Sasuke entre los carrizos
“Realidad de la irrealidad”
Por LaMueRtHeSitHa
Sasuke despertó en su habitación por unos ruidos provenientes de la cocina. Salió de su cuarto, bajó las escaleras y vio a su hermano en la cocina preparando el desayuno, quedándose petrificado unos momentos por no saber reaccionar. Había recordado todo lo de la noche anterior
—Buenos días. —le deseó su hermano con mandil puesto al girarse para servirle el desayuno en su sitio habitual.
—¿Qué haces aquí?
—Sorpresa. —mencionó con entusiasmo, pero falso en el fondo. —Me tomé unas vacaciones. —y se sentó frente a él
—Sé que lo de ayer fue real. No tienes por qué mentirme. —esto hizo que Itachi soltara un suspiro cansado y como acto de magia apareció una tetera y una taza para así servirle té caliente
—Esta es una simulación. —confesó el mayor
—¿Qué quieres decir con eso?
Entonces Itachi encendió el televisor que mostraba la notica de un peligro inminente: un asteroide se acercaba a la tierra y que por lo mismo los gobiernos estaban trabajando a marchas forzadas para salvar el planeta.
—Eso fue hace diez años. —mencionó el mayor, perturbando a su hermanito
—Pero entonces ¿qué es esto? ¿Dónde estamos? —contestó Sasuke señalando el exterior alegre con un día soleado en el que trinaban las aves. —¿Es otra dimensión o qué?
—Hace mucho tiempo, cuando me enteré del desastre, vi la posibilidad de salvar a la población. Fue entonces que vi al mundo como civiles comunes que no podrían conseguir un lugar en las naves de escape. La colisión tenía una fecha fija, faltan años para que se anunciara a la humanidad, pero no tenía tiempo que perder.
En ese entonces él era ingeniero en jefe encargado del proyecto “Pesebre”. Su objetivo era crear una nave capaz de llevar a la mayor cantidad de humanos fuera del planeta para llevarlos sanos y salvos fuera del perímetro de la explosión, ya estando en una zona segura despertarían. Por eso habían mandado a jóvenes, el viaje aún continuaba.
En un principio pensó en salvarse ambos, pero esto no sólo se salía de su presupuesto, también de su tiempo. No se le dificultó hacer una versión personal y salvar así a su hermano menor. Y al igual que en las otras naves, creó una simulación. Una reproducción exacta de su vecindario, de su ciudad, crearía situaciones aleatorias sencillas para llevar una “vida” tranquila.
Sasuke se quedó viendo su taza vaporosa en lo que se sumergía en sus memorias, pescando unas en las que Itachi le probaba un traje de neopreno, otras en las que hacía planos en una supercomputadora y de ser introducido a una nave en contra de su voluntad. Y él que creía que todo eso era sólo un sueño repetitivo.
—¿Recuerdas eso? —cuestionó el de coleta al escucharlo. —Bloqueé tu lóbulo de la memoria. La única forma en que podrías acceder a eso es por medio de los sueños. —Esto carcomió a Sasuke. Lo único real de su existencia eran sus sueños. — Hice todo esto para que no te sintieras solo.
—Pero si te quedas ya no lo estaré. —pidió jalándolo de su manga y recargándose en su hombro.
—No puedo. Yo también soy una simulación.
—No me importa, te quiero conmigo
—No, Sasuke, aun así es imposible. Yo transferí mi conciencia, pero al interactuar contigo estoy ocupando espacio valioso en la memoria. Recuerda que estas viajando con recursos limitados. —Itachi, de debajo de la mesa, sacó un iPad donde le mostró su apariencia en tiempo real
El rostro de Sasuke no difería mucho de la realidad. Sólo que lucía escuálido, desnutrido e incluso enfermizo por la falta de ejercicio y sol. Su cabello estaba largo por el tiempo. Rodeado de cables, cámaras, pantallas y equipos de luces parpadeantes indicando su funcionamiento y frente a él el espacio exterior.
—Por esto sólo tenía planeado verte en navidad para así, conforme hicieras tu vida, dejaras de extrañarme. —entonces Sasuke apretó sus puños debajo de la mesa.
—Yo nunca te dejaré de extrañar. —declaró con los ojos rojos
—Y yo siempre te protegeré. —y para soltar sus sentimiento se abrazaron con cariño. —Y dime, que fue lo que te alteró tanto. —cuestionó después del soltarse
—¿Cómo no lo sabes? Si por eso estás aquí ¿no? —era el creador de su simulación después de todo.
—Nunca considere bueno espiarte, por eso active un sistema de seguridad que captaba los químicos que segregaba tu cerebro. Sé cuándo has tenido vergüenza, enojo, tristeza. Lo que me hizo regresar fue tu pánico y frustración. —Sasuke separó la mirada de su hermano y vio al jardín tratando entender la situación
Sasuke comenzó a explicarle lo que había pasado el día anterior y de cómo se le había confesado al rubio revoltoso.
—Y me le declaré, lo besé y saco eso de “yo no estoy programado para esto” —con un tono tonto en la última parte. Itachi mostró asombro ante esto último
Lo que el menor había visto había sido un glitch que se había formado porque Naruto había ido en contra de su programa. Aunque lo de había despertado las alertas era la sensación de rechazo por parte del rubio, pero la cereza fue el pánico de ver las fallas en el sistema causadas por el glitch. Pero lo que había sorprendido a Itachi había sido saber que Naruto había revelado su verdadera identidad y que su hermanito resultara gay.
—Bueno… Naruto tiene razón. —y Sasuke volteó a verlo directamente. —Yo lo programe para que fuera tu mejor amigo. Lo diseñe acorde tus gustos y a lo que me gustaría en alguien que te cuidara. Haciéndote volver al buen camino en el momento en que te separaras de él. Él te protegería en mi ausencia. Es la única inteligencia artificial que te acompañaría durante toda tu vida. —Sasuke permaneció en silencio un momento. Eran muchas cosas por comprender.
—¿Existen más inteligencias como él?
—Claro. —y tomando la tableta le mostró las IA’s que tenía programadas. Sasuke se sorprendió cuando vio que Sakura también era una.
De repente Naruto tocó la puerta y deseó buenos días. Siendo la IA maestra tenía ciertas libertades y también sentía sincera curiosidad por aprender para su correcto funcionamiento en futuras situaciones. Pero ambos esperaron la reacción de Sasuke, quien aceptó su presencia ofreciéndole el lugar junto él a lo que el otro no pudo evitar mostrar una sonrisa zorruna.
—Conforme fueras tomando decisiones se irían activando las IA’s. Aunque con eso de que eres gay creo que ya no tienen sentido las esposas que tenía preparadas para ti. —y los jóvenes negaron con rapidez. Hasta Naruto aceptaba los gustos de Sasuke
—¿Por qué una simulación? —cuestionó el humano
Itachi le explicó que los que entran en coma luego podían llegar a tener pesadillas por años, además de que se dañaban sus conexiones cerebrales afectando así sus funciones impidiéndoles realizar actividades comunes al despertar. Itachi con la simulación le daba control para que tuviera estas funciones activas.
—Una persona aislada, aun por voluntad propia, su vuelve amargada y ermitaña. —y Naruto rió por lo bajo.
—Pues Sasuke parece la excepción de la regla. —entonces recibió un codazo por parte de este.
Itachi le entregó a Sasuke la tableta para que pudiera controlar su propia simulación, explicándole a grandes rasgos su funcionamiento. El menor adelantó el tiempo a la noche e hizo que lloviera a chubascos. Pero la simulación era compleja bajo los parámetros de Itachi.
Si deseaba que la población disminuyera tendría que suceder una catástrofe y si quería que aumentara tendría que esperar un par de años y aun así afectaría la economía, política y sociedad. Haciendo así pensar al menor sobre el primer cambio que quisiera realizar. Sasuke fue a la pantalla de las IA’s y sin dudarlo deseó cambiar las preferencias de Naruto hacia homosexuales.
—Naruto, ¿no hay ningún problema con que te programe por sentir atracción por hombres? —interrogó Sasuke antes de darle aceptar en los cambios.
—Claro que no. Me programaron para darte felicidad y protegerte y si así vas a ser feliz yo más que contento, de veras. —contestó con una sonrisa. Sasuke le dio aceptar, feliz de su propia decisión.
—Gracias. —mencionó el de mirada azulina.
—¿Por qué? —interrogó Itachi por su reacción.
—Estaré programado, pero también tengo opiniones. —era una IA al fin y al cabo.
El humano pensó en borrar la afición al ramen, pero se negó. Quitaría un rasgo primordial de la característica del rubio. Entonces vio a las otras IA’s que todavía no conocía. Todas ellas mujeres destinadas a ser su posible esposa. Abrió cada una por curiosidad, para borrarlas sin culpa hasta llegar hasta Sakura. La última IA mujer y además activa. Le había guardado resentimiento por lo de la cabaña y con alegría fue a configuración para borrarla también. El programa le advirtió sobre sus acciones y aun así las aceptó, pero volvió a salirle otra pantalla de advertencia: no se podía porque no había encontrado el archivo. Itachi volvió a tomar la tablet.
—Esto no es posible, pero bueno. Tendré que borrar su código fuente.
Dicho esto se levantó para mostrar una pantalla de control que abarcó toda la habitación. Códigos y DataBase’s de letras azules que llenaron los muebles del lugar que sorprendieron a Sasuke y a Naruto ¿todo eso había programado Itachi?
Entonces surgió el problema: ¿dónde estaba el código de Sakura? Alguien debió moverlo porque no podía moverse de lugar por si sola. Una IA aprendía de la situación, pero tenía restricciones que la limitaban por seguridad. Lo único que les hacía causar satisfacción era lograr su cometido. Fue entonces que Itachi comprendió todo.
—Naruto, ¿la cambiaste de lugar? —interrogó Itachi
—De ninguna manera. Tú me programaste para mantener contento a Sasuke. No tiene que ver una cosa con la otra. —respondió con obviedad el rubio.
—Entonces no hay ningún problema. Sakura se cambió de lugar por sí misma. Por auto supervivencia, pero ¿cómo?
—El glitch —supuso Naruto. Había sido la única acción capaz de afectar el sistema.
—Sí, el glitch. Con el mal funcionamiento del programa Sakura debió conseguir la forma de tener control sobre su código. —manera simple de decir que habían liberado al león de su jaula.
Ahora debían hallar a la IA corrupta.