"Si alguna vez eres testigo de mis lagrimas
Por favor pasa de largo
Estoy bien"
Pov Jiho
Había tenido momentos difíciles en mi vida, podía recordar días o meses en lo que sentí mis problemas sobrepasarme, había sentido desolación y muchas noches lloré hasta que me quedé dormido…aun así, la idea de morir nunca pasó por mi mente. Llevaba 3 noches en el hospital y por fin habían logrado estabilizarlo. Las primeras dos habían sido un infierno, en cuanto me dejaron entrar al cuarto no podía quitarle la mirada al aparato…tenía miedo de que dejara de sonar de nuevo y él se fuera para siempre. La tercera no fue mucho mejor, pero por lo menos me aseguraron que estaba respondiendo de a poco…era algo.
No podía localizar a sus padres, ni a algún amigo…ciertamente no teníamos el mismo grupo social, en dos años que habíamos estado separados al parecer las cosas habían cambiado mucho. Si no me hubiera alejado de su vida tal vez las cosas no hubieran pasado de esta forma, tenía mucho en la mente, pero no podía pensar bien. Para empeorar la situación alguien de una de las habitaciones de los lados me reconoció y los rumores habían empezado, tendríamos que trasladarlo a un hospital privado.
-Que jodido tener que preocuparnos por los putos antis estando en esta situación – dijo Dean a mi lado, me había traído ropa y se había ofrecido a ayudarme
- rentaré las habitaciones continuas para evitar más drama
-que mierda, maldita gente sin vida– se quejó - ¿Cómo está?
-inconsciente – suspiré viendo su habitación- Nunca había estado tan aterrado - solté antes de tomar un sorbo de agua -sé que soy un imbécil…pero aun asi pensaría que si tenía problemas vendría a mi…pude haberlo ayudado
-No te degastes en esas cosas ahora …es mejor si no piensas en por que, debes concentrarte en cómo seguirá adelante – asentí, a las enfermeras le llevaba media hora cambiar sus vendas y todo eso donde no me dejaban estar presente, por qué “las ponía nerviosas”- ¿Va a despertar pronto?
-Lo tienen controlado, su cuerpo se está mejorando así que dejarán que despierte pronto. El medico habló de rehabilitación – pude hablar con él un poco más antes de que su celular comenzara a sonar y tuviera que irse, me había apoyado mucho en estos días. Entré a la habitación escuchando el sonido de la máquina, la que indicaba que su corazón estaba latiendo bien y que casi me ocasionó un paro cardiaco el otro día al escuchar el sonido volverse continuo.
Tomé una ducha en el incómodo baño de la habitación y volví al sillón que se había vuelto mi amigo. Mi mayor consuelo siempre había sido escribir, podía escribir si estaba triste o si sentía que el mundo había dejado de girar, pero…no ahora, no podía organizar mis pensamientos para poder crear algo, todo lo que pensaba era en él. Quería que estuviera lo suficientemente fuerte para poder abrazarlo, necesitaba escucharlo, rogarle que me perdonara por no estar ahí, por no haberlo ayudado…Se me escaparon un par de lágrimas mientras la tarde se terminaba. Me habían dicho que podía hablarle y darle fuerzas para despertar, pero no me sentía lo suficientemente fuerte para hacerlo o por lo menos no sabía bien cómo hacerlo…quería decirle tantas cosas.
Busqué a todos sus amigos por Instagram, creí haber sido un buen novio, pero supongo que no lo fui realmente porque todos ellos me habían bloqueado. Cerré los ojos recargándome en el brazo del sillón, habíamos terminado por falta de tiempo nunca faltó amor entre ambos, todos los recuerdos a su lado me hacían reír. Su risa era algo que recordaba a la perfección y ante mis ojos él siempre había sido un chico optimista, no era la clase de persona que se rendía fácilmente y mucho menos que se miraba al drama
-¿Por qué no me pediste ayuda? – pregunté al aire – creí que sabías que siempre podías contar conmigo… nunca he dejado de amarte – confesé, esperaba que no fuera demasiado tarde. El cansancio me venció.
A la mañana siguiente el doctor me despertó, me dio tiempo para despejarme y después habló conmigo, Junhong estaba progresando bien y decidieron que era hora de dejarlo despertar. Mis nervios se dispararon mientras esperaba verlo despertar, estaba esperando una sonrisa una mínima muestra de que estaba mejor, pero…no fue así. En cuanto abrió los ojos y entendió dónde estaba comenzó a retorcerse en la cama, pataleando y tratando de quitarse la intravenosa
-Junhong- lo llamé y vi sus ojos inundarse, pero no se detuvo…las enfermeras tuvieron que inmovilizarlo, una inyección después estaba dormido de nuevo, me dejé caer al sillón ocultando mi rostro, estaba tratando de ocultar mis lágrimas, pero era difícil, incluso con el doctor explicándome que ellos estaban esperando una respuesta así…la medicina solo lo haría dormir un par de horas esta vez.
-Tiene que empezar con la psicóloga desde el primer día – sentenció a lo que solo pude asentir. Al parecer las cosas iban a empeorar.
Tenía 24hrs despierto, aun así la habitación seguía en silencio, el doctor había dicho que su garganta iba a estar adolorida por un tiempo pero sabía que esa no era la razón…no quería hablarme, la habitación del hospital privado era mucho más amplia y cómoda, casi como un mini apartamento. Igual me servía de consuelo, ver sus ojos abiertos, verlo respirar por sí mismo. En 3 días lo darían de alta, iríamos a mi apartamento y lo ayudaría a seguir recuperándose o por lo menos ese era el plan.
-Iré a la empresa un par de horas- le dije sentándome en la cama a su lado, él evitó mi mirada y cuando mis dedos tocaron su pierna sobre las sabanas se alejó, huyendo. - Las enfermeras se quedarán contigo…ya que no puedes estar solo- continué hablando esperando que se dignara a mirarme, pero no pasó-No tardaré- fue lo último que dije antes de levantarme, enseguida salí dos enfermeras entraron, si bien su salud había mejorado tenía que estar en observación, por su conducta. Tuve que salir por la parte de atrás, la gente sabía que había estado en el hospital, pero pude proteger a Junhong, nadie sabía lo que había pasado con él.
En cuanto entré a la empresa comenzaron a agobiarme con los pendientes, tuve que atrasar todas las colaboraciones que tenía en ese mes, la mayoría eran artistas amigos así que me entendieron a un par más pague concesión por el atraso. No me importaba mucho y ciertamente tampoco me iba a meter al estudio de grabación cuando no me sentía bien, mi mente estaba con Junhong. Terminé atrasándome un poco, pero estaba a tiempo para que me dejaran pasar la noche con él, en el ascensor me sentía mareado, no había tenido la oportunidad de comer nada desde la mañana y por las prisas tampoco pude comprarme algo antes de venir. Al salir vi a varias enfermeras en el pasillo justo afuera de su habitación, no pude pensar en nada antes de correr a su puerta.
-¿Qué ocurre? – pregunté al entrar y ver al doctor hablando con él, estaba sentado en su cama con las mejillas rojas al igual que sus ojos. Reconocía esa expresión, estaba enojado.
-El paciente Choi atacó a una de las enfermeras – respondió el médico – al parecer no entiende que solo queremos ayudarlo
-No me puede obligar a nada- dijo con su voz ronca, me habían dicho que podría pasar por la entubación.
-¿Qué hizo? – pregunté acercándome, me indicó la derecha y vi a la chica cubierta en sopa y jugo. Suspiré inclinándome hacia ella – lo siento…pagaré su tintorería y por los daños.
-no es sobre dinero – me habló el doctor – su conducta no cambia y es peligroso…para él mismo, tendremos que internarlo donde pueda recibir ayuda psicológica más adecuada.
-¿podemos discutirlo en privado? – dije al ver como el semblante de Jun había cambiado, noté el momento justo en que pasó de furioso a triste. Lo acompañé a una oficina pequeña donde estuvimos hablando durante un tiempo. Sabía que Juhong podía intentarlo una vez más, pero escucharlo de un médico me hizo verlo más real. Regresé a la habitación cansado y con dolor de cabeza. Habían traído cena de nuevo y me había comprometido a que se la terminaría o volverían a intubarlo, los del hospital habían sido amables al no sedarlo y dejarme ayudar, incluso una de las chicas que resultó ser mi fan salió a una cafetería cercana para traerme comida y café, pero eso me traía de nuevo a la realidad. Junhong estaba sentando en la cama con el ceño fruncido y la mirada perdida.
Sabía que estaba enojado, pero ya para este punto entendía que no era conmigo. No podía seguir evitando al elefante en la habitación, debe haber razones lo suficientemente fuertes para que haya intentado quitarse la vida y no podía ignorar eso.
-Cenemos juntos- hablé tratando de mantenerme calmado. Me senté junto a él en la cama dejando su bandeja enfrente, no sabía si iba a terminar como la chica con la sopa en la cabeza pero solo tome una de las galletas que venían junto al emparedado esperando que hiciera algo, le habían traído sopa de pollo , arroz y té pero en cuanto su mano se fue a mi plato comenzando a comerlo sin quejarse…ni siquiera intenté que comiera su sopa, tome su bandeja y lo comí, vi su rostro iluminarse con cada mordida haciéndome sonreír un poco.
-Hablé con el médico esperé a que terminara para hablar – dijo que deberíamos internarte en una clínica para que puedas recuperarte - vi su rostro palidecer de nuevo, pero no respondió – siendo una figura pública nos dará la oportunidad de darte el tratamiento en privado siempre y cuando aceptes quedarte conmigo durante el proceso…- sonreí – mi departamento es mejor que el hospital te lo aseguro – vi dudas en su mirada
-déjame solo –dijo volviendo a recostarse en su cama, no sabía cómo tomarme sus palabras. Quizá estaba siendo ingenuo al creer que estaría feliz de estar vivo, aun me costaba procesar lo que había intentado hacer.
-No voy a irme a ningún lugar- hablé sintiendo mi boca secarse- Pediré comida
-solo déjame en paz Jiho
-ya te dije que no iré a ningún lugar…pediré comida china – suspiró rodándome los ojos soltando un “haz lo que quieras”, el doctor me pidió que no preguntara nada mucho menos tratara de hacerlo hablar sobre lo que pasó, suspiré haciendo la orden, lo cierto es que cuando la cena llegó me ignoró por completo, comí mi platillo solo y me arreglé para dormir, el cansancio me estaba matando y aunque mis días normalmente eran más ajetreados la carga emocional que sentía me superaba por mucho. Apenas me recosté comencé a quedare dormido al par de horas escuché un ruido y por instinto me levanté del sillón lo más rápido posible, vi su cama vacía y mi piel se heló, estuve a punto de salir corriendo pero vi la puerta del baño medio abierta, me apresuré a entrar y para mi alivio ahí estaba, se había quitado el suero y luchaba por quitarse la bata
-¿Qué haces? –pregunté sorprendiéndolo
-sal, por favor – se recargó en la pared casi sin aliento, seguía estando muy débil y aun con hacer el mínimo esfuerzo e agotaba – vete – me gritó y negué
-No puedo dejarte solo – respondí y rodó los ojos con una risa que pretendía ser sínica, pero pude ver el dolor en ella.
-Solo quiero tomar una ducha…sal
-Junhong no pue
-¿puedes dejar de verme con lastima? Joder, solo quiero tomar una ducha por mí mismo, no soy ningún inútil y no estoy muerto – sus ojos se inundaron y su voz se quebró un poco…supongo que podía entenderlo
-No voy a intervenir…solo me quedaré aquí – dije levantando mis manos – por si necesitas ayuda – rodó los ojos de nuevo frustrado – soy yo o llamaré a una enfermera – me lanzó una mirada de odio y me dio la espalda, desabrochando su bata de nuevo, baje la tapa del retrete y me senté tratando de que mis ojos no se desviaran hacia él, podía verlo por el reflejo del espejo y él pareció no notarlo y pude verlo luchar para mantenerse de pie,dejó el agua correr sobre su delgado cuerpo le tomó media hora lavar su cuerpo, para cuando colocó el shampú en su cabello las piernas comenzaron a temblarle. Sabía que no estaría feliz pero entré a la ducha sosteniéndolo antes de que cayera al piso, pasé mi mano por su cintura y lo acerqué a la regadera ayudándolo a quitar el jabón de esté.
-Suéltame- soltó tratando de alejarme, pero solo lo afirme más
-No estés tímido frente a mí, no es la primera vez que te veo desnudo – dije en medio de mis nervios – Deja de resistirte, ya te dije que no me iré a ningún lado – por unos minutos solo se escuchó el agua corriendo hasta que suspiró rindiéndose por lo menos en ese momento, recargó su frente en mi hombro dejándome aclararlo de los restos de jabón. Vi un par de lágrimas caer también pero no lo cuestioné, lo ayudé a salir del baño envolviendo bien su cabello y secando bien su cuerpo. Había cambios de aquel conjunto del hospital para vestirlo así que no hubo problema
-Se van a enojar – habló, solo quedaba la marca de la cinta y el pequeño piquete donde quitó el suero
-Hablaré con ellas – respondí acercándole la bolsa con su comida – Son fideos si aun te siguen gustando - asintió comiendo despacio mientras cambiaba mi ropa, había terminado empapado
-¿puedes poner música? – escuché detrás de mí y cerré mi pantalón – No puedo dormir por las noches , se me hacen insoportables – suspiró dejando su plato a medias y recostándose. Encendí mi laptop y coloqué “its you “ de Sam kim, vi sus mejillas sonrojarse un poco pero enseguida se cubrió con las cobijas. Me tomó solo un minuto armar un playlist para él, tal vez no podía escribirle una canción todavía, pero podía tomar prestadas las palabras de alguien más para hacerle saber lo que sentía. Pasó media hora cuando vi que se había quedado dormido…me preocupaba que no tuviera el suero puesto así que me quedé en vela, la idea de que sus ojos no volvieran a abrirse me espantó el sueño fácilmente.