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El chico de mis sueños por KoichiBielefeld18

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Notas del capitulo:

El rescate esta en riesgo...

Noctis es atrapado y Gladio se culpa de lo que esta pasando...

¿Saldran con vida?

Los tres menores se quedaron escondidos en el hangar esperando las órdenes de los otros, cuando vieron un cuerpo que caía de manera rápida. Los tres se quedaron mirando hasta que Prompto soltó un chillido;

- ¡Ignis! - grito cuando Gladio y los menores salieron de manera presurosa

- ¡Gladio! - grito Noctis cuando este se agachó sosteniendo su escudo como si fuera un trampolín. Al instante, Noctis salto con fuerza en él siendo impulsado por el otro y alcanzando la altura para poder tomar una de las manos del castaño.

Ambos comenzaron a caer con fuerza siendo esperados abajo por el enorme escudo, cuando una luz roja atravesó el hangar, golpeando a los otros, haciendo que cayeran con un ruido sordo sobre el piso. Gladio y Prompto corrieron en dirección a los otros cuando vieron a Ardyn de pie frente a los inconscientes jóvenes;

-Me voy unas horas y me encuentro esto... Que entretenido- dijo el hombre cuando el escudo tomo al rubio y escondiéndose tras unas cajas, le tapo la boca al otro

-debemos salir de aquí antes de que nos atrapen también- susurró Gladio jalando al menor quien lo veía aterrado

- ¡debemos salvarlos! - dijo el rubio siendo jalado por el otro

- ¿crees que no lo sé? Mi deber es proteger a Noct, - dijo el otro -pero contra ese hombre, perdería mi vida y la de él. Creo que debemos reagruparnos, él no lo matara

-busquemos a los adultos- sugirió el rubio y salió junto al otro por uno de los pasillos.

Por otro lado, Ardyn tomo el cabello de Ignis para ver si aún respiraba y luego se acercó al otro,

-bien, bien, bien... ¿Qué tenemos aquí? Su Alteza el príncipe de Lucis

-Noct- se oyó decir al castaño quien abrió sus ojos y se estaba acercando al peligris

-así que hiciste un amigo de esta magnitud ¿eh? - exclamó Ardyn levantando nuevamente la cabeza del castaño

-no... No le hagas... Nada

- ¿hacer? De hacerle quiero muchas cosas... Pero creo que tú y yo debemos hablar- concluyó estrellándolo contra el suelo.

. . .

 

A lo lejos, Noctis escuchaba a alguien hablar mientras que él pesadamente intentaba abrir sus ojos.

El chico por fin consiguió hacerlo y fue cuando vio que estaba costado en una cama dentro de una celda;

"¿Dónde estoy?" Se pregunto cuando se levantó con cuidado y se puso a escuchar lo que había de fondo, que, al parecer, era el sonido de una radio;

"Se les informa a todos los habitantes que el asalto realizado hoy dentro de las instalaciones de la base se debió a la perpetración de unos ciudadanos aún sin identificar. Se les pide a todos que mantengan la calma y vuelvan a sus quehaceres"

-sabemos que eso no es cierto- dijo la voz de un hombre

-eso hombres entraron por la mascota del canciller. - dijo otro -Están locos, no sé cómo escaparon

-lo peor será para el chico cuando despierte

- ¿hablas de Scientia o del otro que fue atrapado?

-Scientia es obvio que lo pagará caro, pero el otro... Quien sabe qué pasará con él-. Los hombres callaron de pronto cuando se oyó una puerta abrirse,

- ¡señor! - soltaron los hombres al unisonó

- ¿no han despertado? - se oyó preguntar a una voz

-ninguno- dijo el primer soldado cuando se oyeron unos pasos acercarse.

Noctis inmediatamente se tiró sobre la cama y se hizo el dormido manteniendo unos de sus ojos entreabierto. Al instante vio al canciller mirándolo y luego volteándose hacia la celda del frente

-apenas despierte, llévenlo a mi oficina

-sí señor- contestaron los otros cuando el hombre se marcho

Al oírse la puerta cerrar, los hombres suspiraron con fuerza;

-ese hombre da miedo- dijo el primero

- ¿recuerdas lo que le hizo a Ren y Guzco? Vamos Trei, esto no es jugando- soltó el otro cuando se fueron alejando.

Cuando desaparecieron de su vista, Noctis se incorporó y mirando hacia el frente vio a un Ignis inconsciente en la celda frente a la suya, atado de brazos a unas cadenas que salían del techo y respirando con fuerza,

-Ignis- soltó el príncipe acercándose a los barrotes mirando al otro sudar - ¡Specs! - grito un poco más alto, pero no obtuvo respuesta. El chico se sentó de nuevo en su catre mirando al otro con ojos llorosos.

Por otro lado, los tres Glaives y los dos menores se habían reunido en la cuartería abandonada en la que habían estado anteriormente.

Todos se encontraban en silencio, hasta que Nyx golpeó la pared con fuerza;

- ¡demonios! - soltó enojado golpeando de nuevo - ¡Ahora son dos los que debemos salvar!

-esto fue mi culpa, - dejo salir Gladio cuando lo miraron -si hubiera protegido a Noct yo...

-Ardyn salió de la nada chico, se suponía que no estaba- exclamó Libertus con calma

- ¡ese engendro se devolvió porque alguien lo alertó! - grito de nuevo Nyx

-ya cálmate Ulric, - le regaño Luche -deben tenerlos abajo, aún tenemos los uniformes. Solo debemos meternos de nuevo y buscarlos para sacarlos rápidamente

- ¿sabes cómo llegar ahí?

-claro y también sé que debemos calmarnos. Con las aguas así, no podremos salvar a los chicos

-además, - intervino Libertus -no podemos iniciar una guerra contra Niflheim a pesar de que tengamos un motivo como el secuestro del príncipe de Lucis

-pero fue por culpa nuestra- agrego Gladio

-exacto. Por esa razón debemos hacerlo sin matar ni atacar a nadie

-como sombras- soltó Nyx dejándose caer en un catre mientras que los otros solo se miraban.

Entrada la noche, Ignis abrió sus ojos mirando a Noctis en la celda de frente;

-su Alteza- exclamó intentando moverse, pero era inútil, sus manos seguían atadas al techo y sus piernas no lo sostenían lo suficiente, además de que la postura en la que estaba era muy incómoda

- ¡Specs! - grito Noctis acercándose a las barras de metal - ¿está bien?

- ¿cómo es que usted está aquí?

-vinimos a rescatarte, pero.... Fallamos y me atraparon

-demonios- chillo el otro cuando uno de los soldados apareció, por un lado

-miren quien ya despierto. - dijo abriendo la celda del castaño -Ya era hora, tus quehaceres se amontonan y el canciller quiere verte enseguida

- ¿que?

-llevas inconsciente dos días niño tonto

- ¿dos días? - pregunto cuando el hombre entro y le soltó las manos

-vamos, - dijo jalándolo hacia arriba para levantarlo -debo llevarte enseguida con el canciller

-no puedo levantarme- exclamó el chico al ser jalado por el otro. El hombre chasqueo la lengua y con fuerza, lo levantó y se lo puso sobre el hombro

-solo esto me faltaba- exclamó yéndose hacia la salida.

El soldado cambio de edificio y camino por varios pasillos hasta que llegó a la oficina del canciller y entro con el chico aún sobre su hombro. Ardyn levantó la mirada y vio cuando el soldado puso al otro en el piso,

-aquí está Scientia, señor- dijo y dándose la vuelta se retiró lentamente.

Ignis a como pudo se sentó sobre sus piernas mirando al pelirosa quien lo veía entre molesto y feliz;

-Me alegra que estés vivo y ya consciente. - comenzó a decir recostándose en su escritorio -Me tenías preocupado. Ahora, quieres explicarme qué ¿demonios pasó? Y ¿quiénes eran esos hombres de Lucis que vinieron por ti?

- ¿hombres de Lucis? - pregunto el menor haciéndose el inocente - ¿de qué habla? Yo casi... No recuerdo nada

-que conveniente…

-de verdad no sé quiénes eran ni si el príncipe de Lucis está aquí

-que interesante, porque parece que ustedes dos son muy buenos amigos. - termino poniéndose en cuclillas delante de él y jalándolo del cuello de la camisa - ¿Como los contactaste para que te rescatarán? ¿Será que le diste un mapa al soldado que escapó? O ¿él te dio un teléfono?

-yo-yo no los contacte señor Izunia... - comenzó a decir el otro con miedo -solo ayude al señor Lazarus a escapar, pero no le dije que viera por mi

-quizá tu novio lo hizo…

-no he hablado con nadie... Créame

- ¿con nadie? Entonces el teléfono que encontré en tu habitación y te mostré el otro día no era nada ¿cierto?... está bien. - Ardyn se puso de pie y se volvió a recostar en el escritorio -Si no quieres hablar niño, creo que tendré una pequeña conversación con el principito encerrado en nuestro calabozo y quién sabe que pueda suceder o que le pueda enseñar

- ¡no! - soltó el castaño. A como pudo se acercó al otro y le agarro de la capa -No lastime a su Alteza

-harás lo que sea por protegerlo ¿no?

-lo que sea

-excelente- terminó sonriendo y tomando al otro por el cabello.

 


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