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En caso de emergencia, avisar a... por PinketDiana

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a segunda vez que ocurre, unos seis meses más tarde, está en el mercado central, acompañado de Sakura, Lee y Shikamaru. Preferiría estar sólo en el piso, tranquilo y sin tener que estar en al otro lado de la ciudad, lejos de la ira de Naruto.

Incluso sus compañeros están sorprendidos cuando él acepta la invitación de pasar por la nueva sección del mercado, pero Naruto estaba tan rojo, que prácticamente echaba humo antes de partir a la misión. Y Sasuke necesitaba despejarse. La ciudad entre ellos (o incluso más, porque no sabe dónde Naruto está yendo) no les hará ningún mal a ambos.

Habían pasado tres meses que que decidieron empezar a compartir un piso juntos, por razones prácticas mayormente. Funcionó bien esos días en los que Naruto se hirió con la caída del árbol, cuando tenía que despertarlo cada dos horas, limpiearle las heridas y vigilarlo de vez en cuando mientras dormía para asegurarse de que el dobe seguía respirando (Naruto no es ni será consciente nunca de esta última parte). Era cómodo, práctico y poco… solitario. Casi reconfortante. Ellos seguían sin ser amigos, seguro. Apenas podía asegurarse a sí mismo que se llevaran bien, pero era cómodo vivir con alguien. Menos que limpiar, más división de tareas. Todo práctico.

Y… bueno, debía admitir que llegar de una misión, riendo a carcajadas, su cabeza recostada en la pared, o las conversaciones sobre algún programa de televisión a altas horas de la noche, el silencio cómodo mientras cocinaban..., no, eso tampoco estaban tan mal.

Pero entonces, llegó hoy al piso, cansado y enfadado. Y ver cómo Naruto había dejado todo, definitivamente no ayudó. La situación escaló pronto desde allí, y lo último que recuerda es de estar pegando un portazo. La ciudad entera entre ellos no parecía suficiente distancia, entonces.

"No creía que ibas a venir, Sasuke." Asegura Sakura, agarrada de su brazo, una sonrisa dulce y coqueta en sus labios. Sasuke suspira, y se pregunta si no se aceleró demasiado al aceptar la salida. Tenía que ir al mercado, pues no había comida (gracias por eso, Naruto), pero podría haber ido él sólo…

"Necesitaba aire fresco y todo eso." Dice, y ellos se ríen, los muy bastardos. Sonrisas engreídas y molestas, y decide que no, que realmente podría haber venido a comprar más tarde, tranquilo y en soledad.

"Odias el aire fresco. Y no aceptas salir, si no se trata de una misión o una causa mayor. ¿Ha pasado algo en casa?" No le gusta la forma en la que lo dicen, muecas grandes y rostros demasiado cerca. Siente su propia expresión ponerse rígida, labios flexionados en una línea, rostro serio.

Eso ha pasado desde que Naruto y él se fueron a vivir juntos, siempre tan sorprendidos y deseosos de saber como iba su vida en común.

"No sé a qué te refie-"

Su teléfono suena entonces. Número desconocido. Algo molesto y pesado asciende hacia su pecho, palpitando en la parte trasera de su cabeza.

"¿Sí?" Contesta, abriendo el teléfono.

"¿Sasuke Uchiha?"

Se aleja de las miradas curiosas y afirma, resignación en su voz. "¿Qué ha pasado ahora?"

"Llamo desde el hospital de Konoha. Le quería comunicar que Naruto Uzumaki..."

"¿Está desangrándose profunda o internamente?" Un pequeño nudo en su pecho, pero el enfado aún latiendo caliente en sus venas.

"No del todo, pero…"

"Entonces está bien. Buenas tardes." Y con eso cuelga, y avanza de nuevo, caminando hacia donde estaba anteriormente. Sakura es la primera que se acerca, preguntado ansiosamente qué estaba pasando.

"Nada, el dobe está en el hospital." Hay unos coros de 'oh' y 'qué' por igual, pero él frunce el ceño. Cosa que se acentúa cuando su móvil vuelve a sonar. Esta vez no pregunta de quién se trata, sólo dice de forma mordaz: "Es alérgico a la penicilina. Eso es todo lo que necesitas saber." Responde, mientras Sakura, Shikamaru y Lee empiezan a tirar de él para arrastrarlo hasta el hospital. Rueda sus ojos con fingida molestia pero la preocupación patea su boca del estómago. Se siente liviano de alguna forma y no le gusta.

"Sí, somos conscientes de ello. Pero él está preguntando por usted."

Eso sí que lo toma por sorpresa y se para en seco, deteniendo a Lee en el camino, quien se gira extrañado.

"¿De verdad?" Cae sobre él la imagen mental de Naruto herido de forma mortal, por una misión que ha salido terriblemente mal. Todo lo que quedaba de enfado, desaparece, reemplazado por una ola de culpa que, literalmente, lo mueve del sitio.

Ella responde con un sonido de garganta. Ella es claramente muy buena en su trabajo, se asegura Sasuke, pues es paciente y dulce incluso a través del altavoz. Se pregunta cuántas veces habrá hecho esto.

Tiene que correr, tiene que correr y estar allí ya. Deja atrás a sus compañeros y simplemente corre, preguntando a la señora al otro lado del teléfono qué ha ocurrido.

"Misión fallida, aparentemente. Herida en el cuello." Algo se detiene en él e inhala bruscamente. Antes de que se quiera dar cuenta sus amigos están detrás de él, manos de apoyo en ambos hombros. Empieza a correr de nuevo, y cuando mira hacia atrás, los otros tres asienten y continúan corriendo con él, casi siguiendo su ritmo. Por un seguro ni siquiera le importa nada más, simplemente asiente, aún cuando sabe que no puede ser visto al otro lado de la llamada.

Él necesita ver a Naruto.

"¿Cómo de grave?"

"Casi en la carótida. Fallada sólo por unos centímetros."

"Ya casi estoy allí."

No recuerda mucho del camino, simplemente que cuando llega está sin aire y que cuando se mira en los espejos de la entrada, está totalmente pálido. Sakura es la siguiente en llegar, pero él está caminando hacia la recepción.

"¿Eres familia?" Pregunta la mujer, cuando él pide la información sobre Naruto. Deduce que no es la mujer que le ha llamado y suspira, nuevamente enfadado. No, él no es su maldita familia.

Sakura está ahí, justo detrás de él, asintiendo hacia la enfermera. "Yo soy su novia."

Mientras él corre (o derrapa) hacia la habitación 206, llegan Shikamaru y Lee, ambos despeinados, agitados y preocupados.

Sin embargo, y por muy agradecido que Sasuke esté con ellos no puede hablar porque, mierda, es tan malo que incluso le han tenido que dar una habitación al muy dobe. Y, en serio, ¿no puede parar de meterse en problemas? Porque Sasuke quiere seguir estando enfadado con él, quiere seguir gritándole y quiere que esté sano y salvo para ello.

Su hilo de pensamientos se detiene cuando lo ve ahí, tendido en la camilla, con una médica a su derecha, atendiendo la herida en su cuello. Y oh, mierda, eso sí que estaba cerca.

Unos centímetros más arriba y Sasuke sabe que ahora mismo no estaría en esta habitación, y la llamada hubiese sido totalmente distinta.

De pronto, las palabras que le dijo a Naruto antes de irse a la misión suenan a veneno en su propio paladar.

Los ojos del rubio están cerrados, contraídos en una mueca de dolor, mientras le aplican las curas adecuadas para la herida.

"¿Naruto?" Susurra, y sus ojos azules se abren.

"Hey…" Saluda, la voz áspera, seguramente de la propia herida o de cualquier examen que le realizaron.

Sasuke da un pequeño paso al frente, pero se queda casi en el umbral de la puerta, sin saber muy bien qué hacer. La médica que lo trata sonríe hacia él, antes de proseguir con su tarea.

"Oh, así que tú debes de ser el famoso Sasuke. He oído bastante sobre ti esta tarde." Responde, tratando de no reírse demasiado frente al sonrojo de Naruto.

"Estoy seguro de que no has escuchado muchas verdades." Bromea, tratando de no sonar tan tenso como se siente.

Fija su mirada en Naruto y lo mira con atención, dejando que las sensaciones que había retenido en su cuerpo se liberen. Está bien. Está a salvo, el muy dobe. Está respirando y la herida no ha sido mortal. Casi, casi, casi. Pero no.

Empujando a Sasuke en el camino y obligándolo a entrar, saltan en la habitación Sakura, Lee y Shikamaru.

"¡Naruto! ¡Estás bien!" Dicen, aliviados. Y Sasuke conoce ese sentimiento, y entonces, en un momento de pura realización, se pregunta si alguna vez ha sentido este tipo de alivio, uno profundo, que podría ahogarlo en cualquier momento.

Sasuke está seguro de que quiere preguntar porqué ellos están aquí, pero la médica niega con la cabeza, indicando que no debería hablar demasiado.

Se quedan en la habitación un rato, viendo como la médica trabaja, hasta que ésta dicta que hay demasiada gente en la habitación y deben salir. Nadie duda que Sasuke debe quedarse ahí, aunque él mismo se lo pregunta.

"Gracias por venir." Dice Naruto, una disculpa en sus ojos ante el suspiro de la doctora.

"Por supuesto." Responde Sasuke, y realmente siente eso. Por supuesto que estaría aquí, se da cuenta ahora, ¿dónde más estaría? Pendiente de un dobe tan estúpido como siempre. Y ahora, ahora es cuando tiene que decirlo, porque no quiere que Naruto se vaya. A ninguna parte, fuera del piso, fuera de su vida. Fuera, en general.

Naruto es su compañero.

No, Naruto es su compañero de piso.

No, no. Naruto es su amigo.

Y él quiere que siga de esa manera.

"Lo siento. Por lo de antes… Por lo que dije." Estudia la colcha de la cama, sin saber dónde mirar. No ha pedido disculpas en bastante tiempo y las palabras suenan incómodas en su boca. Pero cuando mira a Naruto, se admite, aunque sea sólo para sí mismo, que esa sonrisa valdría varias disculpas.

"Yo también." Responde, y se endereza un poco más en la camilla ante las indicaciones de la médica. "No volveré a dejar la ropa tirada por el pasillo." Promete, y desde el pasillo se escuchan suspiros y risas resignadas. Incluso la enfermera sonríe.

"¿Nunca más?" Pregunta Sasuke, acercándose más a la camilla.

"Por un mes."

"Dos."

"Trato."

Ambos se ríen, y Lira (la médica, como después se percata Sasuke) regaña a Naruto, quien baja su cabeza en un gesto de vergüenza. Sasuke se acerca aún más, tanto que puede ver los moretones que tiene e incluso la sangre seca que queda por algunas partes.

"¿Estabas preguntando por mí?" Se anima a susurrar, y, cuando lo piensa horas más tarde, ni siquiera está seguro de dónde salió esa pregunta.

"Bueno, teme, no quería morir sólo, ¿sabes?" Bromea.

"Dramático." Contesta en un suspiro resquebrajado, porque sí, hay una parte de verdad en esa frase. Él podría haber muerto.

"Nunca tanto como tú." Responde, una sonrisa dulce en su rostro, como si hubiese leído los pensamientos de Sasuke.

"Te quedarás en casa unas semanas, sin misiones." Ordena, cubriéndose más con su chaqueta. Tampoco sabe de dónde vino eso, pero si ese es el resultado cada vez que Naruto va a ir a una misión, definitivamente necesita hablar con Kakashi. Ante la mirada, vuelve a preguntar: "¿Verdad?" Naruto asiente, mirándolo fijamente.

"Oh." Juguetea Naruto, sonrisa amplia y ojos brillantes. "¿Estás preocupado por mí?" Resopla y lo empuja suavemente con su zapato.

Los ojos de Sasuke se entrecierran, pero él sabe que el temblor de su labio no puede ocultar la verdad. "¿Qué te daría tal impresión?" Y esta vez, no sólo Naruto se ríe. También hay risas en el pasillo, y Sasuke siente que tener amigos quizás no está tan mal.

(Y que quizás, y sólo quizás, al que más aprecia, es a Naruto).

Cuando sale, ve el formulario de Naruto nuevamente abierto en recepción, y asegurándose de que nadie mire, añade:

Contacto de emergencia: Sasuke Uchiha.

Relación: Amistad.

Y si, con el paso del tiempo, Sakura deja de preguntarle si quiere salir con ella, y empieza a preguntarle más sobre cómo va su vida con Naruto, Sasuke ni siquiera se lo cuestiona demasiado.


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