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El chico de mis sueños por KoichiBielefeld18

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Notas del capitulo:

Ignis y Luche estan en grandes problemas y todo se pondra aun peor apartir de ahora...

Ignis debera ser fuerte y rogar a los Astrales que sus amigos entiendan sus mensajes

Entrada la tarde noche, Ignis salió de su habitación y se dispuso a deambular por los pasillos que guiaban hasta la parte de servicio y por ende a las cocinas.

El chico camino por varios sectores, encontrando soldados que lo miraban y murmuraban a su paso, haciendo que caminara más rápido.

Al llegar a las cocinas, abrió la puerta, siendo recibido por una mujer regordeta y bastante baja que lo apretó con fuerza;

-mi niño, estás con vida- menciono preocupada y lo tanteo - ¿estás bien?

-cuando llegó la noticia de tu muerte nos asustamos mucho- exclamó un hombre mayor -y más aun sabiendo que estabas en terreno de Lucis

-estoy bien señor Alt y señora Mei. El rey fue compasivo conmigo y su Alteza el príncipe fue muy bueno también. Todos me trataron como un igual e hice amigos

- ¿Por qué volviste? – preguntó de nuevo la mujer sentándolo y dándole un trozo pequeño de pan y un vaso de agua

-el Canciller se presentó en Lucis diciendo que mi tío estaba muy enfermo. – comenzó a decir el muchacho y les conto por largo rato, todo lo que había pasado desde que había sido dejado por Caligo hasta el día que llego Ardyn al otro lugar.

Cuando termino, la mujer lo abrazo con fuerza y el hombre le coloco una mano sobre el hombro;

-al oír lo que el general Ulldor había dicho sobre tu aprensión y condena en Lucis, Elías se puso muy mal y cayó en una horrible depresión. - dijo el hombre con voz ronca -Lo enviaron al Anexo, para que concluyera el proyecto y a los días se puso muy mal de nuevo. Luego de eso… no supimos más y fue cuando el Canciller informo que había muerto

-el señor Ulldor dijo que los de Lucis te habían secuestrado y él tuvo que rescatarte. - exclamo la mujer asustada -También comento que el mismísimo Marshal fue quien te mando ha apresar y te… asesino frente a él

“ese hombre es un maldito mentiroso” pensó para si Ignis con molestia. La mujer volvió a abrazarlo nuevamente y acercándose a un cajón, envolvió algo y se lo dio;

-toma esto mi niño y ocúltalo en tu habitación. - le dijo dándole el pequeño paquete que Ignis tomo y guardo inmediatamente en su bolsillo -Son unas galletas que hice esta mañana

-le llevare unas cuantas al señor Lazarus- comento el chico despidiéndose de los mayores y saliendo por la puerta.

El chico camino de nuevo, acercándose al ascensor con una sonrisa, cuando este se abrió y por él apareció Caligo junto a dos soldados imperiales. Al verlo, el hombre lo jalo del brazo y lo detuvo;

-mañana a primera hora te espero en mi oficina mocoso, - exclamo con molestia -debemos hacer diligencias

-debo encargarme del desayuno señor Ulldor- soltó Ignis, jalando su brazo y soltándose del agarre del mayor. Caligo sonrió y lo jaloneo de nuevo

-a primera hora y es una orden- concluyo y se alejó junto a los otros dos mientras que Ignis agarro camino hacia el otro lado.

El castaño camino por un largo trecho, hasta que llego a las celdas de detención. El chico entro y vio que no había nadie cuidando al preso;

- ¿señor Lazarus? - pregunto el chico caminando y buscando con la mirada al otro, hasta que lo encontró en uno de los laterales, que solo contenía dos celdas y un escritorio frente a ella -Gracias a los Astrales está bien- dijo al acercarse. El hombre rubio sonrió al verlo,

-a mí me alegra ver que estas en una pieza, - exclamo aun sonriendo - ¿ese hombre te hizo algo?

-por el momento estoy bien. - el chico miro hacia todos lados - ¿Esta solo?

-si. Los soldados se fueron a jugar póker al cuarto piso, o al menos eso dijeron antes de botar mi agua

- ¿no ha comido nada?

-ni bebido. La gente de aquí es bastante grosera- el chico rio y le paso el paquete que la mujer le había dado antes en la cocina. Luche lo tomo y lo abrió - ¿Galletas?

-me las han dado en la cocina, cómalas- dijo el chico y escucho como se abría la puerta

-gracias niño- susurro el hombre cuando dos soldados se acercaron hacia el menor

-pero miren que trajo la corriente. - dijo uno de los hombres - ¡Scientia! Nos alegra tener a nuestro juguete de nuevo por aquí

-disculpen- exclamo el chico pasando entre los hombres cuando fue empujado por uno de ellos

- ¿te vas tan rápido? - pregunto el otro mientras veía al chico salir del lugar casi que corriendo

“esto será bastante difícil” pensó para si Luche escondiendo las galletas y recostándose de nuevo sobre el catre.

 

Habían pasado alrededor de tres días desde que el glaive e Ignis estaban atrapados en Niflheim. En uno de esos días, Ignis había enviado un mensaje a sus amigos desde su teléfono, ya que Ardyn hizo que lo enviara para que no se viera sospechoso, sin saber el mensaje oculto que el chico intentaba escribir.

Durante esos días, Ignis había llevado comida a escondidas al glaive quien se mantenía aburrido en su celda mientras que el propio chico robaba, a cómo podía, algo para él y continuaba con sus trabajos para los generales.

Una tarde, Ignis se encontraba en los calabozos recogiendo unos papeles y dejando otros en el escritorio que estaba en la parte de atrás, algo que hacía muy seguido.

El chico se acercó a donde se encontraba Luche encerrado, con un vaso de agua cuando escucho que alguien entraba al pasillo;

-demonios- dijo en voz baja mientras el hombre rubio escondía el vaso bajo su catre

- ¡ahí estas! - soltó un enorme soldado corpulento que iba entrando junto a otros tres, más pequeños que él

-tenemos que hablar contigo chico- dijo otro y los otros comenzaron a rodearlo

- ¿en qué puedo ayudarles? - pregunto Ignis cerca del escritorio recogiendo unos papeles

-por tu maldita culpa tuvimos un enorme problema con el general Ulldor- exclamo un tercero mientras el primero y el segundo se quitaban sus yelmos

-nos vemos luego- soltó el cuarto y salió por la puerta mientras los otros tres se quedaron mirando al castaño

-por hacer mal el inventario, el general nos regañó y nos castigó con más entrenamiento junto a los malditos magiteck- dijo el corpulento mirando al chico quien se pegó a la pared

-y por eso, hemos venido a cobrarte los golpes- dijo el segundo que era de cabello muy negro y una enorme barba. Ignis los miro y se pegó más a la pared cuando sintió el golpe que le lanzo el primero, el chico lo esquivo rápidamente y sin pensarlo lo devolvió, dándole justamente en el mentón al más corpulento. Los hombres lo miraron y comenzaron a reír;

-vean quien aprendió a defenderse- exclamo el hombre lanzando otro golpe que también fue esquivado

-parece que Lucis le enseño algunas cosas- menciono el de pelo negro, golpeando las costillas del chico haciendo que este se doblegara por un momento antes de lanzarse contra el tercero.

Luego de un par de minutos de pelea, Ignis trastabillo por el agotamiento y resbalando, recibió de frente un golpe en el pecho que lo pego a la pared y lo hizo escupir un poco por la falta de aire.

Los tres hombres comenzaron a golpearlo sin permitirle defenderse, cuando Luche se acercó a los barrotes;

- ¡hey! ¡déjenlo en paz! - dijo el soldado golpeando los barrotes mientras que los otros seguían golpeando al menor. Cuando lograron tirarlo al suelo, comenzaron a patearlo mientras se reían y lo insultaban ante los gritos desesperados de Luche.

Después de un rato, el tercer hombre, que tenía el cabello muy corto, abrió la celda del soldado y le propino un fuerte golpe en la cara dejándolo noqueado al instante. Luego salió y vio al otro;

-bueno, creo que ya nos podemos divertir sin que nos molesten. - dijo mirando a los otros -Ren, - agrego mirando al corpulento -Trei- menciono mirando al otro - ¿empezamos?

-claro Guzco- respondieron los otros sonriendo, mirando al menor que estaba en el piso intentando levantarse y viendo que el soldado glaive estaba inconsciente.

El hombre llamado Ren se acercó y levanto a Ignis del cabello hasta dejarlo arrodillado frente a él;

-eh escuchado que tus mamadas son bastante buenas, - comenzó a decir riéndose del otro -así que porque no empiezas y me demuestras que es cierto lo que dicen- el chico lo miro con odio y negó con la cabeza

- ¿crees que simplemente puedes negarte a hacer lo que queramos chico? - pregunto Guzco acercándose también mientras le señalaba al otro la puerta - ¡Trei! Ve y vigila

-sí señor- contesto el otro, se dirigió hacia la salida cerrando la puerta tras de sí y quedándose afuera haciendo guardia.

Los otros dos volvieron su atención hacia el menor que veía hacia el piso con pesadez;

-ahora, - volvió a decir el corpulento -comienza a lamer

-no- contesto el castaño dirigiéndole una mirada de odio al corpulento. Guzco en ese momento se agacho y paso ligeramente la mano por el trasero de Ignis, haciendo que al chico le entrara un escalofrió

-me parece Ren, que él ya no solo es feliz con chupársela a la gente. Puede que le guste más que le toquen esta parte- y oprimió el trasero del menor, haciendo que este se levantara de golpe y se pegara a la pared

- ¡no me toquen! - grito, lanzando un nuevo golpe que fue esquivado de inmediato haciendo que el chico cayera al suelo con estrepito

-si vas a jugar, juega bien- soltó Guzco, levanto al chico de un tirón y lo puso de frente al escritorio

- ¿empezaras tu? - pregunto Ren acercándose al otro y sosteniendo la cabeza del chico mientras que el otro hombre le ataba las manos al menor sobre su espalda

-tu solo quieres una mamada, yo si necesito algo mas

-eres todo un cerdo, - rio el hombre -pero por tiempo, creo que podríamos aprovechar

-ahora piensas mejor amigo. - termino de decir Guzco abriendo el pantalón del chico y comenzando a bajarlo por sus piernas mientras el menor intentaba con poca fuerza oponer resistencia -Quédate quieto o te dolerá

“no te preocupes Iggy, si quieres que me detenga, lo hare enseguida” escucho Ignis en su cabeza mientras sentía un dedo del hombre cerca de su entrada. El chico cerro los ojos fuertemente al sentir el dedo del hombre entrar en él. Luego sintió como jaloneaban su cabeza hacia arriba y sentía la presencia del otro soldado;

-abre tu maldita boca- escucho la voz de Ren y de inmediato, abrió sus ojos topándose con el miembro del otro hombre frente a su cara - ¡abre te digo!

-no- contesto Ignis

-chico, cooperas o será a la mala.

Ignis cerró los ojos con mucha fuerza, casi hasta que le doliera y abrió su boca recibiendo el miembro del otro hombre y comenzando a lamer con asco. El chico se quedó quieto y comenzó a ver flashbacks en su cabeza, de cómo Ardyn lo había “entrenado” y obligado a hacer ese tipo de cosas anteriormente;

-sí, sigue así- dijo Ren tomando con fuerza el cabello del chico y comenzando a darle estocadas en su boca. Ignis sintió como le llegaba hasta la garganta e intento con toda su fuerza de voluntad evitar el vómito mientras que el otro hombre acariciaba su trasero y se alineaba.

El primer hombre estaba a punto de llegar a su orgasmo cuando Ignis recibió una fuerte estocada por detrás y grito con fuerza al sentir como Guzco había entrado de golpe en él sin siquiera prepararlo;

- ¡demonios! ¡está demasiado apretado! - exclamo Guzco golpeando al chico con su miembro

- ¿crees que sea virgen? - pregunto Ren acelerando sus estocadas

-si lo es… ¡Astrales!...

-espero… ah… que el canciller no se dé… cuenta

-nos… mataría- ambos hombres comenzaron a reírse. Hasta que escucharon un sonido cerca de ellos. Ambos buscaron con la mirada cuando vieron a Luche despertar y comenzar a ponerse de pie.

El hombre se incorporó de apoco y enfocando vio lo que los otros estaban haciendo;

- ¡¿qué demonios hacen bastardos?! - grito el soldado acercándose hacia los barrotes cuando los otros le dirigiendo una sonrisa e Ignis lo veía con ojos llorosos

-terminar- fue la respuesta de Ren cuando con una última estocada se corrió dentro de la boca del menor. El hombre salió de Ignis, este comenzó a escupir en el piso y a intentar tomar aire con pesadez

- ¡esto es un maldito abuso! - volvió a gritar Luche cuando Guzco rio

-solo le propinamos un… leve castigo por lo que hizo- respondió el hombre mientras que Ren se arreglaba su uniforme

- ¡es violación!

-no si el chico también disfruta- esta vez respondió Ren y tomo la cabeza del castaño - ¿no es así niño? - Ignis no respondió, solo se limitó a ver hacia el piso y mantener su boca cerrada -¡responde!

- ¡déjenlo ya!

- ¡tu cállate!

- ¡basta! - grito Guzco embistiendo más fuerte y con un último golpe termino dentro el chico. El hombre salió de Ignis y este cayo de golpe al suelo, inconsciente.


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