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Punto final por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Hola, ahora si aquí esta la segunda parte del one shot Afonia. Espero les guste.

Lado B


 


No puedo creer que algo así le pasara a él,  y su mano… si su mano no se arregla ¡No! deja de pensar eso, Alex.  Harley no tiene auto tampoco, así que tenemos que caminar por la calle buscando un taxi. No puedo quedarme quieto en el taxi cuando al fin conseguimos uno— Alex.


— ¿Qué?


— estas peleado con Ilya ¿Cierto? ¿Por eso no ha venido a los conciertos y estás distraído? Oh, por favor dime que no se rompió la mano peleando contigo.


— ¡No! no peleamos de esa forma. Y tampoco fue una gran pelea… no sé cómo debo disculparme.


— ya encontraras la forma, ustedes son amigos y una pelea no puede ser tan mala a comparación,  solo deja de ser terco.


— ¿Qué te hace pensar que fue mi culpa?— es un poco ofensivo. El taxi sigue sin problemas, aunque deseo que vaya más rápido también quisiera que vaya más lento.


— porque él de ningún modo haría eso— me saca la lengua. En parte tiene razón, pero Ilya también puede llegar a ser un poco terco cuando quiere.  Llegamos a la casa, me entretengo en pagar, aplazando lo más que puedo el momento de ir y tocar y a la vez resistiendo el impulso de correr y entrar gritando preguntando que paso. La puerta está cerrada y cuando toco, tengo que hacerlo tres veces más antes de que escuche la voz de la mamá de Ilya.


— ¿Sí? ah, Alex— por un momento pienso que ella me va a mirar con desprecio y me va a cerrar la puerta en la cara. No lo hace, claro. Ella me sonríe y se ve muy contenta de verme. Ilya tiene el mismo color de ojos que ella, aunque el cabello de ella es castaño y no oscuro— Que bien que estas aquí.


— ¿Cómo está Ilya?—  la expresión que pone, dejar de sonreír y parecer preocupada de pronto,  no me ayuda a relajarme.


— él esta… bien— Bien no suena tan bien como debería— el médico dijo que podría no ser grave, ya que ha sido una fractura en la muñeca y no en los dedos ¡Y tuvo mucho suerte que no requiera cirugía!— me preparo para el gran pero que deja entrever— Ilya ha estado muy desanimado, apenas sale de su habitación ¡Pero ahora que viniste tal vez puedas animarlo un poco!— me obligo a sonreír, dudo mucho que verme ahora vaya a animarlo.


— yo…


— debió iniciar rehabilitación física esta semana, pero se ha negado. Si deja pasar el tiempo…— no hace falta que termine la frase. Si la mano de Ilya no queda bien…— adelante,  él sigue en su habitación— es Harley quien me empuja. Yo sé dónde su habitación y cada paso pesa mucho.  Me detengo en el pasillo.


— Harley, creo que debería entrar primero.


— claro. Esperare aquí— no es momento para acobardarse.  Toco a la puerta, pero no responde. Toco un par de veces más antes de abrir la puerta y entrar. La habitación está muy oscura, las cortinas apenas dejan pasar la luz para no quedarme ciego caminando dentro. No me siento cómodo con tanta oscuridad, y entre abrir las cortinas o encender la luz, termino por encender la luz. Ilya esta acostado en la cama, vestido y dándome la espalda no se ha movido desde que entre ¿Está durmiendo?  ¿Debería despertarlo? Tal vez será mejor volver después.


— ¿Ilya?— ¿Es mi imaginación o pareció que casi se movió?— me acabo de enterar de lo que paso— uh, no, eso suena como a que no estuve preocupado— he estado en casa y apenas he visto mi teléfono— ah, no tiene caso, cada vez siento que sueno peor— sé que es una pregunta tonta pero ¿Cómo estás?—  Tal vez si está dormido… o no quiere hablar conmigo. Quiero irme,  la idea de que la despedida fue definitiva es dolorosa— Tu mamá está preocupada. También estoy preocupado, no puedo imaginar cómo debes sentirte ahora pero quedándote en la cama no vas a resolver nada.


— ¿Qué diferencia hay si lo hago o no?— ¡No está dormido!


— pues… que si no lo haces hay más posibilidades de que no vuelvas al piano, idiota. No soy médico pero de ningún modo puede ser bueno saltarte la rehabilitación. Tómalo como un descanso.


— no me gustan los descansos— suspiro y me siento en una silla junto a la cama. Es la silla del escritorio, su mamá la debió mover aquí. 


— creo que entendí que no era tan grave. Tu mamá dijo que no fue necesaria cirugía.


— la cirugía es para poner placas o clavos quirúrgicos. Nunca queda bien después de eso.


— entonces no deberías preocuparte mucho y también deberías salir de la cama.


— me gusta la cama— aún me da la espalda, pero este es un poco más el Ilya que conozco— y si salgo de la cama, me levanto a las comidas. Y al usar el baño. Pero… moverme es complicado. Quiero olvidarme de esto, pero cada que hago algo…— su mano inutilizada. Nunca me he roto un brazo o una pierna, pero si conocí a personas que lo hicieron y siempre se quejaban de que no podían hacer muchas cosas. Para alguien como Ilya debe ser más frustrante eso— Creí que no volvería a verte.


— no me has visto— aún no se da la vuelta. Suspiro— pero también creí que no te vería de nuevo— silencio— lamento muchísimo olvidarme del concierto. Estaba tan emocionado por la banda y toda la atención que tenemos que no pude pensar en nada más. Sé que lamentarlo no cambia lo que paso, pero estoy muy arrepentido por eso. Eh, no sabía cómo disculparme y por eso no me atreví a venir.


—… ¿Entonces no fue por lo que dije?—  por suerte Ilya aún no me está mirando o esto sería mucho más incómodo de lo que ya es.


— no, yo no podría alejarme solo por eso. Me sorprendiste al decírmelo, pero ya… sospechaba que tal vez tú… sentías algo más— él ahora sí que voltea a verme. No luce tan mal como parece, incluso su mano no tiene el yeso grueso que esperaba— no eres tan bueno con las expresiones.


— maldición— con su mano libre se cubre la cara.


— si te hace sentir mejor, me convencí de que no era eso ¿Cómo te quebraste la muñeca?


— me caí. Resbale cuando iba a entrar al auto— no dice más, pero queda implícito que fue el día que discutimos— estaba molesto al saber el motivo porque no viniste ¿Sabes? hubiera entendido si estabas ocupado, te hubiera surgido algo o al menos me hubieras avisado— me mira, no hay reproche en sus palabras, solo una verdad.


— lo siento mucho, no remedia nada lamentarlo, pero estoy avergonzado por cómo me comporte. Rompí nuestra promesa por algo tan tonto… intentare remediarlo, no sé cómo aun— reconozco— pero por el momento deje de asistir a las fiestas.


— pero son importantes para la imagen de la banda. No creo que ir o no sea el problema—   por supuesto que él no iba a reprocharme eso.


— sobre tu confesión…


— estaba muy molesto. No quería decirlo así.


— no creo que nosotros… es decir, no siento lo mismo que tú.


— lo sé.


— pero si me gustaría que sigamos siendo amigos… si tú quieres.  Si no es muy complicado para ti.


— ¿Aun quieres ser mi amigo?


— ¡Por supuesto! Creo que no merezco a alguien como tu después de cómo te trate últimamente. Te extrañe en los conciertos— cuando dejo de ir, me di cuenta que saber que Ilya estaba allí era reconfortante, saber que había alguien allí que apreciaba realmente lo que hago me da más confianza para cantar.


— el médico y mi mamá me prohibieron ir— uh, eso me hace sentir peor ¿él estuvo pensando en ir aun con la mano así?


— hicieron bien, podrías lastimarte más— hay un silencio breve.


— Ya no escucho la música, en mi cabeza. Solo hay silencio— no sé qué decir de eso, no sé cómo es vivir escuchando música todo el tiempo, pero que pare abruptamente parece haber afectado a Ilya más de lo que imagino.


 — Ya volverá. Ah, por cierto, Harley también vino a verte ¿la hago pasar?


— está bien— me levanto para ir a la puerta, pero su voz me detiene antes de abrir— y Lex, iniciare la rehabilitación mañana— no sé qué me alivia más: Si el que diga que hará rehabilitación o que me llame Lex de nuevo— y sobre lo otro, decirlo me hizo sentir bien. Creo que puedo dejarlo atrás— cuando abro la puerta, tengo la sensación de que todo se arregló de la mejor manera posible.


 


El médico le dijo a Ilya que tendría que usar esa férula por tres o cuatro semanas, dependiendo de cómo mejore, así que también le prohibí ir a los conciertos, no estuvo muy contento con eso pero se conformó con ir a algunos ensayos cuando tuve que volver a ensayar. Ilya no sale mucho de su casa, y como mi ensayo termino temprano vine a su casa con una bolsa llena de brownies con chocolate extra, porque a Ilya le gusta mucho el chocolate y yo aun sigo intentando reparar lo que hice.  Cuando bajo del auto de Liz, me topo con alguien en la calle, muy cerca de la entrada a la casa de Ilya.


— Ah, eres tú…— lo dice como si fuera algo malo, y por ese tono lo reconozco como el vecino de Ilya. No trato mucho con él, pero es obvio que no le agrado. Antes de que pueda decir algo, de la casa de Ilya sale una chica que nunca he visto y se cuelga del brazo de él— será mejor que vengas otro día.


— Logan— ella le reclama, y si, recuerdo el nombre de él.


— No creo que eso lo decidas tú.


— Ilya está ocupado— sonríe, aunque no es una sonrisa amable— tiene su sesión de rehabilitación— ¿Se está burlando de mí?  La chica le da un codazo, también está sonriendo como si supieran algo que yo no y luego se van. La mamá de Ilya me abre, y me dice lo mismo que ellos sobre la sesión de rehabilitación de Ilya. Sé que alguien viene algunos días para ayudar con la rehabilitación.


— disculpa pero voy de salida. Hay mucho papeleo con los conciertos cancelados de Ilya, lo encuentras en el salón del piano— me da un beso en la mejilla y sale.  Cancelar los conciertos suena complicado, espero que no tengan muchos problemas con eso ya que no fue culpa de Ilya. Me dirijo a la sala del piano.


— ¿Duele?


— un poco.


— tienes que flexionar y extender los dedos. Evitará rigidez…— Ilya está sentado en uno de los bancos, en otro está un chico con ropas blancas— extiéndelos más— no puedo ver lo que hace Ilya, pero no debe hacerlo bien porque el terapeuta (claramente lo es) se levanta y se pone a un lado de Ilya y toma su mano— así.


— ah…


— Umm, realmente sería una pena que tu mano no quede completamente funcional. Me encargare que eso no pase, porque quiero ver como tocas el piano con estas lindas manos— me quedo con la boca abierta, en parte porque estaba por saludar a Ilya y en parte por lo que escuche. No me muevo de donde estoy. Hay un silencio, en el que espero escuchar la risa amable de Ilya y una educada aceptación del alago y el rechazo de cualquier insinuación. Ilya no dice nada.


— Yo… eh… lo podría hacer… después…— es como si estuviera viendo una escena irreal: Ilya está balbuceando, y además ¡Se ha sonrojado! Nunca he visto a Ilya perder la compostura de esa manera.  Bueno, siempre he visto como las chicas le coquetean o se le declaran y él siempre las rechaza. Nunca vi a ningún chico coquetear con Ilya o a Ilya coqueteando con alguien. En lo que mi cerebro sale del shock y comienza a valorar si debo irme o hablar me doy cuenta de que ese chico me ha visto, así que doy un paso para entrar al salón.


— Vine de visita, pero si estas ocupado podría volver después.


— quédate, no hay problema.


— traje brownies— digo, porque es lo único que mi cerebro y mi boca pueden conectar en este momento. Como dije, Ilya no es bueno con las expresiones y al ver la bolsa con los brownies es muy claro su deseo de tenerlos.   


— nada de brownies hasta terminar— dice ese chico, su mano aún está sujetando la de Ilya.


— ¿No brownies?


— no hasta que flexiones y extiendas tus dedos, luego haremos otro ejercicio— me quedo con la bolsa de los brownies, sentado en un banco sin saber muy bien que hacer o que decir.  Me parece que él es muy joven para ser un terapeuta físico, aunque creo está haciendo un buen trabajo. Me quedo observando cómo Ilya sigue las indicaciones que le dan, de vez en cuando se queja, pero no se detiene. También observo al terapeuta ¿Es el tipo de chicos que le gusta a Ilya? El terapeuta es asiático, con el cabello castaño muy lacio. Después de estar un rato con los dedos, los ejercicios siguen al hombro y al codo— es todo por hoy. Bastante mejor que ayer, si hubiera sabido que te motivarías tanto con brownies…— Ilya ya me ha quitado la bolsa. El otro chico parece divertido con eso y recoge algunas cosas que mete en una mochila— ¿Mañana a la misma hora?


— Está bien— Ilya se levanta y le acompaña a la salida. Me quedo mirando al techo, como si no hubiera nada mejor que hacer— Lex, creí que tenías ensayo ahora.


— termino temprano, y por eso decidí venir ¿Cómo va tu mano?


— Bien, están casi seguros que sanará bien y no habrá secuelas.


— buenas noticias, tenemos que celebrar— me quedo a dormir en la casa de Ilya, como cuando éramos niños. Me doy cuenta tarde de que tal vez él no esté cómodo conmigo aquí, pero todo parece normal— ¿Estás seguro de que el terapeuta es bueno? Se ve joven.


— el otro terapeuta tiene ocupado, él lo recomendó diciendo que era muy bueno, ya sabes que mis padres quisieron que viniera uno de los mejores. No tengo problemas con que sea Liang— tal vez todo este demasiado normal.


 


 


La fama es complicada. Al principio estaba muy emocionado por recibir tanta atención, por ver mi rostro en posters, en las pantallas, en tener chicas siguiéndome a todos lados. Después de un tiempo no sé qué hacer. Es complicado ir a comprar mis cosas porque nunca puedo hacerlo, me veo rodeado de chicas o periodistas. James nos hace ensayar más y también tenemos más conciertos. 


— ¿Puedes creerlo? Tuve que pedir mis compras en línea porque no pude ni entrar al centro comercial.


Tal vez deberías usar un disfraz, Lex. Eso hacen en las películas.


— estoy considerándolo ¿Cuándo te quitan la férula?


— en unos días, creo. Tengo la cita de revisión en tres días pero no sé si la quitaran, depende de cómo haya mejorado— escucho una voz de fondo diciendo que si se la quitaran porque su trabajo es muy bueno. Reconozco la voz.


— ¿Estas en rehabilitación?


¿Qué? No, termine hace rato pero está lloviendo y le dije a Liang que se quedara.  Le llevaremos después— no me había dado cuenta de que está lloviendo. Por un momento quiero decirle que voy para allá porque estoy aburrido pero también pienso que Ilya está pasando mucho tiempo con ese chico.  Tal vez en verdad es su tipo— será la primera prueba de manejo, aunque les he dicho que puedo conducir con una mano.


— hasta donde se necesitas tener la otra mano en la palanca— Ilya se ríe— pero en serio debes tener cuidado.


mamá vendrá.


— Eso es prudente. Yo me quedare en casa viendo los Simpson.


ese es un buen plan.


— te llamare para darte las noticias del próximo concierto. Sé que será al aire libre pero no sé en dónde— me despido y cuelgo. No tengo muchas ganas de quedarme a ver la televisión,  iría a casa de Ilya pero siento que estaré interrumpiendo.


Los días siguientes apenas tengo muchos ensayos, no consigo un disfraz aunque logro ir a algunas tiendas y hacer las compras. El concierto al aire libre es genial, somos la atracción principal y es una tarde agradable, no está lloviendo y no está haciendo mucho frio.  Salimos y los gritos de la gente nos reciben,  aún hay suficiente luz natural para poder ver que está lleno. Es bastante agradable que no esté sofocado por una vez. Para cuando acabamos, han encendido las luces, solo que no me dan directo en la cara y aún podemos ver una parte del público. Estamos en la parte de atrás, con algunas de las otras bandas que aún no se han ido, hablando sobre como quedo todo con Liz, Diego y Jules, Harley me separa del grupo con un movimiento bastante rudo.


— Alex.


— ¿Qué?


—  no me dijiste que Ilya iba a venir— ah, sin duda que ella tiene un crush con Ilya. Ayer le quitaron la férula, no pude ir por estar revisando los detalles del concierto pero estuvimos hablando por teléfono— espera ¿viene con alguien?— ¿ah? ¿Con alguien? cuando me volteo a buscarle, no es difícil verle en la entrada. Está riendo y medio empujándose y medio bailando con el terapeuta. Solo Ilya se acerca a nosotros.


— Lex, este lugar es genial.


— Si, es increíble.


— todo les quedo perfecto. La acústica es muy buena— le da una mirada al lugar— es bueno volver a venir ¿tienes que quedarte cierto?


— si…


— pase a verte un momento, debes estar cansado después de todos estos días. Iremos a cenar, nos vemos otro día.


— ma-mañana tengo el día libre, iré a tu casa.


— ¡Claro! Hasta mañana— me quedo con la mano levantada para despedirme, porque de nuevo no tengo palabras.


— ¿Qué fue eso?— murmura Harley. Me había olvidado de ella— ¿está saliendo con él?


— no lo sé, no he preguntado— como si solo pudiera llegar y preguntarle eso. Más importante ¡Ilya se ha ido! Siempre esperaba con nosotros hasta que nos íbamos, me llevaba a casa o a cenar a algún local abierto las 24 horas y nos quejábamos de la mala comida que tenían. Ahora solo me quedo viendo como Ilya se va.


— si tiene novio entonces es normal que pase más tiempo con él— eso es lo más lógico, y tampoco tengo palabras para responder eso.


 


No quiero pensar en Ilya y ese chico, pero es inevitable ya que entre mi horario y el de Ilya son pocas las veces que nos vemos. Aun cuando ya le quitaron la férula, Ilya dijo que tenía que seguir un tiempo con algunos ejercicios para evitar problemas, así que aún siguen viéndose aunque ya solo lo sé por medio de Ilya.


Nadie abre la puerta cuando toco, pero Ilya me ha dicho que podía abrir si nadie abría. Antes de que llegue al salón del piano, unas melodías llegan desde allí, las primeras notas llegan un poco distorsionadas y desafinadas, pero pronto se convierten en una canción: Para Elisa. Me trae buenos recuerdos escucharla, fue la primera canción que le escuche a Ilya. Le recuerdo sentado frente al enorme piano intentando seguir la partitura, una y otra vez.  Él está en la sala del piano, con Lee o como se llame. Las manos de Ilya apenas se mueven sobre las teclas, sus dedos parecen solo acariciar las teclas. Dejo que termine la canción para hacerme notar.


— pudiste hacerlo— le doy unas palmadas en la espalda. Ilya sonríe, realmente está feliz. 


— es una canción suave, sencilla, y Lex, ¡Volvió! He vuelto a escuchar la música— sus ojos parecen brillar y si no salta del asiento es solo porque el piano se lo impide. Le sonrió también.


— te lo dije.


— Hey, tienes que tocar en serio.


— Liang, estaba tocado en serio— Ilya intenta dejar de reír— además creí que solo tenía que tocar como prueba.


— Si, bueno, me dieron ganas de escuchar otra canción. Algo muy, muy complicado como…— él me mira a mí.


— eh… ¿La segunda sonata?— Ilya hace una mueca. Recuerdo que cuando vio la partitura de esa pieza casi se pone a llorar.


— no creo que quieran escuchar eso.


— sí, queremos— Liang cruza los brazos, una clara señal de que no va a ceder.


— esa es complicada pero no sirve para ejercitar las manos. Tocare el tema de Ravel— otra vez Liang me mira, yo me encojo de hombros.


— también es complicado, más largo.


— perfecto, entonces déjanos escuchar— Ilya suspira y comienza a tocar. Liang me murmura un “gracias”. Conforme pasa el tiempo me siento más fuera de lugar, sea cual sea la relación que tienen estos dos, no estoy invitado a compartirlo.


 


Con los días, la presencia de Liang pasa de ser incomoda a ser molesta. Ilya va a los conciertos acompañado del terapeuta, sé que aparte de las sesiones para ayudar a Ilya también se ven para salir. A Ilya le han dicho que siga practicando con el piano, ya que pudo tocar dos canciones completas antes de quejarse, y aun no tienen una fecha para su regreso a dar conciertos. Quiero convencerme de que no es nada, pero me irrita demasiado ver como Ilya le mira o que se hablen como si se conocieran de años. Ilya me conto que ha estado componiendo mientras espera por volver a los conciertos,  y hasta allí estaba todo bien, luego añadió que a Liang le pareció interesante que Ilya escuchara música en su cabeza y que además ha estado escuchando primero los temas que compone.


— ¿Te pasa algo?— Harley me pasa una botella de agua. Hemos terminado un concierto y el calor es sofocante. Lo malo es que el agua no está helada— parece que estas enojado.


— no estoy enojado— ella se ríe.


— lo estas, creí que eran problemas con los lugares de los conciertos, pero estas de mal humor ¿Le pregunto a Ilya?


— él no vendrá— gruño— tenía una cita con el médico.


— una cita médica o una cita con el médico— no me hace gracia el chiste, y ella deja de reírse cuando lo nota— ¿Qué? ¿Tienes problemas con Ilya?


— no, es cosa de él si quiere pasar más tiempo con el terapeuta— a ella le toma un momento notar que no estoy bromeando, puedo ver como se esfuerza por decir algo.


— eso… eh, pues si Ilya quiere salir con alguien está bien ¿No? ¿Nunca ha tenido novio antes?


— sí, pero…— esto es diferente. No sé qué ha cambiado— no sé, antes seguía pasando tiempo con Ilya, ahora va a todos lados con él. Cuando voy a su casa, allí esta, lo trae a los conciertos, le lleva a comer…


— eso es muy lindo.


— Umm.


— Alex…— ella me mira, pone una sonrisita— ¿Estas celoso?


— no— me pica las costillas, lo que me hace saltar y alejarme de ella— para.


— estas celoso porque tu amigo ya no te pone atención— canturrea. Yo no estoy… joder, si estoy celoso— ¿Ya no eres el favorito de Ilya?... lo siento, esto no estuvo bien. Creo que es normal que estés un poco celoso de que tu amigo ya no pase tiempo contigo. Tal vez deberías hablar con él.


— no… yo… hice algo como eso hace poco. Apenas veía a Ilya aunque él siempre estuvo allí. Si quiere salir con ese chico está bien… no es que dejemos de ser amigos por eso— no puedo reclamarle por eso, porque Ilya sigue hablando conmigo, sigue estando para mí.  


 


Hoy les estoy viendo marcharse aunque les invite a la  fiesta que haremos en casa de Liz. Solo seremos nosotros y algunas personas muy cercanas a nosotros. La novia de Liz viene a recogernos en una camioneta, llegamos a comprar algunas cosas y luego a la casa de Liz. Vive en el último piso de un edificio de tres o cuatro pisos, así que tenemos la terraza para la fiesta sin preocuparnos de que nos vean o molestemos a los vecinos.


— Alex, deja de fruncir el ceño— Harley me pica la frente con un dedo. No sé cuánto hemos estado bebiendo, pero ella ya está arrastrando las palabras. Yo también me siento más ligero que de costumbre— has estado enojado por días.


— no es verdad.


— sí, es verdad— Jules se sienta en una silla a mi lado— siempre frunciendo el ceño por todo ¿hay algo que te este molestando de nosotros?


— ustedes no son el problema. Ilya es el problema— Harley deja caer el vaso que trae, que salpica por todos lados.


— ¿Ilya tiene un problema?


— no…  su mano está bien. Lo que no está bien es que me deje por irse con Lee. 


— ¿Quién es Lee?


— es el novio asiático de Ilya. Es como esos actores de los doramas— no tengo idea de que son los doramas. Jules parece que tampoco lo entiende, pero solo niega con la cabeza y le pasa un vaso lleno.


— ¿Por qué no está bien?


— Alex esta celoso porque ya no pasa tiempo con él— Jules asiente, como si supiera muy bien que está pasando.


— eso es normal. Apenas tenemos tiempo para pasarnos por nuestra casa. Liz discuto con su novia hace unas semanas porque le estaba cancelando citas. No todos pueden seguir este ritmo de vida— no encuentro relación con lo que estábamos hablando, pero es bueno saber que no fui el único con esos problemas.


— me está robando a mi Ilya. Siempre está saliendo con él.


— Ay, no… ¡Debes hacer algo!— Harley vuelve a tirar el vaso. No sé qué estamos diciendo, pero todo suena— ¡Hey, chicos! Tenemos que recuperar a Ilya— solo escucho risas y cosas sobre movernos, alcohol y una casa. Apenas soy consciente de habernos ido de la azotea para bajar a la camioneta.  Alguien pone música, y todos cantamos, gritamos y reímos.  De pronto la casa de Ilya está frente a mí, casi me caigo cuando me bajo del auto, pero camino derecho hasta la puerta. Toco varias veces, cada vez más fuerte. Casi me caigo de frente cuando se abre la puerta.


— ¿Lex?


— eres tú— estiro mis manos y le toco,  por si acaso estoy soñando— sí, eres tú.


— ¿Qué paso? ¿Está todo bien?


— no, no está todo bien. Odio que no estés conmigo.


— no entiendo que estás diciendo, solo estas murmurando ¿estás ebrio?— quizá un poco, lo bastante para que el piso se esté moviendo. Quiero sujetar a Ilya pero en lugar de sostenerle, me voy de frente, Ilya no puede sostenerme y los dos comenzamos a caer. Escucho que grita mi nombre, y mi espalda golpea el piso. Mi cabeza se aclara un poco, lo bastante para ponerme a llorar.


— no… tu mano… yo no quería ¡Te he lastimado otra vez!


— estoy bien, Lex, no me paso nada, ahora déjame ver si estas herido— me levanta, siento sus manos acariciando mi cabeza. Estamos tan cerca…


— yo venía a decirte que te quiero. Yo te quiero— las manos de Ilya se detienen— me gustas.


— ¿Qué?


— Te quiero— me inclino y le beso. O lo intento porque no estoy seguro de que se suponía que tenía que hacer.  No sé cómo me levanto y corro hacia el auto, donde los demás están riendo y gritando. Me arrojo de cabeza para caer sobre Harley y Diego y nos vamos.


 


Quiero quedarme bajo las cobijas todo el día. Eso hago, casi. No me molesto en abrir la puerta cuando tocan, ni en encender mi teléfono y como la cabeza me estaba matando, me quede a dormir hasta que no pude más por el hambre. En serio debo considerar dejar de beber de esta manera aunque sea divertido en el momento. Después de comer y darme un baño me siento mucho mejor pero un analgésico no me caería mal,  recuerdo que se acabaron porque tire la caja, tengo que comprar más, y tal vez un café.  Apenas abro la puerta, veo a Ilya de pie y apoyado en la pared del fondo.


— que… ¿Por qué estás allí?


 — si hubieras abierto la puerta cuando llame no estaría aquí— luce un poco molesto— ¿en qué demonios estaban pensando anoche? ¿Todos estaban ebrios? ¿Y condujeron en ese estado?— si lo dice así suena peor, pero si, no ha sido la idea más inteligente que hemos tenido ya que pudimos causar un accidente grave— no puedo creer que sean tan inconscientes. 


— ni qué lo digas, no quiero volver a hacer eso.  Estábamos hablando y de pronto, una cosa llevo a la otra y terminamos en tu casa…— mis palabras mueren al mismo tiempo que siento el calor en mi cara— eso... eh… estábamos muy ebrios. Lo que paso ya no importa.


— ¿así es como te sientes realmente?


— No…


— Lex.


— no importa, tu estas con tu terapeuta y así, no es como que de pronto me diera cuenta que me gustas, porque yo no soy gay— Ilya luce como si le hubieran dado un puñetazo.


— Yo no estoy… eh…— sus mejillas se ponen rosadas— está claro que tenemos buena química, y que está interesado, pero apenas nos conocemos. Así que no estoy con él— claro, eso sería algo que Ilya haría. Me hace sentir solo un poco mejor,  porque Ilya sigue pareciendo afligido.


— suena a que hay algo más.


— aunque lo que dices fuera cierto, yo no lo aceptaría. Es… bien, no quiero sonar mal pero no confiaría en lo que dices, te diría que solo estas confundido.


— Entonces es bueno que eso no pasara.


— Antes hubiera estado feliz de escuchar eso— sus palabras me enfrían más que el viento que entra por la puerta— gracias. Me alegra ver que estas bien, me preocupe cuando se fueron de esa forma…. Bueno…. adiós— Ilya duda un momento antes de darse la vuelta e irse.  No puedo moverme. No es como si esto me sorprendiera, después de todo yo siempre asumí que él estaría conmigo tal vez debido a que le gustaba, era lógico que Ilya en algún momento se cansara y siguiera adelante.


Si la situación no fuera deprimente por sí sola, me doy cuenta que no tengo amigos. Si de pronto me hubiera dado cuenta que estoy enamorado de mi mejor amigo, y que en una borrachera me le confesé y le bese solo para que el al otro día me dijera que ya no está interesado, al primero al que le contaría todo es a Ilya.  Solo que ese amigo es Ilya y no tengo a nadie más. Descuide a los amigos que tenía por estar en la banda, y aunque a los miembros de la banda les puedo considerar amigos, no confió tanto en ellos.  O eso pensaba.


— Alex, abre. No puedo tocar— ya estaba esperando a Harley. Cuando abro la puerta, ella está allí, con las manos ocupadas cargando una caja blanca— traje donas porque dijiste que tenías problemas— ella pasa directo a la sala, sin darme la caja de las donas— ¿y bien? ¿Qué paso? 


— ammm, creo que esto no es buena idea…— le mande un mensaje en un momento de debilidad.


— solo suéltalo.


— ¿recuerdas lo que hablamos anoche? Bebiendo en la casa de Liz— Harley hace una mueca, intentando pensar— estábamos hablando sobre Ilya— ella niega con la cabeza.


— no puedo recordar eso, sé que estuvimos en el auto, gracias al cielo no causamos ningún accidente ni nos detuvieron.


— fuimos a casa de Ilya. Yo… le dije que…— me cubro la cara con las manos— le confesé que me gusta y le bese— para mi sorpresa ella no grita, ni se alarma. Solo espera a que yo vuelva a mirarla.


— ¿y te gusta en serio? estando ebrios podemos hacer y decir cosas que no siempre son— abre la caja de donas y toma una con glaseado rosa— ¿pudo ser solo el alcohol?


— le dije que eso no había pasado, pero yo no estaba… no bebí tanto.  Sabía lo que hacía, solo no podía detenerme— otro silencio.


— ¿te gusta Ilya?


— no soy gay.


— no pregunte eso.


— además, él ya me rechazo.  Cuando dejo de ir a los conciertos,  discutimos y él me dijo que le gustaba, que había estado enamorado de mí.  Quedamos como amigos, como siempre, solo que esta vez apareció ese chico y yo no pude…— todo exploto en mi cara. 


— sigues sin responder.


— vale, sí, me gusta Ilya. Tal vez me gusta demasiado, pero ya no tiene caso porque él ya me supero— me siento tan molesto… Harley me extiende la caja de las donas, tomo una y la muerdo con brusquedad— si yo no hubiera sido tan idiota esto no estaría pasando.


— eso no serviría de mucho, no puedes cambiar el pasado— ella toma otra dona y como no puedo contenerme me pongo a contarle lo que ha pasado— pero ¿de verdad piensas rendirte solo así?— la miro, con la dona en la boca— solo te dijo que no y ya lo aceptaste. Si alguien que me ha dicho que le gustaba hasta hace poco me dice que ya no quiere salir conmigo, tendría serias dudas.


— ¿dices que está mintiendo?


— digo que sí es lo que quieres, no deberías rendirte sin intentarlo. Creo que él tiene razón al desconfiar sobre ti. Solo tienes que pensar bien lo que quieres hacer— nunca he sido bueno expresándome directamente, si hablo con Ilya diré cosas incorrectas. Yo simplemente no sé cómo…


— ¿de verdad crees que este enamorado de él? ¿No crees que sea solo un amigo celoso?


— Alex, yo no tengo que responder eso— ¿Qué siento por Ilya? Estoy tan confundido desde que él me dijo eso. Somos bastante buenos para fingir que no pasa nada, pero creo que esta vez no será igual ya está quedando claro que no podemos dejar atrás esto. Yo… no quiero ver a Ilya con nadie más pero ¿Yo? ¿Yo quiero estar con él de ese modo? El beso de anoche no me desagrado, si hubiera ido solo creo que me quedaría más tiempo besándolo. Me sorprende la facilidad con que los sentimientos pueden confundirse ¿en dónde está la línea entre la amistad y el amor? ¿En qué momento aparecen los celos y como se si son solo porque él me está dejando o porque le quiero? Tengo claro que le quiero, sí, quiero mucho a Ilya. Y no, no me molesta que salga con otras personas porque lo ha hecho antes y nunca me había molestado. Si existe algún dios del amor debe estarse riendo de lo lindo de mí ¿Por qué tienes que darte cuenta de las cosas cuando es tarde? la idea de estar con Ilya no me asusta tanto como la idea de no estar con él, y sé que si dejo que las cosas sigan tarde o temprano Ilya se ira de mi lado. Y solo yo tuve la culpa— estás pensando mucho.


— pienso que darse cuenta que te gusta alguien es complicado ¿Y que si al final no me gusta y todo resulta peor? si me doy cuenta que solo estaba celoso como un amigo al que han cambiado… ¿o si no soy lo que Ilya espera?  Arg, escúchame, hablo como si realmente estuviera…— suspiro, y me dejo caer en el sofá. Pienso en Ilya, más allá de su aspecto físico, en lo amable y educado que es aunque se desespere nunca lo demuestra, pienso en las veces que nos escapábamos a una sala de música en la escuela y nos quedábamos allí solo para que Ilya tocara el piano y yo fuera el primero en escuchar su último logro. Pienso en que aunque me aburre la música clásica, aprendí a apreciarla debido a Ilya, a la expresión que pone cuando comienza a crear la música, en como tararea todo el tiempo y mueve sus dedos inconscientemente como si estuviera frente a un piano invisible. Pienso en sus manos, en cómo se pueden deslizar tan suavemente por las teclas como si las acaricia o moverse tan rápido que da escalofríos verlo, siempre me impresiono como podía tocar notas suaves con una mano y con la otra notas más rudas o como cruza sus manos y sigue tocando sin problemas… no, no quiero darle a Ilya  a nadie más aunque sea egoísta.  Aunque me porte como un idiota antes, yo haría lo que sea por Ilya. Y simplemente no puedo quedarme así, es mi turno ahora, si no hago nada entonces Ilya tendrá razón sobre mí ¿Pero qué hago? Cualquier cosa no sirve, mis palabras no lo convencerán a menos que…— Harley, tienes que ayudarme.


— esto me agrada más— ella sonríe, y arroja el resto de la dona a la caja— ¿Qué tengo que hacer?


 


Me toma tres días terminar todo. No fue tan difícil como pensé pero tampoco fue fácil. No he hablado con Ilya por ningún medio, él tampoco me contacto. Estamos a punto de dar otro concierto, el lugar está lleno y apenas puedo ver un poco de lo que nos espera.


— ¿nervioso?


— ¿Y si no está aquí? tal vez dejo de venir, o peor, viene con Liang— Harley pone los ojos en blanco.


— debiste pensar en eso antes, para que viniera— Ilya me confesó que cuando no podía venir a los conciertos los había visto en vivo por medio de transmisiones. Confió en que si no está aquí, al menos vendrá— por suerte me encargue de eso porque sabía que estarías muy nervioso.


— ¿eh?


— ya, seguimos, solo sal a cantar— ella me empuja. En el transcurso de estos días los demás se enteraron de algo mientras les pedíamos ayuda, y es que no puedo hacerlo yo solo. La multitud nos recibe con un grito, y los primeros acordes empiezan a sonar. La luz me deja medio ciego, así que por más que me esfuerce no logro ver si él está aquí.  Todo va como lo ensayamos, una canción tras otra hasta que acabamos. El calor es sofocante, y aunque sé que ya hemos llegado a la última canción me he quedado sin palabras. La multitud sigue gritando, no puedo moverme…


Es Harley quien viene en mi ayuda


— ahora una sorpresa. Una canción especial para cuando no puedes hacer llegar tus sentimientos a esa persona especial— ella me dirige una mirada de molestia, pero sus palabras me ponen en movimiento.  Dejo que las primeras notas pasen, se que los demás tienen, es una melodía bastante genérica pero no pudimos hacer mucho en poco tiempo. Se que no me cuesta hablar, pero elegir las palabras correctas o no quedarme callado es otro asunto, y por eso elegí la única forma que se para hacer llegar mis sentimientos: Compuse una canción. Aunque Ilya no esté aquí, canto sobre lo que siento de verdad. En mi mente solo están las palabras. Canto sobre cómo le quiero, como arruine todo, como estoy siendo serio y no quiero perderle…


 


Nada te hace más daño que lastimar a quien amas


Y ninguna cantidad de palabras será suficiente.


Mi mano está vacía ¿Esto es lo que llamamos en palabras adiós?


Aunque estoy intentando decirte algo más:


Incluso aunque he dado cuenta, no pude decirlo, mis sentimientos.


¿Qué significo realmente ese gracias? Supongo que es realmente inútil.


Te amo.


Al final no necesitamos palabras de despedida.


¿Seremos una pareja con cara sonriente aunque llorosa diciendo gracias y adiós?


Quiero vivir mil vidas contigo, quiero ser por el que te estés muriendo de amor


Pero tú no quieres*


 


Estoy temblando cuando acabo. Toda la energía que siento no me deja estar quieto, y casi voy saltando hasta la zona trasera. No hay camerinos, pero si una amplia sala y algunos pasillos que dan los baños o a las salidas.


— ¡Quedo increíble!— casi me caigo cuando Diego y Liz me abrazan. James nos pregunta sobre esa canción, porque nadie le dijo nada, y aunque no está molesto nos pide que no hagamos eso de nuevo y le avisemos de cualquier nueva canción. Ya no se escucha tanto el griterío de la gente, y los únicos que entran son los encargados del equipo. Mi vista solo pasa de la puerta al reloj de mi teléfono. Cinco, diez, quince minutos… ningún mensaje, ninguna llamada.


— Alex…


— No va a venir.


— bueno, eso era una posibilidad. No te rindas solo por eso— me da un abrazo y luego me deja para ir a guardar sus cosas. Bien, es verdad, no era seguro de que esto funcionara pero seguía siendo mi mejor plan. Ah, siempre puedo pedirles a los chicos que me ayuden a tocar esta canción en la casa de Ilya.  Aunque tal vez no sea suficiente ¿debería pensar en otra cosa? Lo único que se me ocurre un gran arreglo con chocolate, una enorme casa de chocolate estilo Hansen y Gretel…— Alex… ¡Alex!— Harley me señala con el dedo a la entrada.


— ¡Lex!— no corro solo porque soy lento y apenas estoy dándome cuenta de que Ilya está aquí. Esta sujetándose a la pared y respirando agitado, su cabello esta desordenado, también su ropa. Cuando me ve camina a zancadas hasta donde estoy, sin moverme aun.  


— eh…— yo tenía que decir algo ¿cierto? escucho a Harley decirle algo a los demás, algo que suena a ver el escenario o comprobar si pueden irse— Viniste… creí que tu…— digo, mientras Ilya me hace caminar a uno de los pasillos, alejándonos de la zona visible.


— estaba conduciendo hacia casa después de la última revisión. Vine hacia acá lo más rápido que pude y corrí aquí— le creo, también le imagino frenando el auto de golpe y girando como en las películas.


— entonces ¿escuchaste… la canción?— él solo me dice que si moviendo la cabeza— ¿y qué piensas?


— ¿es verdad? ¿Eso que cantabas?— hago una mueca.


— lo es. No sabía cómo expresarlo de otra manera sin dejarme en ridículo o decir algo que no se entienda como es— ahora es Ilya quien hace una mueca: Desesperación.


— ¿Por qué ahora, Lex?— puedo notar el reproche tras esas palabras. Y me apena bastante, pero a la vez no.


— porque… arg, que cliché va a sonar esto, porque creí que siempre ibas a estar conmigo, que soportaríamos… soportarías todo, no me di cuenta de nada hasta que te alejaste, cuando me quede solo y me sentí tan tonto… hasta que me quede como iluso y con el corazón roto me di cuenta que de que te necesito, me asusta demasiado la idea de no volver a verte y… que te quiero— Ilya se lleva las manos a la cara, le escucho suspirar,  es más un gesto de frustración— yo entiendo si tú ahora no quieres nada conmigo, me lo merezco, pero no me quedare sin hacer nada.


— no sé qué pensar… esto es tan…— suspira otra vez y se agacha, como si las piernas ya no le sostuvieran. Aún está cubriendo su cara con las manos.


— ¿Ilya? ¿Estás bien?— otra vez solo mueve la cabeza, pero no sé si está diciendo que si o que no— Hey, vamos, mírame— esta vez sí dice que no— Ilya, no seas… soy yo el que debería estar muriendo de vergüenza— no hay respuesta— Ilya, mírame.


— no. estoy bien, solo… si te miro ahora me olvidare de todo— eso me enternece más que me hiere.


— está bien, sé que no soy tan confiable pero quiero demostrarte que puedo ser mejor… si tu aún me quieres.


— ese es el problema. No puedo deshacerme de estos sentimientos de un día a otro, pero todo parecía ir tan bien… y esto asusta.


— sí, asusta demasiado— me quedo arrodillado a su lado un momento— lamento haberme tardado para darme cuenta de que te quiero.


— ¡Lo haces de nuevo!


— ¿el qué?


— lo dices tan despreocupadamente… no paras de decirlo: Te quiero— oh. No me había dado cuenta. Me rio, tal vez es de lo nervioso que estoy, pero no puedo parar.


— es que es la verdad. Te quiero.


— para…


— te quiero.


— ¡Lex, basta!


— pero es que te quiero— Ilya aparta las manos, su mirada entre los dedos es un poco molesta— sé que es difícil de creer después de todo, pero te quiero.


— ¿no te importa que sea un chico? Tú no eres gay.


—… no, no lo soy, pero no creo que tenga problemas si eres tú.


— ¿Y si como ahora de pronto te das cuenta que no es lo que quieres y deseas formar una familia con una mujer?— realmente me olvide de que Ilya puede ser muy terco, pero entiendo su miedo. Es el mismo miedo que yo siento al imaginarle con otra persona y lejos de mí, ser olvidado y relegado como un conocido más.


— no puedo garantizarte eso. No sé lo que pasara mañana, pero sé que no quiero herirte, no más de lo que ya hice.  Cualquier cosa que venga, creo que podremos resolverlo. Además puedo decir lo mismo ¿Cómo se si no conocerás a alguien después? ¿Si no te gusta como soy realmente? no eres el único que tiene dudas.


— ¡Yo no…!— ya hemos hablado suficiente. Le beso apenas veo que baja las manos. Ilya cae hacia atrás al intentar apartarse, pero también yo caigo encima de él— Lex…— su voz en un gemido de angustia.


— también estoy asustado, pero te quiero. No quiero quedarme sin palabras, así que seamos valientes y demos este paso. Intentare compensarte aun por cómo me porte ¿Qué dices?— él solo me abraza, me abraza tan fuerte que me dan ganas de llorar.


 


*****


 


Las últimas notas de la canción que acabo de componer llenan la sala antes de terminar con un abrupto silencio.  Apenas termino, siento el abrazo de alguien.


— Esa es nueva.


— lo es— Lex se las arregla para sentarse a mi lado, casi encima de mí, sin soltarme. Aun me cuesta creer que los dos estemos saliendo, cada día despierto preguntándome si no es un sueño— ¿porque estás vestido así?— Lex casi nunca usa trajes.


— porque tenemos una cita.


— ¿tenemos una cita? no recuerdo…— Lex sonríe, y sé que es algo que acaba de planear— ¿y ahora por qué?


— solo porque si ¿no podemos? Sé que no tienes nada que hacer— me besa en la mejilla. Ha sido complicado acostumbrarse a eso. Él tiene demasiadas demostraciones de afecto, yo apenas puedo tomarle de la mano sin ponerme a tartamudear— sabes,  termine con la banda.


— ¿Qué?


— yo dejare la banda. Hoy nos daban un nuevo contrato, algo grande, con disquera, videos musicales  y muchas giras.


— ¿¡y dijiste que no!? Pero, Lex tú no puedes…


— puedo, y lo hice. Mira… lo pensé mucho. No manejo bien la fama, y ese tipo de fama incluye que nos veamos poco, que finja que no salgo con nadie, que me oculte o cosas así. No quiero eso— no tengo palabras para eso— además, eso puede no ser para siempre. Terminare la universidad, y me quedare contigo.


— Lex…— me besa antes de que diga nada.


— ya lo hice, no hay nada que puedas decir que me haga cambiar de opinión, y si no nos vamos ahora perderemos la reservación— me da un jalón para que me levante.  Mi mamá nos despide en la entrada de la casa, tal vez algo más efusivamente que de costumbre, y es que desde que se enteró que salgo con Lex en modo romántico, se emociona mucho cada que él viene a casa.


— te apoyare si es lo que quieres. Siempre me ha gustado verte feliz— Lex me mira y sonríe.  No se ve muy afligido por eso.


— lo sé, soy feliz ahora… Ilya, después de la cena ¿quieres ir a mi casa?— ¿eh? ¿Por qué él esta…? está sonriendo, una sonrisilla maliciosa, con lo que confirma la intención de esa invitación. Siento la cara roja cuando miro a la calle para empezar a conducir.


—… me gustaría si…


— Bien— Se pone el cinturón y pone la música— ¿no te cansas de la música clásica?— se queja, pero no cambia la música. Sonrió, las cosas no cambiaron tanto como pensé. No poder expresarse es algo horrible, las palabras que no puedes decir te carcomen por dentro hasta que no pueden ser contenidas, hasta que el cuerpo las libera como mejor puede. No sé lo que pasara con Lex y conmigo en el futuro,  pero ya no pienso quedarme sin voz, sin palabras. Porque aunque duelan, lo mejor siempre es decir esas palabras que tenemos miedo a expresar. 

Notas finales:

*Bien, ya quisiera yo componer canciones, pero no, y no se me ocurrio nada de momento así que esta parte es una mezcla de canciones.

-Walls ~ Louis Tomilson

-Hajimete no koi ga owari toki~ Vocaloid

-Another: Hajimete no koi ga owari toki

-50 Ways to say goodbye~ Train

 

Gracias por leer.


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