, y como siempre su padre consentía a papa.
Llegaron a el estacionamiento del más lujoso hotel de esa área , por el cual su papa lucho con uñas y dientes para hospedarse, el botones se acercó poniéndose manos a la obra y bajando las dos maletas de él y su padre y las cinco de su papa, el lobbie era elegante blanco y brillante, al frente la recepción de cristal resaltaba, el encargado se encontró en un apuro pues las habitaciones aun no estaban preparadas
-Por qué no das la vuelta, en lo que arreglamos esto-su padre le aconsejo que se despejara
-si cariño, has algo de provecho que no sea estar pegado a tu celular
-bien-respondió molesto y cansado, salió a la parte trasera a que daba a la parte privada de la playa, por ahí andaban niños creando castillos de arena, padres bajo la sombra bebiendo cervezas, parejas paseando, familias disfrutando de esta cálida temporada de verano, metió sus manos dentro de sus bolsillos, y andybo por el camino de grava justo arriba de la playa el sonido de las olas era hipnótico, escucho el ladrido de algún perro corriendo por la playa, un ladrido que se acercaba
-Kiba!, espera-se giró a su derecha y un labrador dorado corría a toda prisa arrastrando con él a un chico que choco contra el cuándo el labrador paso por entre sus piernas, el golpe fue seco y duro, cayendo el de espaldas no supo si el choque o la caída fue más dolorosa aunado a el peso extra sobre su cuerpo-Lo siento lo siento tanto, kiba vez lo que hiciste
Escucho al perro chillar y gemir agachando su cabeza, el chico se paró y le extendió su mano
-realmente lo siento
-no pasa nada-fue cuando lo vio, que supo, que su pesadillas eran una realidad, era el chico en forma física, si el mismo chico que soñaba, la misma voz el mismo cabello rubio, los mismos ojos almendrados, el Labrador nueva mente jalaba la correa arrastrando de nuevo al chico de la playa que se perdió entre el mar de turistas. Tardó en reaccionar y al seguirle y buscarle, el simplemente le perdió de vista, ahora un poco confundido volvió al hotel, su padre le pidió recoger su llave electrónica en recepción, después de subir por el elevador y cambiarse de ropa por algo más ligero, bajo con sus padres para comer algo, pararon en un restaurante a unas calles
-es hermoso no Yeolie?
-lo es, pensé que habría más gente
-pues es temporada baja, por eso es hermoso
-y encontraste algo interesante hoy por la tarde?
-mmm no realmente-mintió, vaya que lo hizo el chico de sus sueños, andaba por ahí jugueteando en la playa y él estaba aquí sentado esperando su platillo, una extraña ansiedad le llenaba.
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Kiba el Labrador dorado que lo arrastro por todo el malecón ahora estaba jadeante exhausto y tirado en la arena mientras unas olas golpeaban su robusto ser canino, Taemin estaba sentado a su lado perdido en la inmensidad del panorama del mar, su corazón aun no dejaba de latir a toda marcha como si fuera el motor de un Mustang , le vio, a ese chico del cual tenía sueños, era idéntico, cada cierto tiempo Taemin tenía unos muy extraños y profundos sueños de el y ese chico como salidos de alguna película de los años 70s todo siempre era tan real, lo último que siempre soñaba era leer un libro dormir y solo despertaba, algunas veces en calma otras asustado y con miedo, su hermano Kibum siempre le decía que tal vez eras recuerdos de alguna vida pasada.
-Taemin, cariño?-Kibum su hermano mayor llegaba corriendo detrás de Jonghyun, el novio de este-por fin, maldita sea Kiba!, y tu-señalo a su hermanito-te dije que lo sostuvieras, tú y tus piernas de fideo
-perdón, creí que esta vez lo lograría, pero es más fuerte que yo
-cualquiera es más fuerte que tu Tae-Jonghyun acariciaba la pancita del Labrador- hasta un perro
-te pasa algo-Kibum noto esa mirada la misma de cuando tenía esa pesadillas
-lo vi
-viste?
-a quién?-pregunto Jonghyun recostándose en la arena
-recuerdas-volteo al mayor de los tres-esos sueños
-si-no sonó muy convencido
-los del chico ese que le canta-le recordó Kibum sentándose al lado de su novio
-lo vi
-lo viste?-Kibum enarco una ceja-de que hablas, el calor y el sol te hacen daño cielo, volvamos
-lo vi Kibum!-se exalto, ya nada tenía una mierda de sentido para el-lo vi en el malecón era él te lo juro
-oh cielo, creo que el calor si te hizo daño, cómo pudiste ver a un invento de tu imaginación
-tú me …me dijiste que podía ser alguien que conocí alguna vez
-si…dije eso?-volteo a ver a su Jonghyun que solo se hundió de hombros
-no me creen?-hizo un puchero
-no lo sé cielo, hasta no ver no creer-Kibum tenía una clara idea de quien hablaba, debido a esos raros sueños Taemin empezó a estudiar Arte, y cada mes pintaba algún nuevo retrato de ese chico, El chico del Mustang así le llamaba Jonghyun
Una vez que Taemin se calmó un poco más, los tres y el perro caminaron por el malecón un poco más lleno a esta hora directo a su hotel, en unos días celebrarían el aniversario de bodas del padre de los hermanos con su segunda esposa Paulette, la madre de Kibum y Taemin vivía en Europa y quedo de llegar por estos días antes al ala celebración, llevaban una buena relación a pesar del divorcio, más que nada porque en esa época los hermanos eran muy chicos, cuando Paulette llego a sus vidas hubo una armonización en la familia, Taemin y Kibum la amaban, así como su madre la adoraba y Jinki su padre la amaba más que a su vida.
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Baekhyun y Chanyeol se fueron ambos a el faro a ver el atardecer, por lo que Minho recurrió al viejo plan pirata de, huir.
Solo caminaba por las callecitas de la ciudad turística, a estas horas ya entrado el anochecer las luces del malecón de las tiendas empezaban a encenderse creando una maravillosa vista, se fijaba en los puestecitos en las tiendas.
-así que le dije, hombre tu estas mal
-oh que imbécil-Kibum y Jonghyun caminaban tomados de las manos entrados en sus pláticas de pareja con Taemin detrás de ellos tomando a Kiba a su lado, al menos el can se cansó de su carrera de la tarde y ni el can ni nadie era capaz de desafiar a Kibum. Caminaba con su mirada al piso, su hermano entro a una tienda Prada con Jong, por lo que él siguió su camino al hotel, jamás se fijó el chocar con otra persona, Kiba ladro meneando su cola y saltando sobre esa persona, Taemin encontró esos ojos oscuros
-Ho-hola-
-hola-a pesar del intenso calor del verano, Taemin temblaba
-yo-el chico extendió su mano-soy
-Minho-El chico más alto boqueo, correcto el conocía su nombre-
-Taemin? Cierto?-diablos era tan irreal, y asintió, tomando su mano correspondiendo el saludo, Kiba aun brincaba en busca de cariño y atención, distrayendo un poco a Minho de Taemin-hola chico eres bastante pesado-Tae sujeto con firmeza la correa cuando el perro -ahora lleno de adrenalina- quiso correr, se estremeció cuando la mano de Minho tomo la suya tomando la correa por él, parando a Kiba de un jalón-Creo que tu perro quiere caminar
-oh…ah sí, yo lo siento-malditos brazos de fideo-
-am…podemos-
-si gracias-era un poco incómodo, pero extraña mente familiar, como si fueran amigos de toda la vida caminando por el malecón-disculpa que te lo diga pero
-eh soñado contigo sabes-se adelantó el más alto-sé que suena muy extraño pero lo juro
-yo…yo también es como ver una película en mi mente
Ambos siguieron su camino platicando sobre sus sueños sus recuerdos, y la incomodidad se esfumaba.
Se pasaron los dos días siguientes haciéndose compañía, como si fueran un imán ambos no se despegaban necesitados uno del otro, había algo más que solo compañía, era ese sentimiento de cariño albergado en ambos, de sus recuerdos a hablar de su familia, de Kibum de Jonghyun del padre de Taemin Jinki y Paulette y su aniversario, de los padres de Minho Chanyeol y Baekhyun de su hermano Sehun que vivía en China con su esposo Luhan y de sus sobrinos, en dos días ambos sabían todo del otro de Taemin estudiando arte , de Minho estudiando Administración, pues deseaba aprender más de su padre para hacerse cargo de la compañía junto con su hermano una vez que el padre de ambos se retirara, cómo el deseaba a una isla paradisiaca en compañía de su esposo a vivir tranquilo su retiro.
Taemin invito a Minho y sus padres a la ceremonia de Jinki, quien conoció a Minho uno de esos días, y el lleno de emoción y amor por su esposa les invito a celebrar con él.
Kibum casi se fue de espaldas al conocerlo, era como ver un fantasma, ese fantasma que desde niño aquejaba las noches de Taemin, hasta Jonghyun que no salía de su asombro de que efectivamente era real. Irreal.
Minho lo sabía, aquello no era cariño, no eso era amor, conocer a ese chico lo hizo enamorarse, no del recuerdo de sus sueños, si no del Taemin real, tan divertido relajado, torpe y alegre, con sus berrinches para conseguir lo que quería, su risa y su manera de ser, todo él.
Taemin no le era indiferente Minho le encantaba le fascinaba, su madures su sonrisa lo atento que era, su corazón latía frenético esos días cuando lo veía, cuando paseaban juntos, cuando se tomaban de las manos y compartían desde el amanecer hasta el anochecer juntos.
Esos días de verano ambos habían dejado de soñar, Kibum una vez se lo dijo a Taemin, que tal vez eran recuerdos de una vida pasada. Taemin firmemente creyó en esas palabras, tal vez esa trágica vida que vivieron hace muchos, muchos años era el comienzo para una segunda oportunidad para ambos.
Ahora estaba los dos viendo el atardecer con sus maravillosos colores naranjas rojizos y morados, cero sus ojos fuertemente recargado contra el hombro de Minho que lo abrazaba
-Tae…
-mm?
-no me volverás a dejar?-levanto su mirada
-que?
-no te volverás a ir…
-no.
-Promételo
-lo prometo-le sonrió- jamás volveré a dejarte solo
-tu crees que ellos estarán bien?-apretó su abrazo pegando más su pecho a la espalda de su novio
-será difícil eh
-tal vez, ellos se quieren-Kibum y Jong más arriba de la playa miraban tranquilos a su Taemin y a Minho, pobres chicos , ellos pensaban, enamorados como dos almas separadas que se volvieron a encontrar, pero que debían separarse de nuevo, pues su idílico romance de verano terminaría pronto, todos volverían a sus vidas diarias, ellos a Japón, y Minho en corea.
El día llego, celebraban el aniversario de Jinki y Paulette todos en la playa del hotel que era iluminada con cientos de luces, de velas y la luna y las estrellas esa noche, Jinki bailaba su pieza con Paulette al centro, así era el amor eh?, pensó Minho. Él sabía que irremediablemente no volvería a ver a Taemin, aunque la tecnología estaba de su lado y podrían seguir en contacto. Aun así debían decir adiós.
*-Minho algún día vayamos a la playa
-quieres ir?
-sí, no lo conozco sabes, sería lindo ir, que tal si vamos en verano, en mi cumpleaños y me cantas esa linda canción que me compusiste, no sería lindo?
-Mientras estés tu todo es lindo-*
La fiesta se amenizaba, sus padres platicaban en la mesa con los de Taemin, y este andaba por ahí con Kibum bailando con la madre de ambos y el esposo de esta, tomo de la copa de Champagne de papa Baek, que se quedó atónito, se paró y se dirigió a donde la banda tocaba hablo con los chicos que se sumaron a su plan. Tomo el micrófono y decidió ser valiente, como su yo del pasado ese chico que andaba en un Mustang Shelby y era un aventurero, no se arrepentiría como el de hacer las cosas al último momento, este era su momento.
Mañana, te amare aún más que hoy
esta sensación abrumadora no se detendrá
Incluso ahora, te amo tanto
que no puedo ponerlo en palabras.-Taemin se quedó parado aun sostenido por las manos de su madre, el conocía esa letra, solo él.
Me das más y más días
los días que pasan son huellas que dejamos
si conocernos fue por casualidad o destino
El hecho de haberte conocido es un milagro
Quiero que camínenos abrazados, juntos
Ponerle forma a este eterno amor
Quiero estar sonriendo a tu lado para siempre
“Gracias” y “Te amo”
no son suficientes pero déjame al menos decir “soy feliz”
Solo teniendo tu mano derecha alrededor de
mi mano izquierda, me hace sentir todo tu amor.
Encontramos la pequeña felicidad en cada día
a medida que caminamos, dejando nuestras huellas
Conocernos fue un evento pequeño en un mundo tan grande
Pero el hecho de conocernos es un milagro
Incluso los días que no van bien, son soleados cuando
estamos juntos
Por que podemos olvidar la soledad y dejar de
fingir que somos fuertes
Cuando estoy contigo puedo ser yo mismo
Así que quédate conmigo para siempre, mi amor
Las veces que jugábamos de camino a casa,
son parte de nuestros hermosos días
y cuando por fin tuve el valor de decirte como
me sentía, la expresión de tu rostro fue una
que nunca antes vi
después de un momento asentiste y nuestros corazones
se llenaron de amor
Nuestro viaje aún no termina todavía continua
Hacia un futuro que continuara por décadas
Incluso si perdemos de vista el mañana
Quiero que caminemos abrazados juntos
Ponerle forma a este eterno amor
Quiero estar sonriendo a tu lado para siempre
“gracias” y “te amo” no son suficientes pero déjame
decir al menos “soy feliz”
Incluso los días que no van bien son
soleados cuando estamos juntos
Podemos compartir toda nuestra alegría
y nuestra Tristeza porque estás aquí
Puedo seguir viviendo
Así que quédate para siempre conmigo, mi amor
Hasta el último segundo
Mañana podre sonreír mas que hoy
tu existencia me hace sentir de esa manera
vamos a pasar Décadas, Siglos, Milenios, juntos
Te amo
Te amo
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Paso por el porche de la casa, pasando sus dedos por la pintura negra cromada de ese auto, se apresuró a entrar quitándose el saco y dejándolo en un perchero al lado de la puerta colgando las llaves y aflojando su corbata, había sido un día largo y cansado en la empresa, él ahora era el presidente de esta, sus padres vivian por fin en su casa de los sueños disfrutando solo ellos o de sus nietos cada vacación o visita.
Amaba su casa siempre armonizada con pinturas nuevas o retratos, se quitó sus zapatos aventándoles en algún lado, caminando por el living olía delicioso posiblemente la cena estaba lista, se encontró con precisamente la cena recién preparada, pero vacía, hecho su cabeza atrás asomándose por la sala principal y le vio, jugando con Kiba en el balcón, lucia tan hermoso como siempre no importaba que ahora estuviera con ese sweater que le quedaba largo o su cabello rubio desprolijo por dormir tal vez de nuevo en el sofá de la sala, Taemin era ahora maestro en la universidad en el área de Artes, Kiba ahora regordete y viejo ladro sin pararse del suelo donde yacía tirado, amaba ver sus ojos tan brillantes y su sonrisa cada día al llegar a casa
-Llegue
-lo note-se paró sacudiendo sus manos-¿qué tal tu día?
-no me quejo-le atrajo posesivamente a sus brazos envolviéndole besándolo con esa pasión que le demostraba cada minuto en cada momento, porque si, él lo amaba inmensa e intensamente.
Tan solo en tres semanas cumplirían diez años casados, ambos decidieron que esa fecha que significo tanto antes, ahora fuera igual de importante ese 31 de agosto.
Una segunda oportunidad no significa nada, si no aprendes de la primera.
Cuando dos personas nacen para estar jutas sus almas siempre encontraran el camino, para pertenecerse.